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Expediente 102-2012 1

APELACIÓN DE SENTENCIA DE AMPARO

EXPEDIENTE 102-2012
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, tres de mayo de dos mil doce.
En apelación y con sus antecedentes, se examina la sentencia de dos de diciembre
de dos mil once, dictada por la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y
Antejuicio, en la acción constitucional de amparo promovida por Rosa María Recinos
Álvarez contra la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones del ramo Civil y Mercantil. La
postulante actuó con el patrocinio de la abogada Nidia Suanilda Álvarez Ortiz. Es ponente
en el presente caso el Magistrado Vocal II, Roberto Molina Barreto, quien expresa el
parecer de este Tribunal.
ANTECEDENTES
I. EL AMPARO
A) Interposición y autoridad: presentado el diecinueve de agosto de dos mil once, en
la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio. B) Acto reclamado:
sentencia de treinta de marzo de dos mil once, por la que la autoridad impugnada
confirmó la de veintinueve de julio de dos mil diez, proferida por el Juez Séptimo de
Primera Instancia Civil del departamento de Guatemala, que declaró sin lugar la
contestación de demanda en sentido negativo, sin lugar las excepciones perentorias
interpuestas y, como consecuencia, con lugar la demanda de juicio sumario de
desocupación y cobro de rentas atrasadas promovido por la entidad Asociación de Amigos
de los Niños, Hogar Mi Casa, contra la ahora postulante. C) Violaciones que denuncia:
a los derechos de defensa, tutela judicial efectiva y a los principios de congruencia y
debido proceso. D) Hechos que fundamentan la acción de amparo: de los hechos
expuestos por la postulante, del análisis de los antecedentes y de la sentencia apelada, se
resume: D.1) Producción del acto reclamado: a) mediante escritura pública tres (3),
autorizada en la ciudad de Guatemala, el once de enero de mil novecientos noventa y
nueve, por el notario Ovidio David Parra Vela, Asociación de Amigos de los Niños, Hogar
Mi Casa, celebró contrato de arrendamiento con Rosa María Recinos Álvarez y Edgar
Antonio Webster Moreno, constituyéndose como fiador mancomunado y solidario de
éstos, Marcos Emilio Recinos; b) en el Juzgado Séptimo de Primera Instancia Civil del
departamento de Guatemala, se tramitó el juicio sumario de desocupación y cobro de
rentas atrasadas que Enrique Baltazar Barillas, en su calidad de Coordinador General y
Representante Legal de la entidad Asociación Amigos de los Niños, Hogar Mi Casa,
promovió contra la postulante, Edgar Antonio Webster Moreno, en su calidad de
arrendatarios, así como contra Marcos Emilio Recinos, en su calidad de fiador,
argumentando que éstos incumplieron con lo pactado en la escritura pública relacionada,
pues a la fecha de la presentación de la demanda, adeudaban los meses de septiembre,
octubre, noviembre y diciembre de dos mil ocho y, según el contrato relacionado, éste
podía terminarse por la falta de pago de una de las cuotas mensuales pactadas; c) la
accionante contestó la demanda en sentido negativo e interpuso las excepciones
perentorias de “incongruencia de los hechos afirmados por el actor y los medios de
prueba acompañados al memorial de demanda y al memorial de ampliación de demanda”,
“ineficacia de los instrumentos públicos en que el actor fundamenta el derecho que
pretende hacer valer para la desocupación y cobro de rentas atrasadas”, e “inexistencia
de la obligación contractual contenida en la escritura pública número quince (que
contiene la ampliación de la escritura número tres, antes mencionada), autorizada en la
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ciudad de Guatemala, el quince de diciembre de dos mil ocho, por el notario Ovidio David
Parra Vela”; d) luego de la dilación procesal respectiva, el Juez de conocimiento emitió
