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SENTENCIA CONSTITUCIONAL 1114/2006-R

Sucre, 6 de noviembre de 2006

Expediente:2006-13321-27-RAC
Distrito: La Paz
Magistrado Relator: Dr. Walter Raña Arana

En revisión la Resolución 002/2006, de 1 de febrero, cursante de fs. 86 a 87 vta., pronunciada por


la Sala Social y Administrativa Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, dentro
del recurso de amparo constitucional interpuesto por Luz Evelyn Ríos de Reyes contra Betty B.
Yañiquez Lozano, Jueza Séptima de Instrucción en lo Penal; Armando Pinilla Butrón y Dora
Villarroel de Lira, Vocales de la Sala Penal Segunda de esa Corte Superior, alegando la vulneración
de los sus derechos a la igualdad, al acceso a la justicia, a la seguridad jurídica, a la petición y de la
garantía del debido proceso, consagrados en los arts. 6.I, 7 incs. a), h) y 16.IV de la Constitución
Política del Estado (CPE) y 8.I de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido del recurso

I.1.1. Hechos que motivan el recurso

Por memorial presentado el 24 de enero de 2006, cursante de fs. 60 a 63 vta., así como por el
memorial de subsanación presentado el 27 de enero de 2006, cursante a fs. 68 y vta., la recurrente
manifiesta que el 20 de julio de 2004, fue víctima del delito de robo agravado cometido por dos
mujeres que aprovechando su ausencia y la de su familia, con engaños ingresaron a su domicilio y
sometiendo a su empleada, se llevaron consigo varios objetos de valor, habiendo sido
aprehendidas al momento de huir con los objetos robados, por lo que el mismo día presentó
denuncia verbal ante el Ministerio Público, asignándose el caso al fiscal Waldo López Paiva, quien
mediante Resolución de 21 de julio del indicado año, imputó formalmente a las detenidas por los
delitos de robo agravado y solicitó al Juez Cuarto de Instrucción la audiencia de medidas
cautelares en la cual se dispuso su detención preventiva.

En la audiencia de cesación de la detención preventiva se dispuso la libertad provisional de las


imputadas, habiendo demostrado el Fiscal asignado al caso una marcada parcialidad con las
imputadas, pues no cumplió con la investigación del hecho denunciado, limitándose a realizar sólo
una irregular inspección ocular y reconstrucción de los hechos en la que no participaron todos los
actores, situación que dio lugar a que tenga que apersonarse en reiteradas oportunidades ante la
Fiscalía para dar el impulso necesario al proceso y que solicitó control jurisdiccional al Juez
cautelar, sin embargo el Fiscal no cumplió con la investigación correspondiente por lo que el caso
fue encomendado a la fiscal Nilda Aguado, quien tampoco cumplió con esa responsabilidad con el
argumento de que no le fue entregado el cuaderno de investigación, dejando transcurrir el tiempo
sin realizar la investigación del hecho denunciado, hasta que el Juez Primero de Instrucción
cautelar, en suplencia del Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal, por Auto Interlocutorio de 24 de
enero de 2005 conminó al Fiscal de Distrito para que dentro del plazo de cinco días se presente el
requerimiento conclusivo; empero el Ministerio Público concluido el plazo, no presentó dicho
requerimiento, dando lugar a que el 3 de febrero de 2005, la misma fecha en la que fue notificada
con la conminatoria, la Jueza Séptima de Instrucción en lo Penal, ahora recurrida, por Auto
Interlocutorio 01/2005 declare extinguida la acción, omitiendo su notificación previa en su
condición de víctima del hecho investigado, en contravención a lo dispuesto por el art. 11 del
Código de Procedimiento Penal (CPP); situación que le impidió presentar su acusación particular
antes de dictada dicha Resolución. No obstante, presentó su acusación el 10 de febrero de 2005,
aunque no pudo tener acceso al cuaderno de investigación que se encontraba en poder del fiscal
Waldo López Paiva, dándole a conocer la Resolución de extinción recién el 12 de marzo de 2005.

