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MODIFICACIÓN Y TERAPIA DE CONDUCTA.

TEMA 22: TERAPIA RACIONAL EMOTIVO-CONDUCTUAL (TREC) Y


REESTRUCTURACIÓN COGNITIVA

Introducción

Fundada por Albert Ellis a principios de los sesenta y ubicada dentro de las «terapias racionales
y de reestructuración cognitiva» junto a la de Beck y el entrenamiento en autoinstrucciones de Meichen-
baum y con las que comparte la importancia otorgada a los procesos cognitivos en desarrollo de disfun-
ciones emocionales y conductuales y que la tarea fundamental del terapeuta es detectar, analizar y modifi-
car las variables cognitivas desadaptadas y sustituirlas por patrones racionales.

Creada tras comprobar que el psicoanálisis resultaba poco eficaz para resolver problemas emo-
cionales y tras demostrarse que la práctica racional para cambiar la forma en que los clientes se veían a sí
mismos y consideraban sus problemas era mucho más efectiva. Fue influido por: su propia experiencia
tratando problemas sexuales y de pareja; por diversas corrientes filosóficas como los estoicos; el psicoa-
nálisis y técnicas activo-directivas del conductismo.

Bases teóricas

Supuesto esencial: las personas poseen ideas o filosofías de vida irracionales que mantienen dog-
máticamente y producen perturbaciones emocionales y conductuales. La causa de los problemas psicoló-
gicos es la manera de interpretar el ambiente y sus circunstancias y las creencias desarrolladas sobre el
mundo, los otros y sí mismo. Son patrones de pensamiento irracional que son:

 Falsos: distorsionan la realidad; interpretaciones incorrectas que no se sostienen con la evidencia


disponible.
 Disfuncionales: dificultan el logro de metas y pueden producir patologías.
 Automáticos: sujeto no conoce su existencia ni su papel mediador.

Se ilustra mediante el esquema A-B-C: los acontecimientos (A) no causan los problemas emociona-
les o de conducta (C), sino que son causados por las creencias (B) subyacentes a la interpretación de A.

Un aspecto básico de la TREC es diferenciar entre creencias racionales e irracionales, siendo ambas
cogniciones para evaluar propias de cada persona:

 Racionales: probabilistas y relativas; expresadas como gustos o deseos. Cuando no se lo de-


seado, los sentimientos negativos no impiden el logro de otras metas.
 Irracionales: dogmáticas y absolutas; expresadas como obligación, exigencia o necesidad
imperiosa. Su no consecución provoca emociones negativas inapropiadas que impiden el lo-
gro de otros objetivos y generan alteraciones de la conducta.

Categorías de ideas irracionales:

1. Tener que ser amado y recibir aprobación total del entorno.


2. Ser siempre competente, capaz y autosuficiente para considerarse valioso.
3. Las personas “malas”, infames o inmorales han de ser culpabilizadas y castigadas.
4. Que las cosas no salgan, sean o vayan como se quiere es horrible y catastrófico.
5. Las desgracias tienen una causa externa y no se puede hacer nada o casi nada para controlar la
pena y el sufrimiento que producen a la persona.
6. Si puede ocurrir algo peligroso o terrible se debe sentir miedo o preocupación y pensar continua-
mente en la posibilidad de que eso ocurra.
7. Es más fácil evitar las responsabilidades y los problemas.
8. Se ha de depender de personas más fuertes y con más poder y apoyarse en ellas.
9. Las cosas ocurridas en pasado son determinantes mi conducta actual y futura y siempre me in-
fluirán y volverán a ocurrir.
10. Hay que asumir y preocuparse por los problemas de los demás.
11. Cada problema posee una solución perfecta y acertada, y no encontrarla es horrible.

Estas ideas poseen tres nociones básicas sobre peticiones de carácter absoluto:

1. Tener que actuar bien y ganar aprobación por la forma de actuar (hacia sí mismo).
2. Todas las personas han de actuar de forma agradable y justa con la persona, y si no lo hacen
son despreciables y merecen castigo (hacia los otros).
3. Las condiciones de la vida han de ser buenas y fáciles para lograr los objetivos propuestos
sin mucho esfuerzo (hacia el mundo).

