Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TEMA 4
LA SÍNTESIS ESCOLÁSTICA DE
SANTO TOMÁS DE AQUINO
En el ámbito cultural, el siglo XIII se caracteriza, además de por el auge que adquiere el arte
gótico, por tres factores esenciales:
– La creación de las Universidades a partir de las escuelas urbanas catedralicias. Surge así la
Universidad de París (1200), Bolonia, Oxford, Montpellier, Cambridge, Padua, Salamanca o
Nápoles.
– La fundación de las órdenes mendicantes (franciscanos y dominicos).
– La llegada de obras filosóficas desconocidas, especialmente de Aristóteles, gracias a las
traducciones de textos árabes. La tarea de la escuela de traductores de Toledo fue de suma
importancia en este sentido.
- 11 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
Arruinado el Imperio Romano (s. V) y finalizada la Edad Antigua, Occidente perdió todo
contacto con la mayoría de las obras filosóficas griegas. Esta pérdida de contacto y la consolidación
del platonismo cristiano marcan el desarrollo de la filosofía cristiana en los ocho siglos siguientes.
Tras la predicación de Mahoma (s. VIII), los árabes conquistan Siria y entran allí en contacto con
ciertos reductos de la cultura griega clásica. Un grupo de cristianos había traducido al sirio algunos
textos originales de filósofos griegos. Primero del sirio, después directamente del griego, se traducen
al árabe las obras de Aristóteles y los comentarios que a las mismas escribieron los grandes
comentaristas griegos, en su mayoría neoplatónicos. Se crea así una filosofía árabe aristotélica. En un
principio los filósofos árabes adoptan un aristotelismo grandemente platonizado. El máximo
representante del aristotelismo árabe platonizado fue Avicena (siglo X). Posteriormente, Averroes
(siglo XII) pretendió volver a una interpretación más aristotélica en sus traducciones y comentarios
de Aristóteles.
El contexto filosófico de Santo Tomás de Aquino puede situarse en la reacción frente a las
tesis averroístas La universidad de París era en el siglo XIII la capital intelectual de Europa y fue en
ella donde se gestó el movimiento conocido como averroísmo latino. El averroísmo latino se
distinguió por tres afirmaciones o tesis:
1ª. La eternidad del mundo, que parecía atentar abiertamente contra la afirmación cristiana
de que el mundo había sido creado por Dios.
2ª. El alma individual no es inmortal, sino perecedera o corruptible. Solamente es inmortal
el Entendimiento que está presente en todos los hombres.
3ª. La teoría de la doble verdad: Existe una verdad de fe o teológica, distinta de la verdad
de razón o filosófica. Hay afirmaciones, como la creación del mundo y la inmortalidad del alma, que
son verdaderas de acuerdo con la fe, pero que son falsas de acuerdo con la razón.
1ª. Sobre la eternidad del mundo afirmó que ni el sistema aristotélico implicaba que el
mundo fuera eterno, ni el concepto cristiano de creación excluye la posibilidad de que el mundo sea
eterno, éste, según Aquino, puede ser eterno y creado. Aunque no se puede demostrar por la razón
que haya sido creado desde la eternidad ni que haya sido creado en el tiempo. Por lo que la razón no
puede contradecir a la fe, ya que la fe cristiana afirma que el mundo ha sido creado en el tiempo.
2ª. Acerca de la inmortalidad del alma individual, Santo Tomás interpretó a Aristóteles
afirmando que el Entendimiento inmortal del que aquél hablaba no es único para todos los hombres,
sino la facultad superior del alma que es inmortal.
3ª. La tercera afirmación averroísta, la doble verdad, resultaba innecesaria, una vez negadas
las otras dos afirmaciones. Santo Tomás la combatió, no por considerarla innecesaria, sino por
considerarla inadmisible.
- 12 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
ámbitos. Por lo que se refiere a sus contenidos, la fe y la razón delimitan dos conjuntos con una
zona de intersección. A esta zona de intersección pertenecerían, por ejemplo, la afirmación de que
el mundo es creado y la afirmación de que el alma humana es inmortal: el discurso racional puede
llegar al conocimiento de ambas verdades, y estas verdades son también conocidas por la fe cristiana.
Puesto que no hay doble verdad y los artículos de la fe cristiana contienen afirmaciones
indudables la fe sirve a la razón como norma o criterio extrínseco. Así, en caso de que la razón
llegara a conclusiones incompatibles con la fe, tales conclusiones serán necesariamente falsas y el
filósofo habrá de revisar sus planteamientos, sus premisas y su consistencia lógica. La fe es, pues,
criterio extrínseco y negativo para la razón: extrínseco, porque se trata de una fuente de
conocimiento distinta; negativo, porque el filósofo no puede apoyarse positivamente en los datos de
la revelación ni utilizarlos como punto de partida para sus conclusiones.
– La teoría de las cuatro causas, así como su concepción teleológica del mundo.
– La definición del movimiento como el paso de la potencia al acto, y la anterioridad
del acto respecto a la potencia, así como la división del movimiento en sustancial y accidental, y éste
en cuantitativo, cualitativo y local.
– La composición hilemórfica de las sustancias naturales.
– La concepción de Dios como acto puro, inmutable y perfecto. (Si bien en la filosofía de
Tomás de Aquino crea el mundo y lo conoce, mientras que en la de Aristóteles el mundo es eterno).
Esta afirmación cristiana de que el mundo es creado introduce un elemento nuevo ajeno a la
filosofía griega:
De tal relación se sigue, como consecuencia, una visión jerarquizada del universo.
- 13 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
La doctrina hilemórfica (Aristóteles) le sirve a Tomás de Aquino para dar una explicación
del concepto de hombre: por un lado, la materia es el cuerpo; por otro, la forma (principio de vida) es
el alma.
Cuerpo y alma están unidos sustancialmente y no, como en Platón, de manera accidental. El
hombre es un microcosmos. En su naturaleza se sintetizan todas las perfecciones de los seres
inferiores y, a la vez, participa de los superiores, tendiendo a una semejanza con Dios.
El alma humana se origina por creación directa de Dios y lo que distingue al hombre de las
plantas y de los animales es la razón. El alma es una sola y su función es ser forma sustancial del
cuerpo. Siendo única, el alma posee cinco potencias:
Vegetativa: plantas.
Sensitiva: los cinco sentidos externos y los cuatro internos (sentido común,
fantasía, estimativa natural, memoria sensitiva).
Motriz: el movimiento.
Intelectiva: potencia puramente espiritual del pensar y del amor libre (ser
humano).
- 14 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
Por tanto, el fantasma, por obra del entendimiento agente o activo, es despojado de sus
elementos individuales, obteniendo los rasgos esenciales. Se hace Universal, ya que se queda con los
rasgos idénticos de todos los individuos de la misma especie.
Antes de decir una palabra más sobre la filosofía de Tomás, hemos de dejar claras dos
cuestiones:
- 15 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
2 – Lo que vamos a exponer aquí atañe sólo a su sistema filosófico. De igual modo que no
estudiaremos la geometría o la física cartesianas cuando expongamos a Descartes, en nada nos
atañen aquí las posturas de Santo Tomás relativas al ámbito puramente religioso. Santo Tomás es
muy consciente de la separación entre dos órdenes de conocimiento: el natural (racional) y el
sobrenatural.
– La teología natural (filosófica o racional): Dios –su existencia y esencia– como objeto de
especulación y demostración racional;
Cuanto aquí digamos sobre la teología tomista versa exclusivamente sobre su teología
filosófica. Es más, Santo Tomás es muy consciente de que no se llega a conocer al Dios revelado por
vía de la razón. La razón nos hace conocer la existencia de Dios sólo en su estructura y en su
necesidad racionales. Tomás se percata de que es poco cuanto la razón pueda argüir sobre la
naturaleza de Dios, pues nuestro entendimiento finito necesariamente tiende a intentar aprehender a
Dios desde categorías y formas antropológicas. De este modo, cuando se habla de la inteligencia, la
bondad, la justicia… divinas, dice Tomás que eso sólo constituye una analogía, pues las propiedades
de Dios serían inconmensurables con las humanas. De Dios, desde un ámbito puramente racional, se
podrá decir entonces más bien lo que no es (via negationis) que lo que positivamente y de hecho es. 1
A esto se le llama teología negativa.
Por otro lado, y para entrar ya en materia, la demostración de la existencia de Dios tiene en
Sto. Tomás de Aquino unas características totalmente distintas a demostraciones de filósofos
agustinistas, como el argumento ontológico de San Anselmo de Canterbury (1034-1109). San
Anselmo ha pasado a la historia de la filosofía fundamentalmente por haber sido el primero en
formular una prueba de la existencia de Dios a partir de la idea misma de Dios. Este tipo de
pruebas son denominadas a priori porque van de la causa al efecto. En líneas generales, San
Anselmo lo formula en el Proslogion del siguiente modo: todos los hombres (incluso el necio que en
su corazón afirma que Dios no existe 2) tienen una idea o noción de Dios, entienden por “Dios” un
ser tal que es imposible pensar un ser mayor que él; ahora bien, un ser tal ha de existir no solamente
en nuestro pensamiento sino también en la realidad, ya que en caso contrario sería posible pensar
otro mayor que él (a saber, uno que existiera realmente) y, por tanto, caeríamos en contradicción: ya
que sería posible pensar en un ser mayor que aquel mayor que el cual ningún otro puede ser pensado.
Luego, Dios existe no sólo en el pensamiento sino también en la realidad. San Anselmo denominaba
a Dios, en consecuencia, ens realissimum.
1
Aquí Santo Tomás da una especie de versión del homo mensura de Protágoras pero precisamente desde la perspectiva
del Absoluto que sería Dios.
2
Salmos, 14:1.
- 16 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
El argumento ontológico fue aceptado y defendido en el siglo XVII por los filósofos
racionalistas (Descartes, Spinoza y Leibniz) y, en una retorsión irónica, por Hegel (1770-1831) 3.
Sto. Tomás de Aquino lo rechazó y lo consideró inválido para demostrar la existencia de Dios,
ya que existía un salto, en el argumento, de la existencia pensada de Dios a la existencia real y se
considera a la existencia como una perfección que se añade a la esencia, mientras que, para Sto.
Tomás, la existencia no añade nada a la esencia, sino que simplemente la actualiza (la hace
pasar de la potencia al acto). En términos más técnicos, la existencia no es un predicado lógico, no
pertenece a la esencia de una cosa. La existencia, como más tarde señalará Kant, no es un predicado
conceptual o lógico, sino que hace referencia a una relación entre mi concepto pensado (por ejemplo,
“gato”) y mi percepción (es decir, que de hecho haya algo ahí que se corresponda con mi concepto
de gato). 4
Como creyente y como filósofo, Tomás de Aquino considera que una tarea fundamental de la
razón consiste en demostrar la existencia de Dios. Al respecto se plantean dos cuestiones: a) ¿Es
necesario demostrar la existencia de Dios? b) ¿Es posible demostrar la existencia de Dios?
La primera cuestión puede parecernos actualmente ociosa: claro que es necesario demostrar
la existencia de Dios, ya que está lejos de ser evidente e incontrovertible. Para Aquino, sin embargo,
la pregunta no es ociosa, dado el contexto religioso e intelectual en el que se desenvuelve su
pensamiento: no debemos olvidar que Santo Tomás vive en el seno de una sociedad en la que la
creencia religiosa está plenamente vigente. Sin embargo, Santo Tomás piensa que la existencia de
Dios no es inmediatamente evidente para el entendimiento humano y, por tanto, resulta
necesario demostrarla.
a) El procedimiento adecuado consiste en partir de los seres del mundo, considerados como
efectos, hasta llegar a Dios como causa suya. Este tipo de demostración, que va del efecto a la causa,
se denomina a posteriori (es decir, “a partir de lo que es posterior”, ya que todo efecto es posterior a
la causa). La demostración inversa, que va de la causa al efecto, ya hemos visto que se denomina a
priori, es decir, “a partir de lo que es anterior”; pero tal demostración es excluida por Aquino en el
caso de la existencia de Dios porque no tenemos un conocimiento suficiente y positivo de la causa
como para partir de ella en la demostración de su existencia.
b) Reuniendo elementos tomados no solo del aristotelismo, sino también del platonismo y de
otras fuentes, Aquino propone cinco argumentos (cinco vías, como las denomina él mismo), cuyo
3
Hegel lo vuelve precisamente en contra de la concepción de un Dios trascendente. Para Hegel, el Absoluto será la Idea
que se despliega en la Historia de una forma inmanente. Para Hegel, usar el lenguaje teológico es una forma de seducir a
la fe y llevarla a la razón, al concepto. Claro está que él mismo no lo confesó nunca.
4
Como veremos más adelante, la existencia está implicada en la esencia (en el concepto) sólo en el caso de Dios, del ens
realissimum. Pero Santo Tomás no va a tratar de demostrar su existencia por esta vía.
- 17 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
recorrido lleva a la afirmación de que Dios existe. Estas cinco pruebas poseen una estructura similar,
desarrollándose cada una de ellas a través de cuatro pasos sucesivos:
1) Constatación de un hecho de experiencia (“vemos” que hay cosas que se mueven, etc.).
2) Aplicación del principio de causalidad –«todo efecto tiene su causa»– al hecho
constatado (“todo lo que se mueve es movido por otro”, etc.).
3) Afirmación de que es imposible una serie infinita de causas (no puede haber una serie
infinita de seres que mueven a otros y que, a su vez, son movidos por otros, etc.). 5
4) Conclusión de la existencia de Dios (luego hay un primer motor, él mismo inmóvil, que es
Dios, etc.), que es identificado con esa primera causa.
– La primera de las vías, la más genuinamente aristotélica, parte del hecho del movimiento
para alcanzar la existencia de Dios como motor inmóvil.
– La segunda, parte del hecho de que hay causas causadas para culminar en la existencia de
una causa incausada.
– La tercera, parte de que hay seres contingentes (que pueden existir o no existir), y llega a
la afirmación de que hay un ser necesario (que no puede no existir).
– La cuarta arranca de que hay seres más y menos perfectos, de que hay grados de
perfección, para concluir afirmando que ha de haber un ser sumamente perfecto.
DIOS ES: 1) MOTOR INMÓVIL, 2) CAUSA INCAUSADA, 3) SER NECESARIO, 4) SER PERFECTÍSIMO y
5) SER INTELIGENTÍSIMO.
Para Tomás de Aquino la noción de Dios procede de la fe y es anterior a la conclusión de la argumentación de las
vías. Éstas, sin embargo, vienen a confirmar que la reflexión racional sobre la experiencia no contradice el contenido de
la fe, sino que lo confirma.
5
Los críticos de Tomás han denunciado que aquí se presupone lo que debería demostrarse, a saber, que no puede haber
una serie infinita. ¿Por qué no habría de haberla? Cuando estudiemos a Kant, veremos que si usamos la categoría de la
causalidad para explicar fenómenos, no tengo derecho a detener arbitrariamente la relación causa-efecto en algo que yo
quiera establecer como primera causa, pues toda causa ha de ser, a su vez, efecto. La causalidad sólo nos permite, según
Kant, explicar cambios en la materia, pero no el surgimiento mismo del cambio ni establecer un primer estado de la
materia.
- 18 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
6
Santo Tomás evita todo riesgo de antropomorfización de Dios. Por ello, dice que Dios posee todas las perfecciones en
grado eminente, es decir, incomparable o incomensurable con ellas en cuanto humanas.
- 19 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
3º
1º NATURALEZA 2º Imposibilidad de 4º
VÍAS
Se observa Principio de causalidad una cadena infinita Demostración
de causas
La contingencia de los seres creados hizo que Aquino reparara en una distinción que
cualquier persona cuidadosa hace al hablar de las cosas: la distinción entre lo que las cosas son
(esencia) y el hecho de que existan o no (existencia).
- 20 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
Todos los filósofos cristianos se habían interesado en destacar qué es lo que distingue más
radicalmente a Dios, el Principio Primero, del resto de las realidades existentes. Los neoplatónicos
afirmaban que el Principio Primero se caracteriza por su absoluta simplicidad (de ahí que lo
denominaran Uno), mientras que las demás realidades se caracterizan por ser compuestas. La
composición era para estos pensadores el principio u origen de toda corrupción, imperfección, etc.
Por ello, Dios había de ser necesariamente uno.
Este criterio fue aceptado por la filosofía cristiana, y la tradición agustiniana afirmaba que
todas las realidades, excepto Dios, son compuestas de materia y forma. Sto. Tomás acepta el criterio
de composición, pero no la fórmula agustiniana. Según Sto. Tomás, lo que radicalmente distingue
a las realidades creadas es la composición de esencia y existencia.
La afirmación de que todos los entes creados están compuestos de esencia y existencia encaja
perfectamente con su carácter contingente; contingentes son, decíamos, las realidades que existen
pero pudieran no existir, lo cual significa que su existencia no pertenece necesariamente a su esencia
y, por tanto, son compuestas de esencia y existencia. Solo en un ser necesario (que no puede no
existir), es decir, Dios, la esencia y la existencia, lo que es y el existir, se identifican.
Esta distinción –que el lenguaje mismo nos brinda 8– entre lo que las cosas son (esencia) y el
hecho de que existan (existencia) es interpretada por Aquino a través de los conceptos aristotélicos
de potencia y acto: la esencia es potencia (puede ser o existir); la existencia es acto, es decir,
actualiza la capacidad de existir que es propia de la esencia. Es el acto de ser, en sentido existencial.
7
La verdad de un predicado se define, entonces, según el criterio clásico veritas est adaequatio rei et intellectus ("la
verdad es la adecuación de la inteligencia –de lo pensado– a la realidad"). En teorías de la verdad, a este criterio se lo
conoce como criterio de adecuación.
8
En español usamos el verbo ser para decir lo que las cosas son o cómo son (su esencia) y el verbo haber para mentar lo
que está-ahí, lo que existe. En el inglés usamos el verbo to be para ambas cosas, pero nos percatamos enseguida de que
hay una diferencia entre decir to be y there be. En cuanto a nuestro verbo estar, mienta estados transitorios (más bien
accidentales que esenciales).
- 21 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
La existencia es, pues, caracterizada, como acto de la esencia. Ahora bien, a cada esencia
corresponde un tipo de existencia determinada, es decir, que existir es un modo de ser que está en
función de la esencia del ente correspondiente. Si, para un viviente, existir es vivir, para un animal
existir es sentir (es decir, tener vida sensitiva, ya que el animal se define como viviente sensitivo,
esta es su esencia) y, para un entendimiento, existir es entender.
Si en Dios se identifican esencia y ser (existencia), no ocurre lo mismo en los entes creados,
que, como hemos visto, son compuestos de esencia y existencia. Los entes creados participan de la
existencia en grados distintos, según la capacidad de ser de sus respectivas esencias.
5 – ÉTICA Y POLÍTICA
La ética del aquinate se considera una ética material ya que establece un Bien Supremo (al
que se supeditan todos los demás en una estructura jerárquica) que no es otro que la Felicidad, que
en el caso de Tommaso será la contemplación de Dios. Sin embargo, no es menos cierto que supuso
un paso decisivo en la constitución de una moral independiente de las creencias religiosas, pues
reconoce leyes morales deducidas por la razón de las tendencias propias de la naturaleza
humana: reglas morales naturales que, como la propia naturaleza humana en la que se fundan, son
universales y eternas (por ejemplo, “no matarás”).
La ley natural es el conocimiento natural que posee el hombre y que le mueve a obrar
de acuerdo con su naturaleza genérica (como animal, género próximo): (engendrar, comer…) y su
naturaleza específica (en su diferencia específica, racional): (razonar, vivir en sociedad…). La ley
natural es la participación de la ley eterna en la criatura racional.
Santo Tomás recurre a la filosofía griega para fundamentar la moral en la naturaleza humana.
Sin embargo, en dicha filosofía, la relación entre la moral y la naturaleza se realizó de dos formas:
1ª. Los sofistas entendieron, al igual que más tarde Epicuro, la naturaleza (Physis) desde un punto de
vista mecanicista (los procesos naturales no tienen finalidad ni orden establecido, ya que todo ocurre por azar,
9
La teología natural o racional termina, poco más o menos, aquí. El resto de predicados tenderán a ser negativos, es
decir, a enunciar lo que Dios no es.
- 22 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
mecánicamente). Esto llevó al relativismo moral, entendiendo que las normas y costumbres morales y
políticas (ley positiva o Nomos) son convencionales (producto del acuerdo o la convención): o contrarias o
distintas de la naturaleza (Physis). Si queremos saber los verdaderos motivos que mueven a actuar a los
hombres, tenemos que buscar en aquello que es común a los hombres y los animales, puesto que lo natural
(Physis) es distinto a lo socialmente establecido (Nomos). Lo único natural en el hombre es, de acuerdo con lo
que es común al hombre y al animal, la búsqueda del placer, la huida del dolor (en este punto coinciden los
sofistas y Epicuro) y el dominio del más fuerte.
Epicuro y los sofistas buscaron más bien lo que mueve de hecho a los seres humanos a obrar:
ética de los móviles, destinada a descubrir los impulsos que determinan la conducta humana.
2ª. Platón y Aristóteles pusieron en relación la ética y las normas morales con la naturaleza humana,
pero entendiendo la naturaleza (Physis) desde un punto de vista teleológico. Es decir, no se trata de saber lo
que mueve al ser humano a obrar, sino dónde se halla el perfeccionamiento y la plenitud humana, es
decir, cuál es el fin al que está orientado el ser humano. La naturaleza humana no se entiende por aquello
que es común al hombre y a los animales, sino a aquello que es específico del hombre.
El planteamiento de Sto. Tomás parte de que la naturaleza humana posee ciertas tendencias.
Esto es algo que el ser humano tiene en común con el resto de los seres naturales. Sin embargo, el
hombre se distingue de los otros seres naturales por su racionalidad, porque sólo él es capaz de
conocer sus propias tendencias y, por tanto, solo él puede deducir ciertas normas de conducta
de acuerdo con las exigencias de su propia naturaleza. La razón da acceso al ser humano a una
reflexión sobre sus impulsos.
Ahora bien, los preceptos de la ley natural respecto de la razón práctica, son lo mismo que los
primeros principios de la demostración respecto de la razón especulativa: unos y otros son principios
evidentes por sí mismos. Como el ser es lo primero que cae bajo toda consideración, así el bien es lo
primero que aprehende la razón práctica, ordenada a la operación, ya que todo agente obra por un fin,
el cual tiene naturaleza de bien. Por tanto, el primer principio de la razón práctica será el que se
fundamenta en la naturaleza de bien: «Bien es lo que todos los seres apetecen». Éste es, pues, el
primer precepto de la ley: «Se debe obrar y hacer el bien y evitar el mal». Todos los demás
preceptos de la ley natural se fundan en éste. De modo que todas las cosas que deban hacerse o
evitarse, en tanto tendrán carácter de preceptos de la ley natural, en cuanto la razón práctica los
juzgue naturalmente como bienes humanos.
Y puesto que el bien tiene naturaleza de fin, y el mal naturaleza de lo contrario, todas las
cosas van hacia las que el hombre siente inclinación natural, son aprehendidas naturalmente como
buenas y, por consiguiente, son necesariamente practicables; y sus contrarias, como malas. Luego, el
orden de los preceptos es paralelo al orden de las inclinaciones naturales.
Por tanto, la demostración de que existe una ley natural se apoya en los siguientes
principios:
- 23 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
• Dichas tendencias, que en los animales son instintivas, son reconocidas por el hombre
como tendencias a un fin.
• Como ser racional, el hombre puede conocer sus tendencias y deducir normas de
conducta de las mismas.
El contenido de la ley natural se deduce del conjunto de tendencias naturales del ser
humano, que pueden ser clasificadas según los grados de ser que confluyen en el hombre: el hombre
es substancia, es animal y ser racional:
Ya que la ley natural se deduce de las tendencias de la naturaleza misma, posee cuatro
propiedades:
4ª. Indelebilidad: la ley natural no puede ser borrada de los corazones de los hombres, en
general. Pero se puede “borrar” (deformar) en cuanto a las obras particulares, esto es, en cuanto a las
acciones, en la medida en que a la razón no le sea posible aplicar los principios generales.
Sto. Tomás formuló las relaciones entre la ley natural (Physis) y la ley positiva (Nomos)
del siguiente modo:
a) La ley positiva es una exigencia de la ley natural. La ley positiva no es mero resultado de
una imposición caprichosa por parte de los más fuertes o de un arbitrario convenio entre iguales, sino
algo exigido por la naturaleza misma del hombre en cuanto ser social. Tomás de Aquino advierte de
- 24 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
las carencias naturales del ser humano, que no habría subsistido frente a otras especies animales
de no haberse asociado.
b) En la línea de Aristóteles, para Tomás de Aquino el fin del Estado es el “bien común”,
concepto al que recurre como principio de la legitimidad política: si no se busca el bien común, no
se legitima la sociedad ni la autoridad:
– Fomentar la vida virtuosa, que es el fin supremo del Estado, con el objetivo de encaminar
a los ciudadanos a la consecución de su bien supremo, que la posesión de Dios.
c) Las exigencias de la ley natural han de ser respetadas por la legislación positiva.
d) La ley positiva es la ordenación de la razón” para el bien común y, como tal, debe ser
justa y moral, es decir, reflejo de la ley natural, que impone siempre buscar el bien y evitar el mal.
Para lograr tal fin, no debe imponer cargas imposibles y debe tener en cuenta las circunstancias
de tiempo y lugar, respetando las costumbres y tradiciones de los pueblos. Esto implica:
– Refrendo popular. Solicita explícitamente que las leyes sean establecidas por la
colectividad o, en su caso, por su representante reconocido. El ciudadano está obligado a cumplir
las leyes positivas justas. No está obligado a cumplir las leyes injustas (las que no sean reflejo de la
ley natural).
Esta forma de interpretar las relaciones entre la ley natural y la ley positiva pone de manifiesto
que Tomás de Aquino no concibe el mundo del Derecho y el mundo de la moral como dos reinos
desconectados e independientes. El Derecho se halla incardinado en la moral y el punto de
incardinación no es otro que la idea de justicia.
- 25 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
alguna, tienen derecho por el mero hecho de serlo, es decir, por la sola consideración de su dignidad
ontológica como humanos.
- 26 -
Tema 5 – Santo Tomás de Aquino
De este modo, la razón de Dios, en cuanto establece aquel orden, es la ley eterna. La ley eterna, en
cuanto está impresa en cada criatura, es su ley natural –como principio inmanente de su propio
desarrollo–, llamada en el hombre –en cuanto es un ser racional y, por ende, libre– ley moral.
- 27 -