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Marzo 2020
L
Director General
Herbert Oré Belsuzarri
Directores
Mario López Rico
Vicente Alcoseri
Julio Villarreal III
Artículos Publicados
- Seiscientos años de ritual masónico...............3
- La Biblia, el GADU y el Dios me ayude en el rito
moderno.................................................41
- La masonería en el amanecer de la era secu-
lar.........................................................78
- Felipe el hermoso y los templarios..............95
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SEISCIENTOS AÑOS DE RITUAL MASONICO
Henry Carr
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SEISCIENTOS AÑOS DE RITUAL MASONICO
Henry Carr
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Estas son algunas de las quince preguntas.
¿Eres masón?
Como lo puedo saber
¿Dónde fuiste ingresado?
¿Qué hace que una logia sea verdadera y perfecta?
¿Dónde estaba la primera logia?
¿Hay alguna luz en tu logia?
¿Hay alguna joya en tu logia?
Los cinco puntos en esos días: pie a pie, rodilla a rodilla, co-
razón a corazón, mano a mano, oreja a oreja, que es su primera
aparición. No hay subtítulos de Hiram y no frescura, solo los cin-
co puntos y una palabra. Pero en este documento, la palabra no
se menciona. Ella aparece poco después y abordaré esto más
adelante. Solo había dos preguntas de prueba para un título uni-
versitario, y eso fue todo. Dos grados, muy bien descritos, no
solo en este documento, sino en otros dos textos hermanos, el
manuscrito Chetwode Crawley, fechado alrededor de 1700 y el
manuscrito Kevan, descubierto recientemente, fechado alrede-
dor de 1714. Tres documentos maravillosos, todos del sur de
Escocia, que cuentan exactamente la misma historia.
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mente no hay suficientes. Luego, después de las once pregun-
tas, se espera que el escritor haga una descripción de toda o
parte de la ceremonia, pero en su lugar da una especie de catá-
logo de palabras y signos de la masonería. Él da esta señal (AM
demostrada) a la AM con la palabra B. Él da “toques y señales”
como la señal al “compañero”, con la palabra “J …”. El “signo
de Maestro es la columna vertebral” y para él (es decir, el MM)
el escritor da la peor descripción del mundo de los cinco pun-
tos de perfección. (Parece claro que ni el autor de esta obra ni el
escritor del manuscrito Sloane habían oído hablar de los Puntos
de Compañía, o sabían cómo describirlos.) Aquí, como lo de-
muestro, están las palabras exactas, ni más ni menos: “Aprieta al
Maestro por la columna vertebral, coloca tu rodilla entre las su-
yas y di Matchpin”. Esta, hermanos, es nuestra segunda versión
de la palabra de tercer grado. Comenzamos con “Mahabyn”, y
ahora “Matchpin”, horriblemente degradado. Permítanme de-
cir ahora, alto y claro, nadie sabe cuál era la palabra correcta.
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Otra leyenda se refiere a “Bazalliel”, el maravilloso artesa-
no que construyó el Templo móvil y el Arca del Pacto para los
israelitas durante su peregrinación por el desierto. La historia
dice que cerca de la muerte, Bazalliel pidió que se erigiera una
lápida sobre su tumba, con una inscripción “de acuerdo con su
mal servicio” y que se hizo de la siguiente manera:
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lenguaje que nunca reveló”.
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Toda esa información en una sola respuesta! Y la siguiente
pregunta fue: ‘¿Puedes repetir esa obligación? Con la respuesta:
“Haré mi esfuerzo”, y Prichard siguió con una magnífica obli-
gación que contenía tres conjuntos de sanciones (corte en la
garganta, corazón roto, el cuerpo cortado y quemado y cenizas
esparcidas). Así es como aparecieron en 1730. Los documentos
de 1760 los muestran por separado, y los desarrollos posterio-
res no nos interesan aquí. El “Grado de socio” de Prichard fue
muy corto, con solo 33 preguntas y respuestas. Le di J al Compa-
ñero solo (no lo deletreé), pero ahora la escuela secundaria te-
nía mucho material nuevo relacionado con los pilares, la cámara
intermedia, la escalera de caracol y una larga recitación de la
letra G, que comenzó con el significado “Geometría” y termi-
nó denotando “El Gran Arquitecto e Inventor del Universo”. El
“Máster o parte del maestro” de Prichard consistía en treinta
preguntas con algunas respuestas muy largas, que contenían la
versión más antigua de la leyenda de Hiram, literalmente, toda
la historia, tal como se contaba en ese momento. Incluyó el ase-
sinato de “tres rufianes”, los investigadores, “Quince hermanos
amantes”, quienes acordaron entre ellos “que si no encontra-
ban la Palabra en él o en él, el primero la palabra debería ser la
Palabra del Maestro”. Más tarde, el descubrimiento “deslizo”,
la elevación con los cinco puntos de perfección, y otra nueva
versión de la palabra * de MM, que se dice que significa “El
constructor está muerto”.
