¿Porque Estudiantes universitarios tienen dificultad a la hora de leer?
Una herramienta imprescindible para el estudiante universitario y futuro profesional
es la habilidad de la lectura. Tanto leer como escribir forman parte del quehacer profesional/académico de los graduados, elaborar y comprender escritos son los medios ineludibles para aprender los contenidos conceptuales de las disciplinas que los estudiantes también deben conocer. Al momento de plantear la problemática de porqué estudiantes universitarios tienen dificultades a la hora de leer, la escuela juega un papel importante puesto a que allí el docente tiene un rol fundamental para la enseñanza de la lectura y la escritura Hoy en día, el modelo didáctico habitual de la docencia en "decir a los estudiantes lo que sabemos sobre un tema", omite enseñarles uno de nuestros más valiosos saberes: los modos de indagar, de aprender y de pensar en un área de estudio, modos vinculados con las formas de leer y de escribir que hemos ido desarrollando dentro de la comunidad académica a la que pertenecemos. Este modelo nos trae dos grandes problemas en la enseñanza habitual, por un lado, nos encontramos con docentes que están más preocupados por lo que harán (dirán) ellos mismos en su exposición, que por planificar tareas para que realicen los estudiantes a fin de aprender los temas de las materias. Se debe replantear la distribución de la acción cognitiva en las asignaturas para que, como resultado de nuevas propuestas de trabajo, que los alumnos sean los protagonistas y tengan que desplegar mayor actividad intelectual que la implicada en escuchar al docente y leer la bibliografía una semana antes del examen parcial. Por otro lado, “esto” que explican los docentes ¿es realmente lo que necesitan aprender los alumnos? Segundo problema de la enseñanza habitual, que, en este modo de instruir, los docentes descuidamos enseñar los procesos y prácticas discursivas y de pensamiento que, como expertos en un área, hemos aprendido en nuestros largos años de formación. De esta manera, debemos apuntar a la enseñanza de prácticas discursivas, ya que las mismas son prácticas de lo que se hace con el lenguaje (incluyendo cómo leen y escriben), en determinados contextos y según ciertos propósitos. Este quehacer habitual de las comunidades discursivas genera expectativas entre sus miembros, que deben atenerse a los modos esperados de usar el lenguaje en su seno. El pasaje de la escuela secundaria a la universidad implica la entrada a una comunidad discursiva diferente en la que el alumnado se verá obligado a frecuentar determinados géneros en sus lecturas y en sus escrituras académicas. A sabiendas de que las prácticas discursivas provienen de una comunidad, un grupo o red de grupos que generan formas particulares de producir, interpretar y poner en circulación los discursos, la universidad forma parte de una de ellas, como una comunidad discursiva, en la que las prácticas de escritura de lectura y de oralidad se materializan de un modo especial y están sostenidas por representaciones particulares acerca de lo que es escribir, leer o hablar. (Predomina la finalidad de comunicar conocimientos). Estas prácticas discursivas hacen que los alumnos, a lo largo de su formación, adquieran conocimientos precisos, como también forma a los estudiantes para que puedan ser ellos mismos, durante su formación y luego como profesionales, productores de nuevos conocimientos. La autora Carlino, Paula expone que la alfabetización académica es un “conjunto de nociones y estrategias necesarias para participar en la cultura discursiva de las disciplinas, así como en las actividades de producción y análisis de textos requeridas para aprender en la universidad”1. La alfabetización académica nos dirige al proceso por el cual se llega a pertenecer a una comunidad y/o profesional, precisamente en virtud de haberse apropiado de sus formas de razonamiento instituidas a través de ciertas convenciones del discurso. Ahora bien, ¿es la alfabetización académica una propuesta para corregir la mala formación de quienes llegan a la universidad? Obviamente la respuesta sería no. Alfabetizar académicamente no es trasferir un saber elemental, sino más bien, hace referencia a que cada una de las cátedras es la encargada de abrir las puertas de la cultura de la disciplina que enseña para que de verdad puedan ingresar los estudiantes que provienen de otras culturas. Esto implica que aprender en la universidad no es un logro garantizado, ya a depender mucho de lo que haga el aprendiz, pero también depende de las condiciones que ofrecemos los docentes (y las que nos brindan las instituciones) para que el primero ponga en marcha su actividad cognitiva. Para ello, a los estudiantes, hay que estimularlos en el ejercicio de la búsqueda de información, en la identificación de núcleos problemáticos, en cómo plantear y participar de debates científicos, en la aplicación de métodos y en el análisis e interpretación de resultados, entre otros.
1 Carlino, Paula (2005). Escribir, leer, y aprender en la universidad. Una introducción a la alfabetización académica. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
La lectura y la escritura en las disciplinas: experiencias de investigación en el aula en la Universidad del Valle.: Vol. I. Cualificación docente en lectura y escritura
La lectura y la escritura en las disciplinas: experiencias de investigación en el aula en la Universidad del Valle.: Vol. IV. Leer y escribir en Trabajo social
Los niveles ético-estéticos en los libros álbum. Propuesta didáctica para la cualificación de los procesos de lectura en estudiantes de grado segundo de educación básica de la sede Francisco Londoño de Circasia (Quindío)