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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD

Tercera Sala Especializada en lo Civil

PONENCIA

EXPEDIENTE Nº: 699-2013-0-1601-JR-CI-07

DEMANDANTE: OLINDA ALEJA NAVARRO DE FERNANDEZ


DEMANDADA : JORGE CARLOS FERNANDEZ FERNANDEZ
MATERIA : NULIDAD DE ESCRITURA PUBLICA DE DECLARACION
NOTARIAL DE PRESCRIPCION ADQUISITIVA DE
PROPIEDAD, DECLARACION DE BIEN PROPIO Y
CANCELACION DE INSCRIPCION REGISTRAL

AUTO DE VISTA

RESOLUCIÓN NÚMERO SIETE

Trujillo, siete de enero del dos mil catorce.

La Tercera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La


Libertad, en los seguidos por Olinda Aleja Navarro de Fernández (la señora
Navarro) contra Jorge Carlos Fernández Fernández (el señor Fernández),
sobre nulidad de escritura pública de declaración notarial de prescripción
adquisitiva de propiedad, declaración de bien propio y cancelación de
inscripción registral, ha expedido el siguiente auto de vista:

I. ASUNTO:

Apelación del auto contenido en la resolución número tres, su fecha doce


de septiembre de dos mil trece (fojas sesenticuatro a sesentiséis), expedido por
la juez del Séptimo Juzgado Especializado en lo Civil de Trujillo, mediante el
cual se declaró improcedente la demanda por imposibilidad jurídica del petitorio
e indebida acumulación de pretensiones.

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II. FUNDAMENTOS DE LA SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA:

El señor Villanueva probó ser el titular de la propiedad sobre el predio sub


litis (incluyendo la construcción, pues el testamento del que trae causa el
derecho del demandante adjudicó una casa) y que su derecho está inscrito
en el Registro, que pese a ello no está poseyendo dicho inmueble y que la
posesión la detentan los demandados, que la demanda de desalojo busca
recuperar el bien y no la propiedad de un predio determinado e inscrito en el
Registro. Por todo ello debe ampararse la demanda.

III. PRETENSIÓN IMPUGNATORIA:

La señora Luyo apeló la sentencia y expuso que:

1. El señor Villanueva probó sólo ser propietario del terreno, pues en la


partida registral del predio en cuestión no existe declaración de fábrica
inscrita. El testamento invocado por el juez es insuficiente como prueba
del dominio sobre una construcción.

2. No es conforme que se haya frustrado la inspección judicial programada


para el 03 de abril del 2013, pues en autos no hay constancia de ello.
Dicho medio de prueba debió actuarse pues nunca se prescindió de
dicha inspección.

3. El Segundo Juzgado Civil citó a informe oral al abogado del demandado,


y sin embargo la constancia de su inconcurrencia a otorga una secretaria
del Primer Juzgado Civil Transitorio, situación agravada porque el juez
de este último órgano jurisdiccional no se avocó y sin embargo sentenció
la causa.

III. FUNDAMENTOS DE LA SENTENCIA DE VISTA QUE ESTA SALA


EMITE:

Planteamiento de la controversia en este procedimiento recursivo

1. La apelante cuestiona la amplitud del dominio del señor Villanueva: se


limitaría sólo al terreno y no a las construcciones, las cuales no ha
declarado ni inscrito en el Registro. De ello sigue que la primera cuestión

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a abordar consiste en determinar si la inexistencia de una declaración de
fábrica inscrita obsta para reconocer al señor Villanueva la propiedad de
las edificaciones.

2. El segundo agravio alegado por la apelante no genera ninguna


controversia: mediante resolución once la juez de origen prescindió de la
inspección judicial atendiendo a que “la parte demandada no prestaba
las facilidades del caso”, decisión que fue consentida por la señora
Luyo, siendo improcedente que pretenda discutir nuevamente la misma
con ocasión de la apelación de la sentencia.

3. En cuanto a tercer agravio, la Sala constata que el proceso y la


audiencia de pruebas fue conducido por la juez del Segundo Juzgado
Civil de Trujillo, pero fue la juez del Primer Juzgado Civil Transitorio
quien se avocó recién con ocasión de la emisión de la sentencia.
Corresponde a la Sala dilucidar si la situación descrita constituye un
vicio procesal y si este es sustancial porque afectó algún derecho de la
parte demandada.

La declaración de fábrica no constituye título de propiedad sobre las


edificaciones

4. La declaración de ciencia no es un acto jurídico. Es una mera


declaración de certeza o de reconocimiento de un hecho, respecto
de las cuales Messineo1 señaló que son “manifestaciones de un propio
conocimiento, o convicción, y opinión, en orden a una determinada
situación; o (…) admisiones de un determinado hecho (y son actos
intelectivos, no de voluntad). De ellos son ejemplo (…) la apreciación
del consultor técnico (…)”. El consultor técnico puede ser cualquier
profesional, como un ingeniero o arquitecto.

5. Ahora, precisamente porque con la declaración de ciencia no se busca


ni se puede entablar una relación jurídica, porque simplemente reconoce
un hecho o exterioriza un conocimiento sobre una realidad, es que
Galgano2 sostiene que “(e)l efecto de las declaraciones de ciencia no
es, como para las declaraciones de voluntad, constituir o modificar o
1
Francesco MESSINEO: Manual de Derecho Civil y Comercial. Buenos Aires. 1954. EJEA.
Tomo II. P. 335.
2
Francesco GALGANO: El negocio jurídico. Valencia. 1992. Tirant lo Blanch. P. 25.

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extinguir relaciones jurídicas …”. Por tanto, una declaración de
ciencia tampoco puede generar, modificar o extinguir derecho alguno.

6. El artículo 28 de la Ley 2909034 establece que declaratoria de fábrica


es la descripción de las condiciones técnicas y características de la
edificación, descripción que debe ser realizada por quien ejecutó la
obra. Para ello debe seguirse los procedimientos legalmente
establecidos de cara a hacer constar en la partida registral del predio las
“partes, cualidades o circunstancias”5 de la edificación: área, altura,
materiales utilizados, descripción de ambientes, fecha de culminación de
la edificación y valorización.

7. Si la declaración de fábrica es una simple constatación de la existencia y


características de una construcción y ello califica jurídicamente como
una declaración de ciencia y no un acto jurídico generador de derechos,
resulta que no puede atribuírsele a dicha declaración la naturaleza de
título de dominio de la construcción. Y es que la propiedad de las
construcciones viene determinada por las reglas sobre bienes
integrantes y accesión contenidas en los artículos 887 y 938 del Código
Civil67: los materiales de construcción que adhieran materialmente al
suelo siguen la condición jurídica de éste y, en consecuencia, la
propiedad de la edificación, por regla general, le corresponde al
propietario del suelo, sin interesar si los materiales o los servicios
fueron costeados con recursos ajenos o del propietario del suelo.

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Artículo 28.- Conformidad de obras.- (…). Una vez concluidas las obras de edificación,
quien las realice, efectuará una descripción de las condiciones técnicas y características de la
obra ejecutada, la cual se denominará declaratoria de fábrica.
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El artículo 27 de la Ley 27157 (derogada por la Ley 29090) establecía en sustancia lo
mismo, al disponer que “(a) partir de la vigencia de la presente Ley, el reconocimiento legal de
la existencia de cualquier tipo de edificación, independientemente de la fecha de su
construcción, se hará mediante una declaración del propietario, de acuerdo con los requisitos y
trámites que se establecen en esta Ley. Este acto se denomina declaratoria de fábrica”.
5
La acepción más adecuada al caso del verbo describir proporcionada por el Diccionario de la
Real Academia de la Lengua es “(r)epresentar a alguien o algo por medio del lenguaje,
refiriendo o explicando sus distintas partes, cualidades o circunstancias”.
6?
Artículo 887.- Es parte integrante lo que no puede ser separado sin destruir, deteriorar o
alterar el bien.
Las partes integrantes no pueden ser objeto de derechos singulares.
7
Artículo 938.- El propietario de un bien adquiere por accesión lo que se une o adhiere
materialmente a él.

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8. En ese orden de ideas, resolviendo la controversia, esta Sala establece
que la declaratoria de fábrica no constituye medio probatorio del
derecho de propiedad sobre las edificaciones levantadas en una
finca inscrita en el Registro. El dominio de dichas construcciones
corresponde al propietario del suelo, por aplicación de las reglas
sobre bienes integrante y accesión. En el presente caso, la señora
Villanueva probó ser la propietaria del predio sub litis y tener su derecho
inscrito en el Registro, por lo que debe asumirse que le corresponde la
propiedad de lo construido en dicho predio.

El avocamiento del juez en sentencia no constituye un vicio procesal ni


afectó derecho alguno de la apelante

9. La demandante alega que el citado avocamiento vulnera su derecho


fundamental radicado en el artículo 139.3 de la Constitución, el cual
consagra –ente otros derechos- el derecho al juez natural o a no ser
desviado de la jurisdicción predeterminada por la ley. En virtud de este
derecho se exige al Estado –en primer lugar- que quien juzgue sea un
juez o un órgano que tenga potestad jurisdiccional: está vedado el
enjuiciamiento a cargo de un juez excepcional o de comisiones
especiales creadas ex profesamente para desarrollar funciones
jurisdiccionales, o que dicho juzgamiento pueda realizarse por comisión
o delegación. Así se impide que otro poder estatal pueda avocarse al
conocimiento de un asunto que debe ser ventilado ante el Poder
Judicial.

10. En segundo lugar, el derecho al juez natural exige que la jurisdicción y


competencia del juez sean predeterminadas por la ley. Tanto el
órgano judicial como su competencia deben estar predeterminadas
legalmente, de cara a que nadie pueda ser juzgado por un juez ex post
facto o por un juez ad hoc. Además, las reglas de competencia objetiva
y funcional deben ser reguladas por ley orgánica, conforme se
desprende de la interpretación sistemática de los artículos 139.3 y 106
de la Constitución.

11. La juez del Primer Juzgado Civil Transitorio había sido nombrada
previamente, estaba investida de jurisdicción y su competencia para

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conocer de materias civiles como el desalojo estaba predeterminada por
la Ley Orgánica del Poder Judicial y el Código Procesal Civil. Por ende,
su avocamiento no fue indebido y no afecta el derecho de la señora
Luyo al juez natural.

12. De otro lado, el derecho al juez natural comporta la garantía de la


independencia e imparcialidad del juez, las cuales pueden ser
cuestionadas por una o ambas parte del proceso cuando tengan
fundados motivos, los que –obviamente- deben ser expresados y
probados una vez conocida la identidad del juez encargado del
juzgamiento. El avocamiento del juez, por tanto, posibilita a la parte
hacer efectivo su derecho a un juez imparcial.

13. Lejos de ello, la señora Luyo postula que el avocamiento en un fin en sí


mismo, pues lejos de cuestionar la imparcialidad de la juez del Primer
Juzgado Civil se ha limitado a referir razones jurídicas de carácter
general y en absoluto pone en duda que la sentencia haya sido emitida
imparcial y objetivamente. Por ende, la presunción fundada de que el
avocamiento de la juez Uceda Vélez no persigue atentar contra la
garantía de imparcialidad del juez subsiste incólume.

14. Por todo lo expuesto, esta Sala considera que el avocamiento en


sentencia de la juez del Primer Juzgado Civil Transitorio de Trujillo no
constituye en el caso de autos, un vicio procesal ni generó afectación a
algún derecho constitucional o legal de la señora Luyo, por lo que se
desestima el respectivo argumento de la apelación.

15. En ese sentido, esta Sala considera que la sentencia apelada fue
emitida con arreglo a la controversia planteada, a los hechos probados y
al Derecho aplicable, por lo que debe confirmarse.

IV. DECISIÓN:

Por los fundamentos expuestos y la normatividad glosada en los


considerandos precedentes esta Superior Sala Especializada en lo Civil,
RESUELVE:

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CONFIRMAR LA SENTENCIA CONTENIDA EN LA RESOLUCIÓN NÚMERO
CINCUENTA, su fecha veintiuno de junio de dos mil trece, expedida por la Juez
del Segundo Juzgado Transitorio Civil de Trujillo, en los extremos que declaró
FUNDADA LA PRETENSIÓN DE MEJOR DERECHO DE PROPIEDAD
SOBRE EL PREDIO UBICADO EN LA AVENIDA AMERICA SUR Nº 488
(cuyas características físicas aparecen en dicha sentencia) contenida en la
demanda presentada por Víctor Roberto Prado Muñoz, quien fue sucedido en el
proceso por Marlon Efraín Grosso Ventura, e INFUNDADA LA PRETENSIÓN
DE MEJOR DERECHO DE PROPIEDAD SOBRE EL PREDIO UBICADO EN
LA AVENIDA AMERICA SUR Nº 490; y REVOCAR DICHA SENTENCIA en el
extremo que declaró fundada la pretensión de adquisición de propiedad por
accesión sobre el predio ubicado en la avenida América sur 488, y,
REFORMANDOLA, DECLARAR INFUNDADA LA DEMANDA en cuanto a
dicha pretensión.

DISPUSIERON que por Secretaría se dé cumplimiento al texto final del artículo


383 del Código Procesal Civil.

Dr. Rolando A. Acosta Sánchez


Ponente
S.S.
SALAZAR LIZÁRRAGA, M.
ACOSTA SÁNCHEZ, R.
LOZANO BROCCA, B.

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