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Director General
¿Alguna vez has escuchado que hablar de una compañía es hablar de quien la dirige? Al finalizar el curso,
te recomiendo que vuelvas a plantearte esta pregunta y llegues a tu conclusión.
Hablar de habilidades directivas es tan importante en la actualidad que aún sigue siendo el punto de
enfoque de muchos que se ubican en la alta dirección y después del siglo pasado (década de los 90), esta
información y especialización se ha aprovechado muy bien por el resto de los niveles ejecutivos.
En muchas empresas del mundo y en la vida misma, nos enfrentamos a cambios de pensamiento, de
paradigmas, donde el deber, el querer, la preparación, la comunicación y los medios disponibles para
lograr objetivos, por mencionar algunos, van de la mano. Entonces, los directores ejecutivos son
responsables de supervisar las actividades de un departamento específico o incluso de toda una
organización. En algunas empresas, el término director ejecutivo y CEO (Chief Executive Officer) son
intercambiables en función del tamaño de la empresa y de su estructura organizativa.
El principal objetivo como director ejecutivo es garantizar que todos los objetivos del negocio se puedan
alcanzar. Otras responsabilidades incluyen: la dirección y control del flujo de trabajo general de la
organización, desde una perspectiva de alto nivel.
Los directores ejecutivos son muy importantes para la salud general de una empresa. Hoy en día, la visión
de un personaje tan importante como lo es un director empresarial, ha evolucionado más allá de la
responsabilidad o el peso que implica un compromiso tal, ahora se ve beneficiado por la serie de
multihabilidades que desarrollará al asumir dicho cargo.
Mientras que sus funciones principales consisten en la gestión de alto nivel, tales como la supervisión de
la actuación de otros directivos, se le puede pedir llevar a cabo otras tareas según sea necesario. No es
raro que un director ejecutivo deba reunirse directamente con los clientes (especialmente para grandes
contratos) ya que esto hace que el cliente se sienta importante y alivie cualquier preocupación que tengan
sobre el proceso.
→ Proporcionar capacitación y orientación a los restantes directivos y miembros según sea necesario.
Las sesiones de formación para los empleados de nivel inferior suelen realizarse por un asistente
de gerente o similares.
→ Delegar funciones. En la mayoría de las empresas, se le asignará al menos un asistente que se
encargará de la mayor parte de este trabajo. Su única responsabilidad en esta área es la de
comunicar claramente a su equipo y asistente (s) lo que hay que hacer y en qué espacio de tiempo.
Esto libera el horario para trabajar en asuntos urgentes.
El director general toma decisiones financieras importantes para la organización sobre una base diaria.
Según la forma como se haya dispuesto en el organigrama, esta figura se encargará de dirigir las relaciones
para cumplir con los objetivos de la empresa previamente dispuestos, por lo general junto con los
fundadores, dueños o un comité.
Cabe señalar que, la destreza de negocios ya no es suficiente para las organizaciones que esperan que un
director general tome más responsabilidades y represente al mismo tiempo a la empresa frente al público.
1.2. Características
Un buen directivo es una persona que reúne las características que le permiten realizar su trabajo de
forma adecuada y de acuerdo con los objetivos de la empresa. Para ser un buen directivo es necesario:
De acuerdo al texto Tecnología Humanista 9R de José María Gasalla, las nueve características que debe
cumplir un directivo de empresa, las cuales son:
1. Rebeldía 6. Ritmo
2. Reto 7. Resultados
3. Renovación 8. Ruptura
4. Riesgo 9. Reflexión
5. Rumbo
Aunque en realidad un buen directivo tiene unas características concretas, no son características generales
sino características que se deben adaptar a las necesidades de la empresa.
Pero un directivo no sólo debe tener características, competencias y habilidades, sino que también debe
trabajar de cara a los objetivos marcados, debe crear acciones que le ayuden a conseguir lo que se espera.
Un mejor directivo debe elegir con cuidado el campo de actividades y también ha de saber delegar, no ha
de tener miedo a despedir gente y ha de saber contratar a los mejores, debe crear un buen clima laboral
y un medio ambiente productivo en la empresa. Debe reunirse de los mejores y ser eficaz a la hora de
comunicar lo que quiere y favorecer la comunicación en la empresa, tanto a nivel interno como externo.
El directivo ha de definir cómo medir los logros de los empleados y qué se considera exitoso.
Con respecto a los colaboradores debe saber dirigirlos y motivarlos correctamente de cara a favorecer su
correcto desarrollo. Ha de saber dar órdenes y que estas sean cumplidas, órdenes que se entiendan para
que los colaboradores hagan lo que se espera de ellos.
Debe tener habilidades sociales que le permitan llegar a donde quiera, contar con un sentido de la empatía
y manejar correctamente el lenguaje corporal. Debe estar preparado, saber lo que quiere y trabajar en
función a eso.
