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1.- INTRODUCCIÓN
Tras es el gran renacimiento cultural y espiritual del siglo XII, que
prepara una época dorada, también en el campo teológico, inciden otra serie de
factores que potenciarán el desarrollo anterior y darán lugar a un florecimiento
teológico sin precedentes.
El primero de ellos es de orden sociopolítico. La expansión
socioeconómica de la época abre muchas posibilidades nuevas. Las ciudades o
burgos se convierten en grandes centros económicos, con una organización
jurídica cada vez más perfecta. Junto a ello, las Cruzadas de oriente favorecen el
contacto con la cultura griega, judía e islámica; la conquista de Constantinopla
en 1024 intensifica más aún las relaciones culturales, comerciales y militares
entre Oriente y Occidente que repercuten un mejor conocimiento y valoración
de la cultura clásica.
En el terreno eclesiástico, después de la dura lucha de las Investiduras, el
papado logró ejercer una verdadera hegemonía sobre la Europa cristiana. El
apogeo del papado alcanza su cenit con Inocencio III (1198-1216). Por encima de
todo, Inocencio procuró la reforma eclesiástica que tuvo su centro en el IV
Concilio de Letrán (1215), en donde trazó un programa concreto de actuación
para mejorar la situación en diversos aspectos. Los Papas posteriores
mantuvieron la posición predominante anterior; una buena prueba de ello fue
la realización de dos Concilios Ecuménicos más, dentro del siglo XIII: I Concilio
de Lyon (1245) bajo Inocencio IV; y el II Concilio de Lyon (1274) convocado por
Gregorio X. El gran florecimiento eclesiástico en todos los ámbitos de la
sociedad medieval.
Pero sobre todo la influencia decisiva en el campo teológico y científico
fue la fundación de la primera Universidad del mundo: la de París. Nació a
partir de las Escuelas Catedralicias de esa ciudad, hacia el 1200. Los dos centros
capitales de la Universidad eran la Facultad de Artes y la Facultad de Teología;
muy pronto surgieron otras facultades: Leyes, Cánones, Medicina, etc. Además,
surgieron con rapidez otras Universidades como Oxford, Bolonia o Salamanca.
Factor decisivo también fue la aparición de las nuevas órdenes
Mendicantes (Franciscanos, Dominicos, sobre todo). Éstos a diferencia de los
monjes tradicionales, viven en pequeños conventos urbanos, en contacto con el
pueblo y sus problemas cotidianos. No buscan solo el progreso de su vida
espiritual mediante la contemplación solitaria, sino que tienen entre sus
principales cometidos el comunicar a la gente en general el fruto de su estudio,
en especial mediante la docencia universitaria.
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Pero el suceso que tuvo mayor importancia para la Historia de la
Teología fue el conocimiento de toda la obra de Aristóteles, limitado hasta
entonces a la parte lógica (ahora se conocerá la Metafísica, la Física, la Ética, la
Política y la Retórica, principalmente). Con tal riqueza literaria aparecieron
pensamientos y doctrinas poco armonizables con los de la Antigua Escolástica
que tenía una orientación platónico-agustiniana.
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1) Mantenerse fieles a la tradición de la corriente agustiniana y
aprovechar las nuevas ideas como elementos secundarios o de
adorno; esta fue la postura de la mayoría de los teólogos.
2) Aceptar la Filosofía aristotélica con todas sus consecuencias, sin
armonizarlas con las enseñanzas del cristianismo, intentando paliar la
cuestión con la vana teoría de la doble verdad; postura seguida por el
Averroismo latino de Siger de Brabante.
3) Por fin, algunos eran partidarios de una amplia aceptación de esta
Filosofía aristotélico-islámica, excluyendo las ideas opuestas al
cristianismo e intentando la armonización de las restantes doctrinas
con la tradición agustiniana; la cual llevaría a cristianizar el
aristotelismo; o, en otros términos, a la síntesis de Agustín y
Aristóteles. Esta será la magna empresa que acometerá con gran
amplitud de miras san Alberto Magno para librar a la Escolástica del
peligro del aristotelismo árabe, y que llevará a su perfeccionamiento
definitivo su gran discípulo santo Tomás de Aquino.
