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Cannabis
Cannabis
Cannabidiol (CBD).
Cannabinol.
Delta-9-tetrahidrocannabinol (THC).
CB1 (SNC)
CB2
A esos receptores se les une los componentes del cannabis (CBD, THC y el cannabinol) junto a
moléculas endógenas (endocannabinoides).
Aquí actúa el sistema de recompensas y castigos, debido a que en los primeros encuentros el
comportamiento fue muy placentero, cuando piensa en “fumar porros” te invaden recuerdos
y creencias positivas asociadas a ese placer. Puede suceder lo contrario, si en los primeros
encuentros hubo malas experiencias, la probabilidad de continuar consumiéndolo es menor.
Factor individual. Sin embargo, el factor principal que explica su consumo es el cómo te
hace sentir (me relajo, estoy más tranquilo, me hace conectar conmigo mismo o con la
gente…).
Consecuencias.
Ansiedad y psicopatía.
Pérdidas de memoria.
Alteración sensorial y motora.
Alternaciones atencionales (disminución). Sobre todo, la sostenida.
Alteración del sistema de neurotransmisión. Apatía, sistema de recompensas,
problemas de sueño, alteraciones emocionales, irritabilidad…
Disminución de la motivación. Menos ganas de hacer cosas productivas,
posponerlas… Puede ser un gran problema al posponer tus responsabilidades.
Ser adicto supone un estigma para la persona, va a estar marcada y definida por ser
consumidor. Esto puede suponer sentimientos de culpabilidad y ciertos pensamientos
dañinos que pueden agravar los problemas ya existentes del consumo.
El THC una vez consumido se almacena en el cerebro durante unos 14 días hasta que empieza
a ser eliminado, por tanto, si en esos 14 días seguimos consumiendo, las consecuencias
empiezan a agravarse.
La parte positiva del cannabis es que los problemas o las secuelas que deja son
bastante recuperables cuando se baja el consumo.
Efectos.
Aumento de:
Apetito.
Estreñimiento.
Risa fácil.
Enrojecimiento de la conjuntiva.
Somnolencia.
Ganas de hablar.
Reduce:
Capacidad de concentración.
Presión intraocular.
Náuseas y vómitos.
Facilidad para hablar.
Producción de saliva.
Tratamiento.
1. Cambio de actitud y pensamientos. Se deben trabajar todas estas falsas creencias y
mitos. Mostrar que la marihuana es una droga y como tal tiene sus consecuencias, no es todo
diversión. Es una parte muy importante del proceso, el interiorizar lo perjudicial que es esta
sustancia y eliminar todas esas excusas o pensamientos tóxicos intrusivos que te llevan a
consumirla.
No la necesitan para pasárselo bien, antes de consumirla eran felices y podían hacer
todas esas cosas que ahora hacen fumando.
2. Alejarse de todos estos contextos que te incitan a fumar (quedadas de amigos que
sabes que van a fumar o acompañar a alguien a salir a fumar en los descansos).
Puede utilizarse como puente el vaper u otras ayudas, sin embargo, pueden aparecer otras
adicciones o aumentar la posibilidad de las recaídas. Por ello, cada caso es único.
5. Apoyo.
Durante todo el proceso.
Cuando existan recaídas en el consumo.
Cuando aparezcan pensamientos culpables y negativos (“no tengo fuerza de voluntad,
“soy débil”.). Ya sea con primeros auxilios psicológicos o trabajando con sus
pensamientos.
Si la persona tiene una baja autoestima y una visión negativa de sí misma, es posible que la
recuperación sea más complicada y la posibilidad de recaer aumente.
Es importante estudiar el caso para saber qué conductas podemos enseñarle, (retomar juegos
o deportes de la infancia, leer, pintar, caminar.). Buscar qué le gusta hacer y facilitarle la
práctica.
Opiáceos.
Desintoxicación a muy corto plazo: naloxona.
Desintoxicación a medio plazo: metadona.