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COLEGIO

SAN JOSÉ MARTÍN

MONOGRAFÍA
ANÁLISIS SOBRE HISTORIA DE LAS FUERZAS
ARMADAS
POR: Ramiro Copa

PROFESOR:

LA PAZ – BOLIVIA

2019
ÍNDICE
1. PRESENTACIÓN GENERAL.........................................................................................................2
2. JUSTIFICACIÓN.........................................................................................................................3
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA............................................................................................4
4. OBJETIVOS................................................................................................................................5
4.1. OBJETIVO GENERAL...........................................................................................................5
4.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS....................................................................................................5
5. MARCO REFERENCIAL...............................................................................................................5
Misión......................................................................................................................................6
Misión específica...................................................................................................................6
6. MARCO TEÓRICO....................................................................................................................10
6.1. Antecedentes históricos y fundamentos de las FF.AA.....................................................10
6.1.1.Generalidades...........................................................................................................10
6.1.2. Antecedentes históricos.....................................................................................11
6.1.3. Período de la Colonia................................................................................................14
6.1.4. Período de la República............................................................................................16
6.1.6. Fundamentos de las FF.AA.......................................................................................23
6.1.7. Las Fuerzas Armadas de la Nación y el Servicio Militar.............................................24
6.1.8. Historia del Colegio Militar de Aviación....................................................................25
Primera fundación.........................................................................................................26
Guerra del Chaco................................................................................................................27
Segunda fundación.........................................................................................................27
6.1.9. Educación Superior en la F.F.A.A..............................................................................28
6.1.10. Equipamiento......................................................................................................30
7. CONCLUSIONES......................................................................................................................31
6. BIBLIOGRAFÍA................................................................................................................32
1. PRESENTACIÓN GENERAL
El presente trabajo de investigación no es una historia oficial. No es bueno
generar versiones oficiales en lo que hace a una ciencia que permanentemente
está en proceso de revisión y perfeccionamiento. Más aun en nuestro País,
cuyos archivos oficiales pecan de muchas deficiencias y carencias.

Este es una trabajo de investigación personal que no compromete a la


Institución que se hace referencia, ni es una posición oficial, solo es, una
interpretación de muchos libros de historia de las varias ya existentes, que trata
de mostrar otra visión de la historia de las Fuerzas Armadas desde la óptica
más realista y objetiva.

La Historia de Bolivia es, en gran parte, la historia de su Ejército. Está


íntimamente ligada a este, desde los prolegómenos de su nacimiento después
de una cruenta lucha de dieciséis años (1809-1825); pasando por sus
momentos de mayor gloria, cuando se consolido su independencia como país
(1826-1847); por sus momentos de anarquía (1848-1879); par los avatares mas
trágicos de su existencia, en las guerras para mantener su patrimonio territorial
(1880-1935); por la implantación de nuevas corrientes ideológicas de
transformación social, coma fue el fenómeno de la Revolución Nacional (1936-
1964); por su resistencia a la agresión política del marxismo internacional
(1965-1971); por su tránsito de las dictaduras a la estabilidad democrática
(1972-2002); y, finalmente, en estos días en los cuales aparentemente se ha de
definir su existencia, sus posibilidades de subsistencia coma Estado unido,
soberano e independiente.

Nunca coma ahora tuvo tanta vigencia la frase: "Institución tutelar de la Patria",
porque una vez más descansa sobre sus hombros, la responsabilidad de
preservarla unida y soberana, como demandara el angustioso pedido del Gran
Mariscal de Ayacucho, antes de su salida de nuestro suelo.

Esta monografía pretende constituirse en la historia no contada del Ejercito.


Una especie de auditoría histórica a sus hechos, falencias, debilidades,
aciertos, transformaciones y el aporte ético, material e ideológico de sus
miembros al devenir de nuestro país, que se encuentra aún en pleno proceso
de formación de su identidad nacional y la visión que del rol de la institución se
tiene a futuro.

