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BLANCA SOL

Blanca Sol (Novela social) fue publicada en 1888 en Lima, siendo la penúltima novela de Mercedes
Cabello de Carbonera y una de sus más exitosas obras. Ambientada en la capital peruana de fines
del siglo XIX, en la época conocida como “Reconstrucción Nacional”, relata la vida y
excentricidades de una dama de la alta sociedad que sin embargo, envuelta en coqueterías y
vanidades, pierde toda la fortuna de su matrimonio, llevándola a la miseria completa y la
prostitución.

1. Blanca Sol: la caída libre de una mujer

Blanca Sol es un señorita de buen linaje y clase acomodada que sin embargo debe casarse con
un inocente acaudalado para poder recuperar la fortuna que antaño poseía su familia, dejando de
lado el amor verdadero que le tocó las puertas para entonces.

Una vez convertida en señora de Serafín Rubio, millonario sin la noble ascendencia de su
esposa, Blanca empieza a disfrutar en demasía del dinero que ahora posee. Entre fiestas religiosas
suntuosas, grandes bailes sociales, y todo tipo de ocasiones en que pueda mostrar su suntuosidad
y gracia superior, Blanca coqueteará con los múltiples pretendientes que la acechan, además de
convertirse en inspiración y modelo para las damas limeñas que buscaban destacar en la alta
sociedad.

Uno de estos pretendientes, Alcides Lescanti, será su más férreo admirador, y motivado
además por una apuesta entre amigos – conquistadores también de cuanta doncella les sea
apetitosa-, buscará convertirse en amante de la Sra. de Rubio, objetivo que le será imposible de
conseguir a causa de la evasión y juego constante de ella.

La relación con Blanca le resulta frustrante a Alcides, quién llega a enamorarse y volverse
títere de su amor. Desmoralizado al verse convertido en conquistado y no conquistador, busca
deshacerse de su pasión ayudándose de Josefina, una empleada de Blanca cuya inocencia, moral y
espíritu bondadoso lo deciden a dejar su vida libertina e inclinan a sentar cabeza.

Convencido entonces del juego que había montado Blanca con él, Alcides decide alejarse de
ella y pretender a Josefina hasta convertirla en su esposa. Blanca, quien para este momento se
había enamorado de Alcides, trata infructuosamente de reconquistarlo. En medio de todo esto,
Serafín Rubio, convertido por influencia de su esposa en ministro de Estado, empieza a tener
serios problemas financieros que lo obligan a realizar grandes préstamos e hipotecar sus
propiedades.

El despilfarro exorbitante de Blanca lleva a su marido a la quiebra, que junto con el desprecio y
las mentiras de su mujer acaban por enloquecerlo. Con seis hijos que mantener, Blanca aún
mantiene esperanzas sobre Alcides, a quien visita en su casa para corroborar la noticia de su
reciente casamiento con Josefina, que la destroza emocionalmente.
Sin ningún bien ni renta, Blanca se muda a una quinta en la que sobrevive a partir de los fiados
y préstamos, hasta que ello se vuelve insostenible. Ante esta situación, y llena de rencor y ansias
de venganza hacia la misma sociedad que alguna vez la admiró, se vuelve prostituta y hace de la
quinta su lugar de trabajo. Por su parte, Alcides vivirá felizmente su matrimonio y Serafín
permanecerá encerrado en el manicomio de la ciudad.

2. Blanca Sol: una novela con rigor científico.

a. La impronta positivista de Cabello

El positivismo fue una corriente filosófica que afirmaba al conocimiento científico


como el único verdadero. La experimentación era para esta escuela el filtro entre lo
que es auténtico y lo que no lo es. En ese sentido, la aplicación de esta postura en la
literatura supuso un uso del método científico en los contenidos de esta, y que
Mercedes Cabello aprobaba, considerándola como todo un oficio. 1

Cabello vio en la filosofía positivista un marco de valoración y estudio de la


sociedad. Siguió las directrices de Augusto Comte, convencida de que la novela era
una vía complementaria e importante para la solución de problemas sociales que se
presentaban ante la ciencia. El novelista estudia el espíritu del hombre y el espíritu de
las sociedades, afirmaba. Y por ello veía el novelar como una labor científica que
complementaría las verdades del mundo natural y la tecnología. Sin embargo, no fue
una ferviente creyente de las teorías positivistas, convirtiéndose en una positivista
social crítica que iniciaría además el proceso de acriollamiento del positivismo francés.2

