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I.E.

N° N°
AREA Educación Religiosa
ACTIVIDAD Conocemos la historia de la muerte y resurrección de Jesús
GRADO Y SECCION
FECHA
DOCENTE
I.-DATOS INFORMATIVOS:

II.- PROPOSITOS DE APRENDIZAJES:


COMPETENCIA/ DESEMPEÑO CRITERIO DE EVIDENCIA
CAPACIDADES EVALUACION/
INST. DE EVAL.
Construye su identidad como  Conoce a Dios Padre, Lee información sobre la Celebra con FE la
persona humana, amada por que se manifiesta en historia del nacimiento, semana santa
Dios, digna, libre y trascendente, las Sagradas muerte y resurrección de leyendo pasajes
comprendiendo la doctrina de su Escrituras, y acepta el bíblicos de la
Jesús.
propia religión, abierto al diálogo mensaje que le da a vida, muerte y
con las que le son cercanas. conocer para vivir en resurrección de
• Conoce a Dios y armonía con Él y con Jesús.
asume su identidad religiosa los demás. Lista de cotejo.
y espiritual como persona
digna, libre y trascendente.
El estudiante comprende las
distintas manifestaciones de
Dios en su vida, a partir de
un encuentro con Él, basado
en la tradición cristiana para
construir un horizonte de
vida significativo y pleno.

Enfoques transversales Actitudes o acciones observables


La (el) docente fomenta en sus estudiantes, a través de diferentes
ENFOQUE BÚSQUEDA actividades y momentos de reflexión, que asuman los deberes y
DE LA EXCELENCIA las responsabilidades que conlleva la búsqueda del bien común
para la familia

III.-PREPARACIÒN DE LA SESIÒN:

¿Qué necesitamos hacer antes de la ¿Qué recursos o materiales se utilizará en esta


sesión? sesión?
 Planificación de la sesión.  Papelote
 Imágenes  Plumones para papelote
 Observar un video  Lista de cotejo.
 Leer la biblia  Ficha de trabajo.
 Elaborar la lista de cotejo.

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD
INICIO:
En grupo clase

 Saludamos a los estudiantes y recomendamos sobre el protocolo de bioseguridad: Usar la


mascarilla, mantener la distancia social, lavarse las manos, usar el alcohol en los momentos
necesarios, etc.
 Se Pide a los niños y niñas que observen lo que está a su alrededor y que mencionen todas las
cosas que está en la naturaleza.
 Recoge los saberes previos de los niños a través de preguntas:
¿Quién ha creado el sol? ¿Quién ha creado las aves? ¿Quién ha creado al hombre?
 Se presenta al grupo clase el propósito de la sesión:

Reconoce que Jesús murió en la cruz por amor a


nosotros.

 Hoy vamos a conocer el amor de Dios mediante su creación.


 Pídeles que propongan dos normas de convivencia para la sesión.

DESARROLLO:

VER

Observan las siguientes imágenes:

Responde las siguientes preguntas:

¿Qué observas?
¿Quiénes son las personas de la imagen?
¿Qué sucedió en la imagen’

JUZGAR
• La maestra lee la palabra de Dios en la biblia narra con gestos según indica la biblia
(Juan 12: 1-12)
 Formula preguntas sobre el texto bíblico leído:

¿Por qué Jesús entregó su vida? ¿Qué sucedió en el monte de Getsemani?, ¿Quién lo traicionó?,
¿Qué sucedió cuando lo capturaron?

• Después de leer el texto, lee las preguntas y marcan e n la ficha de trabajo la respuestas correctas.
ANEXO 01

Dialoga con los niños sobre el amor de Jesús que dio vida por amor a nosotros

Eligen una propuesta y elaboran un compromiso en una hojita o cartulina de reúso,


realizándolo junto a su familia para agradecer a Jesús que dio su vida por amor a nosotros.

METACOGNICIÓN
 ¿Qué aprendimos hoy?
 ¿Qué te pareció lo aprendido? pude identificar el amor de Jesús?

 ¿Les servirá en su vida diaria todo lo que hemos aprendido hoy? ¿por qué?

 ¿Por qué es importante aprender a identificar y decir nuestras emociones?

…………………………………………..

