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COORDINACION Y EQUILIBRIO: EXP.

JUEVES
LA COORDINACION
Concepto: Es decir, la coordinación es lo que nos permite mover de forma sincronizada todos
los músculos implicados en una acción para realizarla de la manera más adaptada posible. La
principal estructura encargada de la coordinación es el cerebelo.
Importancia:

La coordinación es una capacidad física complementaria, que te va a facilitar


realizar movimientos más ordenados y dirigidos mejorando así el gesto técnico.
La coordinación complementa a las capacidades físicas básicas (fuerza,
resistencia, flexibilidad y velocidad) para hacer de los movimientos gestos
deportivos.

 Tipos de coordinación. Clasificación


A.    
En función de si interviene el cuerpo en su totalidad, en la acción motriz o una
parte determinada, podemos observar dos grandes tendencias:
Coordinación Dinámica general: es el buen funcionamiento existente entre el
S.N.C. y la musculatura esquelética en movimiento. Se caracteriza porque hay una
gran participación muscular.

Coordinación óculo segmentaria: es aquella que tiene que ver con los movimientos
de ciertas áreas específicas del cuerpo como brazos, piernas etc… con relación al
estímulo captado en primera instancia por el sentido de la vista.

Esta se divide en:

1. Coordinación óculo pedal: también llamada coordinación óculo


pédica, es aquella en la que intervienen las piernas y su relación
con lo que ve el ojo. El mejor ejemplo de este tipo de coordinación
es el fútbol.
2. Coordinación óculo manual: en la que interviene la motricidad fina
de manos y dedos y su relación con lo que ve el ojo. En este
segmento se ubican deportes como el baloncesto, el tenis, el
vóleibol, entre otros. Se puede subvidir a su vez en: coordinación
óculo pie/mano y coordinación óculo cabeza.
B. En función de la relación muscular, bien sea interna o externa, la coordinación
puede ser:
Coordinación Intermuscular (externa): referida a la participación adecuada de
todos los músculos que se encuentran involucrados en el movimiento.
Coordinación Intramuscular (interna): es la capacidad del propio músculo para
contraerse eficazmente.

ETAPAS DE LA COORDINACION

 Proceso evolutivo de la coordinación

1ª Infancia (0-3 años): Se adquiere la suficiente madurez nerviosa y muscular


como para asumir las tareas de manejo del propio cuerpo. La mayoría de las
coordinaciones son globales, aunque ya comienzan las primeras coordinaciones
óculo-manuales al coger objetos. Entre los 18-24 meses, se aprecia un mayor
desarrollo pudiendo abrir y cerrar puertas, ponerse los zapatos, lavarse,
etc. (Trigueros y Rivera, 1991).
Educación Infantil (3-6 años): El repertorio de posibilidades crece con los
estímulos que le llegan al niño. Las acciones coordinadas dependerán de la
adquisición de un perfecto esquema corporal y del conocimiento y control del
propio cuerpo. La actitud lúdica propia de estas edades es protagonista por
excelencia de la formación tanto motriz como cognitiva y hacen que las formas
motoras se vayan enriqueciendo y complicando.
Educación Primaria (6-12 años): Se determina el desarrollo del sistema nervioso y,
por tanto, los factores neuro-sensoriales de la coordinación, de ahí que sea la
etapa ideal para la adquisición de experiencias motrices. La mala aptitud de
retención motriz en el primer ciclo y parte del segundo exige en estas edades una
profundización del aprendizaje a partir de la repetición de los ejercicios,
contribuyendo de esta manera a la automatización del movimiento. Al final del
segundo ciclo y todo el tercer ciclo, debido al desarrollo sensitivo y cognitivo, se
refleja una buena capacidad perceptiva y de observación. Los ajustes motores son
muy eficaces.
Educación Secundaria y Bachillerato (12-18 años): Desde comienzos de la
pubertad hasta finales de la adolescencia, tiene lugar la maduración sexual y un
crecimiento general del cuerpo, esto conllevará un retroceso en la coordinación de
los movimientos. Más tarde, la coordinación mejorará en función de la mejora de
las cualidades físicas.

