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DESACO
NÚCLEO CLÍNICO INTEGRADO: DIETOTERAPIA
PANCREAS: PANCREATITIS AGUDA
DOCENTES: LLARÍA CECILIA, CLAROS MARINA
Es un proceso inflamatorio agudo, con afección variable de órganos adyacentes, y lejanos. Entre las
complicaciones locales se encuentra acumulación de líquidos, la necrosis pancreática y las abscesos
pancráticos
Diagnóstico
Existen diversos parámetros para arribar al diagnóstico de la pancreatitis aguda. El mismo se basa en tres
pilares fundamentales:
1) Cuadro clínico característico.
2) Elevación de la amilasa y/o lipasa por tres veces o más del límite superior de normalidad.
3) Alteraciones características del páncreas en pruebas de imágenes.
Amilasa: la elevación de su concentración sérica 2 o 3 veces por encima de su valor normal apoya
fuertemente el diagnóstico de pancreatitis. Pero, aunque la sensibilidad de la amilasemia es buena en las
primeras horas, su especificidad no lo es, dado que esta enzima también se origina en otros órganos (trompas
de Falopio, los ovarios, las glándulas salivales, el intestino, el pulmón, la próstata y el hígado) haciendo que su
valor esté elevado por otras enfermedades.
Lipasa: esta enzima es una esterasa que se origina en el páncreas, pero también en el intestino, la
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faringe, el riñón y el bazo, por lo que igualmente se han observado valores elevados en procesos
inflamatorios de estos órganos. Al igual que con la amilasa, tiene una buena sensibilidad, pero baja
especificidad.
Por lo tanto, es importante tener en cuenta que la severidad de la pancreatitis es independiente del
aumento de la lipasa o amilasa en la admisión, ya que, por ejemplo, en una pancreatitis inducida por
alcohol, estos valores estarán más bajos que por otras causas.
- Ecografía abdominal: permite evaluar la vía biliar y el lecho pancreático. Se realiza dentro de las
primeras 24-48 hs.
- Tomografía computada: es muy útil para indicar la severidad de la pancreatitis y permite evaluar la
aparición de necrosis. Pero para que sea de real valor diagnóstico (y pronóstico), deberá realizarse a
partir del cuarto al sexto día del ingreso.
- Resonancia magnética: puede ser indicada para una mejor visualización de la inflamación
peripancreática, necrosis o colección de fluidos.
- CPRE: permite hacer el diagnóstico definitivo de litiasis coledociana e hipertensión del esfínter de Oddi.
c) Escala de Glasgow/Imrie: son una serie de parámetros bioquímicos que deben ser realizados,
todos sin excepción, dentro de las primeras 24-48 hs. Un puntaje total mayor a 3 dentro de las primeras
48 hs, indica gravedad de la enfermedad
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- Pancreatitis Leve o moderada: se caracteriza por ser un cuadro clínico representado por la inflamación
edematosa pancreática, que se resuelve en pocos días. Corresponde al 80% del total de casos. Cuenta
con presencia de signos pronósticos favorables y no presenta falla orgánica ni complicaciones. Presenta
baja mortalidad (menor a 1%). En este tipo de pancreatitis pueden existir lesiones locales como la
necrosis o las colecciones líquidas, pero no determinan la gravedad del cuadro. Asimismo, suelen cursar
con un leve grado de síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS).
Complicaciones
- Sistémicas: el paciente con pancreatitis aguda puede presentar como complicación inicial un SIRS,
caracterizado por la presencia simultánea de 2 o más de los siguientes criterios:
- Locales: a) Colecciones líquidas: se localizan en el páncreas (o por fuera); no poseen pared que los
delimite. Generalmente se reabsorben espontáneamente.
b) Pseudoquiste pancreático: pared formada por tejido fibroso; el contenido es rico en enzimas
pancreáticas; localizado adyacente o externo al páncreas. Resuelve en unas cuatro semanas. Puede
llegar a fistulizar con el conducto pancreático, generando lo que se denomina ascitis pancreática.
c) Necrosis pancreática: parénquima pancreático sólido, que se asocia frecuentemente a necrosis
grasa peripancreática.
d) Absceso pancreático: colección de pus con escaso o nulo tejido pancreático. Se origina a partir
de un área de necrosis infectada y requiere de un drenaje para su correcto tratamiento.
Tratamiento médico.
Siempre requiere la hospitalización del paciente
Respecto al tratamiento médico, éste consiste en la aplicación de medidas generales como tratamiento
del dolor, control del estado hemodinámico, hidroelectrolítico y metabólico, la terapéutica específica de
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Objetivos Generales:
Optimizar el estado nutricional y mantenerlo.
Lograr un adecuado reposo pancreático
Prevenir complicaciones.
Evitar o reducir los síntomas.
Planificación de Estrategias
Dietoterapia adaptada a la gravedad de la pancreatitis
Suplementación o Soporte Nutricional Artificial (evaluar la necesidad de cada caso particular)
Medidas Higiénico Dietéticas.
Educación Alimentaria.
