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CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCIÓN TERCERA

SUBSECCIÓN A

Consejero ponente: JOSÉ ROBERTO SÁCHICA MÉNDEZ

Bogotá, D. C., veinticuatro (24) de septiembre de dos mil veintiuno (2021)

Radicación número: 76001-23-31-000-2009-01131-01(49952)

Actor: MARÍA LUISA VÁSQUEZ OTÁLVARO Y OTROS

Demandado: NACIÓN - RAMA JUDICIAL Y OTRO

Referencia: ACCIÓN DE REPARACIÓN DIRECTA (APELACIÓN SENTENCIA)

Temas: DAÑOS CAUSADOS POR LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA –


DEFECTUOSO FUNCIONAMIENTO DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA –
ERROR JURISDICCIONAL – CADUCIDAD – Se configuró.

Procede la Sala a resolver el recurso de apelación interpuesto por la parte actora


contra la sentencia que negó las pretensiones de la demanda.

Según la demanda, la Fiscalía General de la Nación incurrió en un supuesto


defectuoso funcionamiento de la administración de justicia al omitir oficiar a la
Oficina de Registro de Instrumentos Públicos sobre la existencia de una
investigación penal que afectaba la tradición del bien inmueble adquirido por la
demandante; asimismo, la Rama Judicial incurrió en un supuesto error
jurisdiccional al negar el incidente incoado por la parte actora como tercera
afectada.

I. SENTENCIA IMPUGNADA
1.1. Corresponde a la sentencia del 15 de abril de 2013, mediante la cual el
Tribunal Administrativo del Valle del Cauca negó las pretensiones de la demanda.

1.2. El anterior proveído decidió la demanda presentada el 2 de diciembre de


20091, por la señora María Luisa Vásquez Otálvaro y sus hijos Verónica y Jorge
Orlando García Vásquez, en contra de la Nación – Fiscalía General de la Nación y
la Rama Judicial –, cuyas pretensiones, hechos principales y fundamentos de
derecho son, los siguientes:

Pretensiones

1.2.1. La parte actora pretende la declaración de responsabilidad de las


demandadas y la consecuencial condena al pago de la totalidad de los daños y
perjuicios que, afirma, le fueron irrogados con ocasión del defectuoso
funcionamiento de la administración de justicia y el error jurisdiccional que privó a
la señora María Luisa Vásquez Otálvaro del dominio de un bien inmueble.

Por lo anterior, estimó la solicitud indemnizatoria en: i) cien (100) salarios mínimos
legales mensuales vigentes, por concepto de perjuicio moral para cada uno de los
demandantes; ii) cien (100) salarios mínimos legales mensuales vigentes, por
concepto de daño a la vida de relación; iii) ciento sesenta y un millones
novecientos treinta mil pesos ($161.930.000) por concepto de perjuicios materiales
en la modalidad de daño emergente; y, iv) quinientos treinta y tres millones ciento
setenta y tres mil setecientos pesos ($533.173.700) por concepto de perjuicios
materiales en la modalidad de lucro cesante 2.

Hechos

1
Folios 161 a 169 del cuaderno 1.

2
Folios 164 y 165 del cuaderno 1.
1.2.2. Como supuesto fáctico de las pretensiones, la parte actora señaló que el
14 de noviembre de 2002, la señora María Luisa Vásquez Otálvaro adquirió del
señor Luis Ovidio Vallejo Peña un bien inmueble, el cual explotó
económicamente mediante contrato de arrendamiento, sin conocer la
investigación penal que comprometía la tradición del bien.

1.2.3. En tal sentido, indicó que en el marco de una investigación penal iniciada el
18 de abril de 2001, la Fiscalía 69 Seccional Delegada ante los Jueces Penales
del Circuito de Cali omitió oficiar a la Oficina de Registro de Instrumentos
Públicos para que informara sobre la investigación penal que se adelantaba en
relación con el inmueble, y solo hasta el 22 de enero de 2003, ordenó la
cancelación del registro de compraventa obtenido fraudulentamente, anotación
que quedó inscrita en el folio de matrícula el 5 de marzo siguiente.

