El cuerpo y la interacción con el

entorno II. La coordinación

Conocimiento de sí mismo, del
entorno y autonomía personal
en educación física
CONTENIDO
1. Objetivos

2. ¿Qué es la coordinación dinámica general?

3. Evolución de la coordinación

4. Factores que influyen en la coordinación

5. El juego motor en la educación infantil como

importante elemento de desarrollo de la
motricidad

6. Orientaciones didácticas

7. Resumen

8. Bibliografía
 El cuerpo y la interacción con el entorno II. La coordinación | 3
Objetivos
• Describir que es la coordinación.
• Definir qué se entiende por coordinación dinámica
general.
• Analizar el proceso evolutivo de la coordinación en
los niños.
• Reconocer los tipos de coordinación existentes.
• Señalar los factores que influyen en la coordinación.
• Conocer la importancia del juego motor en el aula
de educación infantil.
• Identificar cómo influye el juego motriz en el
desarrollo motor.
¿Qué es la coordinación
dinámica general?
Se comenzará este tema donde se entiende por el
concepto de coordinación y coordinación dinámica
general y para ello se apoyará en las ideas recogidas por
Cerezo (2009), pues te autor recoge que:
La coordinación es un concepto ampliamente
definido diciéndose de él, que es la capacidad
neuromuscular de ajustar con precisión lo querido
y pensado de acuerdo con la imagen fijada por la
inteligencia motriz a la necesidad del movimiento o
gesto deportivo concreto.
Se dice que existe coordinación cuando todos
los sistemas encargados de producir movimiento
adaptado a las exigencias de nuestro alrededor,
actúan sincronizadamente para conseguir un
funcionamiento adecuado, fluido y ajustado a lo que
se pretende.
Se puede entender la coordinación como la
capacidad mediante la cual existe una interrelación
entre el sistema nervioso central y la musculatura, lo
que da lugar a la sincronización entre los músculos,
provocando el movimiento que se desea. (pp. 4-5)
A partir de lo señalado se puede entender que la
coordinación es un aspecto fundamental en el
rendimiento deportivo ya que permite coordinar los
movimientos y gestos necesarios para la realización de
la actividad física de la mejor manera posible.
Así mismo, en cuanto a este concepto son muchos los
autores que han dado definiciones concretas, algunos
de ellos, citados en Cerezo (2009), son ‘‘La coordinación
es el fundamento óptimo de los músculos durante la
ejecución de los gestos motores’’ Fetz (1976).
La coordinación viene dada concretamente por el
control que tiene el sistema nervioso central sobre la
musculatura, este control proporciona un movimiento
más o menos precioso dependiendo de lo deseado,
así como un control del movimiento y su implantación
en el espacio y la adecuación temporal. Meinel (1987)
La coordinación es muy importante a la hora de
aprender nuevos movimientos en cualquier tipo de
actividad, tanto en el deporte como en el mundo del
baile, a la hora de ejercer una profesión como técnico
de aparato electrónicos, médicos, etc., cuanto más
elevado sea el nivel de coordinación, más rápidos y
precisos y precisos serán nuestros movimientos, y
más fácil resultara aprender otros nuevos. Weineck
(1988)
La coordinación se da cuando un movimiento se
ajusta totalmente a los criterios de eficacia, armonía
y economía.’ Las palabras concretas con las que
Castañer y Camerino explico la coordinación fueron:
‘‘capacidad de regular de forma precisa la intervención
del propio cuerpo en la ejecución de la acción justa y
necesaria según la idea motriz prefijada (Castañer y
Camerino, 1991 p. 5)
Teniendo en cuenta todas estas definiciones se puede
entender de buena la coordinación como capacidad,
en la educación infantil, es el conjunto de habilidades
necesarias para que un niño pueda coordinar las
diferentes partes de su cuerpo para actuar de forma
coordinada.
Igualmente, es importante destacar que la coordinación
dentro del marco de la educación física y el deporte es
una actividad que no requiere de una gran cantidad de
materiales, ya que con el uso de un balón, una pelota,
una pelota de plástico y una cuerda se pueden realizar
múltiples ejercicios de coordinación.
