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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

CENTRO UNIVERSITARIO DEL NORTE

Orientación, Asesoría y Tutoría

Influencia del contexto familiar en las conductas


adolescentes

Daniel Pérez Fernández


Mtra. Brenda Comparan Franco.

Quiroga, Michoacán, 13/09/2021


Durante la Adolescencia, las relaciones cercanas con los padres entran en crisis
debido a la conquista de la autonomía frente a las figuras de apego, esta
conquista y el cambio en las relaciones están condicionados por el paso de la
etapa del pensamiento operacional concreto a la etapa de pensamiento
operacional formal. Este pensamiento formal le permite al adolescente abordar el
mundo real y el mundo posible, de esta forma puede percibir a su familia tal como
es y como podría ser.
La nueva percepción de los padres en el adolescente, unida a la nueva
autonomía, lo estimula a ser desafiantes ante las opiniones y las decisiones de los
padres, sin embargo, esta conducta es natural y saludable para ellos, pues les
sirve para reafirmarse a sí mismos como individuos. Existe un riesgo también en el
pensamiento formal de los adolescentes, y es que puede desembocar en un
egocentrismo que haga que el joven someta toda realidad a sus propias
reflexiones, haciendo que quiera imponer a los demás su forma de pensar y velar
por los problemas que le preocupan.
La vinculación afectiva con los padres y el apego también influyen en el
adolescente:
 El apego seguro facilita el bienestar y el ajuste social, además de ser un factor protector
ante conductas problemáticas.
 El apego evitativo favorece el distanciamiento de padres y adolescente, reduciendo así la
influencia de los padres en el hijo.
 El apego ansioso-ambivalente genera comportamientos de búsqueda y sentimientos de
enfado hacia los padres.
 El apego desorganizado provoca miedo y desorientación en las relaciones familiares.

Las reacciones negativas de los padres se pueden explicar porque el deseo de


autonomía del hijo adolescente les desilusiona, temen dejarle indefenso ante
situaciones complejas de la vida y además la larga convivencia durante la niñez
les impide ver que su hijo necesita ser tratado de un modo más democrático. Los
padres están influidos por el modo en que sus hijos aprovechan las oportunidades,
mientras más competentes son superiores las cotas de autonomía que permiten,
lo contrario cuando pueden observar conductas infantiles e irresponsables.
Los adolescentes por su parte están convencidos de que pueden tomar decisiones
a edades más tempranas que la consideración de sus padres, este tipo de
discrepancias influyen en las conductas de ambos, pudiendo afectar a las
relaciones afectivas que propiciarían conflictos. Ejemplo de esto es la conducta
sexual, el adolescente la considera algo propio de su intimidad y por ello no es
algo que deba comunicarse a los padres, ellos por su parte se mueven entre el
miedo a los comportamientos sexuales de su hijo y la ignorancia o la vergüenza de
hablar sobre ello. Cabe señalar que la presencia de conflicto en la relación de
padres y adolescente no es motiva de alarma, es el afrontamiento de este conflicto
y no la evitación lo que favorece el desarrollo psicosocial y fomenta los vínculos
positivos.

Existen tres estilos de padres en el ámbito familiar:


 Estilo autoritario: no utiliza el afecto o el apoyo. Se basa en el control
firme, la imposición de normas y el uso de castigos. Favorece los valores
deterministas y de conformidad e inhibe valores de autodirección y
estimulación. Los adolescentes educados por padres autoritarios tienen
pocas habilidades sociales y comunicativas, obediencia y conformidad,
poca iniciativa, baja autoestima, planificación impuesta y necesidad de
refuerzos a corto plazo para el trabajo.
 Estilo democrático: Sus principios son el respeto, la exigencia adecuada,
el castigo razonable, el control firme, la negociación y explicación de
normas, el refuerzo de los comportamientos deseados más que el castigo a
los indeseados. Promocionan valores de autodirección y prosociales. Los
adolescentes educados por este modelo de padres reciben una influencia
más positiva de la familia: desarrollan mejores habilidades sociales, son
más autónomos y responsables, tienen mejor autoestima, mejor
planificación del futuro, trabajan por recompensas a largo plazo, tienen
límites y reglas, así como apoyos y mayor probabilidad de evitar
comportamientos de riesgo.
 Estilo permisivo: falta de control y límites, tolerancia y renuncia a influir en
los hijos. Fomenta valores de autodirección, autonomía, independencia e
inhiben los valores prosociales como solidaridad o justicia. Se divide en dos
subtipos:
o Estilo indulgente: comportamiento benigno y pasivo, sin normas ni
expectativas elevadas para los hijos, no consideran importante el
castigo, la confianza y democracia en la relación padre-adolescente
son beneficiosas. Los adolescentes con padres indulgentes son
menos maduros, irresponsables, con buenas habilidades sociales
con los iguales, alta autoestima, nula planificación y trabajo y tienen
mayor riesgo de abuso de drogas.
o Estilo negligente: no tiene control sobre sus hijos, no se preocupa
por ellos, se desentiende de su responsabilidad educativa y
desconoce lo que hacen lo hijos. Los adolescentes con padres
negligentes tienen escasas habilidades sociales, nula planificación,
baja autoestima, estrés psicológico y problemas de conducta.
En función de la percepción que tiene el adolescente de su padre y de su madre
se comunicarán más o menos con ellos:
 Percepción del padre
o Padre ausente, los adolescentes no lo ven bien pues consideran que
el padre tiene que asumir la responsabilidad en la educación de los
hijos.
o El padre que mira a otro lado, despreocupado, que ha dimitido de la
labor de educar. La mayoría lamenta esta situación, pero hay otros
que parecen preferirla.
o El padre superprotector, que siente miedo por sus hijos.
o El padre compañero o amigo, complaciente, cómplice, frente a la
madre.
o El padre que provoca pena y al que no le cuenta nada para que no
sufra.
o El padre-padre, que quiere ejercer el rol de padre, discute las cosas
importantes en el seno familiar, consciente de sus posibilidades y
limitaciones y que reconoce la inevitable y necesaria emancipación
de los hijos.
 Percepción de la madre
o La madre ausente.
o La madre amiga, confidente y cómplice.
o La madre preocupada.
o La madre humillada y minusvalorada.
o La madre- madre, que puede decir no, incluso con más rotundidad
que el padre.
Diversos estudios señalan que los comportamientos de riego en los adolescentes
tienen que ver con la comunicación de estos con sus padres, un mal control de los
padres sobre lo que hacen sus hijos, dónde y con quien, en el caso concreto de la
delincuencia juvenil los factores de riesgo son: conflictos familiares, padres
delincuentes, crueles, negligentes, castigadores, con débil supervisión y disciplina
errática del hijo, también son factores de riesgo aunque en menor grado el tamaño
grande de la familia y la pobreza.
En el consumo adolescente de drogas uno de los factores principales son los
vínculos más estrechos con amigos que consumen o muestran actitudes
permisivas hacia las drogas que con los padres. Los factores de protección son: la
cohesión familiar, comunicación y apoyo de los padres, relación positiva, vínculos
afectivos estrechos, establecimiento de normas, acuerdo de los padres en temas
educativos, no permisividad de los padres respecto al consumo de drogas y
desaprobación familiar del uso de drogas.

Referencia:
Bartolomé, R., Montañez, J., Montañez, M y Parra, M. (2008). Influencia del
contexto familiar en las conductas adolescentes. Ensayos. 17.

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