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Tema 11.

La terapia conductual racional emotiva y la reestructuración


racional sistemática
1. Introducción
En la TREC (terapia racional-emotiva cognitiva), fundada por Albert Ellis,
se enfatiza la importancia de los procesos cognitivos en el desarrollo de las
disfunciones emocionales y conductuales. Consideran que la tarea del
terapeuta es detectar, analizar y modificar la variables cognitivas
desadaptadas, sustituyéndolos por patrones racionales y adaptativos.
2. Bases teóricas

La causa de los problemas psicológicos estaría en la forma que el sujeto


tiene de interpretar su ambiente, sus circunstancias y las creencias que
desarrolla sobre sí mismo, sobre otros y sobre el mundo en general. El
elemento principal es el sistema de creencias de los sujetos, que se
caracteriza por patrones de pensamiento irracionales dado que son:
• Falsos: distorsionan la realidad. Son interpretaciones incorrectas de lo
que sucede.
• Disfuncionales: dificultan la obtención de metas y pueden producir
patologías.
• Automáticos: el sujeto no conoce su existencia ni sabe el papel
mediador que desempeñan en todo lo que siente o hace.

Esto se ilustra mediante el esquema A-B-C: Los acontecimientos (A) no


causan los problemas emocionales y de conducta que tienen los sujetos (C),
sino que éstos son causados por las creencias (B) que subyacen a las
interpretaciones sobre A que hacen los sujetos, aunque se tienda a pensar
que A causa C porque le sigue inmediatamente.
Hay dos tipos de creencias:
• Racionales: son probabilísticas, preferenciales o relativas y se expresan
en términos de deseos y gustos. Su no consecución, no impide el logro
de otros objetivos.

• Irracionales: son dogmáticas o absolutas y se expresan en términos de


obligación, necesidad imperiosa o exigencia. Si no se consiguen
provocan emociones negativas que interfieren en la consecución de
objetivos y generan alteraciones en la conducta. Además, generan
distorsiones cognitivas.
o Resaltan en exceso lo negativo de un acontecimiento
o Exageran lo insoportable de una situación
o Condenan a las personas, o al mundo en general, si no proporcionan al
individuo lo que éste cree que merece.

Esto genera en el sujeto una tensión emocional, que da lugar a dos tipos
de perturbaciones psicológicas:
• La ansiedad del yo: se altera la imagen de uno mismo, cuando el
individuo se condena por no satisfacer las peticiones absolutas que se
hace en sí mismo. Puede llegar a evitar situaciones en las que el fracaso
o la desaprobación pueda ocurrir.
• La ansiedad perturbadora: no se satisfacen las peticiones dogmáticas
que crean bienestar y condiciones de vida cómoda. Es provocada por las
demandas que el individuo dirige a otros o al mundo. Implica baja
tolerancia a la frustración y al malestar.

3. Procedimiento
El TREC es un método terapéutico para tratar las dificultades
emocionales. Es una terapia cognitivo-conductual, activa, directiva y
educativa.
3.1. Proceso de la TREC

A. Evaluación de los problemas, explicación del esquema A-B-C y del


método terapéutico que se va a seguir: a través de la entrevista de
evaluación, el terapeuta averigua el tipo de problema.

Ellis clasifica los problemas en dos categorías: los externos (dependen


del ambiente), se incluirían según el esquema A-B-C en la A
(acontecimientos activadores) y problemas internos (síntomas que
presenta el cliente), que estarían incluidos en la C.
A su vez, distingue entre problemas primarios (serían los internos) y los
secundarios (síntomas que padece el sujeto tras la percepción de los
síntomas primarios). Hay que tratar en primer lugar los secundarios.
Se le explicará que se trabajará con sus creencias irracionales (B), ya que
son las que generan sus problemas emocionales y conductas que presenta
(C). Cuando esto esté resuelto se centrarán en los problemas ambientales
(A).
B. Detención de las ideas irracionales y darse cuenta de su papel en los
trastornos emocionales y conductuales.

Utilizará un diálogo didáctico para la detención de las ideas irracionales


y solicitará que a través de autorregistros, practique lo aprendido en las
sesiones de terapia.
C. Debate y cambio de las ideas irracionales.

Analizarán: los aspectos a favor y en contra, el tipo de argumentos


ilógicos y falsos que esté utilizando, como generar creencias racionales y
que beneficios obtendrá al adoptar estas creencias racionales en lugar de
las irracionales que mantiene.
Ellis aconseja, la utilización del método hipotético deductivo ya que le
siguen cinco reglas: empirismo, lógica, flexibilidad, ausencia de valoración
moral y probabilismo.
También se propone el procedimiento de reducción al absurdo: se
asume la creencia irracional como correcta llevándola hasta su extremo
lógico, de tal modo que el cliente vea la necesidad de reformularla.
Es importante detectar en esta etapa si el cliente manifiesta miedos o
resistencias. GRIEGER enumera los miedos más frecuentes:
• Perder la identidad por asumir ideas nuevas
• Volverse frío emocionalmente por pensar racionalmente
• Convertirse en mediocre por abandonar las ideas perfeccionistas
• Perder las gratificaciones que obtiene con su forma patológica de pensar
y actuar.

D. Aprendizaje de una nueva filosofía de vida, cuyo objetivo es que se


arraiguen las nuevas creencias racionales a través de la realización de
tareas programadas para casa.

3.2. Características del terapeuta en la TREC

• Aceptación incondicional de sus clientes


• Genuino y abierto en la terapia, facilitando las informaciones personales
que le demande
• Empático
• Activo-directivo, para ayudarle a darse cuenta de sus creencias
irracionales y corregirlas
• Activo verbalmente, interpretando, discutiendo sus ideas y actitudes
irracionales y facilitando que el cliente se exprese
• Didáctico, uso de un lenguaje sencillo y claro
• Actuará como un modelo racional a sentir y comportarse correcto, sin
hostilidad ante los enfados, la no aceptación o las exigencias de los
clientes
• Con sentido del humor, que utilizará como método didáctico para
combatir las exageraciones

Además, este debería evitar un estilo de interacción demasiado emotivo


y amigable con los clientes histéricos, un estilo demasiado intelectual con
los obsesivo compulsivos, un estilo directivo con los que temen ser
autónomos y un estilo activo con los clientes pasivos.
4. Técnicas de tratamiento

A. Técnicas emotivas o emotivo-conductuales: como por ejemplo la


imaginación racional emotiva cuyo objetivo es la sustitución de
pensamientos irracionales por racionales.

B. Ejercicios para atacar la vergüenza: ayudan a practicar el pensamiento


racional y aceptar las emociones negativas como experiencias normales
de la vida.

C. Entrenamiento en autoinstrucciones: se utilizan cuando el cliente tiene


dificultad para debatir y cuestionarse los pensamientos irracionales. Se
elaboran una serie de frases racionales que le sirvan para contrarrestar
sus pensamientos. Después las escribe en fichas y se las memoriza, y
cada vez que se enfrente a las situaciones que le generan emociones o
conductas desadaptadas las utilizará.

D. Ensayos de conducta, Entrenamiento en habilidades sociales,


Exposiciones a las situaciones temidas o Entrenamiento en resolución
de problemas: favorecen el debate y el cambio cognitivo en situaciones
que generan malestar emocional o en las que el sujeto se comporta de
forma inadecuada, ayudando a la consolidación de los nuevos patrones
de pensamiento racional. También se recurre al Refuerzo o castigo. Cuyo
objetivo es animar a los clientes a asumir la responsabilidad del cambio.

E. Técnicas humorísticas: disminuyen las exageraciones y la importancia


que los clientes conceden a las cosas.
F. Tareas que se realizan en casa: incluyen tanto actividades cognitivas
como conductuales: autorregistros, formularios de autoayuda,
exposición a las situaciones que generan emociones negativas, escuchar
y debatir grabaciones, biblioterapia o enseñar la TREC a otras personas,
ayudando a familiares y amigos a hacer frente a sus problemas.

5. Variaciones: La reestructuración racional sistemática de Golfried

Su objetivo es enseñar a los clientes habilidades de afrontamiento y


manejo de situaciones problemáticas. Se diferencia de la TRE en:
• Pone más énfasis en hacer consciente al cliente de sus pensamientos o
automanifestaciones inadecuadas, el papel que desempeñan en sus
problemas, que en buscar creencias irracionales.

• En la forma de llevar a cabo el procedimiento de intervención Su


procedimiento está dividido en cuatro fases:

1. Explicar el papel que tienen los pensamientos en el malestar


emocional. Proporcionándole al cliente información general, sencilla
y ejemplificada sobre el papel importante que tienen las cogniciones
en la actividad emocional.

2. Reconocer la irracionalidad de ciertas creencias. El terapeuta


presentará las ideas irracionales de manera exagerada para que le
sea más fácil al cliente no estar de acuerdo con ellas y descubrir lo
insostenibles que son. Se pretende que distinga con claridad entre
los deseos y las exigencias internas.

3. Identificar pensamientos y automanifestaciones no realistas que


determinan la ansiedad y las emociones desadaptativas.

El cliente elaborará una lista con aquellas situaciones que le generan


ansiedad. Las enumerará jerárquicamente en función del grado de
malestar que le generan y escribirá los pensamientos que cada situación
le desencadena. Después, terapeuta y cliente discutirán la irracionalidad
de estos pensamientos, llevando al cliente a la conclusión de que es
necesario aprender cómo dejar de pensar de forma irracional en
determinadas situaciones.
4. Modificar las creencias no realistas: se pretende que el cliente sea
capaz de reevaluar las situaciones de forma racional, y que piense de
forma realista antes y durante la situación que le genera malestar
emocional.
Para ello, se entrena al sujeto, mediante ensayos en la imaginación y
en vivo. En los ensayos en imaginación, se le pide que imagine
vívidamente la primera situación de la jerarquía, la que le genere menos
malestar, y que cuando empiece a sentir ansiedad se relaje y empiece a
poner en práctica lo aprendido hasta que piensa de forma realista y
resuelva la situación de forma adecuada. Una vez resuelta, se pasa a
entrar la siguiente situación de la jerarquía.
En los ensayos en vivo, se representan las situaciones comenzando,
también, por las de menor malestar y no pasando a la siguiente hasta
que no esté resuelta con éxito la situación anterior.
5. Ámbitos de aplicación

La investigación muestra que la TREC puede ser útil en el afrontamiento


del estrés diario, como medida preventiva; puede mejorar el autoconcepto
y se muestra prometedora en la reducción del patrón de conducta tipo A.
Se considera que no se beneficiarán de este tipo de intervención los
sujetos que muestren ira frecuente y grave, que tengan muy baja tolerancia
a la frustración y que sean aversivos con los otros.
Tema 12. La terapia cognitiva de Beck
Tema 13. La técnica de autoinstrucciones
1. Introducción y bases teóricas

Las técnicas cognitivas pretendían modificar las conductas emocionales y


motoras mediante el control y el cambio de las conductas cognitivas.
El entrenamiento en autoinstrucciones, consiste en una técnica cognitiva de
cambio de conducta. Se trata, de un procedimiento de autorregulación verbal,
cuyo objetivo final es que el sujeto alcance, mediante el cambio en sus
verbalizaciones internas, un incremento en su nivel de habilidad en la ejecución
de una determinada tarea, en su capacidad de autocontrol o en su capacidad de
solucionar problemas.
2. Procedimiento

El procedimiento básico del entrenamiento en autoinstrucciones requiere el


uso combinado de diversas técnicas cognitivas y conductuales (modelado,
moldeado, autobservación, autorrefuerzo, práctica guiada y aproximaciones
sucesivas).
Antes de aplicar el procedimiento, conviene conocer cuáles son las
autoverbalizaciones que forman parte del repertorio del sujeto, con el fin de
preservar y potenciar las que sean útiles para la tarea y de eliminar las que sean
irrelevantes, o interfieran negativamente en el desarrollo de esta. Para ello, se
le pide que se autoobserve y registre su dialogo interno.
El procedimiento básico del entrenamiento en autoinstrucciones descrito por
Meichenbaum, consta de 5 fases:
1. Modelado cognitivo: el terapeuta lleva a cabo una tarea mientras se da, en
voz alta, las instrucciones que guían cada paso de esta acción. Ej. Para hacer
una tortilla. Rompe un huevo mientras dice: primero casco un huevo, para lo
cual lo golpeo… Es decir, describe en voz alta lo que hace.