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3.- AUTORES MÁS RELEVANTES
3.1.- Santo Tomás de Aquino
Fue discípulo de san Alberto Magno y representante de la Escolástica,
por su saber y autoridad excelentes, lo que san Agustín para la edad patrística.
Nación en Roccasecca (1225), próximo a la zona septentrional de Nápoles; sus
padres eran nobles al servicio del emperador Federico II; fue el pequeño de
siete hermanos. Muy joven todavía fue llevado por sus padres a la famosa
abadía benedictina de Montecasino para que se formara allí y, en el futuro,
llegara a los más altos cargos de la Orden. Vuelto al seno de su familia fue a la
Universidad de Nápoles a estudiar Filosofía antes de introducirse en la
Teología. Allí se hizo dominico (1244). Cuando se dirigía a París fue secuestrado
por sus hermanos y encerrado en el castillo familiar durante todo un año (1245).
De allí se trasladó a Colonia donde completó su formación junto a san Alberto
Magno (1248-1252). De regreso en París se graduó como Maestro en Teología
(1256). Allí regentó la cátedra para extranjeros (1257-1259). Se trasladó a Italia,
primero estuvo en Nápoles (1259-1261), y después en diversas ciudades de los
Estados Pontificios (hasta 1269), donde escribió una parte sustancial de sus
obras importantes. Vuelto a París (1269) ocupó por segunda vez la cátedra para
extranjeros hasta 1272; este fue el período más fecundo de su vida literaria. En
verano de 1272 se trasladó de nuevo a Nápoles, donde trabajó en la tercera
parte de la suma, que dejó sin acabar. En diciembre de 1273 tuvo que dejar de
escribir por un agotamiento psíquico severo, lo cual coincidió con una profunda
experiencia mística. Falleció en Fosanova cuando se dirigía al II Concilio de
Lyon al que había sido invitado por el Papa.
Obras:
3.1.1. Comentario a las sentencias de Pedro Lombardo
Es una obra de juventud. Es una excelente explicación del texto fruto de
sus lecciones como profesor bachiller en la cátedra de la Universidad de París
del año 1254.
3.1.2.- Quaetiones disputate
Colección de amplias monografías que se exponen a lo largo de 63
cuestiones en las que santo Tomás discurre con más holgura sobre los
problemas de la Teología. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que fueron
compuestas en diversos momentos de su vida literaria y fueron reunidas con un
cierto desorden, en el que han llegado hasta nosotros. Son los siguientes: De
Potentia; De malo; De spiritualibus creaturis; De virtutibus y De veritate. Se podrían
agrupar formando una metafísica general, una teoría del conocimiento y una
ética casi perfecta.
En cuanto a la metafísica está contenida en las cuestiones De potentia
(Dios como acto puro; el poder de Dios ad intra; el poder de Dios ad extra y de la
producción ad extra, es decir, de la creación, conservación y el milagro). La
teoría del conocimiento la encontramos en las cuestiones De veritate, en las que
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trata de la verdad y el conocimiento en Dios, del conocimiento y la verdad en
Cristo, en los ángeles, en el primer hombre o en el hombre en su estado actual.
En cuanto a la ética se encontraría en las diez últimas cuestiones del De veritate
en las que expone la doctrina del Bien, de la voluntad y del libre albedrío,
también en la cuestión 16 del De malo, en donde trata del mal en común, del
pecado original y de los siete pecados capitales.
3.1.3.- Summa contra gentiles
Fue escrita por santo Tomás a ruegos de san Raimundo de Peñafort para
los dominicos que habrían de dedicarse en España a las misiones entre los
musulmanes. Esta obra comenzó al final de la primera etapa de profesorado en
París (1259) y la terminó hacia el 1264. En los tres primeros libros se discute de
cuestiones filosóficas y religiosas comunes al cristianismo y al islamismo; solo
en el libro IV se ocupa de los misterios cristianos: Trinidad, Encarnación y
Sacramentos. Es una gran obra de apologética cristiana. Tenemos una gran
exposición sobre las relaciones Fe-Razón, entre el orden natural y el
sobrenatural.