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Todo eso estaba en los periódicos en ese momento.
En cualquier caso, Herault contactó a Madame Carton y le
pidió que obtuviera una copia del ritual masónico de uno de
sus clientes. Tenía la intención de publicarlo, y al exponer a los
masones al ridículo, los sacaría del negocio. Bueno, Ella lo hizo,
y él lo hizo. En otras palabras, ella obtuvo su copia del ritual y se
la pasó. Fue publicado por primera vez en Francia en 1737, bajo
el título “Reption d’un Frey-Maçon”.
¿Y el de un maestro? Resp.: G
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UNA NOTA PARA LOS HERMANOS EN LOS ESTADOS
UNIDOS
Debo agregar una nota aquí para Brothers in the USA. Notarás
que incluso los cambios que acabo de describir, he estado ha-
blando de tu ritual, así como del nuestro en Inglaterra. Después
de la Guerra de la Independencia, los estados rápidamente co-
menzaron a crear sus propias Grandes Logias, pero su ritual,
principalmente de origen inglés, ya sean antiguos o modernos,
todavía era en gran parte inglés. Sus principales cambios co-
menzaron alrededor de 1796, cuando Thomas Smith Webb, de
Albany, Nueva York, se unió a un albañil inglés, John Hanmer,
que conocía bien el sistema de conferencias de Preston. En
1797, Webb publicó su Mason Monitor o Freemasonry Illustra-
tions, basado en gran medida en las ilustraciones de Preston.
El Webb Monitor, adaptado de nuestro ritual cuando, como dije,
estaba en su mejor momento, se hizo tan popular que las Gran-
des Logias estadounidenses, especialmente en los estados del
este en ese momento, hicieron todo lo posible para preservarlo,
su forma original; finalmente, con el nombramiento de Grandes
Profesores, cuyo deber era (y es) asegurar que los formularios
adoptados oficialmente permanezcan sin cambios. No puedo
entrar en detalles ahora, pero de los Rituales y Monitores que
estudié y de las Ceremonias y Demostraciones que vi, no hay
duda de que su ritual es mucho más completo que el nuestro,
dando al candidato mucha más explicación, interpretación y
simbolismo, que normalmente se da en Inglaterra. De hecho,
debido a los cambios que hicimos en nuestro trabajo entre 1809
y 1813, es justo decir que en muchos aspectos, su ritual es más
antiguo que el nuestro y mejor que el nuestro.
Fin
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LA BIBLIA, EL GADU y EL DIOS ME AYUDE EN EL
RITO MODERNO
Víctor Guerra
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LA BIBLIA, EL GADU y EL DIOS ME AYUDE
EN EL RITO MODERNO
Introducción. –
Obligación
Todo ello bajo una Pena no menor que tener mi Garganta cor-
tada, mi Lengua extraída del Paladar, mi Corazón arrancado de
bajo mi Pecho Izquierdo, para ser enterrados bajo las Arenas
del Mar, a la Distancia de un Cable de la Orilla, donde la Marea
baja y sube dos veces en 24 Horas, mi Cuerpo quemado hasta
las Cenizas, mis Cenizas esparcidas sobre la Faz de la Tierra
para que no haya más Recuerdo de mí entre los Masones. Que
Dios me ayude».[3]
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Lo cual nos está indicando que la biblia tiene en esta divulga-
ción carácter de «mueble» de la logia junto con el compás y la
escuadra.
«El VM, indica: Hacer avanzar hasta mi por tres grandes pasos
del aprendiz Masón, y una vez llegado al pie del trono, hacerle
poner de la rodilla derecha desnuda sobre el cojín que está
en el suelo, en un recinto la escuadra, el pie izquierdo un poco
descalzo, su mano derecha posada sobre la Biblia abierta. El Ve-
nerable le indica que tiene la mano sobre la biblia, para prestar
la Obligación solemne. Repetid lo que yo voy a deciros…
Obligación
Estamos ante unos usos masónicos del siglo XVIII, y estos fue-
ron transcritos al francés moderno por G.H Luquet, estando el
original en los archivos del Gran Colegio de Ritos del GOdF.
Obligación
Fórmula del Juramento.
Obligación
Sin olvidar que las dos latitudes geográficas en las que nos
movemos Inglaterra y Francia y en el siglo XVIII va a tener apti-
tudes diferentes frente a elementos con una substancia también
diferente.