De igual manera, señaló que, el 27 de mayo de 2004, cuando conoció la


situación jurídica del inmueble, interpuso incidente en calidad de tercera
afectada, con el fin de que se dejara sin efectos la cancelación del mencionado
título, decisión que fue negada en primera y segunda instancia por el Juzgado
Cuarto Penal del Circuito de Cali y el Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Cali, respectivamente. Finalmente, manifestó que perdió la posesión del bien en
abril de 2009.

1.2.4. Concretó el reproche en la omisión de la Fiscalía de informar a la oficina de


registro de instrumentos públicos sobre la existencia de la investigación penal
para evitar la negociación del bien, pues, como consecuencia de dicha omisión,
se permitió que la señora Vásquez Otálvaro adquiriera el inmueble sin evidenciar
irregularidad alguna y, además, en la decisión de los jueces penales de negarse
a revocar la cancelación de los títulos e impedir su vinculación como tercera
afectada.

1.2.5. Concluyó que dicha falla en el servicio le ocasionó perjuicios materiales e


inmateriales que deben indemnizarse en la forma y extensión indicada en las
pretensiones de la demanda.

La defensa

1.3. La demanda fue admitida por el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca,
en auto del 14 de diciembre de 2009 3, siendo debidamente notificada a las

3
Folios 170 y 171 del cuaderno 1.
demandadas, cuyos planteamientos y argumentos de defensa fueron, los
siguientes:

1.3.1. La Nación – Fiscalía General de la Nación se opuso a las pretensiones de la


demanda, por considerar que no incurrió en falla del servicio alguna durante el
trámite de la investigación penal, que sea susceptible de activar mecanismo
resarcitorio4.

1.3.2. La Nación – Rama Judicial se opuso a cada una de las declaraciones y


condenas solicitadas por la parte actora, en tanto consideró que, el Juzgado
Cuarto Penal del Circuito de Cali y el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali
no incurrieron en error jurisdiccional, por cuanto sus decisiones estuvieron
debidamente motivadas en la función restitutoria, que busca la restauración de las
cosas al estado en que se hallaban antes de que la infracción penal se ejecutara.
En consecuencia, propuso la excepción de falta de legitimación en la causa por
pasiva5.

1.4. Mediante auto del 13 de enero de 2011 el a quo corrió traslado a las partes
para alegar de conclusión y al Ministerio Público para que emitiera concepto 6.

1.4.1. La parte demandante precisó que la pérdida del inmueble obedeció a la


omisión de la Fiscalía, y señaló que los perjuicios se encontraban demostrados
con las pruebas obrantes en el expediente7.

4
Folios 161 a 169 del cuaderno 1.

5
Folios 170 a 181 del cuaderno 1.

6
Folios 194 del cuaderno 1.

7
Folios 195 a 203 del cuaderno 1.
1.4.2. La Nación – Rama Judicial se ratificó en los argumentos esgrimidos en la
contestación de la demanda8.

1.4.3. En esa oportunidad procesal, la Nación – Fiscalía General de la Nación y el


Ministerio Público guardaron silencio.

La decisión

1.5. Al definir el caso, el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca negó las
pretensiones de la demanda, por considerar que la parte actora no aportó los
elementos necesarios para demostrar la configuración de un defectuoso
funcionamiento de la administración de justicia imputable a la Fiscalía General de
la Nación por incumplimiento del deber de adelantar el procedimiento de
“cancelación de los registros obtenidos fraudulentamente”, por cuanto no existe
certeza de la presentación de solicitudes en este sentido, y tampoco, de la
existencia de otros elementos que le permitieran a la Fiscalía realizar una
valoración fáctica y jurídica de los elementos objetivos de la conducta punible,
que posibilitaran adelantar dicho procedimiento; de ahí que, a su juicio, no esté
demostrado el carácter injustificado de la omisión.