sentencia de veintinueve de julio de dos mil diez, en la que declaró sin lugar las referidas
excepciones y, como consecuencia, con lugar la demanda de desocupación mencionada,
al considerar: d.1) si bien la parte actora adjuntó a su demanda, de manera incompleta,
la copia de la escritura pública tres (3), autorizada en la ciudad de Guatemala, el once de
enero de mil novecientos noventa y nueve, por el notario Ovidio David Parra Vela -en la
que la demandante fundamentó su pretensión-, debía tomarse en cuenta que mediante
escrito de tres de junio de dos mil diez, ésta amplió su demanda y adjuntó de nuevo la
copia del referido instrumento público, de forma completa; asimismo, presentó la
escritura pública quince (15), autorizada en la ciudad de Guatemala el quince de
diciembre de dos mil ocho, por el referido notario, que contiene contrato de ampliación de
la escritura pública tres (3) mencionada, con lo cual se demostró que la demandante era
la legítima propietaria del inmueble objeto de arrendamiento, pues ninguno de los
instrumentos públicos relacionados fueron redargüidos de nulidad o falsedad; d.2)
asimismo, conforme el reconocimiento judicial practicado el once de junio de dos mil diez,
pudo establecerse que a la ahora postulante se le dio en arrendamiento el bien inmueble
ubicado en la veinticinco calle uno - cuarenta y nueve de la zona tres de la ciudad de
Guatemala, que tomó posesión del mismo el once de enero de mil novecientos noventa y
nueve, y que a la fecha de la presentación de la demanda la amparista adeudaba cierta
cantidad dineraria en concepto de rentas atrasadas, razones por las cuales era
procedente declarar con lugar la demanda promovida por la Asociación de Amigos de los
Niños, Hogar Mi Casa, por lo que les fijó el plazo de treinta días a los demandados para
que desocuparan el inmueble objeto de arrendamiento; e) la postulante apeló esa
decisión, recurso que fue conocido por la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones del
ramo Civil y Mercantil, Tribunal que, mediante sentencia de treinta de marzo de dos mil
once -acto reclamado- confirmó el fallo impugnado, acogiendo los argumentos vertidos
por el juez de primera instancia. D.2) Agravios que se reprochan al acto reclamado:
la postulante considera que la autoridad cuestionada vulneró sus derechos
constitucionales enunciados, por los siguientes motivos: a) no se tomó en consideración
que para que la demanda incoada en su contra prosperara, era necesario que la parte
demandante acompañara el documento justificativo del derecho que se pretendía hacer
valer, es decir el contrato de arrendamiento relacionado, pues sólo con dicho título podía
el juzgador presumir la existencia del derecho reclamado; sin embargo, pese a que no fue
incorporado ese título de conformidad con la ley, se trabó la litis, lo cual permite colegir
que el Juez de primera instancia y la Sala reprochada inobservaron el contenido del
artículo 109 del Código Procesal Civil y Mercantil; y b) no se observó que existió
incongruencia entre la dirección del inmueble arrendado, señalada en la escritura pública
que se pretende hacer valer y la consignada en el escrito inicial de demanda, pues éste se
ubicó en zonas distintas, razón por la que la demanda no debió admitirse para su trámite
y, por ende, el juicio sumario subyacente debió declararse sin lugar. D.3) Pretensión:
solicitó que se otorgue el amparo y, como consecuencia, se deje sin efecto el acto
reprochado. E) Uso de recursos: ninguno. F) Casos de procedencia: no invocó. G)
Leyes que se estiman violadas: citó los artículos 12, 28 y 203 de la Constitución
Política de la República de Guatemala; 26 del Código Procesal Civil y Mercantil; 16, 66 y
68 de la Ley del Organismo Judicial.
II. TRÁMITE DEL AMPARO
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A) Amparo provisional: no se otorgó. B) Tercera interesada: Asociación de Amigos


