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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1330/2022-S1

Sucre, 15 de noviembre de 2022

SALA PRIMERA
Magistrada Relatora: MSc. Georgina Amusquivar Moller
Acción de libertad

Expediente: 34341-2020-69-AL
Departamento: La Paz

En revisión la Resolución 125/2020 de 19 de abril, cursante de fs. 10 a 13,


pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Noel Arturo Vaca
López contra Alejandra Condarco Vila, Secretaria del Juzgado de
Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Segunda
del departamento de La Paz.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA


JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

Por memorial de 18 de marzo de 2020, cursantes de fs. 1 a 4, el accionante


expresó lo siguientes argumentos de hecho y derecho:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

En el Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer


Segundo del departamento de La Paz, se tramita la extinguida acción penal
seguida por el Ministerio Público contra Hugo Luna Orozco y otros; sin embargo,
el expediente no se encuentra físicamente en dicho Juzgado, aspecto que causa
un perjuicio, debido a que se dispuso el arraigo en su contra desde el 31 de
diciembre de 2000, que afecta hasta la actualidad su derecho a la libertad.

Ante la negativa de la autoridad de control jurisdiccional y de la Oficina Gestora


de Procesos de recibir el memorial de 5 de marzo de 2020; por el que, solicitó el
desarraigo, interpuso acción de libertad, cuya resolución le concedió la tutela y
dispuso que se recepcione el memorial aludido y se resuelva la petición de
desarraigo. En ese sentido, el 11 de abril de igual año, presentó vía buzón judicial
otro memorial impetrando el levantamiento definitivo del arraigo, señalándose

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audiencia para la consideración de dicha solicitud para el 16 del indicado mes y
año; sin embargo, la misma fue suspendida debido a que según el informe de la
Secretaria demandada, el expediente fue remitido a una oficina administrativa,
debido a ello, el Juez de la causa ordenó que se oficie a la mencionada oficina
para que la prenombrada ponga a la vista el expediente, orden que no fue
cumplida por la demandada retrasando la resolución de su petición, a sabiendas
de que sufre de afecciones en su salud conforme los certificados médicos que
determinan su traslado urgente y regular a un hospital de cuarto nivel que no
existe en Bolivia; por lo que, tiene necesidad de recuperar su libertad para
trasladarse a Brasil.
Agrega que, antes de la cuarentena el Juez suplente ordenó por Auto de 30 de febrero
de 2020 la expedición de varios oficios entre ellos para el Registro Judicial de
Antecedentes Penales (REJAP), Hospital Municipal de Riberalta, Hospital Municipal
de Caranavi y para la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC);
empero, la Secretaria del Juzgado referido no tomó los recaudos necesarios para
poner el expediente a la vista, a sabiendas de que sufre de afecciones en su
salud, conforme los certificados médicos que determinan su traslado urgente a la
Republica de Brasil; por lo que, debe definirse su situación jurídica con la
expedición de los oficios mencionados y con la puesta a la vista del expediente
que le concierne.

Debe considerarse que la demandada tiene en su poder los libros de tomas de


razón donde se encuentran las Resoluciones que se emitieron en su contra, y que
deben ser puestas a vista para la resolución de su petición, considerando que son
más de dos décadas que se encuentra arraigado.

I.1.2. Derechos y garantías supuestamente vulnerados

El accionante, señaló como lesionado su derecho a la libertad de locomoción


vinculados a sus derechos a la salud y la vida, citando al efecto los arts. 15, 18, 35 y
115.I de la Constitución Política del Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicitó se conceda la tutela disponiendo que la demandada faccione los oficios


ordenados por el Juez de la causa, en los Autos de 30 de febrero y 16 de abril
ambos de 2020, poniendo a la vista el expediente del caso.

I.2. Audiencia y Resolución de la Jueza de garantías

Celebrada la audiencia pública virtual el 19 de abril de 2020, según consta en acta


cursante de fs. 5 a 9 vta., se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción

El impetrante de tutela ratificó in extenso la acción de libertad interpuesta, y


ampliando la misma señalo que: a) El expediente Taborga Luna, fue desarchivado

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en septiembre del año pasado -se entiende de 2019-, por orden del Juez Javier
Vargas Arancibia; el cual, es de conocimiento de la Secretaria ahora demandada,
debiendo estar bajo su custodia; por lo que, no entiende cual es la razón del
porque el expediente fue enviado nuevamente al archivo judicial si ya se tenía
solicitado informes médicos, certificados de antecedentes penales y de la FELCC;
además que, por Auto de 30 de febrero de 2020 que se pone a su vista, el Juez
de la causa ordeno se faccionen los oficios; b) Su persona de manera insistente
se apersonó ante la Secretaria del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra
la Violencia hacia la Mujer Segunda del departamento de La Paz, a implorar que
los oficios señalados sean expedidos, a pesar de que es obligación de la referida
funcionaria conforme lo establece el art. 94 de la Ley del Órgano Judicial -Ley 025 de
24 de junio de 2010-, reformada por la Ley 1173 -Ley de Abreviación Procesal
Penal y de Fortalecimiento de la Lucha Integral contra la Violencia a Niñas, Niños,
Adolescentes y Mujeres, 3 de mayo de 2019-, redactar la correspondencia y
custodiar los expedientes de archivo de la oficina judicial; c) No solo el actuar
omisivo le fue perjudicando, sino que también la negativa de recepcionar sus
memoriales, esto en el mes de marzo, bajo el pretexto que tanto como el Juez
como la existencia de una circular no permitían el ingreso de ningún memorial;
motivo por el cual, tuvo que interponer una acción de libertad contra la autoridad
judicial, mediante la cual se ordenó la recepción del mismo; ya que, tuvo que
transcurrir más de un mes para que el memorial sea recibido en plataforma y se
señaló audiencia virtual de consideración de levantamiento de medidas cautelares
para el 16 de abril de 2020, misma que fue suspendida por falta del expediente;
d) Conforme a los certificados médicos que fueron emitidos por el médico forense
de Guayamerin, demuestra que padece de enfermedades crónicas de larga data,
debiendo acudir a la especialidad de Psiconeuroendocrinologia que no existe en
Bolivia; dado que, su arraigo no puede continuar de manera indefinida por casi
dos décadas; y, e) Aclara que la presente acción de libertad no es reiterativa de la
resuelta el 18 de marzo de 2020; puesto que, ahora es planteada contra la
Secretaria Abogada, por no haber cumplido lo estipulado en el art. 94 de la Ley
025 y el art. 56 del Código de Procedimiento Penal (CPP), que señala como
obligaciones de estos funcionarios el cumplimiento de plazos procesales, asistir al
Juez en audiencias, poner el expediente al corriente y la custodia de los mismos;
razón por la cual, interpone esta acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, ante la imposibilidad de poder trasladarse a La Paz, solicitando se
ordene que la Secretaria demandada remita los oficios ordenados en los Autos de
30 de febrero y 16 de abril ambos de 2020 poniendo de inmediato a la vista el
expediente caratulado Taborga contra Luna y pasándolo a despacho a fines del
desarraigo definitivo.

Luego de esta exposición la Jueza de garantías efectuó varias preguntas al


peticionante de tutela, entre ellas que, si éste tenía la documentación
concerniente a los oficios solicitados para presentarlos como prueba, a lo que el
accionante respondió que fueron adjuntados al memorial de pruebas, que fue
enviada a la oficina gestora de procesos judiciales y también se estaba exhibiendo
en las diapositivas de esa audiencia.

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I.2.2. Informe de la demandada

Alejandra Condarco Vila, Secretaria del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y


contra la Violencia hacia la Mujer Segunda del departamento de La Paz, en
audiencia refirió que, 1) La suscrita tiene registro de los cuadernos de control
jurisdiccional desde el 2018; asimismo, los procesos que se emiten conforme
archivo central no son negados; puesto que, es evidente que el juzgado está a
cargo del sistema liquidador; asimismo, este juzgado no cuenta con los libros de
tomas de razón del sistema liquidador, con lo que sí cuenta es con los cuadernos
de control jurisdiccional que están a su cargo, y que en ningún momento los
mismos fueron perdidos o extraviados; 2) No es evidente lo que refiere el
impetrante de tutela, pues en ningún momento negó la recepción de memorial
alguno, tampoco es cierto que el peticionante de tutela haya tenido que implorar
el faccionamiento de los oficios porque cumplió con la emisión de estos, habiendo
ordenado en tres oportunidades el desarraigo temporal del accionante; 3) En
cumplimiento a lo dispuesto por el Presidente del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, de remitir los procesos en liquidación al archivo central para la
asignación del Número de Registro Judicial (NUREJ), es que envió el expediente
del proceso que se siguió contra el impetrante de tutela, para dicho fin, por ese
motivo no se encontraba en despacho el día de la audiencia de consideración de
suspensión de arraigo; 4) No es evidente que el Juez de la causa le haya
ordenado que ponga a vista el expediente y emita los oficios, pues al estar en
cuarentena la oficina de archivo central no está trabajando; y, 5) El memorial de
solicitud de suspensión de arraigo, fue recepcionado por Gestoría debido a una
anterior acción de libertad, en la que se le concedió la tutela al peticionante de
tutela, por tal motivo solicitó se deniegue la tutela.

Concluida su actuación, la Jueza de garantías solicitó algunas aclaraciones, entre


ellas le preguntó, cuando se había emitido la providencia del Juez en suplencia
legal para que su persona remita el expediente al archivo central para la creación
del número NUREJ, a lo que la Secretaria respondió que no recuerda, pero que
tuvo que ser el 18 de marzo -se entiende de 2020-; puesto que, la orden se
cumplió el 19 del mismo mes. Le pregunto también cual fue la orden del Juez en la
audiencia de 16 de abril de 2020, respondiendo la funcionaria que en ningún
momento se le ordenó que ponga a la vista el proceso o se oficie al archivo central;
ya que, como acertadamente el accionante refirió que el Juez no tiene en su poder el
cuaderno de control jurisdiccional; dado que, archivo central no está trabajando por
esta cuarentena, no lo hace como nosotros de manera virtual.

Posteriormente, la Jueza de garantías en función a lo alegado por el impetrante de


tutela, que en el memorial de 30 de febrero de 2020 habría solicitado oficios;
preguntó, cuáles serían los oficios y el Auto que habría emitido la autoridad
jurisdiccional, solicitándole que revise la prueba aportada por el peticionante de
tutela; al respecto la Secretaria demandada señalo que se expidieron los oficios para
el desarraigo temporal que fue el único que le ordenaron, y en cuanto a los otros le
fue negado.

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Ante ello, el acciónate mencionó que la funcionaria judicial demandada falta a la
verdad; ya que, el referido Auto ordenó la expedición de cinco oficios, de los cuales
solo se le expidió uno, mas no así los oficios ordenados en el Otrosí, 1, 2 y 3; prueba
que se encuentra en el expediente Taborga – Luna de fs. 10 a 11.

La Secretaria, luego de dicha intervención refirió que, después de revisar el memorial


que en lo principal solicitó el desarraigo y en un Otrosí pide oficios, lo cual a la
revisión se le olvido; sin embargo, de la comunicación que acababa de tener con la
auxiliar, quien también está a cargo de los oficios, le indico que los referidos oficios
se habrían otorgado a la abogada y al hijo del impetrante de tutela que se presentó
al juzgado; a lo que la Jueza de garantías le cuestionó que se fijara bien; ya que, el
oficio solicitado para el REJAP no está autorizado por la autoridad jurisdiccional.

I.2.3. Intervención de los terceros intervinientes

Javier Vargas Arancibia, Juez de Instrucción Penal Segundo -en suplencia legal del
Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer
Segundo- del departamento de La Paz, en audiencia precisó que: i) La audiencia
de modificación de medidas sustitutivas solicitada por el accionante, fue señalada
para el 16 de abril de 2020; el cual, fue suspendida por dos motivos, primero,
porque no se realizaron las notificaciones a todas las partes procesales, más
propiamente a la víctima; y segundo, porque no tenía el expediente en despacho,
debido a que según el informe de la Secretaria demandada, este fue remitido a
archivo central para que se asigne el número NUREJ, y no fue devuelto debido a
la cuarentena dispuesta por la pandemia del Covid-19; y, ii) En honor a la verdad,
en conocimiento de que la oficina de archivo central estaba cerrada por la
cuarentena; y que era necesario contar con el expediente, es que dispuso la
suspensión de la audiencia en tanto la oficina de archivo central devuelva el
expediente; empero, no ordenó que se oficie, precisamente porque archivo
central no está trabajando debido a la cuarentena.

Víctor Morales Graz, señaló que se encontraba en audiencia por haber emitido los
certificados médicos forenses elaborados después de la valoración al peticionante
de tutela, que fueron remitidos vía electrónica.

Elba Laura Borda Azurduy, en audiencia refirió que, es falso que se haya
apersonado a coordinar algo con la demandada, debido a que vive y trabaja en
Caranavi y los memoriales son enviados al hijo del accionante quien actúa como
procurador; por lo que, solicitó se conceda la tutela.