En conclusión, la coordinación es una función básica que
se debe de desarrollar desde los primeros años de vida,
ya que con el desarrollo de esta función se puede lograr
una mejor integración en el entorno social y también se
puede mejorar la calidad de vida.
Por otro lado, en este apartado se centrará en señalar
la definición del concepto de coordinación dinámica
general de la mano de Cerezo (2009), ya que este autor
señala que:
La coordinación dinámica general es la actividad
que requiere el movimiento de todas las partes
del cuerpo.
Conseguir una buena coordinación dinámica general
requiere dominio del tono muscular, control de
la postura y equilibrio, y sensación de seguridad.
Por ejemplo, a la hora de dar un salto, el niño ha
de conseguir un grado de equilibrio que le permita
mantenerse de pie, una capacidad de impulso
suficiente para levantar los dos pies del suelo y
una autoseguridad en sí mismo que le permita no
necesitar ayuda externa para conseguirlo. Si el niño
tiene todos esos factores, probablemente dé un
salto correctamente.
 El cuerpo y la interacción con el entorno II. La coordinación | 4
El cuerpo humano, está formado por un conjunto de
segmentos articulados entre sí que no se mueven
en bloque, sino de forma discontinua y mediante
una serie de puntos de apoyo del cuerpo con el
suelo (pasos, saltos) que forman una especie de
divisiones dentro de un mismo movimiento. Por eso,
al hablar de la coordinación dinámica general se debe
tener presente dos aspectos fundamentales que la
caracterizan, y que son: la organización del espacio
y el tiempo.
La organización del espacio se puede trabajar
utilizando el mayor número posible de sensaciones
táctiles, visuales y cinestésicas.
Algo muy positivo para los niños puede ser que
jueguen con objetos de gran tamaño, para que
realicen movimientos con movimientos de una gran
amplitud y pueda observar medidas espaciales de
grandes distancias.
Mediante todas las sensaciones que reciben por los
sentidos gracias a los desplazamientos, se ayudará al
niño a diferenciar su ‘‘yo espacial’’ y la representación
del esquema corporal, adquiriendo la noción de
desplazamiento, el sentido y la orientación de este
(adelante, atrás, de lado, a la derecha, a la izquierda,
arriba, abajo, etc.), la posición que ocupa el cuerpo con
respecto a los objetos que tiene en su entorno y las
demás personas (dentro-fuera, arriba-abajo, encima-
debajo, delante-detrás, un lado-el otro), la noción de
distancia (lejos-cerca), el intervalo de tiempo (ahora-
después) y la velocidad (lento-rápido) asociando, de
esta forma, el tiempo y el espacio. (pp. 7-8)
La coordinación dinámica general en la educación
infantil se entiende como una habilidad muy importante
para que los niños puedan realizar tareas motrices
complejas y coordinadas, pues es importante que los
niños aprendan a coordinar sus movimientos para poder
realizar tareas como saltar, correr, lanzar, atrapar, etc.
En definitiva, la coordinación dinámica generalmente
se considera como un proceso de aprendizaje (por lo
tanto, una función cognitiva) y se refiere a la capacidad
de controlar la movilidad de nuestro cuerpo de manera
coordinada, tanto en las tareas de coordinación de
movimientos simples como en las más complejas, como
el lanzamiento de una pelota en un juego de béisbol o el
manejo de una bicicleta.
Evolución de la
coordinación
En este segundo apartado se centrará en señalar el
proceso evolutivo de la coordinación en los niños
desde dos puntos de vista diferentes, pues por un
lado se centrará en las ideas de Cerezo (2009) y,
por otro, en lo señalado por Rivera (2009), ya que
ambos autores reflejan con claridad el desarrollo
y la evolución de la coordinación en los infantes.