LISTA DE COTEJO
Competencias y capacidades
Construye su identidad como persona humana, amada por Dios, digna, libre y
trascendente, comprendiendo la doctrina de su propia religión, abierto al diálogo con las
que le son cercanas.
 Conoce a Dios y asume su identidad religiosa y espiritual como persona digna, libre y
trascendente.
Cultiva y valora las manifestaciones religiosas de su entorno argumentando su fe de manera
comprensible y respetuosa. .
CRITERIOS DE EVALUACION
N° Nombre y Apellido  Lee información sobre la historia del nacimiento,
muerte y resurrección de Jesús.
Si No
1. ALEGRIA JAUREGUI, LIMBERTH STEPHANO
2. BARDALES PEZO, SALVADOR TIZIANNO
3. BARDALEZ VILLACORTA, FANNY ANTONEL
4. BUENO ALENCAR, BASTHIAN LOAN
5. DOMINGUEZ VELA, VALENTINO
6. ESPEJO LOZANO, JERICA ISABEL
7. GARCIA TORRES, KYTZIA OKSANA
8. GONZALES OLIVEIRA, GENESIS VALENTINA
9. GROZZ PATOW, LUANA VALENTINA
10. JARA RAMIREZ, LUCIANA ISABEL
11. KAWAJIGASHI TORRES, MARCOS AUGU
12. LLERENA RIOS, AIXA ANGELES CIELO
13. LOZANO RAMIREZ, BRUNO MATHIAS
14. MONDALUISA AREVALO, FREDERICK A.
15. MORENO GARCIA, AXEL LUCIANO
16. MORI LOPEZ, GIA VALESKA
17. PANDURO FASANANDO, CARLOS EVANS
18. PEREZ PAIMA, LIA ZOHANE
19. QUEVEDO TUPUY, GIAYZUKI MEILIN
20. RAMIREZ DAVILA, THIAGO ALEXIS
21. RAMIREZ PANAIFO, CIELO KATHIUSKA
22. RUIZ RENGIFO, ALEXIA KRISTELL
23. SAAVEDRA TARICUARIMA, ASLAN KARIM D
24. SANCHEZ MORENO RODRIGUEZ, LIAN
25. SHICA IBARRA, WINI CAHIL
26. VALDIVIA MATHEWS, ADRIELI JAZZLIN
27. VARGAS AMASIFUEN, JUAN JOSÉ
28. VELA BARBARAN, HELLEN GABRIELLE
29. VELA VALDIVIA, KALEB EMMAUEL
30. VIENA LOPEZ, KARIM ABDUL
31. ZEGARRA LOPEZ ROBERTH ORLANDO
32. FERNANDEZ FARRO, JHAMILETH
33. PEZO RENGIFO, LUZ CAMILA
34. PEZO RENGIFO, EDITA LUCIANA
35.
Crucifixión y muerte de Jesús (Mt. 27.32-56; Mr. 15.21-41; Jn. 19.17-30)
26
Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima
la cruz para que la llevase tras Jesús. 27 Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que
lloraban y hacían lamentación por él. 28 Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de
Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos. 29 Porque he
aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no
concibieron, y los pechos que no criaron. 30 Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed
sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos. 31 Porque si en el árbol verde hacen estas cosas,
¿en el seco, qué no se hará?

32
Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos. 33 Y cuando
llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la
derecha y otro a la izquierda. 34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que
hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes. 35 Y el pueblo estaba mirando; y
aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si este es
el Cristo, el escogido de Dios. 36 Los soldados también le escarnecían, acercándose y
presentándole vinagre, 37 y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. 38 Había
también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS
JUDÍOS.

39
Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo,
sálvate a ti mismo y a nosotros. 40 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun
temes tú a Dios, estando en la misma condenación? 41 Nosotros, a la verdad, justamente
padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas este ningún mal
hizo. 42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43 Entonces Jesús le dijo: De
cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

44
Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. 45 Y
el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad. 46 Entonces Jesús, clamando a
gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto,
expiró. 47 Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo:
Verdaderamente este hombre era justo. 48 Y toda la multitud de los que estaban presentes en
este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho. 49 Pero
todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos
mirando estas cosas.