I.2.4. Resolución

La Jueza de Instrucción Penal Cuarta del departamento de La Paz, constituida en


Jueza de garantías, por Resolución 125/2020 19 de abril, cursante de fs. 10 a 13,
concedió en parte la tutela solicitada, disponiendo que la demandada faccione
los oficios solicitados por memorial de 7 de febrero de 2020 que fueron aceptados

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por la autoridad judicial mediante providencia, y denegó la tutela respecto a la
petición de cumplimiento de lo dispuesto en audiencia de 16 de igual mes y año,
por no ser evidente que se haya dispuesto lo aseverado por el accionante, bajo
los siguientes fundamentos: a) La presente acción de libertad debe ser
considerada como de pronto despacho, pues lo que se denuncia es el
incumplimiento de plazos procesales en la emisión de oficios al REJAP, Hospital
Municipal de Riberalta, Hospital Municipal de Caranavi y FELCC, conforme lo ordenado
por Auto de 30 de febrero de dicho año, así como el supuesto incumplimiento de la
remisión de oficio al archivo central; b) Por memorial presentado el 7 de referido
mes y año, el impetrante de tutela solicitó oficios dirigidos a diferentes
instituciones, que fue providenciado ordenando la emisión de alguno de estos,
pero que según refiere el prenombrado no fueron emitidos; empero, en audiencia
la demandada precisó que evidentemente se realizaron los oficios pedidos por el
peticionante de tutela, pero que nunca se dispuso que ponga a la vista el
expediente para señalar otra audiencia, asimismo, mencionó que la auxiliar del
despacho le manifestó que entregó los oficios, sin embargo, es responsabilidad de
la secretaria entregar estos, no así de la auxiliar, incumpliendo la demandada esos
extremos; y, c) La acción de libertad de pronto despacho, tutela el derecho a la
celeridad procesal vinculado con la libertad y a esta tipología no le es aplicable la
subsidiariedad, la SCP 0015/2012 de 16 de marzo, a partir del principio ético-
moral ama quilla aplica la construcción jurisprudencial del control de
constitucionalidad en cuanto a la celeridad, en ese contexto es importante tener
en cuenta la SC 758/2000-R de 9 de agosto, que fue la primera que al amparo del
principio de celeridad procesal estableció el deber jurídico de los jueces de
despachar los asuntos sometidos a su conocimiento sin dilaciones indebidas, más
aún en casos vinculados a la libertad personal como en el presente caso,
evidenciándose que el accionante se encuentra arraigado y el cuaderno de control
jurisdiccional no está a la vista.

I.3. Trámite procesal en el Tribunal Constitucional Plurinacional

Por Decreto Constitucional de 22 de abril de 2021, cursante a fs. 17, se


dispuso la suspensión del plazo procesal a objeto de recabar documentación
complementaria; reanudándose el mismo a partir del día siguiente de la
notificación con el Decreto Constitucional de 28 de octubre de 2022 (fs . 37);
por lo que, la presente Sentencia es emitida dentro del plazo establecido en el
Código Procesal Constitucional.

II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en el expediente, se


evidencia lo siguiente.

II.1. Consta Acta de audiencia de consideración de esta acción tutelar, la


Secretaria demandada, precisó que en cumplimiento a lo dispuesto por el
Presidente del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, de remitir los

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procesos en liquidación al archivo central para la asignación del número NUREJ,
es que remitió el expediente del proceso que se siguió contra el peticionante de
tutela, para dicho fin, por ese motivo no se encontraba en despacho el día de la
audiencia de consideración de suspensión de arraigo. No es evidente que el Juez
de la causa le haya ordenado que ponga a vista el expediente y emita los oficios,
pues al estar en cuarentena la oficina de archivo central no está trabajando.
Aspecto que fue ratificado por el Juez prenombrado en su intervención en
audiencia de garantías; indicando que, la audiencia de modificación de
medidas sustitutivas solicitada por el accionante, fue señalada para el 16 de
abril de 2020; el cual, fue suspendida por dos motivos, primero, porque no
se realizaron las notificaciones a todas las partes procesales, más
propiamente a la víctima; y segundo, porque no tenía el expediente en
despacho, debido a que según el informe de la Secretaria demandada, este
fue remitido a archivo central para que se asigne el número NUREJ, y no
fue devuelto debido a la cuarentena dispuesta por la pandemia del Covid-
19; y, complementando al ser cuestionado por la Jueza de garantías, señalando
que: “En honor a la verdad primero que nada se lo tiene reflejado en la
grabación de fecha 16 de abril y el suscrito a sabiendas de que la
suspensión era debido a que la oficina de archivo central no se
encuentra abierta y más aún se precisaba del expediente y no sabemos
hasta cuando dure esta cuarentena yo dije efectivamente que se
suspende la audiencia en tanto la oficina de archivo central devuelva el
expediente no ordene el oficio porque sabemos que no está en
funcionamiento la oficina de archivo central” (sic [fs. 5 a 9 vta.]).

II.2. Cursa Acta de audiencia virtual de 19 de abril de 2020, la Jueza de


garantías, señaló que el accionante solicitó la tutela de la acción de
libertad de pronto despacho, debido a la dilación indebida en la
otorgación de los oficios ordenado por el Juez de la causa; por lo que,
advirtiendo en la pantalla virtual el memorial de solicitud, así como el
Auto que los dispuso, cuestionó al respecto a la Secretaria Abogada -
hoy demandada-, quien refirió “…se ha fraccionado todos los oficios en
los que sea ordenado a la Secretaria abogada lo que reviso de las
diapositivas que ha presentado el señor Noel Arturo Vaca se ha
presentado se le expidió los oficios para el desarraigo temporal que es
el único oficio es que me ordenan ya que el señor ha solicitado otros
empero de ellos se ha negado la extensión de los otros oficios pero si
se ha dado cumplimiento con el desarraigo temporal” (sic);
aseveraciones que fueron desvirtuadas por el impetrante de tutela en la
misma audiencia quien señalo que “Esta en el expediente Taborga –
Luna en la foja número 10 y 11 tanto el memorial como el auto que
evidentemente el auto ordena la expedición de cinco oficios de los
cuales se me expedido solo uno solo uno señora juez el de desarraigo
temporal mas no así los oficios ordenados en otrosí 1, 2 y 3 entonces
está faltando a la verdad” (sic); ante ello, la funcionaria judicial
demandada, al ser nuevamente interrogada por la Jueza de garantías

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expreso: “…a la revisión del documento efectivamente se me olvidó al
otrosí dentro de ello a lo principal solicita el desarraigo temporal en la
Providencia misma se le indica ahí de que fecha a que fecha va estar
desarraigado y de la comunicación ahora con la Auxiliar del juzgado
quien tiene también a cargo de los oficios indica que se le habría
otorgado los oficios que indica al otrosí el señor Noel Arturo Vaca que
son para el REJAP y para otras instituciones se le habría otorgado a la
abogada y al hijo que sea presente al juzgado” (sic); a lo cual la
referido Jueza de garantías le exhortó que se fije bien porque el del
REJAP no estaba autorizado; asimismo, lo manifestado por la
demandada, fue negado por la abogada del peticionante de tutela,
quien presente en audiencia virtual refirió que ella vive y trabaja en la
localidad de Caranavi y que desde ahí envía los memoriales al hijo del
accionante quien además es su procurador, por lo que en ningún
momento se hizo presente en el juzgado y menos tomo contacto con la
demandada, señalando que la misma miente sobre la entrega de los
oficios solicitados (fs. 5 a 9 vta.).
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante, señaló como lesionado su derecho a la libertad de locomoción


vinculados a sus derechos a la salud y la vida; toda vez que, la Secretaria
Abogada del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la
Mujer Segunda del departamento de La Paz, incurrió en los siguientes actos
ilegales: 1) Habiéndose señalado audiencia para resolver su petición de
desarraigo y el levantamiento del mismo para el 16 de abril de 2020; la misma fue
suspendida debido a que según el informe de la demandada, el expediente fue
remitido a una oficina administrativa -archivo central-; por lo que, el Juez de la
causa ordenó que se oficie a la mencionada oficina para que la prenombrada
ponga a la vista el expediente, orden que no fue cumplida por la demandada
retrasando la resolución de su petición, a sabiendas de que sufre de afecciones en
su salud conforme los certificados médicos que determinan su traslado urgente y
regular a un hospital de cuarto nivel de Brasil; y, 2) Asimismo estando ordenado
por Auto de 30 de febrero de referido año la expedición de varios oficios, entre
ellos REJAP, Hospital Municipal de Riberalta, Hospital Municipal de Caranavi y
FELCC, la Secretaria no faccionó los mismos.
En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son
evidentes, a fin de conceder o denegar la tutela solicitada; para el efecto, se
desarrollarán los siguientes temas: i) Presupuestos de activación de la acción de
libertad en función a su naturaleza jurídica; ii) La acción de libertad traslativa o
de pronto despacho y los supuestos de procedencia dentro su ámbito de
protección; 1. El ámbito de protección de la acción de libertad traslativa o de
pronto despacho. Necesaria integración de su desarrollo jurisprudencial; iii)
Legitimación pasiva de funcionarios subalternos del Órgano Judicial; y, iv) Análisis
del caso concreto.

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III.1. Presupuestos de activación de la acción de libertad en función a su
naturaleza jurídica

Este medio de defensa extraordinario, ya estaba previsto en la Constitución


abrogada con la denominación de habeas corpus, así en su art. 18.I,
establecía que: “Toda persona que creyere estar indebida o ilegalmente
perseguida, detenida, procesada o presa podrá ocurrir, por sí o por
cualquiera a su nombre, con poder notarial o sin él, ante la Corte Superior
del Distrito o ante cualquier juez de Partido, a elección suya, en demanda
de que se guarden las formalidades legales…”; así se tiene que la finalidad
de esta acción de defensa, fue crear un medio de defensa breve y sumario,
cuyo objetivo principal sea conservar o recuperar la libertad, cuando ella
hubiere sido indebida o arbitrariamente vulnerada, a través de un
mecanismo pronto oportuno y efectivo (SC 0160/2005-R de 23 de febrero)1
.
Bajo similar concepción, pero esta vez con la denominación de acción de
libertad, la Constitución Política del Estado actual, establece en el art. 125
que: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es
ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de
libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera
oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad
procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y,
solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se
restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la
libertad”.

De este precepto constitucional se puede advertir importantes


modificaciones, pues la actual norma fundamental extiende su ámbito de
protección a través de la acción de libertad al derecho a la vida, la libertad
física o personal, el debido proceso, en lo que se refiere al procesamiento
indebido; así también la posibilidad de presentar la acción de libertad
contra particulares; de la misma forma, este medio de defensa, goza de
características esenciales que hacen a su efectividad, las mismas que
fueron manteniéndose desde inicios, como son, el informalismo, la
inmediatez, la sumariedad, generalidad y la inmediación, mismas que en el
nuevo modelo constitucional se mantienen y más bien, con una visión
amplia y progresiva amplió el contenido de algunas de esas características
incorporando en el caso del informalismo, la posibilidad de presentación
oral de la acción de libertad; en la inmediación, porque el juez o Tribunal de

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“No cabe duda que la finalidad con la que nació el hábeas corpus en Bolivia, se adscribe dentro de los fines que persiguió esta
garantía desde sus primeras articulaciones jurídicas (el Interdicto romano homine libero exhibendo, el hábeas corpus inglés de
1679 y el Fuero o juicio de manifestación instituido en 1428 en el Reino de Aragón) hasta su configuración moderna: dotar a la
persona humana de un medio de defensa breve y sumario, destinado a conservar o recuperar su libertad, cuando la misma
hubiere sido indebida o arbitrariamente vulnerada, como alternativa a los procedimientos ordinarios caracterizados por la
morosidad en su trámite y resolución.
Este entendimiento está presente en el contenido procesal del art. 18 constitucional, cuando en lo pertinente, establece en los
parágrafos II, III y IV, un procedimiento breve, sumario y eficaz, para la tutela del derecho a la libertad (de locomoción o
ambulatoria)”.

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garantías puede disponer que el accionante sea conducido a su presencia, o
la autoridad acudir al lugar de la detención; y, la competencia, ya que al
establecer que las autoridades competentes para conocer las acciones de
libertad sean los jueces o tribunales en materia penal facilita su efectividad,
puesto que las vulneraciones a derechos fundamentales en la mayoría de
los casos devienen de esta materia.

Así, a la luz del nuevo modelo constitucional, el Tribunal Constitucional


Plurinacional como guardián y máximo interprete la Constitución Política del
Estado, fue sentando vasta jurisprudencia sobre la naturaleza jurídica de la
acción de libertad, entre ellas la SC 0011/2010-R de 6 de abril, estableció e
que:

“La acción de libertad, es una acción jurisdiccional de defensa que tiene por
finalidad proteger y/o restablecer el derecho a la libertad física o humana, y también
el derecho a la vida, si es que se halla en peligro a raíz de la supresión o restricción
a la libertad personal, sea disponiendo el cese de la persecución indebida, el
restablecimiento de las formalidades legales y/o la remisión del caso al juez
competente, la restitución del derecho a la libertad física, o la protección de la vida
misma, motivo por el cual se constituye en una acción tutelar preventiva, correctiva
y reparadora de trascendental importancia que garantiza como su nombre lo indica,
la libertad, derecho consagrado por los arts. 22 y 23.I de la CPE”.
En esa misma línea, y siguiendo la extensión de su ámbito de protección a
través de las interpretaciones que realizó este Tribunal, la SC 0023/2010-R
de 13 de abril2, estableció que el derecho a la locomoción dada la íntima
relación que existe con el derecho a la libertad física, también puede ser
invocado mediante la interposición de la acción de libertad.

En ese sentido, y teniendo en claro que derechos tutela la acción de


libertad y de conformidad a lo previsto por el art. 125 de la CPE, esta
acción tutelar puede ser presentada por toda persona física en los
siguientes casos: a) Cuando considere que su vida está en peligro;
b) Que es ilegalmente perseguida; c) Que es indebidamente procesada; y,
d) Cuando es ilegalmente privada de libertad personal.