En cuanto al primer autor, Cerezo (2009), señala que esta
evolución puede ser clasificada en una serie de pasos
como son:
• 0 – 2 años
- Coordinaciones globales
- Primeras coordinaciones segmentarias al intentar
coger objetos (barrido)
- Hacia 7 meses ajuste de movimientos para soltar
los objetos
- Hacia 10 meses mayor economía en el agarre de
objetos
- Entre 18 y 24 meses mayor coordinación en los
lanzamientos y gran evolución en habilidades
de autonomía
• 2-6 años
- Suelen producirse coordinaciones erróneas en
los lanzamientos
- En las construcciones hay gran coordinación
- En las actividades físicas predominan las
coordinaciones globales
• 6-8 años
- Comienzan las coordinaciones analíticas, con
independencia de brazos y piernas
- Etapa en que los niños pueden llegar a ser muy
hábiles, con gran coordinación y gran repertorio
de movimientos
• 9-12 años
- Comienzo de las coordinaciones motoras
complejas, siendo capaz de enlazar ejercicios
- Se realizan coordinaciones específicas para
determinadas actividades o deportes
- Los ajustes motores son muy eficaces
• 13-14 años
- Con el crecimiento puede darse cierto
empeoramiento debido al gran aumento de
fuerza que todavía no es controlada por el sujeto.
(pp. 8-9)
Todos estos pasos hacen entender de mejor forma que la
coordinación en los niños se produce de forma gradual y
que con la edad y el desarrollo de la motricidad fina se va
perfeccionando poco a poco. No hay una coordinación
perfecta y absoluta, aunque se pueda llegar a una muy
buena coordinación. De hecho, muchos conocidos y
deportistas pueden tener una coordinación deficiente en
algún aspecto y eso no quiere decir que no sean buenos
en su campo.
Por otro lado, Rivera (2009), señala que otro proceso
evolutivo, similar al anterior, de la coordinación en los
niños es:
• 1ª infancia (0-3 años): se adquiere la suficiente
madurez nerviosa y muscular como para
asumir las tareas de manejo del propio cuerpo.
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La mayoría de las coordinaciones son globales,
aunque ya comienzan las primeras coordinaciones
óculo-manuales al coger objetos. Entre los
18-24 meses, se aprecia un mayor desarrollo
pudiendo abrir y cerrar puertas, ponerse los zapatos,
lavarse, etc. (Trigueros y Rivera, 1991).
• Educación infantil (3-6 años): el repertorio de
posibilidades crece con los estímulos que le llegan
al niño. Las acciones coordinadas dependerán de la
adquisición de un perfecto esquema corporal y del
conocimiento y control del propio cuerpo. La actitud
lúdica propia de estas edades es protagonista por
excelencia de la formación tanto motriz como
cognitiva y hacen que las formas motoras se vayan
enriqueciendo y complicando.
• Educación primaria (6-12 años): se determina el
desarrollo del sistema nervioso y, por tanto, los
factores neuro-sensoriales de la coordinación, de
ahí que sea la etapa ideal para la adquisición de
experiencias motrices. La mala aptitud de retención
motriz en el primer ciclo y parte del segundo
exige en estas edades una profundización del
aprendizaje a partir de la repetición de los ejercicios,
contribuyendo de esta manera a la automatización
del movimiento. Al final del segundo ciclo y todo
el tercer ciclo, debido al desarrollo sensitivo y
cognitivo, se refleja una buena capacidad perceptiva
y de observación. Los ajustes motores son
muy eficaces.
• Educación secundaria y bachillerato (12-18 años):
desde comienzos de la pubertad hasta finales de la
adolescencia, tiene lugar la maduración sexual y un
crecimiento general del cuerpo, esto conllevará un
retroceso en la coordinación de los movimientos.
Más tarde, la coordinación mejorará en función de
la mejora de las cualidades físicas. (Rivera, 2009)
Este segundo autor clasifica la coordinación según los
niveles de escolaridad exponiendo así la complejidad
de la evolución de este proceso, pues no es hasta los
18 años que este señala que la coordinación mejorará
en función de la mejora de las cualidades físicas. Así
mismo, a partir de esta clasificación se puede entender
que la coordinación en cualquier nivel educativo es muy
importante y que sin coordinación no se puede llevar a
cabo una educación de calidad.