2. Guía externa explícita en voz alta: el paciente repite la acción modelada, lo


que hizo antes el terapeuta, mientras éste le da las instrucciones. Es decir el
paciente realiza la acción que el terapeuta le describe.

3. Autoinstrucciones en voz alta: el paciente guía ahora, mediante


autoinstrucciones en voz alta, cada uno de los pasos para ejecutar la tarea. Es
decir, hace lo mismo que hizo el terapeuta en el paso 1, que era el de
modelado cognitivo.
4. Autoinstrucciones enmascaradas: el paciente repite la ejecución de la tarea,
guiándose en cada paso por las mismas autoinstrucciones que antes, solo que
ahora estas son murmuradas en voz baja.

5. Autoinstrucciones encubiertas: el paciente guía su conducta mediante


autoinstrucciones internas, únicamente pensadas.

Un ejemplo de esta técnica es el proceso de aprender a conducir.


Las autoinstrucciones pueden utilizarse en las distintas fases de ejecución de
una tarea y sirven para facilitar que el sujeto ejecute las acciones adecuadas en
cada fase del proceso, pero también, para guiar la conducta del individuo en un
proceso de solución de problemas. En estos casos, el terapeuta puede guiar el
proceso del paciente haciendo que se repita y busque respuestas a las siguientes
preguntas:
• Definir el problema: ¿qué tengo que hacer? Ej. Hacer una tortilla.
• Guía de la respuesta: ¿cómo tengo que hacerlo? Ej. Primero, cojo un huevo….
• Autorrefuerzo: se dice a sí mismo “lo he hecho bastante bien”.
• Autocorrección: se dice a sí mismo “esto ha salido mal pero puedo arreglarlo”

Las autoinstrucciones forman parte importante del entrenamiento en


inoculación del estrés. En este caso son utilizadas en la fase de aplicación y
consolidación, para guiar la conducta de los pacientes en distintas situaciones
problemáticas y coordinar la puesta en marcha de las técnicas y estrategias
aprendidas en la fase anterior (adquisición de habilidades). En este sentido, el
terapeuta debe instruir al paciente de modo en que genere autoinstrucciones
que guíen las estrategias para:

• Preparación para una situación estresante: autoinstrucciones que deben


darse al paciente antes de la situación estresante. Ej: sé que puedo hacerlo,
he entrenado, todo irá bien…

• Afrontamiento de la situación: el sujeto da autoinstrucciones para poner en


marcha las estrategias aprendidas. Ej: estoy en el avión, me fijo como el aire
entra y sale de mis pulmones…

• Prevención de las crisis durante el afrontamiento: autoinstrucciones que el


sujeto se da para poner en marcha estrategias alternativas a las que utilizó y
no fueron útiles. Ej. si con la respiración no consigo calmarme no pasa nada,
me tomo un lexatin, y me calmaré.
• Recompensa por una ejecución correcta: es necesario y conveniente que la
persona realice autoverbalizaciones positivas por haber finalizado con éxito
un afrontamiento; estas autoinstrucciones ayudan a consolidar el
comportamiento eficaz y a incrementar la autoestima del sujeto. Ej. ¡qué bien
lo he hecho!

• Afrontamiento de fracasos y recaídas: cuando la persona no afronte con éxito


la situación y fracase o escape de ella. Para ello es necesario dotarlo de
autoinstrucciones que le ayuden a superar la situación. Ej. No he practicado
lo suficiente la respiración, la próxima vez me saldrá mejor.

Lo más habitual es que los pacientes elaboren estas autoinstrucciones y las


pongan en práctica. 1º en imaginación; 2º en role playing en consulta y 3º en
situaciones reales.
3. Consideraciones prácticas y aplicaciones

El entrenamiento en autoinstrucciones se ha empleado en problemas que


requieren aprendizaje de habilidades o nuevas estrategias de resolución de
problemas, PERO puede aplicarse a multitud de tareas en función de las
características de esta y del sujeto que se va a entrenar. La adecuación del
entrenamiento tiene que tener en cuenta las siguientes variables:
a) Características propias del sujeto.
b) Posible psicopatología presente en el sujeto (o no) en el momento de la
intervención.
c) El tipo de conducta especifica que se pretende cambiar.

Respecto a las características propias del sujeto, Meichenbaum, a la hora de


establecer el entrenamiento, y para favorecer su eficacia, indica que hay que
considerar:
1. Adecuación a las características del paciente.
2. Ser flexibles en el tipo de autoinstrucciones generales que se van a utilizar,
que el sujeto elija las que mejor se adecuen a él o las más eficaces.
3. Uso de imágenes que inciten al sujeto a utilizar las verbalizaciones en ese
momento adecuado.
4. Práctica continuada, en numerosas situaciones, que favorezca la
generalización.
5. La implicación del paciente en el aprendizaje.
❖ Problemas en que conviene usar el entrenamiento de autoinstrucciones:

▪ Secundarios a la impulsividad del sujeto: la tarea es mal realizada debido


a la rapidez con que se ejecuta la respuesta. (niños hiperactivos).

▪ Secundarios a autoinstrucciones negativas o interfirientes con la


realización de la tarea: ocurre en múltiples problemas de ansiedad.

▪ Falta de autocontrol: relacionado con dificultad de resistencia a la


tentación, demora de gratificación…

▪ En casos de dificultades de aprendizaje: se ha mostrado efectiva para


incrementar habilidades interpersonales en el aula, la atención al profesor
o la creatividad de los alumnos.

❖ Sugerencias sobre el uso del entrenamiento en autoinstrucciones en grupos


y ambientes educativos:

▪ En ámbitos escolares conviene llevarlo a cabo en las primeras horas del


día. Por dos motivos: 1) Evitan distracciones producidas por fatiga y 2)
Aprovechan las oportunidades que el niño tenga a lo largo de la jornada
para practicar autoinstrucciones.

▪ Incluir el menor número posible de niños para optimizar la efectividad.

▪ Utilización de medios audiovisuales con grabaciones de los propios niños


o de otros, facilita el entrenamiento al proporcionar feedback sobre su
trabajo y optimizar la influencia de modelos.

❖ Consideraciones especiales con niños pequeños (Meinchenbaum):

1. Primeras fases, conviene usar actividades de juego para incrementar la


motivación e interés.
2. Trabajar con dos niños para que entre ellos puedan servirse de modelo.
3. Respetar el ritmo del niño al elaborar y utilizar autoverbalizaciones,
autoinstrucciones y estrategias de resolución de problemas que se
quieran entrenar.
4. Cuidar que el niño no esté memorizando las autoinstrucciones.
5. Cuando se trabaja con tareas que generan miedo o ansiedad, empezar por
las que lo hacen en menor intensidad.
6. Utilizar técnicas de imaginación.
7. Utilizar aproximaciones sucesivas y refuerzo positivo.
Tema 14. Técnicas de control del estrés: Entrenamiento en inoculación de
estrés y entrenamiento en manejo de ansiedad
1. Introducción

Antiguamente era un concepto algo mal definido. Estrés sería lo que


provocaría respuestas de ansiedad. Esto cambia cuando Richard Lazarus lo
define como "una relación entre la persona y el entorno valorada como
desbordante, o como algo que excede sus recursos y pone en peligro su
bienestar". Se debe tener en cuenta tanto lo que desborda como el
desbordado, ya que es importante la percepción de esa situación estresante
para saber si desbordará a una persona o no.
Lazarus dice que hay dos factores que determinan el
desbordamiento: los factores de persona (creencias y compromisos) y los
factores de la situación (ambigüedad y la incertidumbre, las personas
necesitamos saber qué va a suceder en cada momento).
2. Técnicas de afrontamiento

Se centran en la búsqueda de equilibrio (contrario al estrés). Se trata de


transmitir al cliente sensaciones de control de aspectos hasta entonces
incontrolables. Además se basan en el aprendizaje de habilidades para
afrontar acontecimientos estresantes. Las características esenciales de
estos procedimientos de afrontamiento son:
A. Métodos activos para el manejo de diferentes situaciones.
B. Posibilidad de ser empleados ante los primeros signos de
ansiedad.
C. Diseñados para la utilización en la vida real.
Los programas de entrenamiento de habilidades de afrontamiento se
basan en la elicitación de los contenidos específicos de pensamiento que se
generan en situaciones estresantes. Los dos tratamientos que han
despertado mayor interés son: La inoculación del estrés de Meichenbaum,
y El entrenamiento en manejo de la ansiedad de Suinn.
2.1. El origen. El entrenamiento en el manejo de la ansiedad EMA

Primer acercamiento a las técnicas de control del estrés. La DS no servía


por la larga duración que conlleva elaborar una jerarquía, ante esta
ansiedad no específica. Por esto los autores buscan una estrategia general
de afrontamiento, de corta duración, ante la ansiedad no específica.
El procedimiento consiste en enseñar al cliente a atender a los signos
que reflejen los prolegómenos de una respuesta de ansiedad. Se centra en
la respuesta, por lo que se puede controlar sin determinar las causas. En el
EMA se provoca ansiedad, ofreciendo oportunidades de su interrupción con
respuestas de relajación. Se basa en que la ansiedad es un impulso, y es
posible eliminarlo mediante aprendizaje. El EMA está encaminado a
identificar las primeras señales de ansiedad para practicar nuevas
conductas adaptativas destinadas a disminuir esa respuesta de ansiedad.
Para conseguirlo se utiliza la relajación.
❖ Procedimiento

El EMA consta de 5 sesiones, aunque puede variar. Utiliza la imaginación


tanto para evocar ansiedad como para potenciar la relajación. Tiene como
meta el aprendizaje de dos habilidades: a) Detectar las primeras señales de
ansiedad. b) Ejecutar, de manera inmediata, procedimientos de relajación
que eliminen la ansiedad.
La primera sesión implica cuatro pasos:
1. Justificación teórica de la técnica para el cliente: Se explican las dos
metas fundamentales. Además, se le informa de que utilizará su
imaginación para autoinducirse ansiedad y luego eliminarla, una vez que
controle la imaginación. Es importante expresarle que la práctica en casa
es esencial.
2. Desarrollo de escenas de relajación asociadas a calma y con información
sensorial suficiente para su representación.
3. Entrenamiento en relajación: Método de relajación muscular profunda
de Jacobson.
4. Asignación de tareas para casa. Además, al final de cada sesión se
comprueba el grado de adquisición de las habilidades aprendidas.
Dentro de la primera sesión, el cliente debe practicar la técnica de
Jacobson 5 de los 7 días sin la escena relajante. Además debe cubrir
registros diarios de la relajación y de las experiencias estresantes.
La segunda sesión comienza revisando el trabajo realizado en casa por
el cliente (dudas, dificultades...). Implica otras 4 fases:
1. Identificación de una escena de ansiedad: Se le piden escenas reales de
su vida que evoquen niveles de ansiedad medios (6/10). Las escenas no
deben incluir elementos con evitación.
2. Relajación: Se dan instrucciones de relajación sin el componente de
Jacobson. Tras 20 mins, debe imaginar la escena relajante.