Adicionalmente, sostuvo que las providencias proferidas por el Juzgado Cuarto


Penal del Circuito de Cali y el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali,
mediante las cuales se negó la revocatoria de la cancelación de los registros y,
se negó la vinculación de la señora María Luisa Vásquez Otálvaro como tercera
afectada, se ajustaron a los fines perseguidos por el ordenamiento procesal penal
con la figura de “cancelación de los registros obtenidos de forma fraudulenta”,
toda vez que busca reestablecer el derecho prevalente de quien adquirió la
propiedad de forma legítima frente a otros adquirentes de buena fe 9.

II. EL RECURSO INTERPUESTO

8
Folios 185 a 188 del cuaderno 1.

9
Folios 215 a 230 del cuaderno principal.
2.1. Sustentación del recurso de apelación

2.1.1. Inconforme con la decisión anterior, la parte actora interpuso recurso de


apelación, en el cual solicitó revocar la sentencia proferida por el a quo y, en su
lugar, acceder al reconocimiento de los perjuicios deprecados en la demanda, por
considerar que con el material probatorio allegado al expediente se demostró que
la Fiscalía omitió cancelar oportunamente los registros obtenidos
fraudulentamente, pues debió hacerlo desde el auto de apertura de la
investigación, esto es, desde el momento en que encontró demostrada la tipicidad
del hecho punible que dio lugar a la obtención de los títulos de propiedad, según lo
establecido en el artículo 61 del Decreto 2700 de 1991, para lo cual, contaba con
tres (3) días hábiles, de conformidad con el artículo 178 ejusdem.

Así mismo, señaló que la Fiscalía excedió el término de 18 meses establecido


legalmente para adelantar la investigación penal, sin que obre prueba de que por
ese hecho se hubiere agotado trámite disciplinario alguno (art. 177, D. 2700 de
1991).

Finalmente, respecto a la Rama Judicial, manifestó que incurrió en una falla en el


servicio, por cuanto desconoció las facultades de la demandante para constituirse
en tercero incidental y obtener la protección de sus derechos (arts. 150 a 152,
ibídem)10.

2.2. En proveído del 26 de febrero de 2014 11, esta Corporación admitió el recurso
de apelación, y el 16 de julio siguiente corrió traslado a las partes para presentar
alegatos de conclusión y al Ministerio Público para que rindiera concepto de
conformidad con lo dispuesto en el inciso quinto del artículo 212 del C.C.A. 12.

10
Folios 231 a 243 del cuaderno principal.

11
Folio 252 del cuaderno principal.

12
Folio 351 del cuaderno principal.
2.2.1. La Nación – Fiscalía General de la Nación solicitó que se confirmara el fallo
de primera instancia, debido a que no incurrió en falla alguna del servicio, y
manifestó que los perjuicios ocasionados a la parte actora fueron ocasionados
por el hecho de un tercero, lo cual, rompe el nexo de causalidad como
presupuesto básico para estructurar el juicio de responsabilidad 13.

2.2.2. La parte actora se ratificó en los argumentos esgrimidos durante la


actuación procesal14.

2.2.3. En esa oportunidad procesal, la Rama Judicial y el Ministerio Público


guardaron silencio.

III. C O N S I D E R A C I O N E S

3.1. Cuestión previa: la causa petendi y el objeto del recurso de apelación

En la demanda se solicitó la declaratoria de responsabilidad de la Nación –


Fiscalía General de la Nación y la Rama Judicial, por el defectuoso funcionamiento
de la Administración de Justicia y por el error jurisdiccional que se presentó con
ocasión de la supuesta omisión de oficiar a la Oficina de Registro de Instrumentos
Públicos sobre la existencia de una investigación penal que afectaba la tradición
del bien inmueble adquirido por la demandante, así como, por la denegación del
incidente incoado por la parte actora como tercera afectada, respectivamente.

