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La enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico ocurre en todos los grupos
etarios, especialmente en las personas de entre 40 y 59 años que tienen un alto
riesgo de enfermedad cardíaca debido a los factores de riesgo como son la
obesidad y la diabetes de tipo 2. La afección también se encuentra estrechamente
unida al síndrome metabólico, un grupo de anomalías que incluyen el aumento de
la grasa abdominal, la escasa capacidad para consumir insulina, la presión arterial
alta y los niveles altos de triglicéridos, un tipo de grasa de la sangre.
Síntomas
El hígado
La enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico generalmente no presenta
signos ni síntomas. Cuando lo hace, estos pueden incluir:
Fatiga
Bazo dilatado
Palmas rojas
Pide una consulta con tu médico si tienes signos y síntomas persistentes que te
causan preocupación.
Causas
Los expertos no saben exactamente por qué algunas personas acumulan grasa en
el hígado y otras no. Asimismo, hay una comprensión limitada del motivo por el
que algunos hígados grasos desarrollan inflamación que progresa hasta la cirrosis.
Tanto el hígado graso no alcohólico como la esteatosis hepática no alcohólica
están relacionados con los siguientes factores:
Sobrepeso u obesidad
Factores de riesgo
Una amplia variedad de enfermedades y afecciones pueden aumentar tu riesgo de
la enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico; estas incluyen:
Síndrome metabólico
Diabetes tipo 2
Hepatitis vírica
La hepatitis es una inflamación aguda o crónica del hígado, debida
generalmente a una infección vírica. Dos tipos de virus de la hepatitis, el B y
el C, constituyen juntos la causa principal de cirrosis y cáncer hepáticos. En
la actualidad la hepatitis vírica es un gran problema de salud pública global.
Afecta a cientos de millones de personas en todo el mundo y genera tasas
de morbilidad y mortalidad y pérdidas socioeconómicas notables.
Definición
Diagnóstico
Prevención / Tratamiento
Guías
La hepatitis A se cuenta entre las infecciones transmitidas por los alimentos más
frecuentes y puede causar brotes graves. En los países en vías de desarrollo, el 90 %
de los niños se infecta a la edad de 10 años.
La mayoría de las personas con hepatitis crónica ignoran que la tienen.
Fuentes: Notas descriptivas de la OMS sobre hepatitis B (n.º 204), hepatitis C (n.º 164) y hepatitis A (n.º 328),
julio de 2013
DefiniciónARRIBA
La hepatitis es una inflamación del hígado. La infección aguda de algunos tipos de hepatitis
puede desembocar en una infección crónica que puede causar hepatopatías, incluidas la
cirrosis y el cáncer. Se puede desarrollar como consecuencia del alcoholismo o los
medicamentos, pero lo más habitual es que la causa sea una infección vírica. Se han
identificado cinco virus de hepatitis distintos: A, B, C, D y E. Juntos, afectan a alrededor de
400 millones de personas en todo el mundo. Las hepatitis A, B y C son los tipos más
frecuentes.
Las hepatitis B y C, que pueden dar lugar a hepatitis crónica, son especialmente
prevalentes. Son las causas principales de cáncer de hígado, cirrosis hepática y mortalidad . 1,2,3
La cirrosis debida a hepatitis es una de las principales causas de los trasplantes de hígado . 2
La vía de transmisión cambia en función del tipo de hepatitis vírica (véase la gráfica). Existen
vacunas contra el virus de la hepatitis A (VHA) y el virus de la hepatitis B (VHB); por lo demás,
la higiene y la educación contribuyen a la prevención. Durante la fase aguda, la hepatitis
puede causar síntomas pseudogripales (p. ej. náuseas, vómitos), ictericia, heces claras y orina
oscura. Con todo, la hepatitis vírica es en gran medida asintomática, por lo que la mayoría
de las personas afectadas ignoran que la padecen. Por ese motivo, se dice que la hepatitis
es una "epidemia silenciosa".
Vía VHA V
Sangre, p. ej. mediante transfusión; instrumentos contaminados en entornos de atención sanitaria; uso No
compartido de agujas entre consumidores de droga.
DiagnósticoARRIBA
La hepatitis puede resultar difícil de diagnosticar porque puede ser asintomática o porque
sus síntomas pueden ser inespecíficos.
o ictericia
Forma grave: hepatitis fulminante
o signos clínicos: encefalopatía hepática
o signos biológicos: nivel de protrombina (< 50 %); nivel de transaminasas no
correlacionado con la gravedad de la hepatitis fulminante
Cuando se sospecha que un paciente tiene hepatitis, conocer sus antecedentes suele
ayudar a los médicos a orientar su diagnóstico. A continuación se relacionan las
1,2
Las personas infectadas de VIH tiene un mayor riesgo de contraer tanto hepatitis B
como hepatitis C. Se calcula que la cuarta parte de las personas infectadas de VIH en
EE. UU. están infectadas del VHC. 2
Personal sanitario 2
Los asiáticos y los habitantes de las Islas del Pacífico tienen un mayor riesgo de
contraer la hepatitis B. 2
Como los distintos tipos de hepatitis causan síntomas parecidos durante la fase aguda, las
pruebas serológicas son importantes para determinar el tipo de virus y cuándo fue
contraído. Una vez que se han obtenido los resultados serológicos (y, posiblemente, se ha
efectuado una biopsia hepática para evaluar la gravedad), se pueden aplicar las medidas
pertinentes de tratamiento y manejo.
