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Al igual que ocurre con las fracturas de otros huesos, los trauma6smos de baja energía en
la pelvis generalmente producen fracturas estables que pueden tratarse sintomá6camente
con deambulación asis6da por muletas o andador y que se puede esperar que cicatricen sin
incidentes en la mayoría de los pacientes, aunque esta creencia se está refutando.
cues6onado. Las fracturas pélvicas de alta energía a menudo se manejan quirúrgicamente,
con el método de tratamiento determinado por el grado de estabilidad pélvica, en un
algoritmo de tratamiento gradual.
Las fracturas pélvicas de alta energía se deben con mayor frecuencia a accidentes de
tránsito, caídas desde alturas, encuentros entre automóviles y peatones y lesiones por
aplastamiento industrial. Las complicaciones potenciales de las fracturas pélvicas de alta
energía incluyen lesiones en los principales vasos y nervios de la pelvis y las principales
vísceras: los intes6nos/colorrectal, la vejiga y la uretra/genitales.
Las lesiones por desprendimiento de los tejidos blandos circundantes, tanto abiertos como
cerrados, pueden acompañar a estas fracturas y complicar su tratamiento. La mortalidad
no6ficada por fracturas pélvicas graves oscila entre el 10 % y el 50 % en algunas series
anteriores de fracturas pélvicas abiertas. Los factores de riesgo para una mayor mortalidad
incluyen la edad del paciente y el puntaje de gravedad de la lesión, la lesión craneal o visceral
asociada, la pérdida de sangre, la hipotensión, la coagulopaKa y las fracturas pélvicas
inestables o abiertas.
Anatomía
La pelvis está compuesta anteriormente por el anillo del pubis y las ramas isquiá6cas
conectadas con la sínfisis del pubis. Un disco fibrocar6laginoso separa los dos cuerpos
púbicos. Posteriormente, el sacro y los dos huesos coxales se unen en la ar6culación
sacroilíaca por los ligamentos sacroilíacos interóseos, los ligamentos sacroilíacos anterior y
posterior, los ligamentos sacrotuberosos, los ligamentos sacroespinosos y los ligamentos
iliolumbares asociados.
Este complejo ligamentoso proporciona estabilidad al complejo sacroilíaco posterior, ya que
la ar6culación sacroilíaca en sí misma no 6ene estabilidad ósea inherente. Tile ha
comparado esta relación de las estructuras óseas y ligamentosas pélvicas posteriores con
un puente colgante, con el sacro suspendido entre las dos espinas ilíacas posterosuperiores.
La estabilidad pélvica está determinada por estructuras ligamentosas en varios planos. Las
principales restricciones a la rotación externa de la hemipelvis son los ligamentos de la
sínfisis, el ligamento sacroespinoso y los ligamentos sacroilíacos anteriores. El ligamento
sacrotuberoso resiste la rotación en el plano sagital. El desplazamiento ver6cal de la
hemipelvis está controlado por todas las estructuras ligamentosas mencionadas, pero si
faltan otros ligamentos, puede estar controlado por los ligamentos sacroilíacos interóseos y
sacroilíacos posteriores intactos junto con el ligamento iliolumbar. Con frecuencia, una
hemipelvis rotacionalmente inestable puede permanecer ver6calmente estable debido a
estas estructuras ligamentosas intactas. Esto 6ene implicaciones significa6vas en la
clasificación, el pronós6co y el tratamiento.
Evaluación radiográfica
La vista de entrada muestra la rotación hacia adentro o hacia afuera de la pelvis anterior, así
como el desplazamiento anteroposterior de la hemipelvis. La vista de salida muestra el
desplazamiento ver6cal de la hemipelvis, así como la rotación superior o inferior de la pelvis
anterior, mientras que también sirve para caracterizar mejor las fracturas sacras asociadas
y el ensanchamiento o fractura de la pelvis anterior.
La tomograVa es una parte esencial de la evaluación de cualquier lesión pélvica significa6va
y permite la evaluación de la porción posterior del anillo pélvico que puede verse mal en las
radiograVas estándar, especialmente en un paciente obeso u osteopénico.
