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Fractura de Femur

Fisiología

Fémur. Hueso largo, par y asimétrico, que constituye por sí solo el esqueleto del
segundo segmento del miembro pélvico. Considerado en un esqueleto en posición
vertical, el fémur se dirige oblicuamente de arriba abajo y de fuera adentro, de
modo que los dos fémures, muy aproximados entre sí en su extremo inferior, están
separados en el superior por toda la distancia que existe entre las dos Cavidades
cotiloideas. Los ejes de los fémures forman un ángulo de 8 ó 9°, siendo su
oblicuidad más acentuada en la mujer que en el hombre, dependiendo de la
conformación de su pelvis.

Por otra parte, el cuerpo del hueso está curvado sobre sí mismo, por lo que
presenta la forma de un arco cuya concavidad mira hacia atrás. Por último, el
fémur presenta una ligera torsión sobre su eje vertical, que hace que el plano
transversal de su extremo superior no sea enteramente paralelo al plano
transversal de su extremo inferior. Como todos los huesos largos, el fémur tiene un
cuerpo y dos extremidades, una superior y la otra inferior. El cuerpo del fémur es
prismático triangular, considerándose en él tres caras y tres bordes.

Fisiopatología

La fractura de fémur es una lesión sumamente dolorosa y que impide a la persona


poder moverse normalmente, ya que el dolor es sumamente intenso. El fémur es
el hueso de la articulación de la cadera, por lo que su rotura afecta a todo el
movimiento de esta zona del cuerpo. La intervención quirúrgica debe realizarse lo
antes posible para aliviar la dolencia, donde dependiendo del tipo de cirugía será
la recuperación y el período de rehabilitación. Generalmente la fractura de fémur
se produce en personas de edad avanzada, producto de caídas por la pérdida de
estabilidad o por no poder soportar su propio peso, pero puede suceder a
cualquier edad más allá que no sean los casos más comunes.

El grupo de personas que están más expuestas a este tipo de lesiones son
las Mujeres mayores de 50 años de edad que tienen sobrepeso o peso inferior al
debido. Del mismo modo que sucede con fracturas de tobillo, muñeca, codo,
pelvis, rótula y otras tantas zonas del cuerpo humano, la Fractura de cadera se
confirma plenamente mediante las placas que resultan de los rayos X. El
tabaquismo, sedentarismo y alcoholismo son factores que favorecen aún más este
tipo de problemas, factores que sumados a la falta de calcio en los huesos hacen
que una fractura de esta índole pueda suceder con mayor frecuencia. Estas
fracturas se pueden separar en dos grupos:

 Intracapsulares o mediales, fracturas que suceden en el cuello mismo del


fémur.

 Extracapsulares o laterales, afectan directamente al macizo trocanteriano.


Etiología

La causa más común de las fracturas de fémur son los accidentes automovilísticos
de alto impacto o las colisiones de motocicletas. Otras causas comunes pueden
ser:

 Caídas desde una altura


 Ser atropellado por un coche como peatón
 Heridas de bala
 Una caída de pie, en personas mayores con huesos debilitados

Signos y Síntomas

-Dolor en región inguinal, a veces irradiado a muslo o rodilla


-Incapacidad para cargar o caminar
-Movilización de la cadera muy dolorosa
-Acortamiento y rotación externa de fractura desplazada, pero no todas lo son.
Hay que tener en cuenta las que no, porque podría no ser doloroso y no se ven
estos signos.
-Incapacidad para elevar el miembro inferior de la cama