Apelado el referido Auto de extinción de la acción penal, el 1 de agosto de 2005, los Vocales de la
Sala Penal Segunda, ahora recurridos, por Resolución 190/2005 declararon improcedente el
recurso de apelación incidental, sin un fundamento claro, vulnerando el art. 15 de la Ley de
Organización Judicial (LOJ) que obliga a los tribunales de alzada a revisar los procesos de oficio a
tiempo de conocer una causa, pues no se percataron de que fue notificada con la conminatoria el
mismo día en que se resolvió la extinción de la acción, negándole el derecho de acceso a la justicia
al no haber revisado las actuaciones irregulares de la Jueza hoy recurrida, ni haber dispuesto que
se aplique correctamente los arts. 11, 134 y 342 del CPP. Con los antecedentes expuestos, dentro
del plazo de la inmediatez y al no tener otro medio para hacer valer sus derechos conculcados,
solicita la tutela constitucional a través del presente recurso.

I.1.2. Derechos y garantía supuestamente vulnerados

La recurrente señala que se vulneraron sus derechos a la igualdad, a la seguridad jurídica, al


acceso a la justicia, a la petición y a la garantía del debido proceso, previstos en los arts. 6.I, 7 incs.
a), h), 16.IV de la CPE y 8.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

I.1.3. Autoridades recurridas y petitorio

Interpone recurso de amparo constitucional contra Betty B. Yañiquez Lozano, Jueza Séptima de
Instrucción en lo Penal; Armando Pinilla Butrón y Dora Villarroel de Lira, Vocales de la Sala Penal
Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, solicitando se declare procedente y en
consecuencia se disponga la nulidad de la Resolución de extinción de la acción penal 1/2005, de 3
de febrero, así como del Auto de Vista 190/2005, de 1 de agosto. Asimismo, se determine que el
Juez cautelar notifique nuevamente con la conminatoria al Fiscal de Distrito y le dé la oportunidad
de presentar su acusación particular en cumplimiento del art. 11 del CPP.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de amparo constitucional

En la audiencia efectuada el 1 de febrero de 2006, cursante de fs. 84 a 85 vta., con la presencia de


la recurrente y del Vocal recurrido Armando Pinilla Butrón, en ausencia de la Vocal, Dora Villarroel
de Lira y de la Jueza correcurrida Betty B. Yañiquez Lozano, así como del representante del
Ministerio Público, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación del recurso

La recurrente a través de su abogado, ratificó in extenso los argumentos del recurso.

I.2.2. Informe de las autoridades recurridas

El Vocal recurrido, Armando Pinilla Butrón señaló en audiencia que: 1) el 14 de mayo de 2005 la
recurrente interpuso recurso de apelación incidental, impugnando la Resolución “1/2003” (sic)
que dispuso la extinción de la acción penal en la etapa preparatoria; 2) el delito denunciado por
robo agravado es de acción pública que se tramita de acuerdo a la secuencia procesal prevista
para estos delitos, lo que implica que la acusación particular debe presentarse de acuerdo con el
art. 340 del CPP, es decir después del acto conclusivo de acusación por parte del Ministerio
Público, consiguientemente el Tribunal debe conceder diez días a los imputados y este aspecto no
fue observado por la recurrente, pues el recurso de alzada citó de manera impertinente el art. 134
del CPP; 3) el fallo emitido en apelación confirmó el Auto apelado, pues al no haber acusación de
los delitos de acción penal pública, tampoco existe la posibilidad para que el querellante pueda
actuar conforme al art. 340 del CPP; 4) el art. 134 de manera taxativa establece que se debe
extinguir la acción penal y no contiene la pretensión de la querellante en sentido de que deba ser
notificada; 5) el Juez cautelar sólo controla las actuaciones procesales de las partes y vela porque
se cumplan estrictamente los plazos procesales, por lo que la Sala Penal Segunda pronunció la
Resolución 190 de 1 de agosto de 2005, observando estrictamente la norma que subyace en el art.
398 del CPP; 6) la Sala Penal no ha vulnerado el acceso a la justicia porque se analizó el memorial
de apelación, tampoco incurrió en vulneración ni omisión alguna, por lo que corresponde que se
declare improcedente el recurso.