2. JUSTIFICACIÓN

En la altiplanicie existente en los Andes de Sudamérica muy cerca del


imponente Lago Titicaca, se erigió uno de los pueblos que constituiría las
simientes del primer prodigio societal en esta parte del continente, y
posiblemente una de las más antiguas e influyentes; Tiahuanaco, la cultura
más longeva del área andina.

Coinciden muchos historiadores en afirmar que la cultura tiahuanacota estuvo


conformada por un Estado teocrático que no utilizó la fuerza militar en sus
conquistas territoriales. Hacia los años 400 y 500 d.C. los tiahuanacotas
refuerzan su poder religioso concentrando el culto en la ciudad de Tiahuanaco,
ampliando su dominio territorial hacia la costa por occidente y el bosque
tropical por el oriente.

Si bien es poco lo existente sobre la expansión militar del pueblo tiahuanacota,


uno de los vestigios más valederos son las representaciones realizadas en su
cerámica y arquitectura, una de ellas, es la escultura lítica del Chacha Puma,
que se encuentra enmarcada en el concepto jerárquico, por el tamaño que
ostenta esta imagen, representa al arquetipo celestial y al patrono de los
guerreros, al oficial castrense victorioso y triunfador por excelencia.

Denota a un ser humano enmascarado con careta de felino, las orejas en


posición ofensiva, porta un arma en una mano y con la otra agarra la cabeza
cercenada de un enemigo como trofeo. Esta imagen, normalmente aparece
postrada, lo que significa que en la escala de valores dicha deidad no era
suprema, por el signo de sumisión, de lo que análogamente inferimos que para
esta cultura el poder militar se encontraba subordinado.

La expansión tiahuanacota se debió gracias al dominio del bronce que le


permitió una gran superioridad militar, esta se evidencia por la difusión de los
símbolos y elementos que aparecen en la cerámica y los textiles de todo el
ámbito físicamente ocupado, el norte de Chile y de Argentina, deja su huella
también en los valles de Cochabamba y avanza por el norte hasta Moquegua
en el Perú, donde contactan con la cultura Huari, pueblo con el que practicaron
un intenso comercio. En el siglo XII, Tiahuanaco colapsa y es en esta misma
región donde florece otra recia cultura, denominada aimara o reinos collas.

A mediados del siglo XV, el reinado Colla conservaba un extenso territorio con
su capital Hatun - Colla, periodo donde el Inca Viracocha con el propósito de
incorporar esta región a su dominio incursionó en la zona; sin embargo, la
reticencia de estos pueblos evitó ese objetivo y fue recién hasta la llegada del
noveno Inca Pachacútec que se logró su conquista.

Así como al norte se encontraban los collas, al sur estaba la Confederación


Charca que tenía dos grupos: Los Carangas y Quillacas en torno al lago
Poopó, y los Charcas que ocupaban el norte de Potosí y parte de
Cochabamba. Ambos, Charcas y Collas eran de habla aimara.

3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA


Recordar el Bicentenario del Ejército Boliviano es reflexionar sobre las
Fuerzas Armadas de Bolivia. Revisar, permanentemente, la historia
de las Fuerzas Armadas, desde la lucha por la Independencia.

Es necesario describir la historia de las Fuerzas Armadas, sus fundamentos y


su rol que tienen en el país, para que la sociedad boliviana conozca y sepa su
verdadero alcance.

De acuerdo con el historiador, en los diferentes conflictos bélicos, la única


Fuerza que participó fue el Ejército Nacional. La Fuerza Aérea y la Fuerza
Naval no tuvieron ningún papel ya que aún no existían.
La base principal para la creación del Ejército Boliviano fue el pueblo de Bolivia,
que antes de la independencia de 1825 tuvo tres proyectos: indígenas, mestizo
y, posteriormente, el criollo que posibilitó el nacimiento de las Fuerzas Armadas
que actualmente cumple 194 años, así lo explicó el historiador militar y
excomandante en jefe de las Fuerzas Armadas (FFAA), Edwin de la Fuente.
La naciente del Ejército en realidad es la naciente de las Fuerzas Armadas. El
Ejército ya nace en 1810 en la Batalla de Aroma, mucho antes del nacimiento
de la República, porque ya existían las 7 republiquetas, que son los siete
ejércitos que tenía el Alto Perú, establecidos en sus diferentes regiones.