Sin embargo, en el recurso de apelación la parte actora introdujo nuevos cargos


relacionados con el vencimiento del término para ordenar la cancelación de los
registros fraudulentos y del término de la investigación penal, lo que refleja con
claridad la intención del extremo activo de modificar la causa petendi de la
demanda -lo cual no es permitido-, en la medida en que se refiere a una
imputación de responsabilidad adicional de aquella por la cual se demandó a la
Fiscalía General de la Nación.

Así las cosas, como el recurso de apelación no tiene por objeto que las partes
adicionen o modifiquen sus demandas y sorprendan a su contraparte con cargos

13
Folios 352 a 357 del cuaderno principal.

14
Folios 376 a 399 del cuaderno principal.
nuevos frente a los cuales no tuvo la oportunidad de defenderse ni aportar o
solicitar pruebas15, la Sala se abstendrá de analizar las modificaciones realizadas
a la imputación de responsabilidad de las entidades públicas demandadas
formulada en el recurso de apelación.

3.2. Ejercicio oportuno de la acción

Comoquiera que la imputación jurídica que realiza la parte actora a la pasiva se


efectúa a partir de los títulos jurídicos de imputación de defectuoso funcionamiento
de la administración de justicia y error jurisdiccional, la Sala considera necesario
analizar la oportunidad para ejercer el derecho de acción respecto de cada uno de
ellos, dado que para éstos el término de caducidad se contabiliza de manera
diferente.

Esta corporación, en forma reiterada, ha sostenido que para garantizar la


seguridad jurídica de los sujetos procesales, el legislador instituyó la figura de la
caducidad como una sanción, en los eventos en que determinadas acciones
judiciales no se ejerzan en un término específico. En este sentido, los interesados
tienen la carga procesal de acudir a la jurisdicción dentro del plazo fijado por la ley,
por cuanto, al exceder el término preclusivo para promover el litigio, se pierde la
facultad de accionar y así hacer efectivo su derecho.

Así pues, dicha institución jurídico procesal, es una figura de orden público que no
admite renuncia, ni suspensión, salvo que se presente solicitud de conciliación
extrajudicial en derecho y, de encontrarse probada, debe ser declarada de oficio
por el juez.

Al respecto, la Sala aclara que, si bien el tema de la presentación oportuna de la


demanda no se propuso con el recurso de apelación, lo cierto es que al momento
de dictar sentencia le corresponde al juez analizar los presupuestos procesales de
la acción, entre ellos, la caducidad, aspecto que no puede ni debe entenderse
saneado o clausurado por virtud de las omisiones que se hubiesen presentado en

15
“(…) la jurisprudencia de esta Corporación ha sido pacífica en considerar que la jurisdicción de lo
Contencioso Administrativo en las actuaciones que conoce carece por completo de facultades para variar la
causa petendi que se narra en la demanda, es decir, que en procesos de esta naturaleza la sentencia está
irremediablemente abocada a resolver sobre si hay o no lugar a declarar la responsabilidad de la
administración con base en a los antecedentes fácticos descritos en la demanda y a los medios de convicción
regular y oportunamente agregados al plenario.

“Es así como cualquier variación o modificación del marco fáctico implicaría un desconocimiento flagrante del
principio relativo al debido proceso, ya que, por una parte, sorprendería a la entidad pública demandada cuya
defensa y medios exceptivos estarían enfocados a rebatir los hechos presentados en la demanda y, por otra
parte, en atención a que ésta jamás tendría opción de ejercer en ese caso el legítimo derecho de controvertir
y de aportar pruebas tendientes a rebatir los elementos de juicio eventual base de la declaración de
responsabilidad y consecuencial condena al pago de los perjuicios, por lo que el juez debe resolver sobre las
pretensiones de la demanda, sus fundamentos fácticos y jurídicos con base en la prueba regular y
oportunamente aportada al proceso como lo dispone el artículo 305 del Código de Procedimiento Civil”.
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, sentencia del 24
de octubre de 2016, exp. 34.357. C.P. Hernán Andrade Rincón; reiterada por la misma Subsección, entre
otras, en sentencia del 20 de febrero de 2020, exp. 54.407. C.P. María Adriana Marín.
el transcurso del proceso, como lo consagra el artículo 164 del Código
Contencioso Administrativo16 – aplicable a la presente acción -.

