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GRUPO 8
TEMA: LA FAMILIA ANTE LA DISCAPACIDAD. PROCESO DE
ATENCION EMOCIONAL A LA FAMILIA DEL NIÑO CON
DISCAPACIDAD DESDE UN ENFOQUE GESTALT
INTEGRANTES:
CINDY CHOEZ NEGRETE
ANDREA ESPINOZA LOACHAMIN
ZAIDA GUEVARA GOMEZ
XIMENA RODRIGUEZ ALAJO
EVELYN ABAD
ASIGNATURA:
DEFICIENCIAS Y PSICOREHABILITACION EN DISCAPACITADOS
DOCENTE:
LCDA. ANA MORA MORA
CURSO:
NOVENO A
PERIODO:
MAYO – SEPTIEMBRE 2023
¿QUÉ ES LA FAMILIA?
La
familia responde a la naturaleza social, más que individual, del ser humano.
Estudio de la familia
La familia quien abastece de los cuidados necesarios a los hijos y dentro de ella se
producen todo tipo de cambios, mismos que pueden evitarse o fomentarse, pues
definitivamente éstos siempre existirán. Todas las familias son muy diferentes unas de
otras y cada una se adapta de manera distinta a eventos iguales, por ejemplo, una
mudanza, una pérdida, una muerte, la discapacidad de un integrante, etc., por eso es muy
importante conocer su estructura cuando se va a trabajar con ella. Cuando hablamos de
discapacidad en uno de los hijos, el proceso de adaptación y reorganización es más
complicado que cuando las condiciones son “normales”.
Al trabajar con una persona con discapacidad se tiene como principal objetivo su
rehabilitación o habilitación para que logre incorporarse, en la medida de lo posible, a una
vida “normal”. Se pretende que alcance un buen nivel de autocuidado en principio o que
adquiera conductas que le permitan socializar con los otros. Quienes hemos trabajado,
por lo menos en prácticas escolares, con niños o adultos discapacitados consideramos
necesario crear un programa para que el niño sea autosuficiente para comer, vestirse,
bañarse o para que desarrolle su aparato motor fino y grueso, para que adquiera
habilidades para socializar o con ejercicios pueda mejorar su aparato fonoarticulador.
Las reacciones van a variar de unos padres a otros y van a depender de dos aspectos
principalmente: por un lado, debemos considerar las características particulares de cada
padre, su madurez psicológica y la orientación recibida sobre la discapacidad de su hijo.
Habrá quienes tomen la discapacidad como un gran problema, como una situación que
les desagrada y que tratan de evitar; otros padres aceptarán la deficiencia y verán con
realidad la situación. Según Castanedo (1999), los padres que aceptan el padecimiento
de su hijo generalmente cuentan con los recursos personales para afrontar los
sentimientos que les genera. Lo aceptan tal como es sin tratar de crear una imagen de
fantasía de él. Nos referimos a “fantasía” cuando los padres quieren pensar que el niño va
a superar con el tiempo sus limitaciones o esperan que los médicos se equivoquen en el
diagnóstico y dejen de colocar a su hijo dentro de una “categoría especial”.
De esta manera disfrazan la realidad y no quieren darse cuenta de ella, buscan muchas
opiniones médicas con la esperanza de encontrar alguna que les haga sentirse bien o al
menos que les diga lo que quieran escuchar. Por otro lado, aceptar la situación de un hijo
con deficiencias no implica que los padres van a dejar de presentar cierto grado de
ansiedad, pero las situaciones que les ocasionan dificultades son conocidas por ellos, a
diferencia de las personas que tienen miedo o angustia ante una situación no conocida,
por ejemplo, el preocuparse porque su hijo no podrá ser autosuficiente sin conocer
realmente sus limitaciones y aptitudes.
1. Sentimiento de culpa.
2. Negación.
Un hijo puede significar, y quienes son padres lo constatarán, el reflejo del padre o de la
madre, un espejo que le refleja lo mejor que tenga; en un hijo se planean metas,
expectativas, logros, ideas o fantasías que cada padre tenga, sea porque él mismo no
pudo tenerlas o porque quiera “lo mejor” para su hijo, y hablamos de padres que quieren
brindar esto al niño, para quienes por motivos económicos o personales no desearon la
paternidad, quizá la idea de concebir un hijo no sea una de sus prioridades.