Hay quien opta porque los directivos del futuro (actuales), sean capaces de conseguir una experiencia
internacional, en unas empresas que cada vez más miran de cara al exterior, un buen compromiso ético y
visión global del negocio. Estos dos puntos son también muy importantes, porque el mejor directivo será
capaz de tener una visión global del negocio capaz de llevarlo a lo más alto.
En contraste en un artículo del Universal, (Michael Page, Executive Search), que es la agencia experta en
la selección de personal para ocupar cargos de alta dirección, menciona las 6 características que debe
tener un directivo:
1. Formación: son buenos en sus funciones aquellos directivos que tienen experiencia internacional,
cuentan con referencias y están actualizados en materia de tecnología y sobre lo que sucede en
el rubro al que se dedican.
2. Compromiso: el directivo es quien predica con el ejemplo. Cada vez que haga algo, debe hacerlo
de manera valiente, ética, actuando imparcialmente, siendo eficaz y con autocrítica.
3. Poder de resolución: debe ser bueno a la hora de tomar decisiones, ser resolutivo y tener una
visión empresarial.
6. Adaptabilidad: en un mundo tan cambiante como el actual, es bueno quien es capaz de adaptarse
a los cambios, es flexible y sabe cómo actuar frente a la presión o la incertidumbre.
1.3. Funciones
El director de la empresa debe cuidar las relaciones externas, porque su crecimiento está en función de la
imagen que deja al público en calidad, precio y servicios especiales a la comunidad, tales como apoyo en
eventos, deporte, obras sociales, etc.
Una de las cosas que a menudo suelen decir los directores generales cuando se les cuestiona con respecto
a su quehacer cotidiano es que, para dirigir un negocio, cualquiera que este sea, lo que se necesita es una
preocupación de carácter global, amplia perspectiva y trabajar en equipo.
Dicha dinámica es muy enriquecedora porque forma parte en la construcción de los resultados y crean un
sentido de pertenencia, por lo cual hacen todo lo posible para lograrla.
La cercanía con los equipos de trabajo es lo que permite encontrar las soluciones a las distintas
problemáticas que se van presentando, la riqueza más grande es en definitiva cada miembro de la
empresa, todos tienen una labor fundamental y en cada oportunidad que se tenga hay que hacerles saber
lo importante que es su trabajo.
Una preocupación superior con visión de largo plazo y ocuparse por hacer algo al respecto, trabajar día a
día para que las cosas sucedan, motivar el potencial de cada persona y dirigirlo a favor de la meta a
alcanzar, permanecer en contacto directo con el equipo y con los clientes para solucionar los problemas a
tiempo, hacer partícipe a los miembros del equipo de la relevancia que cada uno tiene en la realización de
las metas, invertir previendo las necesidades de cada equipo, promover los cambios y la adaptabilidad a
ellos y la capacitación, son los pilares para dirigir una empresa de innovación.
Como vimos, las funciones que desempeña un director general, van encaminadas principalmente, a la
estrategia y la comunicación interna y externa.
Para poder influenciar de manera óptima en las operaciones, cuenta además con una habilidad, que puede
ser propia o desarrollada y que es de vital importancia para poder lograr las operaciones del liderazgo.
Una actitud de liderazgo puede surgir cuando se trabaja con un equipo de personas, atrayendo seguidores,
influenciando positivamente las actitudes y los comportamientos de estos, e incentivándolos para trabajar
por un objetivo común.
Etimológicamente, su raíz está en el vocablo inglés “leader”, que significa 'líder', y se compone con el sufijo
"azgo", que indica condición o estado. El liderazgo es lo que caracteriza, valga la redundancia a un líder.
Un líder, por su parte, es una persona que dirige o funda, crea o junta un grupo, gestiona, toma la iniciativa,
promueve, motiva, convoca, incentiva y evalúa a un grupo, ya sea en el contexto empresarial, militar,
industrial, político, educativo, etc., aunque básicamente puede aparecer en cualquier contexto de
interacción social.
Las habilidades de un líder implican carisma, paciencia, respeto, integridad, conocimiento, inteligencia,
disciplina y, sobre todo, capacidad de influir en los subordinados. Un líder también debe ser visionario y
tener una buena capacidad de comunicación para conseguir guiar al equipo.
Del mismo modo, el liderazgo puede entenderse a nivel de instituciones, organismos u organizaciones que
se encuentran en una situación de superioridad en relación con sus competidores.
Tipos de liderazgo
Los tres tipos o estilos clásicos de liderazgo que definen la relación entre el líder y sus seguidores son el
autocrático, el democrático y el liberal (o laissez-faire).
• Autocrático o autoritario: es aquel donde el líder impone sus ideas y decisiones sobre el grupo,
sin consultar, ni solicitar opinión alguna. Toma las decisiones solo y centraliza el poder. Define las
actividades y ordena que se cumplan. Esto implica una sensación de explotación por parte de los
empleados y trabajadores, lo cual ocasiona desagrado y un ambiente difícil. No obstante, es
indicado para el manejo de empleados con poca competencia cuya función es obedecer órdenes
Democrático: el líder anima y estimula la participación del grupo y dirige las tareas. Es un tipo de
liderazgo participativo, donde las decisiones se toman en conjunto después de la discusión o
debate. Se caracteriza por descentralizar la autoridad, con ello toma en consideración la opinión
de los empleados y entre todos llegan a un acuerdo. En ese ambiente, hay un mayor conocimiento
de las circunstancias que privan dentro de la empresa, pueden contribuir todos con aportaciones
e ideas y permite una mayor cohesión del grupo. Tiene como aspecto inconveniente la lentitud en
la toma de decisiones, ocasionada por la dificultad para integrar la diversidad de opiniones.
