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SENTENCIA CONSTITUCIONAL 1813/2003-R

Sucre, 5 de diciembre de 2003

Expediente: 2003-07590-15-RAC
Distrito: La Paz
Magistrada Relatora: Dra. Martha Rojas Álvarez
En revisión la Resolución 462/2003 de 3 de octubre de 2003, cursante de fs. 57 a 58, pronunciada
por la Sala Civil Tercera, de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, dentro del recurso de
amparo constitucional interpuesto por Carmen Lema de Mollinedo por si y en representación de
su hijo Richard Mollinedo Lema, contra Dora Villarroel de Lira y Armando Pinilla Butrón, Vocales de
la Sala Penal Segunda, alegando la vulneración de sus derechos a la defensa, de petición, y
derechos de la víctima, consagrado en los art. 16. II), 7. h) de la Constitución política del estado
(CPE) y 79 del Código de procedimiento penal (CPP).

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1Contenido del recurso

Por memorial presentado el 29 de septiembre de 2003, cursante a fs. 40 a 41 de obrados, la


recurrente por si y su representado asevera lo siguiente:

I.1.1Hechos que motivan el recurso

Que, el día 5 de septiembre de 2003, en horas de la mañana José Antonio Beltrán, Pamela
Terceros y Wesley López Vidal, hirieron a su hijo con un arma de fuego de dotación oficial, ya que
el primero de los nombrados es oficial de la policía, a cuya consecuencia, como madre y víctima
presentó querella en contra de los tres y, durante la audiencia de medidas cautelares, en la que se
le permitió el uso de la palabra, se determinó la detención preventiva de los imputados, que al ser
recurrida fueron designados los de la Sala Penal Segunda quienes señalaron audiencia con la que
fue notificada; en dicha audiencia después que los tres abogados de los imputados hicieran uso de
la palabra en forma indiscriminada y prohibir el ingreso de la prensa a la sala de audiencia, cuando
trató de fundamentar su verdad y defender los derechos que el Código de procedimiento penal y
la Constitución Política del Estado le otorgan como víctima, le negaron el mismo argumentando
que no había formalizado querella, pese a que ese extremo lo demostró con prueba idónea, con lo
que se vulneró su derecho a ser escuchada, no se le permitió fundamentar su petitorio de
detención preventiva, así como el derecho de representar a su hijo por la incapacidad en la que se
encuentra.

I.1.2 Derechos y garantías supuestamente vulnerados

Derechos a la defensa, a la petición, y los derechos de la víctima, consagrado en los arts. 16. II, 7. h
CPE y 79 CPP.

I.1.3 Autoridades recurridas y petitorio

Interpone recurso de amparo constitucional contra Dora Villarroel de Lira y Armando Pinilla
Butrón, Vocales de la Sala Penal Segunda, pidiendo la nulidad de la audiencia de 18 de septiembre
de 2003, en consecuencia la nulidad de la resolución emitida en esa audiencia.
I.2Audiencia y Resolución del Tribunal de amparo constitucional

En la audiencia realizada el 3 de octubre de 2003, en ausencia del Ministerio Público, según consta
en el acta de fs. 48 a 56 ocurrió lo siguiente:

I.2.1 Ratificación y ampliación del recurso

La recurrente ratificó el recurso y añadió que: 1) no solamente realizaron un disparo, sino varios y
recorren la plaza Avaroa y vuelven a disparar, hasta vaciar la cacerina de trece proyectiles uno de
los cuales impactó en el hijo de la recurrente destrozándole el intestino grueso, lo que los llevó a
constituirse en parte querellante ante el Ministerio Público en contra de los imputados, el mismo
día en que su hijo sufrió la herida, 2) en la audiencia de medidas cautelares se permitió su
participación no solamente como padres de la víctima, sino también como querellantes y,
enterados de los pormenores del hecho, hicieron conocer en ella que modificarían la querella, acta
que no tuvo ninguna validez ante el Tribunal recurrido, presumiendo que el Juez Instructor otorgó
esa calidad a quién no correspondía, 3) en la audiencia de apelación incidental sobre la detención
preventiva ordenada por el Juez Instructor, con sorpresa recibieron la determinación de que no
eran parte querellante, toda vez que en el cuadernillo de investigaciones no constaba ella, pese a
que en ese momento se presentó la copia con el sello de la fiscalía, le indicaron que no constaba
que el Ministerio Público había admitido la querella, con lo que se negó el uso de la palabra y, en
esas condiciones los imputados obtuvieron su liberad, 4) la determinación de conceder la libertad
se otorgó en vulneración al derecho a la defensa consagrado por el art. 16 CPE, el principio de
igualdad entre las partes previsto en el art. 12 CPP, en trasgresión de los art. 76, 78 y 79 CPP que
otorga a los padres la representación, porque en ese momento la víctima se encontraba postrada
en cama, con lo que se vició la actuación de conformidad al art. 169. 3 CPP, 5) las resoluciones
deben ser fundamentadas y ello no puede ocurrir con la versión de una sola de las partes, ya que a
la querellante no se le escuchó ni en la vía informativa, por lo que tiene que realizarse
nuevamente con la participación efectiva de los querellantes, aunque el resultado sea el mismo.

I.2.2Informe de las autoridades recurridas

El recurrido Armando Pinilla Butrón informó que 1) la recurrente no se encontraba en sala el día
de la audiencia, 2) las medidas cautelares no causan estado, y pueden ser modificadas aún de
oficio, 3) no se ha vulnerado el art. 16 CPE porque el derecho en él consagrado es exclusivamente
para el imputado y, si el querellante tiene derecho, es para construir la culpabilidad, 4) no es
evidente que la víctima, el día de la audiencia estuviera aún en el hospital, porque ese día fue dado
de alta, 5) no se le concedió la palabra a los recurrentes porque no se había acreditado su calidad
de querellantes, pero también porque no la solicitó, 6) no es posible otorgar el pedido de nulidad y
la realización de una nueva audiencia, porque de acuerdo a procedimiento no es viable, solo en la
vía ordinaria se puede pedir la consideración de medidas cautelares y, que el Auto que determina
alguna medida es apelable, otra cosa es que el Auto de vista que resuelve esa apelación no tenga
recurso ulterior, 7) toda vez que la parte recurrente puede pedir nueva audiencia, por el carácter
subsidiario del amparo constitucional, no puede ser aplicado a esta situación.

La co-recurrida Dora Villarroel de Lira indicó que 1) la audiencia se realizó en apego estricto a la
ley, tratándose de un delito de acción pública el titular de la acción es el Ministerio Público,
pudiendo la parte querellante ejercer su derecho siempre y cuando haya formalizado su querella y
ésta puesta en conocimiento de la parte imputada para que pueda ser objetada o rechazada, 2) el
art. 11 CPP establece que la víctima intervendrá en toda audiencia en que se trate la extinción de
la acción, y en la de aplicación de medidas cautelares no se está tratando este aspecto, 3) la
víctima es mayor de edad, y no acreditó su impedimento para asistir a la audiencia.

1.2.3Resolución

La Resolución 462/2003 de 3 de octubre (fs. 57 a 58), en ausencia del Ministerio Público, declaró
improcedente el recurso, sin costas, con los siguientes argumentos: 1) que la causa penal en
contra de José Antonio Beltrán Villegas y otros, por el delito de tentativa de asesinato, se
encuentra en conocimiento del Juez de Instrucción quien decretó cúmplase con el Auto de vista,
disponiendo la notificación de los imputados, 2) que el recurso se fundamenta el en Auto
172/2003 que revoca en parte la resolución cuestionada y dispone la cesación de la detención
preventiva de José Antonio Beltrán Villegas y Pamela Terceros Elías, disponiendo se apliquen
medidas sustitutivas, 3) que se destaca en la parte considerativa que la parte querellante no
interviene porque no se encuentra legitimada, toda vez que en el cuaderno de investigaciones no
consta formalización de querella, 4) que el art. 250 CPP dispone que el Auto que impone medidas
cautelares o la rechace es revocable o modificable aún de oficio, por lo que la parte recurrente
está en pleno derecho de pedir una nueva audiencia, cumpliendo con las formalidades dispuestas
en el art. 78 y siguientes CPP, 5) que no se ha vulnerado el art. 16 CPP, por el contrario, se dio
correcta aplicación al mismo.

