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72 Así en efecto Roeder, 1969, 77 ss.; en contra acertadam ente Zipf, Z S tW 82 (1970), 639-644.
73 Jakobs, A T 2, 7/4 b. m enciona "riesgo perm itido, principio de confianza, comisión referida al
garante y prohibición de regreso" co m o "explicaciones de la adecuación social", introduciendo p o r
tanto la adecuación social en la teoría de la imputación.
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§ 1Q S e c c ió n 3.a - T i p o
T O /l
§10. La teoría del tipo
Zu rech nu n g, 1981; O sten d o rf, D as G e rin g fü g ig k e its p rin z ip ais s tra frech tlich e Auslegungsre-
g e l, G A 1982, 333; A rm . K a u fm a n , R e c h tsp flich tb e g rü n d u n g u n d Tatbestandseinschrankung,
K lu g-F S, 1983, 277; R o x in , B em erk u n gen z u r so zia le n A d á q u a n z im S trafrecht, Klug-FS,
1983, t. 2, 303; D o llin g , D ie B eh a n d lu n g d e r K ó rp e rv e rle tz u n g im S p o r t im S ystem der
s tra lrech tlich en S o zia lk o n tro lle , Z S t W 96 (1 9 8 4 ), 55; K ü p p er, S tra fvereitelu n g und "soziala-
d aqu ate" H a n d lu n gen , G A 1987, 385; W o lsk i, S o z ia le A d á q u a n z, 1990.
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Sección 3.a- Tipo
32 Cuando se castiga una actuación sin autorización oficial, hay que distinguir.
La conducción automovilística no es que esté sólo justificada por el permiso
de conducir, sino que sólo es típica en el sentido del § 21 StVG la conducción
sin ese permiso, de tal modo que la falta del permiso de conducir y con ello
de la autorización oficia] es un elemento típico formulado negativamente.
Igualmente es un elemento del tipo formulado negativamente la autorización
para el ejercicio de la profesión médico-sanitaria, porque naturalmente que el
ejercicio autorizado de la profesión médica no da lugar a tipo delictivo alguno.
En cambio, p ej- la organización pública del juego de azar es ya típica, si se
considera —acertadamente que la razón de la pena consiste en que se debe
proteger a la población de su explotación aprovechando la pasión por el juego;
en este caso la autorización administrativa sólo anula la prohibición en casos
excepcionales por razones preponderantes de tipo fiscal, es decir que no opera
excluyendo el tipo, sino justificando. Así pues, la cuestión de si la falta de
autorización administrativa es un elemento del tipo o de la antijuridicidad
depende de si la reserva de autorización sirve sólo para controlar una conducta
generalmente adecuada o si permite excepcionalmente una conducta típica
mente delictiva 59. Sobre Ja autorización oficial como causa de justificación
cfr. para más detalles § 17, nm. 42 ss.
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§ 13 S e c c ió n 3 “ — T ip o
37 Cfr. p.ej. A rzt, 1970, 11 ss., con o tra s referencias; apreciando un m e ro co n sen tim ien to en la
m ayoría de lo s casos Geerds, Z S tW 72 (196 0), 48 ss.; a p recian do un acu erdo en casi todos lo s casos
el K o m m en ta r de Sch/Sch24 (cfr. sólo Sch/Sch/Lenckner24, antes d el § 32, nm . 31).
38 P o r el c o n tra rio BGHSt 11, 67, 72. a p recia una injuria ju stifica d a por consentim iento.
39 En un caso así. OLG Stuttgart N J W 1962, 62, o p in a que “c u a lq u ie r a cción que afecta a l h on or
de o tro p ierd e su antijuridicidad y co n e llo su ca rá cter de in ju ria, cu ando la víctim a estaba de
acu erd o con e llo ” . Pero si en absoluto e x iste una in juria, esto d e b e exclu ir el tipo.
40 Así la op. dom .; sin em bargo, a fa v o r d e la m e ra exclusión d e la antiju rid icid a d p ej G eerds
1953. 36 s.; Jescheck, AT4, § 34 I 1 c. '
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§13. El consentimiento
Pero no sólo la teoría del tipo habla en favor de la fuerza excluyeme del tipo 20
del consentimiento, sino también la circunstancia de que el mismo representaría
un cuerpo extraño en el sistema de las causas de justificación. Todas las causas
de justificación, como aún se puntualizará (§ 14, nm. 37 ss.), descansan en los
principios de ponderación de intereses y de necesidad: en una situación de
conflicto inevitable es legítimo el sacrificio de un interés menos valorado por
el ordenamiento jurídico cuando dicho sacrificio es necesario en salvaguardia
de un interés mayor. Pero en el consentimiento no está en juego ni un conflicto
de intereses entre el que actúa y el que consiente ni la necesidad del hecho.
Esta genuinidad estructural del consentimiento ha dado lugar a que ya Mez-
ger 35 desarrollara un sistema dualista de las causas de justificación; conforme
a ello, la justificación debe obedecer en la mayoría de los casos al principio de
interés preponderante, pero en el consentimiento al principio de ausencia de
interés: "una justificación según el principio de ausencia de interés permite de
ese modo que la voluntad imaginada o supuesta como lesionada en el tipo
decaiga en el caso concreto". Pero precisamente esta fundamentación demues
tra que en realidad no se trata de un problema de justificación sino de tipo.