3. Activación de la ansiedad y relajación: Con el cliente relajado se


introduce ansiedad a través de una escena seleccionada. Después de 10-
15 seg de imaginación ésta se cambia por la relajante. Esta secuencia se
mantiene durante toda la sesión con la diferencia de que la escena
ansiógena debe mantenerse durante 20-30 seg.

4. Tareas para casa: Al menos una vez al día, practicar la relajación en


situaciones de su vida cotidiana que supongan niveles muy bajos de
ansiedad.

La tercera sesión implica 6 pasos:


1. Relajación iniciada por el cliente: El cliente se relaja con los recursos
aprendidos. Cuando indique estar relajado pasamos al siguiente paso.

2. Activación de la ansiedad: Se pide imaginar la escena ansiógena y una


vez alcanzado el nivel de ansiedad 6, se continúa con el punto tres.

3. Atención a los síntomas de ansiedad: Se dan instrucciones al cliente


para que se centre en sus propias manifestaciones (nivel fisiológico,
motor y cognitivo).

4. Vuelta a la relajación: Describimos al cliente la escena relajante.

5. Repetición del ciclo (de tres a cinco veces): Incluimos pasos 2, 3 y 4.

6. Tareas para casa: Continúa la práctica de la relajación


incrementando ligeramente el nivel ansiógeno de las situaciones.
Además, añadir a los registros de estrés una columna con "resultados de
afrontamiento (0-10)".

En la cuarta sesión hay que localizar una escena ansiógena de 9/10


para alternarla con una de 6/10 (la que ya teníamos si no ha perdido su
capacidad ansiógena). El cliente tiene más autonomía y decide cuando da
por finalizada la escena ansiógena y comienza la relajación. La asignación
de tareas para casa se complementa con un chequeo rutinario del cliente,
de las señales de aviso tempranas de ansiedad, y el inicio de estrategias de
afrontamiento en caso necesario. Estas actividades se realizan varias veces
al día (por momentos o por actividades ansiógenas experimentadas).
En la quinta sesión es conveniente que el paciente asuma todo el
control. El terapeuta se limita a indicar la activación de las escenas
ansiógenas. La sesión comenzará relajándose al cliente por sí mismo y se lo
indicará al terapeuta. El psicólogo le indicará la activación de la escena y el
paciente se relajará si nota tensión, manteniendo la escena en su
imaginación. Tambien se alternarán escenas de 6 y 9 nivel de ansiedad. El
formato de esta sesión se repite hasta un dominio total del cliente de la
técnica (lo normal sería repetirla dos veces). Finalmente se propone al
cliente la realización de una prueba en vivo.
2.2. Entrenamiento en inoculación del estrés (EIE).

Aparece con el ejército de EEUU durante la segunda guerra mundial. En


un principio, el procedimiento fue aplicado para prevenir las consecuencias
psicológicas dañinas de la exposición a situaciones estresantes,
centrándose para ello en las habilidades cognitivas y de relajación. Con el
tiempo se ha convertido en una estrategia terapéutica que actúa sobre
clientes que ya sufren trastornos relacionados con el estrés, paliando o
eliminando la sintomatología. En la actualidad el EIE se considera un modelo
general de tratamiento consistente en un plan de adiestramiento
semiestructurado y clínicamente sensible.
A. Fundamentación teórica

El término inoculación del estrés tiene semejanza con la inoculación


médica. Pretende enseñar a la persona un conjunto de habilidades que le
capaciten para enfrentarse a los problemas cotidianos. Una de las
habilidades consiste en la dosificación del evento estresante para que
resulte más manejable. La persona aprende a enfrentarse a estrés
moderado y es capaz luego generalizarlo a uno más intenso. A diferencia de
la medicina, el agente que provoca el estrés no suele ser monocausal.
Además, en el ámbito médico, el paciente es un agente pasivo y no activo.
El EIE se centra en las relaciones de interdependencia que ocurren entre
distintos tipos de variables (afectivas, fisiológicas, conductuales, cognitivas
y socioambientales).
B. Procedimiento

Se implica al cliente cual experto tanto en la detección de señales como


en el tratamiento de estrés.
Existen 3 fases claramente definidas:
I. Fase de conceptualización o educativa
Es fundamental el trato exquisito hacia el paciente dejando que este se
exprese, ya que terapeuta y paciente trabajarán juntos investigando el
problema, para eliminar posibles resistencias. Para la recogida e
integración de los datos llevamos a cabo la entrevista concretando el
problema (duración, ámbitos…). Esto se puede complementar con pruebas
psicológicas, evaluaciones conductuales, autorregistro (el cliente colabora
activamente), y la técnica de recuerdo mediante imágenes.
Tras la recogida de información, se lleva a cabo un proceso de
reconceptualización del problema del cliente (la relación estrés-síntoma
está mediada por procesos de interpretación). El uso de la metáfora puede
ayudar a la reformulación.
II. Fase de adquisición de habilidades y fase de ensayo
En el EIE suele comenzarse por el entrenamiento en relajación cuya
necesidad debe surgir de la conceptualización. Esta debe presentarse como
herramienta activa de afrontamiento del estrés. Además se deben utilizar
estrategias cognitivas: reestructuración cognitiva (terapia cognitiva de
Beck), resolución de problemas o autoinstrucciones.
En las autoinstrucciones no se realizan pensamientos repetitivos ni frases
de dudosa credibilidad. Se persigue que el cliente colabore en elaborar
frases adecuadas a cada momento en el que se encuentre con respecto al
estrés (antes, durante, si existiesen dificultades, valoración de esfuerzos y
autorreforzamiento).
Es importante que el paciente diferencie el cambio en sí mismo (interno),
y el que se produce en el ambiente (externo).
III. Fase de aplicación y consolidación de las habilidades entrenadas
Una vez entrenado a nivel de imaginación, se pasa a la aplicación real.
Se trata de prevenir la recaída, para lo cual se incluyen ejercicios de
recaída programada para aumentar la sensación de autoeficacia.
Se recomienda, para la consolidación de la terapia, las sesiones
espaciadas y de seguimiento.
3. Aplicaciones de las técnicas de control del estrés

Fue diseñado para la ansiedad generalizada pero también mostró


eficacia en ansiedad circunscrita, y en algunos casos, se mostró superior
incluso a la DS para disminuir la ansiedad. Puede ser útil como
complemento al tratamiento de cólera o fobia social.
El EMA es una alternativa interesante teniendo en cuenta las
características del paciente.
El EIE ofrece resultados positivos. Tiene gran cantidad de estudios que
lo avalan.
Además de la ansiedad, se han resumido otras cuatro áreas de aplicación:
• Estresores intensos de corta duración (hablar en público).
• Estresores episódicos de larga duración (combates militares).
• Estresores prolongados (enfermedad).
• Problemas subsecuentes a la exposición a sucesos estresantes
(violación).
Hay dos cuestiones que requieren más investigación:
• La eficacia del EIE en comparación con otras más económicas
(tiempo, esfuerzo y complejidad).
• La eficacia de cada una de las fases del programa.
Por último, cabe decir que la flexibilidad, es la mayor virtud y defecto de
esta técnica (demasiado peso al terapeuta).
Tema 15. Terapia de solución de problemas
1. ¿Qué es la TSP?
Esta terapia se orienta a averiguar qué problemas hay y cómo
solucionarlos. Se utiliza como terapia única o combinada con otras. Tiene
un amplio campo de aplicación: depresión, ansiedad, terapia de pareja,
problema padres-hijos y problemas sociales. Se utiliza en problemas
cotidianos cuando el sujeto plantea una solución no adecuada para la
situación problemática.
Se trata de un proceso cognitivo, afectivo y conductual. Con el fin de
disminuir el malestar psicológico se buscan soluciones para problemas
específicos de la vida cotidiana. Su origen se remonta al año 1971, cuando
fue propuesta por D´Zurilla y Goldfried.
Tiene como ventajas el que se puede utilizar como tratamiento en si o
como técnica dentro de un tratamiento de forma complementaria (terapia
versátil) y sirve para abordar cualquier tipo de problema (interpersonal,
personal, intrapersonal, sociales o comunitarios).
Esta terapia se marca como meta el aprender conductas positivas para
disminuir o evitar que se produzcan consecuencias negativas.
2. Base teórica de la TSP
A. Conceptos clave: el problema, la solución y la solución de problemas.

Un problema se define como una situación, actividad o tarea que


demanda una respuesta el individuo, pero este no dispone de una
respuesta efectiva. Puede generarse dentro del individuo, entre individuos
o debido al ambiente. La ambigüedad, la incertidumbre, la novedad o la
falta de recursos son los principales causantes.
La solución es una respuesta de afrontamiento que altera la naturaleza
del problema, sus reacciones emocionales negativas o ambas. Para mayor
efectividad, las respuestas no solo deben presentar una solución al
problema, también deben maximizar las consecuencias positivas
personales y sociales a corto y largo plazo.
La solución de problemas sociales es un proceso racional y consciente
que pretende encontrar soluciones a los problemas de la vida diaria,
habitualmente surgidos por el estrés.
B. Las emociones en la solución de problemas.

