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Asignatura: Urgencias En Enfermería

Docente: Pedro Pablo Camacho Nataren

Alumno: Edgar Rodríguez Alpuche

Tema: Trauma Pélvico y Lesiones Genitourinarias


TRAUMATISMO PÉLVICO Y
LESIONES GENITOURINARIAS
DEFINICIÓN
¿Que es un traumatismo?
Son aquellas lesiones que se producen a causa de una fuerza
externa que agrede de manera violenta contra el cuerpo: una
caída, una contusión, un impacto por otro cuerpo en
movimiento, etc.

¿Qué son las fracturas pélvicas?


Son lesiones graves, donde se ve afectado la integridad de los
huesos o ligamentos, es decir: el sacro, las articulaciones
sacroilíacas, los huesos iliacos o la sínfisis del pubis.
Generalmente, son lesiones de alta complejidad y se dan en
pacientes politraumatizados con lesiones asociadas.
TIPOS DE FRACTURAS PÉLVICAS
Tipo l: Fracturas parciales o estables
I-A) Fracturas por arrancamiento.
• Fractura de la espina ilíaca superior.
• Fractura de la espina ilíaca inferior.
• Fractura de la espina ilíaca anterior.
• Fractura de la tuberosidad isquiática.

I-B) Fracturas aisladas de ramas púbicas.


• Fractura de rama isquiopubiana.
• Fractura de rama iliopubiana.
• Fractura unilateral de ambas ramas pubianas.

I-C) Fractura del ala ilíaca


• Fractura del sacro.
• Fractura del ala del sacro.
• Fractura transversa del sacro.
Tipo ll: Fracturas totales o inestables

I-A) Fractura bilateral de ambas ramas púbicas, fractura en horcajadas.


Es la más frecuente de las fracturas inestables y tiene un elevado riesgo de presentar lesiones asociadas.

Il-B) Fractura unilateral anterior y posterior.

Fractura de ambas ramas púbicas homolateral asociada a: fractura del ala del sacro, disyunción sacroilíaca o
fractura del ilion homolateral.

II-C) Fractura bilateral o cuádruple fractura.

Fractura bilateral de ambas ramas púbicas y fractura bilateral del ala del sacro o del ilion.

Il-D) Fractura en asa de cubo.

Fractura homolateral de ambas ramas púbicas y fractura contralateral del ala del sacro o del ilion.

II-E) Luxación pélvica.

Diástasis del pubis y de una o ambas articulaciones sacroiliacas.


CAUSAS
En los adultos jóvenes, las fracturas graves que afectan a la
totalidad de la pelvis pueden ocurrir como consecuencia de
accidentes de coche o moto a alta velocidad, de la colisión de
un coche y un peatón o de caídas desde cierta altura.

En algunas personas mayores, la osteoporosis debilita los


huesos. Por lo tanto, pueden sufrir una fractura de la pelvis si
se caen.
Uno de los tipos de fractura de pelvis tiende a ocurrir sobre
todo en los adolescentes, especialmente en los que participan
en actividades deportivas. Estas fracturas (llamadas fracturas
por avulsión) generalmente se producen cuando un músculo se
contrae súbitamente y arranca un pequeño fragmento óseo del
isquion, donde se insertan los músculos isquiotibiales.
FACTORES DE RIESGO

El trauma ocurre con patrones


definidos que permiten identificar
factores de riesgo tales como género
(masculino), edad (las extremas de la
vida), nivel socioeconómico (bajo),
uso de productos peligrosos y de
alcohol, problemas psicológicos y
pobre educación relacionada con la
seguridad.
SIGNOS Y SÍNTOMAS

La mayoría de las fracturas de la pelvis causan un dolor intenso en la ingle, incluso cuando la persona afectada
está tumbada o sentada. El dolor empeora mucho cuando la persona intenta caminar, aunque algunas pueden
hacerlo.

La zona a menudo está inflamada y se aprecia un hematoma.

Si las fracturas pélvicas son graves e inestables, el sujeto tiene dolor extremo y no puede caminar. Sin embargo,
algunas fracturas menores son mucho menos dolorosas.