Por tanto, con el decurso de los años podemos decir que es-
tamos ante una ceremonia que se ha ido reforzando a fuerza de
complementos que se han ido ligando a los distintos juramen-
tos realizados en logia, como pudieran ser: no revelar la perte-
nencia de sus miembros, o el acatamiento de los Estatutos y los
Reglamento de la Orden, …etc, llegando a formar todo ello un
consolidado y esencialista conjunto dentro de la ceremonia de
iniciación, que llega a tener un peso verdaderamente específi-
co dentro de la propia masonería.
Por otro lado no hay que olvidar que estamos ante un período
de la guerra fría masónica, en tanto que se quiere fidelizar bajo
promesa a los miembros del GODF, y asegurarse de que no ha-
brá “acercamientos” con aquellos grupos que no son reconoci-
dos por el GODF, como la Gran Logia de Inglaterra u aquellos
otros que estaban o están en línea con esa afirmación dogmáti-
ca, introduciendo un matiz importante que denota esa lucha de
la que hablo como es el tema de “ser regular”.
Sin embargo en las fuentes francesas del Siglo XVIII, nos situa-
mos en un plano donde el pronunciamiento que se hace ya es
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“con la ayuda de Dios y sobre los Evangelios”, la mayor parte del
tiempo identificados casi todos ellos con el de san Juan, habien-
do otros textos ritualisticos que juegan a la evasiva, o simple-
mente evitan tales implicaciones como el Régulateur, en el cual
se obvia la presencia de la Biblia y el Evangelio, que parece ser
según René Guilly “ya estaban en desuso”. Aunque tal regla no
siempre se verá cumplida, y habrá más tendencia a seguir los
dictados anglosajones que las directrices de la Ilustración.
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“Los signos y fichas que te declararé, no escribirás... y no di-
rás... al hombre, a la mujer, ni al niño... así que ayuda a Dios”
(Drinkwater No. 1 MS, c. 1700).
Reflexiones parciales
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Esto nos depara otra paradoja, y es que unos y otros, franceses
e ingleses, me refiero a los estudiosos de lo masónico, lo que
hace que al utilizar versiones distintas para analizar los textos
bíblicos en los rituales, pues de esto se derivan ciertos proble-
mas de lectura e interpretación, pues dichos libros en muchas
ocasiones son versiones muy contextualizadas en cuanto al país,
la religión o la época, y estamos hablando de dos países como
Francia e Inglaterra, con dos culturas religiosas distintas y for-
mas distintas de ver, entender y analizar algunas cuestiones que
conciernen al tema religioso y masónico.
Está claro que la biblia no llegó por azar a las logias, pues-
to que incluso ha logrado en muchos casos a constituir un ob-
jeto centralizador y estructurante, incidiendo en una cuestión
que se presenta como tangencial, pero que por ejemplo para
P. Thomas, no es una cuestión baladí, sino capital, y es que a su
presencia une la regularidad de los trabajos, lo que les vale a
algunos notables masonólogos para reafirmar que la masone-
ría como organización espiritual tiene su validez y regularidad,
curiosamente en razón de la presencia y el uso y manejo de la
Biblia en la logia.
CONCLUSIÓN FINAL:
NOTAS.
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LA MASONERÍA EN EL AMA
Eduardo
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ANECER DE LA ERA SECULAR
Callaey
1. Los Arquitectos Laicos
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genios que se debieron construir para desembarcar las piedras
que llegaban desde el otro lado del mar. Hasta que, cierto día,
en el quinto año de la reconstrucción, el hábil arquitecto cayó
desde un andamio y quedó postrado en cama durante meses.
La obra avanzó entonces de forma más lenta bajo la dirección
temporaria de un monje que -con más voluntad que habilidad-
seguía las indicaciones que Guillermo le daba desde su lecho.
Consciente de que ya no se recuperaría, el arquitecto abandonó
la obra y regresó a Francia.
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Conocemos, gracias a estos y muchísimos otros detalles, cómo
construían, cómo estaban organizados y cuál era su rol en la
sociedad. Lo que no sabemos de los masones operativos es de
qué manera se trasmitían, en secreto, sus tradiciones. Los reyes
los protegieron, les concedieron derechos, franquicias y exen-
ciones. La Iglesia los receló primero, para luego amenazar sus
liberalidades abiertamente.
“…A estas alturas espero que todo el mundo tendrá por seguro
que ninguna de las cosas necesarias para llevar a buen fin esta
santa construcción fue negada al sabio rey [Salomón]. En caso
contrario deberíamos acusar a Dios de injusticia, cosa que no osa-
ría hacer ningún débil mortal.”
