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SENTENCIA CONSTITUCIONAL 0158/2007-R

Sucre, 21 de marzo de 2007

Expediente: 2006-13793-28-RAC
Distrito: Oruro
Magistrado Relator: Dr. Walter Raña Arana

En revisión la Resolución 04/2006, de 20 de abril, cursante de fs. 79 a 82 vta., pronunciada por la


Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de Oruro, dentro del recurso de
amparo constitucional interpuesto por Mónica Nadesda Mendoza Medina y Fernando Arispe
Crespo, contra Abigail Modesta Saba Salas, Fiscal de Materia y Rosendo Gutiérrez Rojas, Juez
Tercero de Instrucción en lo Penal Cautelar del mismo Distrito Judicial, alegando la vulneración de
sus derechos a la seguridad jurídica, al trabajo, a la defensa y del debido proceso, previstos por los
arts. 7 incs. a) y d) y 16 de la Constitución Política del Estado (CPE).

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido del recurso

I.1.1.Hechos que motivan el recurso

Los recurrentes en el escrito presentado el 11 de abril de 2006 cursante de fs. 14 a 16, manifiestan
que en el Juzgado Tercero de Instrucción en lo Penal Cautelar del Distrito Judicial de Oruro, se
sustancia el proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Mónica Nadesda Mendoza
Medina, hoy correcurrente, por la presunta comisión del delito de falsedad ideológica y otros,
habiendo por ello contratado la asistencia profesional del abogado Fernando Arispe Crespo
(correcurrente), para que la asista y asuma su defensa técnica, en cuyo ejercicio se apersonó ante
el Ministerio Público a cargo de la Fiscal ahora correcurrida, solicitando una certificación, quien le
respondió que observe las previsiones contenidas en el art. 18 de la Ley de la Abogacía (LA) y art.
14 del Código de Ética Profesional de la Abogacía (CEPA), siendo así que en la solicitud presentada
no se dirigió con términos indecorosos ni actuó con deslealtad en la defensa. Es así que el 1 de
marzo de 2006, la Fiscal emitió requerimiento expreso para que el Colegio de Abogados, extienda
certificación si existía alguna denuncia contra el abogado de la imputada o fue sometido a proceso
en el Tribunal de Honor de esa institución, lo que constituye una persecución indebida, además de
la obstaculización del legítimo derecho al trabajo y deL ejercicio profesional de defensa, pues el
actuar de la representante del Ministerio Público, tiene la finalidad de amedrentarlo y lo que es
más, sin tener presente que no es parte del proceso, pues únicamente es abogado patrocinador
de la imputada, en cuyo ejercicio es inviolable por las opiniones que emita en su defensa o
alegatos ante las autoridades, no pudiendo por ese motivo ser investigado, molestado,
perseguido, detenido ni procesado, conforme lo dispone el art. 9 de la LA.

Refieren, que denunciaron ante el Juez Tercero de Instrucción en lo Penal Cautelar, en su


condición de controlador de garantías constitucionales, el exceso de poder en que estaba
incurriendo la Fiscal, solicitando se le otorgue como abogado, las garantías necesarias para el
ejercicio de la defensa que correspondía en derecho; sin embargo, la autoridad jurisdiccional en
lugar de generar la garantía solicitada, no asumió ningún rol en resguardo de los derechos y
garantías especialmente de la imputada, dilatando indebidamente la atención de los petitorios
para finalmente providenciar que se declaraba sin competencia y que cualquier acción del
abogado lo libraba a la vía llamada por ley, vulnerando de esta manera el debido proceso, el
derecho a la defensa de la imputada como del abogado respecto a su derecho de ejercer una
profesión, al trabajo y a la seguridad jurídica, por cuanto no obstante de que el citado art. 9 de la
LA, señala la inviolabilidad del abogado en el ejercicio de su profesión, la Fiscal y el Juez
correcurridos, la primera autoridad al actuar indebidamente sometiendo al profesional abogado a
investigación y persecución y el segundo al no cumplir con su rol de controlador de esos derechos
y garantías infringidos, vulneran derechos y garantías constitucionales del abogado como de la
imputada, impidiendo su defensa,

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

Indican como vulnerados sus derechos a la seguridad jurídica, al derecho al trabajo, a la defensa y
del debido proceso, previstos por los arts. 7 incs. a) y d) y 16 de la CPE.