En definitiva, la coordinación motora es uno de los
elementos cualitativos del movimiento, que dependerá
del grado de desarrollo del sistema nervioso central, del
potencial genético del alumno para controlar movimientos
y estímulos y, por supuesto, de la experiencia adquirida
y del aprendizaje motor en etapas educativas anteriores.
Factores que influyen
en la coordinación
Este tercer apartado se centrará en señalar por un lado
los tipos de coordinación existentes y los factores
que influyen en ella y para ver ambas cosas de forma
clara se apoyará en las ideas de dos autores. Por un
lado, para ver los tipos de coordinación se apoyará en
las ideas recogidas por la Federación de Enseñanza de
CC.OO. de Andalucía (2010), pues esta señala diferentes
clasificaciones de autores, exponiendo que:
Entre las primeras clasificaciones se encuentra la
presentada por Le Boulch 1996, que diferencia entre:
• Coordinación dinámica - general: se refiere al
dominio de la globalidad del cuerpo. Ej. Utilizada
para los desplazamientos.
• Coordinación específico – segmentaria: se refiere
al dominio de un segmento del cuerpo. Ej. Utilizada
para golpear una pelota.
• Coordinación intermuscular: referida a la relación
eficaz entre todos los músculos que intervienen
en una acción motriz. Ej. Al golpear una pelota, los
músculos antagonistas (isquiotibiales) se relajan
para permitir la acción motora de los agonistas
(cuadriceps)
• Coordinación intramuscular: referida a la que se
establece entre los elementos propios del músculo
(fibras, los tejidos conjuntivos, etc.).
Sin embargo, se decanta por aquellos autores que
entienden que la coordinación es resultante de las
demás capacidades motrices, Conde, J.L y Viciana,
V (1997).
• Coordinación sensoriomotriz: referida al ajuste
entre movimiento y diferentes campos sensoriales.
Entre ellas están:
- Coordinación visomotriz: ojo-mano, ojo-pie, etc.
- Coordinación audiomotriz: ajuste entre el oído y
la respuesta motriz. Ej. Ejercicios para desarrollo
del ritmo.
- Coordinación sensoriomotriz general: ajuste
del movimiento y todas las informaciones
sensoriales. Ej. Comparar tamaños, formas, etc.
- Coordinación cinestésicomotriz y tiempo
de reacción: ajuste entre la información
propioceptiva y la acción motriz.
• Coordinación global o general: participación de
todos los segmentos del cuerpo en una acción
motriz.
- Coordinación locomotora. Ej. marcha, carrera,
etc.
- Coordinación manipulativa. Ej. Lanzamientos,
etc.
- Equilibrio
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• Coordinación perceptivo-motriz: ajuste de la
acción motriz con la toma de conciencia, cuerpo,
espacio y tiempo (p. 3).
Hay muchos tipos de coordinación existentes en el
área de educación física y todas ellas se pueden llevar
a cabo de manera eficaz gracias al entrenamiento
de esta área. Así mismo, cabe decir que todos estos
tipos de coordinación son necesarios para el correcto
funcionamiento de nuestro cuerpo y para que se puedan
realizar las tareas cotidianas de la mejor manera posible.
Por otro lado, en cuanto a los factores que intervienen
en la coordinación se apoyará en las ideas recogidas
por Rivera (2009) y Cerezo (2009). El primer autor
mencionado determina que:
La coordinación va a influir de forma decisiva sobre la
velocidad y la calidad de los procesos de aprendizajes
de destrezas y técnicas específicas, que más tarde
harán su aparición en el mundo escolar. Es por ello
que la coordinación es una cualidad neuromuscular
íntimamente ligada con el aprendizaje y que está
determinada, sobre todo, por factores genéticos.
A continuación, se va a señalar aquellos factores que
determinan la coordinación:
• La velocidad de ejecución.
• Los cambios de dirección y sentido.
