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TEMA 4 NEUROPSICOLOGÍA DEL LENGUAJE I

4.1 Introducción
4.2 Modelos neurales del lenguaje.
4.2.1 Primeras propuestas:
- Aportaciones de P. Broca; C. Wernicke; Lichtheim y Dejerine.
- Anti-localizacionistas
- N. Geschwind

4.2.2 Formulaciones actuales:


- Aspectos generales
- Modelos de Damasio y Damasio
- Modelo de Mesulam

4.1 INTRODUCCIÓN

Etapas en el desarrollo de las propuestas sobre la relación cerebro-lenguaje.

1º ETAPA Estudio de casos aislados de pacientes con trastornos del lenguaje.


(n=1)
En un primer momento, lo característico era el estudio de las partes que
estaban relacionadas con el lenguaje. Esto lo hacían con investigaciones de
tamaño muestral 1 (con un sujeto).
Se desarrolla desde mitad del s.XIX hasta la mitad del s.XX. Trabajaban a
partir de un examen clínico y datos autópsicos (si estos estaban disponibles).
Dicho de otra manera, se realizaban entrevistas y tests a los pacientes, y (si era
posible) se realizaba una observación postmortem del cerebro. El hecho de
tener que esperar a que el paciente falleciera dificultaba bastante el estudio.
Gracias a estas investigaciones se empezaron a formular las primeras
propuestas sobre las bases neurales del lenguaje, de las cuales todavía hoy nos
nutrimos, aunque corrijamos datos puntuales.
De hecho, en esta época se definieron los principales síndromes
afásicos, que se siguen utilizando hoy en día.

2º ETAPA Estudio de series relativamente amplias con técnicas de


neuroimagen.

Esta etapa ocupó el final de los años 60 y toda la década de los 70.
Ahora, se desarrollaron técnicas que permitían definir dónde se encontraba la
lesión en el cerebro y qué efectos producía. Ya no es necesario esperar al
examen post mortem, sino que se puede, por primera vez, saber que le está
pasando al cerebro de manera simultánea al examen clínico.
Al principio estas técnicas eran dolorosas, pero rápidamente se
desarrollaron para evitarlo.

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3º ETAPA Desarrollo de la etapa anterior e incorporación de estudios
funcionales.
Así, rápidamente se pudieron empezar a realizar estudios de grupo
(n1), cosa que antes era imposible (paso de la 2º etapa a la 3º etapa).
Más tarde, en los años 80, se desarrollaron técnicas que permitían
estudios más potentes y más precisos. Fue en esta etapa en la que se desarrolló
la RMf.
Además, se desarrollaron estudios funcionales. Esta posibilidad (donde
ya el sujeto puede no tener una lesión) permite trabajar con sujetos normales y
se pueden amplían los estudios de la relación cerebro-lenguaje a la población
general.
Los modelos actuales incluyen los estudios lesionales y los estudios funcionales.
- Estudios lesionales: Localización de áreas o sistemas asociados a los déficits
lingüísticos.
- Estudios funcionales: evidencias de áreas implicadas en un proceso, no
determinando si son esenciales. Lo bueno es combinar ambas informaciones.

4.2 MODELOS NEUROALES DEL LENGUAJE

4.2.1 Primeras propuestas

 Paul Broca (1861): fue un neurólogo francés que, trabajando en un hospital, se


encontró con un paciente muy característico, Leborgne (también llamado “TAN
TAN”).
Leborgne fue el primer paciente estudiado por Broca, quien luego,
completó el estudio con 25 pacientes más. Leborgne llevaba hospitalizado
muchos años, Leborgne tenía una infección generalizada, y a Broca le llamó la
atención su comportamiento lingüístico: el paciente repetía TAN de manera
espontánea.
Broca echa mano al historial clínico del paciente y entrevista a personas
conocidas de TAN TAN.
Así, observa que Leborgne cuando entró al hospital, ingresa por padecer
crisis epilépticas y que ya presentaba este problema del lenguaje y problemas
de control de las extremidades distales que poco a poco se le fueron
extendiendo por todo el cerebro.
Tras la muerte del paciente, Broca estudia el cerebro de TAN TAN y ve
que hay una infección muy grande en
una zona del cerebro.
Con esto, Paul Broca concluye
que, aunque la lesión ya se ha
extendido, afectaba principalmente al
área 44 de Broadman (giro frontal
inferior, actualmente área de Broca)
del hemisferio izquierdo, y que esa
lesión es la responsable de la pérdida
del habla.