Actividades para su desarrollo


    Lo realmente educativo en estas actividades no es la rapidez ni cantidad de
ejercicios realizados, sino la calidad del trabajo efectuado. Es mucho más
importante el tanteo del alumno/a para resolver el problema que se le propone que
los resultados obtenidos en el mismo. El maestro/a debe ser un gran colaborador
del niño/a facilitando las condiciones adecuadas para que éste viva sus propias
experiencias a través del ensayo y error.
    Siguiendo a Castañer y Camerino (1991), Gutiérrez (1991), Le Boulch (1997), y
Trigueros y Rivera (1991), citaremos algunas de las posibles actividades para el
desarrollo de la Coordinación:
Coordinación dinámica general
Desplazamientos variados (pata coja, cuadrupedia, reptar, trepar, etc.) con o sin
implementos (patines, bicicletas…).
Saltos de todo tipo: pies juntos, sobre un pie, alternativos, rítmicos, etc.
Gestos naturales: tirar, transportar, empujar, levantar, etc.
Ejercicios de oposición con el compañero o en grupos.
Actividades rítmicas: bailes populares, modernos, canciones bailadas, danzas.
    Todas estas actividades tipo se pueden realizar utilizando diferentes
direcciones, velocidades, ritmos, combinaciones, etc., o con una gran variedad de
materiales complementarios como cuerdas, gomas elásticas, colchonetas, picas,
aros, etc.
    Además, cualquier Juego en el que exista desplazamiento y una gran
intervención muscular, favorecerá el desarrollo de la Coordinación General, por
ejemplo:
“Mueve tu cuerpo”. ¿De cuántas formas puedes saltar y, a la vez, mover los
brazos? ¿Puedes hacer el movimiento contrario de las piernas con los brazos?
“El robot”. Andar adelantando el brazo del mismo lado del pie que avanza. ¿Quién
es capaz de correr de esa forma? ¿Y hacia atrás? ¿De qué otra forma te puedes
desplazar mientras los brazos hacen movimientos contrarios?
“El globista”. ¿De cuántas formas podemos llevar un globo sin ayuda de las
manos? ¿Cuántos puedes llevar a la vez? ¿y por parejas sin utilizar las manos?
Coordinación óculo-segmentaria
Lanzamientos variados: con una mano, con la otra, con las dos, con un pie.
Golpeos con diferentes partes del cuerpo: cabeza, rodillas, hombros, codos.
Diferentes formas de recepcionar: con una mano, con las dos, con los pies, con
las piernas.
Saltos sobre obstáculos, objetos y similares (ajuste viso-motor).
    Es evidente que surgirán múltiples actividades si variamos las condiciones de
ejecución en función de las distancias, alturas, trayectorias, si se realizan con o sin
desplazamiento, con o sin obstáculos, o si utilizamos materiales (pelotas de
diferente tamaño y peso, globos, discos voladores, raquetas, etc.). En definitiva,
todos aquellos Juegos en los que intervenga algún segmento corporal, mejorarán
el desarrollo de la Coordinación óculo-segmentaria, por ejemplo:
“Pies quietos”. Juego en grupo en el que se trabaja los lanzamientos y las
recepciones de forma estática.
“El quema”. Juego en grupo en el que se trabaja los lanzamientos y las
recepciones de forma más precisa y en movimiento.
“Bota, bota las pelotas”. ¿Puedes botar dos balones a la vez? ¿De cuántas
formas? ¿Y en desplazamiento? ¿En cuántas direcciones? ¿Y con dos balones de
distinto tamaño?