Jesús es sepultado (Mt. 27.57-61; Mr. 15.42-47; Jn. 19.38-42)


50
Había un varón llamado José, de Arimatea, ciudad de Judea, el cual era miembro del
concilio, varón bueno y justo. 51 Este, que también esperaba el reino de Dios, y no había
consentido en el acuerdo ni en los hechos de ellos, 52 fue a Pilato, y pidió el cuerpo de
Jesús. 53 Y quitándolo, lo envolvió en una sábana, y lo puso en un sepulcro abierto en una
peña, en el cual aún no se había puesto a nadie. 54 Era día de la preparación, y estaba para
comenzar el día de reposo. 55 Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron
[a]
también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. 56 Y vueltas, prepararon especias
aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento.
[b]

Resurrección de Jesús (Mt 28,1-10; Mc 16,1-8; Jn 20,1-10)

24 El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes
que habían preparado. 2 Al llegar, se encontraron con que la piedra que cerraba el sepulcro
había sido removida. 3 Entraron, pero no encontraron el cuerpo de Jesús, el Señor. 4 Estaban
aún desconcertadas ante el caso, cuando se les presentaron dos hombres vestidos con ropas
resplandecientes 5 que, al ver cómo las mujeres se postraban rostro en tierra llenas de miedo,
les dijeron:

— ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? 6 No está aquí; ha resucitado.
Recordad que él os habló de esto cuando aún estaba en Galilea. 7 Ya os dijo entonces que el
Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de pecadores y que iban a crucificarlo,
pero que resucitaría al tercer día.

8
Ellas recordaron, en efecto, las palabras de Jesús 9 y, regresando del sepulcro, llevaron la
noticia a los Once y a todos los demás. 10 Así pues, fueron María Magdalena, Juana, María la
madre de Santiago, y las otras que estaban con ellas, quienes comunicaron a los apóstoles lo
que había pasado. 11 Pero a los apóstoles les pareció todo esto una locura y no las creyeron.

12
Pedro, sin embargo, se decidió, y echó a correr hacia el sepulcro. Al inclinarse a mirar, sólo
vio los lienzos; así que regresó a casa lleno de asombro por lo que había sucedido.

En el camino de Emaús (Mc 16,12-13)


13
Ese mismo día, dos de los discípulos se dirigían a una aldea llamada Emaús, distante unos
once kilómetros de Jerusalén. 14 Mientras iban hablando de los recientes
acontecimientos, 15 conversando y discutiendo entre ellos, Jesús mismo se les acercó y se
puso a caminar a su lado. 16 Pero tenían los ojos tan ofuscados que no lo
reconocieron. 17 Entonces Jesús les preguntó:

— ¿Qué es eso que discutís mientras vais de camino?


Se detuvieron con el semblante ensombrecido, 18 y uno de ellos, llamado Cleofás, le contestó:
— Seguramente tú eres el único en toda Jerusalén que no se ha enterado de lo que ha
pasado allí estos días.
19
Él preguntó:
— ¿Pues qué ha pasado?
Le dijeron:

— Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y palabras delante de Dios
y de todo el pueblo. 20 Los jefes de nuestros sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron
para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran. 21 Nosotros teníamos la esperanza de que
él iba a ser el libertador de Israel, pero ya han pasado tres días desde que sucedió todo
esto. 22 Verdad es que algunas mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado, pues fueron
de madrugada al sepulcro 23 y, al no encontrar su cuerpo, volvieron diciendo que también se
les habían aparecido unos ángeles y les habían dicho que él está vivo. 24 Algunos de los
nuestros acudieron después al sepulcro y lo encontraron todo tal y como las mujeres habían
dicho. Pero a él no lo vieron.

25
Jesús, entonces, les dijo:

— ¡Qué lentos sois para comprender y cuánto os cuesta creer lo dicho por los profetas! 26
¿No
tenía que sufrir el Mesías todo esto antes de ser glorificado?

Y, empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó cada uno de los
27

pasajes de las Escrituras que se referían a él mismo.

28
Cuando llegaron a la aldea adonde se dirigían, Jesús hizo ademán de seguir
adelante. 29 Pero ellos le dijeron, insistiendo mucho:

— Quédate con nosotros, porque atardece ya y la noche se echa encima.

Él entró y se quedó con ellos. 30 Luego, cuando se sentaron juntos a la mesa, Jesús tomó el
pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio. 31 En aquel momento se les abrieron los ojos y lo
reconocieron; pero él desapareció de su vista. 32 Entonces se dijeron el uno al otro:

— ¿No nos ardía ya el corazón cuando conversábamos con él por el camino y nos explicaba
las Escrituras?

33
En el mismo instante emprendieron el camino de regreso a Jerusalén, donde encontraron
reunidos a los Once y a todos los demás, 34 que les dijeron:

— Es cierto que el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón.