I.1.3. Autoridades recurridas y petitorio

Los recurrentes, interponen amparo constitucional contra Abigail Modesta Saba Salas de Segarra,
Fiscal de Materia y Rosendo Gutiérrez Rojas, Juez Tercero de Instrucción en lo Penal Cautelar del
Distrito Judicial de Oruro, solicitando sea declarado procedente, dejando sin efecto el
requerimiento emitido por la Fiscal de Materia correcurrida, y se instruya que dicha autoridad deje
de perseguir, disponer investigaciones, certificaciones e informes haciendo uso del proceso penal
seguido contra la recurrente. Asimismo, se imponga al Juez correcurrido, la obligación que tiene
de hacer prevalecer y respetar las garantías constitucionales, con costas y demás condenaciones
de ley.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de amparo

Efectuada la audiencia pública el 20 de abril de 2006, según consta en el acta de fs. 71 a 78 vta. de
obrados, se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1.Ratificación y ampliación del recurso

El abogado de la recurrente, luego de recusar al Fiscal de Materia que asistió en representación


del Fiscal de Distrito, y quien se allanó a la misma, ratifica los términos del recurso planteado y los
amplía señalando: 1) la certificación que solicitó a la Fiscal recurrida, fue en razón a que dicha
autoridad insistió a la correcurrente Mónica Mendoza, se someta a procedimiento abreviado,
dentro del proceso penal que le sigue la Universidad Técnica de Oruro (UTO) y el Ministerio
Público, por la presunta comisión del delito de uso de instrumento falsificado, y en vez de decretar
en el fondo de la petición, con exceso de poder requiere por que su persona observe los arts. 18
de la LA concordante con el art. 14 del CEPA, lo que demuestra la enemistad y animadversión en
su contra, pues ése decreto no correspondía, asimismo el art. 14 del CEPA, señala la lealtad que el
profesional abogado debe a su cliente y no como infiere en su decreto que le haya creado falsa
expectativa a su defendida; 2) la Fiscal recurrida, va más allá, y solicita al Colegio de Abogados,
certifique si existía denuncia en su contra o si fue sometido a algún proceso en el Tribunal de
Honor de dicha entidad, lo que afecta su derecho al trabajo, por ser investigado, hostigado por la
Autoridad fiscal, habiendo obtenido la certificación de que en esa instancia se le está siguiendo un
proceso, investigándolo, persiguiéndolo e impidiendo que la imputada, sea defendida
debidamente; 3) todos esos hechos fueron denunciados ante la autoridad jurisdiccional, ahora,
recurrida, quien en vez de asumir su rol controlador de garantías constitucionales, contrariamente,
dispone que acuda a la vía llamada por ley, no obstante de haber demostrado que la Fiscal
correcurrida, estaba vulnerando el derecho a la defensa no solamente de la imputada que
requiere de una defensa técnica, sino también de su persona como abogado, cuya actuaciones y
opiniones que efectúe en los procesos cuya defensa patrocina, es inviolable conforme lo dispone
el art. 9 de la LA, pues no es parte en el proceso y no existe denuncia en su contra; 4) este recurso
está dirigido contra la Fiscal de Materia, quien ha venido restringiendo el derecho a la defensa,
amenazando el derecho al trabajo y suprimiendo el mismo y contra el Juez Tercero de Instrucción
en lo Penal Cautelar, por haber emitido decretos que constituyen omisiones indebidas de los
funcionarios o particulares, relacionados a la fiscalización o control de las garantías
constitucionales.