de los Niños, Hogar Mi Casa. C) Remisión de antecedentes: copias certificadas de las
partes conducentes de: a) juicio sumario de desocupación y cobro de rentas atrasadas
cero un mil cuarenta y ocho - dos mil ocho - cero nueve mil ochocientos cuarenta (01048-
2008-09840) del Juzgado Séptimo de Primera Instancia Civil del departamento de
Guatemala; y b) expediente de apelación diecinueve - dos mil once (19-2011) de la Sala
Segunda de la Corte de Apelaciones del ramo Civil y Mercantil. D) Pruebas: a) los
antecedentes del amparo; y b) presunciones legales y humanas. E) Sentencia de
primer grado: la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio,
consideró: “…se determina que la ahora postulante, dentro de las alegaciones del
recurso de apelación promovido, señaló como agravio que el juez a quo admitió para su
tramité una demanda que no contenía los documentos esenciales que le hicieran presumir
la existencia del derecho que se pretendía hacer valer, en virtud de que la parte actora no
acompañó a su escrito inicial en forma completa el testimonio de la escritura pública
número tres, autorizada en la ciudad de Guatemala, el once de enero de mil novecientos
noventa y nueve, por el notario Ovidio David Parra Vela; así también, indicó que la
ubicación del inmueble objeto de arrendamiento no coincide con la que se señaló en la
escritura pública acompañada a la demanda, ya que el actor manifestó que éste se
encontraba ubicado en la zona uno de esta ciudad, mientras que en el memorial de
demanda señaló que se encontraba ubicado en la zona tres; al respecto la Sala Segunda
de la Corte de Apelaciones del Ramo Civil y Mercantil, al proferir la sentencia del treinta
de marzo de dos mil once, señalada como acto reclamado, consideró (…); lo anterior se
complementó con lo manifestado por el juzgado de primer grado, quien señalo
´…mediante escritura pública número quince autorizada en esta ciudad el día quince de
diciembre del año dos mil ocho por el notario Ovidio David Parra Vela, que fue
acompañado mediante copia simple legalizada por la parte actora, de este instrumento se
desprende que la actora es propietaria del bien inmueble ubicado en la veinticinco calle
uno - cuarenta y nueve de la zona tres de esta ciudad, documento que en este juicio no
fue redargüido de nulidad o falsedad de conformidad con los términos del artículo (sic)
186 y 187 del Código Procesal Civil y Mercantil…´ determinando que tanto el órgano
jurisdiccional de primer grado como el de segundo, expusieron de forma clara cada uno
de los argumentos fácticos y jurídicos analizados al proferir las resoluciones del
veintinueve de julio de dos mil diez y treinta de marzo de dos mil once (acto reclamado),
no evidenciándose en su actuar ninguna violación de las denunciadas por la amparista,
por lo cual el desempeño de aquella se encuentra ajustado a derecho, pretendiendo la
interponente que la presente acción constitucional de amparo se constituya como una
instancia revisora de lo resuelto por el órgano jurisdiccional ordinario, lo cual se encuentra
prohibido por la propia Constitución Política de la República de Guatemala, además de ser
contrario a su naturaleza subsidiaria y extraordinaria, por lo cual el amparo deviene
notoriamente improcedente como será declarado junto con las demás consideraciones
legales. Por la forma en la cual se resuelve se condena en costas a la interponente y se
impone la multa a la abogada patrocinante“. Y resolvió: “…I) Deniega por notoriamente
improcedente el amparo planteado por Rosa María Recinos Álvarez, y en consecuencia: a)
condena en costas a la solicitante; b) impone la multa de mil quetzales, a la abogada
patrocinante, Nidia Suanilda Álvarez Ortiz, quien deberá hacerla efectiva en la Tesorería
de la Corte de Constitucionalidad, dentro de los cinco días siguientes a partir de estar