Las principales fuentes de actividad emocional en la solución de


problemas son: la situación problemática objetiva, la orientación hacia el
problema y el estilo de solución de problemas. Las situaciones
problemáticas pueden producir emociones negativas; cuando no nos
vemos capaces de solucionar el problema causando ansiedad, estrés,
depresión… o emociones positivas; cuando nos vemos capaces de superar
el problema y contrarrestar las negativas.
La orientación hacia el problema es muy importante para su solución.
Cuando este se aprecia como algo normal y resoluble la persona tiende a
emociones positivas. Cuando una persona no está segura de sus
capacidades y lo ve como algo que le desborda le invaden las emociones
negativas.
Un estilo de solución adaptativo o desadaptativo influye en el éxito a la
hora de resolver un problema. Los resultados afectan a las emociones que
se producen en cada persona y estás a la eficacia del propio proceso de
solución de problemas. Cuando las emociones alteran el proceso a un nivel
muy alto deben de tratarse deben de tratarse con técnicas para poder
aplicar la TSP de forma controlada.
C. Dimensiones de la solución de problemas.

Las dimensiones que se relacionan con una resolución eficaz del


problema tienen que ver principalmente con dos elementos: la orientación
hacia el problema y el estilo empleado. La orientación puede ser positiva o
negativa dependiendo de: a) la autoeficacia de solución de problemas
generalizada (creencia en que uno es capaz de encontrar la solución eficaz)
y b) el resultado de solución de problemas generalizado (creencia popular
de que el problema es solucionable).
Tenemos tres estilos de solución de problemas:
• Solución de problemas racional, de tipo adaptativo, con esquema de
definición del problema, generación de soluciones, toma de decisiones
y verificación de soluciones. Es el estilo más adecuado.
• Solución de problemas impulsivo, de tipo desadaptativo, caracterizado
por su nombre. Este estilo supone problemas.
• Solución de problemas evitativo, también desadaptativo, que no
afronta el problema. Lo retrasa mostrando pasividad y lo deja en manos
de otras personas. Este estilo también es problemático.
3. Procedimiento

La base de la TSP es que los trastornos psicopatológicos tienen su origen


en un mal planteamiento para afrontar un problema causando estrés,
ansiedad, depresión… Cuando la solución a un problema es inefectiva
aumentan las emociones negativas y los problemas psicológicos, llegando a
convertirse en un trastorno clínico. La TSP se lleva a cabo en cinco pasos:
1. Orientación hacia el problema: Esta fase consiste en reforzar las
conductas positivas y optimistas, esto es muy importante para que la
persona se vea capaz de afrontar el problema. La persona tiene que ser
capaz de identificar el problema como tal y no dejarse llevar por las
emociones. Las emociones negativas deben dejarse de lado, ya que de esto
depende en gran parte el éxito o fracaso de la terapia. Se debe fomentar la
creencia de autoeficacia, esto es, que el sujeto sea consciente de sus
habilidades para superar el problema. En los casos necesarios se empleará
el modelo ABC para enseñarle la relación entre eventos, creencias y
emociones. Lo último que debe aprender en este paso es a pararse antes
de actuar y decidir actuar de una forma positiva con un estilo adaptativo.

2. Definición y formulación del problema: En esta fase se recauda


información sobre el problema basándose en hechos. Esto nos servirá para
conocer su naturaleza e identificar el por qué es un problema. El problema
puede radicar en una discrepancia entre lo que es y lo que debería ser o en
obstáculos que impiden su solución. En cualquier caso siempre es necesario
un establecimiento de metas que permita a la persona ver el problema
como algo superable, que puede comprender y definir.

3. Generación de soluciones alternativas: Cuantas más soluciones


probables, más posibilidades tendremos de dar con la más acertada para el
problema. El proceso de generación de soluciones cuenta con la dificultad
de que el hábito puede resultar negativo debido a que puede conducir a
soluciones inadecuadas. Para combatirlo se emplean tres principios: a) de
la calidad, cuanto más donde escoger mejor calidad; b) del aplazamiento
del juicio, si el juicio no se requiere de inmediato la evaluación es mejor, y
c) de la variedad, que cuanto mayor sea el rango de variedad mejor será su
calidad. Luego se escogerán las específicas y relevantes para el problema.

4. Toma de decisiones: En esta fase se pone en práctica las estrategias


de la teoría de la utilidad esperada y la teoría de la perspectiva para evaluar
las distintas alternativas. Con ellas se pretende puntuar las alternativas a
nivel de costes y beneficios, con la utilidad esperada de cada una, en torno
a cuatro criterios: resolución del problema, bienestar emocional,
tiempo/esfuerzo y bienestar personal y social en conjunto. Se procura
eliminar todo aquello que puede afectar a la evaluación como creencias,
valores y emociones.

Una vez valoradas todas las alternativas se deben contestar a estas tres
cuestiones: ¿es el problema resoluble?, ¿necesito más información antes
de poder implantar la solución? y ¿qué solución o combinación de
soluciones debería elegir para ponerla en práctica? Las respuestas deberían
de ser positiva, negativa y positiva respectivamente. Si no es el caso se
vuelve a fases previas del proceso. La solución correcta debería
caracterizarse por tener grandes posibilidades de ponerse en práctica. En
caso de una evaluación dificultosa puede optarse por ensayos imaginarios
y conductuales.

5. Puesta en práctica y verificación de la solución: Para evaluar la


efectividad de la solución para combatir el problema en la vida real, antes
se comprueba su funcionamiento teórico con la teoría del control y la
concepción cognitiva conductual del autocontrol que consta de cuatro
componentes: ejecución (pone en práctica la solución), autoobservación
(evaluación objetiva de la ejecución de la conducta), autoevalución
(compara el resultado predicho con el de la solución ejecutada) y
autorreforzamiento ( donde el sujeto se refuerza por una solución efectiva).
Si el problema no puede resolverse deberá centrarse al sujeto en técnicas
alternativas y ayudarle a comprender que el problema es irresoluble.

4. Aplicación de la TSP

En la TSP son muy importantes los ejercicios para casa, que el sujeto
practique los pasos de búsqueda de soluciones que se dan a lo largo del
tratamiento para el éxito de la terapia. Existe una asociación clara entre el
déficit de solución de problemas y casos de depresión, ansiedad… los
sujetos que solucionan efectivamente moderan estos efectos negativos. La
TSP es una intervención clínica muy versátil por el amplio rango de
problemas en la que se puede utilizar. Es importante que una vez finalizado
el tratamiento se le proporcione al paciente material para su continuación
y evitar la recaída. Dentro de la TSP existen ciertos problemas que pueden
evitarse si el terapeuta sigue los pasos de evaluación y tratamiento,
centrándose en el paciente y su problema. Con la TSP se pretende mejorar
una orientación positiva y un estilo de resolución racional.
Tema 16. Técnicas de modelado
1. Introducción

El modelado es un proceso de aprendizaje a través de la observación de


la conducta de una o varias personas, que actúan como estímulo para
generar conductas, pensamientos o actitudes semejantes, en quien
observa.
Las técnicas de modelado tratan de enseñar los principios o reglas que
deben guiar la conducta en contextos determinados, más que respuestas
imitativas simples. Se aprenden también las características contextuales en
las que se desarrolla el modelado.
La mayor parte de la conducta humana se adquiere por aprendizaje
observacional, el cual puede utilizarse para:
• Adquisición de nuevos repertorios de conductas como lenguaje e
higiene personal; habilidades como interacción social, o afrontamiento
ante el estrés; y activación emocional como la que presente el modelo
observado.

• Inhibición o desinhibición de conductas que ya poseía el sujeto (en


trastornos fóbicos: desinhibición de conductas de acercamiento a los
objetos temidos; o para inhibir o eliminar conductas desadaptadas:
exposición de modelos que reciben consecuencias negativas, al realizar
esas conductas).

• Facilitación de conductas que no se emiten por falta de estímulos


inductores (cuando en una fiesta alguien observa a otro mirar el reloj y
recuerda que tiene que marcharse).

2. Factores que afectan al modelado

Para Bandura el modelado supone los siguientes subprocesos:


• La atención a las conductas del modelo.

• La retención en memoria de las conductas observadas.

• La reproducción para mejorar la calidad de la actuación.

• La motivación para emitir los patrones de conducta adquiridos en las


situaciones apropiadas.
2.1. Factores que afectan a la adquisición

A. Proceso de atención

Es imprescindible que el observador atienda a los aspectos concretos


de la conducta modelo que se quiere enseñar. Para ello los contenidos de
la conducta modelo deben ser salientes, claros, discriminantes y con un
nivel de dificultad adecuado al nivel de habilidad del observador.
Se aprende mejor si:
• La exhibición tiene componentes que ya hayan sido entrenados, son
sencillos, se presenta la secuencia lo suficientemente despacio,
exagerando la conducta, utilizando estímulos reforzantes o
señalizadores asociados.

• Se dan instrucciones específicas de los aspectos básicos en que se ha fijar


el sujeto durante la exhibición.

• Se subraya la utilidad funcional para el sujeto de la conducta que está


siendo entrenada, intentando provocar una actitud activa en los sujetos
(para qué es importante).

• Se realizan presentaciones cortas y repetidas del modelo, para que el


sujeto mantenga la atención en la observación; pidiendo a los sujetos
que señalen y describan las conductas observadas: papel activo del
observador

B. Características del modelo

Los modelos que son más activamente imitados son aquellos que:
• Son parecidos o similares al observador, en sexo, edad, actitudes, etc.
Sin embargo, demasiado homogéneos limitan la generalización.

• Tienen prestigio para el observador, aunque no de un estatus demasiado


superior al del sujeto.

• Son eficaces al realizar la conducta objetivo (que muestre un nivel de


habilidad por encima del observador).

• El modelo es más eficaz si tiene valor afectivo para el observador, si ha


interactuado o reforzado al observador
C. Características del observador

• Las habilidades que van a ser modeladas se tienen que presentar de


manera ajustada a las capacidades de procesamiento y competencias
previas del observador. (Si un niño presenta un déficit atencional, habrá
que simplificar la presentación estimular).

• Crear dudas acerca de cuál es el modo de comportamiento idóneo en


una situación y pedir después que el sujeto observe la conducta del
modelo y sus consecuencias sirve para centrar la atención del sujeto.

• Los niveles de ansiedad del sujeto determinan la atención y retención de


las conductas modeladas. Se pueden aplicar técnicas de relajación.

D. Métodos de presentación del modelado

▪ Presentación en vivo: tiene la ventaja de que facilita focalizar y sostener


la atención en la observación y puede simplificarse o hacer variaciones
rápido; pero tiene el inconveniente de que la conducta modelo y las
circunstancias no se pueden predecir de forma exacta.

▪ Presentación en vídeo: tiene la ventaja de que se puede repetir muchas


veces, hacen más salientes las características básicas son de fácil
aplicación en grupo y permite mostrar situaciones muy diversas que no
podrían ser modeladas de forma directa, como entrenar conductas de
interacción sexual.

▪ Presentación verbal: dar instrucciones acerca de los comportamientos


adecuados que han de seguir los sujetos

▪ Presentación de modelado encubierto: el terapeuta describe la


situación de aprendizaje y los comportamientos adecuados a observar
en dicha situación y el paciente imagina cómo él mismo lo hace.

