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José Oré Maldonado

CASO 3:

Sandy es una niña de quince años de edad, que está en cuarto grado de
secundaria en una pequeña escuela privada para niños con dificultades de aprendizaje.
Sus padres, Frances y John, la matricularon allí cuando empezaron a suspenderla en la
escuela pública hace unos años, a pesar de tener una inteligencia normal y no tener
ningún indicio de trastorno del aprendizaje. Sus mayores problemas siempre han sido
la dificultad para concentrarse en las tareas de la escuela y hacer un esfuerzo
persistente en las tareas que son aburridas pero necesarias. Pocas veces puede acabar
las tareas que le encargan en el colegio sin ayuda, aunque se sabe las respuestas o los
pasos concretos para solucionar el problema. Aunque es impulsiva, su nivel de
actividad ha mejorado considerablemente desde que era niña pequeña y ahora se
limita, fundamentalmente, a mover los pies y balancearlos mientras está sentada,
mover los dedos o el lápiz mientras trabaja, y cambiar de postura todo el tiempo.

El trabajo escolar de Sandy está a menudo poco organizado, y la organización


de su agenda es un desastre. A menudo va a clase sin algo que es necesario para el
trabajo de la escuela, como lápices, libros de texto, o su equipo de laboratorio. Cuando
se le señalan los muchos errores que tiene en los deberes, es capaz de decir rápidamente
que es lo que está mal. Sus padres y profesores han intentado reforzar su rendimiento
escolar utilizando diariamente cuadernos y un sistema de fichas para su
comportamiento, aunque con un éxito limitado temporal. Es típico que levante la mano
en clase y conteste de forma errónea, sin pensar. No obstante, a sus profesores les gusta
su espontaneidad y la ven como un poco inmadura, dispersa y descentrada.

Los problemas de Sandy han existido por lo menos desde su educación inicial
y, probablemente, mucho antes. A lo largo de su escolaridad, sus profesores se han
quejado de su falta de atención, impulsividad y poca continuidad en lo que se le
mandaba. Todavía tiene los amigos de siempre, se ha incluido bien en actividades con
otros niños, y no ha tenido problemas de disciplina. Ha sido evaluada tres veces por
varios psicólogos y especialistas en aprendizaje del centro y encontraron que estaba
en el percentil setenta y cinco de inteligencia y se situaba en la media o por encima en
cuanto a habilidades académicas. Se ha observado que su escritura es pobre y lenta y
que su coordinación motora fina está algo retrasada, comparada con otros niños.

Aunque Sandy se lleva bien con sus padres y hermanos, todos ellos han
mostrado un logro académico superior al suyo, todos sus hermanos, además de sus
padres, han cursado estudios universitarios y ven esto como algo también necesario
para Sandy. Ella tiene una autoestima algo baja y, de vez en cuando, se desmoraliza
por sus dificultades. Tiene miedo a continuar defraudando a su familia y está muy
frustrada porque no sabe qué puede hacer para mejorar.
José Oré Maldonado

Responder:
1. ¿Cuál es su historial evolutivo respecto al TDAH?
2. Enumera y describe las características patológicas que presenta
3. Percepción personal del problema de la niña
4. Subtipo de TDAH que presenta

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