35
Ellos, por su parte, contaron también lo que les había sucedido en el camino y cómo habían
reconocido a Jesús cuando partía el pan.

Jesús se aparece a los discípulos (Mt 28,16-20; Mc 16,14-18; Jn 20,19-23)


36
Todavía estaban hablando de estas cosas, cuando Jesús se puso en medio de ellos y les
dijo:

— ¡La paz sea con vosotros!

37
Sorprendidos y muy asustados, creían estar viendo un fantasma. 38
Pero Jesús les dijo:

— ¿Por qué os asustáis y por qué dudáis tanto en vuestro interior? 39 Mirad mis manos y mis
pies: soy yo mismo. Tocadme y miradme. Los fantasmas no tienen carne ni huesos, como veis
que yo tengo.
fueron de madrugada al sepulcro 23 y, al no encontrar su cuerpo, volvieron diciendo que
también se les habían aparecido unos ángeles y les habían dicho que él está vivo. 24 Algunos
de los nuestros acudieron después al sepulcro y lo encontraron todo tal y como las mujeres
habían dicho. Pero a él no lo vieron.

25
Jesús, entonces, les dijo:

— ¡Qué lentos sois para comprender y cuánto os cuesta creer lo dicho por los profetas! 26
¿No
tenía que sufrir el Mesías todo esto antes de ser glorificado?

Y, empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó cada uno de los
27

pasajes de las Escrituras que se referían a él mismo.

28
Cuando llegaron a la aldea adonde se dirigían, Jesús hizo ademán de seguir
adelante. 29 Pero ellos le dijeron, insistiendo mucho:

— Quédate con nosotros, porque atardece ya y la noche se echa encima.

Él entró y se quedó con ellos. 30 Luego, cuando se sentaron juntos a la mesa, Jesús tomó el
pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio. 31 En aquel momento se les abrieron los ojos y lo
reconocieron; pero él desapareció de su vista. 32 Entonces se dijeron el uno al otro:

— ¿No nos ardía ya el corazón cuando conversábamos con él por el camino y nos explicaba
las Escrituras?

33
En el mismo instante emprendieron el camino de regreso a Jerusalén, donde encontraron
reunidos a los Once y a todos los demás, 34 que les dijeron:

— Es cierto que el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón.

35
Ellos, por su parte, contaron también lo que les había sucedido en el camino y cómo habían
reconocido a Jesús cuando partía el pan.

Jesús se aparece a los discípulos (Mt 28,16-20; Mc 16,14-18; Jn 20,19-23)


36
Todavía estaban hablando de estas cosas, cuando Jesús se puso en medio de ellos y les
dijo:

— ¡La paz sea con vosotros!

37
Sorprendidos y muy asustados, creían estar viendo un fantasma. 38
Pero Jesús les dijo:

— ¿Por qué os asustáis y por qué dudáis tanto en vuestro interior? 39 Mirad mis manos y mis
pies: soy yo mismo. Tocadme y miradme. Los fantasmas no tienen carne ni huesos, como veis
que yo tengo.
40
Al decir esto, les mostró las manos y los pies. 41 Pero aunque estaban llenos de alegría, no
se lo acababan de creer a causa del asombro. Así que Jesús les preguntó:

— ¿Tenéis aquí algo de comer?

42
Le ofrecieron un trozo de pescado asado, 43
que él tomó y comió en presencia de
todos. 44 Luego les dijo:

— Cuando aún estaba con vosotros, ya os advertí que tenía que cumplirse todo lo que está
escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos.

45
Entonces abrió su mente para que comprendieran el sentido de las Escrituras. 46
Y añadió:

— Estaba escrito que el Mesías tenía que morir y que resucitaría al tercer día; 47 y también que
en su nombre se ha de proclamar a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén, un
mensaje de conversión y de perdón de los pecados. 48 Vosotros sois testigos de todas estas
cosas. 49 Mirad, yo voy a enviaros el don prometido por mi Padre. Quedaos aquí, en Jerusalén,
hasta que recibáis la fuerza que viene de Dios.

1. Ascensión de Jesús al cielo (Mc 16,19; Hch 1,9-11)


50
Más tarde, Jesús los llevó fuera de la ciudad, hasta las cercanías de Betania. Allí, levantando
las manos, los bendijo. 51 Y, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al
cielo. 52 Ellos, después de adorarlo, regresaron a Jerusalén llenos de alegría. 53 Y estaban
constantemente en el Templo bendiciendo a Dios.

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