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La nutrición es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo. Una
buena nutrición (una dieta suficiente y equilibrada combinada con el ejercicio físico regular) es un
elemento fundamental de la buena salud.
Una mala nutrición puede reducir la inmunidad, aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades,
alterar el desarrollo físico y mental, y reducir la productividad ( OMS)
Grande Covian: La palabra nutrición designa el conjunto de procesos mediante los que el organismo
vivo utiliza los distintos componentes de los alimentos (nutrientes), para la liberación de energía, el
desarrollo y mantenimiento de las estructuras corporales, y la regulación de los procesos
metabólicos.
La nutrición durante la edad pediátrica ha evolucionado enormemente en los últimos decenios. Hace
años era una disciplina enfocada a la alimentación del lactante con el fin de conseguir un crecimiento
y desarrollo adecuados, y en sus aspectos terapéuticos, a la prevención de enfermedades
carenciales frecuentes, como las deficiencias de vitamina D o de hierro. Actualmente existen datos
epidemiológicos, experimentales y clínicos que demuestran que las enfermedades más prevalentes
en las sociedades desarrolladas se expresa en el periodo adulto tienen su origen en la edad
pediátrica. Como es la aterosclerosis, la osteoporosis y la HTA; las formas de obesidad que se
inician en la infancia tienden a perpetuarse en el adulto, La caries dental, que se manifiesta en la
infancia, tiene repercusiones tardías en el adulto.
Por todo ello, la nutrición pediátrica va mucho más allá de la alimentación del lactante y de la
prevención de deficiencias de macro- y micronutrientes en niños pequeños. Dada la importancia de
la prevención primaria de las enfermedades citadas, es labor del pediatra establecer unos hábitos
dietéticos adecuados desde el nacimiento y a lo largo de toda la edad pediátrica
-La nutrición es el proceso fisiológico mediante el cual nuestro organismo recibe, transforma y utiliza
las sustancias químicas contenidas en los alimentos. Es un acto involuntario e inconsciente que
depende de determinadas funciones orgánicas como la digestión, la absorción y el transporte de los
nutrientes de los alimentos hasta los tejidos.
Puesto que es bastante difícil actuar voluntariamente en los procesos de nutrición, si queremos
mejorar nuestro estado nutricional sólo podemos hacerlo mejorando nuestros hábitos alimenticios.
De esta manera, nuestro cuerpo obtiene energía y puede construir y reparar las estructuras
orgánicas, y regular los procesos metabólicos.
Para llevar a cabo todos los procesos que nos permiten estar vivos, el organismo humano necesita
un suministro continuo de materiales que debemos ingerir: los nutrientes
Los nutrientes son todas las sustancias contenidas en los alimentos que son necesarias para vivir y
mantener la salud. Nutrientes esenciales son aquellos que el organismo no puede sintetizar (a partir
de otros) y, por tanto, depende absolutamente de su ingesta en los alimentos. El número de
nutrientes que el ser humano puede utilizar es limitado. Sólo existen unas pocas sustancias, en
comparación con la gran cantidad de compuestos existentes, que nos sirven como combustible o
para incorporar a nuestras propias estructuras.
Sin embargo, éstos no se ingieren directamente, sino que forman parte de los alimentos. Las
múltiples combinaciones en que la naturaleza ofrece los diferentes nutrientes nos dan una amplia
variedad de alimentos que el ser humano puede consumir. Se puede hacer una primera distinción
entre los componentes de cualquier alimento en base a las cantidades en que están presentes: los
llamados macronutrientes, que son los que ocupan la mayor proporción de los alimentos, y los
llamados micronutrientes, que sólo están presentes en pequeñísimas proporciones.
Los macronutrientes son las proteínas, glúcidos (o hidratos de carbono) y lípidos (o grasas). También
se podría incluir a la fibra y al agua, que están presentes en cantidades considerables en la mayoría
de los alimentos, pero como no aportan calorías no suelen considerarse nutrientes.
Entre los micronutrientes se encuentran las vitaminas y los minerales. Son imprescindibles para el
mantenimiento de la vida, a pesar de que las cantidades que necesitamos se miden en milésimas, o
incluso millonésimas de gramo (elementos traza u oligoelementos).
Leyes de la Alimentación
Pedro Escudero creo las Leyes de la Alimentación para conocer la normalidad de un plan alimentario. Estas normas se denominan:
Ley de la Cantidad: todo plan debe cubrir las necesidades calóricas de cada organismo. Por ello, debemos estimar el gasto
energético del individuo para mantener su balance energético.
Ley de la Calidad: todo plan debe ser completo en su composición, esto es, que debe aportar hidratos de carbono,
proteínas, grasas, vitaminas y minerales. El valor calórico total debe tener una distribución adecuada y tener en cuenta,
además, los alimentos protectores.
Ley de la Armonía: esta ley se refiere a la relación de proporcionalidad entre los distintos nutrientes. Por ejemplo cuando
relacionamos el post train con la adecuada relación de hidratos y proteínas.