   Evaluación de la coordinación

    Siguiendo a Picq y Vayer (1977), vamos a evaluar la Coordinación general y


óculo-segmentaria basándonos en el Examen Psicomotor que estos autores
proponen. Teniendo en cuenta las dos etapas que distinguen en la evaluación de
la psicomotricidad: la 1ª etapa (2 a 6 años) y la 2ª etapa (6-12 años), algunas de
las pruebas que se pueden utilizar, son:
Coordinación Dinámica General
2-6 años:
Con los ojos abiertos recorrer 2 m en línea recta, poniendo alternativamente el
talón de un pie contra la punta del otro.
6-12 años:
Posición de pie, una rodilla flexionada en ángulo recto, brazos a lo largo del
cuerpo, impulsar por el suelo una caja de cerillas durante 5 m.
Salto al aire flexionando las rodillas para tocar los talones por de tras con las
manos.
Coordinación óculo-segmentaria
2-6 años:
Seguir un laberinto con una línea continua en 80” con la mano dominante y 85”
con la otra.
6-12 años:
Con una pelota de goma, dar a un blanco de 25x25 cm situado a 1,5 m de
distancia, con ambas manos.
Recibir una pelota lanzada desde 3 m con una mano (Alternamos).
    Otro instrumento muy utilizado para evaluar la coordinación general el es Test
perceptivo-motor de Survey (citado por Picq y Vayer, 1977). En él se pide al sujeto
que camine hacia delante, atrás, de lado, que salte sobre un pie, sobre el otro...
que imite determinados movimientos, etc.
    Además de las pruebas ya mencionadas, sería conveniente utilizar más
instrumentos para llevar a cabo una evaluación más exhaustiva de la coordinación
óculo-segmentaria, ya que el uso de lápiz y papel en la escuela ponen de
manifiesto la necesidad de una correcta coordinación viso-manual, especialmente
en la escritura. Algunos de esos instrumentos (citados por Mariscal), podrían ser:
Lista de control de conductas perceptivo-motrices de Cratty.
Test de Coordinación ojo-mano de Frostig.

PROBLEMAS DE COORDINACION
El trastorno del desarrollo de la coordinación (DCD, por sus siglas en inglés) es
una condición de por vida que dificulta el desarrollo de las habilidades motoras y la
coordinación. No es un trastorno del aprendizaje, pero puede afectar el
aprendizaje.
Se trata de una alteración en el desarrollo que puede afectar a todas las áreas del
niño: física, social, memoria, lenguaje, desarrollo sensorial, crecimiento intelectual
y emocional.
Caracteriticas:
 Dificultades en la escritura, agarre del lápiz, espaciado, formación de las
letras.
 Dificultad en la planificación motora, es decir, dificultad para planificar y
ejecutar movimientos no automatizados.
 Conciencia corporal pobre.
 Dificultad en la realización de movimientos como correr o saltar.
Tropieza con frecuencia con personas o cosas.
 Tardanza en “elegir” la mano dominante, inicialmente escribe con ambas
manos de manera indistinta.
 Dificultad para sostener objetos, se le caen constantemente.
 Puede presentar dificultades en el habla, no controla totalmente los
movimientos de la boca y de la lengua.
 Presenta dificultad en la planificación de las palabras, pudiendo llegar a
decir “telopa” en lugar de pelota.
 Tiene problemas con los juegos y las actividades que requiere coordinación
del ojo y la mano.
 Pueden tener una inteligencia normal pero con problemas para planificar y
organizar el pensamiento.
 Lentitud en el aprendizaje de algunas habilidades, principalmente las que
implican planificación motora general.
Estas características impactan en el día a día de los niños que las presentan,
pudiendo dificultar el vestido, el aseo, la alimentación, las habilidades para
organizar armarios, poner la mesa, ordenar sus cosas,…entre otras.
Un cuestionario útil para ayudarnos a determinar que algo no va bien es el
(DCDQ). Es un cuestionario que puede ser contestado por los padres, profesores
o por otra persona que conozca bien al niño. En función de la puntuación obtenida
nos puede indicar una alarma de que algo no vaya bien en el desarrollo.
Prevalencia del DCD
Un estudio realizado por la Asociación Americana de Pediatría afirma, que entre el
5-6% de los niños presenta DCD, lo que implica, que al menos un niño por aula
presenta síntomas. Estos porcentajes se ven aumentados en el caso de los niños
con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) , se estima que un 50%
de los niños con TDAH padecen Dispraxia.
Referente al sexo de los niños se estima que por cada niña que presenta TDC
existen dos niños que presentan la dificultad.
TRATAMIENTO DEL TDC
Es importante que se realice una evaluación y tratamiento desde equipos
especializados de profesionales, donde debemos de contar con la figura de un
logopeda que valorará si el niño presenta dificultades en el habla o deglución
pudiendo ser compatibles con la Dispraxia. También es importante, contar con la
figura de un psicólogo formado y sensibilizado con el trastorno, ya que estos niños
normalmente presentan problemas con su auto concepto, autoestima y
autoimagen.
 
