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N° N°
AREA Educación Religiosa
ACTIVIDAD Conocemos la historia de la muerte y resurrección de Jesús
GRADO Y SECCION
FECHA
DOCENTE
I.-DATOS INFORMATIVOS:
III.-PREPARACIÒN DE LA SESIÒN:
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD
INICIO:
En grupo clase
DESARROLLO:
VER
¿Qué observas?
¿Quiénes son las personas de la imagen?
¿Qué sucedió en la imagen’
JUZGAR
• La maestra lee la palabra de Dios en la biblia narra con gestos según indica la biblia
(Juan 12: 1-12)
Formula preguntas sobre el texto bíblico leído:
¿Por qué Jesús entregó su vida? ¿Qué sucedió en el monte de Getsemani?, ¿Quién lo traicionó?,
¿Qué sucedió cuando lo capturaron?
• Después de leer el texto, lee las preguntas y marcan e n la ficha de trabajo la respuestas correctas.
ANEXO 01
Dialoga con los niños sobre el amor de Jesús que dio vida por amor a nosotros
METACOGNICIÓN
¿Qué aprendimos hoy?
¿Qué te pareció lo aprendido? pude identificar el amor de Jesús?
¿Les servirá en su vida diaria todo lo que hemos aprendido hoy? ¿por qué?
…………………………………………..
LISTA DE COTEJO
Competencias y capacidades
Construye su identidad como persona humana, amada por Dios, digna, libre y
trascendente, comprendiendo la doctrina de su propia religión, abierto al diálogo con las
que le son cercanas.
Conoce a Dios y asume su identidad religiosa y espiritual como persona digna, libre y
trascendente.
Cultiva y valora las manifestaciones religiosas de su entorno argumentando su fe de manera
comprensible y respetuosa. .
CRITERIOS DE EVALUACION
N° Nombre y Apellido Lee información sobre la historia del nacimiento,
muerte y resurrección de Jesús.
Si No
1. ALEGRIA JAUREGUI, LIMBERTH STEPHANO
2. BARDALES PEZO, SALVADOR TIZIANNO
3. BARDALEZ VILLACORTA, FANNY ANTONEL
4. BUENO ALENCAR, BASTHIAN LOAN
5. DOMINGUEZ VELA, VALENTINO
6. ESPEJO LOZANO, JERICA ISABEL
7. GARCIA TORRES, KYTZIA OKSANA
8. GONZALES OLIVEIRA, GENESIS VALENTINA
9. GROZZ PATOW, LUANA VALENTINA
10. JARA RAMIREZ, LUCIANA ISABEL
11. KAWAJIGASHI TORRES, MARCOS AUGU
12. LLERENA RIOS, AIXA ANGELES CIELO
13. LOZANO RAMIREZ, BRUNO MATHIAS
14. MONDALUISA AREVALO, FREDERICK A.
15. MORENO GARCIA, AXEL LUCIANO
16. MORI LOPEZ, GIA VALESKA
17. PANDURO FASANANDO, CARLOS EVANS
18. PEREZ PAIMA, LIA ZOHANE
19. QUEVEDO TUPUY, GIAYZUKI MEILIN
20. RAMIREZ DAVILA, THIAGO ALEXIS
21. RAMIREZ PANAIFO, CIELO KATHIUSKA
22. RUIZ RENGIFO, ALEXIA KRISTELL
23. SAAVEDRA TARICUARIMA, ASLAN KARIM D
24. SANCHEZ MORENO RODRIGUEZ, LIAN
25. SHICA IBARRA, WINI CAHIL
26. VALDIVIA MATHEWS, ADRIELI JAZZLIN
27. VARGAS AMASIFUEN, JUAN JOSÉ
28. VELA BARBARAN, HELLEN GABRIELLE
29. VELA VALDIVIA, KALEB EMMAUEL
30. VIENA LOPEZ, KARIM ABDUL
31. ZEGARRA LOPEZ ROBERTH ORLANDO
32. FERNANDEZ FARRO, JHAMILETH
33. PEZO RENGIFO, LUZ CAMILA
34. PEZO RENGIFO, EDITA LUCIANA
35.
