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La verídica historia de A Q

Lu Xun

Literatura China Moderna y Contemporánea


Realizado por Ana Vargas Ortega
4º Grado en Literaturas Comparadas
Prof. Javier Martín Ríos
➢ Índice

La historia de A Q 2-3

La obra en relación con la trayectoria del autor y las tendencias 4-5


literarias predominantes de su época: características literarias y
estéticas

Estilo y lenguaje de la obra 6

La obra en relación con el trasfondo histórico 7

Análisis de los personajes principales y su función en la obra 8

Conclusión 9

Bibliografía 10

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➢ La historia de A Q

A Q, alguien de quien, a primera vista se sabe poco, no se identifica el nombre ni sus


orígenes, no tenía un trabajo fijo ni familia. Mucho menos se sabe de sus antecedentes y
encontrar una opinión de él era complicado. Desde fuera pareciese haber pasado
inmutable entre la gente. Y, no obstante, él sí tenía buena opinión de sí mismo hasta el
punto de considerarse por encima de cualquier otro habitante de Weichuang incluso a los
letrados. Consideraba que estos eran rústicos ignorantes. Y es que, a su juicio, él no llegó
a ser perfecto a colación de algunos fallos físicos, tales como las cicatrices que le dejaron
la sarna.

A Q parece mantener roces con aquellos que lo insultaban, que acababa en peleas a
golpes. De estas, A Q salía victorioso mediante la estrategia lingüística de considerar
verbalmente que sus enemigos bien podrían ser sus hijos, o que, por otro lado, él bien
podría ser un animal, dócil, indefenso. Sin embargo, estas victorias que él traza
mentalmente mediante astucias lingüísticas, parecen mermarse hasta descubrir que se ha
quedado inconsciente y le han robado. Por ello, opta por autoflagelarse con el fin de
considerar que ha sido él quien ha pegado. Para A Q la situación mejora cuando el señor
Chao, conocido por ser de los hombres más ricos de la aldea y de gran prestigio, se ofrece
a darle un guantazo en público, accede pues se siente satisfecho ya que el que recibe el
golpe recibe fama por parte del que golpea. Esta satisfacción le dura años hasta ser
humillado, primero por bigotes Wang y en segundo lugar por el hijo del señor Chian, a
quien llama “falso demonio extranjero” desde que se cortó la coleta. para contrarrestar,
A Q decide humillar delante de más gente para que les reían la gracia. Pese a esta victoria,
la monja a la que humilla le reprocha que nunca tendrá descendencia, hecho que vuelve
a desencadenar en él la necesidad de triunfo. Entonces decide embestir a la sirvienta de
la casa de los Chao, Ama Wu, después de una ristra de comentarios denigrantes sobre el
papel de la mujer en la sociedad, le sucumbe el hecho de tener descendencia. Lo que
genera consecuencias sumamente negativas, además de los instantáneos golpes que recibe
por parte del bachiller hijo de Chao.

Dichas consecuencias le llevan a ser apartado por la sociedad -sin poder acceder a la casa
de los Chao para trabajar- y a cumplir justicia mediante un acuerdo que le despoja de
varios de sus (escasos) bienes. Así, se ve bajo el problema de subsistir sin ni siquiera
alimentos, por lo que se dispone a robar en el convento. Ante la situación de verse
huyendo con un puñado de rábanos robados, se decanta por abandonar la ciudad y probar
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suerte fuera. Al tiempo, vuelve a Weichuang con mejor imagen y con mas dinero, cosa
que se propaga por la aldea. Al poco, se entera de que el bachiller y el “falso demonio
extranjero” defienden la revolución. Al verlo, A Q se dispone a ser revolucionario
especialmente para sobresalir y que hablen de él, como siempre ha venido haciendo. Los
valores revolucionarios no le interesan, bien se aprecia cuando Pequeño D se corta la
coleta también, como signo de revolucionario, A Q siente repulsión. Trata entonces de
tomar acción y acercarse, en vano, a los revolucionarios, incluso se siente frustrado
cuando saquean la casa de los Chao y ni siquiera pasan por la suya. Finalmente, una noche
le sacan del Templo de los Dioses Tutelares, donde reside y le llevan a la ciudad para
encarcelarlo con el fin de que confiese sobre sus cómplices. Evidentemente, A Q no puede
aportar información alguna porque no es revolucionario y le sentencian la muerte. Antes
de fusilarlo, opción que es más ridícula que la decapitación, le pasean por la aldea y no
es capar de profesar ni una misera canción. Solo entonces, parece tener conciencia plena
de su vida, como reacción ante el peligro de su futura muerte. Los habitantes de la aldea,
al tiempo, tienen un difuso recuerdo de él, y creen que, si ha sido fusilado es porque ha
sido un mal hombre. He aquí su verídica historia.

