Está en la página 1de 6

ÁMBITO SANITARIO AMBULATORIO

El DSM-IV-TR enumera los factores psicológicos que pueden afectar o alterar el curso de una enfermedad médica
existente provocando una exacerbación de la enfermedad o un retraso en la recuperación. En ocasiones estos
factores pueden interferir con el tratamiento de la enfermedad medica. Para afrontar cada uno de estos problemas hay
que tener en cuenta la cuestión individual que esté presente (tabla 3-1. Factores psicológicos que afectan a las
enfermedades medicas).

FACTOR PSICOLÓGICO EFECTOS SOBRE LAS ENFERMEDADES MÉDICAS

TRASTORNOS MENTALES Trastornos como el bipolar, la esquizofrenia o la depresión mayor pueden afectar al
paciente que sufre un infarto de miocardio una enfermedad renal, asma o una
intervención quirúrgica

SÍNTOMAS PSICOLÓGICOS Síntomas como la apatía o el estado depresivo pueden afectar de forma significativa
a la evolución o al tratamiento de la enfermedad medica o la recuperación después
de una intervención quirúrgica.

RASGOS DE LA PERSONALIDAD O ESTILOS DE AFRONTAMIENTO Rasgos de personalidad de estilo controlador u hostil pueden interferir con El
Progreso del tratamiento después de un infarto de miocardio. La estrategia de
afrontamiento desadaptativas pueden hacer que el paciente niegue la necesidad de
un procedimiento diagnostico o quirúrgico
HÁBITOS DESADAPTATIVOS RELACIONADOS CON LA SALUD Conductas como las practicas sexuales de riesgo, la falta de ejercicio o el consumo
excesivo de alimentos, drogas o alcohol pueden tener un impacto negativo sobre la
salud

RESPUESTA FISIOLÓGICA RELACIONADA CON EL ESTRÉS Esta respuesta puede indicar un aumento de la incidencia de hipertensión, arritmias
cardiacas, angina, jaqueca o crisis respiratorias
Una enfermedad física que suponga una amenaza grave para la salud de una persona y la posibilidad de sufrir una
enfermedad crónica de por vida pueden provocar una respuesta de duelo frente a esta pérdida real o percibida. El
proceso patológico puede imponer restricciones en el estilo de vida y en la situación socioeconómica, amenazando
tanto su autoestima como la sensación de seguridad de la que disfrutaba.
El personal de enfermería puede valorar la reacción emocional del paciente al enfrentarse al diagnóstico, además de
sus capacidades de afrontamiento pasadas y actuales y sus recursos de apoyo, con el fin de establecer una
referencia para la intervención que ayude al paciente a alcanzar el objetivo de la adaptación. En el cuadro 3-5 se
presenta una guía básica de la respuesta emocional del paciente.
ÁMBITOS DE ATENCIÓN AGUDA PARA EL
PACIENTE CON DIAGNÓSTICO DUAL
El paciente que ingresa en el hospital por una causa médica que también tiene un diagnóstico de enfermedad mental
puede suponer un reto para el equipo de enfermería. Aunque el personal de enfermería pueda priorizar las
necesidades médico-quirúrgicas del paciente, es importante tener presente el diagnóstico secundario de enfermedad
mental en todas las fases de la planificación de la atención. El personal de enfermería que se enfrenta a una situación
con diagnóstico dual de este tipo puede aplicar el proceso de enfermería para identificar los problemas relacionados
con los aspectos fisiológicos y psicológicos. Para evitar las complicaciones y facilitar el retorno del paciente a un
estado de bienestar y su alta del hospital, hacen falta habilidades de valoración aguda e intervenciones creativas.
PATRONES DE CONDUCTA
CARACTERÍSTICOS
Aunque los crímenes que pueden ser resultado de un desequilibrio mental son valorados por psiquiatras, hay que tener
en cuenta que cada delincuente piensa de una manera diferente. Según una lógica retorcida, su conducta les parece
aceptable mientras les siga beneficiando. La persona encarcelada suele aprovecharse del sistema en beneficio propio,
manteniendo sus conductas de manipulación o de búsqueda de poder. Los internos recién llegados al sistema pueden dar
señales temporales de temor, arrepentimiento o remordimiento. Sin embargo, la cruda realidad de la supervivencia hace
que muchos se dediquen al juego de la dureza en un clima en el que son habituales los apuñalamientos, la violación, los
enfrentamientos entre bandas y los motines.

Es fácil entender que, para quienes no conocen otro modo de vida que la violencia y el crimen, el encarcelamiento en un
entorno desprovisto de privacidad, dignidad e individualidad no hará más que acrecentar su hostilidad subyacente. La
obvia sensación de impotencia empuja a los internos a buscar fuentes de poder y de control dentro del sistema.
CUESTIONES SOBRE LA ATENCIÓN A LA
SALUD MENTAL
Cualquier síntoma psicológico expresado por un paciente interno u observado por el personal penitenciario es
derivado al psiquiatra de la prisión para que lo valore y/o prescriba un tratamiento. Un interno puede decir que
escucha voces o ve cosas irreales para obtener una atención especial o acceso a psicofármacos. Los medicamentos
son codiciados tanto por razones legítimas como por sus efectos. Los problemas de salud reales o percibidos se
convierten en una vía de búsqueda de privilegios especiales y de excusas para librarse del trabajo asignado y del
régimen habitual. Hay que distinguir la necesidad de tratamiento de los métodos de explotación diseñados por el
criminal.

El personal de enfermería que trabaja en una institución penitenciaria debe aprender a separar la realidad de la
intención manipuladora del interno. Debe adoptar una actitud tranquila pero firme y natural para conseguir que el
interno cumpla las reglas y las políticas de la institución.

También podría gustarte