Ley de la Adecuación: la alimentación se debe adecuar al momento biológico, a los gustos y hábitos de las personas, a su
situación socio-económica y a la/s patología/s que pueda presentar.
Las cuatro leyes están relacionadas entre sí y se complementan. Por lo tanto, desde el punto de vista bilógico, se puede decir que
existe una sola ley de la alimentación: La alimentación debe ser suficiente, completa, armónica y adecuada. El plan de alimentación
correcto es el que responde a estas cuatro leyes. Se lo denomina también régimen normal. No obstante, desde el punto de vista
médico, sólo podrá modificarse una de las leyes con fines terapéuticos, en cuyo caso, el régimen es dietoterápico. La ley que
SIEMPRE debe cumplirse es la Ley de la Adecuación, de lo contrario el régimen es incorrecto.
Es la cantidad de energía y nutrientes necesarios para mantener no solo la salud, sino también el
crecimiento y un grado apropiado de actividad física.
Cuando ingerimos alimentos, es decir, cuando comemos, no sólo saciamos nuestro apetito y
disfrutamos con ello, sino que estamos aportando a nuestro organismo los nutrientes que necesita
para la vida. Los nutrientes son sustancias que el cuerpo humano requiere para llevar a cabo
distintas funciones y que sólo puede adquirir a través de los alimentos.
En los niños las necesidades energéticas pueden ser divididas en dos grandes categorías:
La investigación nutricional provee información esencial sobre cómo la degradación del medio
ambiente puede llevar a grandes problemas de salud relacionados con la nutrición, tales como la
desnutrición, las enfermedades, contagiosas y la contaminación. Cuando las personas tienen acceso
reducido a e ingesta reducida de biorecursos cruciales, pueden sufrir de desnutrición calórico-
protéica y de deficiencias de micronutrientes. La diabetes y las enfermedades coronarias que reflejan
la reducción del consumo de nutrientes y de no nutrientes que protegen la salud subrayan el costo
del aumento en la dependencia de alimentos procesados o de una base reducida de especies por
parte las sociedades industriales y las poblaciones urbanas.
Los mayores problemas de salud de importancia mundial, como la tuberculosis, las enfermedades
gastrointestinales, el sarampión y las enfermedades respiratorias, reflejan la interacción entre los
factores nutricionales y ambientales. La contaminación ambiental con químicos industriales y
agrícolas tales como los metales pesados, los organoclorados y los radionucleótidos pueden
comprometer el estado nutricional y de salud de las personas ya sea directamente o a través de
cambios en la dieta. Los herbicidas y los pesticidas eliminan de los agro-ecosistemas fuentes de
alimentos no cultivados; otros químicos pueden hacerlos no aptos para el consumo. Los
contaminantes orgánicos persistentes (COPS) transportados en la atmósfera pueden tener efectos
adversos sobre los sistemas de alimentación tradicionales que se localizan bastante lejos de los
principales sitios de uso de pesticidas.
A su vez, una nutrición adecuada aumenta las opciones para la conservación, o por lo menos reduce
la presión para que la gente, en su lucha por satisfacer las necesidades básicas, use los recursos de
manera insostenible. La integración de las dimensiones biológica, social y cultural de las relaciones
entre el ser humano y el medio ambiente es tan esencial a la sostenibilidad presente y futura de la
salud humana como lo ha sido a través de la historia.
El modelo de consumo alimentario en los países pobres se caracteriza por una alimentación
monótona donde el alimento base proporciona el 60-90% del aporte energético, con una pequeña
cantidad de productos animales en la composición de la ración, con un aporte glucídico elevado (en
forma de azúcares complejos, generalmente), un aporte proteico discreto (y esencialmente vegetal) y
un aporte elevado de fibras (Hercberg y Galán, 1988). Las consecuencias que este modelo tiene
para la salud pública van en la línea de carencias en energía y proteínas o carencias específicas de
minerales o vitaminas.
Los factores que afectan a la elección de los alimentos y que pueden condicionar el estado
nutricional son, entre otros, las pautas de crianza, los cuidados y la alimentación del niño, el marco
familiar, las preferencias alimentarias, los tabúes, la religión, el marco social, el costumbrismo, el
nivel cultural, el marco educativo, los hábitos de higiene, el estado de salud, la educación nutricional,
la publicidad, el marketing, la disponibilidad económica, etc. Todos estos factores son importantes a
la hora de decidir lo que comemos, cómo lo Alimentación, nutrición y salud comemos…generando
modelos de consumo alimentario diferentes según países o grandes regiones mundiales (Hercberg y
Galán, 1988), como hemos comentado con anterioridad. Resumiendo, podemos decir que los
modelos alimentarios se crean en torno a una geografía concreta de cultivos y cría de animales,
según los adelantos tecnológicos y la capacidad económica de la comunidad. Entonces, los hábitos
alimentarios específicos se adaptan a la situación, siendo influidos por creencias religiosas y
prohibiciones impuestas.