La Summa contra los gentiles se divide en cuatro libros: en los dos
primeros trata de la esencia y la naturaleza de Dios y de las criaturas, es decir,
de la metafísica natural; en el libro tercero describe el movimiento de las
criaturas hacia Dios, su fin último, y hacia su unión con Él por el conocimiento
y expone asimismo la doctrina de la Providencia sobrenatural de Dios. De ahí
pasa en el libro cuarto a ofrecernos la declaración de la verdad cristiana acerca
de los misterios de la comunicación sobrenatural de Dios a las criaturas. Todo
ello argumentado en base a la Sagrada Escritura contra la infidelidad y el error
y expuesto según el método teológico.
3.1.4.- Summa Theologica
Es la obra maestra de santo Tomás escrita en los últimos años de su vida.
La parte primera la redactó en Italia a partir del 1266. La segunda parte data de
los años 1268 a 1272. Por fin, la tercera parte la redactó en Nápoles, donde
enseñó teología desde el otoño de 1272. Constituye esta obra una síntesis y
organización admirables de toda la teología al uso, pero al mismo tiempo en
forma concisa porque está dirigida, como él mismo indica, a los principiantes
para los cuales escribe una especie de manual de orientación clara y segura.
Desgraciadamente quedó incompleta pues, desde las últimas cuestiones del
sacramento de la penitencia hasta el final, se lo debemos a fray Reginaldo de
Piperno, que reunió esa doctrina a partir de los demás escritos del santo doctor.
La obra se divide en tres partes, y la segunda de ellas, a su vez, se divide en dos
(prima secundae y secunda secundae). La primera parte versa acerca de Dios en sí
mismo y como principio de todas las cosas. Las partes segunda y tercera, de
Dios como fin último de todas las criaturas; pero en la segunda parte trata de
Dios como fin que puede ser conseguido por nuestras obras; mientras que en la
tercera parte como fin que nos atrae y nos une a sí en la bienaventuranza de la
gloria por medio de la Encarnación y de los sacramentos.
Podemos decir:
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La Primera parte versa:
a) De Dios en sí mismo, de su ser, de su actividad interna, de su
fecundidad interna en la Trinidad.
b) De Dios como causa de las criaturas; relación general de la
causalidad divina respecto de ellas; relación especial según las
categorías de los seres creados los ángeles, el mundo corpóreo,
el hombre, el gobierno de las criaturas.
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Perihermeneias (1269-1272); a los Analíticos posteriores; a la Física (después de
1268); al tratado De coelo et mundo (c. 1272); al De generatione et corruptione (de los
años 1272-1273); a la Metaphisica (c. 1272); y al Liber de causis (1270).
Si quisiéramos resumir los principales méritos del buen quehacer
teológico de santo Tomás podríamos decir:
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En el Itinerarium mentis ad Deum parte de las criaturas para elevarse hasta
el Creador, describiendo los diversos grados de nuestro conocimiento de Dios.
Sus Questiones disputatae nos lo presenta como un gran teólogo especulativo,
como también en sus Collationes de septem donis Spiritus Sancti se da la unión del
teólogo especulativo con el fervor místico. En las Collationes in Hexameron, que
son discursos académicos pronunciados en París, se manifiestan las luchas
doctrinales de la Universidad de París con ocasión del averroísmo latino.
Sus comentarios bíblicos son también de gran valor teológico.
Comentarios al Eclesiastés, al libro de la Sabiduría y a los Evangelios de san Lucas
y san Juan. El opúsculo De reductioe artium ad Theologiam es una gran disertación
sobre la ciencia, en la que la Teología es presentada como principio y fin de
todo saber humano.
San Buenaventura es, junto a santo Tomás, el mayor teólogo de la Edad
Media. Representan de modo admirable las dos interpretaciones más
universales del pensamiento cristiano, las cuales, aunque parezcan apuestas, se
complementan mutuamente en el fondo sin excluirse ni contenerse una en la
otra.
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