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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA LIBERTAD

Tercera Sala Especializada en lo Civil

PONENCIA

EXPEDIENTE Nº 00082-2008-0-1601-JR-CI-06

DEMANDANTE : JUSTO TAPIA MATALLANA


DEMANDADO : TRANSPORTES LÍNEA S.A. Y LA POSITIVA SEGUROS
Y REASEGUROS S.A.
MATERIA : INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS

SENTENCIA DE VISTA

RESOLUCIÓN NÚMERO SESENTA Y DOS.


Trujillo, once de marzo del dos mil catorce.
La Tercera Sala Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, en los seguidos por Justo Tapia Matallana (el señor Tapia) contra el
Transporte Línea S.A. (Línea) y La Positiva Seguros y Reaseguros S.A. (La
Positiva), sobre indemnización por daños y perjuicios, efectuada la vista de la
causa en audiencia pública, ha expedido la siguiente sentencia de vista:

I. ASUNTO:
Apelación de la sentencia contenida en la resolución número diez, de
fecha once de octubre del dos mil trece (fojas 755 a 770), expedida por la
Juez del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil Transitorio de Descarga
de Trujillo, en el extremo que declaró infundada la demanda interpuesta por
el señor Bazán sobre indemnización por daños y perjuicios.

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II. ANTECEDENTES:
El 06 de julio del 2006, en circunstancias en que el señor Tapia se
desplazaba de Trujillo hacia Chimbote como pasajero dentro de un bus
perteneciente a Línea, se produjo un accidente de tránsito en el que estuvo
involucrado otro bus de propiedad de una tercera sociedad. El demandante
alega que a consecuencia de dicho accidente sufrió daños físicos y
sicológicos permanentes, que deben ser indemnizados con S/.300,000.00.

III. FUNDAMENTOS DE LA SENTENCIA APELADA:


Se ampara en parte la demanda y se ordena a Línea que indemnice al
señor Tapia con S/.30,000.00 porque:
1. La historia clínica y los peritajes actuados y ratificados en el proceso
prueban que el señor Tapia sufrió y evidencia daños físicos y sicológicos
(artrosis post traumática de muñeca, síndrome de hombro doloroso,
invalidez parcial leve permanente, trastorno depresivo severo crónico)
cuya causa directa es el accidente de tránsito ya descrito.
2. Dicho accidente desencadenó la artrosis en algunas partes del cuerpo
del señor Tapia en las que esa enfermedad degenerativa aún no se
manifestaba. Por ende, no existe la ruptura del nexo causal alegada por
Línea.
3. El Informe Técnico Policial actuado en autos estableció que la velocidad
excesiva del bus propiedad de Línea y la corta distancia que mediaba
con el tráiler que le antecedía en la ruta fueron factores determinantes
del accidente, por lo que el daño sufrido por el señor Tapia no tiene su
causa en el hecho determinante de un tercero (del conductor del tráiler),
y por tanto tampoco rompe el nexo causal entre la conducta del chofer
del bus de Línea y los daños padecidos por el demandante.
4. Debe absolverse a La Positiva de la demanda, pues probó haber
cumplido con sus obligaciones para con el señor Tapia, derivadas del
contrato de seguro celebrado con Línea.

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5. El señor Tapia no probó haber sufrido un daño emergente, ni el cese del
lucro ni haber padecido daño moral. Por el contrario, sí probó haber
padecido un daño a la persona (“una modificación negativa que afectó
su integridad anatómica y funcional”, representada por la artrosis y las
alteraciones siquiátricas que padece), y por tal concepto Línea debe
indemnizarle con S/.30,000.00.

IV. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN:


La apelación del señor Tapia busca que se confirme la sentencia pero se
ordene a Línea que le indemnice con no menos de S/.180,000.00 y a La
Positiva con 9 UITs. Expone que:
1. La invalidez que el accidente le causó es permanente y supuso un
drástico cambio de vida, pues pasó de ser una persona vital que se
desempeñaba con normalidad en lo laboral a ser una persona infeliz que
inclusive padece de trastorno bipolar.
2. El daño personal y moral que sufrió están probados con las pericias
siquiátrica y traumatológica. Si antes de que ellas se actúen se fijó una
reparación de S/.180,000.00 es inexplicable que luego se pretende
indemnizarle con sólo S/.30,000.00.
3. La Positiva debe indemnizarle con 9 UITs, deduciendo lo que hubiese
pagado a cuenta.
La apelación de Línea pretende que revoque la apelada y que la demanda
sea declarada infundada por estimar que:
4. El accidente se debió a fuerza mayor (la maniobra evasiva del conductor
de Línea frente a la súbita detención del tráiler que le antecedía en la
vía) y al hecho determinante de un tercero (la conducta del chofer de
dicho tráiler), probadas con el Informe Técnico 80-06-DIVTRAN-DIAT.
Ambas hipótesis están previstas por el artículo 1972 del Código Civil
como eximentes de la responsabilidad objetiva, por lo que Línea debe

