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DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN INICIAL. CLAUDIA SOTO Y ROSA VIOLANTE.

MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE LA NACIÓN. 2010

Este texto aborda la importancia de la educación desde una perspectiva crítica y


contextualizada, especialmente enfocada en la formación de docentes para niños en edad
temprana. Destaca que la educación no puede entenderse como una simple transmisión de
conocimientos, sino como una práctica social, política y pedagógica compleja que está
arraigada en contextos históricos y culturales específicos.

Desde esta visión, se enfatiza que la educación infantil es una responsabilidad compartida
entre la familia, la sociedad y el Estado, especialmente en contextos donde la economía no
garantiza la autonomía de la crianza y educación de los niños pequeños.

Se argumenta que la enseñanza en la primera infancia debe ir más allá del cuidado físico y
afectivo, incluyendo la transmisión de valores, conocimientos culturales y el desarrollo
integral de los niños. Se destaca la importancia de que los docentes de esta etapa sean
generadores de vínculos estrechos con los niños y sus familias, así como transmisores de
valores culturales y éticos.

Además, se plantea la necesidad de clarificar los términos relacionados con la educación en


la primera infancia, como "cuidar" y "enseñar", y se aboga por una visión integral que
incluya aspectos afectivos, sociales e intelectuales en el proceso educativo.

En última instancia, se señala que los educadores de niños pequeños tienen la


responsabilidad de promover un ambiente de aprendizaje enriquecedor que fomente el
desarrollo integral de los niños, reconociendo y valorando las diversas tradiciones culturales
locales y ampliándolas con aspectos relevantes de otras culturas nacionales e
internacionales. Se sostiene que tanto el Estado como la sociedad civil tienen un papel
fundamental en garantizar una educación de calidad en la primera infancia.

¿Por qué proponer una Didáctica de la Educación Inicial?


En el desarrollo de este apartado explicitaremos qué entendemos por didáctica y cómo
definimos su objeto de estudio: la enseñanza, porque las diversas concepciones implican
desarrollos formativos y contenidos a enseñar diferentes.
Compartimos reflexiones acerca de la necesidad de contar con una Didáctica de la
Educación Inicial y las implicancias de esta nominación. También, incluimos la
consideración sobre la importancia de recuperar y confirmar el contenido propio del discurso
didáctico mostrando cómo, en algunos momentos de la historia del Nivel Inicial en nuestro
país, queda relegado a un segundo plano a partir de la preponderancia, por ejemplo, de las
teorías psicológicas como contenidos centrales a enseñar en la formación docente.

Definición de “didáctica” y “enseñanza”


Entendemos la didáctica como teoría de la enseñanza en consonancia con los planteos de
Denies (1989) quien la define como “(...) teoría y programación de la práctica y la práctica
misma de la Enseñanza enmarcadas por la teoría de la educación”. En esta definición hace
explícitos los tres campos de la didáctica o las tres dimensiones para abordar el estudio de
la enseñanza:
1) La dimensión teórica que incluye teorizaciones y repertorios de formas de enseñar;
2) la dimensión del diseño, programación y desarrollo curricular que se presenta como un
espacio articulador entre teorías y acciones;
3) la dimensión práctica de las acciones que apunta a analizar las situaciones particulares
de enseñanza, aquellas que suceden en el devenir cotidiano, las formas concretas de
hacer, de enseñar, que se caracterizan por ser espacios de deliberación y toma de
decisiones.

El texto aborda la caracterización de la enseñanza desde la perspectiva de la didáctica. Se


plantea que la enseñanza es una práctica social compleja, institucionalizada y
contextualizada en políticas educativas. Los docentes, al llevar a cabo la enseñanza,
asumen definiciones ético-políticas que varían según los contextos históricos y áulicos.
Se distinguen dos enfoques para entender la tarea de enseñar: uno técnico, que implica la
aplicación de normativas establecidas por otros actores, y otro práctico y reflexivo, que
requiere que los docentes tomen decisiones fundamentadas según las situaciones reales en
las que se encuentran, sin perder de vista los compromisos ético-políticos. Esta última
perspectiva implica que los principios normativos sirvan como referencia para la toma de
decisiones.
La didáctica se presenta como una ciencia que comprende y guía el aprendizaje, tanto a
través de teorizaciones explicativas como normativas. Por lo tanto, al diseñar la instancia
curricular de Didáctica de la Educación Inicial, se deben proporcionar tanto referentes
teóricos como líneas de acción práctica que permitan a los futuros docentes tomar
decisiones informadas y ejercer su capacidad deliberativa.
Se hace hincapié en la necesidad de una formación en didáctica que habilite a los futuros
maestros para identificar diferentes enfoques de enseñanza, utilizar técnicas y estrategias
variadas, relacionar enfoques con propósitos educativos y participar en tareas de
preparación y coordinación de actividades de aprendizaje.
Finalmente, se plantea que la formación en didáctica no se limita a una asignatura única,
sino que se distribuye en distintos espacios del plan de estudios, y se busca integrar los
desarrollos teórico-prácticos de la didáctica general en el contexto específico de la
Educación Inicial.