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➢ La obra en relación con la trayectoria del autor y las tendencias literarias
predominantes de su época: características literarias y estéticas

Lu Xun es el menos prolífico de entre los escritores de ficción de la literatura china del
siglo XX y, sin embargo, es el más influyente. Su estatus, ciertamente puede radicar en
su particular critica del comportamiento nacional. Su foco de atención recae sobre la
gente, desde una perspectiva cultural, pues no solo conocía la morfología socio cultural
sino las bases del espíritu cultural de China. Lu Xun, a diferencia de gestar personajes
estereotipos, sino que la personalidad del personaje encarna cada una de las características
nacionales. Así, A Q es un buen ejemplo de personaje que contiene una personalidad
cuyos rasgos son comunes dentro del espectro de la sociedad china. Y es que Lu Xun, es
de los primeros escritores chinos que adopta una perspectiva critica mediante la
observación, el entendimiento, sintiendo y analizando el modo de vida en China y
sintetizándolo en un personaje principal, como es A Q.

Esto posibilita al lector sentir también lo enfermizo dentro de la sociedad, el personaje


principal que Lu Xun crea, como también se ve en A Q, ilustra una verdad vital: no es
una recreación de la vida sino una representación de ella”. Este personaje es creado desde
el propósito de la crítica en tanto que vehiculase la auto revisión entre la gente china. Con
ello, Lu Xun pretende deshacerse de los indicios tradicionalistas y despertar aquellas
mentes adormecidas. Aunque realmente, como se aprecia en la forma de su escritura, Lu
Xun no escribe directamente para las masas sino para intelectuales de élite, implorándoles
que ilustrasen a las masas.

No obstante, la crítica gestada en Lu Xun encuentra su origen en la crítica del


comportamiento nacional de china que hacen los misioneros occidentales en torno a 1840.
Estos misioneros llevaron a cabo numerosas memorias que constituyeron un pilar
fundamental para el Orientalismo occidental. Esto se evidencia en la influencia directa de
la perspectiva de Arthur H. Smith en Lu Xun (Davies,2013: 4) por lo que uno de los
cimientos en su escritura es la crítica que occidente hace de oriente, Lu Xun se beneficia
de la perspectiva ajena de manera enriquecedora: solo cuando alguien se posiciona frente
a ti puedes ver tu propia imagen en las pupilas de sus propios ojos. Así, Lu Xun encuentra
todos los rasgos negativos de la sociedad tradicional y utiliza la literatura como fuente
locomotora para la crítica constructiva, de la mano de su profundo rechazo por la tradición
feudal china y de los valores tradicionales. Paralelamente, desengrana los prejuicios de la
cultura occidental hacia el comportamiento de la sociedad china, exhibiendo el sentido
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del humor y la comicidad como contrapartida a la imagen solemne que tiene en general
la sociedad occidental.

