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Especialización en Psicología Perinatal y de la Primera Infancia

Tema: El informe y sus dilemas

Directora general: Lic. Ana Cecilia Vicedo Calderoni

Directoras:

● Esp. Lic. Prof. Marianela N. Fernández


● Esp. Lic. Ivanna Dehollainz

Profesora:: Esp. Sandra Marañón

Alumnas:

● Lic. María Verónica Ángel


● Lic. Vanesa Tebecheri
● Lic. Verónica Wojeik

5ta cohorte

1er año

2022
Carlos, María y Sofía

Carlos y María son una pareja oriunda de un pueblo de la provincia de Bs.As. María tiene
37 años y Carlos 36. Ella es maestra de educación especial y él es empleado bancario. Hace
unos años que están en pareja y han probado varios tratamientos para tener un hijo/a.
Finalmente hace unos meses se enteraron que serían padres. Hoy están cursando un
embarazo de 7 meses. Se han realizado los controles obstétricos pautados y hasta el último
no habían surgido dificultades. En una de las ecografías le detectan al bebé “hidrocefalia”,
cambiando el diagnóstico en una próxima a “macrocefalia severa”. El primer diagnóstico
fue dado durante la ecografía por el profesional que la realizaba. María estaba sola, ese día
su esposo no había podido acompañarla. Su obstetra no se encontraba en la ciudad. Era el
último turno de ese día y volvió a su casa muy angustiada. Al contarle a Carlos decidieron
buscar una segunda opinión, allí no solo le confirmaron el diagnóstico sino que fue mucho
más grave. El pronóstico para Sofía -así se llamaría su hija- era desfavorable.

Luego de la consulta con su obstetra, realizan varias interconsultas con distintos


especialistas. Todos ellos coincidían en el mismo diagnóstico. Sofía no sobreviviría al
nacimiento. A pesar del sufrimiento vivido, continúan con el embarazo, planificando el
parto por cesárea en el Hospital Materno infantil más cercano, a unos 20 km de su pueblo.

Al momento del nacimiento, Sofía sobrevive y es internada en neonatología. A partir de ese


momento los médicos de la sala solicitan interconsulta con Psicología. Acuerdo con los
padres de Sofía una entrevista para ese día por la tarde. Ambos me cuentan la historia de
Sofía, con mucha angustia pero aceptando la situación de que prontamente su hija moriría.
Los observo a ambos,

María no se acercaba a la incubadora. Carlos tenía una actitud más cercana, la tocaba, la
acariciaba, la besaba y la bebé respondía a con movimientos a su presencia.

En la entrevista relataron todo su camino de búsqueda de Sofía y el impacto de la noticia.


Frases como “cuando Sofía ya no esté”, “Cuando pase eso”, “no queremos que sufra más”.
María manifiesta no querer estar presente cuando eso suceda. Carlos no tenía una postura
definida al respecto.
Los días pasaron y Sofía continuaba viviendo. Por momentos se descompensaba pero se
recuperaba. A pesar de que los médicos anunciaban continuamente el desenlace próximo,
este no sucedía .Luego de unos días fueron trasladados al área de pediatría, a una sala
común, con el movimiento particular de esa área.

Carlos sostenía amorosamente a su bebé, se ocupaba de todos los cuidados tales como
cambio de gasas, dar medicamentos, cambio de pañales, etc. María continuaba sin poder
acercarse a su hija más que para realizar alguna maniobra más que necesaria. La joven
pareja y su hija fue derivada, luego de unos días más a su casa.

Consignas:

1-Analizar el caso a la luz de los conceptos trabajados en el seminario: información en


salud- dilemas –estrategias de comunicación.

2-Diseñar 2 posibles intervenciones desde la psicología perinatal.


Desarrollo:

A partir del caso presentado, Carlos, María y Sofía, proponemos reflexionar y poner
atención,en cómo se brindó la información acerca del diagnóstico, el mismo, se ha dado,
estando María sola, ya que su marido no había podido acompañarla y su obstetra se
encontraba fuera de la ciudad, obteniendo como resultado de ello, un gran incremento de
angustia, volviendo sola a su casa. Centrándonos en el diagnóstico dado por el ecógrafo, se
puede hipotetizar que teniendo en cuenta la ley del paciente 26.529, se cumplió con el
derecho de recibir la información, pero al mismo tiempo se dejó por fuera la posibilidad de
elección de la paciente, al no preguntarle, si quería o no, recibir la información, o si prefería
estar acompañada por algún familiar, volver al otro día con su esposo, o que la transmitiera
su médico obstetra, etc.

