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Titulo: La enseñanza de la historia: De la universidad a los futuros profesionales, y de los

futuros profesionales al pueblo


Planteamiento del tema: Andrea Sánchez Quintanar escribe, en 1995, un artículo llamado
“Enseñar historia en la universidad y fuera de ella”. En este hace una reflexiona sobre los
problemas y retos que presenta la didáctica de la historia en la universidad. Para ello, la
autora aborda el tema desde dos niveles distintos: dentro de la universidad, a nivel
profesional, y como proyección universitaria hacia el exterior, convirtiendo a este profesional,
en docente.
A lo largo de la obra, Quintanar explica múltiples problemáticas en función al tema. No deja
de lado las causas y consecuencias de lo hechos, por ejemplo, del porque la conciencia y el
conocimientos histórico no se desarrollan en los amplios sectores de la población como lo es
la clase media y baja. Habla también de como la formación universitaria del futuro profesional
influye de grandísima manera en los próximos docentes, haciendo que estos se encuentren
restringidos en ciertos aspectos. Según la autora, existen tres tipos de problemáticas en la
didáctica de la historia: los teóricos, los didácticos y los de organización educativa. Establece
que es indispensable que los historiadores sean quienes resuelvan tales problemáticas. Esto
no debe entenderse como que debe negarse la intromisión de otras disciplinas y ciencias,
sino que, el historiador, apoyándose en ellas, sea quien las resuelva, y no los profesionales
de estas otras disciplinas. Es, en función a esto, que gira toda la obra de Quintanar.
Investigación, argumentación y emisión de juicios:
Son tres los aspectos dentro de la obra de Quintanar en lo que haré énfasis.
Para empezar con el primer aspecto, quiero citar al autor cuando escribe que:
“Por otra parte, tanto la formación como la información del futuro historiador se orienta mucho
más hacia la investigación que hacia la docencia, pese a que, por el contrario, el terreno de
la práctica profesional es mucho más amplio en la enseñanza escolar” 1
Sobre esto, podemos leer a Silvia Cirett Sáenz de Sicilia, quien en “El perfil del historiador. La
formación del historiador como docente” hace un análisis de los planes de estudio de 11
universidades mexicanas respecto a la licenciatura en historia que ellas ofrecen. Entre los
resultados que encuentra en su investigación podemos leer que:
“El grueso de las asignaturas está relacionado con el área de conocimientos históricos. En la
mayoría de las instituciones se imparte materias para que el egresado sea hábil en la

1 Andrea Sánchez Quintanar, "Enseñar historia en la universidad y fuera de ella" en Perfiles Educativos, núm. 68, abril-
mayo-junio, 1995, p. 3
investigación histórica. Todas las instituciones consultadas refieren la enseñanza de la
Historia como un campo de acción muy solicitado. Sin embargo, pocas universidades
incluyen en su plan de estudios materias relacionadas con la enseñanza de la Historia y la
gran mayoría tan sólo ofrece dos semestres de didáctica o dos cursos de enseñanza de la
Historia.”2
¿Que nos dice esto? Nada mas claro que la licenciatura en historia impartida en las
universidades mexicanas carece de una completa enseñanza de la didáctica. Como
podemos leer en la cita anterior, son uno o dos semestres los que se ofrecen para aprender
lo relacionado a ello. Dos semestres para comprender el complejisimo sistema enseñanza-
aprendizaje, del cual depende la nación completa para el desarrollo de una ciudadanía
critica. El resto se explica solo.
Mas adelante, en su obra, Quintanar escribe que:
“En muchos de los casos, eminentes investigadores, de sólida formación y erudita
información, conciben su labor como la transmisión de su saber, pero no llegan a percibir el
significado de la formación del profesionista historiador.“ 3
Sobre esto podemos leer también a Joan Pagés, quien escribe que:
“En consecuencia, para formar profesionales de la enseñanza, la didáctica de la historia y las
ciencias sociales necesita delimitar su ámbito de actuación, definir sus objetivos, establecer
sus métodos y, en definitiva, elaborar el saber teórico y práctico sin el cual no se puede hacer
un servicio a la educación ni ganarse el respeto de la comunidad científica” 4
Como podemos ver, ser conscientes de la necesidad de aprender a transmitir el
conocimiento histórico no es suficiente. La didáctica de la historia debe convertirse, en el
pensamiento del historiador, en una profesionalizan del quehacer histórico. La transmisión
del conocimiento histórico debe ser una de las principales vertientes de estudio de los
historiadores, ya que, como ciencia creadora de una pensamiento critico en sus aprendices,
debe ser la expansión de este conocimiento el mayor objetivo del historiador. Y, como una
cualidad desarrollable, debe el historiador tomar la didáctica como disciplina que le ayude a
complementar su oficio.
Finalmente, quisiera citar a Quintanar con lo siguiente:

2 Silvia Cirett Sáenz de Sicilia, “La formación del historiador como docente”, en Lorena Llanes Arenas (coord), Didáctica
de la Historia en el siglo XXI, México, Palabra de Clío, 2012, p. 33
3 Sánchez Quintanar, op. Cit., p. 2
4 Joan Pagés, "La didáctica de las ciencias sociales, el curriculum de historia y la formación del profesorado", en Signos.
Teoría y practica de la educación, núm. 13, octubre-diciembre, 1994, p. 39
“La formación de una consciencia histórica implica el reconocerme como ser social, que
forma parte de una comunidad en transformación, pero también implica la percepción de que
el pasado me constituye y me condiciona, a la vez que mi presente constituirá y condicionará
mi futuro y el de los demás miembros de la comunidad a la que pertenezco. Esta conciencia
histórica depende de una adecuada conformación del conocimiento histórico como un
conocimiento vital, es decir, un conocimiento sin el cual no sea posible la vida
verdaderamente humana.“5
Sobre ello, quiero citar a Rubén Zaratráin Mendoza cuando escribe que:
“La conciencia histórica endeble y gran parte de la problemática del aprovechamiento escolar
en las disciplinas histórico-sociales están relacionadas con la débil conciencia de estructuras
espacio-temporales que permitan al alumno de secundaria la aprehensión del dato histórico;
débil conciencia que es extensiva también a la práctica docente.” 6
¿En que se parecen las opiniones de estos autores? Ambos son conscientes en que la
conciencia histórica va mas allá de lo que se podría entender con las solas palabras del
concepto. Conciencia histórica abarca un contexto espacio-temporal tanto del suceso
estudiado como del sujeto que lo está estudiando. Es entonces el desarrollo de la conciencia
histórica en otros y en si mismo el trabajo del historiador. ¿Como desarrollar esta conciencia
histórica en otros? A través de métodos, técnicas y contenidos específicos. ¿Como elijo
cuales son los que debo usar? Estos se deben elegir a través de la didáctica. El resto se
explica solo.
Conclusión: Es la didáctica de la historia una de las disciplinas/materias mas importantes
para el historiador, ya que de ello depende la propagación de este conocimiento histórico, así
como el desarrollo de la conciencia histórica. La preocupación por la preparación de buenos
docentes debería ser una de las principales dentro de las universidades, y el desarrollo de
técnicas, contenidos y métodos específicos y didácticos, la preocupación principal de los
historiadores, en función de propagadores del conocimiento para el pueblo. Quintanar nos lo
explica de buena manera en esta obra.

Rubén Zaratráin Mendoza, "Tiempo historico y pensamiento adolescente: acercamiento


desde una perspectiva constructivista" en educar, julio-septiembre, 2003

5 Sánchez Quintanar, op. Cit., p. 4


6 Rubén Zaratráin Mendoza, "Tiempo histórico y pensamiento adolescente: acercamiento desde una perspectiva
constructivista" en educar, julio-septiembre, 2003, p. 50
Andrea Sánchez Quintanar, "Enseñar historia en la universidad y fuera de ella" en Perfiles
Educativos, núm. 68, abril-mayo-junio, 1995

Joan Pagés, "La didactica de las ciencias sociales, el curriculum de historia y la formacion del
profesorado", en Signos. Teoría y practica de la educacion, núm. 13, octubre-diciembre,
1994.

Silvia Cirett Sáenz de Sicilia, “La formación del historiador como docente”, en orena Llanes
Arenas (coord), Didáctica de la Historia en el siglo XXI, México, Palabra de Clío, 2012, p. 29

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