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La administración estratégica se puede considerar como el "cerebro" de una

empresa. Ya que permite realizar el proceso de pensar y planificar a largo plazo


para que una organización pueda lograr sus metas y objetivos, este proceso
involucra no solo tomar decisiones, sino también implementarlas y evaluar si están
funcionando bien.
Para desarrollar esto de forma efectiva, la administración estratégica toma en
cuenta varios aspectos importantes de la empresa. Por ejemplo, considera cómo
vender los productos o servicios de la empresa (marketing), cómo manejar el
dinero (finanzas y contabilidad), cómo producir lo que la empresa ofrece
(producción y operaciones), cómo innovar y mejorar (investigación y desarrollo), y
cómo utilizar la tecnología para respaldar estas acciones (sistemas de
información).
Las etapas de formulación de estrategias, implementación de estrategias y
evaluación de estrategias son fundamentales en el proceso de gestión estratégica
de una empresa.
La formulación de estrategias es el elemento fundamental en el proceso de
gestión estratégica de una empresa. Durante esta etapa, los gerentes de la
organización analizan el entorno interno y externo de la empresa, identificando
fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas (matriz FODA), y establecen
metas y objetivos a largo plazo. En esta etapa se definen las estrategias que la
empresa utilizará para alcanzar esos objetivos, considerando aspectos como la
competencia, el mercado, la tecnología y los recursos disponibles.
La implementación de estrategias es la fase en la que las estrategias planificadas
se convierten en acción, durante esta etapa, la empresa establece objetivos
anuales, desarrolla normativas, motiva sus empleados y asigna recursos para
llevar a cabo las estrategias planificadas.
La evaluación de estrategias realiza un proceso continuo al monitorear y medir el
progreso de los objetivos estratégicos establecidos y ajustar las estrategias según
sea necesario. Durante esta etapa, la empresa recoge datos relevantes, realiza
análisis comparativos de acuerdo a su competencia y evalúa el desempeño de sus
estrategias en términos de eficacia y eficiencia.
Los términos claves que se deben tener en cuenta en la administración estratégica
son:
Ventaja Competitiva: es aquello en lo que una empresa destaca, especialmente en
comparación con sus competidores.
Estrategas: Son las personas que tienen la mayor responsabilidad de decidir si
una empresa tiene éxito o fracasa. recolectan, analizan y organizan información.
Además, encuentran oportunidades en mercados emergentes, detectan posibles
amenazas y elaboran planes de acción creativos.
Declaración de la misión: Es una declaración que describe claramente el propósito
distintivo de una empresa y define qué productos ofrece y en qué mercados opera.
Oportunidades y amenazas Externas: Estas son las tendencias y eventos en la
economía, la sociedad, la cultura, la demografía, el medio ambiente, la política, la
legislación gubernamental, la tecnología y la competencia que podrían tener un
impacto positivo o negativo importante en una organización en el futuro.
Fortalezas y debilidades internas: Son las acciones que una organización puede
dirigir y cuyo rendimiento se considera bueno o malo.
Es fundamental para la gestión estratégica identificar y evaluar las fortalezas y
debilidades en los diferentes aspectos operativos de una empresa.
Objetivos a largo plazo: Los objetivos son fundamentales para el éxito de una
empresa, estos indican hacia dónde se dirige, facilitan la evaluación, fomentan la
colaboración, muestran las prioridades, se enfocan en la coordinación y se usa
como punto de partida para las actividades de planificación, organización,
dirección y control.
Estrategias: son las acciones que se utilizan para lograr los objetivos a largo plazo.
Algunas estrategias comerciales incluyen expandirse a nuevas áreas geográficas,
desarrollar nuevos productos, aumentar la participación en el mercado, reducir
costos, vender activos, cerrar operaciones o establecer asociaciones comerciales.
Objetivos anuales: Son logros a corto plazo que las organizaciones deben cumplir
para alcanzar sus metas a largo plazo. Para cada objetivo a largo plazo, se
necesitan una serie de metas anuales correspondientes.
Políticas: Son conjuntos de reglas, pautas y procesos establecidos para respaldar
los esfuerzos destinados a alcanzar estos objetivos.
Estas políticas guían la toma de decisiones y la gestión de situaciones que se
presentan repetidamente.
Un punto determinante durante la administración estratégica es su modelo, donde
se busca responder los siguientes interrogantes:
¿En dónde estamos en estos momentos?
Se Realiza un análisis sobre la situación actual de la empresa. Se busca examinar
tanto el entorno interno como externo, incluyendo aspectos como la situación
financiera, la posición en el mercado, las capacidades y recursos disponibles,
también las tendencias y desafíos del mercado.

¿Hacia dónde queremos ir?