• Liberal: en el liderazgo laissez-faire, hay libertad y total confianza en el grupo. Las decisiones son
delegadas y la participación del líder es limitada. También identificado como indiferente, este
estilo no orienta y deja que sus subordinados enfrenten como puedan las distintas circunstancias,
con ello evitan el ejercicio del poder y dejan la determinación de las metas en manos del grupo de
trabajo. Se caracteriza además por su ausencia frente a los demás, de modo tal que su
participación es casi nula. Este tipo de dirección se puede dar en comunidades académicas, o de
tipo similar, en donde el grado de especialización de los integrantes es muy elevado y tienen claras
sus responsabilidades, por lo cual no se requiere de una constante orientación.
Dentro de una empresa, el flujo de la comunicación es muy importante, pues es indispensable que las
indicaciones y las órdenes sean precisas. Esto es, que el emisor sepa con nitidez qué es lo que pide u
ordena.
En una segunda instancia, el medio debe ser claro, no se deben transmitir documentos confusos, ni
exponer anuncios abstractos o imprecisos, ni utilizar un medio que distorsione la voz o la imagen. Los
vehículos de información deben funcionar adecuadamente y los contenidos de la información, órdenes,
escritos, boletines, revistas o periódicos murales, requieren ser sencillos y precisos para no prestarse a una
mala interpretación.
Finalmente, el receptor debe obtener, sin vacilación, un mensaje concreto y claro para responder en
consecuencia y actuar según lo indicado, lo cual constituye la respuesta al mensaje original. Con ello se
cierra el ciclo de la comunicación, cuando ha funcionado adecuadamente, de lo contrario se debe corregir
algún procedimiento, en cualquiera de las tres instancias.
Un buen liderazgo directivo puede proporcionarnos mecanismos suficientes para retener a los mejores
trabajadores, lo cual se traducirá en eficiencia y rendimiento óptimo de servicios. Sin embargo, es
incuestionable que la mayoría de las empresas o instituciones que conocemos no triunfan principalmente
por esta gestión de liderazgo, y que muchas de ellas poseen unos mecanismos de comunicación interna
bastante alejados de los ideales en cuanto al liderazgo directivo. Las perspectivas de futuro son
alentadoras, ya que al fin y al cabo las cosas bien hechas, se hacen notar.
Uno de los activos más importantes de las empresas lo constituyen las personas y en especial quienes las
dirigen. En su desempeño, la dirección se puede ejercer de diversas maneras, pero cada una de ellas es
apropiada para diferentes casos, de tal manera que el director habrá de escoger el modo de dirigir que
mejor le funcione, pues se trata de alcanzar los objetivos por medio de las personas que colaboran en la
empresa.
El papel del dirigente consiste en tres actividades simultáneas que deben captar los colaboradores: el
liderazgo, la comunicación y la motivación
El liderazgo consiste en la capacidad de convencer a los demás de buscar alcanzar con interés personal los
propósitos definidos para el conjunto. Se trata de ese don especial, firme y humano para inducir a las
personas a cumplir sus indicaciones.
Por su parte, la comunicación desempeña un papel importante en las empresas, pues es el medio por el
cual fluyen las ideas, los datos, las informaciones
y las órdenes. Implica tres instancias, a saber, un
transmisor (quien manda un mensaje), un medio
(el conducto por el cual se transmite) y un
receptor (quien recibe la información).
Un aspecto importante dentro de la empresa es el relativo a la motivación, que según Maslow se obtiene
a través de la satisfacción de las cinco necesidades principales del individuo que se clasifican según su
importancia de la siguiente manera:
Referencias
• Acosta, J. (2008) Dirigir. Liderar, motivar, comunicar, delegar, dirigir reuniones. España: ESIC
Editorial.
• Acosta, J. (2008) Gestión eficaz del tiempo y control del estrés. España: ESIC Editorial.
• Arana, l. et alt. (2008) Guía de creatividad en la empresa. Sevilla: Editorial IAT, Sevilla.
• Covey, S. (2003) Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Argentina: Editorial PAIDOS.
• Gavriloff, I. y Jarrosson, B. (2002): ¿Existe una hormiga de seis pisos? Claves de la creatividad.
Madrid: Editorial Grupo ANAYA.
• Heredia, F. (2012) La función del director general es impulsar el potencial de cada colaborador.
Consultado el 10 de junio de 2015 en: http://www.pymempresario.com/destacados/la-funcion-
del-director-general-es-impulsar-el-potencial-de-cada-colaborador