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Es en el ámbito de dichas normas rectoras para la aplicación de las medidas cautelares,
que deben ser entendidas la reglas sobre la detención preventiva, los supuestos de
cesación de la misma, sus requisitos y las circunstancias para considerar los riesgos
procesales, las mismas que deben ser valoradas integralmente por los juzgadores.
III.4.La cesación de la detención preventiva y la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional
El art. 239.1) del CPP determina que la detención preventiva cesará: “1) Cuando nuevos
elementos de juicio demuestren que no concurren los motivos que la fundaron o tornen
conveniente que sea sustituida por otra medida”.
Sobre esta norma, el Tribunal Constitucional ha señalado que el juez penal, a momento
de resolver una solicitud de cesación de la detención preventiva, debe efectuar una
ponderación de los motivos que fundaron la detención preventiva y los nuevos
elementos de convicción aportados por el imputado en su solicitud. Así la SC
320/2004-R señaló:
“Cuando el juez o tribunal deba resolver una solicitud de cesación de la detención
preventiva amparada en la previsión del art. 239.1 del CPP, ésta debe ser el resultado
del análisis ponderado de dos elementos: i) cuáles fueron los motivos que
determinaron la imposición de la detención preventiva y ii) cuáles los nuevos
elementos de convicción que aportó el imputado para demostrar que ya no concurren
los motivos que la determinaron o en su caso demuestren la conveniencia de que la
medida sea sustituida por otra. Quedando claro que si a través de los nuevos
elementos de juicio que se presenten por el imputado se destruyen ambos o cualquiera
de los motivos que fundaron la detención preventiva, el Juez o Tribunal debe realizar
una valoración de estos nuevos elementos; valoración similar a la que hizo para
disponer la detención preventiva a prima facie, sin que ello implique inmiscuirse en la
investigación del hecho. Debiendo, en consecuencia el imputado probar conforme a la
norma precedentemente señalada la existencia de nuevos elementos de juicio que
demuestren que no concurren los motivos que fundaron su detención preventiva o
tornen conveniente que sea sustituida por otras medidas”.
Ahora bien, en la ponderación que realice el juzgador debe efectuar una valoración
objetiva e integral de los elementos probatorios aportados por el imputado para
desvirtuar los motivos que fundaron su detención, conforme lo determinó el Tribunal
Constitucional en la SC 1147/2006-R, al determinar:
“…la resolución que resuelva la solicitud de cesación de la detención preventiva debe
reunir las condiciones de validez, para ello la autoridad judicial competente a tiempo
de contrastar los nuevos elementos presentados por el imputado, deberá fundamentar
la decisión de conceder o rechazar la solicitud de cesación de la detención expresando
los motivos de hecho y de derecho en que funda su determinación, los cuales deben
obedecer a criterios objetivos, exponiendo el valor otorgado a los medios de prueba
presentados y sujetando su análisis a los presupuestos que fundaron la detención
preventiva del imputado, fundamentación que no puede ser reemplazada por la
simple relación de los documentos o la mención de los requerimientos de las partes,
sino las razones jurídicas que justifican la decisión adoptada”.
En ese entendido, la valoración que realice el juzgador debe ser integral, lo que significa
que -conforme lo entendió la SC 1147/2006-R- “(…) no debe tomar un solo elemento
de los previstos en los arts. 234 y 235 CPP para sostener su decisión de rechazo, sino
que debe valorar todos los elementos y finalmente decidir en la forma que sea menos
gravosa para el imputado, lo que no implica que por ello, ponga en riesgo el
desarrollo del proceso y la averiguación de la verdad, pues si bien éste es de relevancia
cuando se les presenta una solicitud de cesación, no es menos cierto que, la libertad
según el mismo Código adjetivo penal en su art. 221, sólo puede ser restringida cuando
es realmente necesaria y en todo caso, como ya se estableció en caso de duda, también
el art. 7 del mismo cuerpo legal dispone que: ´Cuando exista duda en la aplicación de
una medida cautelar o de otras disposiciones que restrinjan derechos o facultades del
imputado, deberá estarse a lo que sea más favorable a éste´(…)”.
III.5. EL caso en análisis
III.5.1. Sobre la resolución que dispuso la detención preventiva
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Con relación a que se dispuso la aprehensión por acción directa sin que se consigne su
nombre, y que no obstante a que el fiscal solicitó medidas sustitutivas el Juez Quinto de
Instrucción en lo Penal ordenó su detención preventiva, agravando su situación jurídica,
cabe señalar que la jurisprudencia contenida en la SC 080/2010-R, refiriéndose a la
subsidiariedad excepcional del hábeas corpus, ahora acción de libertad, ha establecido
que “Cuando existe imputación y/o acusación formal, y se impugna una resolución
judicial de medida cautelar que; por ende, afecta al derecho a la libertad física o de
locomoción, con carácter previo a interponer la acción de libertad, se debe apelar la
misma, para que el superior en grado tenga la posibilidad de corregir la arbitrariedad
denunciada. Puesto que el orden legal penal ha previsto ese medio impugnativo,
precisamente para que a través de un recurso rápido, idóneo, efectivo y con la mayor
celeridad se repare en el mismo órgano judicial, las arbitrariedades y/o errores que se
hubiesen cometido en dicha fase o etapa procesal. Lo propio si está referido a
cuestiones lesivas a derechos fundamentales relacionados a actividad procesal
defectuosa, o relacionado al debido proceso, casos en los cuales se debe acudir ante la
autoridad judicial que conoce la causa en ese momento procesal, puesto que el debido
proceso es impugnable a través de la acción de libertad, sólo en los casos de
indefensión absoluta y manifiesta, o que dicho acto sea la causa directa de la
privación, o restricción a la libertad física”.
