Sexistencia

Como decía schelling, el principio de la vida no le llega del afuera a la materia organica sino al
contrario, es ese principio el que se apropia de la materia orgánica y le da forma.

La relación no constituye sino el juego del sentido, su apertura, su espacio.

78 alberto moravia escribe: el deseo no es en realidad sino la ayuda decisiva y potente que
aporta la naturaleza a algo que existía antes que ella y sin ella.

El deseo se levanta. Lo siente lo sabe (86) sabe que se confunde con ese levantamiento, con
esta elevación y con esta escapada y con este rapto del ser. Se sabe aarebatado fuera de sí.

87: el deseo viene de nada y no pretende nada...en beneficio de una apertura de sentido.

90 habla de devoración ontológica. Devoración, absorción, asimilación, penetración intima de

lo íntimo, infinito en acto, confusión sin nombre: sexo y lenguaje como paso al limite del ser.
Limite del ser: no ser, no sentido, potencia tensada en su impotencia. Devoración, adoracion.

95 el deseo se convierte en glotona avidez, necesidad de impronta viciosa y ridícula, por

retomar las palabras de Montaigne.

SEXO SINGULAR PLURAL 106

Sexo con ilimitada amplitud 110. Habla de espasmo singular plural que se multiplica en ostros
por cuanto se halla duplicado por otra diversión entre dentro y fuera: el lenguaje cloca al yo
fuera, lo expresa y lo expone mediante otra pujanza que lo transporta a otro registro de ex -
istencia.

Nombra muchos poetas, Baudelaire, w. whitman, Louise lavé, Proust.

El sexo como elemento de turbación, menciona a Butler. Gender trouble, hace juego de
palabras con troublé y trouble (ingles). El sexo como apertura de turbación del sentido.

La clave de la obra de Nancy, y también su singularidad: no tanto en el recordatorio del tocar,

sino en un distinto pensamiento del cuerpo, de la boca y de la “mano” –de la mano y los
dedos. Y sobre todo de la metonimia. Una distinta historia del cuerpo, que supone también
una distinta experiencia del deseo» (Derrida, J., El tocar, Jean-Luc Nancy, op. cit., p. 182).