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ser absuelta de la demanda ya que no tiene responsabilidad en los
daños sufridos por el señor Tapia.

V. FUNDAMENTOS DE LA SENTENCIA DE VISTA:


La limitación del pronunciamiento de la Sala impuesto por los agravios
expresados por los apelantes
1. El artículo 364 del Código Procesal Civil prescribe que “(e)l recurso de
apelación tiene por objeto que el órgano jurisdiccional superior examine,
a solicitud de parte o de tercero legitimado, la resolución que les
produzca agravio …”. Todo extremo de la decisión del juez inferior que –
en el presente caso- no agravie a los apelantes no puede ser examinado
por este Superior Colegiado. Siendo que Línea pide que se le absuelva
de la demanda y el señor Tapia que se incremente la cuantía de la
indemnización fijada por el juez de origen, corresponde pronunciarse en
primer lugar por los agravios que expone Línea, pues de exonerársele
de responsabilidad no tendría objeto examinar si la reparación ordenada
por el juez de origen es diminuta.

Los hechos probados no cuestionados en las apelaciones


2. Línea no apeló acerca de la existencia, origen y magnitud de los daños
sufridos por el señor Tapia. De esa forma, Línea conviene o admite lo
establecido en la sentencia apelada: que el accidente de tránsito en el
que estuvo involucrado un automotor de su propiedad provocó
directamente en aquél un trastorno depresivo crónico y una artrosis de
muñeca, y desencadenó la artrosis bilateral que evidencia el señor
Tapia. Línea tampoco cuestionó directamente la cuantía de la
indemnización fijada por el juez de origen.

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La responsabilidad contractual de Línea y la impertinencia del artículo
1972 del Código Civil. Contenido de la prestación de Línea como
transportista
3. Línea admite la objetividad de la responsabilidad civil generada por un
accidente de tránsito. Sin embargo, pierde de vista que dicho accidente
se tradujo en el incumplimiento de su prestación como transportista,
prestación que es objeto de su obligación nacida del contrato de
transporte terrestre celebrado con el fallecido señor Tapia.
4. Los artículos 79.1 y 79.2 del Decreto Supremo 017-2009-MTC
establecen que “79.1 Mediante el contrato de transporte, el
transportista se obliga a prestar el servicio de transporte de
personas (...) por vías terrestres, a cambio de una retribución. 79.2 El
contrato de transporte se perfecciona con la emisión del comprobante de
pago y/o la guía de remisión del transportista debidamente aceptada por
el usuario”. Como todo contrato, el de transporte genera la obligación
esencial del transportista de trasladar al pasajero de un lugar a otro
en condiciones de indemnidad.
5. En ese sentido, Línea –como deudora de una obligación contractual de
seguridad- no puede apoyar su defensa en el artículo 1972 del Código
Civil1, pues este precepto disciplina exenciones a la responsabilidad
extracontractual. Las reglas legales pertinentes, entonces, son las
contenidas en los artículos 1315, 1316 y 1317 del Código Civil relativas a
la exoneración de responsabilidad del deudor por causa extraña.

La obligación contractual de Línea es de resultado y objetiva


6. Dicha obligación, por ser de resultado, es objetiva. En efecto: la
obligación de conducir al pasajero sano y salvo hasta su destino es
señaladamente una obligación de resultado porque no interesa el
1
Artículo 1972.- En los casos del artículo 1970, el autor no está obligado a la reparación
cuando el daño fue consecuencia de caso fortuito o fuerza mayor, de hecho determinante de
tercero o de la imprudencia de quien padece el daño.