Así, sobre la acción de libertad, su finalidad, ámbito de protección y


supuestos de procedencia, fueron reiterándose por la jurisprudencia
constitucional, entre ellas la SCP 0037/2012 de 26 de marzo 3, que
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“Si bien el art. 125 de la CPE, se podría concluir que el objeto de tutela de la acción de libertad es el derecho a la libertad
física, a la vida, y al debido proceso, cuando existe vinculación con el derecho a la libertad y excluir de su ámbito de protección
al derecho de locomoción; sin embargo, dada la íntima relación que existe entre esos derechos, es posible tutelar también al
último de los nombrados, en aquellos casos en los que el derecho de locomoción está vinculado directamente con la libertad
física o personal, o con el derecho a la vida o la salud. Consecuentemente, sobre la base de los principios de favorabilidad, e
interpretación progresiva, el derecho a la libertad de locomoción, se encontraría bajo la tutela de la acción de libertad prevista
en el art. 125 y ss., de la CPE en los supuestos anotados precedentemente; por tanto, todas aquellas restricciones a la libertad
de circulación-locomoción con las puntualizaciones supra mencionadas, deben ser protegidas a través de la acción de libertad”.
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Esta garantía de carácter procesal constitucional se encuentra consagrada en el art. 125 de la CPE, donde dispone que: “Toda
persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada
de libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre
y sin ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en materia penal, y, solicitará que se guarde tutela
a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”. Norma
constitucional concordante con el art. 65 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional (LTCP), la cual establece que su

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analizando la esencia de esta acción de defensa y los presupuestos que
deben concurrir para su activación, estableció que:

“…Se trata de un mecanismo de defensa constitucional extraordinario de carácter


preventivo, correctivo y reparador, instituido para la protección inmediata y efectiva
de los derechos fundamentales a la libertad física como de locomoción en casos de
detenciones, persecuciones, apresamientos o procesamientos ilegales o indebidos
por parte de servidores públicos o de personas particulares; así como a la vida,
cuando esté en peligro.
(…)
En tal sentido, debe señalarse que la ingeniería dogmática de la acción de libertad
está diseñada sobre la base de dos pilares esenciales, el primero referente a su
naturaleza procesal y el segundo, compuesto por los presupuestos de activación.
En cuanto al primer aspecto que configura el contenido esencial de esta garantía, es
decir, su naturaleza procesal, se establece que se encuentra revestida o
estructurada con una tramitación especial y sumarísima, reforzada por
sus características de inmediatez en la protección, informalismo,
generalidad e inmediación; procede contra cualquier servidor público o
persona particular, es decir, no reconoce fueros ni privilegios. Postulados que
pueden ser inferidos de la norma constitucional antes referida.
Ahora bien, el segundo pilar que estructura el contenido esencial de esta garantía,
se encuentra configurado por sus presupuestos de activación, que al amparo del
art. 125 de la CPE, se resumen en cuatro: a) Atentados contra el derecho a la
vida; b) Afectación de los derechos a la libertad física como a la libertad de
locomoción; c) Acto y omisión que constituya procesamiento indebido; y, d) Acto
u omisión que implique persecución indebida” (las negrillas nos pertenecen).

En tal sentido, se tiene que la acción de libertad es una garantía


constitucional, que se encuentra consagrada en el art. 125 de la CPE,
destinada para el resguardo y protección de los derechos fundamentales
como la libertad física o corporal de las personas, así como el derecho a la
vida, el debido proceso, en lo que se refiere al procesamiento indebido; y,
el derecho a la locomoción; su conocimiento es competencia del juez en
materia penal debido al principio de especialidad; su tramitación es especial
y sumarísima, reforzada por sus características de inmediatez en la
protección, está regida por el principio de informalismo, así como el de
generalidad e inmediación, características que hacen que se la catalogue
como una acción de defensa extraordinaria, pues, puede ser activada en
contra de cualquier servidor público o persona particular, que vulnere los
derechos mencionados; y, por ultimo no reconoce fueros ni privilegios.

III.2. La acción de libertad traslativa o de pronto despacho y los


presupuestos de procedencia dentro su ámbito de protección

Conforme lo desarrollado en el Fundamento Jurídico precedente, debemos


apuntar que, el art. 8.II de la CPE, se sustenta entre otros valores en la

objeto es la garantía, protección o tutela de los derechos a la vida, a la libertad física y a la libertad de locomoción, para el
restablecimiento inmediato y efectivo de esos derechos, en los casos en que sean restringidos, suprimidos o amenazados de
restricción o supresión.

11
libertad, cuya concreción material trasciende en el fin máximo, el cual
resulta el vivir bien; en este sentido, como ya se tiene expuesto, se ha
previsto no solo los valores generales entre los cuales figura la libertad, sino
también, principios procesales específicos en los cuales se funda la
jurisdicción ordinaria, entre ellos el principio de celeridad –arts. 178 y 180.I
de la CPE-, el cual obliga a resolver los procesos evitando dilaciones en su
tratamiento y velando por el respeto a los derechos fundamentales
establecidos en la norma suprema.

Es así que, la Constitución Política del Estado, anterior y actual, ha previsto


un medio de defensa para resguardar estos derechos, valores y principios a
través de acciones, efectivas, oportunas e inmediatas, entre ellas, la acción
de libertad, misma en una interpretación evolutiva del artículo 125 de la
CPE4 de parte del Tribunal Constitucional como máximo guardián de la
norma fundamental, fue incorporando las tipologías de esta acción de
defensa, con el fin de tutelar una garantía sustitutiva y esencial, como es la
celeridad procesal vinculada a la libertad física o personal de las personas
privadas de libertad, sin necesidad de agotar medios intraprocesales de
defensa.

En tal sentido, la SC 0044/2010-R de 20 de abril5, efectuando una breve


sistematización de lo que hasta ese entonces fue el habeas corpus -ahora
acción de libertad-, expuso las tipologías de esta acción, como era el
habeas corpus preventivo, correctivo, señalando que la jurisprudencia
constitucional agregó el habeas corpus restringido; ampliando a su
consideración a los tipos de habeas corpus instructivo y el traslativo o
de pronto despacho, precisando que, a través de este último se busca
acelerar los trámites judiciales o administrativos cuando existen
dilaciones indebidas para resolver la situación jurídica de la
persona que se encuentra privada de libertad; por lo que
básicamente se constituye en el mecanismo procesal idóneo para

4
Art. 125 de la CPE “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es
indebidamente procesada o privada de libertada personal, podrá interponer Acción de Libertada y acudir, de manera oral o
escrita, por si o por cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente en
materia penal, y solicitara se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se restablezcan las formalidades o se
restituya su derecho a la libertad”.
5
En su F.J. III.5,señalo: “Dentro de la tipología desarrollada por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, a la que se le ha
agregado el hábeas corpus restringido, debe considerarse también al hábeas corpus instructivo y al hábeas corpus traslativo o
de pronto despacho…”, como se pasa a explicar:
(…)
Por último, se debe hacer referencia al hábeas corpus traslativo o de pronto despacho, a través del cual lo que se busca es
acelerar los trámites judiciales o administrativos cuando existen dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica de la
persona que se encuentra privada de libertad.
Este tipo de hábeas corpus, implícito en el art. 125 de la CPE, emerge directamente del art. 89 de la LTC, que establece que,
también procede el hábeas corpus cuando se aleguen “…otras violaciones que tengan relación con la libertad personal en
cualquiera de sus formas, y los hechos fueron conexos con el acto motivante del recurso, por constituir su causa o finalidad…”, e
implícitamente fue reconocido por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, cuando tuteló los supuestos de demora en la
celebración de la audiencia de medidas cautelares (SSCC 1109/2004-R, 1921/2004-R),o cuando existieron notificaciones ilegales
con las resoluciones de medidas cautelares que lesionan el derecho a la defensa, concretamente el derecho a recurrir,
impidiendo que el tribunal superior revise la resolución del inferior (SC 826/2004-R), o en los casos en que se ha demorado la
efectividad de la libertad, pese a que el imputado ha cumplido con las medidas sustitutivas impuestas (SSCC 1477/2004-R,
046/2007-R, entre otras)”.

12
operar en caso de existir vulneración a la celeridad cuando esté
relacionada a la libertad y devenga de dilaciones indebidas, que
retardan o evitan resolver la situación jurídica de los privados de
libertad.

En esa misma línea, la SC 0465/2010-R de 5 de julio, confirmó dichos


postulados y la necesidad contar con medios constitucionales efectivos para
resguardar sobre todo el derecho a la libertad, en ese sentido señaló que:

“Para la concreción del valor libertad, el principio celeridad y el respeto a los


derechos, se ha previsto una acción de defensa específica que coadyuve para que
los mismos no se vean afectados por actos lesivos y en caso de que así fuera, se
puedan restituir a su estado natural, en especial tratándose de derechos
fundamentales”.

A partir de esa interpretación, se tiene que el nuevo modelo constitucional


reconoce de igual forma las tipologías de la acción de libertad, las mismas
que son utilizadas en la práctica en el ámbito constitucional, así pues, esta
misma SC 0465/2010-R de 5 de julio, señaló que:

“Este Tribunal Constitucional, tomando en cuenta el contexto de la Constitución


vigente y de la Ley del Tribunal Constitucional -que aún continúa vigente- concluyo
que los tipos de hábeas corpus precedentemente aludidos, también pueden ser
identificados en la nueva Ley Fundamental, e inclusive ampliados. Así dentro de la
tipología desarrollada por la jurisprudencia del Tribunal Constitucional citada líneas
precedentes, se agregó el hábeas corpus restringido, el hábeas corpus instructivo y
al hábeas corpus traslativo o de pronto despacho. (SC 0044/2010-R de 20 de
abril)”.

En este mismo sentido, la referida Sentencia Constitucional citada, reiteró


que el hábeas corpus, ahora acción de libertad traslativa o de pronto
despacho se constituye:

“…en el mecanismo procesal idóneo para operar en caso de existir


vulneración a la celeridad cuando esté relacionada a la libertad y devenga
de dilaciones indebidas, que retardan o evitan resolver la situación
jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad”.

Supuestos de procedencia dentro el ámbito de protección de la


acción libertad traslativa o de pronto despacho

De lo desarrollado y explicado precedentemente se llega a la comprensión


de que la jurisprudencia fue uniforme en asumir que la naturaleza jurídica
de la acción de libertad en su tipología traslativa o de pronto despacho, la
cual también deviene o se encuentra implícita en el art. 125 de la CPE,
busca apresurar los trámites judiciales o administrativos cuando existen
dilaciones indebidas, para resolver la situación jurídica de la persona que se
encuentra privada de libertad.

13
Bajo ese razonamiento el Tribunal Constitucional a través de su
jurisprudencia fue conociendo casos relacionados con la demora y
dilaciones en la tramitación de las causas penales que se fueron
convirtiendo en un suplicio de los justiciables, sobre todo de aquellos
privados de libertad; es por ello, que ante la evidencia de dichas demoras
este Tribunal fue concediendo la tutela en los casos en los que se evidenció
la inobservancia al principio de celeridad consagrado en la Constitución
Política del Estado y cuya finalidad es garantizar el acceso a la justicia
pronta, oportuna y sin dilaciones, por lo que exige a los administradores de
justicia a su observancia.

En tal sentido, la jurisprudencia a través de los años fue estableciendo


supuestos de procedencia para la activación de este tipo de acción de
libertad traslativa o de pronto despacho, generando sub reglas para la
consideración de distintos actos dilatorios, entre ellos, sobre la
consideración de aplicación de medidas cautelares, lo inherente a las
solicitudes de cesación de la detención preventiva, o en los casos en que se
ha demorado la efectividad de la libertad, entre otros; por lo que, para
conocer esta evolución dinámica de la jurisprudencia constitucional en
relación a estos casos donde se ve involucrada la celeridad, y por los que se
puede activar a la justicia constitucional, se hace necesario citar a la SCP
0112/2012 de 27 de abril, que efectuó una sistematización de los supuestos
de dilaciones indebidas e injustificadas en los casos vinculados a la libertad,
siendo estos:

a) Toda petición de cesación de la detención preventiva debe ser resuelta de manera


inmediata por estar vinculada al derecho fundamental a la libertad personal, caso
contrario se incurre en detención y procesamientos indebidos, en vulneración de los
arts. 6, 16 y 116-X de la de la Constitución Política del Estado y 8-1 del Pacto de
San José de Costa Rica. (Subregla generada en la SC 1036/2001-R de 21 de
septiembre).
b) Las peticiones vinculadas a la libertad personal, deben ser atendidas de forma
inmediata si no existe una norma que establezca un plazo, y si existe, debe ser
cumplido estrictamente. En cuyo caso, no puede suspenderse la audiencia de
cesación a la detención preventiva por la inconcurrencia del fiscal, al no
ser imprescindible su presencia. (Regla generada en la SC 0579/2002-R de 20 de
mayo).
c) Las solicitudes vinculadas a la libertad personal, deben ser tramitadas y
resueltas con la mayor celeridad posible. Empero, no se podrá alegar dilación
indebida de la autoridad judicial cuando la demora sea atribuible y provocada a la
parte imputada. (Regla generada por la SC 0224/2004-R de 16 de febrero).
d) La celeridad en la tramitación, consideración y concreción de la cesación de la
detención preventiva u otro beneficio que tenga que ver con la libertad personal no
sólo le es exigible a la autoridad judicial encargada del control
jurisdiccional, sino también a todo funcionario judicial o administrativo
que intervenga o participe en dicha actuación y de quien dependa para
que la libertad concedida se haga efectiva. (Regla generada en la SC
0862/2005-R de 27 de julio).

14
e) Eventual apelación de Ministerio público no puede dilatar señalamiento de
audiencia, resolución o efectivización de la medida vinculada a la libertad,
por cuanto apelación tiene efecto devolutivo o efecto no suspensivo conforme a las
SSCC 660/2006-R, 236/2004-R, 1418/2005-R. (Regla generada en la SC 0107/2007-R
de 6 de marzo).