Clasificación
Las fracturas sacras han sido clasificadas por separado por varios autores. Actualmente, la
clasificación más u6lizada es la propuesta por Denis, Davis y Comfort. La clasificación se
divide en tres 6pos según la relación de la fractura con el foramen sacro: las fracturas de la
zona I ocurren lateral al foramen neural a través del ala sacra (50% de las fracturas); las
fracturas de la zona II son transforaminales (34,3% de las fracturas); las fracturas de la zona
III ocurren medial o central a los agujeros neurales (15,7% de las fracturas).
El 6po de déficit también difirió según la ubicación; las fracturas de la zona I afectaron con
mayor frecuencia a la raíz nerviosa L5, mientras que las fracturas de la zona II con mayor
frecuencia tuvieron efectos variables en L5-S2, pero el 18 % de las personas con déficit
nervioso tuvieron efectos en el intes6no o la vejiga como Bueno.
Tratamiento
Tratamiento inicial
El estudio inicial de trauma debe incluir radiograVas de tórax y pelvis obtenidas en la sala de
trauma, así como una evaluación enfocada con ecograVa para exploración de trauma (FAST)
o, alterna6vamente, un lavado peritoneal de diagnós6co, cuando el Vsico del paciente
prohíbe un FAST. Cuando se iden6fica una lesión inestable del anillo pélvico, se debe aplicar
forma ru6naria una faja pélvica circunferencial o una sábana.
Una vez estabilizado, se toma al paciente para obtener imágenes avanzadas del tórax, el
abdomen y la pelvis. Si el paciente permanece hemodinámicamente inestable o 6ene un
examen FAST posi6vo, debe ser llevado a una laparotomía de emergencia y, si luego se
encuentra estable en el ambiente controlado de la sala de operaciones, se puede aplicar un
fijador externo para mantener la estabilidad de la pelvis mientras permite Acceso al
abdomen y perineo.
Las fracturas de 6po C, tal como se definen en el sistema de clasificación AO/OTA, por lo
general siempre requieren una intervención quirúrgica. Las indicaciones para el manejo
conservador generalmente se limitan a las comorbilidades del paciente o las lesiones
asociadas que impiden la presentación segura al quirófano.
Elección de tratamiento
Después de las medidas de salvamento, los obje6vos del tratamiento defini6vo siguen los
principios de la AO. El obje6vo es restaurar la longitud, la angulación y la rotación al mismo
6empo que proporciona una fijación estable para permi6r un rango de movimiento
temprano y permi6r la curación ósea, pero respetando los tejidos blandos circundantes y
las lesiones de tejidos blandos asociadas.
Fijadores externos: es una opción de tratamiento versá6l que se puede u6lizar en la fase
aguda del tratamiento para proporcionar estabilidad pélvica temporal y permi6r el acceso
al abdomen y el perineo. También se puede u6lizar como fijación defini6va en algunos
pacientes o como complemento de la fijación interna en otros. Las fracturas que involucran
el ala ilíaca, el acetábulo o ambos suelen ser contraindicaciones para la fijación pélvica
externa.
Fijación Interna Subcutánea Anterior: disección mínima de los tejidos blandos, disminución
de la pérdida de sangre y del dolor posoperatorio, fijación rígida y mayor comodidad para
el paciente. La construcción de bajo perfil permite sentarse y movilizarse antes. La mayor
desventaja de la fijación interna subcutánea es que se requiere una segunda operación para
re6rar el implante.
Pinzas pélvicas: dado que en las fracturas inestables ver6calmente un fijador externo
aplicado anteriormente no controla el movimiento en el complejo sacroilíaco posterior, se
han desarrollado dos pinzas pélvicas para ayudar a controlar la pelvis posterior en la fase de
reanimación: la pinza en C de Ganz y el estabilizador pélvico desarrollado por Browner.
El acetábulo es una cavidad hemisférica incompleta con una superficie ar6cular en forma de
herradura inver6da que rodea la fosa co6loidea no ar6cular medial. El acetábulo se puede
describir mejor como una ar6culación esférica parcial compuesta de seis componentes: (1)
columna anterior o iliopúbica, (2) columna posterior o ilioisquiá6ca, (3) pared anterior, (4)
pared posterior, (5) cúpula/techo acetabular y (6) pared medial o placa cuadrilátera.