NECESIDADES ENERGETICAS
Necesidades energéticas - Los requerimientos energéticos se estiman a partir de medidas del gasto
energético más las necesidades energéticas adicionales para el crecimiento, embarazo y lactancia.
- El balance energético se consigue cuando la ingesta energética es igual al gasto energético más el
coste energético del crecimiento durante la infancia y el embarazo, o el coste de la producción de
leche durante el embarazo. *Componentes de las necesidades energéticas - Metabolismo basal
(“basal metabolism”).- Funciones esenciales para la vida, incluidas la función celular, el
mantenimiento de la temperatura corporal, el trabajo de los músculos cardiacos y respiratorios,
función cerebral, etc. El índice metabólico basal (IMB, BMR) es la energía necesaria para el
metabolismo basal en un periodo de tiempo y se mide en condiciones estándar (despierto, acostado,
relajado mentalmente y tras 10-12 h de ayuno y 8 h de descanso físico a una temperatura que no
suponga gasto energético). Dependiendo del estilo de vida, el BMR supone 45-70% del gasto
energético diario
- Respuesta metabólica a la comida o efecto térmico de los alimentos = gasto energético necesario
para los procesos de digestión, absorción y utilización de los nutrientes; mayor para proteínas que
para HC; supone alrededor del 10% del IMB (BMR) - Gasto por actividad física.- Es el componente
más variable. Se incluyen tanto las actividades obligatorias como las voluntarias. - Crecimiento.-
Tiene dos componentes Energía necesaria para sintetizar tejido en crecimiento Energía depositada
en esos tejidos Es diferente dependiendo del momento de la vida - Embarazo.- Se necesita energía
extra para el crecimiento del feto, la placenta, el útero, las mamas, las reservas de grasa y para el
cambio en el metabolismo materno. - Lactancia.- Tiene dos componentes Contenido de energía de la
leche que se secreta Energía requerida para producir la leche
MICRONUTRIENTES Y MACRONUTRIENTES
Los macronutrientes y los micronutrientes son nutrientes esenciales en la dieta infantil de los más
pequeños, dado que son fundamentales para el desarrollo, el crecimiento y su propia salud diaria.
Los macronutrientes son las proteínas, hidratos de carbono y grasas. Mientras que, entre los
micronutrientes, nos encontramos con las vitaminas y minerales. TAMBIEN EXISTEN OTROS
nutrientes esenciales QUE SON IGUAL DE fundamentales, como es el caso de antioxidantes y
oligoelementos, además del consumo adecuado de fibra.
Hidratos de carbono: se convierten en la principal fuente de energía para el cuerpo humano, lo que
significa que son fundamentales comerlos en abundancia cada día. Se dividen en hidratos de
carbono simples (lo mejor es desecharlos y eliminarlos de la dieta), y hidratos de carbono complejos
(que aportan saciedad y se digieren lentamente).
Grasas: proporcionan ácidos grasos esenciales, los cuales participan en el crecimiento y desarrollo
infantil. Además, participan en la regulación de la presión arterial, la inflamación de los tejidos del
cuerpo y la coagulación de la sangre
Vitaminas:
– Vitamina A: ayuda a mantener los huesos fuertes, unos dientes sanos y además es imprescindible
tanto para la piel como para la vista.
– Vitaminas del grupo B: son fundamentales para el correcto funcionamiento del sistema nervioso.
Minerales:
– Hierro: es importante para la sangre, la cual transporta oxígeno desde los pulmones al resto de
células del cuerpo.
– Fósforo: compone los huesos y dientes, además forma parte de sustancias que permiten obtener y
transmitir la energía.
– Potasio: establece el equilibrio entre sales y líquidos que forman parte del organismo.
– Magnesio: forma parte del hueso y es indispensable para el buen funcionamiento de huesos,
nervios y músculos.
La leche producida es conducida por túbulos y conductos hasta los senos lactíferos que son
dilataciones de estos, localizados a la altura de la areola donde se deposita una pequeña cantidad
de leche para ser extraída por la succión del niño. De ellos salen unos 15 a 25 conductos hacia el
pezón.
En el centro de cada mama hay una zona circular que recibe el nombre de areola y contiene
pequeños corpúsculos denominados Tubérculos de Montgomery, que durante la lactancia producen
una secreción que lubrica la piel. En el centro de cada areola se halla el pezón formado por tejido
eréctil que facilita la succión.
La mama está irrigada por las arterias mamarias internas y externas, recibe además vasos de
algunas anatomosis de la arteria intercostal de la rama pectoral de la arteria acromiotoráxica.
Aunque posee las venas correspondientes, gran parte de la sangre venosa para inicialmente a venas
superficiales de grueso calibre que se advierten a través de al piel formando la Red de Haller.