La figura del terapeuta ocupacional podrá, además, realizar una exhaustiva
evaluación funcional del niño, donde valorará principalmente la planificación
motora del niño y como está afectando esto a su vida diaria (en el juego y las
actividades escolares). Es recomendable que el terapeuta ocupacional que realice
el tratamiento, esté especializado en Integración Sensorial. Este enfoque ha
reportado importantes resultados en el tratamiento del TDC. Esta teoría fue
desarrollada por Jean Ayres, terapeuta ocupacional estadounidense que estudió el
desarrollo sensorial en los niños y su relación con las dificultades de aprendizaje.
Existe un dispositivo tecnológico que ayuda a potenciar la planificación motora
general del cuerpo llamado Metrónomo Interactivo (MI). El MI ayuda a educar al
cerebro para que planifique, ordene y procese información de un modo más
efectivo. El dispositivo funciona produciendo un sonido que se oye a través de
auriculares, desafiando a los participantes a hacer coincidir de manera activa la
señal auditiva o visible con la planificación motriz.
 Existen otras maneras en que la escuela puede ayudar. Podría
ofrecer adaptaciones como tiempo adicional en las pruebas y en los trabajos
escritos que se realicen en clase. La tecnología de asistencia, como el dictado
(voz-a-texto) también podría ser una opción. Su hijo necesitará tener un IEP o un
plan 504 para poder recibir adaptaciones formales. Sin embargo, el maestro
podría estar dispuesto a proveer apoyos informales para facilitar el aprendizaje de
su hijo en el aula.
Una de las cosas más importantes que usted puede hacer es abogar por su
hijo que tiene DCD. Esto empieza entendiendo sus desafíos y haciéndole saber
que usted estará a su lado en cada paso del camino.
Una evaluación determinará si su hijo es elegible para recibir educación especial.
Si es así, usted será parte del equipo del IEP y juntos crearán un plan de servicios
y apoyos. Además, usted podrá supervisar el progreso de su hijo y asegurarse de
que los servicios estén funcionando.
También existen muchas maneras en que usted puede ayudar en la casa. Usted
es el mayor defensor de su hijo y puede ayudarlo a desarrollar su autoestima.
Divulgue historias exitosas de personas con problemas motores, incluyendo la de
la actriz Cara Delevingne.
Además, con intervenciones y práctica, las habilidades motoras a menudo
mejoran. Usted puede ayudar a que su hijo desarrolle habilidades motoras con
estas recomendaciones:
Descargar herramientas gratuitas para ayudar con la escritura a mano.
Conocer actividades para chicos que tienen problemas con el equilibrio y la
coordinación.
Leer sobre deportes divertidos para chicos que tienen dificultades con las
habilidades motoras.
Averiguar qué habilidades motoras requieren algunos instrumentos musicales.

EQUILIBRIO
Concepto:
Habilidad para mantener el cuerpo u otro objeto en posición estable y controlada,
por medio de movimientos compensatorios o de equilibrarían.
Importancia del equilibrio radica en que este es imprescindible para la movilidad y
el desarrollo de una vida en óptimas condiciones además de que interviene en el
desarrollo cognitivo.
Tipos de equilibrio:
Estáticos: (equilibrio postural) Es la capacidad de mantener una postura sin
movimiento. Se mantiene gracias a los reflejos de equilibrarían, que son el
resultado de relaciones propioceptivas. El equilibrio estático es el fundamento del
equilibrio dinámico.
Equilibrio dinámico
Siempre se asocia al desplazamiento, ya que cuando éste existe se debe ir
cambiando de postura manteniendo en cada una de ellas una posición transitoria
de equilibrio, es decir, es la facultad del niño para mantener la posición más
correcta que requiere la actividad a realizar normalmente con desplazamiento.

ETAPAS DEL DESARROLLO DEL EQUILIBRIO


 1ª Infancia (0-3 años): A los 12 meses el niño/a se da el equilibrio estático
con los dos pies, y el equilibrio dinámico cuando comienza a andar.
 Educación Infantil (3-6 años): Hay una buena mejora de esta capacidad, ya
que el niño/a empieza a dominar determinadas habilidades básicas.
Algunos autores afirman que esta es la etapa más óptima para su
desarrollo. Sobre los 6 años, el equilibrio dinámico se da con elevación
sobre el terreno.
 Educación Primaria (6-12 años): Los juegos de los niños/as, generalmente
motores, contribuyen al desarrollo del equilibrio tanto estático como
dinámico. Las conductas de equilibrio se van perfeccionando y son capaces
de ajustarse a modelos.
 Educación Secundaria y Bachillerato (12-18 años): Se adquiere mayor
perfección y se complican los equilibrios estáticos y dinámicos. Muchos
otros autores, señalan que esta etapa es idónea para la mejora del
equilibrio dinámico. En edades más avanzadas, aparece cierta involución
en dicha capacidad, debido al deterioro del sistema nervioso y locomotor,
acentuándose ésta con la inactividad.