Diagnostico

Típicamente los pacientes son incapaces de caminar y presentan dolor, aumento


de volumen y una deformidad variable en la parte inferior del muslo y en la rodilla.
- Es obligatorio realizar una evaluación neurovascular. Hay que tener en cuenta la
proximidad de importantes estructuras neurovasculares al foco de fractura. Una
aumento de volumen inusual en la región poplítea, junto con los signos habituales
de palidez y pérdida de los pulsos distales, sugieren la rotura de un vaso mayor.
- La aparición de un síndrome compartimental es poco frecuente y se asocia a un
sangrado importante en el muslo.
- Es fundamental evaluar la cadera, la rodilla, la pierna y el tobillo ipsilaterales,
especialmente en el paciente obnubilado o politraumatizado.
- Cuando una fractura de la porción distal del fémur se asocia a una herida incisa o
punzante sobre la región, deben inyectarse 120ml, o más, de solución salina
fisiológica en la rodilla, en un punto alejado, para determinar si hay continuidad
con la herida. La TAC de la rodilla puede mostrar la presencia de aire libre en la
herida si ésta está en comunicación con la articulación.
- Solicitar proyecciones anteroposterior, lateral y dos oblicuas a 45° del fémur
distal.
-Las radiografías deben incluir todo el fémur.
- Puede ser útil realizar radiografías bajo tracción para determinar mejor el patrón
de fractura y la posible extensión intraarticular.
- Las radiografías contralaterales son útiles para comparar y sirven como plantilla
para la planificación preoperatoria.

Tratamiento

No es habitual que una fractura de fémur cicatrice sin tratamiento quirúrgico y la


mayoría de las fracturas de fémur se operarán entre las 24 y 48 horas posteriores
al diagnóstico. Antes de la cirugía, la pierna se sostiene con una férula para
mantener los huesos alineados y mantener la longitud de la pierna tanto como sea
posible.

Principales tratamientos quirúrgicos utilizados para tratar las fracturas de fémur:

 Fijación externa: los pernos metálicos se anclan en el hueso del fémur por
encima y por debajo de la fractura. Estos clavos se sujetan a una barra por
fuera de la piel. Esta barra y las clavijas mantendrán los huesos en posición
mientras se curan. Este es a menudo un tratamiento temporal que se utiliza
hasta que el paciente puede tratarse con una cirugía posterior.
 Placas y tornillos: los huesos y fragmentos se reposicionan y luego se
mantienen en su lugar con tornillos y placas especiales que se fijan a la
superficie externa del hueso del fémur.
 Clavado intramedular: este procedimiento se utiliza con mayor frecuencia
para tratar fracturas de fémur y consiste en insertar una varilla metálica en
el canal del hueso del fémur para mantener la fractura en posición y
alineada. La varilla se inserta en la cadera o la rodilla y se utilizan tornillos
para fijar la varilla en la parte superior e inferior del fémur.
Conducta Médica
Cuando se ve a un paciente con una posible fractura de fémur, el médico querrá
saber cómo ocurrió la lesión. Después de un examen físico que busca cualquier
deformidad, fracturas, moretones y fragmentos óseos que presionan sobre la piel,
se utilizarán pruebas imagenológicas para proporcionar más información y detalles
sobre la fractura.

Una radiografía es la forma más común de evaluar una fractura y mostrará dónde
está roto el hueso dentro del fémur y qué tipo de fractura es. También se puede
utilizar una tomografía computarizada si una radiografía no proporciona suficiente
detalle.

Conducta de Enfermería

 Colocar en posición de alineación corporal correcta


 Fomentar la realización de ejercicios activos/pasivos

 Colaborar con el fisioterapeuta en el desarrollo y ejecución del programa de


ejercicios

 Registrar el estado de la piel durante el ingreso y a diario

 Vigilar cualquier zona enrojecida

 Eliminar la humedad excesiva de la piel

 Aplicar barreras de protección, como cremas, compresas absorbentes…

 Cambios posturales cada 2 horas

 Inspeccionar la piel de las prominencias óseas y otros puntos de presión

 Evitar dar masajes sobres puntos de presión enrojecidos

 Mantener la ropa de la cama limpia, seca y sin arrugas

 Colchón antiescaras

 Buena hidratación y nutrición tanto de la piel como de la persona

Diagnóstico Diferencial
Necrosis isquémica de la cabeza femoral.
Fractura de extremo proximal de fémur por estrés.
Coxartrosis rápidamente destructiva (CRD).
Osteoporosis transitoria de cadera (OTC).

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