De igual modo, en sentencia de unificación del 6 de abril de 2018 17, la Sala Plena
de esta Sección se pronunció en relación con la posibilidad que tiene el juez de lo
contencioso administrativo de decretar excepciones de oficio (transcripción literal):

“Este entendimiento del principio de congruencia y de los límites


competenciales del ad quem frente el recurso de apelación es el
que la Sala acoge y reitera, de manera que si se apela un aspecto
global de la sentencia, el juez adquiere competencia para revisar
todos los asuntos que hacen parte de ese aspecto más general,
aunque de manera expresa no se haya referido a ellos el apelante
único. Lo anterior, desde luego, sin perjuicio de la potestad que
tiene el juzgador de pronunciarse oficiosamente sobre todas
aquellas cuestiones que sean necesarias para proferir una decisión
de mérito, tales como la caducidad, la falta de legitimación en la
causa y la indebida escogencia de la acción, aunque no hubieran
sido propuestos por el apelante como fundamentos de su
inconformidad con la providencia censurada” (subrayas fuera de
texto).

Ahora bien, al tenor de lo previsto por el artículo 136 del Código Contencioso
Administrativo – aplicable a la presente acción –, la acción de reparación directa
debe instaurarse dentro de los dos años contados a partir del día siguiente al
acaecimiento del hecho, a la omisión, a la operación administrativa y a la
ocupación permanente o temporal de inmueble de propiedad ajena por causa de
trabajos públicos o por cualquier otra causa, período que, una vez vencido, tal
como se ha advertido, impide solicitar la declaratoria de responsabilidad
patrimonial del Estado, por configurarse el fenómeno jurídico procesal de la
caducidad de la acción.

Aunado a lo anterior, es posible que en específicas ocasiones el daño se


prolongue con posterioridad al momento de acaecimiento de los hechos que

16
“Artículo 164.
“En la sentencia definitiva se decidirá sobre las excepciones propuestas y sobre cualquiera otra que el fallador
encuentre probada.
“(…).
“El silencio del inferior no impedirá que el superior estudie y decida todas las excepciones de fondo,
propuestas o no, sin perjuicio de la reformatio in pejus”.

17
Sentencia del Consejo de Estado, Sección Tercera, del 6 de abril de 2018, expediente número 46.005. M.P.
Danilo Rojas Betancourth.
sirven de fundamento para las pretensiones, sin que esto signifique que el término
de caducidad se postergue de manera indefinida, pues el inicio del cómputo de la
caducidad deberá empezar a partir del día siguiente a su configuración, esto es, la
fecha en que fenece el suceso o fenómeno que genera el daño, de no ser así se
confundiría a aquél con sus secuelas o efectos.

En el presente asunto, el término de caducidad frente al defectuoso


funcionamiento de la administración de justicia -por omisión- que se le imputa a la
Fiscalía General de la Nación, en principio, transcurrió a partir del día siguiente de
aquel en el que la autoridad cesó en el deber presuntamente incumplido, de modo
que, respecto de la omisión de oficiar a la Oficina de Registro de Instrumentos
Públicos de Cali para que registrara en el folio de matrícula del inmueble una
medida que permitiera informar a posibles adquirentes sobre la existencia de un
proceso penal que comprometía la tradición del bien, el término de caducidad, por
regla general, debe contabilizarse desde el día siguiente al que debió librarse el
oficio con esta finalidad. No obstante, considerando que la demandante no fue
sindicada en el proceso penal sino que acudió en condición de tercera incidental,
el término de caducidad debe contabilizarse desde que la afectada tuvo
conocimiento del supuesto daño.