Fisiología de la Lactancia
Para que la producción de la leche sea posible es necesario el desarrollo de la glándula mamaria a
través de cuatro etapas:
•Embrionario
•Puberal
• Gravídico
Desarrollo Embrionario
Las glándulas mamarias empiezan a desarrollarse durante la sexta mamaria. En el feto, la mama se
desarrolla en forma de esbozo por la acción de los estrógenos placentarios y de la suprarrenal. Solo
están formados los conductos principales en el momento del nacimiento y las glándulas mamarias
permanecen sin desarrollarse hasta la pubertad.
Desarrollo Puberal
Al llegar a la pubertad la mama crece y se desarrolla paralelo a los demás cambios propios de esta
etapa de la vida. El desarrollo ocurre por efecto de las hormonas Estrógenos y Progesterona
secretadas en el ovario.
Los Estrógenos actúan preponderantemente estimulando los conductos lactíferos, mientras que la
Progesterona produce crecimiento en los alvéolos.
Existen influencia de la hormona del crecimiento STH o Somototrofina y de la hormona Prolactina
secretada en la hipófisis anterior. La hormona Tiroxina proveniente de la Tiroides puede tener
influencia en el desarrollo mamogénico.
Desarrollo Gravídico
En esta etapa entra un nuevo elemento placentario de gran importancia llamado hormona
Lactógeno-Placentario cuya acción consiste es estimular el crecimiento de la mama.
La eyección se produce a través del siguiente mecanismo: Alrededor de los alvéolos y conductos
lactíferos existen fibra musculares que contraen y comprimen los alvéolos haciendo que la leche
contenida en su interior pase al sistema de conductos. Estas fibras musculares son estimuladas y se
contraen por la acción de la hormona Oxitocina liberada en el lóbulo posterior de la hipófisis.
Para que se libre, es necesario que el niño succione la mama y se produzca un estímulo nervioso
que genere un reflejo neuro-hormonal en la hipófisis posterior.
De ésta manera forma el niño en el acto de mamar desencadena dos reflejos simultáneos: Uno de
mantenimientos de la secreción láctea o Reflejo de Lactopoyesis y otro de contratación de la
musculatura lisa de los conductos o Reflejo de Eyección.
Este mecanismo es parecido a la “Ley y Oferta y Demanda”, es decir que entre más succione el niño
(Demanda), habrá mayor producción de leche (Oferta) por parte de la madre.
Agua
Tras la iniciación de la lactancia y durante las primeras semanas, la mayoría de las mujeres
demandan información, necesitan una orientación eficaz, una ayuda práctica con la posición del
bebé para amamantar, además de sugerencias y reconocimiento de las experiencias, sentimientos
de otras madres, apoyo y aliento. Todo esto hace necesario la planificación y preparación durante el
período del embarazo de todas las demandas y preocupaciones futuras que seguro aparecerán
cuando se inicie la lactancia. Por lo tanto se hace imprescindible antes del nacimiento la asistencia a
clases de educación maternal, además de informarse sobre la lactancia materna y sus beneficios,
sobre las técnicas y posiciones adecuadas, además de plantear las posibles dudas y preocupaciones
a la matrona, pediatra o personal especializado. También se hace necesario conocer y tomar
contacto previo con los grupos de apoyo de lactancia que existen en nuestra localidad o fuera de ella
a los que se podría acudir en caso de que surgieran dudas en cualquier momento durante el inicio o
desarrollo de la lactancia. Respecto al cuidado de los pechos durante el embarazo, muchas madres
se aplican productos diversos como cremas y pomadas en mamas y pezones, también realizan
ejercicios del pezón en caso de que sean invertidos. No es necesario la realización de éstos, ya que
no han demostrado utilidad, el pecho no necesita cuidados especiales durante el embarazo.
Inmediatamente después del parto los pechos estarán totalmente preparados para dar comienzo a la
lactancia. Se puede comenzar a observar salida de calostro incluso en los últimos meses de
embarazo.
CUIDADOS EN EL AMAMANTAMIENTO
Durante el embarazo y antes incluso hemos indicado que no son necesarios cuidados específicos
para llevar a cabo una lactancia eficaz, en cambio durante la lactancia si hay un problema de dolor
en los pezones o de grietas la causa es una posición incorrecta del niño al pecho y para resolver el
problema hay que adoptar una postura correcta como veremos más adelante. No se recomienda
lavar el pecho en cada toma porque el jabón y el alcohol pueden aumentar el dolor en el pezón ya
que se destruye la protección natural que aportan las pequeñas glándulas que rodean la areola. Es
suficiente con la ducha diaria.
La lactancia es la forma mejor y más saludable de nutrición porque el recién nacido regula su
composición en función de sus necesidades, contiene los nutrientes más apropiados y necesarios en
cada momento del desarrollo del niño. La composición de la leche materna se adapta en función de
las necesidades del crecimiento, además se digiere con facilidad, contiene las enzimas apropiadas
que mejoran las digestiones facilitando el establecimiento de una flora bacteriana bífida que
protegerá el aparato digestivo del lactante incluso en su vida adulta, contiene endorfinas que
producen relajación y sueño, hormonas y muchos otros componentes beneficiosos.