Si se lesionan otras estructuras, el paciente puede presentar otros síntomas. Puede aparecer sangre en la orina,
dificultad para orinar, pérdida incontrolable de orina (incontinencia), o sangrado por el recto o la vagina.
DIAGNOSTICO

• Para diagnosticar del punto de vista clínico una fractura de pelvis, es importante tanto la
inspección, palpación y evaluación radiológica. Al evaluar un paciente con un probable
traumatismo pélvico debemos observar la presencia de asimetría pélvica, heridas asociadas,
tanto anteriores, región perineal y posteriores, uretrorragia, sangre en introito vaginal y
hematomas subcutaneos masivos.
• Radiografías.
• Tomografía computarizada.
• Exploración física.
TRATAMIENTO

Las fracturas pélvicas menores y estables suelen curarse sin causar discapacidades permanentes. La cirugía rara vez es
necesaria y reposo en cama. No obstante, el reposo en cama debe durar el menor tiempo posible. Los medicamentos contra
el dolor (analgésicos), pueden ayudar a aliviar el dolor.
Las fracturas pélvicas graves que suelen ser inestables, deben ser inmovilizadas. Normalmente se estabiliza la articulación
envolviendo la pelvis con una cinta o una sábana, o con un dispositivo especialmente diseñado para este propósito. Para
estabilizar de forma más segura la lesión, el médico puede aplicar una estructura metálica rígida a la pelvis, por fuera del
cuerpo usando tornillos largos que se introducen a través de la piel hasta los huesos. Este dispositivo se llama un fijador
externo.
Una vez que la lesión es más estable,
generalmente se realiza una cirugía para
alinear los fragmentos óseos colocando
placas y tornillos para mantenerlos en su
lugar (lo que se denomina reducción abierta y
fijación interna o RAFI). Una vez
estabilizada la pelvis, se recomienda que el
afectado comience a caminar lo más pronto
posible.
COMPLICACIONES
Hemorragia retroperitoneal:
La hemorragia o hematoma retroperitoneal es la complicación más frecuente y la principal causa de
muerte en pacientes con traumatismo pélvico. La pelvis está en contacto con abundantes plexos venosos y
arteriales, por lo que debemos sospechar la existencia de hematoma retroperitoneal en todo paciente
politraumatizado con fractura de pelvis.
Rotura vesical:
Son los pacientes con fracturas inestables y los que presentan líneas de fractura próximas al pubis, en los
que existe mayor riesgo de que se presente. La rotura vesical puede ser extraperitoneal o intraperitoneal, lo
más frecuente.

Los signos clínicos de sospecha en un paciente con lesión


vesical pueden ser: hematuria, masa suprapúbica,
imposibilidad o dificultad para la micción y signos de
irritación peritoneal.
Lesiones de uretra:
Es necesario buscar signos clínicos de daño uretral en los pacientes con fractura de pelvis, sobre todo si va
a ser necesario realizar un sondaje uretral, ya que al introducir la sonda podemos convertir una rotura
parcial en completa.

Son signos de sospecha de lesión uretral: sangre en


el meato uretral, orina hematúrica, dificultad o
imposibilidad para la micción, elevación de la
próstata en el tacto rectal, distensión vesical y
dificultad para realizar el sondaje uretral.
Desgarro del recto, útero y vagina:
La presencia de sangre en el tacto rectal o en la exploración ginecológica, en el caso de pacientes
politraumatizadas, no sindicarán la existencia de una de estas complicaciones.

Lesiones nerviosas:
El nervio ciático es el que resulta dañado con mayor frecuencia. El nervio obturador puede resultar
lesionado en fractura-luxación central de cadera. El nervio femoral es el que se afecta con mayor
frecuencia y en relación con luxaciones anteriores de cadera. En las fracturas del sacro pueden resultar
afectadas las raíces sacras.

Tromboflebitis de las venas pélvicas:


Esto es debido, tanto al daño que sobre las paredes vasculares origine el traumatismo, como por las largas
inmovilizaciones a las que se ven sometidos los pacientes con fracturas pélvicas. Aunque son
complicaciones más tardías son importantes por el riesgo asociado de tromboembolismo pulmonar.
INTERVENCIONES DE ENFERMERÍA
Administración de analgésicos
Manejo del dolor
Manejo de la eliminación urinaria
Sondaje vesical
Monitorización de los signos vitales
Manejo de la hipovolemia
Manejo del Shock

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