Con este propósito, la Sala encuentra acreditado que si bien el 20 de marzo de


2002, la Fiscalía 69 Seccional Delegada ante los Jueces Penales del Circuito de
Cali abrió la investigación y dispuso oficiar a la Oficina de Registro de
Instrumentos Públicos para que informara sobre la investigación que se
adelantaba en relación con el inmueble 18 y, con ese fin, libró ese mismo día el
oficio No. 116-69-41942919, lo cierto es que, según el certificado de tradición y
libertad del inmueble, la primera anotación registrada por órdenes de la Fiscalía
corresponde a la comunicada mediante el oficio No. 15 de 22 de enero de 2003,
con la cual, se ordenó la cancelación del registro de la escritura obtenida
fraudulentamente, sin que con dicha actuación se pueda establecer con certeza
que para esa fecha la parte actora conocía el proceso penal, puesto que no obran
en el expediente comunicaciones u otra actuación tendiente a notificarle dicha
situación.

No obstante lo anterior, según las piezas procesales aportadas al plenario, no


existe duda de que para el 20 de mayo de 2004, la señora María Luisa Vásquez
Otálvaro conocía sobre la existencia del proceso penal y, por ende, de la orden de
la cancelación del registro de la escritura obtenida fraudulentamente, pues,

18
Folio 59 del cuaderno 2.

19
Folio 62 del cuaderno 2.
incluso, en dicha fecha propuso un incidente ante el Juzgado Cuarto Penal del
Circuito de Cali, en el cual, hizo un recuento de la actuación procesal y solicitó
que se revocara la cancelación de los registros y, en consecuencia, debe ser
aquella fecha a partir de la cual debe contarse el término de caducidad.

De esta manera, dado que está demostrado que la parte actora tuvo conocimiento
del supuesto daño desde el 20 de mayo de 2004, se advierte que el plazo para
demandar a través de la acción de reparación directa feneció el 22 de mayo de
200620. Por tanto, es claro que no se ejerció dicha acción dentro de la oportunidad
legal establecida para tal efecto, toda vez que la solicitud de conciliación fue
presentada el 29 de septiembre de 200921 , esto es, cuando ya había vencido el
término de caducidad de la acción, y la demanda se presentó hasta el 2 de
diciembre siguiente.

Ahora bien, en relación con la imputación realizada a la Rama Judicial bajo el


título jurídico de imputación de error jurisdiccional, esta Sección en varias
oportunidades ha indicado que si la persona afectada hizo parte del proceso, el
término de caducidad se debe contabilizar a partir del día siguiente de aquel en
que quedó en firme la providencia que supuestamente lo contiene, cuando con
esta se concreta el daño por el cual se demanda la reparación, pues, a partir de
ese momento la víctima tiene conocimiento del daño 22; no obstante, si el daño
se produce o se materializa con posterioridad a la actuación judicial que le dio
origen, el término de caducidad comienza a correr desde que el afectado pudo
evidenciar su existencia o desde que éste se manifiesta, dependiendo de las
circunstancias del caso concreto23.

20
Por ser el siguiente día hábil, puesto que el 21 de mayo fue domingo.

21
Dicha conciliación fue declarada fallida el 30 de noviembre del mismo año, según se observa en la
constancia proferida ese mismo día por la Procuraduría Judicial 19 ante el Tribunal Administrativo del Valle del
Cauca obrante a folio 160 del cuaderno 1.

22
Al respecto, consultar, entre muchas otras, las siguientes decisiones: Consejo de Estado, Sala de lo
Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, sentencia del 24 de octubre de 2016, exp.
38.159, M.P.: Hernán Andrade Rincón; Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección
Tercera, Subsección A, sentencia del 22 de febrero de 2017, exp. 58.052, M.P.: Hernán Andrade Rincón.

