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Rodilla (Trastorno)

Genu Varo:
Las rodillas divergen - los tobillos convergen.

• Fisiológico (bilateral) o Patológico (uni o bilateral)

• Se trata de una incurvación de los miembros inferiores a


convexidad externa y se encuentra su punto más extremo
a nivel de las rodillas.

• Es importante saber que el niño, desde su nacimiento y


hasta los 24 o 30 meses aproximadamente presenta un
genu varo que debe ser considerado como fisiológico.

Radiográficamente el entrecruzamiento de los ejes


trazados por la diáfisis de la tibia y el fémur no sobrepasará
los 28° (radiografía con carga).

El más frecuente Bilateral (hasta los 30 meses aproximadamente)

• Se controla por la separación que existe entre ambos cóndilos femorales internos y cuya medida
no debe sobrepasar los 6 cm (3 o 4 dedos del examinador).

• Si los controles de medición superan los reconocidos como normales o la deformidad persiste
por encima de los 36 meses, se deberá realizar un diagnóstico diferencial con el raquitismo
carencial de vitamina D, el raquitismo hipofosfatémico (Síndrome de Fanconi), la enfermedad de
Blount(alteración del cartílago de crecimiento interno de la tibia) generalmente unilateral,
malformaciones congénitas, osteoartritis, etc.

Genu Valgo:
Las rodillas convergen y los tobillos divergen.

• Fisiológico (bilateral) o Patológico (uni o bilateral)

• La desviación de ejes de los miembros inferiores es sentido


contrario al del genu varo, en donde las rodillas tienden a
converger y las piernas se separan (rodillas encontradas o
piernas en X).

• Se distinguen dos tipos de Genu valgo: uno articular que


responde a un hecho absolutamente fisiológico y otro
esquelético, secundario a diferentes causas.
Entre los 3 y los 7 años existe un genu valgo considerado como fisiológico, que no debe superar los
6 cm de separación intermaleolar en descarga del peso corporal (3 dedos del examinador).

• Esto obedece a la hiperlaxitud articular que el niño presenta en el curso del desarrollo y a esa
edad.

• Examinándolo en decúbito dorsal y colocando sus miembros inferiores extendidos, podrán


ponerse en contacto los maléolos tibiales entre sí, sin ningún tipo de dificultad y sin que una
rodilla se superponga a la otra.

• Esto demuestra que se está en presencia de un genu valgo articular, fisiológico y que no merece
tratamiento alguno.

• El más frecuente Bilateral.

En el Genu valgo esquelético, los niños no pasan por la etapa normal de genu varo y por el
contrario se constata desde el comienzo de la marcha un genu valgo que se irá acrecentando con
el desarrollo.

Cuando la separación bimaleolar supera los límites de la normalidad se puede apreciar, si se traza
una plomada desde el centro de la cabeza femoral, que ésta no finalizará en el pie y todo el peso
será soportado por las rodillas y en especial por el compartimiento externo.

• Si esta deformidad persiste en el tiempo, es fácil imaginar que conducirá en etapas de la adultez
a una severa artrosis de rodillas que obligará a su reemplazo protésico.

• Generalmente estos pacientes presentan un retropie en valgo (talones hacia adentro) que debe
considerarse como un hecho compensador.

El manejo terapéutico en las etapas tempranas consistirá en la indicación de un calzado con


contrafuerte rígido y la colocación de un realce interno en el taco, comenzando con 3 mm en los
niños pequeños para ir aumentándolo progresivamente con el tiempo, no debiendo superar los 10
mm.

• El objetivo de este tratamiento radica en mejorar la marcha, evitar las caídas y brindar mayor
confort en el niño.

• En los casos severos y a la edad de 12 o 13 años cuando existe una separación intermaleolar de
16 cm o más (8 o 9 dedos del examinador) será necesaria una indicación quirúrgica.

GenuRecurvatum:
El Genurecurvatum o la hiperextensión de rodilla, es definida como la extensión de rodilla mayor a
5 grados, son comúnmente observados en niños o adultos jóvenes.

• El Genurecurvatum puede llevar a otros daños, incluso tibial como cambió fuerzas compresivas
en la unión tibiofemoral, debilidad del cuádriceps y gluteus mayor con el sobre reclutamiento de
los tendones de la corva y la cápsula posterior que se estira con la inestabilidad ligamentosa.

• La Alineación de la rodilla puede estar relacionada con desviaciones de alineación de la cadera,


rodilla y tobillo
Menisco discoideo:
• Es una malformación congénita en donde existe una superficie extensa de fibrocartílago que
rellena por completo el perfil de la tibia con el fémur.

• Es una variante anatómica que afecta sobre todo al menisco lateral.

GRADO I O MENISCO PRIMITIVO Es un menisco muy ancho e irregular. Tiene la particularidad de


ser más alto en la porción medial que en la lateral Puede ser causa de resalte como es más alto por
la parte medial que la lateral, al realizar la flexo-extensión.