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Fue la primera demostración de que una lesión cerebral podía afectar a
una función cerebral tan compleja como el lenguaje y que, además, solo
afectaba a la producción del mismo. Broca denominó a esa afectación afemia,
pero posteriormente fue cambiado el término por el de afasia (que se
mantiene hasta la actualidad). Se produce como consecuencia de una lesión en
el giro frontal izquierdo.

 Carl Wernicke (1874): La siguiente gran aportación ocurre poco después, en


1874 en Alemania.
Wernicke era un neurólogo alemán que observa el caso de una paciente
que no tenía problemas en la producción del lenguaje, pero sí en la compresión
del mismo.
El estudio autópsico de esta paciente le llevo a encontrar una lesión en
el giro temporal superior izquierdo (parte posterior), lo que hoy equivaldría al
área posterior del área 22 de Broadman del hemisferio izquierdo. Al cuadro
sintomatológico de esta paciente, Wernicke lo llama afasia sensorial.
Actualmente se llama de la misma manera o afasia de Wernicke.
Pero Wernicke no se queda aquí, enlazando su descubrimiento con el de
Broca y da un paso más allá, afirmando que el lenguaje se produce en el
cerebro en unos centros y mediante unas conexiones entre estos (modelo
conexionista).

Modelo conexionista: El lenguaje se produce en nuestro cerebro gracias a la actividad


de una serie de centros, y también de un sistema de conexión entre estos centros.

Propone un sistema de fibras de conexión desde el giro temporal superioral


área de Broca. Y este sistema de conexiones es lo que después se denomina
fascículo arqueado. Cuando este fascículo se lesiona, aunque estén intactas
ambas partes, aparece una afasia (de conducción).
En esta fase de conducción, el sujeto tiene la comprensión conservada y el
habla estaría correcta, pero, como no recibe bien las conexiones de Wernicke,
tendría alteraciones (hoy en día esas alteraciones las llamamos parafasias). Este
sujeto podría articular bien el lenguaje, pero cometería errores. Si las conexiones
entre las áreas de input y output están alteradas, se vería afecta la repetición.
Por tanto, la comprensión está bien, la producción es fluida, pero con
errores y se da una mala repetición.

 Lichteim (1885): Nunca trabajó codo a codo con Wernicke, pero se produjo una
especie de desarrollo conjunto entre los dos. Iban mejorando detalles de los
descubrimientos que hacían. Por ello, se habla del modelo Wernicke-Lichteim.
Este modelo se representa en el dibujo de Lichteim en forma de casa y que
recibe el nombre de Casa de Wernicke – Lichteim (lo vemos más adelante,
pág.4)
Lichteim propone la existencia de un centro donde estén las
representaciones de los objetos (memoria semántica actual). Tiene que haber
un centro donde el medio que nos rodea este conceptualmente representado.

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Para que se comprenda el lenguaje, sería necesario que el trabajo del área de
Wernicke enlazara con ese centro. De forma que, si oigo el sonido campana,

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cuando el sonido llega a área de Wernicke e identificamos que es un sonido
metálico, de algo que esta normalmente en un campanario; para procesar
realmente que eso que oigo es una campana, el área de Wernicke tiene que
conectar con el centro donde está representado ese concepto. Por otro lado,
ese centro de los conceptos debe estar en conexión con el área de Broca.
Si se lesionasen están conexiones, no las áreas concretas, también
tendríamos afasia. Si se produce la lesión entre Wernicke y el centro conceptos
proponen que se llame afasia sensorial transcortical; si la lesión estuviera entre
el área de Broca y el área de los conceptos se llamaría afasia motora
transcortical.
Para entender mejor esta explicación, se adjunta el siguiente esquema:

a= entrada de información
auditiva.

m= Salida motora.