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grado de diligencia del transportista al trasladar al pasajero, sino que
la prestación consiste en que éste llegue incólume al lugar
previsto2. Precisamente por ello es que el artículo 29 de la Ley 27181
dispone que “(l)a responsabilidad civil derivada de los accidentes de
tránsito causados por vehículos automotores es objetiva, de
conformidad con lo establecido en el Código Civil. El conductor, el
propietario del vehículo y, de ser el caso, el prestador del servicio de
transporte terrestre son solidariamente responsables por los daños y
perjuicios causados”. El precepto hace directa y expresa alusión a la
responsabilidad del transportista, la que puede generarse tanto en su
relación contractual con los pasajeros a quienes traslada, o sin que
medie relación jurídica alguna con el perjudicado (responsabilidad
extracontractual o aquiliana). Por tanto, dicho artículo 29 también
gobierna la responsabilidad civil surgida del incumplimiento de las
obligaciones contractuales del prestador del servicio de transporte
frente a los pasajeros.

El hecho determinante de tercero como causa extraña que exonera de


responsabilidad al transportista
7. El carácter objetivo de la responsabilidad civil contractual del
transportista determina que, con arreglo a los artículos 1315, 1316 y

2
Javier TAMAYO JARAMILLO: Tratado de Responsabilidad Civil. Bogotá. 2007. Legis.
2da. ed. Tomo I. Págs. 518 - 519. También: María A. CELY RAMOS: Teoría de la
responsabilidad civil profesional. Aproximación a los deberes específicos de los profesionales,
y en particular de los administradores sociales, en: Fabricio MANTILLA ESPINOZA y
Carlos PIZARRO WILSON (coordinadores): Estudios de Derecho Privado en homenaje a
Christian Larroumet. Bogotá. 2008. Fundación Fueyo Laneri, Universidad de Rosario et al.
1ra. ed. P. 158.

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1317 del Código Civil345, sólo pueda exonerarse de aquélla mediando
caso fortuito o fuerza mayor, o hecho determinante de tercero o del
propio acreedor perjudicado 6, todas las cuales son hipótesis de fractura
de la preceptiva relación de causalidad exigida por el segundo párrafo
del artículo 1321 del Código Civil 7. Precisamente, la apelación de Línea
afirma que en la generación de los daños padecidos por el señor Tapia
fue determinante la conducta “irresponsable y negligente” de un tercero
(el conductor del tráiler que le antecedía en la vía) que realizó una
maniobra imprudente que, a su turno, fue la “fuerza mayor” que indujo al
conductor de Línea a eludir dicha maniobra, impactando con el tercer
vehículo involucrado en el accidente.
8. Para superar la aparente infracción de dicha tesis al principio de no
contradicción8, ha de asumirse que Línea postula que la conducta del
chofer del tráiler es un supuesto de causa no imputable (hecho
determinante de tercero) fundada en el artículo 1315 del Código
Civil. Esta tesis debe rechazarse porque: i) la conducta del “tercero” no
fue determinante sino concurrente con la de Línea, ii) el supuesto tercero
3
Artículo 1315.- Caso fortuito o fuerza mayor es la causa no imputable, consistente en un
evento extraordinario, imprevisible e irresistible, que impide la ejecución de la obligación o
determina su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso.
4
Artículo 1316 (texto pertinente).- La obligación se extingue si la prestación no se ejecuta
por causa no imputable al deudor.
(…).
5
Artículo 1317.- El deudor no responde de los daños y perjuicios resultantes de la inejecución
de la obligación, o de su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso, por causas no imputables,
salvo que lo contrario esté previsto expresamente por la ley o por el título de la obligación.
6
Fernández y León, comentando el invocado artículo 1315 del Código Civil, sostienen que
“(l)a doctrina no duda sobre la inclusión del hecho determinante de tercero y el hecho de la
propia víctima (el acreedor, en este caso) en el concepto de 'causa no imputable', y es así
como, consideramos, debe entenderse el sentido del artículo comentado”. En: Gastón
FERNÁNDEZ CRUZ y Leysser LEÓN HILARIO: Código Civil comentado por los 100
mejores especialistas. Lima. 2002. Gaceta Jurídica. Tomo VI. P. 833. Igualmente: Henri, Jean
y Leon MAZEAUD: Lecciones de Derecho Civil. Bs. As. 1960. Ed. Jurídicas Europa-
América, Parte Segunda, Vol. II: La responsabilidad civil. Los cuasicontratos. P. 338.
7
Artículo 1321.- (…).
El resarcimiento por la inejecución de la obligación o por su cumplimiento parcial, tardío o
defectuoso, comprende tanto el daño emergente como el lucro cesante, en cuanto sean
consecuencia inmediata y directa de tal inejecución.
8
La acción del conductor del tráiler no puede ser, al mismo tiempo, hecho determinante del
evento dañoso y fuerza mayor