Al igual que las dinastías tradicionalmente han usado las figuras históricas para sus
propios beneficios, igualmente ha hecho el Partido Comunista Chino con Lu Xun para
una serie de propósitos ideológicos y políticos. Puesto que sus historias exhibían la
inhumanidad de la sociedad china y su estilo partía desde la crítica, el Partido utilizó su
figura en aras de describir un mejor futuro comunista. Es importante saber que Lu Xun
llegó a ser miembro honorífico de la Liga de Escritores de Izquierda hasta 1936, formando
parte en la propagación de las ideas revolucionarias a través de la literatura. Puesto que
Lu Xun fijó su mira en la situación social y cultural de la gente, en un primer momento
defendió las bases revolucionarias, lo que Mao Zedong acabó utilizando, y
malinterpretando, para defender su mecanismo ideológico en el poder.

Mientras Lu Xun progresaba como escritor y prolífico traductor, el campo político una
continua inestabilidad, especialmente en el nacimiento de la Liga de Escritores de
Izquierda en el Decenio de Nanjing (1927-1937) supeditado por Jians Jeishi en el Partido
Nacional. Esto influyó notablemente el campo literario como puede verse en Lu Xun, que
abogaba por un nuevo orden de igualdad social, y comenzó a buscar ejemplo en el
marxismo, al igual que otros escritores como Li Dazhao y Chen Duxui. Igualmente,
comenzaron a fraguarse sociedades de escritores, la Sociedad de la Creación y la Sociedad
Sol en la cima, cuyos enfoques literarios fueron variando desde el “arte puro” hasta el
“arte revolucionario”, junto con la creciente influencia antiimperialista que también se
percibe en La verídica historia de A Q. En estos años veinte y los temprano treinta, Lu
Xun se reunía con sus discípulos para debatir abiertamente cuestiones intelectuales y
literarias, no obstante, poco después el Partido comenzó a controlar estas reuniones
imponiendo las cuestiones a debatir. Así, mientras Lu Xun promovía una perspectiva más
occidental con estilos e ideas avant-la-letre, el Partido y concretamente Mao, urgiría a los
escritores a regresar a los estilos literarios folclóricos para que las masas pudiesen
entenderlos sin problema. Lu Xun, por el contrario, era partidario de una revisión a nivel
general, describiendo la parte oscura de toda la sociedad incluyendo a las masas. Como
mecanismo de control, Mao defendía el realismo socialista (una literatura optimista y
heroica que sirviera a los fines de Partido y ensalzara a las masas. Es entonces que puede
afirmarse la malinterpretación que Mao hizo de Lu Xun, quizá también como herramienta
estratégica.

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➢ Estilo y lenguaje de la obra

Al igual que con sus traducciones, muchos de sus escritos literarios también se vinculan
al propósito de que la sociedad china conociese la literatura europea. Y es que la
influencia de autores extranjeros no es poca. La verídica historia de A Q no deja de ser
una pieza de crítica a través de la literatura, así, una de las técnicas esenciales utilizadas
en la narrativa es la ironía (fan yu) que en la tradición china de entonces era poco común.
Dicha técnica ya estaba presente en obras literarias extranjeras, especialmente en las del
escritor ruso Gogol y el polaco Sienkiewicz, también en los japoneses como Mori Ogai y
Natsume So¯seki, quienes influenciaron a Lu Xun. Asimismo, otro rasgo distintivo del
estilo narrativo en esta historia, es la supremacía de lo intelectual por encima de lo
pasional, al igual que la preeminencia del odio ante el amor (Patrick, 2004: 6) De acuerdo
con Zhou Zuoren y el propio Lu Xun, la técnica de La verídica historia de A Q bebe de
los escritores ya citados: la ironía es una herramienta para expresar lo trágico o lo
indignante en un tono cómico. No obstante, dicha influencia también es temática, la
detallada explicación del autor sobre el nombre de A Q, según Hanan Patrick en “The
Technique of Lu Xun’s Fiction”, guarda relación con el pasaje del comienzo de “Barket
el vencedor” de Sienkiewicz, que también reflexiona sobre el valor de las biografías
apropiadas, al igual que Lu Xun debate, desde la ironía, diciendo que no hay prueba
alguna de los antecedentes de A Q en la introducción, mientras que se contradice al
comenzar a contar su historia. También en ambas historias, el protagonista vuelve para
demostrar su prestigio, en ambas historias este acaba arrepintiéndose de la elección.