• GRADO II ó MENISCO INFANTIL De perfil, es más afilado en la porción medial. Como es más
ancho, suele dar roturas "en asa de borde".

GRADO III o MENISCO INTERMEDIO, Como su nombre indica es una situación intermedia entre el
menisco normal y el menisco discoideo, esta conserva una morfología normal, pero es más grueso
y más ancho.

• Muy pocos autores recomiendan la meniscectomía en casos de meniscos discoideos


asintomáticos y la gran mayoría aboga por la abstención quirúrgica.

• La meniscectomía conservadora precoz evitaría roturas meniscales complejas que impidan


realizar la meniscectomía remodelante para dejar el menisco residual con una forma similar a la
normal, obligando a realizar una meniscectomía completa que presenta más complicaciones a
largo plazo.

Síndrome de Mal Alineamiento Rotuliano


Las alteraciones femororrotulianas (dolor en la parte anterior de la rodilla) son unas de las más
frecuentes en traumatología y cirugía ortopédica y en las consultas ambulatorias de los centros de
salud.

• La articulación femororrotuliana es una articulación compleja cuya estabilidad depende tanto de


las restricciones dinámicas como de las restricciones estáticas.

Aproximadamente el 70% de las alteraciones femororrotulianas mejoran con el tiempo y el


tratamiento conservador (no quirúrgico).

• Cuando se evalúa el dolor femororrotuliano, lo primero que debe hacerse es intentar determinar
si el problema se origina en la inestabilidad o en el dolor.

En una revisión crítica de los estudios disponibles no se encuentran datos que indiquen que la
medida del ángulo Q se correlacione con la incidencia o gravedad del dolor en la parte anterior de
la rodilla.

• Los déficits en la flexibilidad del cuádriceps son frecuentes en estos pacientes, especialmente en
los casos crónicos. Los ejercicios de estiramiento del cuádriceps producen una mejoría drástica de
los síntomas. La restauración de la flexibilidad (cintilla iliotibial, cuádriceps, isquiotibiales) muchas
veces se pasa por alto, pero es extremadamente eficaz en los pacientes que presentan déficit de la
flexibilidad.
Inestabilidad rotuliana:

• Luxación aguda de la rótula.

• Luxación crónica de la rótula.

• Luxación recidivante de la rótula.

Síndromes por exceso de carga o esfuerzo:

• Tendinitis rotuliana - Tendinitis del cuádriceps.

• Enfermedad de Osgood-Schlatter (tubérculo tibial).

• Síndrome de Sinding-Larsenjohanssen

Síndromes de compresión rotuliana:

• Síndrome de presión lateral excesiva (SPLE).

• Síndrome de presión rotuliana global (SPRG).

Lesiones de las partes blandas:

• Síndrome de fricción de la cintilla iliotibial (parte lateral de la rodilla).

• Síndrome de la plica sinovial.

• Inflamación del tejido graso hipertrófico (enfermedad de Hoffa).

• Bursitis.

• Dolor en el ligamento femororrotuliano medial.

Problemas biomecánicos:

• Hiperpronación del pie.

• Diferencias en la longitud de la extremidad.

• Pérdida de flexibilidad.

Traumatismos directos:

• Lesión en el cartílago articular (aislada).

• Fractura.

• Fractura-luxación.

• Osteocondritis dissecans.

• Síndrome de distrofia simpática refleja


Signos y síntomas:
Se presenta inestabilidad al recorrer líneas rectas.

El dolor puede estar localizado en el tendón rotuliano (tendinitis rotuliana), parte lateral o medial
del retináculo, tendón de! cuádriceps o polo inferior de la rótula.

La crepitación con frecuencia se debe al daño en el cartílago articular en la articulación


femororrotuliana, pero también puede deberse a una alteración de las partes blandas.

La hinchazón de la rodilla que se puede percibir a simple vista acompañada de dolor


femororrotuliano no suele deberse a un derrame, la causa es más bien la sinovitis y la inflamación
del tejido graso.

Exploración física:
Se exploran la rodilla, cadera, pie y tobillo ipsilaterales y se comparan con la extremidad
contralateral para comprobar la simetría, la circunferencia muscular de los muslos, los ángulos Q y
otras variables.

Evaluar La laxitud ligamentosa generalizada.

El ángulo Q es el formado por la intersección de las líneas que van


desde la espina ilíaca anterosuperior hasta el centro de la rótula y
desde el centro de la rótula hasta la tuberosidad tíbial.

• Estas líneas coinciden prácticamente con las líneas de acción de la


musculatura de los cuádriceps y del tendón rotuliano,
respectivamente, en la rótula.

• El ángulo Q debe medirse con la rodilla ligeramente flexionada,


hasta el centro de la rótula en la fosa troclear,

• La pronación del pie (pies planos) y la rotación interna de la


extremidad producen un aumento del ángulo Q.

• Los valores normales del ángulo Q informados con más frecuencia


son 10° para los hombres y 15° para las mujeres.

• Existe consenso en que el alineamiento rotuliano se ve


ligeramente afectado por el grado de valgo en la rodilla; sin
embargo, el grado de valgo no se correlaciona con la gravedad de
los síntomas.
Pruebas clínicas para la evaluación de las alteraciones
femororrotulianas
Estabilizadores de las partes blandas de la rótula

• Además de los estabilizadores óseos, hay estructuras laterales y mediales de tejido blando que
restringen el movimiento de la rótula.

• Las estructuras mediales son el retináculo medial, el ligamento femororrotuliano medial y el


VMO.

• El VMO es el estabilizador dinámico más importante de la rótula, y actúa como una estructura de
resistencia al desplazamiento lateral

• Las fibras del VMO están orientadas en un ángulo de unos 50-55° con respecto al eje longitudinal
del fémur.

• Normalmente se inserta en la cara superior medial de la rótula a lo largo de aproximadamente


un tercio de su longitud.

• Sin embargo, en algunos casos de inestabilidad, el músculo puede estar ausente o hipoplásico o
puede insertarse proximal a la rótula.

Las estructuras laterales de restricción de la rótula son el retináculo lateral, el vasto lateral y la
cintilla iliotibial.

• La contractura de cualquiera de estas estructuras puede ejercer un efecto de inmovilidad sobre


la rótula, por lo que deben evaluarse adecuadamente durante la exploración de la región
femororrotuliana.

TEST:
La prueba de Ober
• Se usa para evaluar la extensibilidad de la cintilla iliotibial, La prueba se realiza con el paciente
tumbado de lado con la pierna que se va a someter a prueba levantada por encima de la otra.

• La parte inferior de la cadera se flexiona para compensar la lordosis lumbar y estabilizar la pelvis.

• El médico se coloca detrás del paciente y agarra suavemente la pierna proximalmente justo por
debajo de la rodilla.

• A continuación, flexiona la rodilla para conseguir un estiramiento suave del cuádriceps, y flexiona
la cadera 90° para compensar la lordosis lumbar.

• Luego, se extiende la cadera hasta una posición neutral, y se observa la posible presencia de
cualquier tipo de contractura.

• Con la mano opuesta colocada en la cresta ilíaca para estabilizar la pelvis e impedir que el paciente
se deslice hacia atrás, el médico aplica una abducción máxima y extiende la cadera.

• A continuación, se permite que la cadera en abducción y extendida experimente la aducción por


efecto de la gravedad mientras la rodilla se mantiene flexionada, la pelvis estabilizada y el fémur en
rotación neutral.

• Normalmente, el muslo debe quedar en aducción, en una posición al menos paralela a la mesa de
exploración.
Prueba de la traslación lateral

• La prueba de la traslación lateral sirve para evaluar la integridad de la


restricción medial.

• Las traslaciones de un 25% de la anchura de la rótula se consideran


normales, mientras que las traslaciones de más del 50% son indicativas de
laxitud de las estructuras mediales de restricción.

• Se ha observado que el ligamento femororrotuliano medial proporciona


el 53% de las fuerzas de estabilización que resisten a la subluxación
lateral, y normalmente presenta un punto final firme cuando se realiza la
prueba de la traslación lateral.

• La reproducción de los síntomas que presenta el paciente con la


traslación lateral pasiva de la rótula con desplazamiento de ésta hacia las
estructuras mediales se conoce como signo positivo ele aprehensión
lateral.

• Este signo es indicativo de inestabilidad lateral de la rótula.

Prueba de la traslación medial

• La prueba de la traslación medial se realiza con la rodilla en extensión


completa.

• La rótula queda centrada en la tróclea femoral y la traslación medial


desde este punto «cero» se mide en milímetros.

• Una traslación de más de 10 mm se considera anormal.

• La laxitud del retináculo lateral puede deberse a hipermovilidad de la


rótula o, menos frecuentemente, a inestabilidad medial.

• La inestabilidad rotuliana medial es infrecuente, y generalmente es


una complicación iatrogénica del realineamiento quirúrgico de la rótula,
la mayoría de las veces provocada por una liberación lateral excesiva.

• La traslación de entre 6 y 10 mm se considera normal.

• Una traslación de menos de 6 mm medialmente es indicativa de rigidez


de las estructuras laterales de restricción.

Protocolo de Rehabilitación:

Objetivos

• Disminuir la intensidad de los síntomas y la inestabilidad • Aumentar la fuerza y la resistencia del cuádriceps
(VMO > estructuras laterales) • Uso de restricciones pasivas (cinta de McConnell) para aumentar la
estabilidad durante la fase de transición • Mejorar la estabilidad de la rótula mediante estabilización
dinámica o mecanismos pasivos

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