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Análisis crítico de la lectura “El trastorno del espectro autista: aspectos

etiológicos, diagnósticos y terapéuticos”

Realizado por: Juan Carlos Carcausto Huallpa

El articulo reconoce que existe un desconocimiento por parte de los profesionales


de la salud acerca de la etiología, características y estrategias cuando se trata de
lidiar con una persona diagnosticada con trastorno del espectro autista (TEA). Es
por ello que en el artículo se describe parte de la historia de este trastorno y lo
reconoce como una enfermedad que afecta el desarrollo normal del sistema
nervioso y lo ubica entre los trastornos del neurodesarrollo.

No existen marcadores biológicos para diagnosticar el autismo es por ello que es


importante utilizar la observación y prestar atención a las características
observables que distinguen al autismo como las conductas repetitivas y disruptivas
como las estereotipias motoras, ecolalia y la fijación por ciertos objetos o practicas
rutinarias ya que estas afectan las habilidades socioemocionales de la persona lo
que a su vez tendrá consecuencias en su proceso de adaptación social. Los autores
recomiendan empezar el tratamiento lo mas tempranamente posible indicando que
los síntomas aparecen a los 18 meses y se consolidan a los tres años de edad.

Los autores nos presentan parte de la historia del TEA resaltando el nombre de Leo
Kanner quien fue el primero en describir al TEA como un trastorno en 1943 en un
artículo titulado “Alteraciones autísticas de contacto afectivo” y que no fue hasta
1946 que se registró la primera publicación con el termino autismo.

Tuvieron que pasar otros 60 años para para vincular por primera vez la etiología del
autismo a una condición biológica. En 1980, el DSM-III acuña el termino autismo
infantil para luego cambiarlo a trastorno autista. En la cuarta versión del DSM se
añadieron los términos trastorno generalizado del desarrollo y Síndrome de
Asperger los cuales fueron dejados de lado en el DSM-V eligiendo el termino TEA y
lo incluye en la categoría de trastornos del desarrollo, reconociendo que se trataba
de una disfunción del sistema nervioso central.

Los autores presentan al autismo como una enfermedad que afecta mayormente a
los varones resaltando que en México al menos hasta 1994 este trastorno no
figuraba entre las 10 primeras causas de atención psiquiátrica, pero desde el 2013
se convirtió en una de las cinco causas de consulta en ese país y se considera que
seguirá en aumento en el futuro.

Los autores describen al autismo como una enfermedad poligénica y multifactorial


con gran influencia de factores ambientales que la genética y sus variaciones en la
persona. Por ello, es de gran relevancia el realizar una historia clínica meticulosa y
completa evaluando el entorno, familiar, educativo y social del paciente incluso el
nivel educativo de los padres.

Los criterios para obtener un diagnostico son aquellos que se pueden observar en el
DSM-Y y el CIE 10, pero también se pueden usar pruebas estandarizadas como el
ADI-R, DISCO, ADOS, GRAS y combinaciones de estas. Además de evaluar los
síntomas característicos mencionados en los tratados anteriores, es importante el
prestar atención y evaluar la presencia de trastornos del sueño, nutrición, las
habilidades fonéticas y de motricidad, habilidades neuropsicológicas, y las
habilidades cognitivas no verbales.

En cuanto a la intervención del autismo. Los autores resaltan la condición


heterogénea del autismo y por lo tanto consideran que el tratamiento también debe
tener esta característica. Anteriormente había mencionado que se recomienda
empezar lo más tempranamente posible para obtener mejores resultados tratando
desde el principio de estimular la mejora de la conducta y la comunicación
considerándolo el método más eficaz en la intervención terapéutica EIBI. También
mencionan el análisis conductual aplicado ABA el cual se basa en la teoría del
aprendizaje y condicionamiento operante en la cual solo se reforzarán las conductas
deseables y se buscara extinguir aquellas consideradas poco deseables. Otras
técnicas mencionadas en le artículos son el tratamiento de respuesta pivote o PRT,
el TEACHH y el STAR los que buscan estimular el lenguaje, la empatía, las
habilidades sociales y la discriminación de señales cognitivas sonoras para poder
regular la percepción de distintos estímulos que pueden llegar a ser demasiado
abrumadores y causar ansiedad.

Los autores también resaltan el uso de fármacos para tratar los problemas de
conducta repetitiva disruptiva, ansiedad, irritabilidad, depresión, falta atención,
trastornos del sueño. Mencionan los nombres de distintos medicamentos como la
fluoxetina, galatamina, etc, los cuales han demostrado un efectivo positivo en el
tratamiento de las condiciones previamente mencionadas. También se mencionan
los tratamientos y medicamentos que debido a su poca eficacia o por razones de
bioseguridad deben y se han dejado de consumir y recomendar para tratar el
autismo.

Finalmente, cabe indicar que la información presentada en el trabajo realizado por


César Reynoso, María José Rangel, Virgilio Melgar (2015) trata de informar a los
trabajadores del área de la salud, sector educativo y cualquier persona interesada
en aprender acerca del trastorno autista. La información que brindan es muy
informativa tratando de cubrir distintos temas y áreas que la población debe conocer
acerca de las personas que nacieron con este trastorno. Sin embargo, considero
que si bien es cierto los autores buscan informar y educar a sus lectores cometieron
un error al considerar al TEA como una enfermedad, lo cual contribuye a que los
lectores piensen de forma errada acerca de la condición de un individuo con Tea. El
llamar enfermedad a este trastorno no hace más que avivar la estigmatización y
falta de comprensión que sufren las personas con autismo. El autismo es una
condición con la cual ciertos individuos nacen y no hay cura para este trastorno. Lo
que debemos hacer es que la población se informe acerca del autismo para lograr
comprender porque estas personas se comportan del modo en que lo hacen y así
lograr que la sociedad sea más tolerante y entienda que no todos debemos ni
podemos comportarnos del modo que la mayoría piensa es aceptable o deseable.
Sin embargo, si mi intención es lograr la aceptación y comprensión de la sociedad,
se comete un error al presentar a estas personas con Tea como individuos que
tienen una enfermedad, lo cual solo brinda una idea negativa y nada favorable para
este sector de la población que como los autores reconocen se encuentran en
aumento debido a las mejores herramientas para diagnosticar el trastorno del
espectro autista.

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