Actividades para su desarrollo

    Un buen control del equilibrio favorece, según Jiménez (2002), el conocimiento
del cuerpo, la creatividad, la apropiada adecuación al movimiento y la confianza y
seguridad en sí mismo. Según Castañer y Camerino (1991), Gutiérrez (1991), Le
Boulch (1997), y Trigueros y Rivera (1991), podemos realizar en la escuela las
siguientes actividades:

Equilibrio Estático

    Trataremos de evolucionar de posiciones más estables a menos estables:

 Tumbados.
 Sentados.
 Sentados, semiflexionando las piernas y brazos abiertos.
 Sentados, semiflexionando las piernas y brazos pegados al cuerpo.
 De pie, con piernas y brazos abiertos.
 De pie, con piernas y brazos pegados al cuerpo.
 De pie, sobre una sola pierna, con brazos y piernas abiertas.
 De pie, sobre una sola pierna, con brazos y piernas pegadas al cuerpo.

    Además, podemos llevar a cabo diferentes actividades donde se trabaje el


equilibrio Estático, como pueden ser:

 “Pollito Inglés”. Uno se colocará de cara a la pared y dirá la frase, luego se


volverá y tratará de ver quien se mueve, ya que todo el mundo debe estar
quieto de una postura sin moverse y manteniendo el equilibrio. Se la
quedará el primero en moverse.
 “El Flamenco”. Realiza cinco posiciones de equilibrio sobre un solo pie.
¿Sobre qué pie aguantas más tiempo? ¿Puedes realizarlo apoyando otra
parte del cuerpo? ¿y con los ojos cerrados?
 “Los Equilibristas”. Por parejas, buscar varias posiciones de equilibrio en
donde haya el menor número de apoyos posibles.

Equilibrio Dinámico

    Los ejercicios típicos son los de desplazamiento:

 Siguiendo líneas rectas, curvas, quebradas…


 Cambios de dirección y sentido.
 Introducir giros y otras habilidades.
 Aumentar la velocidad de desplazamiento.
 Reducir el espacio de acción.
 De puntillas, sobre los talones, punta talón, en cuclillas, a la pata coja…
 Portando un objeto en la cabeza, hombro, brazo…
 En diferentes alturas: adoquines, bancos suecos, sobre cajones,…

    También podemos proponer una serie de actividades donde trabajemos el E.


Dinámico, como por ejemplo:

 “La línea”. Busca cinco maneras de desplazarte sobre una línea recta sin
perder en equilibrio ¿cómo puedes cruzarte con un compañero sobre la
línea?
 “Carrera de relevos”. En grupos de 6. Se trata de ir pasando de un aparato
a otro sin tocar el suelo, de un extremo a otro del gimnasio.
 “El trasportista”. ¿De cuantas formas te puedes desplazar transportando un
libro con diferentes partes del cuerpo? ¿Y llevándolo sobre la cabeza?
¿Podemos apoyar el libro sobre otras partes del cuerpo sin agarrarlo y
desplazarnos a la vez?

  Evaluación del equilibrio

    Al igual que con otras capacidades, el equilibrio es susceptible de valoración y


medida. Para detectar posibles retrasos a nivel de equilibrio estático podemos
emplear las pruebas que Ozeretski y Guilmain (citados por Jiménez, 2002), nos
ofrecen:

 Mantenerse inmóvil un mínimo de diez segundos de puntillas y con los pies


juntos (4 a 5 años).
 Mantenerse sobre una pierna, a la “pata coja”, sin moverse durante diez
segundos por lo menos (5 a 6 años).
 Con los ojos cerrados y los pies juntos permanecer inmóvil sesenta
segundos (6 años).
 Permanecer de puntillas con los pies juntos y ojos cerrados un mínimo de
quince segundos (9 a 10 años).
 Mantenerse sobre una pierna con los ojos cerrados durante diez segundos
por lo menos (9 a 10 años).