La Jueza correcurrida, Betty B. Yañiquez Lozano, a través del informe escrito cursante a fs. 83,
señaló que: a) el 26 de enero de 2005 se notificó al Fiscal de Distrito con el Auto de conminatoria
de 24 de enero del mismo año, dictado por el juez Carlos Guerrero, en suplencia legal del Juez
Cuarto de Instrucción en lo Penal, a fin de que cumpla con lo previsto por el art. 134 del CPP, sin
embargo no presentó el requerimiento conclusivo dentro de los cinco días; b) el 3 de febrero de
2005, se notificó a la querellante con el Auto de conminatoria, de conformidad a los arts. 11 y 134
del CPP, la misma que presentó su acusación particular el 10 de febrero de 2005, fuera del término
de los cinco días previstos por ley; c) el Auto de extinción de la acción penal data del 3 de febrero
de 2005, sin embargo, la misma no fue notificada de inmediato tal como se evidencia de las
diligencias de notificación, por lo que no se le causó indefensión ya que la querellante tenía
conocimiento de la conminatoria así como del término para presentar su acusación particular; d)
la querellante interpuso recurso de apelación incidental contra el Auto de extinción, dándosele el
trámite correspondiente, el Tribunal de alzada declaró improcedente la apelación.

1.2.3. Resolución

La Resolución 002/2006, de 1 de febrero, cursante de fs. 86 a 87 vta., pronunciada por la Sala


Social y Administrativa Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, concedió el
recurso y dispuso la nulidad de la Resolución 190/2005, de 1 de agosto, determinando que la Sala
Penal Segunda dicte nuevo fallo observando los fundamentos de la Resolución de amparo,
imponiendo una multa de Bs.200.- (doscientos bolivianos) a la Jueza recurrida por su inasistencia
injustificada a la audiencia de amparo. Fundó su Resolución en los siguientes argumentos: a) la
Jueza Séptima de Instrucción en lo Penal, no observó lo dispuesto en el art. 11 del CPP, toda vez
que la conminatoria al Fiscal de Distrito fue de conocimiento de la querellante a hrs. 17:50 del 3 de
febrero de 2005, con lo que se le privó de sus derechos a ser oída y a impugnar antes de que se
hubiese dictado la Resolución de la extinción de la acción penal, privación que atenta el debido
proceso a que se refiere el art. 16 de la CPE; b) los órganos jurisdiccionales que conozcan un
proceso, deben observar los principios, derechos y normas que la garantía del debido proceso
resguarda, infiriéndose que ante la vulneración de los mismos, se conculca el art. 16.IV de la CPE;
c) la Sala Penal Segunda de esa Corte Superior, ahora recurrida, al pronunciar la Resolución
190/2005, de 1 de agosto, no observó lo dispuesto por el art. 124 del CPP, toda vez que dicha
Resolución no se encuentra debidamente fundamentada y al no haber resuelto conforme al art. 11
del CPP y limitarse a señalar que la acusación particular fue presentada en forma posterior a la
extinción de la acción penal, vulneró la garantía del debido proceso.

II. CONCLUSIONES

Del análisis de antecedentes y pruebas aportadas, se establecen las conclusiones siguientes:

II.1. El 25 de septiembre de 2004, la hoy recurrente, solicitó al Juez Cuarto de Instrucción en lo


Penal, control jurisdiccional dentro de la fase preparatoria de investigación sobre el delito de robo
agravado y otros, iniciado contra Wanda Silva y Gabriela Barrientos, pidiendo que el fiscal Waldo
López Paiva informe sobre el avance de la investigación y otros aspectos relacionados a la misma
(fs. 5 y vta.).

II.2. Mediante memorial presentado el 14 de enero de 2005, la recurrente solicitó al Juez cautelar
que emita conminatoria al Fiscal de Distrito para la presentación del requerimiento acusatorio
dentro del plazo de cinco días; conminatoria que fue emitida por el Juez Primero de Instrucción, en
suplencia legal, a través del Auto Interlocutorio de 24 de enero de 2005 y remitido al Fiscal de
Distrito el 26 de enero, notificándose a la recurrente, el 3 de febrero del mismo año (fs. 7 a 10).

II.3.Por memoriales presentados el 2 de febrero de 2005, las imputadas Verónica Wanda Silva
Valdivia y Gabriela Barrientos Vega, solicitaron al Juez cautelar la extinción de la acción penal;
petición que fue resuelta a través del Auto Interlocutorio 01/2005, de 3 de febrero, dictado en
suplencia legal por la Jueza Séptima de Instrucción en lo Penal, ahora recurrida, quien dispuso la
extinción de la acción penal en la etapa preparatoria a favor de las imputadas, Resolución con la
que se notificó a la querellante el 12 de marzo de 2005 (fs. 12 a 15).