II. CONCLUSIONES

De la revisión del expediente y de las pruebas aportadas se concluye lo siguiente:

II.1El 5 de septiembre de 2003, se elabora el informe de acción directa por Guillermo Antonio
Pérez Quispe (fs. 45), posteriormente se realizó la recolección de indicios materiales (fs. 46 y 47),
en la misma fecha Carmen Lema de Mollinedo formaliza querella en contra de José Antonio
Beltrán Villegas, Pamela Soledad Terceros y Wesley López Vidal, por el delito de tentativa de
homicidio en la persona de su hijo Richard Mollinedo Lema, presentado en fiscalía el mismo día
(fs. 4).

II.2El 6 de septiembre de 2003, Felix Peralta Peralta, Fiscal de Materia, presenta imputación formal
en contra de José Antonio Beltrán Villegas, Pamela Terceros Elías y Wesley López Vidal por los
delitos de tentativa de asesinato, instigación al asesinato y complicidad en tentativa de asesinato
respectivamente, solicitando la detención preventiva de los imputados (fs. 9 a 10), y Carmen Lema
de Mollinedo, ante el Juez de Instrucción Primero en lo Penal, realiza similar petición (fs. 5), en la
misma fecha se realiza la audiencia de consideración de medidas cautelares en la que intervienen
el representante del Ministerio Público, la querellante representada por sus abogados y los
imputados representados por sus abogados (fs. 14 a 23) a cuya conclusión por resolución 284/03,
el Juez de Instrucción en lo Penal, determina la detención preventiva de los imputados (fs. 24 a 26)
para inmediatamente ser recurrida de apelación en forma oral, emitiéndose los mandamientos de
detención preventiva (fs. 27 a 29).

II.3El 9 de septiembre de 2003, ante la Sala Penal de Turno son remitidas copias legalizadas y
simples en grado de apelación (fs. 30), que radicó ante la Sala Penal Segunda, donde el 16 de
septiembre señala audiencia para dos días después, ordenándose la notificación de las partes (fs.
31), con la que son notificados los imputados así como la hoy recurrente y la víctima (fs. 32),
habiendo por resolución 172/03, la Sala Penal Segunda determinado revocar en parte la resolución
apelada, ordenando la cesación de la detención preventiva a favor de José Antonio Beltrán Villegas
y Pamela Terceros Elías, manteniendo la detención preventiva en contra de Wesley López Vidal (fs.
33 a 34), resolución en la que consta: “Que la parte querellante se encuentra en Sala de audiencia,
empero no se halla legitimada toda vez que en el cuaderno de actuados procesales no consta la
formalización de la querella, razón por la que no interviene en la audiencia”, devuelto el 22 de
septiembre, por decreto de la fecha el Juez Instructor Primero en lo Penal ordena se dé
cumplimiento al Auto 172/03, y se notifique a los imputados para que en el plazo de setenta y dos
horas cumplan con las medidas sustitutivas impuestas (fs. 36 y vta.), emitiéndose mandamientos
de arraigo en contra de Pamela Soledad Terceros Elías y José Antonio Beltrán Villegas (fs. 38 y 39).

III.FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

Refiere la recurrente que ante la agresión con arma de fuego a su hijo por parte de los imputados,
presentó querella ante el Fiscal asignado al caso y participó en la audiencia de aplicación de
medidas cautelares ante el Juez de Instrucción Primero en lo Penal, donde se determinó la
detención preventiva de los mismos, sin embargo apelada dicha resolución los Vocales de la Sala
Penal Segunda, en la audiencia fijada para el efecto, negándole participación determinaron la
cesación de la detención preventiva de dos de los co-imputados, resolución que no se halla
debidamente fundamentada porque a la querellante no se la escuchó ni en la vía informativa, ya
que en ella no le permitieron participar, bajo el argumento de que no había formalizado querella,
por lo que no tenía legitimidad, con lo que se le ha privado del derecho a la defensa y de petición
que le asiste como a víctima. Por tanto, corresponde determinar en revisión si tales extremos son
evidentes y dan lugar o no a brindar la tutela que otorga el art. 19 CPE.

