si la teología es ciencia o no lo es. O en forma interrogativa: ¿la teología es
o no es verdadera ciencia?»69 Planteada la cuestión de modo alternativo, se requiere, en segundo lugar, la presentación de las dos partes de la alternativa. Solamente así se puede se- guir la investigación. Era el momento más desarrollado de la disputa me- dieval, en el que el respeto al punto de partida inquisitivo abría grandes po- sibilidades a la investigación. El artículo manifiesta un cuidado escrupuloso en la prosecución de los motivos de racionalidad. Se inicia un auténtico pro- ceso: «la significación primitiva de la palabra procedere, como lo indica su composición (cedere ir, pro hacia adelante) es caminar hacia adelante, avan- zar» 70 . La verdad requiere un camino por el que se avanza gradualmente, sin saltos bruscos, con el fin de resolver las dudas reales encontradas. En este momento del artículo se sopesan las razones a favor y en contra exponiéndolas con todo su vigor. En este proceso aparecen, en una primera serie, los argumentos que se oponen a la opinión del maestro y a la solución que se dispone a dar. Son las razones que están a favor de una parte de la alternativa las que constituyen esta sección del artículo. Al inicio de la se- gunda serie encontramos la expresión sed contra, que recoge las razones de la otra parte de la alternativa71. La interpretación de este momento del artículo se hace normalmente en dependencia del sentido de la disputa medieval, es decir, que no es una sim- ple contraposición a la primera serie de objeciones, sino un argumento en favor de la otra alternativa. «No se diga, escribe Ghini, que en la Suma, fre- cuentísimamente, los argumentos sed contra, reducidos generalmente a uno, deben considerarse como válidos; porque aunque así lo sean de hecho, no lo son de derecho. Por lo demás, incluso el mismo Tomás, muchas veces, responde también a las intemperancias y a las imprecisiones de estos argu- mentos»72. Otras interpretaciones del sed contra pretenden hacerlo coincidir con la doctrina de Tomás, aunque en este caso es mejor hacer una descrip- ción detallada. Los datos estadísticos aportados son interesantes: «Alrededor de 2073 argumentos sed contra, escribe Elders, son referencias o citas de autoridades teológicas, 338 remiten a autoridades en filosofía y 321 son ar- gumentos ex ratione»73. No obstante, la interpretación del sed contra no como una simple autoridad ni como la tesis del autor, sino simplemente como la presentación de la otra parte de la alternativa se atiene mejor al proceso del artículo seguido por Tomás. Después de esta presentación viene la respuesta del maestro, con el fin de disipar las dudas. En la presente edición esta tercera parte del artículo comienza: solución al problema. La puntuación original y concorde con el sis- tema de las disputas es: Respondeo. Dicendum quod 74. Es decir que la respuesta 69 S. RAMÍREZ, Introducción general 201. 70 F. A. BLANCHE, a.c., 173. 71 ID., a.c., 177; S. RAMÍREZ, o.c., 202-203; M.-D. CHENU, o.c., 80. 72 G. GHINI, Metodo espositivo de la Somma Teologica: Somma Teologica. Introduzione generale (Roma 1972) 259-261. 73 L. ELDERS, Structure et fonction de l'argument «Sed contra» dans la Somme Théologique de Saint Thomas: DTh (P) 80 (1977) 245. 74 S. THOMAE DE AQUINO, Summa Theol. 1 (Ottawa 1941) XXI.