▪ Presentación de modelos múltiples: es muy útil para la generalización


de los efectos del tratamiento, ya que muestra cómo distintas personas
pueden realizar la situación y con diferentes alternativas.

▪ Presentación de modelos de afrontamiento: son aquellos que ante las


dificultades muestra la misma competencia que el observador y mejora
gradualmente hasta obtener los resultados deseados.
→ El sujeto realiza breves autoverbalizaciones que reflejan inseguridad
y ansiedad, y se sustituyen por autoinstrucciones que guían la acción
positivamente (modelado cognitivo), por la aplicación de estrategias
que controlan la ansiedad (relajación), y por la emisión de conductas
correctas que obtienen el fin deseado. Es más eficaz que la maestría.

▪ Presentación de modelado contrastado: se alternan escenas en las que


se muestran las conductas adecuadas, con otras donde aparecen
conductas inadecuadas

E. Procesos de retención

Al finalizar la exhibición de la conducta se le pide al paciente que


resuma lo acontecido y los resultados de la conducta modelada: las reglas
básicas del comportamiento que se está entrenando y que ponga un
ejemplo alternativo a la conducta observada pero igualmente válido para
asegurar la comprensión y el aprendizaje de estas reglas.
La práctica, ya sea real, o cognitiva (repetir mentalmente las
secuencias de conducta aprendidas) de lo observado es fundamental para
una buena retención de ello.
La repetición cognitiva mejora la percepción de autoeficacia, es
efectiva para disminuir la ansiedad ante las conductas modeladas, y cuenta
con la ventaja de poderse hacer en cualquier momento.
2.2. Factores que aumentan la actuación

En las habilidades complejas se debe empezar por los componentes


sencillos e ir ascendiendo gradualmente a niveles más complejos. Cuanta
mayor sea la práctica de cada uno de los componentes de la conducta
modelada, mejor será su adquisición.
Cuanto más compleja sea la habilidad, mayor probabilidad de que los
primeros ensayos contengan errores. El feedback correctivo y el reensayo
deberán practicarse para eliminar dichos errores.
El feedback para que sea eficaz debe: aplicarse lo más
inmediatamente posible a la ejecución de la conducta, referirse de forma
clara y específica a los componentes que están siendo entrenados,
comenzar indicando las conductas correctas acompañadas de
reforzamiento positivo seguidas de los aspectos negativos explicando cómo
pueden mejorarse.
En las primeras actuaciones, que suelen ser más difíciles el terapeuta
puede ofrecer ayudas o guías que faciliten las respuestas adecuadas.
2.3. Refuerzos e incentivos para la actuación

Cuando se quiere enseñar conductas difíciles o que requieren la


renuncia a reforzadores inmediatos, es necesario establecer incentivos para
el modelo. Éstos pueden ser tangibles, sociales o de actividad; pero también
se los puede administrar el mismo sujeto (de forma verbal o material)
autorreforzándose positivamente. La aplicación del autorreforzamiento
enseña autocontrol al observador.
3. Transferencia y generalización

El entrenamiento mediante modelado debe incluir estrategias para


aumentar la probabilidad de que los aprendizajes adquiridos en el contexto
del tratamiento se transfieran y persistan en el ambiente habitual de los
clientes.
Esto se puede conseguir utilizando varios modelos de role-playing en
diferentes contextos; asegurándose que en diferentes contextos va a haber
reforzadores que eliciten la conducta entrenada; o poniendo al cliente
tareas para casa (lo que nos garantiza que ha de practicarse la conducta en
diferentes contextos) y un autorregistro de su actuación
También se entrena la prevención de recaídas y se enfrenta el fracaso.
4. Procedimiento general de modelado

Previo a cualquier intervención, habrá que realizar la evaluación de la


conducta y determinar los objetivos a corto y medio plazo de la
intervención. Deben de ser claros, específicos y alcanzables. Las sesiones
del modelado deben planificarse para que precedan paso a paso al
entrenamiento de las habilidades que se ha de adquirir, aumentando
progresivamente su dificultad. Cada sesión debe entrenar una habilidad o
un componente de una habilidad. Los pasos a seguir son los siguientes:
1. Explicar la conducta o habilidad que va a ser entrenada. Decir en qué
consiste, utilidad y efectos en un contexto concreto.

2. El paciente debe estar moderadamente relajado. Si el paciente muestra


ansiedad habrá que aplicar la relajación o la desensibilización
sistemática.

3. Se han de modificar las creencias erróneas del sujeto antes de intervenir,


ya que puede obstaculizar el entrenamiento en habilidades. Se debe
rebatir de una forma socrática, mediante preguntas.
4. El terapeuta aportará instrucciones sobre aspectos que debe atender el
cliente: a) estímulos situacionales presentes, b) aspectos relevantes de
la conducta del modelo y c) consecuencias de dicha conducta.

5. El modelo debe demostrar las acciones deseadas y describir


verbalmente lo que está haciendo y las consecuencias anticipadas. En
algunos casos es útil un procedimiento de modelado contrastado, en el
cuál se enseñan los comportamientos correctos e incorrectos que no
deben realizarse y las consecuencias de cada uno.

6. Inmediatamente después de la presentación, el cliente debe describir la


conducta del modelo, sus antecedentes y consecuentes. Debe describir
las reglas que sigue el modelo y pedirle que diga respuestas alternativas.

7. El terapeuta instruye al paciente para que haga la conducta observada.


Se simulará una situación igual a la modelada, que puede grabarse.

8. En los primeros ensayos puede ser conveniente que el terapeuta ayude


al cliente situándose de forma que lo pueda ver y haciéndole las señas
oportunas.

9. Tras ensayar las conductas, el terapeuta debe dar feedback específico a


conductas concretas, a conductas entrenadas en la sesión o sesiones
previas, y ha de reforzarlas y enseñar cómo mejorarlas o subsanar
posibles errores.

10. Se deben hacer varios ensayos para que la conducta quede


sobreaprendida.

11. Es conveniente ensayar el modelado encubierto para llevar a cabo


ensayos cognitivos de las conductas entrenadas para facilitar el recuerdo
de las reglas aprendidas, disminuir el miedo o la ansiedad y ver la eficacia
del sujeto.

12. Diseñar tareas para casa.

13. Establecer contingencias de reforzamiento en el medio natural del


paciente para mantener los efectos del entrenamiento y/o mejorar el
autorreforzamiento.

14. Entrenar las habilidades en orden creciente y ver otras estrategias para
enfrentarse a obstáculos con modelos múltiples.
5. Variantes o técnicas específicas de modelado

5.1. Modelado participante, también llamado “modelado y práctica


guiada” o “desensibilización de contacto”.

Es una técnica muy eficaz y rápida para el tratamiento de miedos y de


fobias. Además, es preferible a la DS ya que además de eliminar la ansiedad
también implica que el sujeto adquiera habilidades para hacer frente a las
situaciones que teme. Consta de 5 fases:
1. Construcción de una jerarquía de situaciones temidas, como en la DS.

2. El terapeuta u otro modelo se exponen al comportamiento adecuado en


cada ítem de la jerarquía, mostrándole al sujeto cómo no hay
consecuencias negativas. Los ítems se presentan las veces que haga falta
para que el paciente disminuya sus niveles de ansiedad. Puede ser útil
para esto utilizar diferentes modelos.

3. El paciente repite lo mismo que ha hecho el terapeuta. Le ayudará con


instrucciones verbales y también físicas si fuera necesario. Después, se
le reforzará si lo ha hecho bien.

4. Las ayudas físicas irán desvaneciéndose gradualmente hasta que el


sujeto sea capaz de realizar por sí mismo la conducta sin ninguna ayuda.
Después, se pasa al siguiente ítem.

5. Para fomentar la generalización, se diseñarán tareas para casa de


dificultad progresiva, se irán desvaneciendo las ayudas y la presencia del
terapeuta, se sustituirá al terapeuta por coterapeutas y se introducirán
otros modelos hasta que el paciente realiza las conductas él solo en
diferentes contextos.

Los factores que hacen que esta técnica sea tan eficaz son:
• Extinción vicaria: observación del modelo expuesto a la situación temida
sin que se produzcan consecuencias aversivas.
• Adquisición de conocimientos técnicos e información (por ejemplo:
aprender cómo se ha de coger una serpiente).
• Adquisición de habilidades motoras por medio de la práctica y
habituación de los niveles de ansiedad por experiencia directa del propio
sujeto.

Esta técnica es aplicable tanto individualmente como grupalmente. En


caso de ser grupal, se debe ajustar la progresión de la jerarquía al más lento.
Se ha usado para la prevención de miedos específicos en niños (a las
serpientes, insectos, alturas, exámenes) y también ha tenido una amplia
aplicación en la preparación para hospitalizaciones, operaciones
quirúrgicas e intervenciones dentales en niños (se le pone un video realista
que contenga las fases por las que ha de pasar el sujeto y que ejemplifique
como enfrentarse a las dificultades que se le van presentando; luego el niño
ensaya lo visto en el vídeo y durante la intervención se imagina que es el
protagonista del vídeo y va practicando lo que vio)
5.2. Ensayo mental simbólico o cognitivo

Consiste en observar al modelo realizar una conducta objetivo, tras lo


cual se le instruye al participante en dos actividades de procesamiento de
la información: 1) Codificación simbólica: se trata de tener un guión de las
técnicas que se han de seguir; y 2) Ensayo cognitivo: la persona se imagina
realizando las conductas que previamente ha llevado a cabo el modelo.
5.3. Modelado encubierto

En esta técnica se presentan los componentes de la conducta modelada


de forma imaginaria, sin modelo externo. Es bastante útil empezar
explicando la importancia de imaginar vívidamente las escenas y si es
necesario, hacer un entrenamiento en imaginación de manera previa.
Los pasos a seguir en esta técnica son:
1. El terapeuta empezará pidiendo al paciente que visualice los elementos
de la conducta objetivo (poniendo énfasis en las palabras y aspectos
descriptivos más relevantes). Puede empezar describiendo a personas
enfrentándose de forma correcta a la situación y que después, sea él
quien lo haga o que sea él desde el momento inicial.

2. Él describe cómo empieza a percibir, pensar, sentir el cliente para pasar


a enfrentarse a la situación comportándose de forma efectiva. Es
importante hablar lentamente dejando varios segundos entre frases
para permitir que el paciente visualice los componentes de la escena.

3. Se le describe la secuencia varias veces y se le pide al paciente que


complete la escena por sí mismo.

4. El cliente debe verbalizar en voz alta las escenas para que el terapeuta
pueda determinar si las está imaginando correctamente. La dificultad de
las conductas modeladas aumenta a medida que aumentan las sesiones.
5. El paciente deberá practicar en la vida real las respuestas que se están
modelando. Es importante que las escenas simbólicas incluyan los
reforzadores positivos que se dan cuando se practican en la vida real.