Se definen claramente los objetivos a largo plazo de la empresa, deben ser
específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un límite de tiempo. Se
proyecto en dónde desearía que esté la empresa en el futuro y qué logros
alcanzar.
¿Cómo llegaremos ahí?
Se Desarrollan estrategias claras y detalladas para alcanzar los objetivos
establecidos. Esto requiere identificar las acciones específicas que se llevarán a
cabo, asignar recursos adecuados, definir responsabilidades y plazos, y establecer
mecanismos de seguimiento y control para asegurar la ejecución efectiva de las
estrategias.
Con lo anterior la empresa puede mejorar su posicionamiento en el mercado,
alcanzar sus metas a largo plazo y mantener su competitividad en un entorno
empresarial en constante cambio.
Los beneficios financieros que se obtienen en la administración estratégica ayudan
a las empresas en pensar de manera más ordenada y lógica para tomar
decisiones estratégicas más acertadas, además logra la comprensión y el
compromiso por parte de todos los gerentes y empleados. La comprensión podría
ser el beneficio más importante de la administración estratégica seguida por el
compromiso.
El empoderamiento es cuando se fortalece la confianza y la capacidad de los
empleados, animándolos a tomar decisiones, ser proactivos, creativos y se
recompensa el esfuerzo, lo que se considera como un beneficio importante de la
administración estratégica.
También se pueden observar los beneficios no financieros de la administración
estratégica, estos permiten identificar, jerarquizar y explotar las oportunidades,
proporcionan una visión objetiva de los problemas administrativos, se consideran
como un modelo para una mejorar la coordinación y control de las actividades, al
mismo tiempo minimiza los efectos de las condiciones y los cambios adversos,
permiten que se tomen decisiones importantes en apoyo de los objetivos
establecidos, asignan el tiempo y recursos a las oportunidades identificadas,
proporcionan una base para aclarar las responsabilidades individuales, fomenta el
pensamiento innovador, motivan una actitud favorable hacia el cambio y dotan de
disciplina y formalidad la administración de un negocio.

Existen diversas razones por las cuales algunas empresas optan por no llevar a
cabo una planificación estratégica. En primer lugar, la falta de conocimiento o
experiencia puede ser un obstáculo importante. Si no hay una capacitación
adecuada en planeación estratégica, los líderes y empleados pueden sentirse
perdidos al intentar implementarla.
Además, las deficiencias en las estructuras de recompensas pueden desmotivar la
planificación estratégica. Si una organización no reconoce ni premia los esfuerzos
estratégicos exitosos, y solo castiga los fracasos, es probable que los miembros
del equipo pierdan el interés en participar en el proceso. Esto puede llevar a
soluciones de emergencia constantes, donde la empresa está más preocupada
por resolver problemas inmediatos que por planificar a largo plazo.
Los errores en la planeación estratégica pueden comprometer el éxito a largo
plazo de una empresa. Uno de estos errores es utilizar la planeación estratégica
como un medio para ejercer un control rígido sobre las decisiones y los recursos.
Esto puede limitar la flexibilidad y la capacidad de adaptación de la organización,
lo que la hace vulnerable a cambios inesperados en el entorno empresarial.
Otro error es pasar del desarrollo de la misión a la formulación de estrategias. Una
misión mal definida puede llevar a estrategias poco claras o mal alineadas con los
objetivos de la empresa. Además, no comunicar el plan estratégico a los
empleados puede generar desorientación y falta de compromiso, ya que estos
pueden continuar trabajando sin comprender cómo sus actividades contribuyen a
los objetivos generales de la organización. Esto puede reprimir los esfuerzos de
implementación y limitar el impacto del plan estratégico en el rendimiento de la
empresa.
Muchas veces, las organizaciones se concentran en crear un plan estratégico
perfecto, pero descuidan las condiciones y medios necesarios para llevarlo a cabo.
Es esencial comprender que el cambio real se logra mediante la ejecución y
evaluación del plan, no simplemente mediante su formulación. Para fomentar la
creatividad y evitar la rutina, se sugiere cambiar las tareas, los miembros del
equipo y los formatos con regularidad. Mantener una mentalidad abierta y estar
dispuesto a considerar nueva información y perspectivas también, ya que es
fundamental para el éxito de la administración estratégica.

Una efectiva planeación estratégica consiste en tener la capacidad para involucrar


a todos los miembros de la organización en un proceso de aprendizaje continuo y
colaborativo. Más que trámite, debe ser una oportunidad para cuestionar
supuestos, fomentar la creatividad y fortalecer la ética empresarial. Este proceso
debe estar respaldado por datos sólidos y evitar la rigidez, permitiendo la
flexibilidad necesaria para adaptarse a un entorno empresarial en constante
cambio. La planeación estratégica se convierte en una herramienta poderosa para
impulsar el éxito a largo plazo de la organización.
La administración estratégica es vital para el éxito a largo plazo de una empresa.
Implica un proceso continuo de planificación, ejecución y evaluación para alcanzar
metas y objetivos. Desde la formulación de estrategias hasta su implementación y
evaluación, este proceso considera todos los aspectos clave del negocio. Es
fundamental para adaptarse a un entorno empresarial en constante cambio y
mantener la competitividad en el mercado. En resumen, la administración
estratégica proporciona una guía esencial para la toma de decisiones y el
crecimiento empresarial.

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