firme este fallo, cuyo cobro en caso de incumplimiento se hará por la vía legal
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correspondiente…”.
III. APELACIÓN
La postulante apeló, reiterando los argumentos esgrimidos en su escrito inicial de
amparo. Asimismo, agregó que la sentencia proferida por el Tribunal a quo, vulnera el
debido proceso, especialmente lo atinente a la legalidad procesal y la tutela judicial
efectiva, porque no se tomó en consideración que el Juez de conocimiento admitió para
su trámite la demanda dentro del proceso subyacente, sin que se cumplieran los
requisitos establecidos en el artículo 109 del Código Procesal Civil y Mercantil, razón por la
que se le deja en estado de indefensión.
IV. ALEGATOS EN EL DÍA DE LA VISTA
A) La postulante reiteró lo manifestado en su escrito inicial de amparo y el de
apelación. Solicitó que se revoque el fallo apelado. B) Asociación de Amigos de los
Niños, Hogar Mi Casa, tercera interesada, manifestó lo siguiente: a) la autoridad
reprochada, al emitir el acto cuestionado, ningún agravio le ocasionó a la ahora
postulante, porque debe tomarse en cuenta que el Juez de primera instancia al admitir
para su trámite la demanda y su respectiva ampliación lo hizo en observancia de lo
preceptuado en el artículo 110 del Código Procesal Civil y Mercantil, tomando en cuenta
que aún no se había contestado la demanda por lo que era procedente la ampliación de la
misma; de ahí que el argumento de la accionante de que no debió admitirse la demanda
para su tramitación, carece de sustento legal y fáctico, razón por la que la autoridad
cuestionada, al confirmar lo decido por el juez de primera instancia, lo hizo en el uso de
sus facultades legales, sin vulnerar derecho constitucional alguno de la amparista; b) es
evidente que el acto reclamado se encuentra ajustado a derecho, pues la postulante ha
sido citada, oída y vencida en juicio y ha confesado en su declaración que está en
posesión del inmueble objeto de arrendamiento, por lo que el amparo no puede
convertirse en un medio de revisión de las resoluciones judiciales que las partes estimen
le son desfavorables. Solicitó que se confirme el fallo impugnado. C) El Ministerio
Público manifestó que comparte el criterio sustentado por el Tribunal a quo, porque la
autoridad cuestionada desarrolló su actividad ajustada a derecho, en cumplimiento de lo
regulado en el artículo 610 del Código Procesal Civil y Mercantil, que la faculta para
confirmar la resolución del órgano jurisdiccional inferior, sin que se denote conculcación a
derecho constitucional alguno. Solicitó que se confirme la sentencia venida en grado.
CONSIDERANDO
-I-
Resulta improcedente la pretensión de amparo cuando la autoridad contra la que
se reclama ha procedido de acuerdo con facultades legales conferidas en la ley rectora del
acto y su proceder no evidencia violación a derecho fundamental alguno.
-II-
El análisis a realizarse en esta sede constitucional, deviene del recurso de
apelación interpuesto por la postulante contra la sentencia proferida por la Corte Suprema
de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio, que denegó la protección constitucional de
amparo instada por la apelante contra la Sala Segunda de la Corte de Apelaciones del
ramo Civil y Mercantil.
La accionante centra sus agravios en que el Tribunal a quo no tomó en
consideración que la Sala reprochada inobservó que para que la demanda incoada en su
contra prosperara, era necesario que la demandante acompañara el documento
justificativo del derecho que pretendía hacer valer, es decir el contrato de arrendamiento,
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pues sólo con ese título podía el juzgador presumir la existencia del derecho reclamado;
sin embargo, pese a que no fue incorporado como lo exige la ley, se trabó la litis, por lo