• El grado de entrenamiento.
• La altura del centro de gravedad.
• La duración del ejercicio.
• Las cualidades psíquicas del individuo.
• Nivel de condición física.
• La elasticidad de músculos, tendones y ligamentos.
• Tamaño de los objetos (si son utilizados).
• La herencia.
• La edad.
• El grado de fatiga.
• La tensión nerviosa. (Rivera, 2009)
Los factores que intervienen en la coordinación en la
educación infantil son varios y todos ellos tienen su
importancia en el desarrollo de los niños, por lo que es
fundamental que los educadores trabajen en ellos de
forma coordinada con el objetivo de que los niños de hoy
sean mejores adultos del mañana.
Por otro lado, según Cerezo (2009) los factores que
pueden condicionar a la coordinación son:
a) En el ámbito general:
- Nivel de desarrollo y de aprendizaje motor.
- Capacidad de someterse al aprendizaje y del
momento evolutivo.
- Capacidad de control corporal ante la exigencia
de la actividad motriz.
- Capacidad de adaptación y readaptación motriz
como consecuencia del bagaje de experiencias
motrices.
b) En el ámbito particular:
- Zona del cuerpo implicada en el movimiento.
- Destreza del miembro solicitado (lateralidad).
- El sentido y dirección del movimiento,
condicionando la fluidez del mismo.
 El cuerpo y la interacción con el entorno II. La coordinación | 7
- Aspectos externos de la actividad: las
características del objeto a manejar, las
trayectorias del objeto a tomar por el escolar, la
velocidad y precisión requerida, las situaciones
estáticas y dinámicas de los escolares y/o de los
objetos (p. 6).
En definitiva, los factores que condicionan la coordinación
en la etapa de infantil son varios, y todos ellos deben ser
trabajados de forma ordenada por parte de todos los
actores implicados en el proceso educativo.
El juego motor en la
educación infantil como
importante elemento de
desarrollo de la motricidad
En el cuarto apartado se verá la importancia del juego
motor en el aula de educación infantil y cómo influye el
juego motriz en el desarrollo motor, para ello se apoyará
en las ideas recogidas por García Zufía (2018). En cuanto
a la importancia de este tipo de juego en la educación
infantil, este autor señala que:
El juego motor se incluye dentro del área de
psicomotricidad en las aulas de educación infantil,
este se podría definir, según Arribas y Vilaplana (2009)
como un tipo de juego que tiene su característica
más representativa en la motricidad y en la actividad
social. Existen multitud de razones por las que el
juego motor juega un papel fundamental dentro de la
educación de hoy en día, siguiendo a Renzi (2009) los
propósitos de dicho tipo de juego son:
• Mejorar la constitución motriz y corporal de los
niños a través de la práctica, lo que propicia el
desarrollo de sus capacidades y habilidades
motrices.
• Incitar a la obtención de hábitos y actitudes de
cuidado de sí y mismo de los compañeros en
cuanto a la realización de actividades motrices
se refiere.
• Favorecer la exploración, disfrute y cuidado del
medio ambiente a través de actividades motrices
y con un carácter lúdico.
• Inculcar el aprendizaje de la seguridad, la
autonomía y la confianza en el desarrollo de la
interacción motriz con sus compañeros
• Desarrollar una participación placentera en juegos
motores, respetando reglas y asumiendo roles.
• Favorecer la resolución de problemas y conflictos
a través del juego motor (pp. 10-11).