Pues en un consentimiento eficaz no es posible imaginarse como lesionada una
voluntad que luego "decae” por causa del consentimiento, sino que la voluntad
desde un principio no puede imaginarse como lesionada y por eso no puede
suponerse como realizado el tipo incluso según las premisas de Mezger.
Es verdad que una opinión generalizada, fundada por Noli (cfr. nm. 3, 21
n. 10), intenta demostrar una ponderación de intereses también en el consen
timiento; se ponderaría la libertad individual "frente al interés de la comunidad
en la conservación de los bienes jurídicos” 36. Pero con ello no se da en el
punto de vista decisivo. Es cierto que en el homicidio (§ 216) el legislador no
permite en absoluto un consentimiento eficaz y sólo con restricciones en las
lesiones (§ 226 a). Pero en estos casos se trata de una restricción general de
la facultad de disposición efectuada por el legislador, mientras que en las
causas de justificación se trata de la necesidad de intervención en una situación
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§ j3 Sección 3.a - Tipo
18 Ahora bien también hay situaciones en las cuales un daño o una ingerencia
corporal podrían c o n t e m p l a r s e a pesar del consentimiento como contrarias al
bienestar real del p orta d o r del bien jurídico. Se podría considerar que por lo
menos en estos casos hay que afirmar un desvalor del resultado y con él el
tipo delictivo de forma que entonces el consentimiento, según la situación
concreta actuaría e x c l u y e n d o el tipo o justificando la conducta 34. Ahora bien,
en muchos casos de c o n s e n t i m i e n t o perjudicial fracasa ya su eficacia a causa
de vicios de voluntad (nm. 66 ss.) o por los límites del § 226 a (nm. 36 ss.),
de modo que en ese caso ya no se plantea la cuestión de la exclusión del tipo
o de la antijuridicidad. Pero si se prescinde de estos supuestos, subsisten
procesos como por ejemplo éstos: Alguien ingresa en una austera comunidad
religiosa y permite que sus miembros le destruyan sus objetos suntuarios con
el fin de no caer en la t e n t a c i ó n de apegar su corazón a los bienes terrenales.
O alguien posee un valio so retrato femenino de mano maestra; su novia, que
está celosa de la mujer re tr a ta d a , hace depender la aceptación de su proposi
ción de matrimonio de que le permita quemar el odioso cuadro; y él consiente.
O alguien se deja causar cicatrices o marcas en un duelo a sable, o se deja
hacer tatuajes llamativos.
19 Aunque tales p r o c e s o s ya no se mueven en el ámbito de lo generalmente
usual no obstante, t a m b i é n aquí deberá negarse un desvalor del resultado y
la realización del tipo delictivo de los tipos en cuestión. Si se quisiera afirmarlo
y tomar como base para la aceptación de una lesión de bienes jurídicos típica
no la voluntad real sino el "bienestar real” del portador del bien jurídico, se
arrogaría así el o r d e n a m i e n t o jurídico una sublimidad de juicio que no le
corresponde y que c o n d u c ir ía además a insuperables dificultades de delimita
ción. En todos esos e je m p lo s el comportamiento del portador del bien jurídico
significa - s e a cual fuere el juicio que le merezca a un extraño— una parte
de la autorrealización r e s p o n s a b l e en la comunicación con otros o bajo la
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§13. El consentimiento §13
u n án im e. E s to só lo es p o s ib le b a jo la c o n d ic ió n d e que el m en o sca b o d e la voluntad esté
c o p ro te g id o a través del § 223 29.
Si estas con sid era cio n es fun dam entales sobre la lib ertad d e a c c ión ju ríd ic o - 17
con stitu cion al, la fu n ció n del D erech o p en a l y la te o ría de los b ien es ju ríd ico s
se traducen en catego ría s dogm áticas, resu lta que con un c o n s en tim ien to e fic a z
n o tiene lu g a r el d es va lo r del resu ltado 31 y con él el d es va lo r de acción y el
tip o d elictivo . E sto es in discutible cu an d o la acción efectu a d a c on el c on sen ti
m ie n to del p orta d o r d el bien ju ríd ico , y la m a yo ría d e las veces a p etició n suya,
le b en e fic ia y ta m b ién es p o r lo d em ás n o rm a l s o c ia lm en te d es d e tod o p u n to
d e vista. Q u ien p o r e n c a rg o del p ro p ie ta rio tala un árb o l o e c h a leñ a a la estufa,
qu ien p on e una in y e cc ió n al p acien te p a ra p reven ir in fe c cio n es , o qu ien a fe ita
a un cliente, n o re a liz a un d esva lo r d el resu ltado típ ic o ju s tific a d o p o r e l c o n
sen tim ien to, sino qu e ya d e an tem a n o fa lta cu alq u ier d es va lo r d el resu lta d o.