La autora de Blanca Sol no compartió el dogmatismo científico de Comte, que


hacía viable el control de desviaciones y errores sociales a partir de un régimen
sociocrático equivalente a una teocracia. Adoptar a la Humanidad como una
divinidad religiosa tampoco fue compatible con el sustento personal de Cabello. Sin
embargo, el altruismo y la ética del ejemplo fueron parte de su pensamiento sobre la
moral, y eran parte también de la moral positivista. Precisamente, esta ética del
ejemplo podemos notarla en la evolución que va teniendo el personaje de Alcides
Lescanti cuando conoce y quiere amar a la pobre y virtuosa Josefina, logrando el
cambio en su vida personal a partir del ejemplo y afecto de la que fuera sirvienta de
Blanca.

b. La complementariedad del naturalismo y los rezagos románticos en la pluma de


Mercedes Cabello.
1
Comte afirmaba que solo la observación científica propia de las ciencias experimentales podía brindar la
verdad de los hechos, dado con toda certeza a partir del desarrollo de leyes que prevengan y permitan el
control de la naturaleza. La propia condición humana hacía errara en el conocimiento de lo que le rodea, y
por ello era fundamental el conocimiento científico para conocer las cosas como son. De esta manera, la
razón científica era señora y reina, la divinidad que lograría el progreso de las sociedades.
2
MONTOYA ARISTA, Luis, El positivismo de Mercedes Cabello, En: PINTO VARGAS, Ismael, 1° Simposio
Internacional: Mercedes Cabello y su tiempo (1909-2009), Lima, USMP, 2010, p.43.
El naturalismo surgió en la segunda mitad del siglo XIX como una corriente literaria
basada en el análisis objetivo de la realidad en todos sus aspectos, haciendo una labor
de documentación sobre esta. Émile Zola, padre del naturalismo literario, fue uno de
los principales mentores en los que Cabello sustentó su oficio de novelista. Y por ello
Mercedes se volvió una intolerante y dura censora del apasionamiento romántico que
solo veía en los pueblos y sociedades la dulzura y encanto de sus costumbres y
peculiaridades, primando desde luego lo más bello para el pensamiento y obviando lo
que sería la otra cara de la moneda. Tildaba de versificadores a quienes no adoptaban
los ideales naturalistas, menospreciándolos como malos imitadores. 3 Sin embargo,
este rechazo tenía carácter polémico para esta época dado el éxito y difusión que
había alcanzado la literatura costumbrista y las grandes figuras que lo respaldaban,
entre ellos Ricardo Palma.

A lo largo de Blanca Sol, la autora mira a la sociedad limeña y su estilo de vida tal y
como la ha documentado, sin reparar en lo triste y controvertible que pueda ser.
Resume la niñez de Blanca en una inocencia infantil, con una madre vanidosa y
abobada por una vida social de apariencias, que consideraba ya desde el colegio al
dinero como el más preciado bien de la vida, aquel que compraba voluntades y
objetos. Precisamente su nombre, Blanca Sol, hace alusión a este bien y que en la
literatura naturalista se considera importante factor en la naturaleza de las relaciones
sociales. Era pues hija de la alta sociedad, que no escatimaba en los lujos,
considerando la apariencia como lo más importante, aun cuando sus problemas
financieros ya le tocaban la puerta. Los vicios de la Lima de fines de siglo son
sintetizados en la personalidad y crianza de la protagonista. Hay pues también una
apropiación del realismo como herramienta del novelista para su objetivo de
transformarla en lo que debería ser.4

La labor documental de Cabello recoge y desarrolla en la obra diferentes


costumbres sociales y familiares limeñas que dieron paso a la dura crítica y
controversia de la que fue víctima Blanca Sol una vez publicada. Desde la
preeminencia de ciertas damas en la vida conyugal, hasta las torpezas y desmanes de
los círculos políticos capitalinos, la obra causó revuelo social, factor de también se
relacionó con su éxito editorial.