II.4.Mediante memorial presentado el 10 de febrero de 2005 la recurrente presentó acusación


particular contra las imputadas, el que fue decretado por la Jueza correcurrida en sentido de estar
a lo resuelto (fs. 25 a 28).
II.5.A través del memorial presentado el 14 de marzo de 2005 la hoy recurrente, interpuso
apelación incidental contra el Auto Interlocutorio de extinción de la acción penal, reclamando
entre otros puntos, que no se le notificó con el Auto de conminatoria al Fiscal de Distrito para la
presentación del requerimiento conclusivo con carácter previo a la extinción de la acción penal (fs.
30 a 33).

II.6.Por Resolución 190/2005, de 1 de agosto, la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del
Distrito Judicial de La Paz, ahora correcurrida, declaró improcedente el recurso de apelación
incidental interpuesto, con los siguientes fundamentos: 1) Las apelantes reconocen que el
Ministerio Público no presentó la acusación dentro del plazo previsto en el art. 134 del CPP, siendo
impertinente la cita del tercer párrafo del citado articulo; 2) la acusación particular fue presentada
después de dictado el Auto de extinción de la acción penal; 3) las referencias efectuadas sobre el
Auto de conminatoria no condicen con el punto recurrido (fs. 58 a 59).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

La recurrente denuncia que dentro de la etapa investigativa instaurada contra Wanda Silva
Valdivia y Gabriela Barrientos Vega por el delito de robo agravado, del que fue víctima, se
conculcaron sus derechos a la igualdad, al acceso a la justicia, a la seguridad jurídica, a la petición y
la garantía del debido proceso, por cuanto: a) la Jueza Séptima de Instrucción en lo Penal, hoy
recurrida, actuando en suplencia legal, en la misma fecha en la que se le notificó con la
conminatoria al Fiscal de Distrito para que presente el requerimiento conclusivo, dictó el Auto
Interlocutorio 01/2005, de 3 de febrero, declarando la extinción de la acción penal, omitiendo su
notificación previa como víctima del hecho investigado, en contravención de lo dispuesto por el
art. 11 del CPP; b) los Vocales de la Sala Penal Segunda, ahora recurridos, por Resolución
190/2005, de 1 de agosto, declararon improcedente la apelación incidental, sin un fundamento
claro, sin percatarse que su notificación con la conminatoria, fue practicada el mismo día en que se
resolvió la extinción de la acción. Corresponde, en revisión, analizar por ende si tales
aseveraciones son ciertas, y si dan lugar o no a brindar la tutela que otorga el art. 19 de la CPE.

III.1.Antes de ingresar al análisis de la problemática planteada en el presente recurso y a efectos


de dilucidar adecuadamente la problemática planteada, es preciso recordar que este Tribunal, con
relación a la extinción de la acción penal en la etapa preparatoria, a través de la SC 0467/2004-R,
de 31 de marzo, ha establecido que: “a) corresponde a los jueces cautelares declarar la extinción
de la acción penal cuando, vencido el plazo de los seis meses, no se formula o emite el respectivo
requerimiento conclusivo en una de las formas previstas por el art. 323 del CPP; b) el plazo de los
seis meses se computa a partir de la notificación con la imputación formal; y c) la extinción no se
opera de hecho al vencimiento del plazo referido sino de derecho, es decir, el Juez, previo análisis
de los antecedentes y luego de haberse cumplido las formalidades legales previstas en el párrafo
tercero de la norma mencionada, debe emitir la Resolución correspondiente. A lo referido cabe
añadir que el Juez cautelar, antes de emitir tal Resolución, en base a los principios de garantía de
la víctima e igualdad procesal consagrados en las normas previstas por los arts. 11 y 12 del CPP,
necesariamente debe hacer conocer a la víctima el respectivo Auto por el que conmina al Fiscal de
Distrito para que se presente la acusación formal o el requerimiento conclusivo, ello tiene su
fundamento en el hecho de que la víctima pueda ejercer sus derechos, exigiendo al Ministerio
Público el cumplimiento de las obligaciones procesales extrañadas o, en su caso, solicitar al juez la
prosecución del proceso sobre la base de su actuación como querellante, conforme lo previsto por
el tercer párrafo del art. 134 del CPP”. (Las negrillas con propias).