I.2.2.Informe de los recurridos

El Juez Tercero de Instrucción en lo Penal Cautelar del Distrito Judicial de Oruro, informó: a) en su
Juzgado se está sustanciando el proceso penal seguido contra la correcurrente Mónica Nadesda
Mendoza Medina, cuyo abogado al presentar sus memoriales, su autoridad observó el
cumplimiento del art. 22 de la LA, respecto al pase profesional el que en efecto fue presentado.
Posteriormente en otro memorial el abogado, ahora correcurrente, denunció actos ilegales de
investigación y persecución indebidos por parte de la representante del Ministerio Público,
habiendo respondido su autoridad conforme establece el art. 279 del Código de Procedimiento
Penal (CPP), que no se halla facultado para inmiscuirse en actos de investigación, por ser éstos
propios del Ministerio Público, disponiendo que acuda a la vía llamada por ley, más aún si el
recurrente ha señalado no ser sujeto procesal; b) indica el correcurrente que su autoridad no hizo
prevalecer las garantías o derechos constitucionales respecto a las partes, principalmente sobre
las denuncias del abogado, quien señala que por disposición del art. 317 del CPP, resulta ser sujeto
procesal, sin considerar que esta norma tiene estricta relación con el art. 16 del mismo compilado
adjetivo penal únicamente para las excusas y recusaciones, y no así para los casos de investigación,
por lo que entiende que los sujetos procesales son el Ministerio Público, el querellante y la
imputada, no así los abogados; c) el recurrente en su recurso, indica que existe una marcada
enemistad con la Fiscal recurrida, por eso su autoridad dispuso se libre a la vía llamada por ley, las
denuncias efectuadas por el abogado correcurrente, no siendo evidente que con esa providencia
se le hubiera cerrado la puerta a otro recurso, pues tenía conforme a ley el recurso de reposición,
lo que prueba no agotó con las instancias legales antes de plantear este recurso, además que su
demanda es por indebida investigación y persecución, debiendo acudir a la tutela de otro recurso
extraordinario y no del amparo constitucional, solicitando sea declarado improcedente.

La correcurrida, Fiscal de Materia, Abigail Modesta Saba Salas, en su informe escrito de fs. 43 a 46,
leído en audiencia señaló: 1) por las fotocopias adjuntas se constata que el proceso penal seguido
por la UTO contra Mónica Nadesda Medina Mendoza, por la presunta comisión del delito de uso
de instrumento falsificado, a la fecha se halla radicado ante el Tribunal de Sentencia Penal de la
Capital, con acusación pública y trámite para la formulación de la acusación y el consiguiente juicio
oral; 2) el correcurrente alega que como resultado del requerimiento de 1 de marzo de 2006, que
emitió pidiendo certificación del Colegio de Abogados, si existía denuncia o había sido sometido a
algún proceso por el Tribunal de Honor, se apersonó ante el Juez Tercero de Instrucción Penal
Cautelar, quien al no considerarlo sujeto procesal, rechazó su solicitud de dejar sin efecto el
requerimiento aludido; sin embargo, la autoridad jurisdiccional responsable del control de
garantías, alegando que la competencia del órgano jurisdiccional se limita al conocimiento de las
solicitudes de los sujetos procesales, declaró sin lugar la solicitud vinculada al abogado Fernando
Arispe Crespo; empero, el recurrente contra esa providencia, no interpuso ningún recurso de
reposición, en estricta observancia de los arts. 401 y 402 del CPP; 3) conforme el art. 96 inc. 3) de
la Ley del Tribunal Constitucional (LTC), el recurso de amparo constitucional, no procede contra las
resoluciones judiciales que por cualquier otro recurso puedan ser modificadas o suprimidas aún
cuando no se haya hecho uso oportuno de dicho recurso. De lo que se desprende que el recurso
de amparo se constituye en un instrumento subsidiario y supletorio en la protección de los
derechos fundamentales, porque no es posible utilizarlo si es que previamente no se agotó la vía
ordinaria de defensa y supletorio porque viene a reparar y reponer las deficiencias de esa vía
ordinaria, señalando Sentencias Constitucionales ( SSCC 1089/2003-R, 552/2003-R); 4) el
correcurrente, Fernando Arispe Crespo, no ejercitó el recurso de reposición contra la providencia
de 9 de marzo de 2006, dictada por el Juez Cautelar, resultando el presente recurso improcedente
en mérito a que la autoridad judicial no ha tenido la posibilidad de pronunciarse sobre aquel
asunto, puesto que el correcurrente no ha planteado recurso alguno en su oportunidad y plazo
legal; 5) no se ha acreditado la vulneración de ningún derecho o garantía que hubiera sido
amenazada, restringida o suprimida, en ningún momento se puso en riesgo su trabajo, como
abogado, no existe persecución indebida o ilegal, toda vez que la causa se encuentra en etapa de
juicio oral, sin vulnerar el debido proceso porque todos los actos han sido encaminados conforme
a derecho.