La transmisión del diagnóstico es fuente de incertidumbre y de una gran ansiedad en


los padres y familia, comienza con ello, el inicio de una fase de búsqueda de significados y
de otras posibles opiniones diagnósticas. En el caso analizado, allí (con la distintas
opiniones diagnósticas) no sólo le confirmaron el diagnóstico, sino que fue mucho más
grave, constituyéndose él mismo, en un”life events”. El pronóstico para “Sofía -así se
llamaría su hija- era desfavorable,... Sofía no sobreviviría al nacimiento.”. Comenzando
de esta manera, para estos padres, el proceso de aceptación del cuadro clínico de su bebé y
los posibles abordajes médicos. Proceso que implica tiempo, y que los tiempos subjetivos
son singulares. Por lo cual, una de las intervenciones que tendría que haber realizado su
médico obstetra, para este caso, es que ante el diagnótico confirmado
“hidrocefalia/macrocefalia severa”, indicara un espacio con un profesional de la salud
mental perinatal, para sostener, alojar, contener, preparar y fortalecer a estos padres, desde
el período de embarazo, para que puedan acompañar adecuadamente, a su hija Sofía, en lo
que tenga que atravesar. Es importante ir trabajando con ellos, también, el duelo por el hijo
imaginario saludable, ir trabajando desde este espacio la tramitación del mismo, ante los
estudios ecográficos, con un diagnóstico desfavorable sobre la salud de Sofía.

En cuanto al abordaje que recibieron en el servicio de Neonatología, fue adecuado


la interconsulta con un profesional de la salud mental perinatal, ya que la función del
mismo es explorar el impacto recibido a la pareja parental y trabajar sobre ello (¿por qué a
nosotros?¿qué mal hicimos?, es decir, culpa y castigo, como una herida narcisista), para
pasar a la esperanza. Es necesario explorar estas concepciones para evaluar grados de
resistencia y estrategias de afrontamiento, ante la vivencia de esta doble crisis (una por el
embarazo en sí y la otra por la internación de su hija en Neonatología, más toda la
singularidad del caso), siendo la modalidad de abordaje del psicologó/a, de ser empáticos y
reflexivos. También su rol es humanizar las prácticas médicas, sacando al niño, como
objeto de estudio de la medicina y dándole el lugar de sujeto de una historia familiar, hijo
de estos padres, permitiendo hacer participar a la familia en los cuidados de sus hijos,
reconociéndolos en su rol de padres de este niño. Ser puente y facilitador en los procesos
de comunicación, siendo nexo entre la familia y la institución. Por ejemplo: participando
en el momento del informe del parte médico (con previa charla con el equipo
interdisciplinario de salud, del sector, donde se determinará:¿cuándo hablar?, ¿dónde?,
¿cómo?, ¿qué decir?, ¿quién habla con los padres?). Entendiendo al informe de los partes
médicos como procesos de comunicación (no es solo el paso de información clara, precisa
y adecuada). Donde se tiene que abordar su análisis, desde varios aspectos de la
comunicación (contenido, lo digital, lo analógico, los tonos de voz, si hay contacto visual,
postura corporal, donde se brinda esa información, etc), todo ello comunica, constituye un
mensaje hacia los padres. Por lo cual, luego al psicólogo/a perinatal le corresponde
corroborar qué fue lo que oyeron los padres, qué comprendieron, teniendo en cuenta la
diferencia que existe entre la información dada y la procesada, (detectar si hay algún
mecanismo de defensa en juego en ellos, que esté influyendo en lo que escuchan) y alentar
a que puedan preguntar en el próximo informe médico todas las dudas y preguntas que
quieran realizar al equipo médico.