-7-
no está identificado, y iii) la existencia de errores humanos propios y de
terceros en la conducción de ómnibus es un riesgo típico del transporte
terrestre de pasajeros, y la responsabilidad objetiva del transportista
exige que éste asuma ese riesgo.
La conducta del tercero no fue la causa determinante y única del daño
9. Respecto del primer motivo de rechazo, Línea apela al contenido del
Informe Técnico 080-2006-DIVTRAN-DIAT de folios 276 a 291, el que
estableció que el ómnibus de Línea se desplazaba a velocidad
inapropiada en una curva abierta, en asfalto mojado, con
iluminación nula y neblina densa, y se aproximó en demasía al
tráiler que le antecedía sin guardar la distancia necesaria. De haber
conservado un espacio prudente (atendiendo a las condiciones de lugar
y tiempo de la vía) la repentina desaceleración del tráiler no hubiese
provocado la maniobra brusca del conductor del automotor de Línea. Por
ello es que el propio Informe Técnico 080-2006-DIVTRAN-DIAT
considera que la súbita frenada del tráiler constituye sólo un factor
interviniente de la colisión (y no determinante, como sostiene
Línea).
10. Cuando el hecho del tercero es concausa del evento dañoso, la doctrina
concede al perjudicado la posibilidad de reclamar el íntegro de la
reparación a cualquiera de los causantes, y el que paga tendrá derecho
a repetir contra el corresponsable 9. De ello sigue que resulta válido que
el señor Tapia haya entablado juicio sólo contra Línea, pues aunque
dicha sociedad fuese responsable sólo en parte está obligada por el total
de la indemnización.

El anonimato del tercero impide al demandado alegar que la conducta


de aquél sea causa determinante del accidente

9
Henri, Jean y Leon MAZEAUD: op. cit. Bs. As. 1960. Ed. Jurídicas Europa-América,
Parte Segunda, Vol. II: La responsabilidad civil. Los cuasicontratos. P. 339.

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11. En la tesis de Línea subyace una consecuencia especialmente perversa
y reprobable: el daño fue producto de la acción determinante de un
tercero, y por ello Línea no es la responsable, sino dicho tercero; pero
como éste no está identificado, entonces el daño sufrido por el señor
Tapia y sus herederos no puede ser resarcido.
12. Precisamente porque tal postura condena al perjudicado a soportar el
perjuicio sin poder atribuir a nadie su autoría ni reclamar su reparación
es que la doctrina reclama del deudor que incumplió con su obligación
de resultado (en este caso Línea) que identifique plenamente al tercero
cuya conducta habría sido determinante en el evento. El anonimato del
pretendido tercero obsta la exoneración del deudor 10.
13. Ni el conductor ni el propietario del tráiler que se detuvo de improviso
han sido identificados por Línea. Por tanto, atendiendo a su
responsabilidad contractual objetiva y al concreto incumplimiento de
trasladar indemne al señor Tapia de Trujillo a Chimbote, Línea debe
responder por los daños generados por dicho incumplimiento.

Los errores humanos de los conductores de los ómnibus propios o


ajenos son riesgos típicos del transporte terrestre de pasajeros, y su
ocurrencia no puede exonerar de responsabilidad al transportista
14. Fernández y León afirman que “(e)l hecho del tercero constituye
eximente de responsabilidad 'sólo si se trata de una persona
completamente extraña a la esfera económica del deudor' (…). El
ejemplo clásico es el robo de la cosa que es objeto de la prestación del
deudor, que determina la imposibilidad de cumplimiento. Al respecto, se
precisa que hay supuestos en los cuales el robo no puede ser
alegado, por constituir un 'riesgo típico' de la actividad del deudor:

10
Javier TAMAYO JARAMILLO: op. cit. Tomo II. P. 132. En contra, aunque sin explicar
las razones por las que debe admitirse como causa ajena el hecho de un tercero desconocido:
Henri, Jean y Leon MAZEAUD: op. cit. Parte Segunda, Vol. II: La responsabilidad civil. Los
cuasicontratos. P. 335.