En la PA leve o moderada
Prescripción:
1- reposos digestivo ( variable, en general es durante 3 o 7 días) Si bien el criterio para iniciar la vía oral en
la pancreatitis aguda leve más importante es la ausencia de dolor, también se consideran la reducción de
los valores de amilasa y la ausencia de complicaciones
2 – DLR y según tolerancia progresar rápidamente a una dieta blanda con las siguientes características:
3 – Dieta hipograsa con 35 g grasa/ día, sin estímulos pancráticos*, adecuada intestinal en período agudo y
adecuada a la sintomatología. Luego ir progresando los estímulos y aportar los lípidos hasta un 25 % del
VCT bien fraccionados.
a) Primero, progresar a alimentos sólidos, fuente de hidratos de carbono complejos refinados y fibra
soluble, con muy poco aceite. El objetivo es no estimular la secreción pancreática exocrina, ya que la
tasa de secreción pancreática se relaciona directamente con la composición de nutrientes de las
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En la PA grave:
. En PA grave el reposo pancreático es más prolongado y la situación clínica más catabólica, lo que hace que
desarrollen con frecuencia deficiencias nutricionales. Además un porcentaje de pacientes ( principalmente los
alcohólicos presentas DN antes de la PA)
En todos los casos es necesario instaurar soporte nutricional tan pronto como sea posible, una vez
estabilizado el paciente y confirmada la reanudación del tránsito intestinal
Las guías clínicas coinciden en recomendar la nutrición enteral como primera opción en el tratamiento de la
PA Grave.
El empleo de la vía parenteral se reserva como rescate, cuando la enteral no es tolerada (mucho dolor, íleo
paralitico, aumento del débito de la fístula pancreática) o cuando la vía enteral no puede aportar el total de
las necesidades calculadas ( en este caso se combinan ambas vías) Recordar que siempre que se pueda es útil
mantener por lo menos un escaso volumen a través de la NE por su efecto beneficioso sobre el trofismo y la
inmunomodulación de la mucosa intestinal
NE:
Tiempo de inicio: lo más pronto posible (según las guías ESPEN 2020 y ASPEN 21016) dentro de las
primeras 72 hs del ingreso) Esto se debe a que disminuye el riesgo de morbimortalidad en comparación
con el inicio de la nutrición tardía.
Tipo de fórmula: La Fórmula puede ser polimérica. Si la polimérica no es tolerada, pasar a una oligomérica (
en algunos servicios, si cuentan con fórmulas oligoméricas, comienza con estas, y si es tolerada, pasan a la
polimérica)
Administración: Idealmente ritmo continuo (durante 24 hs.) por propulsión ( Bomba)
Se debe iniciar a ritmo lento (21 ml/hora) y si el paciente presenta una buena tolerancia digestiva y
metabólica, se puede ir aumentando el ritmo de perfusión hasta conseguir en un máximo de 72 hs., la
velocidad necesaria que aporte el volumen de la NE en 24 hs.
Lugar donde llega la sonda: las mayores evidencias de buena tolerancia, se observan con la vía yeyunal.
Sin embargo, las guías ESPEN 2020 y las guías ASPEN 2016, sugieren proporcionar al paciente con PA Grave
NE por SNG ya que es de más fácil acceso y más económicas.
Establecen que no hay grandes diferencias en la tolerancia o en la evolución clínica entre estos 2 niveles de
infusión.
No obstante aproximadamente el 15 % de los pacientes no toleran la SNG. En estos casos es necesario utilizar
una SNY
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Necesidades Kcal: En función de la evaluación nutricional, los objetivos y el grado de catabolismo o injuria.
Se utiliza el PA
Formula Sintética para Nutrición enteral ( NE)
VCT: según objetivo nutricional HC: 50- 60 % del VCT Es común la hiperglucemia en estos
( soporte, mantenimiento o pacientes. En estos casos se corrige con
repleción) insulina
Soporte: 25 Kcal/ kg PA Prot: 1,2 a 1,5 g/kg PA/día
Mantenimiento: 30 kcal/kg PA Grasas: 20-30 % del VCT
Repleción: 35 a 40 kcal/kg PA
La NE debe mantenerse hasta que la situación clínica del paciente permite la introducción de la vía oral
progresiva (como vimos en progresión de NE a VO)
Progresión a la vía oral:
1- DLR: con líquidos claros con volúmenes que no superen los 100cc por toma cada 60 minutos, y se
progresa lentamente el volumen y la consistencia según tolerancia
2- Régimen hipograso,( 20 a 35 g de grasa) sin estímulos de la secreción pancreática, fraccionado, adecuado
a la sintomatología. ( Como en pancreatitis leves)
Bibliografía:
ESPEN guideline on clinical nutrition in acute and chronic pancreatitis 2020 ( última visita 10-
10-20)
Mahan K., Escott-Stump S. Krause Dietoterapia. 13° Edición. Editorial Elsevier. Barcelona. 2013
Rodota Liliana, Castro María Eugenia. Nutrición clínica y dietoterápia. Capitulo 34. Editorial
Médica Panamericana. 2012
Torresani ME, Somoza MI. Lineamientos para el Cuidado Nutricional. Capítulo 7; 10. Editorial
Eudeba. 4ª. Edición. 2016.