23
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, sentencia del
24 de abril de 2020, expediente No. 59.096 y sentencia del 13 de agosto de 2020, expediente No. 64.070,
Huelga precisar que en los casos de imputaciones al Estado por error
jurisdiccional, el daño se concreta en una providencia ejecutoriada contraria a la
ley, capaz de lesionar o vulnerar los derechos de acceso a la administración de
justicia y tutela judicial efectiva de la parte o tercero interesado, de ahí que el
criterio para determinar la fecha a partir de la cual inicia el término para ejercitar el
derecho de acción, sea el día siguiente a aquel en que la parte actora tuvo
conocimiento de la providencia a la que le atribuye un yerro.

Así mismo, conviene aclarar que el daño cuya reparación se pretende bajo el título
de imputación de error jurisdiccional, tiene naturaleza de instantáneo – en
contraposición al daño continuado –, pues, se deriva de una providencia en firme,
lo cual debe distinguirse de los efectos hacia el futuro o ex nunc de dicha
providencia. Sobre el particular, la Sala de la Sección Tercera ha distinguido los
conceptos de daño continuado e instantáneo, así:

“En desarrollo de esto, la doctrina ha diferenciado entre (1) daño


instantáneo o inmediato; y (2) daño continuado o de tracto sucesivo;
por el primero se entiende entonces, aquél que resulta susceptible de
identificarse en un momento preciso de tiempo, y que si bien, produce
perjuicios que se pueden proyectar hacia el futuro, él como tal, existe
únicamente en el momento en que se produce. (…)

“En lo que respecta, al (2) daño continuado o de tracto sucesivo, se


entiende por él, aquél que se prolonga en el tiempo, sea de manera
continua o intermitente. Se insiste, la prolongación en el tiempo no se
predica de los efectos de éste o si se quiere de los perjuicios
causados, sino del daño como tal. La doctrina lo ejemplifica
comúnmente en relación con conductas omisivas24.25.

M.P.: Marta Nubia Velásquez Rico.

24
El ya citado autor RICARDO DE ÁNGEL YAGÜEZ distingue los daños duraderos de los continuados,
entendiendo por los primeros, no en estricto sentido “daños” sino efectos de estos que se extienden en el
tiempo, mientras que refiere a los segundos como los ocurridos con ocasión de una “conducta normalmente
omisiva – que comienza y permanece, produciendo daños continuados a lo largo de toda su duración” como
se observa, en esta conceptualización de daño, se confunde a éste entendido como circunstancia material,
con la conducta que lo produce, aspectos estos diferenciados, como se dijo, por el derecho positivo
Por ello, aun cuando se trate de una actuación dañosa cuyas consecuencias
perjudiciales permanecen en el tiempo, la caducidad no se extiende
indefinidamente, sino que opera desde el mismo momento en que ésta ocurra, es
decir, cuando efectivamente se haya inferido el daño 26.

De conformidad con lo dicho, resulta claro para la Sala que el supuesto yerro que
se le imputa a la Rama Judicial consistente en negar el incidente incoado por la
parte actora como tercera afectada, se encuentra contenido en las providencias de
22 de octubre de 200427, confirmada mediante proveído de 17 de febrero de
200528, proferidas por el Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Cali y el Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Cali, respectivamente.

Sobre esa base y en virtud de las consideraciones expuestas, se observa que la


sentencia de 17 de febrero de 2005, fue notificada a la señora María Luisa
Vásquez Otálvaro y demás sujetos procesales mediante oficios librados el 18 de
febrero siguiente29, y que no se allegó al expediente providencia complementaria o
auto de corrección o aclaración, lo que permite concluir que dicha providencia

colombiano, con ocasión de lo previsto en el artículo 47 de la Ley 472 de 1998.