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tal es el caso del contrato de depósito, en el cual, obviamente, las
previsiones a tomar serán mayores, debido a la especialidad de la
prestación comprometida”11.
15. Significa ello que un tercero no demandado puede ser el causante
directo y determinante del incumplimiento de la obligación
contractual, y aun así el demandado deba mantenerse como único
responsable del daño. Dependerá, como sostiene la doctrina, de que la
presencia de ese evento externo sea razonablemente ordinaria,
característica o “típica” de la actividad del deudor. En el presente caso,
debe indagarse si el hecho de que el conductor de un automotor que
antecede a otro en una autopista conduzca negligente, descuidada o
displicentemente es un hecho extraordinario y anormal en la actividad
del transporte público de personas o si –por el contrario- es de frecuente
ocurrencia.
16. Que el conductor del tráiler que antecedía al bus de propiedad de Línea
realizó una acción brusca e imprevista está probado con el Informe
Técnico 080-06-DIVTRAN-DIAT de folios 289, no cuestionado por el
señor Tapia. Sin embargo, como lo evidencian tanto las estadísticas
oficiales como las reglas de experiencia y la doctrina especializada, tal
hecho de tercero no es un casus o hecho imprevisible,
extraordinario y ajeno por completo al transporte de pasajeros, sino
que es un suceso lamentablemente recurrente dicha actividad
económica y, por ende, no califica como causa no imputable que
exonere a Línea de la responsabilidad por los daños infligidos al señor
Tapia con ocasión del accidente.
17. En efecto: el accidente en cuestión se produjo el jueves 06 de julio del
2006 en la carretera Panamericana Norte, con el resultado de más de 70
heridos y 03 fallecidos. Según estadísticas del Ministerio de Transportes,

11
Gastón FERNÁNDEZ CRUZ y Leysser LEÓN HILARIO: Código Civil comentado por
los 100 mejores especialistas. Lima. 2002. Gaceta Jurídica. Tomo VI. P. 833.

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en dicha carretera y entre el 2003 al 2008 ocurrió el mayor número de
accidentes de tránsito con víctimas fatales, indicador que nuevamente se
presentó en el 2012. Ahora, el señor Tapia viajaba como pasajero en un
ómnibus perteneciente a Línea, tipo de automotor que entre el 2002 y el
2006 produjo el mayor número de víctimas mortales, y del 2007 al 2012
causó el segundo mayor número de víctimas. El accidente en cuestión
se suscitó a horas 6:30 am, dentro del rango horario (02:00 a 08:00
horas) en el que entre el 2002 y el 2010 los accidentes tuvieron el mayor
saldo de víctimas mortales. El evento ocurrió a pocos kilómetros de
haber partido de Trujillo, y precisamente el mayor número de accidentes
fatales y no fatales entre el 2002 y el 2012 se produjo cuando el vehículo
había transitado menos de 100 kilómetros 12. Finalmente y según
estadísticas oficiales citadas por Chía y Huamaní 13, en el 2008 casi el
70% de los accidentes de tránsito en el país fueron ocasionados
por acciones de los conductores como exceso de velocidad,
manejo imprudente y ebriedad, indicador que –a la luz de los
previamente señalados- es una constante antes y después del 2008.
18. Corolario de lo expuesto es que los accidentes en ómnibus por falla
humana (propia o de tercer conductor) en la Panamericana Norte, dentro
de los 100 primeros kilómetros del trayecto y al amanecer constituye un
“riesgo típico” de la actividad de Línea como transportadora de
pasajeros, y por esa misma razón esta empresa no puede atribuir a la
supuesta conducción temeraria o imprudente del chofer el tráiler la
naturaleza de hecho determinante de tercero ni pretender eximirse de su
responsabilidad objetiva14, máxime si no probó que haya mediado causa
extraña.
12
Fuente: web del Ministerio de Transportes y Comunicaciones del Perú
(https://www.mtc.gob.pe/estadisticas/indicadores-OTROS.html)
13
Luis CHÍA RAMÍREZ y Sandro HUAMANÍ ANTONIO: Accidentes de tránsito en el
Perú: ¿causalidad o casualidad? En: Cuadernos de Infraestructura e Inclusión Social. Año
I. N° 02. Lima. Setiembre del 2010. P. 12. Versión electrónica disponible en internet en:
http://www.proviasnac.gob.pe/Archivos/file/Documentos_de_Interes/LIBRO_3__OK.pdf
14
Es del mismo parecer Javier TAMAYO JARAMILLO: op. cit. Tomo II. P. 140.