La literatura está muy dispersa sobre la fundación, principios y objetivos de las


Fuerzas Armadas, razón por la cual se desarrolla el presente trabajo
monográfico.

4. OBJETIVOS

4.1. OBJETIVO GENERAL


Analizar la historia de la Fuerzas Armada de Bolivia

4.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS


 Compilar elementos históricos de la historia de las Fuerzas Armadas de
Bolivia.
 Describir los fundamentos de las Fuerzas Armadas de Bolivia.
 Describir la historia y principios del Colegio Militar de Aviación.

5. MARCO REFERENCIAL
Un día después de la fundación de Bolivia, el 7 de agosto de 1825, nacieron las
Fuerzas Armadas con la misión fundamental de defender y conservar la
independencia nacional, la seguridad y estabilidad del Estado, el honor y la
soberanía nacional y asegurar el imperio de la Constitución Política del Estado,
entre otros.

Han transcurrido 193 años desde la creación de esta esencial institución del
país y sus miembros, acompañados de la sociedad civil, celebrarán un nuevo
aniversario con una parada cívico militar en Cochabamba, este 8 de agosto.

Misión

Las Fuerzas Armadas tienen por misión fundamental:

Defender y conservar:
 La Independencia nacional.
 La seguridad y estabilidad del Estado Plurinacional de Bolivia.
 El honor y soberanía nacionales.
 Asegurar el imperio de la Constitución política del Estado.
 Garantizar la estabilidad del gobierno legalmente constituido.
 Cooperar en el desarrollo integral del país.
 Asegurar la soberanía del país, tanto en el ámbito militar como en el
político y económico.
 Fortalecer y unificar al pueblo boliviano.
 Lema: «Ejército de Bolivia, forjador de la patria».

Misión específica

El ejército de Bolivia tiene como misión específica lo siguiente:

 Defender la soberanía e integridad del territorio nacional.


 Garantizar la seguridad terrestre y coadyuvar en el mantenimiento del
orden público, de acuerdo a las Directivas del Comando en Jefe.
 Debe participar en la comunicación del territorio nacional mediante la
construcción y apertura de caminos, carreteras y otras vías.
 Le corresponde además ocupar, proteger y apoyar el desarrollo de las
fronteras nacionales y proteger las áreas y centros vitales del país.
 Como integrante de las Fuerzas Armadas, ejecuta misiones específicas
con el apoyo de la Fuerza Aérea o la Fuerza Naval. A través del Instituto
Geográfico Militar se encarga de levantar y editar las cartas geográficas
y políticas del territorio nacional.
 Recientemente se ha agregado a sus responsabilidades la de proteger
las fuentes de producción y los servicios legalmente constituidos, así
como los recursos naturales y la preservación ecológica dentro del
territorio nacional.

Las FF.AA. de Bolivia están constituidas por tres fuerzas: Ejército, Fuerza
Aérea y Fuerza Naval
6. MARCO TEÓRICO

6.1. Antecedentes históricos y fundamentos de las FF.AA

6.1.1.Generalidades

Es difícil determinar un periodo que establezca el origen de las Fuerzas


Armadas, la historia parece encontrar en las agrupaciones humanas reuniones
de hombres listos para repeler una agresión o efectuar una conquista, siendo
esté el primer indicio de organizaciones militares, aunque de carácter temporal
pues éstos desaparecían con la solución del conflicto. Sin embargo en el IV
milenio A.C. y con el advenimiento de Ciudades Estado en Mesopotámia y
Egipto se hizo necesaria la organización de Fuerzas Armadas permanentes, las
que tenían que realizar diversas misiones, desde la ocupación hasta la defensa
de territorios a fin de obtener tierras fértiles y aptas para la agricultura, así
como controlar el agua para la irrigación y consolidar sus derechos de posición
mediante fortificaciones. (Heymanns, 1989)