Crucifixión y muerte de Jesús (Mt. 27.32-56; Mr. 15.21-41; Jn. 19.17-30)
26
Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima
la cruz para que la llevase tras Jesús. 27 Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que
lloraban y hacían lamentación por él. 28 Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de
Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos. 29 Porque he
aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no
concibieron, y los pechos que no criaron. 30 Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed
sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos. 31 Porque si en el árbol verde hacen estas cosas,
¿en el seco, qué no se hará?
32
Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos. 33 Y cuando
llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la
derecha y otro a la izquierda. 34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que
hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes. 35 Y el pueblo estaba mirando; y
aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si este es
el Cristo, el escogido de Dios. 36 Los soldados también le escarnecían, acercándose y
presentándole vinagre, 37 y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. 38 Había
también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS
JUDÍOS.
39
Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo,
sálvate a ti mismo y a nosotros. 40 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun
temes tú a Dios, estando en la misma condenación? 41 Nosotros, a la verdad, justamente
padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas este ningún mal
hizo. 42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43 Entonces Jesús le dijo: De
cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
44
Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. 45 Y
el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad. 46 Entonces Jesús, clamando a
gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto,
expiró. 47 Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo:
Verdaderamente este hombre era justo. 48 Y toda la multitud de los que estaban presentes en
este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho. 49 Pero
todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos
mirando estas cosas.
24 El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes
que habían preparado. 2 Al llegar, se encontraron con que la piedra que cerraba el sepulcro
había sido removida. 3 Entraron, pero no encontraron el cuerpo de Jesús, el Señor. 4 Estaban
aún desconcertadas ante el caso, cuando se les presentaron dos hombres vestidos con ropas
resplandecientes 5 que, al ver cómo las mujeres se postraban rostro en tierra llenas de miedo,
les dijeron:
— ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? 6 No está aquí; ha resucitado.
Recordad que él os habló de esto cuando aún estaba en Galilea. 7 Ya os dijo entonces que el
Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de pecadores y que iban a crucificarlo,
pero que resucitaría al tercer día.
8
Ellas recordaron, en efecto, las palabras de Jesús 9 y, regresando del sepulcro, llevaron la
noticia a los Once y a todos los demás. 10 Así pues, fueron María Magdalena, Juana, María la
madre de Santiago, y las otras que estaban con ellas, quienes comunicaron a los apóstoles lo
que había pasado. 11 Pero a los apóstoles les pareció todo esto una locura y no las creyeron.
12
Pedro, sin embargo, se decidió, y echó a correr hacia el sepulcro. Al inclinarse a mirar, sólo
vio los lienzos; así que regresó a casa lleno de asombro por lo que había sucedido.
— Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y palabras delante de Dios
y de todo el pueblo. 20 Los jefes de nuestros sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron
para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran. 21 Nosotros teníamos la esperanza de que
él iba a ser el libertador de Israel, pero ya han pasado tres días desde que sucedió todo
esto. 22 Verdad es que algunas mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado, pues fueron
de madrugada al sepulcro 23 y, al no encontrar su cuerpo, volvieron diciendo que también se
les habían aparecido unos ángeles y les habían dicho que él está vivo. 24 Algunos de los
nuestros acudieron después al sepulcro y lo encontraron todo tal y como las mujeres habían
dicho. Pero a él no lo vieron.
25
Jesús, entonces, les dijo:
— ¡Qué lentos sois para comprender y cuánto os cuesta creer lo dicho por los profetas! 26
¿No
tenía que sufrir el Mesías todo esto antes de ser glorificado?