Uno se los beneficios más importantes de la lactancia materna es su poder inmunológico, debe ser
considerada la primera vacuna que recibe el niño debido a su función protectora contra virus,
bacterias y parásitos; otros beneficios serían los siguientes:
Para la madre
• Mejora la recuperación tras el postparto, acelera la recuperación del útero y además protege frente
a la anemia después del parto.
• Moviliza las grasas de reserva acumuladas durante el embarazo, especialmente alrededor de los
muslos y de las nalgas y favorece la recuperación de la silueta al reducir la circunferencia de cadera.
CONTRAINDICACIONES
Entre las enfermedades maternas que frecuentemente llevan a una retirada injustificada de la
lactancia se encuentran:
LACTANCIA MERCENARIA
Las nodrizas eran muy comunes en la Grecia clásica, siendo preferidas a las propias madres por
Platón y a las mejores se las tenía en gran consideración; Aristóteles en su Historia Animalium se
interesa por la lactancia y describe métodos para determinar si la leche de una mujer, sea la propia
madre o una nodriza es apta para el lactante, llegando a la conclusión de que la leche de los
primeros días o calostro no debe ser consumida por el recién nacido La mayoría de mujeres nobles
del Imperio romano recurrían a nodrizas para amamantar a sus hijos tratado de referencia de la
Ginecología y la Obstetricia durante más de 1.500 años, describe minuciosamente las condiciones
de elección de una buena nodriza, su dieta, régimen de vida y formas de lactar. Pese a ello, la
consideración de una buena madre en la Roma Imperial era aquella que amamantaba a sus hijos.
En la Francia de los siglos XIII al XIX las mujeres de clases media y alta no amamantan a sus hijos,
haciéndolo por medio de nodrizas, leches de diversos animales y preparados de cereales, el médico
francés más famoso de su época, titula un capítulo de una de sus obras Acerca de los senos y el
pecho de la nodriza y una discípula suya, Louise Bourgeoise publica en 1609 el primer libro francés
sobre obstetricia escrito por una matrona, en el que explica los consejos para la elección de una
buena nodriza.
La lactancia mercenaria se extiende de tal manera durante el Renacimiento en Europa, pero sobre
todo en Francia e Italia, que la mayoría de mujeres (las de la clase humilde) amamantaban a más de
una criatura a la vez: la suya propia y la dejada a su cuidado. Teniendo en cuenta el efecto
anticonceptivo de la lactancia, las clases populares tenían una fecundidad limitada por término medio
a un nacimiento bianual, lo que ha podido constituir un efectivo 3 control de natalidad entre las
masas campesinas de la Europa preindustrial.[2, 10] Por el contrario, la fecundidad no controlada por
lactancia entre las clases acomodadas hace que la descendencia pueda suponer de 15 a 20 hijos,
pero a expensas de una terrible mortalidad.
BANCO DE LECHE
Un Banco de Leche es el dispositivo sanitario establecido para la obtención de leche humana a fin
de recogerla, procesarla, almacenarla y dispersarla, con todas las garantías sanitarias, a los
pacientes que precisen de este producto biológico.
En diferentes países existen Bancos de Leche desde el primer tercio del siglo XX. A pesar de que su
uso disminuyó durante los 80, coincidiendo con la aparición del SIDA y el desarrollo de fórmulas
lácteas para prematuros, este declive en el funcionamiento de los Bancos de Leche fue solo
transitorio y actualmente se encuentran extendidos por todo el mundo con una tendencia cada vez
mayor hacia la creación de nuevos bancos.
Los Bancos de Leche no entran en contradicción con la Lactancia Materna sino que contribuyen a
su mayor éxito a través de las siguientes vías:
Es la administración de alimentos diferentes a la leche, que se proporcionan al bebé cuando sus necesidades nutricionales son
mayores a las que pueden cubrir la leche materna o la fórmula. La introducción de sólidos en la dieta del bebé debe llevarse a cabo
de manera suave y paulatina, e iniciarse en el sexto mes de vida.
Las razones por las que debemos introducir alimentos diferentes en la dieta de un bebé son las siguientes:
Necesidades nutrimentales: Tu bebé necesita grandes cantidades de energía y nutrimentos para sustentar su acelerado
desarrollo en esta etapa. Por lo que, a partir del sexto mes, es necesario complementar su alimentación para prevenir
carencias, especialmente de algunos minerales como el hierro
Desarrollo gastrointestinal: Durante los primeros meses de edad, el aparato gastrointestinal de tu hijo se encuentra
inmaduro, por lo que su organismo sólo puede aprovechar lo nutrimentos que contiene la leche materna. A partir del
cuarto mes de vida, empezará a producir sustancias (enzimas) que lo ayudarán a aprovechar los nutrimentos presentes en
otros alimentos
Desarrollo físico: El periodo de ablactación debe coincidir con la desaparición del reflejo de protrusión (empujar con la
lengua lo que se acerca a los labios). Hay comportamientos que facilitarán su alimentación, por ejemplo cuando tu bebé
pueda sostener su cabecita, coordinar el movimiento del labio inferior hacia adentro y sentarse solo (o con tu ayuda).