Viendo todas las razones señaladas hasta el momento
se puede establecer que el juego motor es fundamental
en la educación infantil, ya que es la base de la motricidad
humana y con ello de la actividad social al ser este un
juego lúdico, se contribuye al desarrollo de la creatividad
e imaginación, fomentando la perspectiva de lugar de
la niña o del niño, esta idea se ve complementada por
Arribas y Vilaplana (2009, citado en García Zufía, 2018),
pues ambos autores señalan:
[…] una serie de ventajas que el juego motor tiene sobre
los alumnos. Estas son el placer y la satisfacción que
el juego proporciona al alumno, la contribución al
desarrollo y afirmación de la personalidad del niño, el
desarrollo de las capacidades psíquicas y habilidades
físicas, el trabajo de la forma física y deportiva de
los alumnos, el favorecimiento a la resolución de
problemas planteados de forma autónoma por parte
del niño, el desarrollo de los ámbitos de conducta
humana como son el cognitivo, el motor y el
socio-afectivo, favorece la interacción entre los
alumnos desarrollando hábitos de cooperación
y convivencia y, por último, el juego posibilita el
conocimiento de otras culturas y tradiciones de los
alumnos inmigrantes que se encuentran en el aula.
(p. 11)
Así mismo, ambos autores exponen una serie de
condiciones que hacen que el juego motor sea educativo,
y estas son:
1. Es esencial que el juego motor permita el desarrollo
global del niño. Posteriormente es posible potenciar
aspectos más específicos.
2. Debe evitar las situaciones de marginación
empleando prioritariamente un aprendizaje
cooperativo
3. Se deben evitar los juegos eliminatorios para
mantener la actividad entre los alumnos y así no
perder la atención ni la implicación de ellos.
4. Evitar que los alumnos sean espectadores, todos
pueden tener un papel o rol en el juego, aunque
no puedan participar de una forma directa en la
actividad propuesta.
5. Mantener un equilibrio entre actividad física y
descanso.
6. Se debe plantear siempre metas que los alumnos
puedan lograr, con esto se conseguirá estimularlos
y les supondrá un reto que deben superar.
7. Es importante evitar los juegos donde destaquen
siempre los mismos alumnos.
8. Los juegos planteados se deben poder volver a
practicar con el mismo interés que en la primera
ocasión (pp. 11-12).
En definitiva, el juego motor en la educación infantil
es fundamental para el desarrollo global del niño o de
la niña y es por ello que como futuros docentes están
obligados a fomentarlo y a saber potenciarlo en las aulas.
 El cuerpo y la interacción con el entorno II. La coordinación | 8
Por otro lado, en cuanto a cómo influye el juego motriz
en el desarrollo motor, García Zufía (2018) señala que:
Se encuentra una estrecha relación entre el juego
motriz y el desarrollo motor. Según Lucea (1999) el
juego motriz propicia los procesos de desarrollo motor,
además del resto de ámbitos de la persona como son
el cognitivo, el social o el afectivo, también aborda
todos los movimientos que el niño necesita realizar
en cada fase evolutiva, ayuda a mejorar la calidad de
vida mediante la práctica, favorece la formación de
una base motriz trabajando los esquemas motrices y
posibilita que el alumno conozca y acepte su cuerpo
y sea consciente de las posibilidades del mismo.
Los niños deben realizar actividades o juegos que
posibiliten y favorezcan este desarrollo motor. Murcia
y García (1996) exponen una serie de actividades
para desarrollar las diferentes capacidades motrices
en la etapa de infantil.
Para los 3 y 4 años realizar construcciones de cubos
en equilibrio favorece la coordinación visomotora ya
que realiza acciones de apilar, juntar, encajar y hacer
rodar. Para trabajar el equilibrio se recomienda realizar
juegos como el de la carretilla o el triciclo. Los juegos
con pelota favorecen el desarrollo óculo-manual del
niño y los juegos de correr, hacer volteretas y saltar
favorecen la madurez de todo el esquema corporal.
En los 4 y 5 años andar por diferentes superficies,
saltar y brincar les produce una mejora en la dinámica
general o global y en el equilibrio. Realizando juegos
de pelota organizados y de habilidad corporal les
supone una maduración en la percepción espacio-
visual y la coordinación óculo-motriz y óculo-manual.
En estas edades los niños comienzan a realizar
juegos de imitación y juegos en grupo, esto favorece
la cooperación entre los compañeros.
En la última etapa de educación infantil (de 5 a 6 años)
las actividades como clavar, atornillar, unir o montar
les suponen un reto a los niños, lo que propicia un
perfeccionamiento en las actividades donde se
requiere un alto grado de precisión en la utilización de
la motricidad fina. Los juegos con reglas arbitrarias
favorecen el desarrollo de la coordinación del niño.