25
Sentencia proferida por la Sección Tercera del Consejo de Estado el 18 de octubre de 2007, expediente
AG-2001-00029. C.P. Enrique Gil Botero.

26
Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, auto de 3 de
marzo de 2010, exp. 37.268, M.P.: Mauricio Fajardo Gómez. En igual sentido se pronunció la Subsección el
23 de junio de 2011, exp. 21.093, M.P.: Hernán Andrade Rincón.

27
Folios 55 a 61 del cuaderno 1.

28
Folios 109 a 117 del cuaderno 1.

29
Folios 119 a 123 del cuaderno 1.
quedó ejecutoriada el 23 de febrero de 200530, de conformidad con el artículo 187
de la Ley 600 de 2000 – aplicable al proceso penal sub examine – 31.

Por lo anterior, respecto de las anteriores providencias, la Sala advierte que la


acción de reparación directa se encuentra caducada, toda vez que el término para
ejercer dicha acción en virtud del título jurídico de imputación de error
jurisdiccional feneció el 26 de febrero de 200732, lo que ocurrió antes del
agotamiento del requisito de procedibilidad y la presentación de la demanda, en
tanto que dichas actuaciones se realizaron el 29 de septiembre y 2 de diciembre
de 2009, respectivamente.

3.3. Condena en costas

En vista de que no hay temeridad o mala fe en el actuar de las partes, la Sala se


abstendrá de condenar en costas, de conformidad con lo previsto en el artículo
171 del Código Contencioso Administrativo, modificado por el artículo 55 de la Ley
446 de 1998.

IV. PARTE RESOLUTIVA

30
Por cuanto el 19 y 20 de febrero fueron días no hábiles.

31
“Artículo 187. Ejecutoria de las providencias. Las providencias quedan ejecutoriadas tres (3) días
después de notificadas si no se han interpuesto los recursos legalmente procedentes.
“La que decide los recursos de apelación o de queja contra las providencias interlocutorias, la consulta, la
casación, salvo cuando se sustituya la sentencia materia de la misma y la acción de revisión quedan
ejecutoriadas el día en que sean suscritas por el funcionario correspondiente.
“Las providencias interlocutorias proferidas en audiencia o diligencia quedan ejecutoriadas al finalizar ésta,
salvo que se hayan interpuesto recursos. Si la audiencia o diligencia se realizare en varias sesiones, la
ejecutoria se producirá al término de la última sesión”. (se destaca).

32
Por ser el siguiente día hábil, puesto que el 24 de febrero fue sábado.
En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, en Sala de lo Contencioso
Administrativo, Sección Tercera, Subsección A, administrando justicia en nombre
de la República de Colombia y por autoridad de la ley,

RESUELVE

PRIMERO: REVOCAR la sentencia del 15 de abril de 2013, proferida por el


Tribunal Administrativo del Valle del Cauca.

SEGUNDO: DECLARAR probada de oficio la caducidad de la acción de


reparación directa, de conformidad con lo expuesto en la parte motiva de esta
providencia.

TERCERO: Sin condena en costas.

CUARTO: Ejecutoriada la presente providencia, por Secretaría DEVOLVER el


expediente al Tribunal de origen.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

FIRMADO ELECTRÓNICAMENTE FIRMADO ELECTRÓNICAMENTE


MARÍA ADRIANA MARÍN JOSÉ ROBERTO SÁCHICA MÉNDEZ

FIRMADO ELECTRÓNICAMENTE
MARTA NUBIA VELÁSQUEZ RICO

Nota: se deja constancia de que esta providencia fue aprobada por la Sala en la fecha de su encabezado y
que se suscribe en forma electrónica mediante el aplicativo SAMAI del Consejo de Estado, de manera que el
certificado digital que arroja el sistema permite validar su integridad y autenticidad en el
enlace https://relatoria.consejodeestado.gov.co:8081/Vistas/documentos/evalidador

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