Estas nociones básicas distorsiones cognitivas que se relacionan de forma independiente con las
creencias, como por ejemplo:

 Resaltar en exceso lo negativo de un acontecimiento.


 Exagerar lo insoportable de una situación.
 Condenar a las personas o al mundo si no proveen al sujeto de lo que cree merecer.

Las demandas absolutas generan tensión emocional que da lugar a dos tipos de perturbaciones psico -
lógicas:

Ansiedad del yo: cuando se altera la imagen de uno mismo; cuando el sujeto se auto condena por no
satisfacer las peticiones absolutas hacia sí mismo. Ejemplo: las autoevaluaciones negativas, que producen
sentimiento de amenaza, pueden conducir a evitar las situaciones en que el sujeto considera el fracaso o la
desaprobación como probable.

Ansiedad perturbadora: cuando no se satisfacen las peticiones dogmáticas que crean bienestar o una
vida cómoda. Demandas dirigidas a los otros o al mundo. Implica baja tolerancia a la frustración y al ma-
lestar.

Cada tipo de ansiedad implica creencias diferentes, por lo que es esencial identificar cada categoría
pues requieren tratamientos específicos. Encada cliente se debe indagar y explicitar qué ideas irracionales
actúan y enseñarle como abandonarlas y cambiarlas.
Procedimiento

Ellis describe la TREC como una terapia cognitivo-conductual, activa, directiva y educativa. Su
objetivo es alterar el sistema de creencias del individuo.

El proceso de la TREC

Consiste en cuatro grandes fases no claramente diferenciables

Evaluación de problemas, explicación de esquema A-B-C y del método terapéutico.

En primer lugar se realiza una entrevista de evaluación para averiguar el tipo de problemas pre-
senta el cliente. Estos pueden ser externos (dependen de situaciones ambientales) o internos (síntomas
emocionales y conductas desadaptadas). Estos últimos conformas los problemas primarios, en los que se
centra la TREC. También pueden aparecer problemas secundarios, que son los que surgen ante la percep-
ción de los primarios y es muy importante diferenciar unos de otros para tratar los secundarios en primer
lugar.

Posteriormente se le explica al cliente el esquema A-B-C y el método que se va a seguir. Para


ello se expondrá con claridad que se trabajará sobre las creencias irracionales (B) que son las que generan
los problemas (C). Una vez resuelto esto, nos centramos en el los problemas ambientales (A).

El paciente puede plantear el centrarse en las interpretaciones erróneas que se hacen ante las si-
tuaciones, pero ello supondría un cambio superficial; el cambio trascendente reside en tratar las creencias
básicas subyacentes, ya que generan los problemas en una amplia gama de situaciones.

En esta fase el cliente debe comprender y asumir:

1. Sus ideas y creencias tienen un papel fundamental en sus problemas.


2. La causa de sus problemas no son las experiencias pasadas en que se aprendieran
dichas ideas, sino su uso actual.
3. El único modo de superar sus problemas es rebatir persistentemente las creencias
irracionales; conocerlas y saber su influencia no es suficiente.
4. Es conveniente que se acepte a pesar de sus problemas emocionales.

Detección de ideas irracionales y darse cuenta de su papel en los trastornos.

Mediante el diálogo didáctico se ayudará al cliente a darse cuenta de cuáles son sus pensamien-
tos y creencias irracionales. Para ello se buscan entre los pensamientos automáticos las afirmaciones im-
perativas y exigentes y analizar la tendencia a ver el mundo deformado y las generalizaciones sobre lo
que ha ocurrido y/o probablemente ocurrirá.

Principales manifestaciones de irracionalidad:

1. Alguien o algo debería, sería necesario o tiene que ser distinto.


2. Calificar las situaciones como terribles, horrendas u horrorosas.
3. Pensar que no es posible sufrir, tolerar o soportar a esa persona o cosa y afirmar que
no debería haber sucedido así.
4. Ante los errores, afirmar que quien los comete merece reprobación y puede ser des-
calificado.