que es evidente que tanto el Juez de primera instancia como la referida Sala, vulneraron
lo establecido en el artículo 109 del Código Procesal Civil y Mercantil, el cual regula: “Los
jueces repelerán de oficio las demandas que no contengan los requisitos establecidos por
la ley, expresando los defecto que hayan encontrado”. Aunado a ello, aduce la amparista
que no se tomó en consideración que existió incongruencia entre la dirección del
inmueble arrendado señalada en la escritura pública que se pretende hacer valer y la
consignada en el escrito inicial de demanda, pues éste ubicó en zonas distintas; de ahí
que el juicio sumario subyacente debió desestimarse.
Como cuestión inicial, esta Corte estima pertinente indicar que de conformidad con
el artículo 230 del Código Procesal Civil y Mercantil, son aplicables al juicio sumario todas
las disposiciones del juicio ordinario, en cuanto no se opongan a lo regulado para la vía
sumaria.
En ese orden de ideas y para determinar si la decisión asumida por la Sala
reprochada implicó o no vulneración a los derechos constitucionales enunciados por la
postulante, este Tribunal considera necesario realizar algunas acotaciones con relación a
las excepciones: éstas constituyen aquella facultad procesal, comprendida en el derecho
de contradicción en el juicio, que corresponde al demandado a pedir que los órganos
jurisdiccionales declaren cierta la existencia de un hecho jurídico que produce efectos
jurídicos relevantes, frente a la acción ejercitada por el actor.
En el Código Procesal Civil y Mercantil se distinguen tres tipos de excepciones y se
ha hecho básicamente atendiendo al momento en que las mismas pueden interponerse,
sin basar el criterio de la distinción en la naturaleza de lo alegado. Tales excepciones se
clasifican en: a) previas; b) perentorias; y c) mixtas. No se trata, pues, de distinguir
entre excepciones procesales y excepciones materiales, sino que, entre las previas caben
unas y otras y lo mismo puede decirse de las mixtas; por lo que las excepciones
perentorias acaban siendo las que han de oponerse en la contestación de la demanda.
Con relación a las excepciones previas, el referido cuerpo normativo parte de
la consideración de que existen algunas excepciones que pueden y deben resolverse sin
necesidad de que el proceso se desarrolle completamente, sin necesidad de tener que
realizar la contestación de la demanda, sin llegar a realizar la etapa de la prueba y sin que
se dicte sentencia. Esta conclusión se basa en la existencia de una serie de motivos de
oposición del demandado que deben resolverse de modo previo y por la vía de los
incidentes, y se les llama previas por esta razón, porque son anteriores y previas a la
contestación de la demanda, de modo que si la excepción es estimada por el juez, en el
auto que pone fin al incidente, ni siquiera habrá que contestar la demanda pues el juicio
finaliza con ese auto.
El concepto de excepción previa no puede darse, por tanto, atendiendo al
contenido de lo alegado por el demandado al oponerla, sino que ha basarse
necesariamente en el momento de su interposición. Las excepciones previas no son
siempre procesales, pero siempre postergarán la contestación de la demanda. Algunas
son procesales, al atender a la regularidad de la constitución de la relación jurídica
procesal, es decir, del proceso mismo, mientras que otras son materiales, pues atienden a
la existencia o efectividad actual del derecho material afirmado por el actor.
El artículo 116 del Código Procesal Civil y Mercantil contiene la enumeración de las
excepciones previas y lo hace mezclando las procesales con las materiales, en la que se
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puede hacer la siguiente clasificación: a) excepciones procesales: incompetencia,