Prestando especial atención al análisis narratológico de la obra, ya desde el principio


encontramos tal ironía pues se abre a modo de introducción que explica las pocas
referencias encontradas respecto a la historia de A Q y no obstante, se cuenta a
continuación al detalle, desde la postura de un narrador omnisciente que sabe incluso
cómo se siente y qué planteamientos mentales tiene. El tono humorístico va de la mano
de la ironía como se puede observar al describir las continuas peleas a las que se enfrenta
A Q y su “astucia mental”. Al igual que con el cierre final de la obra, en la que
sarcásticamente, se desengrana la lógica de que A Q es culpable, además de que nadie
recuerda mucho de él, pese a sus constantes esfuerzos por llamar la atención por cualquier
vía posible.

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➢ La obra en relación con el trasfondo histórico

Como ya se ha comentado, la obra fue escrita a comienzo de los años veinte, en plena
expansión del marxismo en China ante una importante inestabilidad política. Las ideas
revolucionarias estaban al pie del cañón en la literatura, en aras de defender una igualdad
social y una reconstrucción del sistema, lejos del tradicionalismo conservadurista.
Continuando el hilo del estilo irónico que es un rasgo particular en esta obra de Lu Xun,
algo también fundamental a comentar en relación al contexto histórico es la
representación de la mujer desde la perspectiva de A Q, pues él cree que “los varones
chinos podrían llegar a ser santos y sabios si no fuera por el hecho infortunado de que son
arruinados por mujeres “, llegando a considerar la “malignidad femenina” “aire de falsa
humildad” (14,15). Es también necesario saber que la historia se desarrolla en una aldea
donde la mayoría de habitantes son ignorantes, incluido A Q, siendo parte de las masas,
y, no obstante, Lu Xun las expone lejos de la humildad y la inocencia que caracterizarían
el discurso respecto a las masas. Las ideas imperialistas, como también se ha comentado
anteriormente, están presentes en el texto en tanto que A Q realmente es inocente, le
fusilan por creer que tiene relación con la revolución sin ninguna otra prueba que el
recogimiento de su trenza. El pueblo, que tampoco actúa por miedo a la represión,
considera que si fue fusilado tuvo que ser por algo, porque era un mal hombre. Esto nos
plantea el cuestionamiento de cualquier autoridad política defendida mediante la ceguera,
de la misma manera que muchos revolucionarios de izquierda se radicalizaron sin tener
constancia de que estaban siguiendo las mismas estrategias que el extremo opuesto del
enemigo hacia el que se revelaban. Lu Xun se decantó en cualquier caso por la justicia y
acabó criticando los fallos de liderazgo en la organización del Partido (Goldman, 1968:
16). Pese a la malinterpretación que se hizo de Lu Xun entonces, su propósito final era el
rechazo a cualquier control absolutista. Este se vuelve tan trascendental en gran parte
porque traspasa las condiciones determinadas de una época en defensa del
humanitarismo, es un pensador universal.