III.1El amparo constitucional ha sido instituido como un recurso extraordinario que otorga
protección inmediata contra los actos ilegales y las omisiones indebidas de autoridades o
particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir derechos y garantías
fundamentales de la persona, reconocidos por la Constitución y las Leyes, siempre que no hubiere
otro medio o recurso legal para su protección, que los derechos fundamentales son derechos
subjetivos por excelencia; por derecho sujetivo se entiende cualquier expectativa positiva (de
prestaciones) o negativa (de no sufrir lesiones o interferencias) adscrita a una persona por una
norma jurídica. Consecuentemente, el titular de un derecho fundamental no es la sociedad ni el
Estado, sino el individuo.

III.2A fin de ingresar a considerar la problemática planteada, en principio es necesario aclarar, que
de conformidad al art. 16 CPP en los delitos de acción penal pública, la acción penal será ejercida
por la Fiscalía, sin perjuicio de la participación que este código reconoce a la víctima, cuya calidad y
derechos están comprendidos en los arts. 76 y sgts. CPP.

Desde el punto de vista jurídico penal, la víctima es la persona directamente ofendida por el delito,
y goza de protección constitucional, partiendo de la previsión contenida en el art. 6.II) CPE que
determina que la dignidad y la libertad de la persona son inviolables. Respetarla y protegerla es
deber primordial del Estado.

Las Naciones Unidas en su Declaración de 1985, Resolución 46/34, da un concepto jurídico penal
de la víctima, al establecer que debía entenderse por “víctima a la persona o personas que
individual o colectivamente, hayan sufrido daño, lesión física o mental, sufrimiento emocional,
pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de
acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente.”; resolución que en la expresión
víctima ha incluido a los familiares o personas a su cargo que tengan relación inmediata con la
víctima directa.

Los principios fundamentales de justicia para la víctima, adoptados por las Naciones Unidas se
resumen esencialmente, en el acceso a la justicia y trato justo; resarcimiento e indemnización y,
asistencia a la víctima.

III.3 En la legislación boliviana, en los delitos de acción penal pública o privada, por una parte, la
víctima podrá promover la acción penal mediante querella, según los procedimientos establecidos
y, por otra, la querella podrá ser interpuesta hasta el momento de presentación de la acusación
fiscal, de conformidad con lo previsto por el art. 340 CPP, conforme disponen los arts. 78 y 79 CPP;
de donde resulta, que la calidad de víctima no está condicionada a la presentación de la querella o
su admisión por parte del fiscal; conforme de manera errónea concluyen las autoridades
recurridas; en razón de que la víctima no necesita presentar previamente su querella, para ejercer
su derecho constitucional de ser oída por un Juez o Tribunal; a ser informada por la autoridad
responsable de la persecución penal sobre sus derechos o sobre los resultados del juicio, aún sin
haber intervenido en el proceso.

III. 4Respecto al Auto de Vista pronunciado por las autoridades recurridas es necesario
puntualizar, que por previsión expresa del art. 338 CPP, los tribunales de alzada, circunscribirán
sus resoluciones a los puntos cuestionados de la resolución. Por otra parte, si bien el art. 250 CPP
preceptúa que el Auto que imponga una medida cautelar personal o la rechace, es revocable o
modificable aún de oficio; empero, esta potestad de revisión de oficio, está reservada a los jueces
y tribunales que conocen y tramitan la causa, y por lo mismo, esta facultad no es extensiva a las
Cortes de Apelación.

En el caso que se examina, el Juez Primero de Instrucción en lo Penal, ordenó la detención


preventiva de los sindicados, resolución que fue apelada por éstos y radicó en la Sala Penal
Segunda, conformada por las autoridades recurridas, quienes en virtud de la limitación de
competencia establecida por el referido art. 398 CPP debían circunscribir su actuación a examinar
los aspectos cuestionados de la resolución, a objeto de determinar si la orden de detención
preventiva dispuesta por la Jueza a-quo, se ajustaba a las regulaciones contenidas en los arts. 233,
234 y 235 y 236 CPP, y dictar la resolución en la forma señalada por el art. 406 de este código, o
revocar y en su caso, ordenar la aplicación de medidas sustitutivas a la detención; empero, en
ningún asunto, pueden extender su competencia más allá de lo impugnado y menos, disponer de
manera ultra-petita, la cesación de la detención preventiva de los apelantes, tal como acontece en
este caso; por cuanto, el instituto de la cesación opera, cuando concurre uno de los presupuestos
jurídicos contenidos en el art. 239 CPP.