Ej. Dar dos pasos y posteriormente una palmada
(pp. 14-15).
Todo lo señalado hasta ahora ayuda a entender que el
juego motriz propicia los procesos de desarrollo motor,
además del resto de ámbitos de la persona como son el
cognitivo, el social o el afectivo. Los niños deben realizar
actividades o juegos que posibiliten y favorezcan este
desarrollo motor.
Por otro lado, es necesario tener presente el papel del
profesor en el juego motriz, así pues, según García Zufía
(2018), este:
[…] tiene un papel fundamental para que estas
actividades se desarrollen de la forma correcta y se
produzca un correcto desarrollo en el niño. Lucea
(1999) muestra las pautas para que esto se cumpla.
El educador tiene que tener presente el desarrollo
y crecimiento de los niños conforme a su etapa o
estadio evolutivo, debe conocer el estado de salud
de los niños, tiene que tener presente que actividades
son adecuadas para la edad y para las características
de los alumnos y debe favorecer la maduración de
los sistemas corporales. Las competiciones deben
realizarse entre los niños de un mismo nivel de
desarrollo y características físicas similares, todas las
actividades se deben realizar rodeadas de aspectos
lúdicos, se debe seguir una metodología adecuada
para la realización de las actividades, los reglamentos
de los juegos deben estar adaptados para las edades
que se proponen y por último, el educador no debe
caer en la monotonía de las actividades, sino ofrecer
una amplia variedad de estas.
Siguiendo a Lucea (1999) se presentan las pautas que
el educador debe seguir para conseguir la maduración
en los diferentes sistemas corporales. Para el
sistema esquelético se deben realizar actividades
físico-deportivas adecuadas para la edad, se deben
evitar las competiciones, no es conveniente realizar
actividades que requieran un gran esfuerzo físico ni
actividades donde se trabaje en exceso la potencia y
es muy importante tener una buena higiene postural,
especialmente en la columna vertebral.
Para el sistema muscular es beneficioso trabajar
actividades que doten al niño de un tono muscular
necesario, no realizar actividades que puedan
provocar lesiones en este sistema y es muy
importante no realizar discriminaciones entre sexos.
Las pautas para el sistema adiposo son tales como
realizar actividades que compensen un exceso de
alimentación, favorecer una dieta sana y equilibrada y,
por último, ayudar a superar los factores que afectan
de una forma negativa en el estado psicológico.
Para el sistema nervioso es conveniente desarrollar
el mayor número posible de esquemas motores antes
de que se produzca la mielinización del sistema y
seguir las leyes del desarrollo del sistema nervioso
como son la ley céfalo-caudal y la próximodistal.
Lucea (1999) también da las pautas de los aspectos
que se debe evitar como son el exceso de fatiga, los
retrasos en el crecimiento, sobrepasar los límites
cardiovasculares, problemas de las articulaciones,
en especial las lesiones crónicas, el estrés por la
competición, los efectos no educativos del deporte de
competición y la discriminación de las características
personales del alumno. (pp. 15-16)
 El cuerpo y la interacción con el entorno II. La coordinación | 9
El papel del profesorado en el juego motriz es muy
importante, ya que este será el que tenga que organizar
el desarrollo motriz de los niños y niñas. Así mismo,
el profesorado tendrá que fomentar el desarrollo de la
motricidad fina y la motricidad gruesa de los niños y
niñas, ya que esto es muy importante para el desarrollo
de la personalidad de los niños. Por lo tanto, el papel
del profesorado en el juego motriz es muy importante y
tendrá que estar presente en todo momento para que los
niños y niñas desarrollen de la mejor manera posible su
personalidad y su motricidad.