De esa época se puede establecer que aún en ese periodo primario de


organizaciones de las Fuerzas Armadas o ejércitos, era necesario contar con
tropas combatientes dedicadas a la lucha y elementos auxiliares destinados a
trabajos complementarios de apoyo logístico y de construcción de diversa
naturaleza, tanto en tiempo de paz como de guerra.

Particularizando algo sobre la existencia de las Fuerzas Armadas, es decir,


sobre su historia y organización, diremos simplemente que ellas tuvieron su
origen en las mismas necesidades de defensa de los diferentes grupos que
fueron conformándose a lo largo de la historia de la humanidad, habiéndose
estructurado bajo los mismos principios doctrinarios que dieron vigencia a estas
organizaciones en todas las naciones del mundo, de la misma forma se fue
dando la evolución en las instituciones armadas. (Heymanns, 1989)

El ejercicio del arte de la guerra despierta y vigoriza las energías dormidas de


todo un pueblo, desarrollando y fomentando su valor, sentimiento que equivale
a un grado superior de elevación moral y que constituye la más alta virtud de
un país, que es el alma y la vida de las naciones. Las Fuerzas Armadas en su
dimensión militar tienen como características fundamentales la jerarquía y la
disciplina de todos sus componentes, además de sus principios doctrinarios. El
afán esencial de su doctrina es servir a la Patria en defensa de su territorio, y
su objetivo fundamental es el proteger la integridad nacional.

6.1.2. Antecedentes históricos

El Servicio Militar Obligatorio (S.M.O.), en Bolivia tiene una larga tradición


histórica, que acompaña a la creación de la República, estaban conformadas
por las milicias armadas denominadas ejércitos de montoneros, republiquetas o
guerrillas, éstos fueron precisamente la fuente de conscripción que
posteriormente fue conformando los ejércitos locales de criollos, mestizos e
indígenas, que dieron lugar más tarde a la formación de los ejércitos con los
que se gestó la emancipación nacional. Desde esta perspectiva se puede decir
que el Servicio Militar, denominado durante el siglo XIX “contribución de
sangre”, sirvió como factor de reorganización de los muchos ejércitos que se
sucedieron en el transcurrir de vida que tiene la República. (Finot, 1976)

En lo referente a la formación o creación del Ejército en Bolivia, éste se originó


en el antiguo Kollasuyo, y ello nos da la idea para referirnos a los ejércitos
Aymará y Quechua. Empero, conviene hacer una distinción necesaria: si bien
los orígenes de las organizaciones de defensa se remontan a la época incaica,
las Fuerzas Armadas son propias de una organización social más compleja,
conocida hoy como Bolivia.

6.1.2.1. Época Prehispánica


Entre los antecedentes históricos más significativos, indicaremos el de la época
prehispánica, que se caracteriza por el predominio especial de una raza
antiquísima que vino hacia el occidente buscando tierras altas a consecuencia
de tremendos cataclismos ocurridos en tierras bajas del oriente. “También pudo
haberse producido la inmigración de procedencia oceánica, de cuyo resultado
tendríamos a la raza Kolla, precursora de los Aymaras y de la civilización
incaica”. (Finot, 1976)

La permanencia en la región de restos de raza y lenguas diferentes, que nada


tienen de común con los quechuas y los Aymaras, demuestra que en la zona
altiplánica existieron varias culturas superpuestas, anteriores a la dominación
incaica. Sin embargo, es de hacer notar que en dicha época no se habla de
FF.AA. y menos de S.M.O. pero para una mejor información mencionaremos a
las culturas de los Aymaras y de los Incas como protagonistas de esta época.