Mercedes Cabello, a pesar de su postura naturalista, no se convirtió en ferviente


seguidora de los postulados de Zola, marcando distancia con las posturas que

3
Cfr. CABELLO DE CARBONERA, Mercedes, Blanca Sol, Edición crítica de Oswaldo Voysest, USA,
Stockcero, 2007, p.XIX
4
Cfr. CÁRDENAS MORENO, Mónica, Elementos para la construcción de una ética femenina en el
Perú decimonónico. Estudio de dos novelas de Mercedes Cabello de Carbonera: Blanca Sol y El
Conspirador, En: MARTIN, Claire Emilie, Cien años después. La literatura de mujeres en América
Latina, Lima, USMP, 2010, p.125.
consideraba radicales por parte del teórico. En el prólogo de la novela en mención
aclara al lector su pensamiento:

(…) Y el novelista no sólo estudia el hombre tal cual es: Hace más, nos lo
presentar tal cual debe ser (…) El arte va más allá de la ciencia. Está bien las cosas
tales cuáles son, el arte las ve además cómo deben ser. La ciencia se dirige
particularmente al espíritu. El arte sobre todo al corazón. Y puesto que de los afectos
más que de las ideas proviene en el fondo la conducta humana, resulta que la finalidad
del arte es superior a la de la ciencia.

El naturalismo no toleraba alteración alguna de la condición en que se hallaban las


cosas en la realidad pues la novela era una labor documental, un estudio social. No
obstante, este planteamiento llevó a situaciones en las que la obra se volvía una
“pornografía de la realidad”, desarrollando temas escabrosos y violentos bajo el
método experimental a fin de sustentar su aporte al conocimiento científico, hecho
que no aceptaba Cabello, quien, basada en una concreta postura moral, afirmaba que
la literatura debía presentarse como una afirmación del estado correcto de la realidad,
permitiendo a la novela alcanzar su fin moral e incluso “terapéutico”. Y de esta
manera los sentimientos nobles y las acciones que impulsan son materia prima que
debe moldear para bien el arte literario.

Su actitud frente a los sentimientos y afectos personales llevó en ciertos


momentos acoplarse a fórmulas del romanticismo literario, al parecer
inconscientemente, dado el completo rechazo de la autora por esta corriente artística.
El legado del romanticismo en el Perú fue prolongado a lo largo del siglo
decimonónico, y por tanto también influyó en la obra de Mercedes Cabello: el
desarrollo de las escenas entre amantes o pretendientes, muchas veces dominados
por sus sentimientos, la tratativa de ciertos momentos trágicos de la novela, e incluso
las costumbres limeñas como el duelo entre Don Serafín y Alcides Lescanti son claras
escenas imbuidas de romanticismo literario.

3. Blanca Sol: una novela moralizante.

Blanca Sol fue una obra en la que la autora se muestra abanderada del rescate moral de su
sociedad. En ella muestra los vicios y defectos de este conglomerado de personas e intereses a
fin de que la misma sociedad se dé cuenta de su situación materialista y opresora. Su maestro,
Manuel González Prada, fue una poderosa influencia en ese sentido, convirtiéndose en un
apasionado de la reacción cultural peruana que llevase al país a conocerse en toda su
extensión, y dejar atrás la decadencia de la posguerra.

Afirmaba Cabello que lo que define al hombre es su naturaleza moral y espiritual, y es


ahí donde se encuentra la misión de la literatura, en tanto que es quien analiza este
componente social.5 Esta investigación de ámbito moral del ser humano es para ella el más
fuerte argumento por el que la novela es el género mayor de la literatura moderna,
estudiando el ámbito en pro de la higiene moral. La tratativa de los personajes de Blanca Sol
es el resultado de estas afirmaciones, mostrando en ellos su personalidad y aspecto moral, el
que además se convierte en un motor para el desarrollo de los hechos y el desenlace de la
novela. El narrador heterodiegético –aquel que no participa de la historia y narra los hechos
desde fuera- es quien moraliza y le cede en algunas ocasiones la voz a los personajes para
ejemplificar sus observaciones.