En la problemática planteada, el recurrente no formuló recurso de
apelación contra la resolución que determinó su detención preventiva, tampoco
denunció ante el Juez Cautelar las supuestas irregularidades en las que se habría
incurrido al momento de aprehenderlo, aspectos que inviabiliza ingresar al análisis de
fondo de la causa, toda vez que en ambos supuestos existen las vías inmediatas,
oportunas y efectivas para lograr reparar la lesión del derecho a la libertad y que al no
haber sido activadas por el recurrente no pueden ser suplidas a través del habeas
corpus, ahora acción de libertad, operando el carácter subsidiario de esta acción
tutelar.
III.5.2. Con relación al rechazo de la solicitud de cesación de la detención
preventiva
De acuerdo con el contexto jurisprudencial descrito en los Fundamentos Jurídicos III.2
y III.3., cabe señalar que el recurrente presentó recurso de apelación contra la resolución
que rechazó su solicitud de cesación de la detención preventiva, adjuntando documentos
que en criterio suyo desvirtuaban las condiciones que originaron su privación de
libertad; sin embargo, las autoridades recurridas a tiempo de resolver el recurso no
efectuaron ninguna consideración sobre los nuevos elementos presentados, bajo el
argumento que el recurrente no individualizó esos documentos, y que por tal motivo los
riesgos procesales que determinaron su privación de libertad no fueron desvirtuados, en
el entendido que no podían ingresar a valorar el cuaderno de investigaciones en su
conjunto y que los documentos contenidos en dicho cuaderno debieron ser
individualizados por el recurrente para ser considerados, a objeto de analizar si la jueza
emitió su resolución en función de dicha documentación, limitándose a señalar que al
no haber escuchado qué documentación desvirtuó el comportamiento del imputado
durante el proceso no es posible concluir que se desvirtuaron los riesgos procesales; por
lo que determinaron que la Resolución impugnada cumplió con lo previsto en el art. 124
del CPP, en la que claramente se señala que los tres imputados presentaron
documentación, pero en ningún momento se señaló qué documentación destruyó los
riesgos procesales.
La actitud omisiva de los Vocales recurridos, en no valorar la prueba presentada por el
recurrente porque no fue individualizada, resulta lesiva a la garantía del debido proceso,
y por ende, al derecho a la libertad personal del recurrente, si se tiene en cuenta que al
momento de resolver una solicitud de cesación de la detención preventiva amparada en
la previsión del art. 239.1 del CPP, el Juez o Tribunal debe considerar: i) cuáles fueron
los motivos que determinaron la imposición de la detención preventiva y ii) cuáles los
nuevos elementos de convicción que aportó el imputado para demostrar que ya no
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concurren los motivos que la determinaron o en su caso demuestren la conveniencia de
que la medida sea sustituida por otra. Estos dos parámetros llevan implícita la labor
activa que tiene el juez de compulsar la prueba y realizar la valoración respectiva
de la prueba presentada como nuevos elementos enervantes de la detención
preventiva, valoración que no puede estar supeditada a si la parte individualizó o no la
documentación presentada; toda vez que corre a cargo de la autoridad judicial efectuar
la debida valoración de los documentos presentados independientemente a que la parte
al momento de exponer sus agravios efectúe la individualización de los mismos.
Similar razonamiento es aplicable a los Tribunales de apelación, pues su vinculación a
la resolución impugnada y a los puntos apelados, expuestos como agravio, delimitan el
campo de acción al que estará sujeto el Tribunal de alzada a tiempo de compulsar y
valorar la prueba presentada como nuevos elementos probatorios, a efectos de
determinar si la resolución impugnada actuó conforme a derecho a tiempo de denegar o
conceder la solicitud de cesación de la detención preventiva. En consecuencia, el
realizar la compulsa señalada, aun en los supuestos en que el imputado no logre
identificar o individualizar los nuevos elementos presentados, de ningún modo implica
inmiscuirse en la investigación del hecho, conforme erradamente concluyeron las
autoridades recurridas; por lo que, corresponde otorgar la tutela solicitada.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al haber declarado procedente el recurso de
hábeas corpus, ahora acción de libertad, respecto de todos los hechos denunciados ha
evaluado correctamente -aunque en forma parcial- los datos del proceso y las normas
aplicables al presente caso.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción y competencia que le confieren
los arts. 4 y 6 de la Ley 003 de 13 de febrero de 2010, denominada Ley de Necesidad de
Transición a los Nuevos Entes del Órgano Judicial y Ministerio Público; 7 inc. 8) y 93
de la Ley del Tribunal Constitucional, en revisión resuelve:
1º APROBAR en parte la Resolución 50/2008 de 15 de octubre de 2008, cursante de
fs. 35 a 36 vta., pronunciada por la Sala Civil Cuarta de la Corte Superior del Distrito
Judicial de La Paz, y en consecuencia,
2º CONCEDE la tutela solicitada respecto del Auto de Vista pronunciado por las
autoridades demandadas; disponiendo se mantenga la nulidad dispuesta por el Tribunal
de hábeas corpus.
3º DENIEGA la acción por subsidiariedad, respecto a los otros hechos denunciados,
debiendo mantenerse válidos, todos los actos que se hubieran producido como efecto de
la Resolución pronunciada por el Tribunal de hábeas corpus.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional.
Fdo. Dr. Juan Lanchipa Ponce
PRESIDENTE
Fdo. Dr. Abigael Burgoa Ordóñez
DECANO
Fdo. Dr. Marco Antonio Baldivieso Jinés
MAGISTRADO
Fdo. Dr. Ernesto Félix Mur
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Ligia Mónica Velásquez Castaños
MAGISTRADA
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