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1.1. HEPATITIS.
2.1. PANCREATITIS.
1.1. HEPATITIS.
Es una inflamación del hígado debido a la necrosis de sus células, puede tener distintas causas
como virus, bacterias, fármaco, alcohol, algunos tumores o quistes, etc.
2. ICTERICIA
OBSTRUCTIVA: aumento
COLEDOCOLITIASIS
de la bilirrubina en sangre.
(cálculo en el colédoco)
3. PANCREATITIS: por
Puede producir:
acumulación del jugo
pancreático.
4. CIRROSIS BILIAR
SECUNDARIA.
2.1. PANCREATITIS.
• El alcoholismo crónico. El alcohol tiene una acción tóxica directa sobre el parénquima
pancreático.
• Litiasis biliar. La obstrucción de la ampolla de Vater por cálculo vesicular, que bloquea el
conducto de Wirsung y el colédoco provoca que las enzimas se acumulen en los conductos
intraglandulares. Se acumula tanto tripsinógeno que acaba activándose y pasando a tripsina. La
tripsina activa a su vez otras enzimas y al propio tripsinógeno en un círculo vicioso. Su resultado es
la activación de las enzimas y la autodigestión de grandes porciones de la glándula cuya capacidad
de producción de enzimas puede verse comprometida para siempre.
Con menor frecuencia, otras causas serían: el efecto de algunos medicamentos, traumatismos,
algunas alteraciones metabólicas (hipertrigliceridemia o hipercalcemia) o infección por virus.
Se caracteriza por dolor abdominal continuo localizado en epigástrio y región periumbilical, con
irradiación a espalda, tórax y otras zonas abdominales, muy intenso, que persiste varios días y se
alivia al sentarse con el tronco inclinado hacia adelante. Otros síntomas son nauseas, vómitos,
distensión abdominal y elevación de las enzimas pancreáticas (amilasa y lipasa) en sangre y orina.
La forma leve o edematosa (80% de los casos) se acompaña de mínima alteración del órgano y
se suele recuperar sin incidentes.
La forma grave o necrohemorrágica se da entre el 15-20% de los casos y se asocia al síndrome
de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS) y, eventualmente, al fallo multiorgánico (FMO).
*SRIS: Respuesta clínica, que se da tras una agresión inespecífica, que es una consecuencia de
una serie de alteraciones metabólicas y endocrinas generales.
*FMO:
- Existe una función alterada de los órganos en un paciente crítico
- La homeostasis no puede mantenerse sin intervención
-Existe una disfunción de uno o más sistemas; la afectación de 4 o más sistemas significa una
mortalidad cercana al 100%)
De las enfermedades que cursan con insuficiencia pancreática, la más importante por su
frecuencia es la pancreatitis crónica, que se caracteriza por cambios histológicos irreversibles que
conducen a la pérdida de estructura anatómica (con fibrosis del tejido y en ocasiones
calcificaciones) y de función del órgano (endo y exocrina) y a dolor abdominal.
En las fases iniciales de la enfermedad, la pancreatitis aguda puede ser indistinguible de la
pancreatitis crónica, ya que ésta puede cursar con brotes.
Las causas más frecuentes de pancreatitis crónica, al igual que en la pancreatitis aguda, son el
alcoholismo y la litiasis biliar. En un porcentaje de pacientes no es posible identificar una causa.
El deterioro progresivo del tejido pancreático condiciona un déficit nutricional que, cuando
afecta al 90% de la glándula, se traduce en la maldigestión-malabsorción de las grasas, de los
carbohidratos y de las proteínas.
La malabsorción de las grasas/esteatorrea es el problema clínico más relevante y precoz, y
aparece por una disminución en la secreción de lipasa del 90%. En la insuficiencia pancreática leve
o moderada puede pasar clínicamente desapercibida la esteatorrea. Cuando ésta aparece, suele existir
una disminución de la absorción de vitaminas liposolubles y desnutrición.
También aparece proteinorrea (menos intensa y más tardía que la esteatorrea), cuando la
secreción de tripsina disminuye un 90%. Pueden pasar de 10 a 20 años antes de que aparezcan
esteatorrea y proteinorrea en un paciente con pancreatitis crónica alcohólica.
El tratamiento de la insuficiencia pancreática exocrina se centra en la administración oral de
cantidades adecuadas de enzimas pancreáticas, que son capaces de corregir totalmente la
proteinorrea y de mejorar sustancialmente la esteatorrea.
Esta diferente respuesta es debida a que la lipasa es más susceptible que la tripsina a la inactivación
por el ácido gástrico.
Los preparados de enzimas pancreáticas deben administrarse durante las comidas para favorecer
su mezcla con el alimento.
Las preparaciones estándar deben acompañarse de medicación antisecretora gástrica (ranitidina,
omeprazol), para reducir hasta niveles mínimos su inactivación por el ácido gástrico, aunque en la
actualidad existen preparados con cubierta entérica, resistentes al ácido, muy eficaces.
El tratamiento dietético es el segundo pilar del tratamiento de la insuficiencia pancreática exocrina
crónica. Va dirigido a adecuar la dieta a la capacidad digestiva y a las necesidades metabólicas.
1- La cantidad de carbohidratos debe ajustarse individualmente.
Si padecen diabetes, deben restringirse los azúcares simples y aumentarse los hidratos de carbono
complejos; de éstos, deben elegirse los alimentos con una tasa moderada en fibra, ya que ésta inactiva
las enzimas pancreáticas sintéticas.
2-Como norma general, la cantidad de grasa en la dieta debe individualizarse:
a) Según el grado de reducción de la esteatorrea conseguido mediante la administración de
suplementos enzimáticos pancreáticos.
b) Según el incremento de peso del paciente.
3- La ingesta de proteínas en estos pacientes debe ser alta, como fuente calórica, y para restablecerse
de la desnutrición.
4- Hay que suplementar la deficiente absorción de vitaminas liposolubles.
En general, se recomendará una dieta con mediana cantidad de fibra vegetal, con alimentos blandos
tras cocción larga, baja en grasas y rica en proteínas e hidratos de carbono complejos, con comidas
frecuentes y de poca cantidad. Es fundamental el abandono del consumo de alcohol.
La aparición de diabetes refleja la insuficiencia endocrina, indicando un estadío avanzado de la
enfermedad, y ocurre en un 30-40% de los casos.
La diabetes pancreática por insuficiencia del páncreas endocrino puede contribuir a la
desnutrición. Desde el punto de vista del tratamiento la diabetes pancreática tiene grandes similitudes
con la diabetes mellitus tipo 1, que estudiaremos a continuación.