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19. Por todo lo expuesto, este Colegiado considera que ninguno de los
fundamentos impugnatorios de Línea pueden ser acogidos, y que –a
despecho de su pretensión impugnatoria- no hacen sino corroborar su
responsabilidad en el daño sufrido por el señor Tapia y, por lo mismo, en
el pago de la indemnización reclamada por éste.

El incremento equitativo de la indemnización


20. Como señalamos en el fundamento V.2 de la presente, Línea no objetó
la existencia, origen y magnitud de los daños que evidencia el señor
Tapia y que fueron establecidos pericialmente. En observancia de la
limitación recursiva impuesta al órgano revisor por el artículo 364 del
Código Procesal Civil, debe examinarse si las características de tales
daños justifican ampliar la cuantía de la indemnización concedida por el
juez de origen al señor Tapia.
21. Según demostró el señor Tapia con la evaluación psiquiátrica de fojas
508 a 509 y su ratificación de folios 608, sufre una perturbación o
alteración de su equilibrio físico y psicológico propio de un trastorno
depresivo severo crónico sin sicosis a causa del accidente de tránsito
en cuestión. Así mismo, médico traumatólogo señaló en su ratificación
que todas las secuelas que evidencia el señor Tapia han sido
producidas por el citado accidente. Por consiguiente, dada la grave
magnitud del daño físico y sicológico que padece el señor Tapia, se
determina que no solo se vio afectado inmediatamente por el accidente
originado por el ómnibus de Línea, sino que dicho evento le ha
provocado lesiones permanentes tanto físicas como sicológicas.
22. La cuantificación de dicho daño no puede ser matemáticamente
establecida, y por ello el juez debe fijar el monto indemnizatorio en forma
equitativa, razonable y proporcional, lo que evidentemente supone un
margen de discrecionalidad reglada en el juzgador. En ejercicio de esa

-12-
potestad reconocida por el artículo 1332 del Código Civil 15, el Colegiado
encuentra que el monto de la indemnización concedida en la sentencia
apelada no resulta congruente con la magnitud y secuelas del daño
causado a la persona del señor Tapia, por lo que, esta Sala es del
criterio que dicho monto debe ser aumentado a la suma equitativa de
cien mil Nuevos Soles, adicionales a lo que La Positiva pagó por
concepto de seguro obligatorio de accidentes de tránsito.

RESUELVE:
CONFIRMAR LA SENTENCIA CONTENIDA EN LA RESOLUCIÓN
NÚMERO CINCUENTA Y SIETE , su fecha dieciséis de octubre del dos mil
trece (fojas 733 a 749) expedida por la Jueza del Primer Juzgado Civil
Transitorio de Descarga de Trujillo, que declaró FUNDADA EN PARTE LA
DEMANDA DE INDEMNIZACIÓN interpuesta por JUSTO TAPIA
MATALLANA contra TRANSPORTES LINEA S.A. Y LA POSITIVA
SEGUROS Y REASEGUROS S.A.; REVOCARON el extremo de la
sentencia que estableció como indemnización la suma de treinta mil y
00/100 Nuevos Soles, y REFORMÁNDOLA ESTABLECIERON que
Transportes Línea S.A. pague al demandante como indemnización por daño
a la persona la suma de CIEN MIL Y 00/100 NUEVOS SOLES adicionales a
lo ya pagado por La Positiva S.A., más los intereses legales
correspondientes desde el 06 de julio del año 2006, costos y costas del
proceso.
HÁGASE saber a los justiciables y DEVUÉLVASE al Juzgado de origen con
la debida nota de atención.
Juez Superior Rolando A. Acosta Sánchez
Ponente
S.S.
SALAZAR LIZÁRRAGA
LLAP UNCHÓN DE LORA
ACOSTA SÁNCHEZ

15
Artículo 1332.- Si el resarcimiento del daño no pudiera ser probado en su monto preciso,
deberá fijarlo el juez con valoración equitativa.

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