Orientaciones didácticas
Finalmente, en este tema se abordarán algunas
orientaciones didácticas referentes a la coordinación y
para ello se apoyará en las ideas recogidas por Cerezo
(2009), ya que este autor señala de forma clara y
sencilla que:
Los niños entre los 7 y los 10 años presentan el nivel
más alto en la capacidad de reacción, la frecuencia
del movimiento, la diferenciación en el espacio,
el equilibrio y la agilidad fina. Por ello, es en estas
edades cuando mejor se produce el aprendizaje de
la coordinación. Es la edad típica, en la que el niño
imita lo que ve. Por ello, y en función de este principio,
el ejercicio precoz de habilidades estimulará la
coordinación.
La educación de la coordinación, en general, pone
en juego la motricidad global del niño y su esquema
motriz inicial, que se va conformando poco a poco.
En los aprendizajes técnicos, predomina la repetición,
sin embargo, la diversificación va a permitir al niño,
a partir de su esquema motriz básico, enfrentarse a
una gran variedad de situaciones en las que tiene que
reajustarse y adaptar su coordinación, en función de
la situación. Esto da lugar a:
• Los gestos naturales propios del niño.
• La adaptación a un aparato/objeto móvil.
• La adaptación a la acción de los compañeros.
• La adaptación a los aparatos fijos. (pp. 9-10)
Tras todo lo señalado no es difícil establecer que el
deporte es una herramienta ideal para el desarrollo de
la coordinación, ya que permite al niño experimentar una
gran variedad de movimientos, tanto coordinados como
no coordinados y así ir ajustando su coordinación en
función de las exigencias de cada situación.
Resumen
A lo largo de este tema se verá qué se entiende por
coordinación, viendo que este término no se refiere solo
al aspecto kinestésico del movimiento, sino que también
está relacionado con la organización y el funcionamiento
del cuerpo y de la mente.
La coordinación es una capacidad motora que se
caracteriza por la capacidad del cuerpo para realizar
movimientos complejos de forma coordinada. Esto
permite, por ejemplo, caminar, correr, saltar o lanzar
un objeto.
La coordinación se divide en dos grandes grupos:
la coordinación dinámica general y la coordinación
dinámica específica y en este primer grupo es en el que se
centrará al señalar que la coordinación dinámica general
es la capacidad del cuerpo para realizar movimientos
complejos de forma coordinada.
Por otro lado se vio el proceso evolutivo de la
coordinación en los niños exponiendo que este se inicia
en los primeros meses de vida, con el control de la
cabeza, el tronco y los movimientos de los brazos y las
piernas y va evolucionando a lo largo de toda la infancia
y la adolescencia, incorporando nuevos movimientos y
aumentando la complejidad y la precisión de los mismos.
Así mismo, y en cuanto a los tipos de coordinación, se
centró en diferenciar sobre todo entre coordinación
global y coordinación segmentaria. La coordinación
global es la capacidad para coordinar los movimientos
de todo el cuerpo de forma conjunta y simultánea. La
coordinación segmentaria, por su parte, es la capacidad
para coordinar los movimientos de las diferentes partes
del cuerpo de forma independiente.
Para finalizar se analizó la importancia del juego motor
en el aula de educación infantil, ya que el juego es una
actividad muy importante para el desarrollo coordinativo
de los niños. El juego motriz les permite experimentar
y practicar de forma lúdica los movimientos que van
aprendiendo, lo que les ayuda a mejorar su coordinación.
Bibliografía
Cerezo, C. R. (2009). La coordinación dinámica
general. Educación física y su didáctica. https://
blogdejosefranciscolauracordoba.files.wordpress.
com/2009/06/gta06-coordinacion-dinamico-general-
documento-word.pdf
Rivera, D. M. (2009). La coordinación y el equilibrio en
el área de Educación Física. Actividades para su
desarrollo. Efdeportes. https://www.efdeportes.com/
efd130/la-coordinacion-y-el-equilibrio-en-el-area-de-
educacion-fisica.htm
 El cuerpo y la interacción con el entorno II. La coordinación | 10

Federación de Enseñanza de CC.OO. de Andalucía,
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juego%20motor%20favorece%20la,gruesa%20y%20
fina%20muy%20notable.