litispendencia, demanda defectuosa, falta de capacidad legal, falta de personalidad, falta
de personería y cosa juzgada; b) excepciones materiales: tales como las de falta de
cumplimiento del plazo o de la condición a que estuviere sujeta la obligación o el derecho
que se haga valer, caducidad, prescripción y transacción. Queda por último, la excepción
de arraigo (llamada cautio indicatum solvi), regulada en el artículo 117 del mencionado
Código, que dada su especialidad no puede clasificarse dentro de ninguno de los grupos
relacionados, pues no afecta propiamente al proceso, ni puede decirse que afecte a la
relación jurídica material.
Con relación a las excepciones perentorias, éstas son las que pueden oponerse
con la contestación de la demanda, y siempre tienen la naturaleza de materiales. El
legislador pretendió incluir dentro de las excepciones previas todas las excepciones
procesales y algunas materiales, y ha dejado para las excepciones perentorias todas las
demás materiales. Por ello puede decirse que éstas se fundan en el derecho material.
Lo anterior permite colegir que las excepciones perentorias no son, por tanto,
numerus clausus, como sucede con las previas, y en lugar de una lista lo que se hace es
clasificar los hechos atendiendo a su efecto sobre la relación jurídica material afirmada
por el actor, que es atender a los hechos impeditivos, extintivos y excluyentes. Con todas
estas excepciones, y los hechos en que se basan, lo que pretende el demandado con su
alegación es que se dicte sentencia absolutoria, en la que se desestime la pretensión
ejercitada por la parte demandante.
El artículo 107 de la ley adjetiva civil, establece que el actor deberá acompañar a
su demanda los documentos en que funde su derecho. Si no los tuviere a su disposición
los mencionará con la individualidad posible, expresando lo que de ellos resulte, y
designará el archivo, oficina pública o lugar donde se encuentren los originales. A la falta
de ese requisito se refiere el artículo 116, numeral 3º, del referido Código, que establece
como medio idóneo para cuestionarlo, la excepción de demanda defectuosa.
En el caso objeto de análisis, este Tribunal considera que si lo que la accionante
resiente es la admisión a trámite de la demanda, argumentando que era necesario que la
demandante acompañara el documento justificativo del derecho que pretendía hacer
valer, es decir el contrato de arrendamiento y, por ende, la Sala reprochada debió
desestimar el juicio sumario subyacente, debió cuestionar tal decisión, en su momento
procesal oportuno, por vía del mecanismo de defensa idóneo, es decir, debió plantear la
excepción de demanda defectuosa, de conformidad con lo regulado en el 116, numeral
3º, del Código Procesal Civil y Mercantil. Si bien, del análisis de los antecedentes, puede
advertirse que la accionante después de ser notificada interpuso las excepciones
perentorias que estimó pertinentes, debe señalarse que las mismas no eran el mecanismo
idóneo para enervar la admisión a trámite de la demanda, aduciendo incumplimiento de
requisitos legales, pues las excepciones perentorias tienen por objeto atacar el fondo de
la pretensión del adversario y no cuestionar presuntas omisiones de los documentos
esenciales que deben acompañarse al escrito inicial de demanda, pues para ello el
legislador estableció otro tipo de mecanismo procesal de defensa, tal es el caso de la
excepción de demanda defectuosa.
Lo anterior permite advertir que la postulante, al no plantear la referida excepción,
consintió los supuestos vicios que ahora denuncia mediante la presente acción
constitucional; de ahí que la emisión del acto cuestionado por vía del amparo es el
resultado lógico de la tramitación del referido proceso, sin que se evidencie que la
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autoridad cuestionada, al emitir el acto reprochado, haya vulnerado lo regulado en el