I.2.2.Resolución

Concluida la audiencia el Tribunal de amparo constitucional, pronuncia Resolución que declara no


haber lugar y deniega el recurso de amparo constitucional interpuesto, con costas y multa de
Bs300.- (trescientos bolivianos), con los siguientes fundamentos: 1) no obstante de haber
advertido vulneraciones alegadas por los recurrentes; sin embargo, respecto a la Fiscal
correcurrida, se tiene que cualquier acto, pedido o reclamos realizados no solo por las partes, sino
también por los abogados, en el ejercicio de la profesión, y el Fiscal a cargo en lugar de cumplir,
estuviese generando actos que vulneran la Ley de la Abogacía u obstaculice el ejercicio de la
profesión o de la defensa, el afectado o afectados deben recurrir al superior jerárquico, en este
caso ante el Fiscal de Distrito conforme con los arts. 4, 8, 40 numerales 3, 14 y 16 de la Ley
Orgánica del Ministerio Público (LOMP), a efecto de la imposición de sanciones disciplinarias, ya
que la certificación presentada por el abogado correcurrente, consistente en una certificación del
Fiscal de Distrito, este no es propiamente el mecanismo de impugnación o reclamación que
reconoce la Ley Orgánica del Ministerio Público; 2) respecto al Juez correcurrido, ante su
providencia de declararse sin competencia para resolver la denuncia y librarlo a la vía llamada por
ley, los recurrentes debieron interponer el recurso de reposición previsto y normado por los arts.
401 y 402 del CPP, mediante el cual le advierta el error en que incurrió y en caso de persistir,
acudir a un recurso de impugnación de carácter constitucional; es decir, agotar los recursos o
mecanismos de defensa que la ley le otorga previamente, puesto que una de las características del
amparo es la subsidiaridad.

II. CONCLUSIONES

II.1.El 6 de enero de 2005, la Fiscal de Materia de Oruro, Abigail Saba Salas, presentó imputación
formal contra Mónica Nadesda Mendoza Medina y otros, por la presunta comisión del delito de
uso de instrumento falsificado, previsto por el art. 203 del Código Penal (CP), solicitando la
aplicación de medidas sustitutivas a la detención preventiva, dentro del proceso penal seguido en
su contra por la Universidad Técnica de Oruro (fs. 50 a 56), las que fueron impuestas mediante
Auto interlocutorio motivado de 2 de febrero de 2005, dictado por el Juez Tercero de Instrucción
en lo Penal Cautelar de Oruro (fs. 57 y vta.).

II.2.La imputada correcurrente, mediante memorial presentado el 7 de marzo de 2006 y suscrito


por el abogado correcurrente Fernando Arispe Crespo, se apersonó ante el Juez Tercero de
Instrucción en lo Penal Cautelar (recurrido), solicitando la separación del proceso, mismo que
mereció el proveído de 9 de marzo de 2006, que previamente se cumpla con el art. 22 de la LA (fs.
58 a 59 vta.).

II.3.La Fiscal de Materia, correcurrida, mediante requerimiento de 1 de marzo de 2006, dirigido al


Presidente del Colegio Departamental de Abogados - Oruro, pidió dentro de las investigaciones
preliminares seguidas a instancia del Ministerio Público, a querella interpuesta por la UTO contra
Mónica Nadesda Mendoza Medina, por el presunto delito de uso de instrumento falsificado,
previsto por el art. 203 del CP, certifique si Fernando Arispe Crespo, ahora correcurrente, en su
condición de abogado, alguna vez tuvo denuncia o en su caso fue sometido a un proceso por el
Tribunal de Honor de esa institución (fs. 61 y vta.). Asimismo en 2 de marzo de 2006, requirió ante
el Fiscal de Distrito para que le certifique cuantas denuncias sentó en contra de otros Fiscales de
Distrito y otros puntos (fs. 60 y vta).

II.4.El correcurrente, Fernando Arispe Crespo, mediante memorial de 8 de marzo de 2006, solicitó
al Juez Tercero de Instrucción en lo Penal Cautelar, que como controlador de las garantías
constitucionales, disponga se revoquen las certificaciones así como se limite el accionar de la Fiscal
de Materia recurrida, quien abusando de su condición de Fiscal, en su caso, no puede hacer
peticiones que le atañen como abogado, por no ser parte del juicio (fs. 62 y vta.), mereciendo la
providencia que al no ser sujeto procesal, debe acudir a la vía llamada por ley (fs. 63).

II.5.La correcurrente, por memorial presentado el 18 de marzo de 2006, solicitó a la autoridad


jurisdiccional correcurrida, la concesión de garantías, por parte de la Fiscal de Materia sobre la
persecución de su abogado, quien por ese motivo podría dejar su patrocinio afectando así su
derecho a la defensa, además de pedirle se pronuncie sobre otras peticiones anteriores no
atendidas (fs. 64 y vta.), decretando el Juez que previamente presente el pase profesional, el que
en efecto fue adjuntado (fs. 65 a 66).