Cuando un padre ve frustrado el plan de vida para su hijo, por las características físicas o
psicológicas que presente, puede llegar a experimentar disgusto o enojo consigo mismo,
con su pareja o con su familia y llegar a percibir como propia la discapacidad.
4. Protección Excesiva.
Empieza a surgir tal interrelación entre ambos, y sobre todo cuando lo cree más
incapacitado de lo realmente está, que se puede olvidar de sus otros hijos, cuando los
hay, de su esposo, de su vida social y de su propia vida para dedicar a su hijo todo su
tiempo. Este hecho puede significar el abandono a las necesidades propias y a un
deterioro en su salud física y mental. Gafo y Amor (1998) afirman, de acuerdo a estudios
consultados, que las madres que ponen demasiado cuidado al hijo y descuidan lo demás
“van a tener una menor atención al cuidado de la propia salud, una peor autopercepción
de la salud, sobrecarga física y estrés, limitaciones en las posibilidades de desarrollo
personal y profesional y otros efectos, lo cual a su vez repercute sobra la calidad de
cuidados impartidos a su hijo” (pág. 97)
5. Aceptación.
Estas son algunas de las razones por las que optamos por este enfoque para
trabajar con los padres de personas con discapacidad, la metodología de trabajo
que propone la Gestalt permite explorar los procesos corporales y psicológicos
que incrementen el “darse cuenta” de los pacientes, concepto básico en
Psicoterapia Gestalt y que ayuda a hacer evidente lo que permanece “oculto”.
Filosofía Existencial
Teoría de Campo
Por su parte, la Teoría de Campo nos habla de que cualquier fenómeno es parte
de un campo más amplio, se trate de fenómenos físicos, sociales, biológicos,
psicológicos o químicos. Yontef (2002) define el concepto de campo como “una
totalidad de fuerzas que se influencian recíprocamente y que en conjunto forman
un todo interactivo unificado”. Un fenómeno cualquiera forma parte de su campo y
todas las variables que haya en su campo van a repercutirlo de una manera u otra
y a su vez él repercutirá sobre ellas.
La ayuda que el terapeuta brinde para que el paciente puede “darse cuenta” de
sus procesos es primordial, el paciente muchas veces llega a terapia con varias
necesidades no cubiertas y con la creencia de que el simple hecho de asistir a
terapia ayudará a la resolución; la función del terapeuta no es “resolver” los
asuntos de alguien, su función es “guiar” a la persona para que se de cuenta de lo
que hace para solucionar sus problemas y lo que hace para evitarlos. La calidad
de la ayuda que el terapeuta brinde es resultado de la preparación que tenga
derivada de su asistencia a cursos, de la experiencia del trabajo terapéutico y la
experiencia personal, por lo que su atención debe estar puesta en estos tres
aspectos, en el siguiente apartado hablaremos con detenimiento de estos puntos
y de su importancia.
Para Ginger y Ginger (1993), un terapeuta gestalt no es una persona que sólo se
dedica a escuchar al paciente sin que exista retroalimentación de por medio. Al
involucrarse realmente en la relación, de forma auténtica y comprometida, puede
brindarle la atención necesaria para lograr comprender su “sentir” y ayudarlo así a
reconocer sus cualidades que lo ayudarán a “darse cuenta” de las soluciones que
puede tener.
La actitud del terapeuta Gestalt hacia su paciente ha de ser de total respecto,
pues ni sus creencias ni sus ideas ni su manera de vivir van a coincidir con las de
él; cada paciente tiene su propia historia y debemos respetarlo por el hecho de
ser diferente, ahí es donde empieza el papel del terapeuta Gestalt, donde puede
reconocer a otro ser humano y respetarlo. No sería correcto que emitiera juicios
acerca del comportamiento del paciente, ni que sugiriera lo qué deba hacer ni de
expresar beneplácito ante su conducta. Ese no es el objetivo de la terapia, el
terapeuta ha de estar muy atento al discurso verbal y no verbal del paciente y
“guiarlo” para que se de cuenta de su propia conducta y de los sentimientos que
ésta le genera, no guiado por una necesidad del terapeuta sino por su propia
necesidad. Esta es una de las razones de por qué la importancia de que el
terapeuta esté sometido a su propio proceso terapéutico, en él podrá expresar sus
necesidades y las inquietudes que le puede generar su paciente, si las llegara a
haber.