artículo 109 del Código Procesal Civil y Mercantil, denunciado por la postulante.
-III-
Con relación al argumento de la accionante de que la Sala reprochada no tomó en
consideración que existió incongruencia entre la dirección del inmueble arrendado
señalada en la escritura pública que se pretendió hacer valer y la consignada en el escrito
inicial de demanda, al ubicarlo en dos zonas distintas, por lo que el juicio de mérito debió
desestimarse, este Tribunal, de la lectura del acto reclamado, advierte que para acoger la
pretensión de la demandante, al momento de dictarse la sentencia de segunda instancia,
la autoridad cuestionada valoró los medios probatorios aportados al proceso sub litis,
especialmente, la declaración de parte realizada por la accionante el diecisiete de junio de
dos mil diez, específicamente con las posiciones seis, dieciocho, veintinueve y treinta, con
las que pudo constatarse que a ésta se le dio en arrendamiento el inmueble ubicado en la
veinticinco calle uno - cuarenta y nueve de la zona tres de la ciudad de Guatemala, que
tomó posesión del mismo el once de enero de mil novecientos noventa y nueve, y que a
la fecha de la presentación de la demanda adeudaba cierta cantidad dineraria en
concepto de rentas atrasadas. Asimismo, se le concedió pleno valor probatorio al
reconocimiento judicial practicado el once de junio de dos mil diez, a las doce horas con
treinta minutos, en el inmueble situado en la dirección antes mencionada, diligencia
mediante la cual se estableció la existencia del referido bien, en el que funciona el Colegio
Centro Educativo Tecnológico Emiliano, del cual la ahora amparista funge como Directora.
Lo anterior permite advertir que la autoridad cuestionada, al confirmar la decisión
asumida por el juez de primera instancia, valoró los medios de prueba aportados por las
partes, conforme la sana crítica, concluyendo que era procedente que se declarara con
lugar la demanda aludida, al haber quedado demostrada la existencia del negocio jurídico,
haberse establecido la existencia del inmueble objeto de arrendamiento, así como el
incumplimiento en el pago de las rentas pactadas por parte de la accionante, razones por
las cuales se le ordenó que en el plazo de treinta días desocupara el inmueble aludido,
bajo apercibimiento de que, en caso de incumplimiento, se ordenaría el lanzamiento a su
costa. Tal decisión, a criterio de este Tribunal, se encuentra ajustada a derecho y a las
constancias procesales, sin que su proceder denote conculcación a derecho constitucional
alguno.
Resulta importante mencionar que los extremos advertidos por esta Corte, son
independientes de la valoración y el criterio lógico jurídico de los Magistrados integrantes
de la Sala reprochada, los cuales no pueden ser fiscalizados por este Tribunal
Constitucional, ya que la estimación sobre la prueba aportada en el proceso y su
valoración es competencia o atribución plena de los jueces de la jurisdicción ordinaria, lo
que, salvo infracción constitucional, impide su revisión por medio de la presente acción
constitucional.
En ese sentido, del análisis del escrito inicial de amparo, se constata que los
argumentos y fundamentos vertidos en el mismo, son materia que se discutió y dilucidó
en la vía ordinaria, pues, de la lectura del acto reclamado, se colige que la autoridad
reprochada razonó debidamente el porqué, a su criterio, era procedente confirmar el fallo
proferido por el Juez Séptimo de Primera Instancia Civil del departamento de Guatemala,
por lo que el hecho de que lo decidido por la referida autoridad no sea coincidente con las
pretensiones de la accionante, no implica que se hubieran vulnerado sus derechos
constitucionales denunciados por medio del amparo.
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Por las razones expuestas, no existe agravio reparable por esta vía, por lo que el
amparo debe denegarse por notoriamente improcedente; de ahí que al haber resuelto en
ese sentido el Tribunal a quo, debe confirmarse la sentencia venida en grado
LEYES APLICABLES
Artículos citados y 265, 268 y 272, inciso c), de la Constitución Política de la
República de Guatemala; 1º, 4º, 5º, 6º, 8º, 10, 42, 47, 57, 60, 61, 66, 67, 149, 163,
inciso c), 185 y 186 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad; 17
del Acuerdo 4-89 de la Corte de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con base en lo considerado y leyes citadas,
resuelve: I) Sin lugar el recurso de apelación interpuesto por Rosa María Recinos Álvarez
–postulante del amparo-, contra la sentencia de dos de diciembre de dos mil once,
proferida por la Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio y, como
consecuencia, se confirma la sentencia apelada. II) Notifíquese y, con certificación de lo
resuelto, devuélvanse los antecedentes.