Pero analizando el caso presentado, nada de lo anteriormente planteado, respecto al


informe médico, ocurrió con María, Carlos y Sofía. Ambos padres, le expresan a la
psicóloga, con mucha angustia (lo transmitido en los informes médicos) que prontamente
su hija moriría, aceptando la situación, quedando a la espera del fallecimiento de su hija.
Este diagnóstico interrumpe en María, el desarrollo en ella, de su función materna
(posiblemente como un duelo anticipatorio) generando distanciamiento y aislamiento de su
hija, ya que, como fue abordado el diagnóstico desde un principio, desde el embarazo,
quedó esperando a un bebé que se va a morir, y no esperando a una hija que tendrá una
vida breve. Por lo cual, proponemos otra intervención de parte del profesional de la salud
mental perinatal, el generar un abordaje individual (en un consultorio aparte), con Maria,
para historizar este embarazo y profundizar cómo ella está viviendo esta situación,
habilitando la palabra y la expresión de sus emociones. Como también, apuntando a
trabajar el desarrollo de su función materna. Una estrategia que se podría utilizar es hacer
arteterapia, para que así pueda pintar lo que siente, ya que al no poder acercarse a su hija,
plasmarlo en una pintura por ejemplo podría facilitar la conexión entre María y Sofía. Así
también se puede trabajar con María a través del reconocimiento de sus fortalezas, haciendo
especial hincapié en que ella puede crear vida, es decir concebir para luego llegar al tópico
del duelo por la salud de su hija.

Para luego acompañarla al sector de Neonatología, junto a la incubadora donde está


Sofía, y así sostenerla propiciando el acercamiento a su hija. Es decir alojarla, para que
pueda desplegar su función materna, y así alojar ella, a su hija..

Otra intervención que propondremos desde la Psicología Perinatal, es


conformar un equipo interdisciplinario para realizar un abordaje de cuidados paliativos
perinatales, para acompañar a Sofía y a sus padres, tanto durante la internación en el sector
de neonatología, como pediatría y luego el seguimiento en su hogar (ya que en lo relatado
en el caso, pasan de decirles a los padres que el desenlace es inminente, del fallecimiento de
su hija, para posteriormente pasar a Sofía al sector de pediatría, y luego darles el alta
médica, con ese último informe médico, se iría a morir a su casa. No informan cómo se
alimentará, ni controles médicos, ni seguimiento, ni equipo de profesionales que
acompañaría).

Los Cuidados Paliativos Perinatales, tienen como objetivo, no ayudar a morir a los
recién nacidos, sino ayudarles a vivir el final de su vida, optimizando su calidad de vida y
la de sus familias.

Comienzan antes del nacimiento y su implementación resulta beneficiosa para los


bebés y sus familias, facilitando el vínculo afectivo materno-paterno-filial, la despedida y el
duelo.
Participa conjuntamente, con el resto del equipo interdisciplinario, en proporcionar
contención, , apoyo emocional y dar respuesta a las necesidades físicas, emocionales,
psicosociales y espirituales del recién nacido y su familia; consensuar los cuidados de
confort al bebé (como también tratamiento del dolor), haciendo partícipes a los padres, en
la toma de decisiones compartida y facilitar la elaboración de un duelo saludable.

Estos cuidados son proporcionados por un equipo interdisciplinario que incluye


médicos (obstetras, neonatólogos, médicos especializados en cuidados paliativos),
enfermeras, trabajadores sociales, psicólogos y otros profesionales según la patología. Los
padres tienen un papel central en la toma de decisiones y el plan de cuidados. Un médico
responsable coordina la información y la asistencia, y facilita la transferencia entre
servicios. Esto incluye el lugar donde se realizarán los cuidados al final de la vida, siempre
que existan recursos disponibles, aunque la atención domiciliaria supone un impacto
positivo en la calidad de vida, es habitual que los recién nacidos fallezcan en las unidades
de neonatología.

En cuanto a la comunicación de un diagnóstico Moya (2012) sugiere que el médico


puede hacer uso de estrategias de comunicación que se centren en tres actores: el niño, sus
padres y la familia ampliada, en donde no sea directivo, si no más bien apunte a educar y
acompañar los procesos de toma de decisiones.

Bibliografía:

Ley 26.529. Derechos del Paciente en su Relación con los Profesionales e Instituciones de
la Salud. Octubre 21 del 2009.

Moya, Graciela. Diagnóstico prenatal en el marco de la bioética personalista ontológica:


percepción del uso, actitudes y requerimientos de los pacientes en un centro privado
de la ciudad de Buenos Aires Vida y ética. Año 13 Nº 2, Diciembre 2012.

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