Y, empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó cada uno de los
27
28
Cuando llegaron a la aldea adonde se dirigían, Jesús hizo ademán de seguir
adelante. 29 Pero ellos le dijeron, insistiendo mucho:
Él entró y se quedó con ellos. 30 Luego, cuando se sentaron juntos a la mesa, Jesús tomó el
pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio. 31 En aquel momento se les abrieron los ojos y lo
reconocieron; pero él desapareció de su vista. 32 Entonces se dijeron el uno al otro:
— ¿No nos ardía ya el corazón cuando conversábamos con él por el camino y nos explicaba
las Escrituras?
33
En el mismo instante emprendieron el camino de regreso a Jerusalén, donde encontraron
reunidos a los Once y a todos los demás, 34 que les dijeron:
35
Ellos, por su parte, contaron también lo que les había sucedido en el camino y cómo habían
reconocido a Jesús cuando partía el pan.
37
Sorprendidos y muy asustados, creían estar viendo un fantasma. 38
Pero Jesús les dijo:
— ¿Por qué os asustáis y por qué dudáis tanto en vuestro interior? 39 Mirad mis manos y mis
pies: soy yo mismo. Tocadme y miradme. Los fantasmas no tienen carne ni huesos, como veis
que yo tengo.
fueron de madrugada al sepulcro 23 y, al no encontrar su cuerpo, volvieron diciendo que
también se les habían aparecido unos ángeles y les habían dicho que él está vivo. 24 Algunos
de los nuestros acudieron después al sepulcro y lo encontraron todo tal y como las mujeres
habían dicho. Pero a él no lo vieron.
25
Jesús, entonces, les dijo:
— ¡Qué lentos sois para comprender y cuánto os cuesta creer lo dicho por los profetas! 26
¿No
tenía que sufrir el Mesías todo esto antes de ser glorificado?
Y, empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó cada uno de los
27
28
Cuando llegaron a la aldea adonde se dirigían, Jesús hizo ademán de seguir
adelante. 29 Pero ellos le dijeron, insistiendo mucho:
Él entró y se quedó con ellos. 30 Luego, cuando se sentaron juntos a la mesa, Jesús tomó el
pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio. 31 En aquel momento se les abrieron los ojos y lo
reconocieron; pero él desapareció de su vista. 32 Entonces se dijeron el uno al otro:
— ¿No nos ardía ya el corazón cuando conversábamos con él por el camino y nos explicaba
las Escrituras?
33
En el mismo instante emprendieron el camino de regreso a Jerusalén, donde encontraron
reunidos a los Once y a todos los demás, 34 que les dijeron:
35
Ellos, por su parte, contaron también lo que les había sucedido en el camino y cómo habían
reconocido a Jesús cuando partía el pan.
37
Sorprendidos y muy asustados, creían estar viendo un fantasma. 38
Pero Jesús les dijo:
— ¿Por qué os asustáis y por qué dudáis tanto en vuestro interior? 39 Mirad mis manos y mis
pies: soy yo mismo. Tocadme y miradme. Los fantasmas no tienen carne ni huesos, como veis
que yo tengo.
40
Al decir esto, les mostró las manos y los pies. 41 Pero aunque estaban llenos de alegría, no
se lo acababan de creer a causa del asombro. Así que Jesús les preguntó:
42
Le ofrecieron un trozo de pescado asado, 43
que él tomó y comió en presencia de
todos. 44 Luego les dijo:
— Cuando aún estaba con vosotros, ya os advertí que tenía que cumplirse todo lo que está
escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos.
45
Entonces abrió su mente para que comprendieran el sentido de las Escrituras. 46
Y añadió:
— Estaba escrito que el Mesías tenía que morir y que resucitaría al tercer día; 47 y también que
en su nombre se ha de proclamar a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén, un
mensaje de conversión y de perdón de los pecados. 48 Vosotros sois testigos de todas estas
cosas. 49 Mirad, yo voy a enviaros el don prometido por mi Padre. Quedaos aquí, en Jerusalén,
hasta que recibáis la fuerza que viene de Dios.