La SC 0078/2010-R de 3 de mayo, en la comprensión de lo que implica un


acto dilatorio en la consideración de las solicitudes de cesación a la
detención preventiva prevista por el art. 239 del CPP, estableció las
siguientes reglas:

a) En lugar de fijar directamente la fecha y hora de la audiencia y notificar a las partes,


se dispongan traslados previos e innecesarios no previstos por ley.
b) Se fije la audiencia en una fecha alejada, más allá de lo razonable o prudencial.
Plazo que puede ser en un límite de tres o cinco días máximo, dependiendo
de la particularidad de cada caso, cuando por ejemplo existan varias partes
imputadas o víctimas múltiples que tengan que ser notificadas, o por la distancia
donde se deba efectuar un determinado acto previo y esencial -como sucede con
algunas notificaciones-, o que el juzgado esté de turno, etc. Con la excepción
única y exclusiva en los casos que exista complejidad por la naturaleza propia y la
relevancia del proceso, como los derechos e intereses comprometidos y
relacionados a la petición; situación que deberá ser justificada por la autoridad
judicial competente a momento de señalar la fecha de audiencia, teniendo en
cuenta la razonabilidad.
c) Se suspende la audiencia de consideración, por causas o motivos que no justifican
la suspensión, ni son causales de nulidad. Tal el caso de la inasistencia del
representante del Ministerio Público o de la víctima y/o querellante, si es que han
sido notificadas legalmente y no comparecen a la audiencia. En el caso del
Ministerio Público al estar regido por el principio de unidad tiene los medios para
asistir a través de otro fiscal, y en cuanto al querellante al ser coadyuvante y estar
notificado, su participación es potestativa en dicho acto, y por ende, su inasistencia
no vincula a la autoridad jurisdiccional al estar cumplida la formalidad (las negrillas
y el subrayado son agregadas).
Ahora bien, posterior a las SSCC 0078/2010-R de 3 de mayo y la 0384/2011-R
de 7 de abril6, incluyó otro supuesto de procedencia, referida al trámite del
recurso de apelación incidental contra el rechazo de las solicitudes de
cesación a la detención preventiva señalando que:

d) Interpuesto el recurso de apelación contra la resolución que rechaza la solicitud de


cesación de detención preventiva, los antecedentes de la apelación no son remitidos por
el Juez a quo dentro del plazo legal de veinticuatro horas establecido por el art. 251 del
CPP -salvo justificación razonable y fundada- ante el tribunal de apelación, o se imprima
un procedimiento o exigencias al margen de la ley.

Asimismo, la SCP 0110/2012 de 27 de abril, siguiendo el entendimiento de


que en las solicitudes de cesación de la detención preventiva, las
autoridades están obligadas a tramitarlas con la mayor celeridad posible, o
cuando menos dentro de plazos razonables, moduló la subregla establecida
6
En su F.J. III.1 señalo: “No obstante, dada la problemática planteada y la necesidad procesal de dar respuesta a la misma,
cabe señalar que el principio de celeridad no comprende el conocimiento del trámite de cesación de detención
preventiva hasta llevar a cabo la audiencia; sino también en forma posterior, como ser el dar curso con la debida
celeridad procesal al trámite de apelación de la resolución respectiva, en los casos que corresponda”.

15
en el inc. b) de la SC 0078/2010-R, señalando que al estar expresamente
fijado el plazo para señalar audiencia en el art. 132.1 del CPP al tratarse de
un actuado de mero trámite, estableciendo que dicho señalamiento deberá
ser providenciando en el plazo de veinticuatro horas, bajo el siguiente
texto:

“…ante la inexistencia de un plazo específico determinado por ley para que el juez
señale día y hora de audiencia para considerar la cesación de la detención
preventiva, es necesario establecer que el memorial de solicitud, debe ser
providenciado indefectiblemente dentro de las veinticuatro horas de su
presentación, conforme dispone el art. 132 inc. 1) del CPP, al tratarse de una
providencia de mero trámite. En este entendido, habrá lesión del derecho a la
libertad cuando existe demora o dilación indebida al no emitirse el decreto
pertinente de señalamiento de este actuado procesal dentro del referido plazo, bajo
sanción disciplinaria a imponerse al juzgador en caso de incumplimiento”.

De manera específica, con relación al recurso de apelación incidental, la


SCP 0281/2012 de 4 de junio7, advierte que cuando hubiere sido planteado
oralmente en audiencia o por escrito, deberá ser concedido en el acto si
fuere en audiencia y remitido inexcusablemente en el plazo improrrogable
de veinticuatro horas, debiendo ser resuelta por el tribunal de alzada en el
plazo improrrogable de setenta y dos horas, de no hacerlo dentro del plazo
señalado significa dilación indebida en el proceso, vulnerando así los
derechos a la libertad, vida y otros, en el entendido que la situación jurídica
del afectado depende de la señalada resolución.

De la misma forma, las Sentencias Constitucionales Plurinacionales


1907/2012 de 12 de octubre y 0142/2013 de 14 de febrero8, entienden que
es posible flexibilizar el término para la remisión del recurso de apelación y
sus antecedentes, de manera excepcional, es decir, cuando exista una
justificación razonable y fundada sobre las recargadas labores de la
autoridad judicial, suplencias o pluralidad de imputados, plazo que no
7
En el F.J. III.4 “El Tribunal de apelación resolverá, sin más trámite y en audiencia, dentro de los tres días siguientes de
recibidas las actuaciones, sin recurso ulterior”.
“El trámite del referido medio de impugnación, no establece que previo a su remisión ante el superior jerárquico, deba ser
corrido en traslado para que las partes del proceso contesten, con el fin de proseguir el trámite. Por encontrarse de por medio el
bien jurídico de la libertad, no puede estar sujeto a dilaciones indebidas que tendieren a demorar la pronta definición de la
situación jurídica del imputado, debiendo en consecuencia, tramitarse dentro de los plazos establecidos por la norma adjetiva
penal.
Cabe agregar que, cuando el recurso de apelación incidental, hubiere sido planteado oralmente en audiencia o por escrito, con o
sin contestación de las partes que intervinieren en el proceso, deberá ser concedido en el acto si fuere en audiencia y remitido
inexcusablemente en el plazo improrrogable de veinticuatro horas, y el tribunal de apelación deben resolver en setenta y dos
horas; lo contrario significaría dilación indebida que vulnera el derecho a la libertad y en su caso a la vida, en el entendido que la
variación de la situación jurídica del imputado depende de la ponderación que efectúe el tribunal de apelación de los
fundamentos de la medida cautelar, para disponer su revocatoria o confirmación”.
8
En su F.J. III 2 “Sintetizando, el Código de Procedimiento Penal, dentro del sistema de recursos que dispensa a las partes,
prevé el de apelación incidental contra las resoluciones que dispongan, modifiquen o rechacen las medidas cautelares, como un
recurso sumario, pronto y efectivo, dado que conforme al art. 251 del CPP, una vez interpuesto, las actuaciones pertinentes
deben ser remitidas ante el ahora Tribunal departamental de Justicia en el término de veinticuatro horas, debiendo el tribunal de
alzada resolver el recurso, sin más trámite y en audiencia, dentro de los tres días siguientes de recibidas las actuaciones, salvo
justificación razonable y fundada, como ser las recargadas labores, suplencias, pluralidad de imputados, etc., casos en los que,
la jurisprudencia otorgó un plazo adicional que no puede exceder de tres días, pasado el cual, el trámite se convierte en dilatorio
y vulnera el derecho a la libertad del agraviado”.

16
puede exceder de tres días, vencido dicho plazo la omisión del juzgador se
constituye en un acto dilatorio que también puede ser denunciado ante la
jurisdicción constitucional a través de la acción de libertad traslativa o de
pronto despacho.

En el mismo sentido, la SCP 1975/2013 de 4 de noviembre afirma que una


vez formulado el recurso de apelación incidental de manera escrita, debe
ser providenciado en el plazo de veinticuatro horas por la autoridad judicial,
de conformidad con el art. 132 del CPP; providencia a partir de la cual, se
computa el plazo previsto en el art. 251 del referido Código.

En sentido similar la SCP 2149/2013 de 21 de noviembre, sistematizó las


subreglas señaladas anteriormente de la forma siguiente:

“i) Interpuesto el recurso de apelación contra las resoluciones que resuelven


medidas cautelares, las actuaciones pertinentes deben ser remitidas en el plazo de
veinticuatro horas previsto en el art. 251 del CPP; plazo que, por regla general,
debe ser cumplido por las autoridades judiciales.
ii) No obstante lo señalado precedentemente, es posible que el plazo de remisión de
los antecedentes del recurso de apelación, de manera excepcional, y en situaciones
en que exista una justificación razonable y fundada sobre las recargadas labores de
la autoridad jurisdiccional, por las suplencias o la pluralidad de imputados, es
posible flexibilizar dicho plazo a tres días, pasado el cual la omisión del juzgador se
constituye en un acto ilegal.
iii) Cuando el recurso de apelación previsto en el art. 251 del CPP, sea formulado de
manera escrita, debe ser providenciado por la autoridad judicial en el plazo máximo
de veinticuatro horas, de conformidad al art. Página 11 de 14 132 del CPP;
providencia a partir de la cual se computan las veinticuatro horas previstas para la
remisión de las actuaciones pertinentes ante el tribunal de apelación.
iv) Cuando el recurso de apelación sea formulado de manera oral, corresponde que
la autoridad judicial decrete su remisión en audiencia, para que a partir de dicha
providencia se compute el plazo de veinticuatro horas previsto en el art. 251 del
CPP; aclarándose que la fundamentación jurídica y expresión de agravios debe ser
efectivizada en la audiencia de apelación.
v) No corresponde condicionar la remisión de antecedentes del recurso de apelación
al tribunal superior con el cumplimiento de la provisión de recaudos de ley dispuesta
por la autoridad judicial, y menos puede computarse el plazo de veinticuatro horas
previsto en el art. 251 del CPP, a partir que el recurrente otorga dichos recaudos, en
virtud a los principios de gratuidad, pro actione, y los derechos de impugnación y
acceso a la justicia.
vi) No corresponde que el decreto de remisión de antecedentes al tribunal de
apelación sea notificado personalmente y, en consecuencia, deberá notificarse en
una de las formas previstas en los arts. 161 y 162 del CPP, en el plazo previsto en el
art. 160 del citado Código; únicamente para efectos de conocimiento de las partes,
sin que a partir de dicha notificación se compute el plazo de veinticuatro horas
previsto por el art. 251 del CPP; pues, se reitera, el cómputo de ese plazo se inicia
desde el decreto de remisión dictado por el juez y, en ese sentido, no se debe

17
condicionar la remisión del recurso de apelación a una eventual contestación de la
otra parte”

De todo este desarrollo jurisprudencial, glosado en los Fundamentos


Jurídicos III.1 y III.2, se tiene que el Tribunal Constitucional mediante la
jurisprudencia emitida cumpliendo el postulado contenido en el art. 115.II
de la CPE, como es el acceso a una justicia pronta, oportuna y sin
dilaciones fue regulando los supuestos de procedencia de la acción de
libertad en su modalidad traslativa o de pronto despacho, bajo una sola
premisa que, cuando exista privación de libertad, las autoridades
judiciales y todo funcionario que coadyuva en la administración de
justicia deben realizar sus actuados procesales, aplicando los
valores y principios constitucionales; por lo que, ante cualquier
petición de la persona privada de libertad tienen la obligación de
tramitarla pronta y oportunamente y con la debida celeridad, ya
que la finalidad es el acceso a una justicia sin dilaciones.

III.2.1. El ámbito de protección de la acción de libertad traslativa


o de pronto despacho. Necesaria integración de su
desarrollo jurisprudencial

Al respecto, la SCP 0846/2020-S1 de 9 de diciembre, a la luz


del nuevo modelo constitucional y ante el carácter progresivo
del mismo, vio la necesidad de efectuar una integración
jurisprudencial sobre el ámbito de protección de la acción de
libertad en su modalidad traslativa o de pronto despacho,
ampliando dicho alcance también a los casos en el que el
accionante tenga restringido su derecho a la locomoción, a tal
efecto estableció lo siguiente:

Del análisis dinámico de la línea jurisprudencial relacionada al


ámbito de protección de la acción de libertad traslativa o de pronto
despacho que fue sistematizada en los acápites precedentes, es
posible establecer que el precedente constitucional vigente que se
fue reiterando a través de la ingente jurisprudencia constitucional,
es el sostenido en la SC 0044/2010-R, que incorporó
expresamente9 la modalidad traslativa o de pronto despacho
como parte de la tipologías del entonces habeas corpus –ahora
acción de libertad–, señalando que su ámbito de protección se
encuentra dirigido específicamente a tutelar lesiones del principio
de celeridad procesal vinculado a la libertad personal en los
supuestos que fueron consignados anteladamente.

9
Es necesario precisar que a partir de la SC 0758/2000-R de 9 de agosto, el entonces Tribunal Constitucional tuteló la
celeridad procesal vinculada a la libertad personal, incluyéndose de manera implícita en el ámbito de protección del entonces
hábeas corpus.

18
La acción de libertad traslativa o de pronto despacho y la
interpretación expansiva del derecho a la libertad de
locomoción vinculado al principio de celeridad procesal

Al respecto, la SCP 2601/2012 de 21 de diciembre10, emitida


en una acción de libertad, en la que el accionante no se
encontraba privado de libertad, resolviéndose una denuncia sobre
dilación indebida relativa a la suspensión de audiencia de
modificación de medida cautelar –detención domiciliaria– por
causas o motivos no justificados, y el señalamiento de una nueva
audiencia en una fecha alejada, más allá de lo razonable o
prudencial, se concedió la tutela solicitada, bajo el
entendimiento que todos los procesos deben ser tramitados con el
principio de celeridad procesal, sobre todo aquellos en los que se
encuentra vinculado el derecho a la libertad (personal o de
locomoción).