B= centro de los conceptos.

A= área de Wernicke.

M= área de Broca.

3= fascículo arqueado que une


Wernicke y Broca.

Si se lesionara 1, se trataría de
una lesión de Broca. Si se
lesionara 3, sería afasia de
conducción. Con una lesión en el
punto 6, hablaríamos de una
afasia
sensorial transcortical. Con lesión en 4, sería una afasia motora transcortical. La lesión
en 7 no sería una afasia, sino que realmente el problema está en que no entra bien la
información auditiva (problemas en el input). La lesión en 5 sería un problema
articulatorio (output), de la salida motora.

 Dèjerine (1891): Propone que hay que incorporar la existencia de un centro


(giro angular izquierdo) visuoverbal, de integración de información visual con
información lingüística y que sería fundamental para el proceso de lenguaje
escrito. La lesión de esta zona produciría alteraciones en la escritura y en la
realización de lecturas.
Llevado por ese afán de conocimiento anatómico, planteó que no era
plausible (anatómicamente) que hubiera un área cerebral que recogiera los
“Conceptos del mundo” y como consecuencia rechaza la existencia de un
centro de conceptos y las afasias transcorticales.

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 Aproximaciones anti-localizacionistas: P.Marie, H. Head, K. Goldstein.
Se produce una reacción frente a los modelos conexionistas y
localizacionistas. Este movimiento se mantiene hasta mediados del s. XX. Se
pretendía demostrar que el cerbero funcionaba como una entidad global, como
un procesador holístico y que, cuando se interrumpe ese procesamiento como
consecuencia de una lesión, se van a ver afectados múltiples procesos. De tal
forma que no podemos establecer funciones específicas en áreas específicas, ya
que todo el cerebro participa en todas las funciones.
Estos autores siempre mantuvieron posturas mucho más globalistas. Ni
el localizacionismo extremo ni el globalismo extremo se mantienen en la
actualidad.

 N. Geschwind (1972)
En los años 70 apróx., con la aparición de los estudios in vivo de varios
sujetos, se refuerzan los modelos conexionistas del lenguaje. Aquí tuvo un
papel importante Geschwind, que trabajó, entre otras cosas, las bases neurales
del lenguaje. Gracias a estos trabajos diferencia entre elementos puramente
lingüísticos y elementos inespecíficos (que participan también en el lenguaje,
pero en un sentido más amplio).
Geschwind trabajaba en un hospital que atendía a veteranos heridos de
guerra en EE.UU. Estos veteranos tenían la obligación de contribuir a las
investigaciones (por el hecho de tener un hospital para ellos). Aquí había un
área especializada en el estudio de las afasias. A partir de todos los datos
recogidos, Geschwind lo que hace es comprobar todas las aportaciones de los
autores clásicos. Es por esto, por lo que a menudo se habla del modelo
Geschwind- Wernicke, atendiendo a la reformulación con material empírico
que hace sobre la obra de Wernicke.

Los componentes “específicos” del sistema neural para el lenguaje,


según Geschwind, son:
- Área de Broca (AB 44 izq): La función de esta zona es elaborar los programas
motores que permiten la producción lingüística.
- Área de Wernicke (zona posterior AB22 izq): esta zona contiene los modelos
auditivos de las palabras. Es primordial en la fase de input (entrada de info.) del
lenguaje. Retoma la existencia del fascículo arqueado, que conecta los ambos
centros (AB44 izq. y AB22 izq.). Esta conexión permite que los modelos
auditivos del área de Wernicke se trasladen al área de Broca, para que se
elabore el programa motor. Sigue proponiéndose aquí una conexión
unidireccional.
Esto lo lleva a aceptar la idea de las afasias trasncorticales (desechadas)
por Dèjerine con anterioridad.
- Giro angular (AB39): contiene las reglas por las cuales transformamos las
formas visuales y las formas lingüísticas de las palabras. (transformación
grafema- fonema).