La etapa de lactante se extiende desde el nacimiento hasta los dos años de edad. Este periodo se inicia con la ingesta exclusiva
de leche, ya que su inmadurez solo le permite la utilización de sus reflejos primarios de succión y deglución. Luego, en las
siguientes etapas, podrá incorporar los alimentos semilíquidos y después sólidos. A lo largo de estos dos años se producen
fenómenos madurativos importantes que afectan al sistema nervioso, al aparato digestivo y al aparato excretor, por lo que la
alimentación debe ser la adecuada a cada edad y etapa madurativa.
Beneficios: La lactancia materna permite que el bebé perciba estímulos sensoriales, como calor, olor, que le ayudan a adquirir
un mejor desarrollo; mantiene una mayor unión madre, hijo, es más económica, no precisa preparación, y produce efectos
favorables sobre la salud del niño y de la madre a corto, medio y largo plazo.
Esta condición de “alimento de elección” está en relación con su composición bioquímica, por sus componentes peptídicos,
celulares e inmunológicos, por su importante papel biopsicosocial en el mantenimiento de la unión
madre-hijo y por sus importantes efectos sobre la salud a corto, medio y largo plazo, tanto del niño como de la madre.
EXISTEN 3 PERIODOS EN LA ALIMENTACIÓN DEL LACTANTE, ESTOS SON PERIODO DE LACTANCIA EXCLUSIVA, PERIODO DE
TRANSICIÓN Y PERIODO DE ADULTO MODIFICADO
- El calostro es la leche que se produce desde el nacimiento hasta el 4º-6º día de vida. Posee gran contenido proteico, con IgA
secretora, lactoferrina, oligosacáridos, factor de crecimiento intestinal y minerales. Es pobre en grasa y predomina en ella el
colesterol. Su función principal es la de proporcionar lo que el niño necesita para el crecimiento y protección del aparato digestivo.
- La leche de transición (desde el 6º al 15º día de vida del bebé) tiene una composición intermedia entre el calostro y la leche
madura. En su composición disminuyen la cantidad de inmunoglobulinas, aumenta la lactosa, los lípidos, las vitaminas liposolubles e
hidrosolubles.
- La leche madura tiene un contenido energético mayor (700 KCAL/L). El 80% es agua, con un contenido proteico de 0,9-1,2 g/dl,
más bajo que la leche de vaca (3,5 g/dl).
COMPONENTES DE LA LECHE MATERNA
AGUA en un 80 porciento
La leche de mujer contiene lactoferrina, lisozima y lactoperoxidasa, que actúan como bacteriostáticos.
Los oligosacáridos, que contienen N-acetil glucosamina estimulan la proliferación de L. bifidus con efecto protector sobre las
infecciones gastrointestinales.
Otros componentes con acción antibacteriana son los gangliósidos y la proteína fijadora de vitamina B12. La IgA secretora,
especialmente presente en el calostro, alcanza la concentración máxima al segundo día postparto.
También posee anticuerpos frente a diferentes virus, como el virus de la poliomielitis, Echo, Coxsackie, Influenza y bacterias,
como Echerichia Coli, neumococo, estafilococo, como consecuencia de la exposición al antígeno por parte de la madre. Se ha
demostrado el efecto protector de la leche materna frente a Campylobacter yeyuni y rotavirus.
Contraindicaciones absolutas: Cáncer materno (quimioterapia), tuberculosis, madre drogadicta, fármacos maternos,
malformaciones, madre con psicosis graves, metabolopatias (galactosemia)
Contraindicaciones relativas: Enfermedades graves Viriasis (HIV, CMV, HTLV-1), psicopatía materna, epilepsia materna no
controlada, fibrosis quística.
FORMULAS:
Los comités de Nutrición de la AAP, de la ESPGHAN y el Comité Científico de Alimentación de la Comisión Europea han establecido
unas recomendaciones sobre las características cualitativas y cuantitativas que deben reunir las fórmulas lácteas destinadas a la
alimentación del lactante.
Existen dos tipos de fórmulas: las fórmulas de Inicio y las fórmulas de continuación a partir de los 4-6 meses, el lactante va
madurando progresivamente en los procesos de digestión y absorción intestinal, en la actividad de las enzimas digestivas y en la
función excretora renal. Por ello, ya no necesita en este periodo una leche de fórmula de inicio, cuya elaboración es más complicada
y más costosa que la de continuación.
Fórmulas de inicio
Debe cubrir por completo las necesidades del lactante sano hasta los 6 meses de edad, aunque puede utilizarse hasta los 12 meses,
siempre que vaya acompañada de la alimentación complementaria. Se obtiene a partir de la leche de vaca en la que se han realizado
modificaciones para adecuarla al bebé humano
Hidratos de carbono: la lactosa es el principal y pequeñas cantidades de glucosa y dextrinomaltosa. No debe contener almidón
ni otros espesantes.