Asimismo, la SCP 0997/2016-S3 de 22 de septiembre11,


emitida en una acción de libertad, en la que el impetrante de
10
El F.J. III.4 sostuvo que: “En el caso objeto de análisis, el accionante aduce que su representado solicitó la modificación de la
medida cautelar de detención domiciliaria; para el efecto, se señaló audiencia para el 29 de julio de 2011, empero la misma fue
suspendida por la inconcurrencia del querellante, del representante del Ministerio Público y la falta del cuaderno de
investigaciones, fijando como nueva fecha de audiencia para el 31 de agosto de 2011.
De lo expresado precedentemente, se concluye que toda vez que el derecho a la libertad tiene carácter primario al encontrarse
estatuido en el art. 22 de la CPE: “La dignidad y la libertad de la persona son inviolables. Respetarlas y protegerlas es deber
primordial del Estado”, concordante con los art. 115 y 178.I de la Norma Suprema, como también en los arts. 8.1 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y 14.3 inc. c) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; es deber
de las autoridades judiciales, resolver con la mayor prontitud los casos sometidos a su conocimiento, más aún aquellos en los
que encuentre vinculado el derecho a la libertad física y de locomoción; en el caso objeto de análisis, si bien se evidencia que
el representado del accionante a tiempo de interponer la acción de libertad se encontraba cumpliendo la medida
sustitutiva de detención domiciliaria, empero, no puede desconocerse que con la suspensión de audiencia de
consideración de modificación de medidas sustitutivas y con el señalamiento de una nueva celebración dispuesta
para un mes después, indudablemente su derecho a la libertad de locomoción fue vulnerado, en ese sentido el Juez
demandado, debió imprimir a la solicitud formulada la debida celeridad, en atención a encontrarse de por medio el derecho
primigenio a la libertad.
Consecuentemente, en el caso de autos se advierte que primero no correspondía la suspensión de la audiencia de consideración
de modificación de las medidas sustitutivas por inconcurrencia del representante del Ministerio público, más aun teniendo en
cuenta, que este fue debidamente notificado y que en caso de estar imposibilitado de asistir a la audiencia, en vigencia y en
virtud del principio de unidad que rige en el Ministerio Público, podría ser representado por cualquier otro Fiscal de Materia; y
segundo, el señalamiento para la celebración de la nueva audiencia debió fijarse en un plazo máximo de tres días hábiles y no
después de un mes de señalada la audiencia suspendida, conforme se asume en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional; y si bien, es evidente que dicho plazo hasta antes de la referida jurisprudencia era
impreciso, no es menos cierto que con anterioridad el Tribunal Constitucional, señaló que las audiencias para resolución de
solicitudes vinculadas a la libertad física y de locomoción debían ser tramitadas con la debida celeridad y las audiencias para su
tratamiento señaladas en un plazo razonable, mismo que de ninguna manera podría ser aceptable cuando es fijado para dentro
de un mes, pues los treinta días devienen en una dilación y transgreden el principio de celeridad.” (las negrillas son agregadas).
11
El F.J. III.3.1 sostuvo que: “Antes de ingresar al análisis de fondo de la problemática planteada, corresponde en principio
remitirnos a la SC 0023/2010-R de 13 de abril, la cual sostuvo que: “el derecho a la libertad de circulación es como una
derivación o extensión del derecho a la libertad física, toda vez que el moverse libremente en el espacio, solo puede ser ejercido
si existe el derecho a la libertad física o personal, y de ahí precisamente la conexión entre ambos derechos.
(…)
Si bien el art. 125 de la CPE, se podría concluir que el objeto de tutela de la acción de libertad es el derecho a la libertad física, a
la vida, y al debido proceso, cuando existe vinculación con el derecho a la libertad y excluir de su ámbito de protección al
derecho de locomoción; sin embargo, dada la íntima relación que existe entre esos derechos, es posible tutelar también al
último de los nombrados, en aquellos casos en los que el derecho de locomoción está vinculado directamente con la libertad
física o personal, o con el derecho a la vida o la salud. Consecuentemente, sobre la base de los principios de
favorabilidad, e interpretación progresiva, el derecho a la libertad de locomoción, se encontraría bajo la tutela de
la acción de libertad prevista en el art. 125 y ss., de la CPE en los supuestos anotados precedentemente; por

19
tutela no se encontraba con privación de libertad, se resolvió una
denuncia sobre dilación indebida en la tramitación y consideración
de una solicitud de levantamiento de arraigo, la cual no fue
atendida pese a transcurrir casi un mes desde su presentación
hasta la interposición de la acción de defensa; resolviéndose en el
caso conceder la tutela impetrada, bajo el fundamento que la
autoridad judicial dilató indebidamente la resolución de la situación
jurídica del impetrante de tutela, demora que se contrapone al
principio de celeridad, el cual se encuentra tutelado mediante la
acción de libertad traslativa o de pronto despacho.

La SCP 0038/2018-S3 de 13 de marzo12, emitida en una acción


de libertad, en la que el impetrante de tutela denunció la lesión de

tanto, todas aquellas restricciones a la libertad de circulación-locomoción con las puntualizaciones supra
mencionadas, deben ser protegidas a través de la acción de libertad”
En ese sentido, se tiene que la presente temática -falta de resolución de solicitud de levantamiento de arraigo, pese
haber transcurrido casi un mes desde su presentación hasta la interposición de la presente acción de libertad-, se
encuentra directamente vinculado con el derecho a libertad de locomoción o de circulación del hoy accionante,
mismo que se encuentra dentro del ámbito de protección de la acción de libertad.
Ahora bien, a partir de la revisión de obrados, se tiene que por orden del Juez Tercero del Trabajo y Seguridad Social del
departamento de Santa Cruz, la Dirección General de Migración del Ministerio de Gobierno el 26 de septiembre de 2002 procedió
a arraigar al accionante, tal como cursa en el certificado de 29 de abril de 2016 (Conclusión II.2.); motivo por el cual el nombrado
mediante memorial presentado el 11 de mayo del mismo año, solicitó levantamiento de arraigo al Juez hoy demandado (Conclusión II.3.).
En ese marco, conforme a lo informado por la autoridad judicial ahora demandada si bien ordenó a la Secretaria del Juzgado de
Partido de Trabajo y Seguridad Social Tercero del departamento de Santa Cruz realice un informe respecto al memorial de
levantamiento de arraigo presentado el 11 de mayo de 2016, mismo que habría sido elaborado por dicha funcionaria de apoyo
jurisdiccional según la revisión de obrados efectuada por el Juez de garantías tal como se señaló en la Resolución 24/2016 de
16 de junio, que es motivo de revisión por este Tribunal; no obstante, a partir del Acta Circunstancial Notarial de Verificación de
10 de junio del referido año, suscrito por el Notario de Fe Pública 111, se tiene que de la revisión del libro diario de ese Juzgado
se pudo evidenciar que el indicado memorial hasta esa fecha no salió de despacho (Conclusión II.5.).
Consecuentemente, el Juez ahora demandado desde la presentación del memorial de solicitud de levantamiento de
arraigo -11 de mayo de 2016- no resolvió dicha petición hasta la fecha de interposición de esta acción tutelar,
ocasionando una dilación indebida en resolver la situación jurídica del hoy accionante, apartándose de la previsión
del art. 178.I de la CPE, el cual señala que: ‘La potestad de impartir justicia emana del pueblo boliviano y se sustenta en los
principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad, probidad, celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico…’
(las negrillas son nuestras), principio que es tutelado mediante la acción de libertad traslativa o de pronto despacho, misma que:
‘…busca acelerar los trámites judiciales o administrativos cuando existen dilaciones indebidas para resolver la situación jurídica
de la persona que se encuentra privada de libertad, precisamente para la concreción del valor libertad, el principio de celeridad y
el respeto a los derechos’ (SCP 0011/2014 de 3 de enero); dejándose constancia que a criterio de esta Sala el Juez ahora
demandado es la única autoridad que puede resolver la situación procesal del hoy accionante, tomándose en cuenta que la
orden de arraigo fue emanada del Juzgado del cual es titular, motivos que hacen conveniente la concesión de la tutela
impetrada. (las negrillas son agregadas)”.
12
El F.J. III.3 referido al análisis del caso sostuvo que de lo referido precedentemente, se tiene que el objeto procesal de esta
acción tutelar radica precisamente en la dilación de la resolución con relación al pedido de levantar el arraigo que recae contra el
accionante, situación que afecta su derecho a la libertad de locomoción. En ese sentido, tal como se estableció supra, constan
solicitudes de desarraigo -de 16 y 19 de octubre de 2017- impetradas por el accionante, ante la autoridad demandada, sin
embargo, en respuesta a dichos memoriales, ésta mediante providencia, refirió: “…previamente adjunte documentación sin
perjuicio de la misma por auxiliatura I póngase a la vista el cuaderno de control jurisdiccional…” (sic), y posteriormente
“…previamente cúmplase con el decreto de 17 de octubre de 2017” (sic) respectivamente; de estas circunstancias procesales se
puede advertir que la autoridad judicial demandada incurrió en dilación indebida, en la resolución respecto a la solicitud
impetrada por el accionante, máxime, si bajo el entendimiento del Tribunal de garantías, quien tuvo inmediación con los
antecedentes del proceso penal, refirió “…el Art. 240 del Código de Procedimiento Penal establece cuales son las medidas
sustitutivas a la detención preventiva y entre ellas en el núm. 3) se señala al arraigo; en ese entendido al no existir Imputación
Formal y al no existir audiencia de medidas cautelares, menos podría existir una medida sustitutiva como es el arraigo…” (sic),
circunstancias que no fueron controvertidas por la demandada, en consecuencia se puede concluir que la desatención pronta y
oportuna respecto a la solicitud del accionante, provocó dilación innecesaria en la tramitación jurisdiccional que debía resolver su
situación jurídica, demora indebida que generó la activación de la presente acción de libertad en procura de dilucidar la situación
de zozobra ocasionada.
A mayor abundancia, debemos referir que la previsión del art. 178.I de la CPE, señala: “La potestad de impartir justicia emana
del pueblo boliviano y se sustenta en los principios de independencia, imparcialidad, seguridad jurídica, publicidad, probidad,

20
sus derechos a la locomoción y debido proceso, pues se hubiese
dilatado indebidamente la resolución de su solicitud de levantamiento
de arraigo –aclarándose que no existía restricción del derecho a la
libertad personal–; concedió la tutela impetrada, al evidenciarse
una demora indebida en el procedimiento, y considerando que la
restricción a la libertad de locomoción se encuentra vinculado a la
libertad personal.

Por otra parte, en un caso similar al señalado precedentemente, en


una acción de libertad en la que la impetrante de tutela no se
encontraba privada de libertad, se denunció la vulneración a sus
derechos a la libertad de locomoción, al debido proceso y a una
justicia pronta y oportuna, debido a que habiéndose presentado varios
memoriales solicitando a la autoridad judicial demandada ordene la
emisión del mandamiento de desarraigo ante la extinción de la acción
penal, se dilató injustificadamente la resolución de su situación
jurídica; a través de la SCP 0679/2018-S1 de 26 de octubre13 se
concedió la tutela solicitada, bajo el fundamento que se debió
imprimir la celeridad correspondiente, pues la solicitud de desarraigo

celeridad, gratuidad, pluralismo jurídico…” (las negrillas son nuestras); en este marco, se entiende que el principio de celeridad
cuando está vinculado directamente al derecho a la libertad, se encuentra protegido por la acción de libertad traslativa o de
pronto despacho, que “…busca acelerar los trámites judiciales o administrativos cuando existen dilaciones indebidas para
resolver la situación jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad, precisamente para la concreción del valor
libertad, el principio de celeridad y el respeto a los derechos” (SCP 0011/2014 de 3 de enero); dejándose constancia que a
criterio de esta Sala, la Jueza ahora demandada es la única autoridad que puede resolver la situación del accionante, tomándose
en cuenta que la orden de arraigo fue emanada del Juzgado del cual es titular.
13
En el F.J. III.4 se señaló que: “Conforme a la jurisprudencia desarrollada en el Fundamento Jurídico III.1. de este fallo
constitucional, se tiene que el derecho a la libertad de circulación es como una derivación o extensión del derecho a la libertad
física; toda vez que, el moverse libremente en el espacio, solo puede ser ejercido si existe el derecho a la libertad física o
personal, y de ahí precisamente la conexión entre ambos derechos.
En ese entendido, a decir de la parte accionante, el Juez hoy demandado dentro el caso objeto de análisis dispuso la notificación
a las partes del proceso con la solicitud de la emisión del mandamiento de arraigo, pese que en dicho trámite penal existe un
desistimiento de la parte denunciante (fs. 169 del expediente original) y la consiguiente declaratoria de la extinción de la acción
penal, no conforme a lo dispuesto, dicha autoridad ordenó que el expediente ingrese a despacho para resolución, debiendo
hacer turno para poder ser resuelto; al respecto, se advierte que no se tomó en cuenta que había transcurrido un mes desde la
presentación de dicha solicitud -hasta la interposición de la presente acción de libertad- sin que el Juez ahora demandado se
haya pronunciado respecto al pedido efectuado, verificándose una actuación dilatoria e injustificada que se encuentra
directamente vinculada con el derecho a la libertad de locomoción y/o circulación de la hoy accionante, mismo que se encuentra
dentro del ámbito de protección de la acción de libertad, dado que omitir pronunciamiento respecto a la solicitud de la
peticionante de tutela relacionada a dejar sin efecto la medida cautelar de arraigo al existir un desistimiento de la parte
denunciante y la extinción de la acción penal, se constituye en una omisión que lesiona el derecho constitucional citado supra;
consecuentemente, por lo referido corresponde conceder la tutela impetrada.
En ese marco y conforme lo establecido en el Fundamento Jurídico III.2 de este fallo, el principio de celeridad se encuentra
protegido por la acción de libertad traslativa o de pronto despacho, que busca acelerar los trámites judiciales o administrativos
cuando existen dilaciones indebidas para resolver la situación jurídica de la persona que se encuentra privada de libertad, o
como en el caso presente, en el cual la hoy accionante no obtiene una respuesta pronta y oportuna a la solicitud de desarraigo
impetrada al Juez demandado, pese a que dicha solicitud no requiere de mayores formalidades, por encontrarse extinguida la
acción penal; en consecuencia, el Juez ahora demandado debe resolver la situación jurídica de la accionante, imprimiendo la
celeridad que amerite el caso.
Al respecto y dentro de este análisis constitucional, de igual forma se evidencia que la autoridad ahora demandada, no remitió al
Juez de garantías las piezas procesales correspondientes al presente caso, tampoco presentó informe alguno ni asistió a la
audiencia tutelar pese a su legal citación (fs. 8); en ese entendido, es preciso aplicar la jurisprudencia desarrollada en el
Fundamento Jurídico III.3 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional, la cual estableció que, en cumplimiento de los
principios de compromiso e interés social y de responsabilidad que rigen la función pública así como la naturaleza de los
derechos tutelados por esta garantía constitucional y al no haber sido desvirtuados los hechos y actos denunciados en contra del
Juez hoy demandado por parte de la ahora accionante, se presumirá la veracidad de los mismos.”

