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20 Introducción

si la teología es ciencia o no lo es. O en forma interrogativa: ¿la teología es


o no es verdadera ciencia?»69
Planteada la cuestión de modo alternativo, se requiere, en segundo lugar,
la presentación de las dos partes de la alternativa. Solamente así se puede se-
guir la investigación. Era el momento más desarrollado de la disputa me-
dieval, en el que el respeto al punto de partida inquisitivo abría grandes po-
sibilidades a la investigación. El artículo manifiesta un cuidado escrupuloso
en la prosecución de los motivos de racionalidad. Se inicia un auténtico pro-
ceso: «la significación primitiva de la palabra procedere, como lo indica su
composición (cedere ir, pro hacia adelante) es caminar hacia adelante, avan-
zar» 70 . La verdad requiere un camino por el que se avanza gradualmente,
sin saltos bruscos, con el fin de resolver las dudas reales encontradas.
En este momento del artículo se sopesan las razones a favor y en contra
exponiéndolas con todo su vigor. En este proceso aparecen, en una primera
serie, los argumentos que se oponen a la opinión del maestro y a la solución
que se dispone a dar. Son las razones que están a favor de una parte de la
alternativa las que constituyen esta sección del artículo. Al inicio de la se-
gunda serie encontramos la expresión sed contra, que recoge las razones de
la otra parte de la alternativa71.
La interpretación de este momento del artículo se hace normalmente en
dependencia del sentido de la disputa medieval, es decir, que no es una sim-
ple contraposición a la primera serie de objeciones, sino un argumento en
favor de la otra alternativa. «No se diga, escribe Ghini, que en la Suma, fre-
cuentísimamente, los argumentos sed contra, reducidos generalmente a uno,
deben considerarse como válidos; porque aunque así lo sean de hecho, no
lo son de derecho. Por lo demás, incluso el mismo Tomás, muchas veces,
responde también a las intemperancias y a las imprecisiones de estos argu-
mentos»72. Otras interpretaciones del sed contra pretenden hacerlo coincidir
con la doctrina de Tomás, aunque en este caso es mejor hacer una descrip-
ción detallada. Los datos estadísticos aportados son interesantes: «Alrededor
de 2073 argumentos sed contra, escribe Elders, son referencias o citas de
autoridades teológicas, 338 remiten a autoridades en filosofía y 321 son ar-
gumentos ex ratione»73. No obstante, la interpretación del sed contra no como
una simple autoridad ni como la tesis del autor, sino simplemente como la
presentación de la otra parte de la alternativa se atiene mejor al proceso del
artículo seguido por Tomás.
Después de esta presentación viene la respuesta del maestro, con el fin
de disipar las dudas. En la presente edición esta tercera parte del artículo
comienza: solución al problema. La puntuación original y concorde con el sis-
tema de las disputas es: Respondeo. Dicendum quod 74. Es decir que la respuesta
69
S. RAMÍREZ, Introducción general 201.
70
F. A. BLANCHE, a.c., 173.
71
ID., a.c., 177; S. RAMÍREZ, o.c., 202-203; M.-D. CHENU, o.c., 80.
72
G. GHINI, Metodo espositivo de la Somma Teologica: Somma Teologica. Introduzione generale
(Roma 1972) 259-261.
73
L. ELDERS, Structure et fonction de l'argument «Sed contra» dans la Somme Théologique de Saint
Thomas: DTh (P) 80 (1977) 245.
74
S. THOMAE DE AQUINO, Summa Theol. 1 (Ottawa 1941) XXI.

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