Sobre la nominación
El texto presenta reflexiones sobre la nominación de la instancia curricular de Didáctica de
la Educación Inicial. Aquí se destacan varios puntos:

1. Didáctica Específica: Se enfatiza que la Didáctica de la Educación Inicial es una didáctica


específica que se centra en los modos particulares de enseñar en el nivel inicial del sistema
educativo, considerando las características evolutivas de los niños en esta etapa.
2. Integración de Contenidos: Se argumenta que los contenidos de diversas áreas del
conocimiento, como matemáticas, ciencias naturales y sociales, se integran en proyectos de
enseñanza que responden a los intereses y experiencias de los niños en edad inicial.

3. Evitar Polarizaciones: Se advierte sobre evitar enfoques extremos, como la globalización


forzada de contenidos o la fragmentación descontextualizada, en la organización de la
enseñanza en el nivel inicial.

4. Inclusividad: Se justifica el uso del término "Educación Inicial" como una nominación
inclusiva que abarca a niños desde los 45 días hasta los 5 años en diversas instituciones,
tanto públicas como privadas y de diferentes modalidades.

5. Didáctica vs. Pedagogía: Se diferencia entre la didáctica, que se enfoca en la enseñanza


institucionalizada, y la pedagogía, que abarca un espectro más amplio de procesos
educativos y dimensiones políticas, históricas y sociales. Se defiende la importancia de
abordar estas dimensiones en otras instancias curriculares.

6. Adecuación de la Nominación: Se argumenta que "Didáctica de la Educación Inicial" es


una nominación adecuada y amplia que cubre los modos de enseñar en diversas
instituciones y modalidades de educación inicial.

Recuperando el discurso didáctico

Reflexión sobre la evolución del discurso pedagógico y la centralidad de la enseñanza en la


formación docente, especialmente en el contexto de la Educación Inicial en Argentina. Aquí
se destacan varios momentos históricos:

Precedentes Pedagógicos: Antes de los años 70, se enfatizaba en desarrollos pedagógicos


inspirados en filósofos como Froebel y Montessori, así como en la escuela nueva, que
promovían la participación activa del niño en su aprendizaje. La materia del Profesorado de
Educación Inicial se centraba en Pedagogía y Didáctica General.

Enfoque Psicológico: En las décadas del 70 y 80, se incorporaron los aportes de la


psicología evolutiva, especialmente la teoría piagetiana, para comprender los procesos de
aprendizaje de los niños. Se desplazó el enfoque pedagógico hacia el acompañamiento del
desarrollo del niño, más que hacia la enseñanza directa. La materia del profesorado se
denominó "Conducción del Aprendizaje y Observación".

Centración en Contenidos: En las décadas del 80 y 90, surgió una preocupación por
democratizar el acceso al conocimiento y se centró en los contenidos disciplinares. Se
utilizaron didácticas de otros niveles con adecuaciones para la Educación Inicial. Se
incluyeron talleres sobre Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y otros temas para
complementar el plan de estudios.

Integración Actual: Hoy en día, se busca integrar las perspectivas de los sujetos que
aprenden y los contenidos que se enseñan, volviendo a dar centralidad al discurso
pedagógico. Se busca recuperar la enseñanza como eje central, integrando aspectos como
el diseño de la enseñanza, los contenidos curriculares, las estrategias de enseñanza, entre
otros, en la Didáctica de la Educación Inicial.

¿Por qué es necesaria una Didáctica de la Educación Inicial?


La necesidad de una Didáctica de la Educación Inicial, argumentando en base a varios
puntos:

1. Legitimidad de las Modalidades de Influencia: Se cuestiona si todas las formas de


influencia sobre los niños menores de 6 años son legítimas, especialmente en instituciones
que carecen de carácter educativo. La Didáctica es necesaria para sostener formas de
enseñar respetuosas de los niños pequeños.

2. Formas de Enseñanza Adecuadas: La Didáctica debe pronunciarse sobre las formas y


modalidades de enseñanza que sirven a los propósitos de la Educación Inicial,
considerando las particularidades de los niños pequeños y desarrollando propuestas
específicas y potentes.

3. Organización de Contenidos: Es necesario decidir qué se enseña en la Educación Inicial


y cómo se organiza, considerando si se estructura por áreas del conocimiento disciplinar o
por ámbitos de experiencias. La Didáctica ofrece un marco de referencia para tomar
decisiones apropiadas.