MAURO RODERICO CHACÓN CORADO


PRESIDENTE

HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA ROBERTO MOLINA BARRETO


MAGISTRADO MAGISTRADO

GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR ALEJANDRO MALDONADO AGUIRRE


MAGISTRADA MAGISTRADO

CARMEN MARÍA GUTIÉRREZ DE COLMENARES HÉCTOR EFRAÍN TRUJILLO ALDANA


MAGISTRADA MAGISTRADO

MARÍA ELENA MÉNDEZ DE PALOMO


SECRETARIA GENERAL ADJUNTA

ACLARACIÓN Y AMPLIACIÓN

EXPEDIENTE 102-2012
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, dieciocho de mayo de dos mil doce.
Se tienen a la vista para resolver, las solicitudes de aclaración y ampliación
planteadas por Rosa María Recinos Álvarez -postulante-, del fallo dictado por esta Corte el
tres de mayo de dos mil doce, dentro del expediente arriba identificado, formado por
apelación de sentencia, en el amparo por ella promovido contra la Sala Segunda de la
Corte de Apelaciones del ramo Civil y Mercantil.
ANTECEDENTES
I) DEL PLANTEAMIENTO DEL AMPARO Y SENTENCIA DE PRIMER GRADO: La
solicitante, en su escrito inicial, señaló como acto reclamado la sentencia de treinta de
marzo de dos mil once, por la que la autoridad reprochada confirmó la de veintinueve de
julio de dos mil diez, proferida por el Juez Séptimo de Primera Instancia Civil del
departamento de Guatemala, que declaró sin lugar la contestación de demanda en
sentido negativo, sin lugar las excepciones perentorias interpuestas y, como
consecuencia, con lugar la demanda de juicio sumario de desocupación y cobro de rentas
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atrasadas que la entidad Asociación de Amigos de los Niños, Hogar Mi Casa, promovió en
su contra.
La Corte Suprema de Justicia, Cámara de Amparo y Antejuicio, denegó la
protección constitucional instada, en fallo de dos de diciembre de dos mil once.
II) DE LA APELACIÓN PROMOVIDA Y LA SENTENCIA DE SEGUNDO GRADO: La
postulante apeló, la decisión descrita en el numeral anterior. Esta Corte, con fundamento
en los hechos relatados por los sujetos procesales, los antecedentes del amparo y la
resolución que se conoció en alzada, en sentencia de tres de mayo de dos mil doce,
confirmó el fallo impugnado y, como consecuencia, denegó la protección constitucional
instada.
III) DE LOS ARGUMENTOS DE LA ACLARACIÓN Y AMPLIACIÓN: La interponente
fundamentó sus impugnaciones de la siguiente manera: a) debe aclararse si la excepción
de demanda defectuosa es una justificación para que el juez deje de cumplir con la tutela
judicial que le corresponde, en cuanto a rechazar de plano las demandas que no llenan
los requisitos establecidos en la ley, que fue el agravio planteado a la autoridad
reprochada en amparo para justificar el recurso de apelación cuya resolución final
constituyó el acto reclamado; b) debe aclararse si ya fueron oportunamente declaradas
las violaciones y cómo se deben restablecer los derechos que fueron vulnerados, ya que
en la parte considerativa se desatiende tal situación; y c) es imperativo que se aclare lo
argumentado en los cuatro últimos párrafos del considerando III, pues el texto es
incongruente e incomprensible.
CONSIDERNDO
-I-
De conformidad con el artículo 70 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad, cuando los conceptos de un auto o de una sentencia sean obscuros,
ambiguos o contradictorios, podrá pedirse que se aclaren. Cuando se hubiere omitido
resolver alguno de los puntos sobre los que versare el amparo, podrá solicitarse la
ampliación.
-II-
La aclaración y ampliación, según las normas invocadas en el considerando
anterior, tienen por finalidad corregir las ambigüedades, contradicciones y obscuridades
que los términos de un mismo fallo tengan entre sí, o bien, si se hubiere omitido resolver
alguno de los puntos sobre los que versare el proceso.
Del análisis de la sentencia cuya aclaración y ampliación se solicita, no se aprecia
que ésta adolezca de falta de claridad o que se haya dejado de resolver algún punto
sobre los que versó el amparo, ya que se examinaron cada uno de los supuestos agravios
imputados al acto reclamado, determinándose su inexistencia al haberse denegado la
acción instada. Agregado a lo anterior, debe señalarse que este Tribunal abordó dichos
temas en el fallo aludido, en el sentido de advertir que la autoridad reprochada, al emitir
el acto reclamado, razonó debidamente el por qué, a su criterio, era procedente confirmar
el fallo proferido por el Juez Séptimo de Primera Instancia Civil del departamento de
Guatemala, sin que tal proceder denotara conculcación a los derechos constitucionales
denunciados por la amparista.
Por otro lado, el examen de los argumentos que la accionante expresó para
fundamentar sus solicitudes de aclaración y ampliación solamente demuestran su
inconformidad con la relacionada resolución, pues manifiesta que los cuatro últimos
párrafos del considerando III, son incongruentes e incomprensibles, pero no indica el por
Expediente 102-2012 10

qué de tal afirmación, razón por la que su pretensión no puede ser acogida por vía de los
remedios procesales intentados, motivo por el cual deben ser declarados sin lugar.
LEYES APLICABLES
Artículo citado y 265, 268, 272, inciso i), de la Constitución Política de la República
de Guatemala; 1º, 8º, 70, 71, 149, 161, 163, inciso i), 179 y 185 de la Ley de Amparo,
Exhibición Personal y de Constitucionalidad.
POR TANTO
La Corte de Constitucionalidad, con fundamento en lo considerado y leyes citadas,
resuelve: I) Por ausencia temporal de los Magistrados Mauro Roderico Chacón Corado y
Alejandro Maldonado Aguirre se integra este Tribunal con los Magistrados Juan Carlos
Medina Salas y María de los Ángeles Araujo Bohr. II) Sin lugar las solicitudes de
aclaración y ampliación planteadas por Rosa María Recinos Álvarez contra la sentencia de
tres de mayo de dos mil doce, proferida por esta Corte. III) Notifíquese.

HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA


PRESIDENTE A.I.

ROBERTO MOLINA BARRETO GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR


MAGISTRADO MAGISTRADA

HÉCTOR EFRAÍN TRUJILLO ALDANA CARMEN MARÍA GUTIÉRREZ DE COLMENARES


MAGISTRADO MAGISTRADA

JUAN CARLOS MEDINA SALAS MARÍA DE LOS ÁNGELES ARAUJO BOHR


MAGISTRADO MAGISTRADA

MARIA ELENA MÉNDEZ DE PALOMO


SECRETARIA GENERAL ADJUNTA

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