Las dos columnas de hueso, descritas por Letournel y Judet como una Y inver6da, sos6enen
y transmiten la carga al resto de la pelvis. La columna anterior está compuesta por la mitad
anterior de la cresta ilíaca, las espinas ilíacas, la mitad anterior del acetábulo y el pubis. La
columna posterior es el isquion, la espina isquiá6ca, la mitad posterior del acetábulo y el
hueso denso que forma la muesca ciá6ca. La columna posterior más corta termina en su
intersección con la columna anterior en la parte superior de la escotadura ciá6ca.
La superficie ar6cular del acetábulo se divide en cuatro partes. La pared posterior es más
grande que la pared anterior y con mayor frecuencia se presenta como un fragmento
separado debido a la posición de flexión de la cadera durante la aparición de muchas
fracturas acetabulares. La eminencia iliopecKnea es la prominencia de la columna anterior
que se encuentra directamente sobre la cabeza femoral y representa la mitad inferior de la
pared anterior. La cúpula, o techo, del acetábulo es la parte de la superficie ar6cular que
soporta el peso y sos6ene la cabeza femoral cuando se encuentra en una posición bípeda
erguida.
Las estructuras neurovasculares que pasan a través de la pelvis están en riesgo durante la
lesión original y el tratamiento posterior, y los diversos abordajes quirúrgicos se diseñan en
torno a estas estructuras.
El nervio ciá6co que sale de la escotadura ciá6ca mayor por debajo del músculo piriforme
con frecuencia se lesiona con fracturas-luxaciones posteriores de la cadera y fracturas con
desplazamiento posterior.
El acetábulo se evalúa radiográficamente con una vista pélvica anteroposterior, así como
con vistas oblicuas de 45 grados de la pelvis (vistas de Judet). En la vista oblicua ilíaca, el haz
radiográfico es aproximadamente perpendicular al ala ilíaca. En la vista oblicua del
obturador, el haz radiográfico es aproximadamente perpendicular al agujero del obturador.
Judet y Letournel definieron seis puntos de referencia radiográficos que deben apreciarse
en todas las radiograVas simples. La línea iliopúbica, o línea arqueada, representa la corteza
medial de la columna anterior, mientras que la línea ilioisquiá6ca representa la corteza
medial de la columna posterior. El gráfico radiográfico U, más comúnmente conocido como
lágrima, representa el aspecto más inferior y anterior de la fosa acetabular lateralmente y
el aspecto anterior de la placa cuadrilátera medialmente. El surcil representa el techo
acetabular y se ex6ende hacia la cara lateral de la lágrima superiormente. Los labios anterior
y posterior representan el aspecto más lateral de las paredes anterior y posterior,
respec6vamente.
Clasificación
La clasificación de las fracturas acetabulares descrita por Letournel y Judet es el sistema de
clasificación comúnmente u6lizado. En este sistema, las fracturas acetabulares se dividen
en dos grupos básicos: 6pos de fracturas simples y 6pos de fracturas asociadas más
complejas.
Tratamiento
Las fracturas acetabulares generalmente son causadas por trauma6smos de alta energía y
las lesiones asociadas son frecuentes. El tratamiento de todo el paciente debe seguir el
protocolo aceptado de soporte vital avanzado para trauma6smos (ATLS), con el tratamiento
ortopédico de la fractura acetabular debidamente integrado en el plan de tratamiento.
En general, el tratamiento quirúrgico de una fractura acetabular no se considera una
emergencia/urgencia ortopédica (que requiere una intervención quirúrgica dentro de 1 a 24
horas), excepto cuando forma parte del tratamiento de una fractura abierta o se realiza por
una fractura asociada con una luxación irreduc6ble de la cadera. En este úl6mo caso, la
reducción abierta urgente de la luxación de la cadera seguida del tratamiento de la fractura
asociada debe realizarse lo más rápido posible para disminuir el riesgo de complicaciones
de osteonecrosis y daño car6laginoso con6nuo en la cabeza femoral.
Abordaje quirúrgico
El abordaje Anterior Intra Pélvico, o Stoppa modificado, u6liza una incisión cutánea de
Pfannens6el con una división ver6cal en el recto abdominal a través de la línea alba. El recto
del lado afectado se eleva por encima de la superficie superior del pubis y se liga cualquier
anastomosis entre los vasos obturadores y los vasos ilíacos externos o epigástricos inferiores
(la corona mor6s) para exponer la superficie interna de la columna anterior y la superficie
del cuadrilátero.
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