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Geschwind estudia el caso de una paciente que ha sufrido intoxicación
por monóxido de carbono (sobrevivió) y presentaba un cuadro de afectación
del lenguaje muy peculiar: no era capaz de comprender el lenguaje (ni hablado
ni escrito), no tenía habla espontánea, pero era capaz de repetir palabras y
frases automáticamente sin dar signos de comprensión. No comprensión, no
producción, sí repetición.
Cuando se estudia el cerebro se observa que las zonas afectadas eran
muy extensas, afectaban a la corteza y a la sustancia blanca subyacente, y
sufría una isquemia hemodinámica (falta de oxígeno en el flujo sanguíneo) en el
territorio limítrofe entre la arteria cerebral media y la posterior.
El área de Wernicke estaba intacta, el área de Broca estaba sin lesionar,
las conexiones no estaban lesionadas; pero la zona perisilviana (alrededor de la
cisura de Silvio), estaba intacta; pero esta zona había quedado aislada del
procesamiento de la corteza asociativa. Esto significa que, aunque Wernicke
funcionaba bien, no tenía posibilidad de alcanzar la corteza asociativa
extrasilviana.
Broca estaba disponible pero no había influencia de la corteza asociativa
sobre Broca, por lo que no se producía el habla. Pero la zona aislada de la
corteza asociativa sí funcionaba, es decir, no estaba dañada y se podía producir
repetición.

Componentes “no específicos” del sistema neural del lenguaje:


Además de los componentes específicos del sistema neural para el
lenguaje, Geschwind afirma que en este proceso también influyen otras zonas:

- Corteza asociativa extrasilviana: Interacción con áreas perisilvianas para que


haya comprensión o producción del habla. Si la zona perisilviana se queda
aislada, se produce una afasia transcortical.

- Zona motora (parte del área 4): Controla los movimientos y es fundamental
para que se pueda producir el lenguaje. Por ejemplo, la musculatura
laringofaringea y el área auditiva tienen que funcionar correctamente para que
el lenguaje se ejecute correctamente (output).

- Áreas auditivas (41 y 42): Su función es la recepción y el análisis de estímulos


auditivos.
- Áreas visuales (17, 18, 19): Se encargan de la recepción y el análisis de
estímulos visuales.

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B= Broca
M= área motora
W= Wernicke
GA= Giro angular
V= Área visual
A= Área auditiva

Repetir: El proceso comienza en la corteza auditiva,


con las conexiones que van con Wernicke. De Wernicke se
transmite la información a Broca; aquí se elabora el
programa motor. Se establece una conexión entre el área
de Broca con la zona motora para elaborar respuesta.

Leer: El proceso comienza en el área visual, que


conecta con el giro angular (39 izq, tengo una forma visual y
necesito suscitar la forma auditiva correspondiente a esta
información visual). De aquí se establece una conexión con
el área de Wernicke. En el caso de las personas con un
desarrollo típico es necesario que Wernicke participe en el
proceso. El siguiente paso sería pasar por el fascículo
arqueado hasta el área de Broca hasta llegar a las áreas
motoras.
Deletrear: Del área auditiva al área del Wernicke; de W
al giro angular (transformar el modelo auditivo en sus
constituyentes) y vuelve a W; y de aquí se traslada al área de
Broca gracias al fascículo arqueado y se vuelve a conectar con
el área motora.

4.2.2 Formulaciones actuales


En las formulaciones actuales se combinan los datos de los estudios lesionales y
funcionales:
-Lesionales: Mayor precisión a la hora de delimitar las lesiones asociadas a las
alteraciones del lenguaje.
P.ej: las lesiones del área de Broca no producen una afasia que se mantenga en
el tiempo. Para que se mantenga la lesión ha de ser más amplia que esta, alcanzar
córtex prefrontal y premotor.