El terapeuta busca que su paciente vaya expresando lo que quiera decir, dichos
sucesos servirán para que el terapeuta “tome” uno de ellos y vaya trabajando
sobre él. Es decir, de las figuras que traiga el paciente a terapia –recordemos que
las figuras serán los “problemas” o situaciones que le aquejan o interesan.
Pensemos por ejemplo que viene a terapia una madre de un niño con parálisis
cerebral, su queja que trae al inicio de la terapia será que su hijo le requiere gran
cantidad de atención y de tiempo, por lo que ha descuidado a sus otros hijos y
éstos se quejan por lo sucedido. Esta puede ser la figura de la madre, su
necesidad, aparentemente, es la de dedicar tiempo a todos sus hijos y no sólo al
que presente la discapacidad.
7. Focalización.
La atención del terapeuta se centrará en la figura que sea necesario trabajar, ésta
se puede ubicar cuando el paciente haga recurrente alusión a un tema o cuando
veamos que su cuerpo presenta algún movimiento repetido o exagerado; pueden
surgir diversas figuras, sin embargo, se debe trabajar con aquella que el paciente
necesite expresar y en la medida de lo posible con las otras que también son
importantes para él.
8. Activación.
9. Relajación.
En nuestro ejemplo, quizá la señora se haya dado cuenta de que la que requiere
tiempo y se ha descuidado por la discapacidad de su hijo es ella misma y que
reconozca que sí está enojada con su hijo por absorberla tanto tiempo. El
reconocer los sentimientos es un gran paso dentro de este marco de trabajo y
permite que el paciente siga explorándose así mismo.
Reglas de la Gestalt
Algunas de estas reglas pueden ser aplicadas como pautas para la terapia
individual; sin embargo, su empleo principal se da en la terapia de grupo, en los
grupos de encuentro. Las principales reglas son las siguientes:
Vivir en el ahora.
Vivir en el aquí.
Dejar de imaginar y fantasear en exceso sustituyendo al contacto real.
Dejar de pensar innecesariamente sustituyendo a la acción.
Dejar de aparentar o jugar al "como sí".
Expresarse o comunicar.
Sentir las cosas desagradables y el dolor.
No aceptar ningún "debería", más que los propios, impuestos por uno
mismo en base a nuestras necesidades y experiencias.
Tomar completa responsabilidad de las acciones, sentimientos, emociones
y pensamientos propios.
Sea lo que Ud. es... sin importar lo que Ud. sea.
Entre los aspectos que requieren trabajarse al interior de las familias de niños con
discapacidad, están, según Cabezas (2001):
El amor familiar y la estimación por parte del grupo social son factores
motivadores para los pacientes y permiten obtener resultados satisfactorios.
INCLUSIÓN DE PERSONAS CON DISCAPACIDADES
Inclusión de personas con discapacidades: garantizar que todo el mundo tenga las
mismas oportunidades de participar en todos los aspectos de la vida al máximo de
sus capacidades y deseos.
Incluir a personas con discapacidades en las actividades cotidianas y animarlas a
que tengan roles similares a los de sus compañeros que no tienen una
discapacidad es lo que se conoce como inclusión de personas con
discapacidad. Esto implica más que simplemente animar a las personas; es
necesario garantizar que haya políticas y prácticas adecuadas vigentes en una
comunidad u organización.
Bibliografías
Linkografias
https://www.psicologia-online.com/psicoterapia-gestalt-conceptos-
principios-y-tecnicas-2278.html#anchor_6
https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/disabilityandhealth/disability-
inclusion.html
https://www.clinicaunisabana.edu.co/pacientes/educacionalpaciente/
educacion-articulos/rehabilitacion/la-familia-apoyo-fundamental-en-la-
rehabilitacion-de-las-personas-con-discapacidad/
file:///C:/Users/pc/Downloads/6267714.pdf
file:///C:/Users/pc/Downloads/la%20familia%20ante%20la
%20discapacidad..pdf
file:///C:/Users/pc/Downloads/
Guiaintervencionapoyofamiliaspersonascondiscapacidad.pdf
file:///C:/Users/pc/Downloads/0602889.pdf