a. Los Aymaras

No se sabe a ciencia cierta sobre la historia de los Aymaras, mucho menos de


su organización militar. Todo son conjeturas, tradiciones, leyendas o hipótesis
sin fundamento indiscutible. De todo cuanto han escrito los historiadores, sin
embargo, puede extractarse lo siguiente:

Los Aymaras ocupaban una vasta extensión del suelo americano y abarcaban
los territorios que hoy comprenden Ecuador, Perú y Bolivia, así como parte de
Chile y Argentina. A la aparición de los Incas, los Aymaras estaban divididos en
varios núcleos como los Charcas, los Omasuyus, los Pacajes, los Larecajas y
otros. Hoy, reducidos numéricamente, se hallan diseminados en la meseta
andina y ocupan en su mayor parte el Titicaca y los valles circundantes, esta
era considerada como una raza indómita, guerrera fuerte, de una fortaleza
inquebrantable, por lo que se les ha llamado “Raza de Bronce”. (Finot, 1976)
Desde el punto de vista militar, tenían nociones bastante avanzadas en el arte
de la guerra conocían la lanza, la honda, la macana y el llihui. Sabían construir
fortalezas denominadas pukaras, que eran pequeñas colinas rodeadas desde
la base por líneas concéntricas de piedras gruesas, que las dividían en zonas y
servían de asilo y defensa.

b. Los Incas

Al referirnos a este período diremos que fue Sinchi Roca, como sucesor de
Manco Kapac, quien organizó el primer ejército y construyó la primera fortaleza
del Imperio Incaico con el objeto de extender sus dominios, como en efecto lo
hizo, dividiéndolo posteriormente en cuatro partes denominadas Suyus. Todo
súbdito tenía la obligación de permanecer cierto tiempo en el ejército real, esto
constituía de por sí un S.M.O., dejándonos ver claramente el don de mando
que se tenía de acuerdo a la cantidad de hombres de que disponía y quienes
estaban sujetos a sus órdenes.

La organización del ejército era sencilla y se basaba en el sistema decimal,


había jefes de diez, de cien, de mil y de diez mil hombres, que se movilizaban
con rapidez y quedaban automáticamente sobre las armas. Esta organización
descansaba, como todo el engranaje del imperio, en el poder absoluto del Inca
y en el espíritu de sometimiento y de ciega obediencia del súbdito.
Seguramente era una organización admirable, pero atentaba contra la libertad
individual y suprimía la iniciativa al apoderarse de la voluntad personal que era
dominada por el poder del Estado. “El Imperio Incaico era, pues, un imperio
totalitario”. (Finot, 1976)

La conformación de este Ejército era similar a la del Ejercito Romano, el cual se


componía de legiones, dividida cada una en cortes, las que a su vez se
componían de centurias, divididas estas últimas en decurias. Cada división
superior tenía jefe de trompetas y otro de tambores. Toda unidad tenía su
bandera o estandarte imperial, y entre éstas estaba también la Wiphala, que
ostentaba los siete colores del arco iris. Pero en toda esta organización se
puede advertir que no se menciona nada sobre el S.M.O., sin embargo, se
puede presumir que éste existía.
El vestuario de los soldados consistía en trajes peculiares apropiados a los
diferentes climas. “Vestían largas camisetas y se protegían la cabeza con una
especie de casco de plata o cobre adornado con plumas; para su defensa
usaban un yelmo y un escudo de madera. Su cuerpo estaba protegido de las
flechas con un relleno de algodón sujeto por tiras de tela”. (Finot, 1976)

Cada uno o dos años se reclutaban jóvenes mayores de dieciséis años para las
filas del Ejército en forma obligatoria. De esta manera cumplían con el Servicio
Militar Obligatorio que les imponía el Soberano (el Inca). El jefe supremo de
estas fuerzas armadas era el mismo Inca. Se calcula que este ejército estaba
compuesto por aproximadamente doscientos mil hombres. En cuanto a su
armamento, todas las armas eran de tipo contundente, punzante, cortante y
arrojadizo, también usaban la macana.

Es así como aparece el Inca ante su pueblo, todo magnífico y admirable, su


inmenso poder reposaba en la tolerancia y la fuerza moral de la religión y la
ciencia, no así sobre la fuerza material de sus ejércitos. “El Inca no era
solamente el jefe, sino también un juez sabio y protector, que seguía los cursos
de los Amautas que profesaban en el Cuzco. Su autoridad llegaba hasta la
conducta más secreta, hasta el pensamiento mismo, del individuo”. (Finot,
1976)

La organización del Ejército no ofrecía ningún distintivo, todo hombre apto


estaba obligado a cumplir con el Servicio Militar probablemente como se dijo,
desde los dieciséis a los cincuenta años, bien como soldado o simplemente
como cargadores. En cada pueblo había maestros que enseñaban el arte de la
lucha y el ejercicio de las armas a los niños que tenían más de diez años.
Luego estos maestros presentaban al Tuericúc de quienes se distinguían por
su fuerza y bravura, y merecían ser soldados; los demás eran cargadores.

6.1.3. Período de la Colonia

a. Invasión

La invasión de los españoles a esta parte de América al mando de Francisco


Pizarro se produce allá por el año de 1533, esto marca en la historia el
comienzo de la dominación española en el territorio, que hoy es Bolivia. “La
noticia de la indicada conquista fue recibida en España con gran alborozo y
mucha expectativa, debido a la gran cantidad de riquezas que recibió Carlos V”
(Finot, 1976)

De esta manera, tuvo lugar la invasión española en nuestras tierras, más aún
por la gran sorpresa de las enormes cantidades de oro y plata que recibió la
Corona desde América, esto es lo que sobrepasa todas las esperanzas de las
riquezas que América encerraba, más conocida por los españoles como “las
Indias”, en todo este proceso de invasión a América no se menciona nada
sobre las FF.AA. que servían al Inca, puesto que éstas estaban constituidas
por todos los habitantes del Kollasuyo, quienes también estaban obligados al
servicio del soberano, consiguientemente al servicio de su pueblo.

b. Estabilidad

A medida que fue afirmándose la Conquista y que los asuntos de América


requerían de mayor atención, la Corona creó los órganos necesarios para
dirigirlos y resolverlos. Así, en 1509 se estableció en Sevilla la Casa de
Contratación, la cual no sólo atendía el comercio de las Indias sino también las
cuestiones de gobierno. Esta Casa de Contratación era considerada algo así
como un Ministerio de Colonias. De esta manera se fue afianzando la gran
hazaña de la conquista, logrando establecerse en toda ella un régimen de corte
monárquico, tal el caso del Consejo de Indias creado en 1524, cuya
autoridad estaba encargada de la dirección política y administrativa de los
territorios de América.

Con referencia al S.M.O., y al igual que durante la conquista, no se tiene


conocimiento de tal hecho, ya que al parecer todos los ciudadanos tenían la
obligación de defender o por lo menos cuidar su libertad, la que siempre debe
ser protegida ante cualquier circunstancia.

c. Desestabilidad

La desestabilidad de esta época fue gestándose en el transcurso del tiempo y


por efecto de los continuos enfrentamientos que sostenían los mismos
conquistadores a causa de los intereses ambiciosos de poder y riqueza que
abrigaba cada uno de ellos.
También podemos atribuir esta inestabilidad al descontento general en contra
de las autoridades que conferían privilegios que recaían preferentemente entre
los nativos de España, y esta es una razón para que los intereses y las
pasiones sean siempre los móviles que impulsen a los hombres a las más
arriesgadas empresas.