21
impetrada no requería mayores formalidades, por encontrarse
extinguida la acción penal.

De igual manera, en otra acción de libertad, este Tribunal, en


conocimiento de la denuncia de vulneración del derecho a la
libertad de locomoción por procesamiento indebido, emitió la
SCP 1180/2019-S1 de 2 de diciembre14concediendo la
tutela impetrada, al considerar que el caso se encontraba bajo el
ámbito de protección de la acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, en el entendido que, si bien los impetrantes de tutela no se
encontraban privados de libertad, al diferirse indebidamente el
tratamiento de levantamiento de medidas cautelares –entre ellas el
arraigo– sin ningún fundamento legal o jurisprudencial de respaldo, se
restringió el derecho a la libertad de locomoción que se constituye en
una derivación o extensión del derecho a la libertad personal o física.
En ese sentido, de un análisis sistemático a la jurisprudencia que
antecede, se advierte que, esta instancia máxima de control
constitucional amplió tácita o implícitamente el ámbito de protección
de la acción de libertad traslativa o de pronto despacho, concediendo
la tutela impetrada en los casos en los que los accionantes
denunciaron la lesión del principio de celeridad vinculado al derecho a
la libertad de locomoción, sin que exista una privación de libertad
personal; ello considerando que, el derecho a la libertad, no solo
implica el derecho a la libertad personal o física, sino que tiene
directa vinculación con el derecho a la libertad de circulación o
locomoción; constituyéndose ambos en derechos conexos y
autónomos.

14
El F.J. III.4 manifestó que: “Identificada la problemática planteada en la presente acción tutelar, en primera instancia es
necesario establecer que la limitación al derecho a la libertad de locomoción, se encuentra directamente vinculada al derecho a
la libertad personal, como se tiene del Fundamento Jurídico III.1 del presente fallo, manteniéndose en el caso subsistente su
restricción por la vulneración del principio de celeridad procesal, puesto que el último proveído de 28 de junio de 2019, emitido
por la Jueza –ahora demandada–, constituye una directa restricción al derecho a una resolución pronta y oportuna de la
situación jurídica de los accionantes en torno a la vigencia de las medidas cautelares, pues difiere indebidamente su tratamiento
a la eventualidad de que la Sentencia S-24/2018 adquiera la calidad de cosa juzgada vulnerando el principio de celeridad sin que
la reposición sea un recurso idóneo para ello; consecuentemente, la supuesta subsidiariedad alegada tanto por la autoridad
demandada como por la Jueza de garantías, carece de mérito, correspondiendo el análisis de fondo.
En este entendido es de resaltar que de acuerdo al contenido normativo del art. 364 del CPP “La sentencia absolutoria ordenará
la libertad del imputado en el acto, la cesación de todas las medidas cautelares personales y fijará las costas y, en su caso,
declarará la temeridad o malicia de la acusación a efectos de la responsabilidad correspondiente” (las negrillas son nuestras),
siendo la misma interpretada por la jurisprudencia citada en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional, en sentido que el efecto de la sentencia absolutoria sobre la medidas cautelares, es inmediato, sin que ello se halle
condicionado al agotamiento de los recursos ordinarios procesales; esta línea de entendimiento claramente establecida en el
ordenamiento jurídico, fue flagrantemente inobservada por la Jueza ahora demandada, quien de manera categórica y en dos
oportunidades (30 de abril de 2018 y 28 de junio de 2019), determinó que las medidas cautelares impuestas a los ahora
accionantes, serían canceladas solo cuando la Sentencia S-24/2018, se encuentre ejecutoriada y con calidad de cosa juzgada,
sin exponer ningún fundamento legal o jurisprudencial de respaldo, concretamente, el decreto de 28 de junio de 2019, vulnera
el derecho a la libertad de locomoción de los peticionantes de tutela; en conclusión, al haberse emitido sentencia absolutoria en
favor de los prenombrados, y formando parte de sus disposiciones la cancelación de las medidas cautelares que les fueron
impuestas, las mismas cobran efectividad de forma inmediata, siendo exigibles para su cumplimiento sin que su levantamiento
pueda ser condicionado a que el fallo adquiera la calidad de cosa juzgada, así se halla establecido por la jurisprudencia ya
señalada y que tiene fuerza vinculante conforme dispone el art. 203 de la CPE, máxime, si se considera que la aludida Sentencia
absolutoria fue confirmada en apelación, la tipificación que conlleva el cese de las medidas cautelares impuestas.
Por consiguiente, la autoridad hoy demandada, no podía incumplir su propia determinación, y menos sujetar la misma a una
condición no prevista en la norma (art. 364 del CPP), incumpliendo el procedimiento penal y la jurisprudencia constitucional al
respecto, razones estas que impiden a conceder la tutela solicitada”.

22
III.2.1.1. Integración del desarrollo jurisprudencial

La importancia que representa realizar la integración de


una línea jurisprudencial, emerge de la necesidad de
armonizar entendimientos jurisprudenciales no
antagónicos sino progresivos, permitiendo que de la
manera más adecuada se resuelva un caso en atención a
los derechos fundamentales.15

Bajo ese parámetro, tomando en cuenta el análisis


efectuado en los acápites precedentes, debe señalarse
que, la línea jurisprudencial relativa al ámbito de
protección de la acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, tiene como sentencia básica o creadora de
línea a la SC 0044/2010-R que a partir de
su modulación fue implementándose presupuestos en
relación al alcance protectivo cuando se denuncian
lesiones al principio de celeridad vinculado al derecho a la
libertad personal; no obstante, junto con dicha línea
jurisprudencial implícitamente se fue dando un alcance
superior al ámbito de protección de la acción de libertad
en su modalidad traslativa tutelando vulneraciones al

15
El F.J. III.3 de la SCP 2233/2013 de 16 de diciembre, referida a la aplicación del estándar más alto de la jurisprudencia
constitucional, sostuvo: “Nos referimos, con la expresión estándar más alto de la jurisprudencia constitucional, para resaltar
aquélla o aquéllas decisiones del Tribunal Constitucional que hubieran resuelto un problema jurídico recurrente y uniforme, pero
de manera progresiva a través de una interpretación que tiende a efectivizar y materializar de mejor manera los derechos
fundamentales y garantías constitucionales previstas en la Constitución y en los Tratados Internacionales de Derechos Humanos
que forman parte del bloque de constitucionalidad. El método de identificación del estándar más alto en la jurisprudencia
constitucional, es a través de un examen o análisis integral de la línea jurisprudencial, de tal forma que el precedente
constitucional en vigor se constituirá en aquél que resulte de dicha comparación.
Sobre el análisis dinámico de la jurisprudencia constitucional a través de las líneas jurisprudenciales, se tiene la SCP 0846/2012
de 20 de agosto, que estableció: “No es suficiente la identificación del precedente constitucional, a través del análisis estático de
la jurisprudencia, se debe analizar la jurisprudencia constitucional también a través de un análisis dinámico, es decir, se debe
apreciar de manera sistemática el desarrollo de la jurisprudencia, para ubicar el precedente constitucional en vigor en la línea
jurisprudencial.
Las líneas jurisprudenciales, son la técnica para hacer el análisis dinámico de la jurisprudencia constitucional. Son las respuestas
o soluciones que la jurisprudencia ha dado a determinado problema jurídico, está conformada por un conjunto de sentencias
que abordaron determinada temática.
La jurisprudencia constitucional al ser en esencia evolutiva, se van modulando, ya sea extendiendo, o en su caso, restringiendo sus
alcances, de ahí que es preciso hacer un recorrido entre las sentencias básicas o creadoras de líneas, sentencias moduladoras de líneas,
sentencias confirmadoras o reiteradoras de línea, sentencias mutadoras o cambiadoras de línea y sentencias reconductoras de línea,
porque sólo con este análisis dinámico de las sentencias que conforman la línea jurisprudencia se identifica el precedente constitucional
en vigor”.
En este sentido, el uso del estándar más alto de la jurisprudencia constitucional al menos tiene dos consecuencias prácticas:
i) Provoca que un juez o tribunal en caso de contar con dos sentencias constitucionales contradictorias elija de acuerdo a las
particularidades de cada caso el entendimiento que tutele de manera más adecuada los derechos fundamentales que llega a ser
el estándar más alto.
ii) Asimismo, de existir diversos entendimientos jurisprudenciales no antagónicos sino progresivos los mismos
deben armonizarse para la resolución más adecuada del caso en atención a los derechos fundamentales
obteniéndose vía integración de jurisprudencia el estándar más alto.
Este entendimiento tiene su fundamento en lo establecido por los arts. 13. IV y 256 de la CPE, que configuran la obligación de
interpretación más favorable en materia de Derechos Humanos, teniendo como parámetros las cláusulas de interpretación
contenidas en los Tratados y Convenios Internacionales sobre la materia, entre ellas, el principio pro homine, que establece que
el juzgador debe aplicar aquellas normas y criterios de interpretación que resulten más favorables al respeto y goce de los
derechos constitucionales de las personas” (las negrillas nos corresponden).

23
principio de celeridad vinculado no solo a la libertad
personal sino también a la libertad de locomoción.

En ese entendido, a partir de los dos entendimientos


jurisprudenciales progresivos que emergen del alcance
protectivo de la acción de libertad traslativa o de pronto
despacho, en virtud a lo establecido en el art. 196 de la
CPE, este Tribunal, al ser máximo intérprete de la
Constitución, en el ejercicio del control de
constitucionalidad debe desarrollar criterios
jurisprudenciales que permitan precautelar el respeto y
vigencia de los derechos, más aún, considerando que el
art. 13 de dicho cuerpo normativo, determina que “Los
derechos reconocidos por esta Constitución son
inviolables, universales, interdependientes, invisibles y
progresivos. El Estado tiene el deber de
promoverlos, protegerlos y respetarlos”.

Así, el Tribunal Constitucional Plurinacional en


cumplimiento de su labor interpretativa, considerando
que el ámbito de protección de las acciones de defensa no
debe recorrer un camino restrictivo, más aún, cuando el
art. 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (CADH) dispone que toda persona tiene
derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro
recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes,
que la ampare contra actos que violen sus derechos
fundamentales; es necesario señalar que, si bien la acción
de libertad traslativa o de pronto despacho dirige su
ámbito de protección esencialmente a lesiones del
principio de celeridad vinculado a la libertad personal, sin
embargo, bajo el entendimiento que todos los procesos
deben ser tramitados con el principio de celeridad
procesal, dicha exigencia adquiere igual repercusión y
responsabilidad tratándose del derecho a la libertad de
locomoción, al existir una estrecha conexión con la
libertad personal, por el que, se lo incluye en el
catálogo de derechos fundamentales y derechos
humanos que merece especial protección y respeto,
consecuentemente, es en razón a esta importancia y
con el fin de garantizar el ejercicio pleno de la libertad
de locomoción, considerando la esencia de los
principios de progresividad, pro homine y flexibilidad
debe darse una interpretación más extensiva y/o más
favorable al ámbito de protección de la acción
traslativa o de pronto despacho.

24
Consecuentemente, es inminente, necesario y
fundamental INTEGRAR la línea jurisprudencial
relativa al ámbito de protección de la acción de
libertad traslativa o de pronto despacho,
permitiendo armonizar los dos entendimientos
jurisprudenciales, de manera que, esta modalidad
traslativa sea aplicada no solo en casos en los
que se tenga una persona privada de libertad
sino también de aquellas personas que tengan
restricción de su derecho a la libertad de
locomoción; ello con el fin de buscar la eficacia plena
de este derecho; así, cuando se tenga que definir la
situación jurídica de una persona que tenga restringido
su derecho a la libertad de locomoción su resolución
debe ser pronta oportuna y sin dilaciones, es decir, en
estricta observancia del principio de celeridad que
procura no imponer la práctica de actos innecesarios
atiborrados de formalismo que retrasa los trámites.