También hay que solicitar al paciente un autorregistro, que practique lo aprendido. Se le pedirá
que registre e identifique diariamente los pensamientos irracionales (B) que surgen ante los diversos pro-
blemas externos (A) y que se dé cuenta del papel mediador en las consecuencias negativas (C).

Debate y cambio de ideas irracionales

Mediante preguntas se ayudará al cliente a cuestionar la veracidad de sus pensamientos


analizando:

1. Aspectos a favor y en contra de cada uno.


2. El tipo de argumentos falsos e ilógicos con que se están manteniendo.
3. Cómo generar creencias racionales que sirvan de alternativas.
4. Qué beneficios reportará la adopción de creencias racional, motivándole a que ad-
quiera un mayor grado de compromiso y responsabilidad.

Ellis aconseja para ello seguir el método hipotético-deductivo, que se resume:

1. Empirismo: aceptar como real solo aquello que puede ser observado y comprobado.
2. Lógica: aceptar como válidas solo las proposiciones que se deriven de forma lógica.
3. Flexibilidad: disposición a cambiar las ideas y teorías en función de nuevos hechos.
4. Ausencia de valoración moral: no se puede condenar o premiar en términos absolu-
tos o universales.
5. Probabilismo: la ciencia solo puede establecer con mayor o menor probabilidad la
ocurrencia de algo.

También se empleará la reducción al absurdo, asumiendo la creencia irracional como correcta y


llevándola a su extremo lógico, dejando patente así, lo ilógico de la misma. Durante el proceso el paciente
va identificando que los pensamientos racionales se expresan en términos relativos y probabilísticos, nun-
ca en absolutos o dogmáticos. Como forma de afianzar el aprendizaje son importantes los autorregistros
en forma de diario, con columnas para escribir de izquierda a derecha lo relativo a A, B y C.

Es importante detectar en esta etapa si el cliente muestra resistencias o miedos para dejar de pen-
sar de la forma habitual. Los miedos más frecuentes son:

1. Perder la identidad por asumir ideas nuevas surgidas de otros.


2. Volverse frío emocionalmente por pensar racionalmente.
3. Convertirse en mediocre por abandono de ideas perfeccionistas.
4. Perder las gratificaciones que obtiene con su forma patológica de pensar y ac-
tuar.
Si se detectan estos miedos habría de centrarse la atención en ellos.

Aprendizaje de una nueva filosofía de vida

El objetivo es que arraiguen de manera permanente y estable las nuevas creencias racionales aprendi-
das en la fase anterior. Para ello se emplea el proceso llamado “fortalecer el hábito” a través de tareas pro-
gramadas para casa en las que se enfrente a acontecimientos activadores (A) que susciten ideas irraciona-
les (B) para detectarlas y darse cuenta de las consecuencias negativas que les acompañan (C); debatir esas
creencias y fomentar las racionales adquiridas (D) y observar las consecuencias emocionales positivas de
éstas (E). También hay que usar autorregistros.

Estilo del terapeuta en la TREC

Características según Ellis:


1. Aceptación incondicional del cliente.
2. Genuino y abierto en la terapia, facilitando al cliente informaciones personales que deman-
de.
3. Empático.
4. Activo-directivo para ayudarle a detectar sus creencias irracionales y corregirlas y persuadir-
le de realizar tareas o actividades concretas.
5. Activo verbalmente, interpretando, discutiendo y facilitando que el cliente se exprese.
6. Didáctico, con un lenguaje claro y sencillo y usando otros materiales si es necesario.
7. Será un modelo racional de sentir y comportarse; correcto, adecuado, sin ansiedad ni hostili-
dad.
8. Con sentido del humor, que usará como herramienta en la terapia.

Riesgos: se puede reforzar la fuerte necesidad de amor y aprobación del cliente y la baja toleran-
cia a la frustración. Debería evitar un estilo en la interacción demasiado emotivo o amigable con clientes
histéricos; intelectual con clientes con TOC; directivo con los que temen ser autónomos y activo con los
pasivos.

Técnicas de tratamiento

TREC emplea diversas técnicas cognitivo-conductuales en el proceso terapéutico.


a. Emotivas o emotivo-conductuales, como la imaginación racional emotiva para practicar
la sustitución de pensamientos irracionales por racionales. Se pide al cliente de cierre los
ojos e imagine una situación (A) que genere pensamientos negativos y que vaya relatando
los pensamientos que suscita (B) y le hagan sentirse mal (C). A continuación se le pide que
debata esos pensamientos y los sustituya por otros racionales (D) describiendo los efectos
de estos últimos (E).
b. Ejercicios para atacar la vergüenza, para practicar el pensamiento racional y aceptar
como normales las experiencias negativas cotidianas. Se le pide que se exponga a situacio-
nes no peligrosas (A) que generan B y sentimientos negativos como vergüenza, temor o
tristeza (C) y que se acepte a sí mismo y la incomodidad que siente (E) relativizando la si-
tuación y recurriendo a pensamientos racionales (D).
c. Con clientes con problemas para debatir y cuestionarse los pensamientos por limitaciones
intelectuales, se usa el entrenamiento en autoinstrucciones. Se elaboran frases racionales
que el cliente pueda usar para contrarrestar pensamientos irracionales. Se le pedirá que las
escriba en fichas y que las lea varias veces al día para memorizarlas.
d. Conductuales tales como ensayos de conducta, entrenamiento en habilidades sociales,
exposiciones a las situaciones temidas o el entrenamiento en solución de problemas.
Estos procedimientos se emplean para favorecer el debate y el cambio cognitivo, ayudando
a la consolidación de nuevos patrones de pensamiento racional. También se recurre al em-
pleo de refuerzos y castigos para animar a los clientes a asumir la responsabilidad del cam -
bio. El uso de estas técnicas implica aceptar que el cambio conductual y emocional puede
ser también causa y no solo resultado del cambio cognitivo.
e. Para reducir las exageraciones y la importancia que los clientes otorgan a las cosas se utili-
zan técnicas humorísticas, recurriendo a chistes, frases ingeniosas, ironía, etc. que puedan
ayudar a desdramatizar. Es importante dejar claras las razones de su uso al cliente y que el
terapeuta se ríe de las creencias y pensamientos irracionales, no del propio cliente. Venta-
jas:
1. Ayudar al cliente a reírse de sí mismo y aceptarse.
2. Clarifica comportamientos inadecuados de forma agradable.
3. Hace desaparecer la excesiva seriedad y monotonía de la terapia.
4. Ayuda a distanciarse de los problemas y ser más objetivo.
5. Sirve como método distractor de pensamientos inadecuados.
6. Demuestra al cliente lo importante de pasárselo bien en la vida.
f. Por último son importantes las tareas a realizar en casa, tales como: autorregistros, for-
mularios de autoayuda, exposición a las situaciones, escuchar y debatir grabaciones de se-
siones de terapia, biblioterapia con lecturas específicas o enseñar la TREC a otras personas.

Variaciones. La reestructuración racional sistemática de Goldfried

Desarrollado a partir de la TREC y adaptado a un procedimiento de autocontrol. Su objetivo es


enseñar a los clientes habilidades de afrontamiento y manejo de situaciones problemáticas. Se emplea
para hacer frente a la ansiedad. Se diferencia de la TREC en:

1. Énfasis en hacer consciente al cliente de sus pensamientos y automanifestaciones inadecuadas


que en buscar creencias irracionales básicas.
2. En la propia forma de proceder en la intervención.
Está dividido en cuatro fases:
1. Explicar el papel de los pensamientos en el malestar emocional.
2. Reconocer la irracionalidad de ciertas creencias.
3. Identificar pensamientos y automanifestaciones no realistas que producen ansiedad y conductas
desadaptativas.
4. Modificar las creencias no realistas.

Explicación de cómo actúan los pensamientos como mediadores del malestar emocional

Se proporciona información general, sencilla y ejemplificada sobre el crucial papel de las cogni-
ciones en la actividad emocional. Que acepten como propia esta premisa. Para ello se les explicará
cómo las reacciones emocionales pueden estar directamente influidas por las expectativas y valora-
ciones más que por la propia situación que suscita dichas expectativas. También se informará de que
dichos pensamientos son automáticos, pero fácilmente detectables.

Reconocimiento de la irracionalidad de ciertas creencias

El cliente ha de darse cuenta y aceptar que algunas creencias son irracionales y argumentar lo
irracional de las mismas. Se le presentaran ideas irracionales exageradas para que sea más fácil al
cliente no estar de acuerdo con ellas. Es más eficaz si se anima al cliente a que busque argumentos
para refutar su irracionalidad; se sugiere que el terapeuta defienda las ideas irracionales y que el
cliente le convenza con razones de que son indefendibles. Para implicar al cliente se recomienda ana-
lizar las ideas irracionales relacionadas con los problemas del cliente.

Identificación de automanifestaciones no realistas que determinan emociones no adaptativas

El objetivo es que el sujeto sea capaz de identificarlas. Para llevar a cabo la búsqueda, se le pide
que elabore una lista con las situaciones que generen ansiedad, que las enumere jerárquicamente y
que escriba los pensamientos que cada una desencadena. Posteriormente cliente y terapeuta discuti-
rán la irracionalidad de dichos pensamientos concretos. Se debe incluir en el debate la posibilidad de
que las interpretaciones del cliente sean correctas.

Modificar creencias no realistas

Última fase. Se pretende que el cliente ponga en práctica lo aprendido teóricamente; que sea ca-
paz de reevaluar las situaciones racionalmente, que piense de forma realista antes y durante la situa -
ción. Se entrena al sujeto mediante ensayos en imaginación y en vivo. Posteriormente se le pedirá
que lo lleve a cabo en la vida cotidiana.

En la exposición en imaginación, se le pedirá al sujeto que imagine vívidamente la primera situa-


ción de la jerarquía y que cuando empiece a sentir ansiedad se relaje y ponga en práctica lo aprendido
hasta pensar de forma realista y resuelva la situación. Se procede así con la totalidad de la jerarquía.
En los ensayos en vivo se representarán las situaciones (role-playing) siguiendo la misma jerar-
quía y sin pasar a una sin resolver la situación previa. Si es necesario el terapeuta servirá como mode-
lo.

Una vez ensayado el procedimiento, se le pide al cliente que lo aplique en la vida real.

Ámbito de aplicación

Se ha empleado en una gran variedad de trastornos, tanto individualmente como en grupo: problemas
sexuales, de pareja, familiares, en separaciones y divorcios, de aserción, control de la ira, fobia social, an -
siedad a hablar en público, tartamudez, ansiedad a exámenes… Sin embargo es difícil determinar qué pro-
blemas han sido los tratados con éxito y qué tipo de clientes son los que más se benefician de ellos.

La mayoría de los trabajos publicados son descripciones generales del proceso y el resultado con un
solo cliente (baja validez interna) o estudios realizados con estudiantes universitarios (limitaciones para
generalizar).

La investigación demuestra que la TREC puede ser útil para afrontar el estrés diario como medida
preventiva; mejorar el autoconcepto; prometedora en el control de conductas tipo A; de utilidad para tra-
tar la ira, depresión y conducta antisocial; reduce la ansiedad general autoinformada, a hablar en público y
a los exámenes; mejora ansiedad social y agorafobia.

Algunos autores consideran que la TREC carece de investigaciones bien controladas que permitan
afirmar que los patrones de pensamiento sean los responsables de los trastornos, y su modificación la cau-
sa de mejoría terapéutica.

Atendiendo a las características de los pacientes, se indica que responderán mejor a la TREC los altos
en inteligencia, que valoren el método científico, la lógica y la evidencia y sean cognitivamente comple-
jos. No se beneficiarán los sujetos que muestren ira frecuente y grave, que tengan baja tolerancia a la frus-
tración y sean aversivos para los otros y aquellos con trastornos de personalidad.

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