5.4. Automodelado

En esta técnica el sujeto aprende o modifica patrones de


comportamiento por medio de la observación de su propia conducta. Para
esto, se requieren los siguientes pasos:
1. Grabar en vídeo las conductas objetivo en condiciones naturales o
arregladas.
2. Editar o llevar a cabo un montaje para que solo queden las conductas
deseables y eliminar los aspectos indeseables.
3. Instruir al sujeto y hacer que observe estas secuencias.
4. Pedir al sujeto que ensaye las conductas modeladas.

Una de las principales ventajas, es que es adecuado para mejorar la


autoeficacia personal y hace que el sujeto atienda con más interés.
Es importante diferenciar el automodelado de la autoconfrontación, ya
que en este caso se utilizan ejemplos negativos de conducta exponiendo al
sujeto a sus propios errores. Es un método peligroso porque eleva los
niveles de ansiedad del sujeto y la aversividad de la técnica, y los resultados
de su aplicación son negativos.
5.5. Modelado autoinstruccional

Esta técnica tiene el propósito de entrenar a los clientes a darse


autoinstrucciones que guíen sus acciones.
Sigue los siguientes pasos:
1. El experimentador modela una tarea hablando en alto mientras el sujeto
observa.
2. El sujeto ejecuta la misma tarea mientras el experimentador instruye al
sujeto en voz alta.
3. Se le pide al sujeto que ejecute la tarea de nuevo mientras se instruye a
sí mismo en voz alta.
4. Luego el sujeto ejecuta la tarea mientras se da a sí mismo las
instrucciones en voz baja.
5. El sujeto ejecuta la tarea de forma encubierta (sin movimientos de
labios).
6. La adquisición de la conducta imitativa

Las conductas imitativas se adquieren mediante aprendizaje. Una vez


que las personas han incluido en su repertorio la conducta de imitación, son
capaces de aprender muchas habilidades a través de la observación.
Observar la conducta de los demás y reproducirla cuando es adecuado,
es un repertorio de comportamiento que tiene consecuencias altamente
reforzantes. Cuando un número suficiente de imitaciones han sido
instauradas por reforzamiento contingente, entonces se imitarán nuevas
respuestas sin entrenamiento directo.
La imitación se generaliza, dentro de los límites de respuestas
topográficamente similares.
Los tipos de respuesta se dividen en: imitaciones motoras gruesas, finas
e imitaciones vocales.
Así, en un primer momento la imitación de una conducta motora gruesa
se generalizaría a otras del mismo tipo, pero no a las finas o a las vocales.
Sin embargo, una vez que está desarrollada la habilidad imitativa, su
mantenimiento es independiente del tipo de respuestas entrenadas.
Este entrenamiento puede realizarse en sesiones de 5-10 minutos dos o
tres veces al día. La sesión debe ir seguida de la actividad favorita del niño
para que entienda la imitación como un juego.
Para enseñar la imitación motora, el terapeuta debe sentarse delante
del niño lo suficientemente cerca para poder ayudar y recompensar sin
pérdidas de tiempo, eliminar fuentes de distracción y registrar conductas.
`Primero se empezará por un movimiento fácil (como levantar los brazos).
El procedimiento sería el siguiente:
1. Esperar a que el niño mire directamente o indicarle que mire, llamarle
por su nombre o presentarle un reforzador (se mueve una galleta
delante de sus ojos enfocándole la mirada ante el modelo que va a
realizar la conducta.)

2. El terapeuta dice “haz esto” en voz alta al mismo tiempo que golpea la
mesa y dice “levanta los brazos”. Si el niño no lo hace se pasa al paso 3.

3. Se da una ayuda, diciéndole la orden verbal de nuevo (“haz esto, levanta


los brazos”) al mismo tiempo que se le coge la mano y se le hace levantar
los brazos. Aplicar reforzamiento social (una sonrisa y elogio) y material
(una porción de comida) en el momento en el que realiza la conducta.
4. Disminuir las ayudas en ensayos sucesivos. Esto se realizaría o bien
reduciendo la ayuda física, o disminuyendo la fuerza con que se presta
la ayuda o aumentando el intervalo temporal en el que se presenta la
ayuda.

5. Una vez adquirida la conducta, sólo se ha de reforzar cuando sus


imitaciones son mejores. Las imitaciones imperfectas, conllevarán
refuerzo social, mientras que las perfectas, social y material.

6. Cuando es capaz de realizar la conducta nueve veces de las diez, se le


introduce otra conducta muy diferente para que se pueda discriminar
fácilmente, siguiendo los pasos anteriores.

7. Una vez asentada la respuesta, se rotan aleatoriamente los modelos de


imitación de la primera y la segunda respuesta. Esto es importante
porque puede ser que el niño esté aprendiendo a emitir una conducta
que le sigue reforzamiento independientemente del modelo
presentado.

8. Introducción de nuevas respuestas de imitación para rotarlas con las


anteriores

9. Reforzamiento intermitente y parcial, pasando de los reforzadores


materiales a los naturales.

10.Las personas del medio del niño deben funcionar como señales de
imitación: implicar a muchas personas en muchos entornos, que
refuercen conductas imitativas que le permitan aprender tareas útiles
(vestirse, levantarse…)

Es recomendable empezar por el entrenamiento con modelos


motores gruesos y continuar con modelos motores finos de dedos, ojos y
manos al mismo tiempo…
Una vez que el niño imita cinco modelos dentro del entrenamiento
de movimientos gruesos, se puede alternar de modo intercalado con el
entrenamiento de los movimientos finos y después, cuando llegue a cinco,
intercalar con la imitación del lenguaje.
Para la imitación vocal o imitación del lenguaje, se deben aumentar
las vocalizaciones, para lo que se utiliza reforzamiento contingente en
forma de ayudas físicas, como cosquillas, caricias…
Cuando el niño realiza 10 vocalizaciones en 2 o 3 min, sin ayudas se
someten estas a un control vocal: se le enseña a vocalizar dentro de un
espacio de 3-5 segundos después de que se le dice “habla” y se le refuerza
si dice algo en ese intervalo. Cuando lo logra en 10 ensayos sucesivos, se
disminuye el intervalo a 2 segundos y también se irá disminuyendo el
reforzamiento.
Consiguientemente, se aborda la imitación de sonidos mediante el
siguiente procedimiento:
1) Ponerse cara a cara a una distancia de medio metro.

2) Producir un sonido fácil de ver y percibir (“aaa”)

3) Reforzar cualquier sonido que diga el niño en los tres segundos después.

4) Presentar ayudas a la producción del sonido (como exagerar la forma de


la boza y reforzarle, colar la boca en posición…)

5) Ir reforzando vocalizaciones más parecidas. Cuando haya imitado el


primer sonido en 10 ocasiones, se pasará al siguiente.

6) El segundo sonido ha de ser muy diferente al primero para que se pueda


discriminar.

7) Alternancia de forma aleatoria de los sonidos aprendidos.

8) Cuando se han dominado unos diez sonidos, se podrá pasar al


entrenamiento enimitación de palabras, intercalándola con imitación de
sílabas.

9) La posibilidad de los repertorios imitativos, hace posible el avance en el


aprendizaje dellenguaje y de las habilidades en niños con dificultades en
el desarrollo.

7. Principales áreas de aplicación

• Entrenamiento en habilidades y competencias profesionales


• Educación en padres
• Entrenamiento en maestros y educadores, cuidadores y enfermeras,
deportivo
• Entrenamiento en habilidades sociales
• Tratamiento de conductas adictivas
Tema 17. Entrenamiento en habilidades sociales
1. Introducción
El entrenamiento en habilidades sociales (EHS) es una de las técnicas
cognitivo- conductuales más potentes de las que disponemos hoy en día,
utilizándose para aumentar la eficacia interpersonal, tratamiento de
diferentes problemas psicológicos y para mejorar en general la calidad de
vida. No obstante es una técnica difícil y laboriosa, ya que requiere
conocimientos de muy diversas ramas de la psicología al encontrarse
afectada por la subcultura donde se lleva a cabo el comportamiento a
entrenar. La habilidad social se descompone en: dimensión personal,
conductual y situacional. Dentro de las dimensiones de las habilidades
sociales se encuentran:
• Iniciar y mantener • Petición de favores.
conversaciones. • Rechazar peticiones.
• Hablar en público • Hacer cumplidos.
• Expresión de amor, agrado • Aceptar cumplidos
afecto. • Petición de cambios en la
• Defensa de los propios conducta del otro.
derechos. • Afrontamiento a las críticas.
2. Marco teórico
Basada en el aprendizaje social, podríamos definir al EHS como “un
enfoque general de la terapia dirigido a incrementar la competencia de la
actuación en situaciones críticas de la vida” o como “un intento directo de
enseñar estrategias y habilidades interpersonales [...] con la intención de
mejorar su competencia interpersonal individual en clases específicas de
situaciones sociales”. Las premisas que subyacen al EHS son:
1) Las relaciones interpersonales son importantes para el desarrollo y
funcionamiento psicológico.
2) La falta de armonía interpersonal puede conducir a perturbaciones
psicológicas.
3) Ciertos estilos y estrategias interpersonales son más adaptativos que
otros para clases específicas de encuentros sociales.
4) Los estilos y estrategias interpersonales pueden especificarse y
enseñarse.
5) Una vez aprendidos, estos estilos mejorarán la competencia en
situaciones específicas.
6) La mejora en la competencia interpersonal puede contribuir a la
mejoría en el funcionamiento psicológico.
El EHS, se emplea por tanto, con individuos que tienen dificultades
sociales o se manejan de forma socialmente inadecuada intentando
aumentar las conductas adaptativas y prosociales. Las razones que impiden
a un sujeto comportarse de una manera socialmente habilidosa se recogen
en la pág. 574 del manual. Estos elementos se pueden agrupar en cuatro
modelos fundamentales: 1) modelo de déficit en habilidades, 2) modelo de
ansiedad condicionada, 3) modelo cognitivo evaluativo y 4) modelo de
discriminación errónea
3. Procedimiento
El proceso de EHS debería implicar los siguientes elementos esenciales:
a) Entrenamiento en habilidades.
b) Reducción de la ansiedad en situaciones sociales problemáticas.
c) Reestructuración cognitiva.
d) Entrenamiento en solución de problemas.
En la práctica consideraremos 4 etapas:
1) Construcción de un sistema de creencias que respete los propios
derechos y los de los demás.
2) Consistente en hacer que el paciente entienda y distinga entre
respuestas asertivas, no asertivas y agresivas.
3) Abordar la reestructuración cognitiva de la forma de pensar
inadaptada de la persona en situaciones sociales. El objetivo es
ayudar a los pacientes a reconocer que lo que se dicen a sí mismos
puede influir en sus sentimientos y conducta.
4) Consiste en el ensayo conductual de las respuestas socialmente
adecuadas en situaciones adecuadas.
Cabe destacar que estas etapas no tienen por qué ser sucesivas, sino que
en ocasiones se entremezclan y se pueden adaptar para adecuarse mejor a
las demandas del sujeto.
3.1. Desarrollo del EHS
Empezaremos, con ayuda del paciente, por identificar las áreas clave
donde éste tiene dificultades, es importante para adecuar el tratamiento lo
mejor posible. Después trataremos de identificar por qué el sujeto no logra
comportarse de forma adecuada. Antes de comenzar se informará a los
pacientes sobre los objetivos a alcanzar y lo que se espera que el realice
(intentando motivar), habrá que enseñar a relajarse y a mantener el
autocontrol, lo que mejorará mucho la modificación o adquisición de
nuevas habilidades.
A partir de aquí se sucederán las fases anteriormente nombradas.
3.2. El ensayo de conducta