De lo anotado, sin pretender ser reiterativos, conforme ya


se señaló, si bien la SC 0044/2010-R determinó el
ámbito de protección de la acción de libertad traslativa o
de pronto despacho a los casos en los que se denuncia
lesiones al principio de celeridad vinculado a la libertad
personal; bajo la integración de línea
jurisprudencial efectuada, la modalidad
traslativa de pronto despacho se constituye en
un mecanismo procesal idóneo que busca
acelerar los trámites judiciales o administrativos
cuando existen dilaciones indebidas que eviten
resolver la situación jurídica de la persona que
se encuentra restringida de su derecho a la
libertad personal y/o de locomoción.

III.3. Legitimación pasiva de funcionarios subalternos del Órgano


Judicial

La SC 691/01-R de 9 de julio de 2001, concluyó que la legitimación pasiva


debe ser entendida como la coincidencia que se da entre la autoridad que
presuntamente causó la violación a los derechos y aquella contra quien se
dirige la acción; entendimiento que fue asumido por las Sentencias
Constitucionales 817/01-R de 3 de agosto de 2001 y 139/02-R de 20 de
febrero de 2002, entre otras; posteriormente, siguieron ese lineamiento las
SSCC 1279/2002-R, 1651/2004-R, 0039/2010-R y 0192/2010-R; y, las
Sentencias Constitucionales Plurinacionales 0714/2013 de 3 de junio,

25
0427/2015-S2 de 29 de abril y 0244/2016-S2 de 21 de marzo, entre otras;
así la antedicha SCP 0244/2016-S2, citando a la SCP 0427/2015, expresa:

“…la legitimación pasiva recae sobre toda persona cuya acción u omisión se
constituya en causal para la vulneración o amenaza en la integridad y eficacia de los
derechos tutelados por la presente acción de defensa; más aún, si el texto
constitucional deja abierta la posibilidad de dirigir la demanda inclusive contra
personas particulares; por consiguiente, en virtud al principio de generalidad, la
presente acción de defensa no reconocen fueros, privilegios ni inmunidades, por lo
que es plenamente viable dirigir contra toda persona, indistintamente si es
particular o servidor público, sea este jurisdiccional o de apoyo judicial, e incluso de
orden administrativo, cual podrían ser funcionarios policiales o del régimen
penitenciario, solo a manera de ejemplo”.

Bajo esa línea, el extinto Tribunal Constitucional, y el Tribunal Constitucional


Plurinacional estableció subreglas a la legitimación pasiva en las acciones
tutelares; respecto a los funcionarios de apoyo jurisdiccional o subalterno, una
de esas subreglas está expresada en la SC 1572/2003-R de 4 de noviembre, la
misma que concluyó:

“…son los jueces los funcionarios que ejercen esa jurisdicción, entre tanto que los
secretarios, actuarios y oficiales de diligencias, no tienen facultades
jurisdiccionales sino que están obligados a cumplir las órdenes o instrucciones
del Juez, emergentes de sus decisiones, por lo que no tienen legitimación
pasiva para ser demandados por cuanto no son los que asumen
determinaciones de orden jurisdiccional dentro de los procesos, salvo que
incurrieran en excesos contrariando o alterando esas determinaciones de la
autoridad judicial” (citada por la SC 0332/2010-R de 17 de junio y por la SCP
1007/2017-S3 de 29 de septiembre, entre otras [las negrillas y el subrayado nos
corresponden]).

En ese mismo sentido, la citada SC 0332/2010-R, respecto a la legitimación


pasiva del personal de apoyo jurisdiccional o subalterno sostuvo que:

“ampliando este entendimiento, es necesario establecer que la responsabilidad o


no del personal subalterno por contravenir lo dispuesto por la autoridad
jurisdiccional será evaluada de conformidad a la actuación de esta, una
vez prevenido de la omisión o comisión de la vulneración alegada, con el
objetivo de reconducir el procedimiento y restituir los derechos o
garantías vulnerados, puesto que si la autoridad jurisdiccional convalida la
actuación, vulneradora o no del personal subalterno, automáticamente se deslinda
de responsabilidad, con la consecuencia de asumirla por completo” (las negrillas son
nuestras).

Finalmente, el Tribunal Constitucional Plurinacional, a través de la


SCP 0427/2015-S2 de 29 de abril, estableció que los funcionarios
subalternos también pueden tener legitimación pasiva y ser
codemandados, cuando:

“…la vulneración de los derechos tutelados por la presente acción de


defensa emerge del incumplimiento o la inobservancia de las funciones y
obligaciones conferidas al personal de apoyo jurisdiccional en los

26
preceptos legales procedentemente referidos o del incumplimiento de las
instrucciones u órdenes impartidas por el superior en grado, dicho
servidor público adquiere la legitimación pasiva por lo que es plenamente
viable dirigir la demanda contra ése funcionario, hasta establecer su
responsabilidad si corresponde; (…); sin embargo, el presente razonamiento no
implica que el Juez como autoridad revestida de jurisdicción deje al desamparo la
dirección del juzgado, por cuanto le asiste la facultad de impartir instrucciones al
personal de apoyo judicial y de realizar el seguimiento correspondiente, puesto que
de no cumplirse las mismas también asume la responsabilidad por ser la autoridad
que finalmente tiene la responsabilidad del juzgado; consiguientemente, el buen
desempeño de las labores administrativas y jurisdiccionales involucra tanto a los
servidores de apoyo y principalmente a las autoridades judiciales propiamente
dichas, de ahí que las responsabilidades emergentes del incumplimiento de las
funciones y obligaciones no pueden centralizarse en una sola persona u autoridad,
ya que cada servidor público tiene el deber de desempeñar sus funciones en el
estricto marco de las disposiciones normativas que regulan su labor, más aún
si de ello surge la lesión de los derechos objeto de protección de la presente
garantía jurisdiccional” (las negrillas y el subrayado son añadidos).

De la citadas líneas jurisprudenciales, respecto a la legitimación pasiva de


funcionarios subalternos o de apoyo jurisdiccional, se concluye como
subregla que los mismos carecen de legitimación pasiva para ser
demandados en acciones tutelares, por cuanto no son los que asumen
determinaciones de orden jurisdiccional dentro de los procesos; sin
embargo, existe la excepción a esta subregla; es decir, que adquieren
legitimación pasiva y por consiguiente pueden ser demandados en acciones
tutelares en tres supuestos, cuando: a) Incurrieran en excesos contrariando
o alterando las determinaciones de la autoridad judicial; b) La vulneración
de los derechos tutelados a través de acciones de defensa que emerjan de
un evidente incumplimiento o desconocimiento de las funciones y
obligaciones conferidas a estos; y, c) Proceden del incumplimiento de las
instrucciones u órdenes impartidas por el superior en grado; si concurren
alguno de estos supuestos, los funcionaros subalternos o de apoyo
jurisdiccional pueden ser sujetos de demanda; puesto que, se activa la
excepción a la legitimidad pasiva.

Los entendimientos jurisprudenciales desarrollados, fueron citados por la


SCP 0259/2019-S1 de 15 de mayo, reiterada en las SSCCPP 0588/2019-S1
de 22 de julio, 0917/2019-S1 de 12 de septiembre, 1125/2019-S1 de 28 de
noviembre, entre otras.

III.4. Análisis del caso concreto

El accionante, señaló como lesionado su derecho a la libertad de


locomoción vinculados a sus derechos a la salud y la vida; toda vez que, la
Secretaria Abogada del Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la
Violencia hacia la Mujer Segunda del departamento de La Paz, incurrió en
los siguientes actos ilegales: a) Habiéndose señalado audiencia para
resolver su petición de desarraigo y el levantamiento del mismo para el 16

27
de abril de 2020; la misma fue suspendida debido a que según el informe
de la demandada, el expediente fue remitido a una oficina administrativa;
por lo que, el Juez de la causa ordenó que se oficie a la mencionada oficina
para que la prenombrada ponga a la vista el expediente, orden que no fue
cumplida por la demandada retrasando la resolución de su petición, a
sabiendas de que sufre de afecciones en su salud conforme los certificados
médicos que determinan su traslado urgente y regular a un hospital de
cuarto nivel de Brasil; y, b) Asimismo estando ordenado por Auto de 30 de
febrero de referido año la expedición de varios oficios, entre ellos REJAP,
Hospital Municipal de Riberalta, Hospital Municipal de Caranavi y FELCC, la
Secretaria no facciono los mismos.

De la lectura de la acción de libertad y específicamente del acta de


audiencia cautelar desarrollada de forma virtual, se tiene que el ahora
impetrante de tutela, fue arraigado desde el 31 de diciembre de 2000,
dentro de la extinguida causa penal seguida por el Ministerio Público contra
Hugo Luna Orozco y otros; y siendo que actualmente su causa radica en el
Juzgado de Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer
Segundo del departamento de La Paz, vía buzón judicial presentó memorial
dirigido a dicho juzgado pidiendo audiencia para el levantamiento de
arraigo definitivo; a tal efecto, conforme señaló la referida autoridad, la
audiencia fue señalada para el 16 de abril de 2020, pero fue suspendida en
razón a que no se encontraban notificadas todas las partes y porque el
expediente no se encontraba en despacho; puesto que, la Secretaria
Abogada le informó que se había remitido a la oficina de archivo central
para la asignación del número NUREJ y no fue devuelto debido a la
declaratoria de la cuarentena por la pandemia del Covid-19; y que, en
mérito a ello efectivamente suspendió la audiencia hasta que la oficina de
archivo central devuelva el expediente, sin ordenar ningún oficio por esa
misma razón (Conclusión II.1).

Ahora bien, conforme a estos antecedentes y siendo que la demandada a


través de esta acción de libertad es la Secretaria Abogada del Juzgado de
Instrucción Anticorrupción y contra la Violencia hacia la Mujer Segunda del
departamento de La Paz, se hace necesario remitirnos a la jurisprudencia
desarrollada en el Fundamento Jurídico III.3 de este fallo constitucional,
por el cual se establece que la legitimación pasiva en la acción de libertad,
recae también sobre los servidores de apoyo judicial, cuando la vulneración
de derechos emerge del incumplimiento o la inobservancia de las funciones
y obligaciones conferidas a estos, es así que la Ley del Órgano Judicial en
su art. 94 establece las obligaciones de las y los Secretarios entre las que
se encuentra la recepción de memoriales dentro de los expedientes a su
cargo y pasarlos a despacho para el respectivo pronunciamiento de la
autoridad judicial, la custodia bajo su responsabilidad de los expedientes y
archivos de la oficina judicial, cumplir todas las comisiones que el Tribunal o
juzgado le encomiende en el marco de sus funciones; obligación que

28
adquiere mayor carga cuando se trata de un acto procesal que sirva para
definir la situación jurídica de un imputado respecto a su derecho a la
libertad.

Asimismo, y considerando el ámbito de protección de la acción de libertad


de acuerdo a su naturaleza jurídica, se tiene, conforme a lo desarrollado en
el Fundamento Jurídico III.1 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional,
que la acción de libertad, se configura en un mecanismo oportuno, eficaz e
inmediato cuyo objetivo principal es proteger y restablecer los derechos
fundamentales; a la libertad personal; la vida cuando se encuentre en
peligro; los derechos a la integridad física; la libertad de locomoción; y,
debido proceso cuando éste se encuentre vinculado con la libertad
personal; supuesto cuya exigencia era ineludible para la procedencia de la
acción de libertad traslativa o de pronto despacho en casos en los que se
denunciaban lesiones al principio de celeridad; empero, dicha vinculación
dejo de ser una exigencia, a partir de que se vio la necesidad de analizar de
forma dinámica la jurisprudencia con el fin de recoger aquellos
entendimientos más progresivos, que materialicen de forma más efectiva
los derechos fundamentales y garantías constitucionales -en este caso de
los derechos que tutela la acción de libertad-, análisis que dio como
resultado la integración del desarrollo jurisprudencial efectuado en el
Fundamento Jurídico III.2.1.1 del presente fallo constitucional, que vio la
importancia de integrar las líneas jurisprudenciales relativas al pronto
despacho, de manera que esta también sea aplicada no solo a las personas
que tengan restringida su libertad física o personal, sino de igual manera a
aquellas que tengan restringido su derecho a la locomoción;
consecuentemente debe señalarse que, identificado el ámbito de protección
de esta acción de defensa, considerando que las lesiones al derecho al
debido proceso se encuentran dentro del mismo, por la importancia que
representa, comprende varios elementos como el principio de celeridad el
cual se encuentra intrínsecamente vinculado; en tal sentido, la
jurisprudencia glosada en el Fundamento Jurídico III.2 de la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, estableció que la acción de libertad
traslativa o de pronto despacho es el medio idóneo en la vía constitucional
para reclamar dilaciones indebidas que tienden a retardar o evitar resolver
la situación jurídica de la persona que tiene restringido su derecho a la
libertad personal y/o de locomoción.

En virtud a lo señalado, tomando en cuenta que el Tribunal Constitucional


Plurinacional debe asumir en su verdadera dimensión, el rol de precautelar el
respeto y la vigencia de los derechos y garantías constitucionales, corresponde
a continuación verificar si los extremos denunciados por el peticionante de
tutela son evidentes y si en efecto la funcionaria de apoyo jurisdiccional
demandada incurrió en incumplimiento de sus obligaciones generando así una
dilación indebida en el trámite de su solicitud para su desarraigo; así se tiene
que:

29
En relación al primer punto de la problemática planteada

A través de este punto el accionante denuncia que, habiéndose señalado


audiencia para resolver su petición de desarraigo y el levantamiento del
mismo para el 16 de abril de 2020; la referida audiencia fue suspendida
debido a que según el informe de la demandada, el expediente fue remitido
a una oficina administrativa; por lo que, el Juez de la causa ordenó que se
oficie a la mencionada oficina para que la prenombrada ponga a la vista el
expediente, orden que no fue cumplida por la demandada retrasando la
resolución de su petición, a sabiendas de que sufre de afecciones en su
salud conforme los certificados médicos que determinan su traslado urgente
y regular a un hospital de cuarto nivel de Brasil.