Este criterio fue precisado en la SC 1173/2004-R, de 26 de julio, al señalar que: “(...) no es posible
declarar la extinción de la acción penal por el mero transcurso del tiempo, sino que es necesaria
una Resolución de la autoridad jurisdiccional, expresa y fundamentada, que declare su extinción,
cuando el fiscal no cumple dentro del plazo previsto por ley con la conminatoria efectuada por el
Juez cautelar.

De lo señalado se extrae que el Juez cautelar debe ejercer el control de la investigación previsto en
el art. 54.1 del CPP, vigilando que durante la sustanciación de la etapa preparatoria se cumplan los
plazos establecidos por la norma procesal respecto a las distintas actuaciones y diligencias que se
desarrollen por los órganos encargados de la investigación y, en tal sentido, deberá adoptar las
decisiones que la propia ley señala en caso de incumplimiento de los plazos.

Un entendimiento contrario, es decir, permitir que las resoluciones de los fiscales sean
presentadas fuera del plazo que el Código de Procedimiento Penal establece, es arbitrario, ya que
no tiene un sustento coherente ni en la Constitución Política del Estado ni en el Código de
Procedimiento Penal, por lo mismo no sólo vulneraría el derecho a la seguridad jurídica, sino
también el principio de legalidad procesal, y desvirtuaría los fines del sistema procesal penal, pues
estaríamos ante un modelo procesal que sólo perseguiría la aplicación efectiva de la coerción
penal, en desmedro de los derechos y garantías de los imputados.

En ese orden, si el Ministerio Público no presenta uno de los requerimientos conclusivos previstos
por el art. 323 del CPP, es decir: acusación, solicitud de aplicación de una salida alternativa o de un
requerimiento de sobreseimiento, el Juez está obligado a declarar la extinción de la acción penal,
independientemente de que exista o no solicitud de la parte imputada; sin embargo, debe
precisarse que en virtud al derecho a la tutela judicial efectiva y a los derechos que le asisten a la
víctima, el Juez, antes de emitir la resolución correspondiente, deberá notificar a la víctima a
efecto de que sea escuchada y, en su caso, impugne la determinación a tomarse, conforme a lo
dispuesto en el art. 11 del CPP que establece que: ´la víctima podrá intervenir en el proceso penal
conforme a lo establecido en este Código, tendrá derecho a ser escuchada antes de cada decisión
que implique la extinción o suspensión de la acción penal y, en su caso, a impugnarla'; norma que
guarda coherencia con el art. 134 del CPP antes aludido, que en el segundo párrafo establece un
resguardo a favor de la víctima, referido a que el proceso pueda continuar sobre la base de la
actuación del querellante.

Ahora bien, para hacer operativo el derecho de la víctima, el Juez debe comunicar a la víctima la
falta de presentación del requerimiento conclusivo, por parte del fiscal y, al mismo tiempo, la
facultad que le asiste de presentar su acusación particular, otorgándole para al efecto, por
analogía y aplicando el principio de igualdad procesal, el mismo plazo concedido al Fiscal en el art.
134 del CPP, es decir, cinco días, bajo conminatoria de declararse extinguida la acción penal.

En ese entendido, la víctima podrá expresar su decisión de no continuar con el proceso ya sea en
forma explícita (presentando algún memorial ante el Juez), o implícita (dejando transcurrir el plazo
otorgado), supuestos en los que la autoridad judicial deberá declarar la extinción de la acción
penal. Si por el contrario, la víctima presenta su acusación particular, el Juez debe remitir lo
actuado ante el Tribunal de Sentencia, para que el juicio se abra sobre la base de la acusación del
querellante.

Este entendimiento es coherente con el art. 342 del CPP, que establece que 'El juicio se podrá
abrir sobre la base de la acusación del fiscal o la del querellante, indistintamente' así como con lo
señalado en el tercer párrafo de ese precepto, que expresa que el juicio no podrá abrirse 'si no
existe, al menos una acusación'; normas que permiten que el juicio por delitos de acción pública
sea abierto por el querellante, a través de la acusación particular”. (Las negrillas son propias).