A esto debemos añadir el grado de degradación a la que había llegado la


Corona, perdiendo con ello todo tipo de confianza y prestigio en todas las
Colonias. Y como corolario de esta inestabilidad se suma el momento en que la
Corte de España se adhiere a Francia para reconocer la independencia de los
Estados Unidos de Norteamérica actitud que ocasiona la enemistad con la
potencia que por entonces representaba Inglaterra, la cual empieza a controlar
o vigilar la marcha de las colonias españolas. (Finot, 1976)

Pero de ninguna manera debemos dejar de mencionar a quienes fueron


apóstoles de la Academia Carolina, quienes ocasionaron la inestabilidad total
de la Corona, y que propiciaron los alzamientos de los patriotas en diferentes
sitios del territorio. Es así que en 1809 se pronuncian los Distritos de Charcas y
La Paz, esta última a la cabeza de don Pedro Domingo Murillo. En lo referente
al S.M.O. de esta época tampoco se tiene una información concreta, ya que no
existía Ejército constituido, y los combatientes de la Independencia eran todos
los ciudadanos ansiosos de su libertad.

6.1.4. Período de la República

Como antecedente histórico podemos mencionar a Don. Guillermo Bedregal,


quien en su ensayo preparado sobre los militares bolivianos dice: “En el caso
boliviano, el nacimiento de las fuerzas armadas es coincidente con la fundación
de la República, proviniendo sus primeras estructuras organizativas con los
antiguos guerrilleros unidos a las fuerzas libertadoras después de las batallas
de Ayacucho y Tumusla. Las Fuerzas Armadas no nacen como resultado de un
crecimiento orgánico, sino como resultado de una importación mecánica”, (los
ejércitos bolivianos y su simbiosis con las montoneras armadas de la lucha
guerrillera). (Asbun, 2003)
Nuestras Fuerzas Armadas, tal como se las conoce actualmente, remontan su
origen a la lucha por la Independencia, constituyéndose de esta manera en uno
de los componentes del proceso de construcción de un nuevo Estado. No
obstante y por razones atingentes a la situación socioeconómica de la época,
estas fuerzas permanecieron bajo el molde caudillista y patrimonial de los
conquistadores. “Desde la fundación de la República el S.M.O., se constituyó
en la columna vertebral del Ejército Nacional, no obstante su historia oficial no
hace alusión alguna al respecto”. (Mesa, 1998)

a. Fundación de la República 1825

Una vez creada la República, el Mariscal Sucre (1825-1828) organizó el nuevo


ejército con oficiales y soldados voluntarios de las antiguas guerrillas y otros
procedentes de las repúblicas recién independizadas.

Pero fue el Mariscal Andrés de Santa Cruz, quien en el año 1829 trato de poner
fin al anárquico y violento sistema de conscripción militar, imperante durante los
primeros años de la República, molesto con la anarquía existente en la época y
apoyado en la Constitución Política del Estado de 1826, creó dos formas de
Servicio Militar: El Ejército de Línea, y el inherente a las Guardias Nacionales.

De esa forma se constituyeron dos fuerzas militares paralelas, aunque con


patrones de reclutamiento social distintos, que habrían de coexistir hasta fines
del siglo XIX. Debido probablemente al reducido número de conscriptos del
ejército de línea, que no superaba los dos mil quinientos hombres y la guardia
nacional que apenas movilizaba entre quinientos y ochocientos hombres en los
departamentos más poblados del país, el S.M.O., no logró funcionar con
arreglo a las prescripciones y normas establecidas. El S.M.O., en el Ejército de
Línea se caracterizó por un régimen disciplinario excesivamente violento,
inseguro y proclive a la insurrección, deserción y motines cuartelarios.