NOTAS.
Tomado de:
https://eduardocallaey.blogspot.com/2013/04/la-masoneria-en-el-
amanecer-de-la-era.html
visitado el 10-02-2020 a las 18:17 horas de Perú.
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FELIPE EL HERMOSO
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Herbert Oré B
Y LOS TEMPLARIOS.
Belsuzarri 33° 97
FELIPE EL HERMOSO Y LOS TEMPLARIOS.
Herbert Oré Belsuzarri 33°
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No era un héroe de la libertad. Su desafiante trato a la bula
Unam sanctam (que afirmaba la supremacía pontificia sobre el
poder temporal de los reyes), el cual ordeno quemar, al mismo
tiempo que dispuso la confiscación de las propiedades de los
prelados que se alinearon con el papa, y cuando este respondió
con una bula papal de excomunión, Felipe reunió un concilio
nacional para juzgar al papa y éste fue hecho prisionero por el
canciller francés Guillermo de Nogaret (“atentado de Anagni”,
1302).
13 de octubre de 1307
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Pronto comenzó a llegar al rey las confesiones obtenidas me-
diante torturas brutales y sangrientas; en París treinta y seis tem-
plarios murieron en el tormento mientras negaban las acusacio-
nes. Entre los confesos se encontraban el maestre general, el
visitador de Francia y los maestres provinciales de Normandía
y Chipre. No es de extrañar que en el mismo París otros cien-
to treinta y cuatro templarios confesaran todo lo que querían
sus verdugos; tan sólo cuatro templarios, que no admitieron las
calumnias, permanecieron con vida. En provincias el resultado
fue parecido: de los noventa y cuatro interrogatorios enviados
a París, sólo ocho no reconocieron los delitos que incriminaban
los torturadores; se ignora cuantos murieron en los tormentos.
Avanzaban los días sin que los templarios, salvo alguna contada
excepción, se mostrasen dispuestos a declarar ante la comisión
pontificia. En febrero de 1310 cuando la comisión reanudó sus
sesiones el día 3; dieciséis templarios de Macon comparecie-
ron, a finales de mes eran quinientos treinta y dos los templarios
que había solicitado comparecer, al acabar marzo alcanzaban la
cifra de quinientos noventa y dos para superar poco después el
número de seiscientos, y todos ellos proclamaban la inocencia
de la Orden.
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El papa, había decidido secundar los deseos de Felipe IV y
obtener una decisión condenatoria del concilio, para impedir la
comparecencia de templarios ante el concilio, adoptó una tác-
tica dilatoria, anteponiendo a la causa templaría los problemas
de Tierra Santa, la cruzada contra los infieles y la reforma de la
Iglesia.
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El valiente testimonio dado en la hoguera de Notre-Dame uni-
do a la muerte del papa Clemente V, tan sólo un mes más tarde,
en la noche del 19 al 20 de abril, y el ataque de apoplejía que
sufrió Felipe IV el siguiente 4 de noviembre, del que fallecería
el 29 del mismo mes, con tan sólo cuarenta y siete años de edad,
impresionaron de tal modo la imaginación de la opinión públi-
ca, que ésta forjó la leyenda del emplazamiento formulado por
Jacobo de Molay al Papa y al rey francés para comparecer ante
el tribunal de Dios antes del fin de ese año 1314.
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Pero ninguno de los testigos oculares, que asistieron a la eje-
cución, escribieron un relato de la misma, no se mencionó para
nada el tal emplazamiento, fácil en cambio de imaginar después
de las fulminantes muertes del Papa y del Rey. Todavía mayor
impresión causó en la misma opinión pública la sucesiva muer-
te, uno tras de otro, en menos de catorce años, de los tres hijos
de Felipe IV y del nieto, hijo del hijo mayor del rey Felipe, que
fueron ocupando sucesivamente el trono francés: Luis X en 1316,
Juan I en 1316, Felipe Ven 1322 y Carlos IV en 1328, cuatro re-
yes muertos todos ellos sin descendencia, hasta extinguirse así
la dinastía de Felipe IV, el Hermoso, y dar paso a la nueva di-
nastía de la casa de Valois. Este final dinástico fue interpretado
como castigo de Dios y maldición del último maestre general
del Temple.
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Aquellos encuentros ilegales se desarrollaban al abrigo de la
noche en la Torre de Nesle, construida sobre la ribera del río
Sena, frente al Louvre, durante el siglo XII, y que Felipe el Her-
moso había comprado en 1308.
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A:.L:.G:.D:.G:A:.D:.U:.
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