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- Funcionales: han permitido confirmar la importancia de las áreas que habían
sido definidas por los trabajos clásicos. Además, permite precisar hasta qué
punto otros sistemas participan también en el lenguaje:
o Córtex frontal inferior izquierdo: Área de broca (área 44-45). Queda
activado en variedad de tareas: procesamiento fonológico, semántico,
sintáctico, producción lingüística.
o Gradiente funcional postero-anterior: mayores demandas relacionadas
con el procesamiento fonológico: AB 44 y córtex insular. Mayores
demandas semánticas (AB47).
o Giro angular izquierdo: Se activa no solo con tareas de lectura o
escritura, sino cuando se hace procesamiento semántico. Posible
participación en el sistema temporo-parietal para procesamiento
semántico.
o Córtex inferotemporal izquierdo (AB37/20) posible participación en
lectura, acceso léxico y procesos semánticos. Es decir, es una zona que
está muy vinculada al lenguaje.

Así, las formulaciones actuales han puesto de manifiesto la participación de todas áreas
que no se consideran los centros típicos del lenguaje.

Las formulaciones actuales que combinan todos estos resultados proponen que el
lenguaje es el resultado de la actividad de amplias redes funcionales, constituidas por
diversas regiones corticales y subcorticales, y por numerosas interconexiones
recíprocas. Cuando hablamos de redes, hablamos de la participación de múltiples
áreas de la corteza que están conectadas entre sí recíprocamente (no de manera
unidireccional). Si intentamos representar gráficamente estos modelos nos costaría
bastante, por la cantidad de centros y conexiones.

 Damasio y Damasio (1992, 2000).


Este es el modelo de Antonio Damasio y Lujana Damasio. Se propone contemplar el
cerebro como un ente formado por tres grandes sistemas cerebrales:
o Sistema para representar los conceptos: Esto lo hace porque, a medida
que vamos interaccionando con el medio, vamos creando imágenes
sensoriales e imágenes motoras. Dichas imágenes van quedando
registradas y, cuando se activa ese registro, se puede explicitar el
concepto subyacente. Este sistema queda distribuido por toda la corteza.
Por ejemplo: imaginemos una taza (recipiente con líquido que al
girarlo derrama líquido en la boca). Al coger la taza registramos el tacto,
las texturas y los materiales de los que está hecha.
Todas estas imágenes sensoriales y esos movimientos se van
ajustando y van formando el registro de “taza”. Y ocurre con todos los
elementos con los que vamos interaccionando.
De esta manera, ellos proponen que se va formando el sistema
semántico, así representamos el mundo. No está localizado en un lugar
concreto, se encuentra distribuido por la corteza (aa. Visuales, aa.
Sensoriales, aa. Motoras, sist. Límbico). Todos estos sistemas se van

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activando y conectando [según yo actúo con esa taza, siguiendo el
ejemplo anterior].

o Sistema para representar los fonemas, palabras y reglas para


combinarlos: sistema lingüístico. No se distribuye tan ampliamente,
pero se crea dominantemente en el hemisferio izquierdo. Se utiliza para
ensamblar fonemas en palabras, y palabras en frases. Se encuentra
fundamentalmente en el hemisferio izquierdo.
 Este sistema incluye el área de Broca (perisilviano anterior) y se
extiende a la corteza adyacente y sustancia blanca subyacente.
Este subsistema es el responsable de la conjunción de fonemas
en palabras, palabras en frases: ordenación temporal de los
elementos lingüísticos. Es decir, tienen un papel secuenciador
del lenguaje el orden de las palabras necesario para formar la
frase que quiero).
 Sistema perisilviano posterior: Incluye a Wernicke, contiene los
registros auditivos y cinestésicos de los fonemas y las palabras.
El componente cinestésico estaría relacionado con la imagen
motora conectada con las articulaciones implicadas en una
tarea. Se inicia una serie de eventos que conducen a la
comprensión auditiva (del lenguaje). La comprensión se
realizaría cuando (en la corteza asociativa) se activan y
seleccionan los conceptos asociados a esos registros auditivos.
Esto involucraría a numerosas zonas distribuidas por todo el
cerebro (sistema conceptual). Es necesario para formar
representaciones internas auditivas de las palabras.
Wernicke no es el centro donde se produce la comprensión del
lenguaje, se necesita el área de Wernicke para que active el
registro de palabras, pero la comprensión se produce cuando la
información llega a la corteza asociativa.
 Fascículo arqueado: Complejo sistema de conexiones
bidireccionales. El sistema se complejiza e incorpora conexiones
entre áreas.