Proteínas: deben tener un valor biológico no menor del 80% de la caseína o un índice químico de al menos el 80% de la leche
humana. La relación seroproteínas/caseína debe ser 60/40. El componente principal es la betalactoglobulina, mientras que en la
leche humana es la alfalactoalbúmina.
Grasas: El ácido linoleico debe aportar del 3-6% de la energía total y representar el 40% de los Ac grasos totales en su
composición. Se aconseja mantener la proporción ácido linoleico/ alfa linolénico entre 5 y 15.
Minerales y oligoelementos más importantes: el Ca y el P deben tener un valor mínimo en la fórmula de 40 mg/100 ml y 20
mg/100 ml respectivamente.
En cuanto al hierro se recomienda una concentración de 0,7 mg/100 ml. Se aconseja un aporte de Zn de 0,2-0,6 mg/100 ml y un
aporte de Cu y Mn similar al que tiene la leche humana. Con relación a las vitaminas los distintos comités de nutrición asumen
las recomendaciones del Codex Alimentario.
Fórmulas de continuación
Están diseñadas para su empleo a partir de los 4-6 meses de edad y siempre formando parte de un régimen alimentario mixto. Se
pueden utilizar hasta los 3 años de edad. No se definen unos límites estrictos para el contenido energético (60-85 kcal/100 ml),
porque el niño ya recibe alimentos distintos de la leche.(Almiron, Aptamil, ADAPTA 2)
Valor biológico de Proteína no debe ser inferior al 85% de la caseína. La cantidad total de hidratos de carbono estará
comprendida entre 5,7-8,6 g/100 ml.
El hidrato de carbono predominante será la lactosa, aunque se permite añadir dextrinomaltosa, almidón, harinas, fructosa (20%
como máximo) para que la lactosa favorezca la biodisponibilidad del calcio.
Con relación a las grasas, la cantidad total es de 2-4 g/100 ml. No hay razón para sustituir totalmente la grasa láctea por grasa
vegetal, ni para suplementar con ácidos grasos esenciales, ya que en esta etapa ya se aportan con otros alimentos.
Cuando una fórmula tiene grasa vegetal el contenido de ácido linoleico no será inferior a 300 mg/100 kcal. La leche de
continuación debe ser enriquecida con calcio (800 mg/L), con una relación
Ca/P entre 1 y 2. Debe suplementarse con hierro, con sales ferrosas que se toleran mejor.
2. PERÍODO DE TRANSICIÓN
Alimentación complementaria: es la formada por cualquier tipo de alimento introducido en la dieta del lactante diferente de la
leche humana o de fórmula.
La diversificación alimentaria, también llamada beikost, tiene dos objetivos: satisfacer los requerimientos nutricionales en esta
etapa de la vida y crear unos hábitos alimentarios saludables. El momento apropiado para iniciar los alimentos semisólidos se
encuentra entre los cuatro y los seis meses de edad Debe adaptarse a la evolución fisiológica del niño: a lo largo de esta etapa, el
niño debe ser capaz de sentarse con alguna ayuda, de mantener bien el control de la cabeza y del cuello y de aceptar comida blanda
administrada con una cuchara. Algo más tarde, entre los siete y nueve meses, comienzan los movimientos de masticación rítmica,
aun en ausencia de dientes, por lo que es conveniente añadir alimentos que requieran una masticación suave.
a) Cereales: están constituidos en un 80% por carbohidratos, aportan energía y son fáciles de digerir. Pueden añadirse a la
leche del biberón o, lo que es preferible, administrarse en forma de papilla para tomar con cuchara. Se aconseja introducir
el gluten sobre los 8-9 meses para evitar las formas graves de presentación de la enfermedad celíaca
b) Frutas: se introducen a partir del 5º mes, sin añadir miel, azúcar o edulcorantes. Las fresas y los melocotones NO deben
administrarse antes del año porque son potencialmente alergénicos. El niño debe tomar las frutas con cucharilla.
c) Carnes: se utilizarán pollo, cordero o ternera, en cantidades progresivas, sin pasar de 25 y 40 g/día al principio. Se toleran
mejor en puré acompañadas de verdura.
d) Hortalizas y verduras: es frecuente comenzar con patata y zanahoria, añadiendo una cucharada de aceite de oliva al puré,
lo que mejora su palatabilidad.
e) Las espinacas, acelgas, coles, nabos y remolacha deben introducirse después de los ocho meses, porque su excesivo
contenido en nitritos puede causar metahemoglobinemia en menores de esa edad.
f) Pescados: la introducción del pescado se retrasa hasta los nueve meses por su potencial alergénico.
j) Yogurt: entre los 9 y los 12 meses, mejor el preparado con leche de fórmula adaptada.
k) Leche de vaca: es preferible retrasar su introducción después de los dos años de edad. La administración temprana se
asocia con:
• Anemia ferropénica y déficit de hierro sin anemia, que puede originar trastornos en la conducta y el desarrollo psicomotor del
niño.