4. Democratización del Conocimiento: La Didáctica aborda problemas relacionados con la


democratización del conocimiento, analizando si se cumple con la universalización de la
oferta educativa y si se garantiza el acceso a todos los niños, especialmente en el contexto
de la Educación Inicial.

5. Aprendizaje para Todos: La Didáctica apuesta al aprendizaje de todos los individuos,


ofreciendo repertorios de acciones para llegar a todos los niños, incluso aquellos con
necesidades especiales.

6. Evaluación de Aprendizajes: La Didáctica se pronuncia sobre la evaluación de los


aprendizajes, proponiendo criterios y herramientas específicas para evaluar los logros de
los niños pequeños de manera significativa.
7. Mejora de la Educación: Dado que enseñar no es fácil y se requiere construir formas de
mejorar la educación, la Didáctica proporciona aportes necesarios para el desarrollo de
prácticas educativas efectivas.

En síntesis, la Didáctica de la Educación Inicial se presenta como necesaria porque


permite:

• Explicar y proponer repertorios de formas de enseñar que se reconozcan como propuestas


educativas de calidad.
• Proponer formas de enseñar específicas para los niños pequeños revisando las formas de
enseñar, de seleccionar los contenidos, las estrategias, la organización del espacio, la
distribución del tiempo y los otros aspectos propios del discurso didáctico que permiten
planificar las actividades de un modo apropiado para ayudarlos a aprender.
• Colaborar al proceso de “fabricación” del contenido escolar a partir de reconocer diversos
y amplios ámbitos de referencia que dan cuenta de las características particulares propias
de aquello que se ha de enseñar en los primeros años.
• Ayudar a encontrar formas particulares para que todos los niños logren sus aprendizajes
apelando a las formas de concretar el derecho a acceder al mundo de la cultura y a la
conquista de la autonomía.
• Ofrecer elementos para evaluar los aprendizajes de los niños y ajustar las propuestas de
enseñanza.
• Contar con variados conocimientos para abordar la difícil tarea de enseñar a los niños
pequeños.

El texto de Patricia Redondo aborda la situación de las infancias latinoamericanas,


destacando la importancia de comprender su realidad desde diversas perspectivas:
América Latina es descrita como una región variada en geografías, poblada por una
multiplicidad de culturas y lenguas originarias. Esta diversidad cultural se contrapone con la
pobreza social y económica que afecta a la región desde hace siglos. La situación de la
infancia en América Latina refleja una profunda desigualdad social, con millones de niños y
niñas que nacen en condiciones de pobreza extrema y enfrentan marcas tempranas de
marginalidad y exclusión.
Redondo plantea que la sociedad y el Estado tienen una deuda con la infancia, ya que la
educación desde edades tempranas representa una batalla cultural central y una apuesta
por las nuevas generaciones.
A pesar de los avances en legislación para proteger a la niñez, la violencia estructural y la
desigualdad siguen siendo una realidad en muchos países latinoamericanos. La violencia
afecta especialmente a los niños y niñas de sectores populares, que son víctimas de la
violencia policial, la trata de personas y el narcotráfico.
Asimismo, en muchos de los países latinoamericanos nos hallamos frente a la paradoja de
haber conquistado un aumento sustantivo de la legislación que protege a la niñez, al mismo
tiempo que se descarga de manera brutal sobre las nuevas generaciones la violencia
estructural provocada por la desigualdad de nuestras sociedades. Las muertes evitables en
cada país asumen particularidades diferentes pero en todos asoma un escenario abismal.
Florecen los derechos de la infancia y de manera simultánea se multiplican las muertes que
la tienen como víctima.
La Argentina no escapa a dicha situación, niños, niñas, adolescentes y jóvenes de sectores
populares son víctimas del gatillo fácil de las fuerzas de seguridad, de la trata de personas o
de las redes de narcotráfico convirtiéndose en noticias de los medios que de manera
obscena insisten en presentar a los rostros infantiles como delincuentes y peligrosos.
A pesar de períodos de crecimiento económico, América Latina sigue sumida en el
subdesarrollo y la desigualdad extrema, con una alta concentración de riqueza y niveles
alarmantes de pobreza y marginalidad.
Aunque se han realizado avances significativos en la reducción de la pobreza extrema en
algunos países, persisten desafíos importantes relacionados con la garantía de derechos
básicos para la infancia.
El trabajo infantil sigue siendo una realidad en muchos países latinoamericanos, con niños y
niñas que enfrentan condiciones de explotación y vulnerabilidad en diversas formas de
trabajo, incluyendo el trabajo doméstico y la servidumbre.
La violencia estructural y la criminalización de la infancia son problemas graves en la región,
con niños y adolescentes que son víctimas de la violencia policial y del crimen organizado.
Además, se plantea el riesgo de que la baja de la imputabilidad pueda conducir a la
judicialización de la infancia pobre.

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