Esta figura la podemos encontrar en múltiples momentos de la obra. Uno de ellos es la


pomposa tertulia que realiza Blanca y en la que su esposo, en medio de un partida de cartas,
se da cuenta de la desdicha de sus hijos por ser criados por nodrizas y terceros en vez de su
propia madre. La madre de Blanca, al ser abordada por Serafín sobre el tema, toma la voz de la
narración y afirma: (…) Oh¡, las personas de nuestra condición somos víctimas entre nuestros
deberes sociales (…) Cabello deja pues hablar a su personaje como sutil manera de enfatizar el
estado de superficialidad y moral en la que ha caído, o mejor dicho siempre ha estado, la
familia de Blanca y ella misma.

4. Blanca Sol: una novela de violación de roles y disputa de los géneros.

Blanca Sol es una antiheroína que traspasa los muros de su hogar y se infiltra en círculos tan
impropios para las de su sexo, en aquella época, como la política. La incursión de esta dama
limeña en asuntos que en su tiempo eran manejados íntegramente por el varón la lleva a la
censura por la transgresión de sus roles sociales. En ese sentido, el desenlace parece confirmar
que dichas transgresiones provocan trágicos finales, conclusión que no del todo quería transmitir
Cabello con su obra.

Los éxitos que a lo largo de la obra va alcanzando la protagonista son pequeñas muestras del
poder femenino cuando este se encuentra preparado. El hecho de dejar en claro la precaria
educación de Blanca y su frágil moral es un espacio para la reflexión en torno a las potencialidades
de la mujer si es que recibe la instrucción adecuada. Blanca Sol llega a su triste final no sólo por
una sociedad inapelable y materialista, sino también por las pocas formas de sustento que la
mujer tenía en ese contexto. Una vez más, se denuncia las pocas herramientas de las que la mujer
disponía para vivir en una sociedad como la limeña de fines de siglo.

Al respecto Cárdenas afirma:

Esta lucha [de conquistar un espacio central en el escenario público por parte de Blanca
Sol] nos transmite un conjunto de pautas de conducta, ideas e ideales que llamamos “ética
femenina” y que, creemos, intenta ir más allá de las delimitaciones y determinaciones de

5
Cfr. CABELLO DE CARBONERA, Mercedes, Blanca Sol, Edición crítica de Oswaldo Voysest, USA,
Stockcero, 2007, p. XXII.
naturalezas, roles y esferas de acción que quisieron encerrar a la mujer peruana en una
posición de inferioridad respecto al hombre en la construcción de la nueva república 6

La lucha por poner en vitrina el tema de la mujer, su educación y misión en la sociedad, llevó a
Mercedes Cabello a intensas y constantes interpelaciones sociales. Las actitudes de sus
personajes, así como sus actitudes e incluso su oficio de novelar tuvo que masculinizarse,
respaldando el sistema cultural en que se había formado, como parte de los imperativos de
desarrollarse en él.

BIBLIOGRAFÍA

- CABELLO DE CARBONERA, Mercedes, Blanca Sol, Edición crítica de Oswaldo Voysest, USA,
Stockcero, 2007.

- CÁRDENAS MORENO, Mónica, Elementos para la construcción de una ética femenina en el


Perú decimonónico. Estudio de dos novelas de Mercedes Cabello de Carbonera: Blanca Sol
y El Conspirador, En: MARTIN, Claire Emilie, Cien años después. La literatura de mujeres en
América Latina, Lima, USMP, 2010, pp.125-134.

- MONTOYA ARISTA, Luis, El positivismo de Mercedes Cabello, En: PINTO VARGAS, Ismael,
1° Simposio Internacional: Mercedes Cabello y su tiempo (1909-2009), Lima, USMP, 2010,
pp.39-44.

- PRENDES GUARDIOLA, Manuel, La novela naturalista hispanoamericana: evolución y


direcciones de un proceso narrativo, Madrid, Cátedra, 2003.

6
CÁRDENAS MORENO, Mónica, Elementos para la construcción de una ética femenina en el Perú
decimonónico. Estudio de dos novelas de Mercedes Cabello de Carbonera: Blanca Sol y El
Conspirador, En: MARTIN, Claire Emilie, Cien años después. La literatura de mujeres en América
Latina, Lima, USMP, 2010, p.127.

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