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Las fracturas pélvicas ocurren con mayor frecuencia en pacientes con traumatismos
múltiples causados por lesiones por impacto, como accidentes automovilísticos o caídas.
Su incidencia es mayor en pacientes jóvenes y se asocian a otras lesiones
musculoesqueléticas o de otros sistemas.
La fractura de pelvis tiene una mortalidad asociada de un 10 a 20% y aproximadamente el
50% tiene lesiones potencialmente graves en otros sistemas. La exposición de la fractura,
es decir la cominicación del foco de fractura con el ambiente o una cavidad contaminada,
se observa en aproximadamente el 5% de los casos, aumentando la mortalidad entre un
10 a 50%. La posibilidad de que una espícula de la fractura perfore una víscera hueca
intrapélvica contaminada, como la vagina o recto, determina la exposición de la fractura.
Por lo tanto, la presencia de hemorragia en el introito vaginal o anorectal es altamente
sospechosa de lesión de dichas mucosas y obliga a una exploración digital de ambas
cavidades.
Clasificación
Tile et al. clasificó en 3 los distintos tipos de fractura dependiendo, del grado de
estabilidad. Las fracturas tipo A son estables, las tipo B rotacionalmente inestables (sin
compromiso de la región más posterior del anillo, ligamentos sacroilíacos posteriores y
por lo tanto estables verticalmente). Y las tipo C, en las cuales existe inestabilidad
rotacional y vertical asociada.
Tipo C1: fractura unilateral del hueso ilíaco (C1-1), luxación sacroilíaca (C1-2) o
fractura sacra (C1-3)
Llene C2: bilateral fractura con un lado tipo B fractura y un lado tipo C fractura
Tipo C3: bilateral fractura con bilateral de tipo C fracturas
Características clínicas
Dolor pélvico causado por el movimiento, el soporte de peso y la compresión de
las crestas ilíacas.
Pelvis inclinada y longitud desigual de las piernas con rango de movimiento
reducido en la articulación de la cadera
Inestabilidad pélvica
Hematomas labiales, escrotales, de flanco e inguinal
Pueden ocurrir lesiones concomitantes
o Lesión uretral: sangre en el meato uretral, próstata alta o no palpable,
hinchazón perineal
o Lesión de la vejiga: hematuria franca
o Laceraciones rectales, vaginales y perineales sugieren una fractura abierta
o Abdomen agudo en traumatismo abdominal (perforación intestinal, bazo ,
ruptura del hígado)
o Lesión neurovascular: disminución del tono rectal, parestesia perianal,
compromiso de miembros inferiores
o Lesiones axiales y de huesos largos
Evaluación clínica
Artículo: Pinedo V. Miguel. (2006). Fractura de pélvis: Traumatismo de alta energía. Rev.
Med. Clin. Condes; 17(3): 106 - 10.