De la jurisprudencia glosada, se concluye que durante la sustanciación de la etapa preparatoria, la


facultad de control de la investigación, de los plazos previstos por Ley para su desarrollo y la
adopción de decisiones vinculadas a la referida etapa procesal, le corresponde al juez de
instrucción. En ese contexto, ante el eventual incumplimiento de parte del Ministerio Público del
plazo previsto de seis meses para la presentación de requerimiento conclusivo, corresponde que
el Juez cautelar conmine al Fiscal de Distrito para su presentación en el plazo de cinco días, bajo
conminatoria de declararse extinguida la acción; si el Ministerio Público no presenta la acusación
dentro del término establecido en la conminatoria dispuesta; corresponde que la autoridad
judicial en ejercicio del control jurisdiccional de la etapa preparatoria notifique y escuche a la
víctima, con carácter previo a emitir la resolución de prescripción de la acción, de tal forma que la
víctima en uso de la facultad que le asiste, pueda presentar su acusación particular dentro de los
cinco días concedidos al Fiscal en el art. 134 del CPP.
III.2. De la revisión de los actuados y prueba presentada en el presente recurso, se tiene que el
Juez Primero de Instrucción en lo Penal, en suplencia legal del Juez Cuarto, dictó el Auto
Interlocutorio de 24 de enero de 2005, notificado al Fiscal de Distrito el 26 de enero del indicado
año, conminándole a la presentación del requerimiento conclusivo, empero a la recurrente recién
se la notificó el 3 de febrero del mismo año, fecha en la que la Jueza correcurrida pronunció el
Auto Interlocutorio 01/2005, de 3 de febrero, por el que dispuso la extinción de la acción penal en
la etapa preparatoria a favor de las imputadas. Asimismo, determinó la notificación de la Fiscal
asignada al caso, con el objeto de que notifique a la víctima de conformidad a lo establecido en el
art. 108.6 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (LOMP), a los efectos del art. 403 del CPP,
motivando que la recurrente apele el Auto de extinción de la acción, declarado improcedente por
los Vocales correcurridos con el argumento de que la acusación particular fue presentada después
de la emisión del Auto Interlocutorio en contravención a lo dispuesto por el art. 340 del CPP.

De las actuaciones procesales referidas, se colige que el Auto de extinción de la acción, fue emitido
la misma fecha en que se notificó a la querellante con la conminatoria al Fiscal del Distrito para la
presentación del requerimiento conclusivo, es decir, sin que previamente se hubiera dispuesto la
notificación a la víctima, quien debió ser escuchada y en su caso, impugnar la determinación a
tomarse, conforme dispone el art. 11 del CPP, concordante con el tercer párrafo del art. 134 del
CPP, situación que permite concluir que la Jueza correcurrida al no haber actuado de acuerdo con
lo prescrito por el procedimiento establecido para determinar dicha extinción, incurrió en un acto
ilegal que vulnera el derecho de la recurrente, al debido proceso entendido por la SC 1748/2003-R,
de 1 de diciembre como: “… el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo en el que
sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos
aquellos que se hallen en una situación similar (...)”; haciendo viable la tutela solicitada.

III.3.Respecto a la actuación de los Vocales correcurridos, se evidencia que a tiempo de resolver la


apelación incidental interpuesta por la recurrente y dictar la Resolución 190/2005, de 1 de agosto,
declarando improcedente el recurso de alzada, corresponde señalar que al no haber observado ni
reparado en la actuación ilegal de la Jueza recurrida quien sin disponer la notificación de la víctima
a efecto de que sea escuchada y en su caso, pueda impugnar la determinación a ser adoptada,
declaró extinguida la acción en contra a lo dispuesto en el art. 11 del CPP concordante con el
apartado tercero del art. 134 del CPP; incurrieron en omisión indebida, que amerita la tutela
prevista por el art. 19 de la CPE.

Por lo expuesto, el Tribunal de amparo al haber concedido el recurso, ha valorado correctamente


los hechos y aplicado adecuadamente los alcances del art. 19 de la CPE.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción y competencia que ejerce por mandato de


los arts. 19.IV y 120.7ª de la CPE; arts. 7 inc. 8) y 102.V de la LTC, en revisión resuelve APROBAR la
Resolución 002/2006, de 1 de febrero, cursante de fs. 86 a 87 vta., pronunciada por la Sala Social y
Administrativa Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


No interviene la Presidenta, Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas, por no haber conocido el asunto,
tampoco firma la Decana, Dra. Martha Rojas Álvarez por estar de viaje en misión oficial.

Fdo. Dr. Artemio Arias Romano


Magistrado

Fdo. Dra. Silvia Salame Farjat


Magistrada

Fdo. Dr. Walter Raña Arana


MAGISTRADO

FUENTE: TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

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