P e ro si la volu n tad d el que actúa no se d irig e a la p ro d u c c ió n d e un d e s v a lo r
d el resultado, falta ta m b ién un d esva lo r de la in ten ció n . E stá claro q u e u n
c o m p o rta m ie n to tan to talm en te n eu tro ju ríd ic a m e n te y s o c ia lm e n te a d e c u a d o
(c fr . resp ecto a ello § 10, nm. 33 ss.) n o re a liza el tip o d e lic tiv o y p o r lo ta n to
n o puede ser típ ico. C u an do J e sc h ec k 32 o p in a qu e el re s p e c tiv o p ro ce so es " a
p es a r del con sen tim ien to... s ign ific a tivo ju ríd ic o p e n a lm e n te y n o p re c is a m e n te
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Sección 3.a - Tipo
24 Cfr. sobre ello tb. Maurach/Zipf, AT/18, 17/36 ss. A sim ism o Amelung, 1981, 29, considera el
consentim iento com o "com ponente de la libertad general de acción... que queda garantizada según
la jurispr. del BVerfG en el art, 2 ap. 1 G G "; de ello no deduce, sin em bargo, la exclusión del tipo.
25 L K I0-Hirsch, antes del § 32, nm. 98; totalmente a n á lo go Jescheck, AT4, § 34 I 3; sim ilar A m e
lung, 1981, 26 s.
26 Rudolphi, ZStW 86 (1974), 87.
27 Stratenwerth, ZStW 6 8 (1956), 43.
28 Sch/Sch/Lenckner24, antes del § 32, nm. 33 a.
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§13. El consentimiento § 13
La opinión contraria confunde objeto del hecho con bien jurídico: en efecto, 12
se produce un deterioro de la cosa concreta (del objeto del hecho), pero eso
no es un ataque a la propiedad, sino un apoyo a su ejercicio. Algo semejante
puede decirse de las lesiones (§ 223). Ciertamente, existen aquí límites a la
facultad de disposición individual (§ 226 a; nm. 36 ss.); si se sobrepasan, el
consentimiento no tiene ni eficacia de exclusión de la tipicidad ni de justifi
cación. Pero allí donde el consentimiento es eficaz sin restricción, se desarrolla
la personalidad también en el tratamiento que concede a su cuerpo. El pelu
quero, el podólogo, e incluso el cirujano plástico no menoscaban la libertad
del cliente en el trato de su cuerpo, sino que le ayudan en la realización de
su imagen corporal. Sin duda, efectúan una ingerencia en la sustancia del
objeto del hecho (del cuerpo real) protegido en el § 223, pero no menoscaban
la integridad de la esfera corporal ajena y con ello el bien jurídico, cuya lesión
presupone el tipo 21.
22 Totalm ente sim ilar W eigend, Z S tW 98 (1986), 61: no se presenta "ningún menoscabo ju ríd i-
copenalm ente relevante en los bienes ju rídicos"; pues el qu e consiente elig e “ precisamente la d i s
posición qu e le deja libre el orden am ien to ju rídico".
23 Cfr. tb. Schmidháuser, LB A T 2, 8/123 ss.
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§10. La teoría del tipo
77 La cuestión de si estamos ante una interpretación com patible con el ten or literal de la ley o
más bien, en caso de "qu edar por deb ajo” del sentido literal posible, ante una "reducción teleo ló g ica "
que excede de la m era interpretación, puede ser distinta de tipo a tipo, p ero no es im p orta n te,
dado que el art. 103 II G G [consagración constitucional del principio de legalidad penal: N. del T .]
no se opone a una redu cción teleológica de efecto eximente.
78 Según el § 184 c, n.° 1, sólo son acciones sexuales aquellas "que tienen alguna relevancia e n
relación con el correspondiente bien ju rídico p ro teg id o ’’; y sólo se realiza el tipo de las c o a ccio n es
del § 240 si se amenaza con un mal "sensible” .
79 Así tb., sobre todo, Hirsch, Z S tW 74 (1962), 133 ss.
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§ 10 Sección 3.a - T ip o
7,1 P o r l o d e m á s , i n c l u s o e n e l c a s o d e u n r i e s g o j u r í d i c a m e n t e r e le v a n t e , s í e l l í o f u e r a c o n s c i e n t e
d = í m is m o , s ó lo h a b r ía u n a in c it a c ió n i m p u n e a u n a a u t o p u e s t a e n p e lig r o .
Se h a b la a q u í d el " p r i n c i p i o d e i n s i g n i f i c a n c i a " c o m o u n a m á x i m a de m t e r p r e t a c . ó n t í p i c a
A s í V a R o x i n . JuS 1964. 376 <= G r u n d l a g e n p r o b l e m e , 193). E l m i s m o e s r e c o n o c i d o p o r O L G H a m m
NJW 1980, 2537, q u e d e j a p l a n t e a d a l a p o s i b i l i d a d d e r e c o n d u c i r l o a l a a d e c u a c i ó n s o c ia l. A m p l i a -
S o b r e e l p r i n c i p i o de i n s i g n i f i c a n c i a O s t e n d o r f , G A 1982, 333.
Asf tb. Jescheck, A T 4. § 25 IV 2.
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