Previo a verificar esta denuncia, cabe aclarar que si bien en el presente caso, no
se remitieron a este Tribunal los antecedentes del proceso penal en el cual se
dispuso la medida de arraigo el año 2000 contra el impetrante de tutela; puesto
que, también el desarrollo de la audiencia de garantías fue de forma virtual, a
causa de la emergencia sanitaria por el Covid-19, empero, se tiene conforme al
desarrollo de la audiencia tutelar descrita en el acápite I.2. de este fallo
constitucional, que es evidente que la audiencia de modificación de medidas
sustitutivas solicitada por el ahora peticionante de tutela fue suspendida por falta
del expediente; respecto de lo cual la ahora demandada señaló que, en
cumplimiento a lo dispuesto por el Presidente del Tribunal Departamental de
Justicia de La Paz, de remitir los procesos en liquidación al archivo central para la
asignación del número NUREJ, es que remitió el expediente del proceso que se
siguió contra el accionante, para dicho fin, por ese motivo no se encontraba en
despacho el día de la audiencia de consideración de suspensión de arraigo. No es
evidente que el Juez de la causa le haya ordenado que ponga a vista el
expediente y emita los oficios, pues al estar en cuarentena la oficina de archivo
central no está trabajando; aspectos que fueron corroborados por el Juez de
control Jurisdiccional en su intervención en audiencia de garantías, explicando
que la audiencia fue suspendida por dos motivos, la falta de notificación a todas
las partes procesales y porque no se contaba con el expediente en el despacho;
no obstante, esta autoridad también señaló que, en cocimiento de que la oficina
de archivo central estaba cerrada por la cuarentena y que era necesario contar
con el expediente, dispuso la suspensión de la audiencia en tanto la oficina de
archivo central devuelva el expediente; empero, que no ordenó que se oficie,
precisamente porque archivo central no está trabajando debido a la cuarentena
por la emergencia sanitaria (Conclusión II.1).

En ese contexto, siendo que la problemática denunciada en este punto se


refiere expresamente a que la funcionaria de apoyo jurisdiccional no
hubiere cumplido la orden del Juez de que se oficie a la mencionada oficina
para que la prenombrada ponga a la vista el expediente, retrasando de esa
forma la resolución de su petición, sin considerar que por motivos de salud
debe trasladarse de manera regular y urgente a un hospital de cuarto nivel
de Brasil; se tiene, de acuerdo a lo desarrollado precedentemente, que tal

30
denuncia fue desvirtuada por la Secretaria demandada, quien señaló, ante
la pregunta de la Jueza de garantías de cuál fue la orden del Juez en la
audiencia de 16 de abril de 2020, que en ningún momento se le ordenó que
ponga a la vista el proceso o se oficie a archivo central; puesto que, archivo
central no estaba trabajando por la cuarentena y tampoco lo hace de
manera virtual; aseveración que fue ratificada por la autoridad judicial en
su intervención en audiencia; razones por las cuales, y al no evidenciarse el
acto ilegal debe denegarse la tutela sobre esta denuncia, considerando que
de acuerdo a la jurisprudencia constitucional glosada en el Fundamento
Jurídico III.3 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, relativo
a la legitimación pasiva de los funcionarios de apoyo jurisdiccional; señala
que, si bien estos pueden ser demandados en acciones tutelares; empero,
siempre y cuando se advierta que hayan incurrido en alguno de los
supuestos establecidos para su procedencia, como son, cuando: i)
Incurrieran en excesos contrariando o alterando las determinaciones de la
autoridad judicial; ii) La vulneración de los derechos tutelados a través de
acciones de defensa que emerjan de un evidente incumplimiento o
desconocimiento de las funciones y obligaciones conferidas a estos; y, iii)
Proceden del incumplimiento de las instrucciones u órdenes
impartidas por el superior en grado; supuestos que en este punto de
denuncia, mas propiamente el tercero, que fue alegado por el impetrante
de tutela, quedó desvirtuado; razones por las cuales no corresponde
conceder la tutela impetrada sobre esta acto ilegal denunciado.

Sobre el segundo punto de la problemática planteada

Un segundo acto ilegal denunciado por el demandante de tutela contra la


Secretaria Abogada -ahora demandada- es que la misma no faccionó varios
oficios solicitados, entre ellos REJAP, Hospital Municipal de Riberalta,
Hospital Municipal de Caranavi y FELCC, la referida, ordenados por Auto de
30 de febrero de 2020 por el Juez en suplencia del Juzgado Anticorrupción y
contra la Violencia hacia la Mujer Segundo del departamento de La Paz,
incumpliendo sus obligaciones establecidas en el art. 94 de la Ley 025.

Ahora bien, considerando los antecedentes descritos en el análisis del


primer punto denunciado, sobre este acto reclamado por el peticionante de
tutela contra la Secretaria ahora demandada, este Tribunal pudo advertir,
del desarrollo de la audiencia virtual, donde estuvieron presentes todas las
partes, con respecto al incumplimiento de la funcionaria de apoyo judicial al
no haber expedido los oficios solicitados por el impetrante de tutela y
dispuestos por la autoridad judicial en suplencia a través de Auto de 30 de
febrero de 2020, la prenombrada al ser cuestionada por la Jueza de
garantías, quien refirió que estando visibles -en pantalla virtual- tanto el
memorial de solicitud de oficios, como el Auto que lo ordenó; preguntó que
tenía que decir la demandada al respecto, sobre el cual la Secretaria
señaló: “…se ha fraccionado todos los oficios en los que sea ordenado a la
Secretaria abogada lo que reviso de las diapositivas que ha presentado el

31
señor Noel Arturo Vaca se ha presentado se le expidió los oficios para el
desarraigo temporal que es el único oficio es que me ordenan ya que el
señor ha solicitado otros empero de ellos se ha negado la extensión de los
otros oficios pero si se ha dado cumplimiento con el desarraigo temporal”
(sic); aseveraciones que fueron desvirtuadas por el demandande de tutela
en la misma audiencia quien señalo que “Esta en el expediente Taborga –
Luna en la foja número 10 y 11 tanto el memorial como el auto que
evidentemente el auto ordena la expedición de cinco oficios de los cuales se
me expedido solo uno solo uno señora juez el de desarraigo temporal mas
no así los oficios ordenados en otrosí 1, 2 y 3 entonces está faltando a la
verdad” (sic); ante ello, la funcionaria judicial demandada expreso: “…a la
revisión del documento efectivamente se me olvidó al otrosí dentro de ello
a lo principal solicita el desarraigo temporal en la Providencia misma se le
indica ahí de que fecha a que fecha va estar desarraigado y de la
comunicación ahora con la Auxiliar del juzgado quien tiene también a cargo
de los oficios indica que se le habría otorgado los oficios que indica al otrosí
el señor Noel Arturo Vaca que son para el REJAP y para otras instituciones
se le habría otorgado a la abogada y al hijo que sea presente al juzgado”
(sic); a lo cual la Jueza de garantías le exhortó que se fije bien porque el
del REJAP no estaba autorizado; asimismo, lo manifestado por la
demandada, fue negado por la abogada del accionante, quien presente en
audiencia virtual refirió que ella vive y trabaja en la localidad de Caranavi y
que desde ahí envía los memoriales al hijo del impetrante de tutela quien
además es su procurador; por lo que, en ningún momento se hizo presente en
el juzgado y menos tomo contacto con la demandada, señalando que la misma
miente sobre la entrega de los oficios solicitados (Conclusión II.2).

En tal sentido, este Tribunal pudo advertir que en relación al no


faccionamiento de los oficios referidos, que conforme alega el accionante
eran para el REJAP, Hospital Municipal de Riberalta, Hospital Municipal de
Caranavi y la FELCC, la Secretaria ahora demandada incurrió en evidentes
contradicciones al ser interrogada por la Jueza de garantías, señalando
inicialmente que el único oficio que le ordenaron emitir, fue el de desarraigo
temporal y que los otros oficios extrañados por el peticionante de tutela le
fueron negados; y, al ser confrontada por la parte accionante, quien señaló
las fojas donde se encuentra el memorial de solicitud de los oficios y el
Auto que ordenó los mismos, la ahora demandada, en un intento de
justificar dicha omisión señalo que la auxiliar del juzgado referido le había
comunicado que los oficios para el REJAP y para las otras instituciones ya
habría sido otorgado a la abogada del impetrante de tutela y al hijo de este
que se presentaron en el juzgado; empero, de igual forma dichas
aseveraciones fueron desvirtuadas cuando la Jueza de garantías le
recomendó que observe bien -se entiende la documentación visible en la
pantalla virtual- porque el oficio para el REJAP no estaba autorizado; de
igual forma dicha emisión y entrega de los oficios fue negado por la
abogada del peticionante de tutela, dejando en evidencia el incumplimiento
de la orden sobre la expedición de los oficios referidos, dispuestos por la

32
autoridad judicial por Auto de 30 de febrero de 2020, de parte de la
Secretaria demandada; quien desde la fecha señalada hasta la presentación
de esta acción de libertad que fue el 18 de marzo de igual año, no dio
cumplimiento a la orden del Juez; máxime, si aun de considerar que el
expediente fue remitido a archivo central para asignación del número
NUREJ el 19 de referido mes y año, conforme alegó la propia funcionaria
demandada, dicha remisión tampoco justifica la dilación indebida en la que
incurrió la misma al haber transcurrido dieciocho días sin que se haga
efectivo su solicitud antes de tal remisión; situación que además pone en
evidencia la negligencia con la que actuó dicha funcionaria al no tomar los
recaudos necesarios a efectos de dar cumplimiento a la orden del Juez de
emitir los oficios requeridos, conforme también lo denunció el accionante.

Consecuentemente, del análisis precedente se hace evidente que el


derecho de locomoción del impetrante de tutela efectivamente se vio
afectado por las omisiones en las que incurrió la Secretaria Abogada ahora
demandada, generando dilación indebida en la obtención de documentación
requerida por el peticionante de tutela a efectos de hacer valer en su
solicitud de desarraigo, sin considerar que el mismo también justificó dicha
solicitud por su delicado estado de salud acreditando con las certificaciones
medicas forenses remitidos vía electrónica por Víctor Morales Graz,
Profesional Médico, quien también participó de la audiencia virtual (Acápite
I.2.3.); por lo que, conforme a lo desarrollado en el Fundamento Jurídico
III.2, ya citado, en el cual como ya se tiene precisado, se desarrolló un
análisis dinámico de la jurisprudencia sobre la acción de libertad en la
modalidad traslativa o de pronto despacho, estableciéndose la existencia de
dos entendimientos progresivos relativos al ámbito de protección de la
modalidad traslativa, aspecto a partir del cual se vio la necesidad de
armonizar los mismos, e integrarlos en una línea jurisprudencial, buscando
darle un sentido más favorable, flexible y progresivo en pro de precautelar
los derechos a la libertad personal y a la libertad de locomoción; en ese
entendido, los casos en los que el derecho a la libertad de
locomoción se vea afectado ante dilaciones y entorpecimientos
indebidos, se encuentran dentro del ámbito de protección de la
acción de libertad en su modalidad traslativa o de pronto
despacho; en tal sentido y siendo que en el caso de análisis el accionante
activó la acción de libertad en esta modalidad, cuestionando la demora
injustificada en la emisión de oficios solicitados por el impetrante de tutela,
se entiende los concernientes para el Hospital Municipal de Riberalta,
Hospital Municipal de Caranavi y para la FELCC; dado que, para el REJAP no
fue ordenado; los mismos que pretende hacer valer dentro la solicitud de
desarraigo definitivo presentado por el prenombrado; este Tribunal advirtió
una dilación injustificada de parte de la funcionaria de apoyo judicial,
correspondiendo al efecto conceder la tutela solicitada.

En consecuencia, la Jueza de garantías, al haber concedido en parte la tutela


impetrada, actuó de forma correcta.

33
CORREPONDE A LA SCP 1330/2022-S1 (viene de la pág. 32).

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Primera; en virtud de la


autoridad que le confieren la Constitución Política del Estado y el art. 12.7 de la
Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional; en revisión, resuelve: CONFIRMAR
la Resolución 125/2020 de 19 de abril, cursante de fs. 10 a 13, pronunciada por la
Jueza de Instrucción Penal Cuarta del departamento de La Paz; y, en
consecuencia:

1° CONCEDER en parte la tutela impetrada en relación a la no emisión de los


oficios dispuestos por el Juez de Instrucción Anticorrupción y contra la
Violencia hacia la Mujer Segundo del departamento de La Paz, disponiendo
que la Secretaria demandada emita y otorgue los mismos al peticionante de
tutela, en el plazo de veinticuatro horas a partir de la notificación con el
presente fallo constitucional, siempre y cuando dicho actuado no se hubiese
cumplido; con base a los fundamentos expuestos en la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional.

2° DENEGAR la tutela respecto a la orden incumplida en relación al Auto de


16 de abril de 2020; al no haberse evidenciado la existencia de la misma.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

Fdo. MSc. Georgina Amusquivar Moller


MAGISTRADA

Fdo. MSc. Julia Elizabeth Cornejo Gallardo


MAGISTRADA

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