Sin embargo de lo anterior, en el presente recurso, corresponde dejar establecido que la


recurrente carece de legitimación activa para interponer el amparo, en razón de que el hecho de
ser la madre de la víctima no le otorga esta calidad, toda vez que la misma, en nuestra legislación
esta condicionada a la muerte del ofendido, conforme determina el art. el art. 76. 2) CPP, al
señalar que se considera víctima -entre otras- a los parientes dentro del cuarto grado de
consanguinidad o segundo de afinidad, en los delitos cuyo resultado sea la muerte del ofendido,
extremo que no acontece en el caso de análisis; por otra parte, la recurrente no ha acreditado
personería para representar a su hijo en este amparo conforme exige el art. 19 CPE que preceptúa
“El recurso se interpondrá por la persona que se creyere agraviada o por otra a su nombre con
poder suficiente, salvo lo dispuesto por el art. 29 de esta constitución – referido a la facultad del
defensor del pueblo-, ante las Cortes…”, con el que guarda concordancia el art. 97 LTC; asimismo,
si bien es cierto, que en función de lo dispuesto por el art. 78 CPP parte in-fine, concordante con el
art. 59 del Código de procedimiento civil (CPC), en caso de incapacidad temporal de la victima, sus
derechos serán ejercidos por sus familiares según las reglas de la representación sin mandato;
empero, a este efecto la persona tiene que acreditar la incapacidad o el impedimento de la
victima, extremo que no acontece en el caso presente; por el contrario, de antecedentes se
establece que la victima ha sido dada de alta conforme las autoridades recurridas afirmaron en la
audiencia de amparo, extremo que en momento alguno fue rebatido por la parte recurrente.

III.5Finalmente, la recurrente no puede denunciar lesión a su derecho de defensa, por ser este un
derecho fundamental exclusivo reconocido por el art. 16 CPE en favor de la persona sometida a
juicio; consecuentemente, Carmen Lema de Mollinedo, conforme se tiene señalado carece de
legitimación activa para presentar el recurso de amparo, entendida como: “la coincidencia entre
quien presenta el recurso y quien sufre -o estima sufrir- el agravio o lesión que está denunciando o
porte poder suficiente para solicitar la tutela a nombre de otro”, conforme señala -entre otras- las
SSCC, 1170/2003-R, 979/2003-R, 504/2003-R., por lo que no corresponde, brindar la tutela
demanda, con mayor razón si se tiene en cuenta, que no se ha demostrado riesgo inminente o
amenaza de lesión a un derecho fundamental de la victima, toda vez que la resolución que aplica o
modifica una medida cautelar no causa estado y puede ser modificada en función a nuevas
circunstancias.

En consecuencia el Tribunal de amparo al haber declarado improcedente el recurso, con distinto


fundamento, ha dado correcta aplicación art. 19 CPE.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por mandato de los arts. 19. IV,
120. 7ª CPE; 7. 8ª) y 102. V LTC, resuelve APROBAR la Resolución de fs. 57 a 58, pronunciada el 3
de octubre de 2003 por la Sala Civil Tercera de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional.

No interviene el Decano Dr. Willman Ruperto Durán Ribera por encontrarse con licencia y el
Magistrado Dr. José Antonio Rivera Santiváñez por estar haciendo uso de su vacación anual.
SENTENCIA CONSTITUCIONAL 1813/2003-R (viene da la Pág. 7).

Dr. René Baldivieso Guzmán


Presidente

Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


DECANA EN EJERCICIO
Dra. Martha Rojas Álvarez
Magistrada

Dr. Rolando Roca Aguilera


Magistrado

Dr. Artemio Arias Romano


Magistrado

FUENTE: TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

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