7
➢ Análisis de los personajes principales y su función en la obra

A Q es un vagabundo analfabeto que vive en una aldea sin ningún tipo de relación afectiva
y sin embargo, muy orgulloso de sí mismo, incluso a pesar de las peleas en las que se ve
inmiscuido y los insultos de la gente respecto a él. Se cree superior a nadie. Partiendo de
la ironía estratégica de Lu Xun y de que este describe una serie de características
identitarias de la sociedad china. Si bien los principios genuinos de todo sistema
imperialista es la superioridad frente a demás imperios y la exaltación de dicha hegemonía
por encima de cualquier cuestionamiento ético y moral. Rechazar cualquier humillación
no desde la recapacitación sino desde el ansia de venganza. En la propia historia Lu Xun
escribe “tal vez esa era la supremacía de china sobre el resto del mundo”: encontrar placer
en la victoria si el rival es fuerte, y siempre ser optimista pensando que hay rival. Y es
que A Q necesita justificar todo indicio de humillación para lavar su imagen y quedarse
tranquilo consigo mismo hasta el final, todas sus acciones vienen impulsadas de alimentar
su ego. Desde este absurdo con tono humorístico, Lu Xun expone entre líneas la necesidad
ya mencionada de auto revisarse, A Q representa los valores negativos de la revolución
(San, 1968: 264). En un pueblo impregnando de patriotismo, el más miserable es el que
ni siquiera reconoce su propia miseria. El propio Lu Xun sabe que la decadencia de China
no se atribuye a determinadas clases sociales únicamente. De ahí, que es La verídica
historia de A Q no aparezca ningún personaje digno de admirar, heroico. Todos
retroalimentan esa decadencia, de ahí que la crítica no se dirija a A Q sino al pueblo
entero. Al igual que en “Diario de un loco” (1918) sus cuentos se desarrollan en pueblos
donde golpea la miseria y las situaciones no son magnificadas sino ordinarias: Lu Xun
nos muestra que en los actos más ordinarios es donde debe buscarse el dolor universal y
eterno” (267).

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➢ Conclusión

Como ya se ha comentado, pese a que la obra guarde relación con el contexto histórico
esto no quita su trascendencia asíncrona. La ristra de conflictos acaecidos en la obra
pueden ser abstraídos a un contexto histórico universal, la avaricia del ser humano
presente en cualquier estrato social, no se trata de deshacerse de esta sino de satisfacer el
deseo. La manipulación y el egoísmo nos llevan tarde o temprano, a la catástrofe. Basta
recordad “Diario de un loco”, donde el protagonista pese a estar demente no está tan lejos
de la lucidez: el ser humano es depravador, se “comen” sin piedad unos a otros. Es en esa
línea en la que se sitúa el mensaje de Lu Xun mediante su tono cómico, pero no por ello
nos expone un mensaje pesimista, sino enfocado al análisis tanto individual, como de toda
la sociedad de forma abstracta.

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➢ Bibliografía

Davies, Gloria. 2013. “Lu Xun’s Revolutionary Literature”, Lu Xun's Revolution.


Obtenido en
https://www.jstor.org/stable/j.ctt2jbpqx.11?seq=1#metadata_info_tab_contents

Feng, Jicai. 2006. “Lu Xun’s Achievements and “Weaknesses””, Critical Zone 2, A
Forum of Chinese and Western Knowledge. Hong Kong: Q. S. Tong, Wang Shouren,
Douglas Kerr. Obtenido en: https://www.jstor.org/stable/j.ctt3fgtzz.12

Goldman, Merle.1982. “The Political Use of Lu Xun”, The China Quarterly, 91.
Obtenido en: https://www.jstor.org/stable/653366

Hanan Patrick. 2004. “The Technique of Lu Xun’s Fiction”, Chinese Fiction of the
Nineteenth and Early Twentieth Centuries. Columbia University Press. Obtenido en:
https://www.jstor.org/stable/10.7312/hana13324.14

San Chou, Eva. 1999. “The Political Martyr in Lu Xun's Writings”, Asia major, third
series, 12, 2. Obtenido en: https://www.jstor.org/stable/41645550

San, MA. 1968. “Lu Xun, iniciador de la literatura china moderna”, Estudios
Orientales, 3, 3. Obtenido en:
https://www.jstor.org/stable/40313846?seq=1#metadata_info_tab_contents

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