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44 Introducción

mos pliegos. Estas declaraciones no sean transcritas entre los seculares»166.


Esta obra consiste en 117 artículos, de los que 47 son de la Suma de Teología.
Los puntos sobre los que se corrige al tomismo son: la unidad de la forma
sustancial en el ser humano, la materia como principio de individuación, la
dependencia del conocimiento intelectual del sensible, posibilidad teórica de
una creación eterna, la distinción real entre esencia y existencia, la primacía
de la inteligencia sobre la voluntad. Un solo artículo trata de las cuestiones
trinitarias. Este repaso de las tesis incriminadas nos hace ver que práctica-
mente todas son de orden filosófico. Y el fenómeno se extiende también a
otros lugares 167.
Los discípulos inmediatos de Tomás no abandonaron el patrimonio he-
redado, antes bien surge un tipo de literatura que transforma la palabra co-
rrección en corrupción 168. Se puede ver aquí el comienzo de la escuela tomista,
que se impone particularmente entre los dominicos. Los capítulos de su169Or-
den habían iniciado la alabanza del maestro en el de Milán de 1278 y
prácticamente se va imponiendo su enseñanza en los estudios de sus herma-
nos170. El reconocimiento de Tomás hace que se le comience a llamar «ve-
nerable hermano y venerable doctor»171. La canonización de Tomás de
Aquino en 1323 supuso en cierto modo una consagración de sus doctrinas,
ya que incluso se subrayaban los aspectos doctrinales172. También sus her-
manos, además de la defensa, trabajaron en la elaboración de formas meto-
dológicas, para estudiar mejor al maestro. Ya a finales del siglo XIII conoce-
mos la concordancia de doctrinas de las Sentencias con las de la Suma, pero
la más conocida de este tipo de obras es de Benito de Assignano.
Las resistencias a Tomás en el siglo XIV se encuentran en su mismo her-
mano de Orden Durando de Saint-Pourçain, pero sobre todo en las concep-
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F. VAN ORTROY, Analecta bolandiana 18 (1899) 292; P. GLORIEUX, Les Correctoires. Es-
sai de mise au point: Recherches de théologie ancienne et médiévale 14 (1947) 313-330.
167
P. GLORIEUX, Comment les thèses thomistes furent proscrites à Oxford 1284-1286: Rev.
Thom. 10 (1927) 259-291; D. A. CALLUS, La condenación de Sto. Tomas en Oxford: Revista de fi-
losofía 6 (1947) 377-416.
168
Esta literatura ha sido atentamente considerada y actualmente conocemos cinco respues-
tas a las correcciones de Tomás: P. GLORIEUX, Les premières polémiques thomistes. I. Le Correcto-
rium corruptorii «Quare»: Bibliothéque thomiste 9 (Le Saulchoir-Bélgica 1927); II. Le Correcto-
rium corruptorii «Sciendum»: Bibl. thom. 31 (Le Saulchoir 1956); J. P. MÜLLER, Le Correctorium
corruptorii «Quaestiones», Texte anonyme du ms. Merton 267: Studia Anselmiana 35 (Roma 1954);
ID., Rambert de'Primadizzi de Bologne. Apologeticum veritatis contra Corruptorium: Studi e testi 108
(Vaticano 1943); ID., Le Correctorium corruptorii «Circa» de Jean Quidort de Parts: Studia ansel-
miana 12-13 (Roma 1941).
169
J. E. BOLZAN-A. A. FRABOSCHI, Santo Tomás y los capítulos generales de la orden de los
Hermanos Predicadores 1278-1370: Sapientia 29 (1974) 263-278; A. WALZ, Ordinationes capitulorum
generalium de S. Thomae eiusque cultu et doctrina: Analec. Ord. Praed. 31 (1923) 168-173.
170
P. MANDONNET, Les titres doctoraux de Saint Thomas d'Aquin: Rev. Thom. 17 (1909)
597-608; ID., Prémiers travaux de polémique thomiste: Rev. Se. Phil. Théol. 7 (1913) 46-70 y 245-
262; M. GRABMANN, De Summae D. Thomae Aquinatis studio in ordine Fratrum Praedicatorum jam
saeculis XIII et XIV vigente: Miscellanea Dominicana in memoriam VII anni saecularis ab obitu
S. Patris Dominici (Roma 1923) 151-161.
171
P. MANDONNET, Les titres...; M.-D. CHENU, Maitre Thomas est-il une «autorité». Note sur
deux lieux théologiques au X I V e siècle: Rev. Thom. 7 (1925) 187-194; C. JELLOUSCHEK, Quaestio
Magistri Joannis de Neapoli O. P.: «Utrum licite possit doceri Parisius doctrina fratris Thomae quantum
ad omnes conclusiones ejus», hic primum in lucem edita: Xenia thomistica 3 (Roma 1925) 73-104. Si-
guiendo las técnicas medievales, Tomás es considerado como autoridad, en algunos ambientes,
ya a principios del siglo XIV.
A. WALZ, Bulla canonizationis S. Thomae Aquinatis, a Joanne XXII P.M. emanata: Xenia
thomistica 3 (Roma 1925) 173-188; P. MANDONNET, La canonisation de S. Thomas d'Aquin 1317-
1323: Bibliothèque thomiste 3 (París-Kain 1923) 1-48. Como consecuencia de la canonización,
el obispo de París anuló allí la condena, que pesaba sobre Tomás, en el 1325.

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