o Sistema intermediario: Damasio incorpora áreas que están fuera de la


zona perisilviana y que también intervendrían en el lenguaje. Éstas
serían la corteza temporal inferior (aa. 20 y 21) y la corteza temporal
anterior. Toda esta zona se incorporaría al sistema neural del lenguaje,
ambas como parte del sistema intermediario.
Cuando se lesiona esta zona (con la zona perisilviana intacta),
nos encontraríamos a pacientes con dificultades para recuperar el
sistema léxico (problemas de denominación). Las lesiones en la parte
anterior del temporal conllevan un problema para acceder a nombre
propios, estaríamos hablando de una anomia solo de sustantivos.
De esta forma, ambas áreas son mediadoras que permiten
acceder al léxico de los nombres.

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 Otros componentes de la red neural del lenguaje:

- Núcleos grises subcorticales (siempre en el hemisferio izquierdo): el núcleo


caudado, y, por otro lado, una parte del tálamo: tálamo anterolateral. Estos dos
núcleos también interaccionarían con zonas corticales del lenguaje.

- Córtex frontal medial: área motora suplementaria (área 6 cara medial) y el


cingulado anterior. Estas áreas cuando se lesionan producen un cuadro de
aquinesia (falta de respuesta motora, de movimiento espontáneo) que va
unido a un cuadro de mutismo (no producción lingüística, mutismo de
“mudo”). Para estos autores, estas áreas son importantes para el inicio y
mantenimiento del habla en el tiempo. Cuando estas áreas se encuentran
lesionadas, disminuyen los movimientos espontáneos (si sientas a una persona
en un sillón y cambias el canal de la TV, por ejemplo, no reaccionarían). Estas
personas no tendrían una afasia sino un cuadro de falta de respuesta al
medio Frente a la demanda (preguntas) tienen unas respuestas muy
reducidas.

- Hemisferio derecho: Hay otra parte que actúa como un componente general de
inicio del lenguaje. Son zonas del hemisferio derecho y participan en la
producción de automatismo verbal (reproducir canciones muy familiares,
refranes…). Esto significa que, cuando se lesiona el hemisferio izquierdo, se
pueden seguir manteniendo los automatismos verbales. Esta zona también
tiene mucho que ver con la capacidad de captar las narraciones y los discursos.
Gracias al HD (hemisferio derecho) captamos la prosodia (ritmo y entonación
del lenguaje).

 M. Mesulam (1990, 1998):


Mesulam propone una red neural formada por diversas redes conectadas unas con
otras. Esta red se basa en dos nódulos: el área de Broca y el área de Wernicke.
Estos nódulos no son almacenes, son regiones con capacidad para integrar
información que está ampliamente distribuida (regiones trasmodales) y son
encargados de integrar la información obtenida. Ninguna de las dos áreas es
puramente receptiva ni expresiva. Tienen ambos componentes (intervienen en las dos
funciones); Broca tiene un amplio componente expresivo, aunque también está
presente la recepción, por otra parte, Wernicke tiene ambos componentes, pero
predomina lo receptivo. La dicotomía producción (sist anterior)- recepción (sist
posterior). Las conexiones entre estos centros y el resto del cerebro son conexiones
bidireccionales.

- Área de Broca: a este nodo se le llama polo sintáctico-articulatorio, equivalente


al perisilviano anterior de Damasio. Está formado por AB44, parte del área 6 (se
extiende hacia la corteza premotora y prefrontal), parte del área 45 y 47.
Mesulam define anatómicamente un poco más el sistema perisilviano anterior
(Damasio).