• Deshidratación en situaciones de riesgo, por sobrecarga renal de solutos.
• Cambios en el perfil lipídico del lactante, con posibles consecuencias a largo plazo
Hacia los seis u ocho meses se pueden ofrecer galletas sin gluten para favorecer el aprendizaje de la masticación. El agua es
indispensable. Si está bien controlada, se puede consumir del grifo.
• 9-10 meses: se introduce el pescado cocido (fresco o congelado) añadido al puré de verduras. Se inicia con pescado blanco que
tiene menos grasa, alternándolo con la carne (pollo, vaca, ternera, cordero). Puede ofrecerse yogur natural elaborado con leche de
fórmula adaptada. A partir de los nueve meses se introducirá el huevo, comenzando por la yema, en cantidades crecientes y siempre
cocido.
• 12 meses: se puede administrar el huevo entero y las legumbres trituradas.
Es importante incorporar al niño a la mesa familiar
Es conveniente administrar los líquidos o papillas en vaso o taza tan pronto como el niño lo admita.
Probablemente los 12 meses es la edad adecuada para retirar los biberones, adaptándonos al desarrollo de cada niño.
La transición de líquidos a purés es un cambio importante en la alimentación y el niño necesita tiempo para adaptarse. Al
introducir alimentos triturados hay que empezar por una cantidad pequeña, ya que es normal que tarde días o semanas en
aceptarlos.
A esta edad se le puede incorporar activamente a las comidas familiares y permitir que coma y beba solo.
Es importante evitar conflictos durante las comidas, ya que el acto de comer debe ser agradable, ofreciendo al niño la
oportunidad de observar y participar en la conversación del adulto y contribuyendo al desarrollo conceptual, sensorial y del
lenguaje. El niño no debe ser forzado a comer, ni premiado con alimentos.
Consideraciones
• Es bueno mantener la leche materna o fórmula adaptada de continuación hasta los 2 años. Es recomendable ampliar al máximo la
gama de alimentos, de manera que a los 2 años pueda comer casi lo mismo que los adultos.
• Los frutos secos, patatas fritas de bolsa, frutas con semillas, caramelos y, en general, los alimentos que pueden causar
atragantamiento o contener azúcar o sal en exceso, NO DEBEN ADMINISTRARSE ANTES DE LOS TRES AÑOS.
• Un niño de 14 meses puede comer alimentos blandos enteros, pero, probablemente se canse pronto y continúe con papilla o puré.
Poco a poco irá sustituyendo el biberón por el vaso y aprendiendo a utilizar la cuchara y el tenedor, aunque al principio usará los
dedos para comer él solo..
• En el segundo año, el niño quiere hacer cosas por sí mismo. Aprender a comer solo. El adulto es responsable de la provisión de
alimentos y el niño, de comer.
• A lo largo de ese periodo, el niño tiene una disminución fisiológica del apetito, porque su velocidad de crecimiento disminuye. Los
niños suelen ser caprichosos en cuanto a sus preferencias por determinados alimentos y su rechazo a otros. Si les dejamos elegir, la
dieta será monótona y repetitiva. Las dietas selectivas, con pocos alimentos, pueden ser deficitarias en algunos nutrientes.
La educación es fundamental en la adopción de hábitos alimentarios correctos.
Los padres son un modelo a imitar por los niños: si comen y disfrutan de una alimentación variada, están educando nutricionalmente
a sus hijos. La actitud más adecuada ante los periodos de inapetencia típicos de esta edad es:
• No premiar ni castigar con alimentos.
• No ofrecer alimentos alternativos.
• No alargar el tiempo de las comidas.
• No dramatizar ni permitir la manipulación.
Vitamina D8: Se recomiendan 400 UI al dia en los siguientes: todos los lactantes que consuman <1.000 ml/dia de fórmulas
reforzadas con vitamina D o leche de vaca (ya sea alimentados con leche materna o con fórmulas)
MINERALES
VITAMINAS
Vitamina A: La vitamina A se debe administrar en casos de deficiencia previsible por mala alimentación o por interferencia
En los mecanismos de absorción:
Durante la primera edad, la lactancia y el embarazo se puede suplementar a base de 400-700 equivalentes/día.
Por vía parenteral,
En niños menores de 8 años se administran 1.500-4.500 equivalentes/día durante 10 días
Niños mayores de 8 años, la dosis oral es de 1.900-3.000 equivalentes de retinol al día durante 1-2 semanas.
Vitamina E
.
En prematuros de menos de 31 semanas y peso inferior a 1.500 g, se emplean dosis altas (100 mg/kg/día) por vía oral para reducir la
incidencia o gravedad de la retinopatía y la fibroplasia retrolental provocadas por la exposición al oxígeno; más discutible es su
acción protectora frente al síndrome de insuficiencia respiratoria del recién nacido.