Es el procedimiento más utilizado en EHS. Mediante el ensayo de


conducta se representan maneras eficaces de afrontar las situaciones de la
vida real que son problemáticas para los pacientes. El objetivo es que
aprenda a modificar modos de respuesta no adaptativos, reemplazándolos
por nuevas respuestas. El ensayo de conducta se centra en el cambio de
conducta como fin en sí mismo y no como una técnica para identificar o
expresar supuesto conflictos.
Hay una serie de consideraciones a tener en cuenta: 1) debemos
limitarlo a un problema en una situación (no abarcar demasiado) y al
problema que se expuso al principio, 2) debemos escoger una situación
reciente o que es probable que suceda en un futuro próximo, 3) debemos
evitar prolongar la parte de representación de papeles más de 3 minutos y
4) las respuestas deben ser tan cortas como sean posible.
3.4. Consideraciones a la aplicación del EHS

Al comenzar a aplicar este programa conviene tener en cuenta 4


cuestiones: 1) que el paciente comprenda perfectamente los principios
básicos de una conducta socialmente adecuada, 2) que el paciente está
preparado para empezar el programa de EHS, 3) los intentos iniciales del
paciente deberán ser escogidos por su alto potencial de éxito, en cuanto a
proporcionar refuerzo y 4) examinar los posibles cambios que se puedan
producir a causa de la nueva conducta del paciente en su entorno cultural.
Además es importante averiguar los pensamientos que tiene el paciente
cuando se representa la situación problemática, ya que a menudo son estas
cogniciones negativas (implícitas y/o explícitas) las que determinan un
comportamiento interpersonal inadecuado por parte del individuo.
Es importante mencionar también los factores situacionales son
múltiples y variados y no existe una clasificación comúnmente utilizada al
respecto. Por tanto, consideramos que distintas situaciones requieren
conductas molares (globales) diferentes.
No obstante, estas conductas se componen y descomponen en
elementos más simples, moleculares, que podríamos dividir en elementos
conductuales, cognitivos y fisiológicos, que, a su vez, también pueden
diferir, en mayor o menor medida, de las situaciones concretas.
Los elementos conductuales (verbales, no verbales y paralingüísticos)
considerados habitualmente en el ámbito del EHS son los siguientes:
contacto ocular, expresión facial, gestos, postura y orientación, distancia y
contacto físico, volumen de la voz, entonación, fluidez, tiempo de habla y
silencios y contenido verbal específico (preguntas con final abierto o
cerrado).
Hay varios elementos cognitivos que se abordan en el EHS
(autoverbalizaciones negativas, ideas irracionales, patrones de actuación
elevados, fracasos sociales, expectativas de consecuencias negativas,
esquemas inadecuados, baja autoestima…). Las investigaciones sobre los
elementos fisiológicos no muestran los beneficios de su utilización en la
terapia.
A la hora de llevar a cabo el ensayo de la conducta en la clínica y exponer
la situación global problemática al paciente, las mejoras que se han de
ensayar tienen que ver con la modificación progresiva de los elementos
conductuales anteriores.
En cada nuevo ensayo se van incorporando uno o varios (dependiendo
de la facilidad del sujeto para integrarlos) elementos moleculares.
Asimismo, en cada ensayo se le va preguntando por los pensamientos que
se le pasan por la cabeza con el objetivo de ir corrigiéndolos en posteriores
ensayos.
4. Variaciones de la técnica
Como ya se ha comentado anteriormente, el EHS puede ser una de las
técnicas más atractivas para el terapeuta, aunque a su vez, también de las
más difíciles por lo laborioso de su preparación y porque no siempre resulta
sencillo determinar una conducta socialmente adecuada.
Los procedimientos y variaciones del EHS se pueden incluir en una de
las siguientes categorías: operaciones de adquisición reproducción y
refinamiento y fortalecimiento, reestructuración y transferencia de la
respuesta. El “paquete” básico implica: autoinstrucciones, modelado,
ensayo de conducta, retroalimentación y refuerzo, elementos de la terapia
racional emotiva, del entrenamiento en autoinstrucciones, más las tareas
para casa.
El EHS puede llevarse a cabo de manera individual o grupal: El EHS
individual consigue una relación más consistente entre evaluación y
tratamiento. Permite además de la valoración inicial de las habilidades y
debilidades del paciente, una constante reevaluación de la eficacia
particular de los procedimientos que se están aplicando.
Otro aspecto importante es que posibilita la concentración en los
problemas particulares del paciente. Recomendable en pacientes que no se
adaptan al grupo, comenzando por el individual y luego pasando al grupal.
El EHS en formato grupal ofrece las siguientes ventajas:
• Se ofrece una situación social ya establecida en la que los participantes
pueden practicar con las demás personas. Mayor feedback, más eficacia
del aprendizaje vicario.
• Se procura a sus miembros una serie de personas a quienes conocer y
con las que practicar sus habilidades recién adquiridas. Se forma un
contexto de apoyo, - intimidación.
• Se da una situación social real en lugar de ser simulada, por lo que la
probabilidad de que las habilidades sociales aprendidas se generalicen a
otros ámbitos aumenta.
• Se hace un uso más económico del tiempo del terapeuta.

Es importante mencionar que el EHS en grupo puede aplicarse con un


formato muy estructurado o con un formato de terapia más abierto con
múltiples técnicas. Por otra parte nos podemos encontrar con 4 tipos de
grupos básicos:
• Grupos orientados a ejercicios, cuyos miembros inicialmente
representan papeles en ejercicios establecidos y posteriormente
generan sus propias situaciones de ensayo de conducta.
• Grupos orientados hacia los temas, en los que cada sesión se dedica a
un tema determinado usando el ensayo de la conducta.
• Grupos semiestructurados que utilizan algunos ejercicios de
representación de papeles junto con otros procedimientos terapéuticos.
• Grupos no estructurados en los que los ejercicios de representación de
papeles se basan en las necesidades de los miembros en cada sesión.

5. Aplicaciones del EHS

La aplicación del EHS es muy amplia y abarca numerosos trastornos


conductuales. La carencia por parte del organismo de habilidades sociales
necesarias da como resultado estrategias poco adaptativas, como estados
emocionales negativos (ansiedad) y cogniciones desadaptativas en lugar de
soluciones sociales a los problemas. El objetivo del EHS consiste en mejorar
el comportamiento interpersonal inadecuado de los sujetos, para mejorar
así su calidad de vida. Algunos de los trastornos más importantes en los que
se usa el EHS son los siguientes:
• Ansiedad social: la ansiedad social conlleva deficiencias en el área de
funcionamientos social, es un déficit en el manejo de las interacciones.
Puede llegar a ser generalizada cuando los temores influyen la mayoría
de las interacciones. Por lo tanto, suponiendo que los pacientes de este
trastorno tienen déficit en habilidades sociales, el EHS sería la principal
intervención a la que someteríamos a pacientes con este trastorno.
• Depresión: el bajo estado de ánimo y la pérdida de interés, así como las
alteraciones del apetito o del sueño que van ligados a las depresiones,
se ven fuertemente relacionados con el funcionamiento interpersonal
inadecuado, por lo que otra vez el EHS sería una terapia adecuada que
podríamos usar con este tipo de pacientes.
• Esquizofrenia: estos pacientes requieren de un tratamiento
farmacológico con medicación antipsicótica, sin embargo, estos
medicamentos no mejoran conductas sociales necesarias para la vida en
comunidad, por lo que el EHS es una de las pocas técnicas psicosociales
reconocidas como eficaces para pacientes con esquizofrenia.
• Problemas de pareja: en cualquier relación que implique a dos personas,
podemos observar unas reacciones en respuesta a unas expectativas
personales. Así mismo, se desarrolla un principio de reciprocidad, de
modo que un miembro de la pareja agrada o recompensa al otro,
confiando en que a su vez será recompensado de igual forma, al
contrario cuando uno disgusta o castiga al otro este tiende a contestar
con conductas similares. Hay personas poco hábiles a la hora de emplear
métodos positivos de comunicación y solución de problemas. Para esto
el EHS intenta mejorar las habilidades de comunicación para saber cómo
comportarse y cuando reforzar.
• Abuso de substancias: parece ser que un nº considerable de problemas
con las drogas puede verse afectado por déficits interpersonales,
consumiendo para mejorar su funcionamiento en estas habilidades.
• Otro tipo de problemas: el EHS puede mejorar otra serie de problemas,
normalmente, en combinación con otras técnicas. Ayuda en: Trastorno
disociativo de identidad, la ira y la agresión, las parafilias, la anorexia y
bulimia nerviosas y otros problemas médicos en los que las relaciones
interpersonales suponen factores de mejora o agravamiento del
problema. Y se ha recomendado su uso en problemas como: falta de
habilidades en la búsqueda de empleo, mejora de habilidades de
comunicación en personas incapacitadas, adquisición de habilidades
básicas en adultos y niños mentalmente retrasados, obsesiones y
compulsiones, agorafobia, delincuencia/psicopatía, agresividad y niños
socialmente aislados.
Tema 10. Técnicas de autocontrol
1. Introducción
El autocontrol es la capacidad del ser humano para alterar sus propias
dinámicas o comportamientos potenciando sus posibilidades de adaptación
al poder ir ajustando sus acciones a distintos contextos y situaciones
demandantes. Se relaciona con conceptos como autorregulación,
autogestión, automanejo o autodisciplina. El autocontrol se suele centrar
en aquellas circunstancias que generan conflicto de interés.
Se hablaría de autocontrol cuando las pautas de actuación se dirigen a
fortalecer la persistencia (mantenimiento de un patrón aunque las
consecuencias inmediatas no sean gratificantes y los beneficios se
obtengan a medio o largo plazo) y la resistencia (inhibición ante
determinadas formas de funcionar más reforzantes a corto plazo).
2. Bases teóricas de las técnicas de autocontrol
1. Concepto de autocontrol en Kanfer: son estrategias que pone en
marcha una persona para incrementar la probabilidad de una
respuesta (respuesta controladora) y para reducir la presencia de
otra inicialmente más probable. Considera el autocontrol como un
caso especial de autogestión. Según la duración de la estrategia de
autocontrol las diferencia en:

o Autocontrol puntual o decisional: se lleva a cabo en un momento


concreto en el que la decisión pone fin a la secuencia.
o Autocontrol prolongado: consiste en mantener la opción elegida
mientras sigue abierta o presente la alternativa desechada.