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Tiene un gran papel en la producción del lenguaje: transformar las
representaciones auditivas en sus correspondientes programas y secuencias de
articulación. En la fase de compresión y recepción del lenguaje también

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participaría: cuando, para comprender el contenido del lenguaje, el orden de
las palabras es importante (la secuenciación de las palabras).
Captar la estructura sintáctica de las palabras es importante. Ejemplo: el
perro mordió a Juan (para entender la frase el orden, en este caso, no es muy
importante), pero frases como “María besó a Juan” aquí si es importante
porque Juan no besó a María, María besó a Juan porque está suelta como
gabete (¿a que sí, Abri?). En el último ejemplo, el orden de la frase es
importante porque el sentido cambiaría si no especificamos el orden.

- Área de Wernicke: Polo semántico léxico. Estaría formado por el Área de


Wernicke, parte posterior del AB22, incluiría también parte del a 39 y 40. E
incluso hacia el temporal cogiendo parte del giro temporal medio.
No es un almacén léxico donde tengamos almacenadas todas nuestras
palabras, es la vía de entrada, la puerta de acceso para que las
representaciones sensoriales de la palabra que hemos recibido visual o
auditivamente, se formen en el área de Wernicke y accedan a una red
ampliamente distribuida por varias áreas corticales donde se activaran una
serie de asociaciones que darán lugar al significado.
En otras palabras, cada palabra que oímos o leemos tiene que acceder a
Wernicke, desde aquí acceden a diversas áreas corticales asociativas, donde se
podrá acceder a su significado.
Más gráficamente:

 Si yo lo que quiero es decir algo que se me ha ocurrido (no desde el lenguaje, sino
del pensamiento; es decir, ni lo leemos ni lo oímos). En este caso el proceso es el
mismo, el área de Wernicke tendría que recibir info de esas áreas para formar la
representación neural de la palabra y transmitirla al área de W; que, la trasladará al
área de Broca.

 Si, en cambio, yo lo que quiero es transformar algo que he visto, en lenguaje, tengo
que seleccionar la forma visual concreta para ello, si esta área está dañada tendría
problemas.

 Si se lesionan las conexiones desde el sistema auditivo o visual al polo semántico-


léxico, tendría problemas de comprensión para la lectura o la audición.

 Si lo que se lesiona son las conexiones entre AW y áreas corticales asociativas, se


altera la comprensión del lenguaje y transformación del pensamiento en lenguaje.

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Mesulam también incorpora unas áreas encargadas de la recuperación léxica:
áreas preléxicas. Estas áreas estarían ubicadas próximas a las áreas vinculadas a la
percepción de los objetos (se habla de una cierta especificidad).
Las áreas preléxicas se activarían cuando vemos un objeto, en el momento en el
que lo estamos procesando a nivel perceptivo. Esta activación sería necesario que se
transmitiera al área de Wernicke para que se accediera a la forma lingüística
correspondiente al objeto. De la misma forma, cuando queremos referirnos a un
objeto, utilizaríamos las mismas áreas para evocar la forma lingüística.

Cuando se lesionan estas áreas (con el área de Wernicke correcta) tendríamos


problemas de denominación. Son áreas necesarias, pero no suficientes, para la ya
nombrada denominación. En el caso de que Wernicke estuviera mal, estas áreas no
sirven para denominar tampoco.

OTROS COMPONENTES DE LA RED NEURAL DEL LENGUAJE.


Incluyen otras regiones que participan con los dos grandes nodos nódulos).

Tanto Damasio como Mesulam han mantenido los grandes tipos de afasia. La
tipología de afasia no ha cambiado, se sigue hablando de afasia de Broca y afasia de
Wernicke.
Si el problema consiste en que no llega el input auditivo al sistema perisilviano
posterior, va a haber un problema de lenguaje, pero no es una afasia (recalcan que hay
algunos trastornos que pueden parecer afasias, pero realmente no lo son).
De la misma manera, si la lesión se encuentra en el área motora del área 44, o a
sus conexiones, vamos a tener un problema del lenguaje, pero tampoco va a ser una
afasia. Podemos tener una pérdida del lenguaje, pero sin llegar a ser una afasia, en
este caso, más bien se trata de un problema motor.

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