    Además, también podemos utilizar las pruebas sobre Equilibrio Estático y
Equilibrio Dinámico que Ortega y Blázquez (1997), nos proponen:

Equilibrio Estático

 “La Paloma”. Consiste en mantener estable durante 10” la siguiente


posición: apoyado sobre un pie, tronco flexionado al frente, los brazos
extendidos al frente, pierna de apoyo extendida y la otra ligeramente
flexionada hacia atrás (1º y 2º Ciclo).
 “Equilibrio del Flamenco”. Mantener la posición de equilibrio en una sola
pierna, sobre una madera de 3 cm, durante un minuto (3º Ciclo).

Equilibrio Dinámico

 “El Banco Sueco”. Caminar sobre un banco sueco, recorriéndolo hacia


delante y luego hacia atrás con los brazos en cruz (1 y 2 Ciclo).
 “LA Barra de Equilibrio”. A la señal del controlador, el ejecutante comenzará
a caminar sobre la barra de equilibrio o un banco invertido hasta una marca
situada a 2m. Una vez superada ésta, el examinando dará la vuelta para
volver al punto de partida.  Repetirá la acción de ejecución cuántas veces
pueda hasta que pierda el equilibrio y caiga tocando el suelo. Se medirá la
distancia recorrida por el ejecutante desde el inicio hasta el punto de
bajada. Si el sujeto realiza ininterrumpidamente el ejercicio, se concluirá
éste a los 45 seg. Se realizarán tres intentos y se calculará el promedio de
ellos (3º Ciclo).

TRASTORNOS
Un trastorno del equilibrio es un problema médico que hace que uno se sienta
tambaleante o mareado. Es posible que al estar de pie, sentado o acostado, la
persona sienta como si se estuviera moviendo, flotando o que todo le da
vueltas. Si está caminando, puede de repente sentir como si se fuera a caer.

Todas las personas se sienten mareadas de vez en cuando, pero el término


“mareo” puede significar diferentes cosas para diferentes personas. Para una
persona, sentirse mareada podría significar una breve sensación de debilidad,
mientras que para otra puede ser una sensación intensa de que todo da
vueltas (vértigo) que dura mucho tiempo.

Algunos trastornos

 Vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB): un episodio breve pero


intenso de vértigo causado por un cambio específico en la posición de la
cabeza. Puede sentir que todo le da vueltas cuando se agacha para buscar
algo, cuando gira la cabeza para mirar hacia arriba o sobre su hombro, o
cuando se da la vuelta en la cama. El VPPB ocurre cuando algunos otolitos
sueltos caen dentro de uno de los conductos semicirculares y afectan el
funcionamiento de la cúpula. Esto impide que la cúpula se flexione
correctamente enviando información incorrecta al cerebro sobre la posición
de la cabeza y causando vértigo. El VPPB puede resultar de una lesión a la
cabeza o simplemente puede ocurrir al envejecer.
 Laberintitis: una infección o inflamación del oído interno que causa mareo y
pérdida de equilibrio. A menudo se asocia con una infección de las vías
respiratorias superiores, como la gripe.
 Enfermedad de Ménière: episodios de vértigo, pérdida de
audición, tinnitus (un timbre, silbido o zumbido en el oído) y una sensación
de que el oído está lleno. Puede estar asociada con un cambio en el
volumen del líquido dentro de las partes del laberinto, pero la causa o
causas aún se desconocen. Para más información, lea la hoja de
información de La enfermedad de Ménière del Instituto Nacional de la
Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD, por sus siglas en
inglés).
 Neuronitis vestibular: una inflamación del nervio vestibular que puede ser
causada por un virus y que provoca principalmente vértigo.
 Fístula perilinfática: una fuga del líquido del oído interno al oído medio.
Provoca inestabilidad que suele aumentar con la actividad, además de
mareo y náuseas. La fístula perilinfática puede ocurrir después de una
lesión en la cabeza, cambios drásticos en la presión del aire (como cuando
se bucea), esfuerzo físico, cirugía del oído o infecciones crónicas del oído.
Algunas personas nacen con una fístula perilinfática.
 Síndrome del mal de desembarco: una sensación de balanceo y falta de
equilibrio continuo, por lo general después de un crucero u otro viaje por
mar, o incluso después de correr por un tiempo prolongado en la máquina
caminadora. Por lo general, los síntomas desaparecen a las pocas horas o
días de llegar a tierra o suspender el uso de la máquina caminadora. Sin
embargo, los casos más graves pueden durar meses o incluso años. La
causa sigue siendo desconocida.

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