El proceso de autocontrol se apoya en tres fases:


1. Autoobservación: la persona se centra deliberadamente en su propio
comportamiento (tanto en sus pensamientos como en el contexto). Es
importante que el sujeto identifique los aspectos significativos de su
actuación y del contexto.
2. Autoevaluación: la persona compara su forma de actuar o de responder
con un criterio (su ideal). Esto permite llegar a un juicio sobre lo
adecuada o improcedente del comportamiento emitido. Mientras los
criterios sean realistas el proceso de autocontrol será más adaptado.
3. Autoreforzamiento: la persona se autorreforzaría con reforzadores
encubiertos o externos permitiendo que el proceso de autocontrol se
consolide y reafirme.
2. El modelo de autocontrol de Thoresen y Mahoney

La persona desarrolla autocontrol en la medida que modifica el medio


externo, así como su propio medio interno, para promover un cambio
significativo en su conducta.

Claves significativas: a) existencia de 2 o más respuestas alternativas, b)


consecuencias diferentes y conflictivas entre las posibles alternativas y c)
aplazamiento en la obtención de beneficios.

Estrategias básicas:

▪ Planificación ambiental: reordenar claves controladoras que facilitan la


aparición de la conducta que se quiere promover o incrementar y
eliminar claves ambientales tentadoras o cambiar monólogos internos.
▪ Programación de conducta: autoaplicación de consecuencias, tanto de
carácter reforzante como aversivo tras la ejecución de determinada
conducta.

3. El modelo de autocontrol de Bandura

El funcionamiento humano está regulado por la interacción recíproca


por lo que gran parte de este comportamiento está autorregulado para
conseguir beneficios y evitar problemas. Uno de los mecanismos
responsables del autocontrol es la autoeficacia percibida (creencia de las
personas acerca de sus capacidades para obtener determinados logros).
Las expectativas de autoeficacia son un importante predictor de las
intenciones y acciones de los individuos frente a diversas situaciones. Las
creencias sobre las propias capacidades se construyen a partir de 4 tipos de
experiencias:
a) Aprendizajes directos con resultados reales experimentados.
b) Experiencias vicarias.
c) Persuasión verbal.
d) Estados fisiológicos afectivos que repercutirán sesgando los juicios de
eficacia personal que los individuos hacen.

Las expectativas sobre la eficacia personal siguen un proceso dinámico


(cambiante).
3. Desarrollo de un programa de autocontrol

El objetivo de los procedimientos de autocontrol es reforzar a las


personas para que sean capaces de poner en marcha estrategias que les
permitan regular sus comportamientos de cara a lograr las metas u
objetivos que se han fijados.
3.1. Estrategias básicas en el entrenamiento en autocontrol

Sigue los criterios reguladores de un proceso de moldeado, al fijar los


niveles de partida y los objetivos a alcanzar, y diseñando un sistema de
aproximaciones sucesivas que facilite llegar a la meta propuesta. El
terapeuta tiene un papel de apoyo más significativo en los primeros
momentos hasta que la persona sea totalmente autónoma. Pasos a seguir:

1) Favorecer el compromiso al cambio: requiere motivación y


compromiso. El nivel motivacional puede potenciarse trabajando sobre
el valor del objetivo, sobre las expectativas de autoeficacia o sobre
apoyos externos que fortalezcan la adherencia al procedimiento. Es
importante:

• Focalizar la atención en los beneficios, así como revisar y precisar los


perjuicios y desventajas de la realización de hábitos antiguos.

• Potenciar las expectativas de autoeficacia: facilitar la obtención de


logros graduando los niveles de exigencia. Acercando inicialmente los
recursos exigidos en un primer nivel a los actuales presentes, se facilita
la ejecución de los primeros pasos, que se verán reforzados por el
alcance correspondiente de las metas fijadas. También se aconseja
valorar el progreso a través de las submetas establecidas y no teniendo
como criterio único el objeto final, así como centrarse en lo alcanzado y
no en lo que falta por lograr. Es importante controlar los pensamientos
negativos sobre las propias capacidades basados en experiencias de
fracaso pasadas.

• Comunicar a personas cercanas la tarea que se pretende: el compromiso


público puede servir como elemento motivador al percibir de manera
negativa el que los demás tengan conocimiento del abandono o no
cumplimiento del programa.

2) Especificar y evaluar el problema: implica tomar conciencia del


problema y de las condiciones en que tiene lugar. Una de las estrategias
más empleadas es la autoobservación y registro.
Para poder llegar a establecer un plan de cambio, es requisito
imprescindible operativizar la conducta de manera que permita su
posterior observación y cuantificación. Es importante ayudar a la
persona a que tome conciencia e identifique las situaciones específicas,
los contextos y circunstancias que tienen un papel relevante en las
pautas de actuación y a su vez, que preste atención a las consecuencias
que se derivan de las conductas. Esto se realiza a través de la
autoobservación.

3) Planificar los objetivos de cambio: cuando se establecen los objetivos,


éstos deben plantearse de forma concreta y definida ya que así
favorecen al aprendizaje (promueven las nuevas actuaciones y
estimulan la autoeficacia). Es importante valorar aspectos de
proximidad y nivel de dificultad. Las metas próximas generan una mayor
motivación que las lejanas. Las metas cercanas pueden implicar niveles
de exigencia menores para alcanzarlas. Cuando las metas son elevadas
suelen resultar decepcionantes por lo que reducen la motivación.

Mager propone los siguientes pasos para la especificación de objetivos:


1) Poner por escrito la meta (precisar meta no medios para alcanzarla),
2) Identificar con detalle los comportamientos que tienen que estar
presentes o ausentes para alcanzar el objetivo y 3) Precisar los contextos
y situaciones en los que se tiene que poner en marcha las nuevas pautas
de acción.

4) Diseñar y aplicar las estrategias de cambio: La aplicación de


procedimientos se diseñará para su práctica a través de tareas para casa.
Es necesario que se haga un seguimiento sistemático del
funcionamiento a través de la autoobservación y registro, permitiendo
así evaluar su avance de manera precisa. las estrategias se clasifican en
tres grupos:
I. Técnicas para facilitar el cambio de la conducta, dirigidas a
potenciar la participación y adherencia al programa

II. Técnicas de planificación ambiental, orientadas a alterar los


factores, tanto externos como internos, que anteceden a la
conducta que se desea modificar, bien fomentando o inhibiendo
su presencia.

III. Técnicas para la programación conductual, centradas en la


programación de las consecuencias que se derivaran de las
diferentes actuaciones.
5) Potenciar el mantenimiento y prevenir las recaídas: asegurar el
mantenimiento de los nuevos hábitos, preparando a la persona para
manejar aquellas situaciones no deseables. Todo programa de
autocontrol dirigido a mantener el cambio, debería:
- Ser eficaz para mantener el cambio durante un tiempo significativo.
- Promover el cumplimiento del programa.
- Combinar procedimientos de intervención cognitivos y conductuales.
- Fomentar el desarrollo de habilidades en motivación y toma de
decisiones.
- Instalar nuevos hábitos para reemplazar hábitos desadaptados.
- Capacitar a la persona para afrontar nuevos problemas.

Los fallos en el entrenamiento de autocontrol pueden deberse a errores


en el diseño del plan, como: a) no precisar correctamente la conducta que
se quiere corregir, b) inadecuada graduación de objetivos, c) diseño
complejo y d) desajuste en la programación conductual.
En la programación se debe planificar estrategias orientadas a prevenir
posibles experiencias de fallo o dificultad, por lo que se debería: 1)
identificar situaciones de alto riesgo, 2) establecer estrategias para afrontar
situaciones de alto riesgo, y 3) anticipar fallos en el cumplimiento para
ensayar las acciones a seguir y retomar lo antes posible el proceso.
3.2. Técnicas de autocontrol

• Autoobservación y registro: a través de la autoobservación se recogen


datos de forma sistemática sobre el comportamiento, lo que permitirá
diseñar el plan. Para realizar esto es útil algún registro de la conducta.
Estos registros pueden ser de frecuencia, intensidad, duración y en
algunos casos se combinan distintos sistemas de registros. Estas técnicas
cumplen dos funciones básicas: recoger información y para motivar el
cambio de conducta. Los efectos de la autoobservación depende de la
proximidad temporal, la regularidad y la valencia de lo registrado. Para
mantener el seguimiento de la técnica puede ser de ayuda transferir los
datos a un gráfico que tiene doble función: recordar la tarea y reforzarla.

• Entrenamiento en la respuesta alternativa: entrenar a la persona para


que ponga en marcha conductas que impidan la aparición de otras.
Tiene un papel significativo en el tratamiento de tics.

• Contrato conductual: la persona regula su funcionamiento,


estableciendo reglas que guiarán sus nuevas pautas de comportamiento
y las consecuencias que se derivaran de su seguimiento. Es unilateral y
el terapeuta actúa como observador o testigo del compromiso. El
contrato puede ir modificándose (iniciar con reglas sencillas para ir
incrementando dificultad).

• Técnicas de planificación ambiental: alterar el contexto para favorecer


o inhibir la aparición de las conductas.

• Técnicas de control estimular: alterar los factores que preceden a la


conducta, implica: restricción física, presentar o eliminar estímulos
discriminativos dependiendo si aumentan o disminuyen la conducta que
se quiere potenciar, configurar estímulos que dificulten la emisión de la
conducta, cambiar el medio social y alterar condiciones fisiológicas.

• Estrategias cognitivas: una vez identificados los procesos de


pensamiento que mantiene la persona en relación a su problema, es
recomendable establecer nuevas autoverbalizaciones que guíen la
acción hacia las metas propuestas. Estrategias como la detección de
pensamiento o el entrenamiento en autoinstrucciones son muy útiles.

• Técnicas de programación conductual:


o Técnicas de autorreforzamiento: la persona se proporciona
consecuencias gratas y placenteras al cumplir la tarea prevista. Se
debe elegir el reforzador adecuado, atendiendo a criterios de
accesibilidad y cotidianidad, para esto se puede utilizar el principio
de Premack (utilizar actividad de alta probabilidad para reforzar la
conducta de menor probabilidad). Inicialmente deben ser un
reforzamiento continuo e inmediato para pasar luego a ser
demorado e intermitente. El reforzamiento negativo es menos usado
porque genera angustia y ansiedad propiciando recaídas.

o Técnicas de autocastigo: se señalan contingencias aversivas que


tendrán lugar si la persona ejecuta la conducta que desea eliminar.
Se suele utilizar la restricción de actividades agradables. Para
emplear estrategias de autocastigo se tienen que utilizar otras
estrategias orientadas al reforzamiento. Su empleo debe limitarse a
períodos concretos.

4. Ámbitos de aplicación

La procrastinación o aplazamiento continuado de la realización de


tareas u obligaciones. La compra compulsiva y el gasto desmesurado. La
autorregulación en la terapia de pareja.

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