II.6.La imputada correcurrente, reitera su pedido al Juez de la causa, para que en su condición de
sujeto procesal le otorgue garantías necesarias en su derecho a la defensa, considerando la
denuncia de su abogado patrocinador (fs. 67 y vta., y 69 y vta.), providenciando la autoridad
jurisdiccional, en sus diversos puntos lo impetrado con anterioridad por la imputada, rechazando
la separación del proceso y con relación a la denuncia de persecución de su abogado, reitera
acuda a la vía llamada por ley (fs. 70).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

Los recurrentes, afirman que la Fiscal de Materia y el Juez Tercero de Instrucción en lo Penal
Cautelar del Distrito Judicial de Oruro, han vulnerado sus derechos a la seguridad jurídica, debido
proceso, a la defensa y al trabajo, pues dentro del proceso penal que le siguen a la correcurrente,
por la presunta comisión del delito de uso de instrumento falsificado, al asumir defensa como
abogado patrocinante, el correcurrente, la Fiscal de Materia, ha requerido dentro de dicha acción
penal, certificaciones del Colegio de Abogados respecto a las denuncias o procesos a los que se
haya sometido al abogado, lo que constituye no solo una persecución en contra del profesional
citado, sino una vulneración del derecho al trabajo, así como coartar el derecho a la defensa de la
imputada correcurrente, a través de una defensa técnica, situación que denunciada ante el Juez
Cautelar, en vez de velar por el respeto y garantías de los derechos de la imputada, dispuso se
acuda a la vía llamada por ley. En consecuencia, corresponde determinar si los extremos
demandados son evidentes y si merecen la protección que brinda el art. 19 de la CPE.

III.1. En la acción tutelar, planteada por los recurrentes, alegando actos ilegales e indebidos de las
autoridades recurridas, corresponde antes de ingresar a su análisis, referirse a la jurisprudencia
constitucional que ha determinado los casos en que se concede la tutela mediante el recurso de
amparo constitucional, desarrollando subreglas debido a su naturaleza subsidiaria, las que han
sido establecidas en la SC 1337/2003-R, de 15 de septiembre, señalando:“…se extraen las
siguientes reglas y subreglas de improcedencia de amparo por subsidiariedad cuando: 1) las
autoridades judiciales o administrativas no han tenido la posibilidad de pronunciarse sobre un
asunto porque la parte no ha utilizado un medio de defensa ni ha planteado recurso alguno, así: a)
cuando en su oportunidad y en plazo legal no se planteó un recurso o medio de impugnación y b)
cuando no se utilizó un medio de defensa previsto en el ordenamiento jurídico; y 2) las
autoridades judiciales o administrativas pudieron haber tenido o tienen la posibilidad de
pronunciarse, porque la parte utilizó recursos y medios de defensa, así: a) cuando se planteó el
recurso pero de manera incorrecta, que se daría en casos de planteamientos extemporáneos o
equivocados y b) cuando se utilizó un medio de defensa útil y procedente para la defensa de un
derecho, pero en su trámite el mismo no se agotó, estando al momento de la interposición y
tramitación del amparo, pendiente de resolución. Ambos casos, se excluyen de la excepción al
principio de subsidiaridad, que se da cuando la restricción o supresión de los derechos y garantías
constitucionales denunciados, ocasionen perjuicio irremediable e irreparable, en cuya situación y
de manera excepcional, procede la tutela demandada, aún existan otros medios de defensa y
recursos pendientes de resolución”.