Hepatitis vírica: guía rápida de los marcadores serológicos
ación Hepatitis Marcadores serológico
Prevención / Tratamiento ARRIBA
Prevención
La incidencia de la hepatitis vírica no está distribuida por igual en el mundo. La razón principal
es la falta de acceso a medidas de prevención en las poblaciones y los países con
escasos recursos. De ahí que la política global de la OMS para la prevención y el control de
la hepatitis vírica aspire a adaptar las respuestas al contexto nacional o regional específico . 3
En general, ese objetivo concuerda con las principales estrategias de salud mundial. En el
caso de la hepatitis, las estrategias de prevención más importantes son: acceso universal a
la vacunación infantil contra la hepatitis B; mejora de la higiene y de las prácticas dentro y
fuera del entorno de atención sanitaria; y pruebas de detección.
Vacunación: Existen vacunas eficaces contra la hepatitis A y la hepatitis B . La vacuna contra
2,3
el VHB también protege contra el VHD, ya que el VHD solo afecta a poblaciones ya infectadas
de VHB.
La vacunación infantil universal está dando muy buenos resultados por lo que respecta
a limitar el número de infecciones por VHB.
La vacunación está contribuyendo a reducir las transmisiones materno-infantiles
(principal transmisión del VHB)
Los programas de sensibilización y vacunación también ayudan a limitar la
propagación entre adultos, en particular entre los grupos de riesgo. En algunos países, la
vacunación es obligatoria para ciertos grupos de riesgo.
Higiene: Unas medidas de higiene adecuadas constituyen un método de prevención
importante de todos los tipos de hepatitis vírica. Dichas medidas incluyen:
Tratamiento
El tratamiento de los diversos tipos de hepatitis varía enormemente, al igual que el tratamiento
de la enfermedad aguda frente a la enfermedad crónica.
Hepatitis A
Suele resolverse por sí sola. El tratamiento de los síntomas incluye el descanso y la
eliminación del alcohol.
Hepatitis B
La infección aguda por VHB no suele tratarse en los adultos inmunocompetentes, ya que se
espera que se resuelva de forma natural.
Tratamientos actuales de la infección crónica por VHB : 5
Interferón alfa pegilado (IFN-PEG)
Análogos de nucleótidos (AN):
o Primera línea: entecavir (ETV), tenofovir (TDF)
o Segunda línea: adefovir, telbivudina, lamivudina
Se puede considerar un trasplante de hígado en el caso de cirrosis descompensada.
Se recomienda el análisis farmacológico de sangre durante el tratamiento, a su
finalización y en un periodo posterior a su finalización.
Hepatitis C
No hay tratamiento específico de la infección aguda por VHC
Tratamiento de referencia de la infección crónica por VHC : 6
Hepatitis D
No hay tratamiento específico de la infección aguda por VHD. Consúltese la prevención y el
tratamiento de su virus colaborador, el VHB.
Hepatitis E
En términos generales no existe tratamiento específico de la infección aguda por VHE, aunque
el tratamiento con ribavirina puede resultar eficaz. En el caso de los pacientes
inmunodeficientes, puede moderarse el tratamiento inmunodepresor. Por lo demás, el
tratamiento suele centrarse en mitigar los signos y síntomas.
Medicamentos usados en Bronquitis Crónica
1. Broncodilatadores:
Son medicamentos que actúan evitando y controlando el cierre de la pared del
bronquio (broncoespasmo). Actualmente se prefiere administrarlos en aerosoles.
Algunos son:
2. Corticoides:
También se usan como recurso en los pacientes con bronquitis crónica, por su
acción antiinlamatoria asociada con los broncodilatadores.
3. Mucolíticos y expectorantes:
Se consideran medicamentos utilizados. Especialmente para activar el
movimiento de los cilios y de esta manera mejora la limpieza con el pulmón. Por
otro lado, ayudan a que el moco sea menos espeso y de esta forma facilitar su
expulsión.
Algunos son: Ambroxol Clorhidrato: Mucosalvan, Vaksan, Fluimucil, etc.
algunos vienen en mezcla con broncodilatadores.
4. Antibióticos:
Son utilizados para modificar el aspecto purulento de la expectoración y mejorar
en algo la tos. Produciendo un alivio en los síntomas del paciente. Evitan
complicaciones respiratorias mayores, y previenen en algunos casos
hospitalizaciones.
Antecedentes personales:
Exploración física:
Exploraciones complementarias:
Diagnóstico diferencial:
Tratamiento: