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La palabra estrés es muy usada en la cotidianidad, pero a que nos referimos en verdad cuando la
usamos?
Se entiende por estrés a situaciones en las cuales las demandas externas o internas superan
nuestras capacidad de respuesta.
Esto genera que se active una alarma orgánica que opera en los sistemas, y como resultado,
obtenemos un desequilibrio psico ciso y en el peor de los casos, numerosas patologías.
Demandas
El ser humano esta sometido a diferentes tipos de demanda, las cuales se pueden dividir en:
externas e internas.
Demandas externas: Son todas aquellas que están relacionadas con las cuestiones de la “vida”,
ya sea lo social, el trabajo, los estudios, los vínculos, los mandatos, entre otros.
Demandas internas: Se relacionan con nuestro mundo interno. Incluye nuestras creencias (de
nosotros mismos o el mundo), deseos, aspiraciones, intereses.
Alarma:
Este desequilibrio que se produce entre las exigencias y nuestras capacidades de respuesta,
genera la activación de una alarma orgánica, es decir la activación desproporcionada de todos
nuestros sistemas (endocrino, hormonal, nervioso, cardiovascular, inmunológico).
En la descripción algo tipo: Cuando nuestro mundo interno esta desequilibrado, se expresa de
nuestra mente y cuerpo ya que no permite que nuestras funciones orgánicas actúen de manera
saludable.
Los vínculos no saludables, el exceso de trabajo, las demandas sociales, nuestros propios
deseos, pueden alterar nuestro organismo al punto de desencadenar patologías como:
hipertensión, disfuncionalidad sexual, ansiedad, depresión, alteraciones gastrointestinales, entre
otros.
La buena noticia: modular el estrés es posible, solamente tienes que encontrar la herramienta que
te sea funcional.