III.2. En el caso de autos, es aplicable la jurisprudencia glosada, por cuanto de los antecedentes
procesales se constata que los recurrentes denuncian actos ilegales restrictivos de derechos y
garantías fundamentales por parte de la Fiscal de Materia y del Juez Tercero de Instructor en lo
Penal Cautelar del Distrito Judicial de Oruro. Al respecto, cabe señalar que con relación a la
actuación de la Fiscal de Materia, ante su actuar ilegal, con abuso y exceso de poder, al requerir
certificaciones de antecedentes del abogado correcurrente, dentro del proceso penal que se sigue
contra su patrocinada, como si fuera también objeto de la investigación o que esté involucrado en
la acción penal, la Ley Orgánica del Ministerio Público, prevé dentro del Régimen Disciplinario
como en el Reglamento de Organización y Funcionamiento de la Inspectoría General y Régimen
Disciplinario de los Miembros del Ministerio Público, las sanciones a las que son pasibles los
Fiscales que incurran en faltas graves, gravísimas y leves, en el ejercicio de sus funciones, como en
el caso presente en el que los recurrentes antes de acudir a la justicia constitucional, deben
hacerlo ante el superior jerárquico, denunciando formalmente los hechos que consideran
lesionados o conculcan sus derechos, para que en la vía administrativa se establezca la
responsabilidad, en este caso, de la Fiscal de Materia correcurrida, lo que determina la
improcedencia de la acción tutelar presente, conforme lo establece el fallo constitucional citado,
como en este caso, en el que las autoridades fiscales administrativas no han tenido la posibilidad
de pronunciarse sobre el asunto porque la parte no ha utilizado un medio de defensa ni ha
planteado recurso alguno.
Respecto a la actuación del Juez Tercero Instructor en lo Penal Cautelar de Oruro, autoridad que
no obstante los reclamos efectuados por los recurrentes, para que ejerza el control jurisdiccional,
velando por que se respeten los derechos y garantías de la imputada, garantizándole su defensa
técnica mediante un profesional abogado, se constata que derivó el conocimiento de dichas
actuaciones ilegales de la Fiscal correcurrida a la vía llamada por ley, mediante el decreto
cuestionado, respecto al cual los recurrentes debieron pedir reposición, recurso previsto por el art.
401 del CPP, antes de recurrir vía amparo constitucional, en reclamo de la reparación de lo que
considera sus derechos lesionados, al no hacerlo dejó precluir su derecho, no siendo este recurso
constitucional sustitutivo de los recursos ordinarios ni suple la negligencia de las partes, además
de poder insistir en su reclamo ante el Juez Cautelar para que cumpla con su rol encomendado por
el art. 54.1) del CPP.

III.3. Finalmente, a los efectos de adecuar los términos empleados en las Resoluciones y
Sentencias Constitucionales que resuelven los recursos de amparo constitucional, a partir del
entendimiento desarrollado en la SC 0505/2005-R, de 10 de mayo, corresponde recordar que: “(…)
tanto los jueces y tribunales de amparo, así como el Tribunal Constitucional deben emplear los
términos “conceder” o “denegar” el amparo en aquellos casos en que se ingrese a resolver el
fondo de la problemática planteada en el recurso de que se trate; que los términos de
“procedencia” o “improcedencia” del amparo están reservados para los casos de los arts. 94 y 96,
respectivamente, de la LTC, en cuyo caso, si se constata que el amparo procede por no existir
ninguno de los supuestos de improcedencia previstos por el art. 96 de la LTC, el juez o tribunal
tendrá que abocarse al análisis de los requisitos de admisibilidad; en cambio, si verifica la
concurrencia de alguna de las causales señaladas en el art. 96 de la LTC debe declarar de manera
fundamentada la improcedencia in limine del amparo (…)”, SC 0191/2006-R, de 21 de febrero. (Las
negrillas son nuestras).

En el caso que se revisa, el Tribunal del recurso de amparo constitucional, ha utilizado


inadecuadamente la terminología que rige para la resolución de los recursos de amparo, al haber
declarado “no haber lugar y deniega” el recurso, sin ingresar al análisis de fondo del recurso; sin
embargo, este Tribunal en mérito a los fundamentos señalados precedentemente y en atención a
la SC 0505/2005-R, correspondía declarar improcedente el recurso.

En consecuencia, el Tribunal de amparo al haber declarado “no haber lugar y deniega el recurso”,
aunque debió declararlo improcedente conforme lo señalado, ha compulsado debidamente los
antecedentes procesales y dado correcta aplicación al citado art. 19 de la Ley Fundamental.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional en virtud de la jurisdicción y competencia que ejerce por mandato de los
arts. 19.IV y 120.7ª de la CPE y arts. 7 inc.8) y 102.V de la LTC, en revisión, resuelve APROBAR con
los fundamentos precedentes, la Resolución 04/2006, de 20 de abril, cursante de fs. 79 a 82 vta.,
pronunciada por la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de Oruro y, en
consecuencia declarar IMPROCEDENTE el recurso.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional.

Fdo. Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


PRESIDENTA

Fdo. Dra. Martha Rojas Álvarez


DECANA

Fdo. Dr. Artemio Arias Romano


MAGISTRADO

Fdo. Dra. Silvia Salame Farjat


MAGISTRADA

Fdo. Dr. Walter Raña Arana


MAGISTRADO

FUENTE: TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

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