La 

gestión de operaciones, por otro lado, juega un papel crucial en el control del

destino de la empresa al administrar las áreas de producción, logística
y mejora de procesos diseñadas para lograr los diversos objetivos de la empresa.

Entre otras cosas, se encarga de investigar y aplicar los métodos necesarios

para aumentar el valor añadido de un producto o servicio. También implica planificar el
proceso de producción y ejecutar las decisiones estratégicas que debe seguir la empresa.