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6 marzo 2019
http://www.eduforics.com/es/los-estilos-educativos-en-la-familia-y-como-se-
manifiestan-en-el-aula/
Afecto y comunicación
Se refiere al afecto y apoyo explícito, a la aceptación e interés por las cosas del
niño/a y a la sensibilidad ante sus necesidades. De esta manera, los/as hijos/as se
sienten amados/as, aceptados/as, entendidos/as y con lugar para ser tenidos/as en cuenta.
Control y límites
– Estilo democrático
En cuanto al estilo educativo democrático se refiere, su característica principal es que
presenta un alto nivel tanto de afecto y comunicación y un alto nivel de límites. Los
progenitores:
– Tratan de guiar la conducta del niño/a por medio del respeto y reconocimiento mutuo,
mostrando interés por satisfacer las necesidades que demandan sus hijos/as y
reconociendo y respetando la individualidad y los derechos de los menores.
– Estilo permisivo
– Llevan a cabo una crianza sobreprotectora con escasa disciplina. Los niños y niñas
que viven en hogares con padres/madres con un estilo permisivo demuestran ser
dependientes y poco obedientes, tienen dificultad en la interiorización de valores y para
enfrentar situaciones nuevas, son más inmaduros, tienen baja autoestima, escasa
motivación, tienen bajos niveles de control de sus impulsos y bajos niveles de tolerancia
a la frustración, manifiestan dificultades a nivel conductual.
– Estilo negligente
Los padres y madres con un estilo parental negligente transmiten bajas dimensiones de
afecto y comunicación así como una escasez de control de exigencias (Comino y Raya,
2014). Los progenitores:
Quienes han crecido y vivido con unos padres/madres con estilo parental negligente,
presentan problemas académicos, emocionales, conductuales, sociales e incluso de
identidad personal. La falta de afecto, de supervisión y guía, de estos niños/as y
adolescentes conlleva efectos muy negativos en el desarrollo de los mismos: sienten
inseguridad e inestabilidad, son dependientes de los/as adultos/as, tienen dificultad de
relación con sus pares, tienen baja tolerancia a la frustración y bajos niveles de
autoconcepto y autoestima, etc. Estos niños suelen engañar con facilidad, mostrarse
desconfiados con los demás y tener un carácter vulnerable, testarudo e impulsivo, lo
cual facilita la aparición de conductas agresivas y conflictos.
– Estilo autoritario
Las investigaciones sobre modelos de crianza relacionan el estilo autoritario con una
alta rigidez debido al gran uso que los progenitores hacen del control y las exigencias
frente a la escasez de afecto y comunicación en las relaciones con sus hijos/as (Comino
y Raya, 2014). Los progenitores:
– No explican los motivos de sus comportamientos, sino que atribuyen unas normas
concretas dentro del núcleo familiar sin aceptar ningún tipo de cuestionamiento ni
contar con la opinión del niño/a.
– No muestran afecto.
Aunque, los estilos educativos parentales descritos son una forma teórica de acercarnos
a nuestra práctica y en muchos casos no nos identificamos con un estilo en concreto,
estas definiciones nos ayudan a reflexionar sobre nuestra tendencia de actuación y el
efecto que esta tiene sobre el niño. De esta manera, en función de nuestros objetivos
podremos reflexionar acerca de qué comportamiento debemos tener.
– Corten de forma tajante las conductas negativas de sus hijos/as, sirviendo ellos
en todo momento de modelo no sólo verbal sino conductual, pues no hay que
olvidar que en todo momento ellos son el modelo referencial para sus hijos/as.
– Proporcionen a sus hijos/as pautas que les sirvan para resolver conflictos que se les
puedan presentar en clase.
– Mantengan una relación cercana y de interés con el centro escolar donde acude
su hijo/a, involucrándose y participando en el seguimiento escolar, y
relacionándose con los profesores/as.