La Guardia Nacional Pasiva jamás logró organizarse militarmente y cuando lo


hizo durante la Guerra del Pacífico, (1879-1882), se movilizó sin armas y con la
única misión de proveer alimentación gratuita a los soldados, forraje para la
caballería, reemplazo del ganado, mulas y servicios logísticos.
Recién “en 1875 el Dr. Tomas Frías, urgido de introducir reformas militares
para garantizar una efectiva subordinación del Ejército y poner fin a la
conspiración emergente de los cuarteles, trató de modernizar el sistema de
reemplazos mediante la aprobación de la Ley Militar de 1875”. (Mesa, 1998)

En la nueva Ley se expusieron los primeros argumentos liberales que


apelaban al carácter igualitario de este deber, así como el espíritu humanitario
y de honorabilidad militar que pretendía hacer del S.M.O., una obligación
universal. Frías se propuso poner fin al degradante como deshonroso sistema
de reclutamiento de levas, como lo explicó el Ministro de Guerra de la época:

“Tomar violenta y forjadamente al labriego o artesano, para que soporte la


carga más pesada, la obligación mayor, la contribución de sangre, y eximir de
ésta al hombre de menores proporciones; destinar a estos cargos a los mal
entretenidos al servicio de las armas; sacar de los presidios a los más
criminales, a los más forajidos para encargarles la defensa de la Patria y sus
libertades públicas; y cuando unos u otros rompan tales encargos, castigarlos
con centenares de palos, es llegar al colmo de la insensatez es algo más, es
ultrajar, es degradar la condición social de la humanidad y desprestigiar la
carrera militar, imprimiéndole el sello de la humillación y del envilecimiento”.
(Mesa, 1998)

La fuerza militar convertida en comadrona del despojo de tierras, así como la


masiva deserción de soldados, el déficit económico obligó al Ejército a diseñar
un nuevo proyecto de reforma que fue presentado al Congreso en 1887, no
obstante recién en 1892 se aprobó la Ley de Conscripción Militar. Para evitar la
expansión de la violenta protesta rural, y contener de este modo la amenaza
indígena, el Ministerio de Guerra resolvió no solo suspender el
empadronamiento indígena sino también la conscripción alegando:

“...que es deber del gobierno velar por la conservación del orden público
y evitar los alzamientos y sublevaciones a que puedan dar lugar los indígenas
por la mala comprensión de sus mismos derechos y obligaciones” (Mesa, 1998)
El año 1927 una Misión Militar Alemana, encabezada por el General Hans
Kundt, quiso imprimir en el Ejército Boliviano la táctica y modalidades del
Ejército Alemán, para lo cual proyectó un cuerpo de Leyes que fue presentado
ante el Dr. Bautista Saavedra, a la razón Presidente del país, y a las Cámaras
para su discusión y aprobación, siendo sancionada y promulgada por Ley de 22
de enero de 1927. La nueva legislación resultó inoperante y deficiente en sus
alcances.

b. Guerra del Chaco 1932 - 1935

El S.M.O., desde principios de siglo, pero con más intensidad desde la Guerra
del Chaco (1932-1935) ocupa un lugar importante en la población rural y de
sectores urbanos socialmente marginados, que permitió a lo largo del tiempo
movilizar grandes contingentes de campesinos del altiplano a las zonas del
oriente y del oriente hacia el occidente, situación que hizo que miles de jóvenes
se relacionaran y tomaran contacto con realidades socioculturales distintas.

La Guerra del Chaco derrumbó el mito de la modernización y nacionalización


del Ejército erigido por liberales y republicanos a lo largo de tres décadas. El
resultado más tangible del desastre militar fue el fracaso de veinticinco años de
supuesto éxito en la militarización nacional, y en la aplicación retórica de
principios de universalidad ciudadana bajo el S.M.O. Frente a la reciente
experiencia de la Guerra del Chaco, pero a su vez por el tenso clima bélico que
se estaba viviendo en Europa, y ante la inminencia de la Segunda Guerra
Mundial, el gobierno del Tcnl. Germán Busch decretó el 8 de agosto de 1939 la
“Instrucción Premilitar Obligatoria en todo el territorio nacional”, que en su
artículo 1° indicaba que: la organización premilitar no tiene como principal
objetivo la instrucción premilitar misma, sino la formación de una “Juventud
patriota, sana y de una alta capacidad de rendimiento”, cuya misión principal
apuntaba a la formación de los jóvenes.

Este servicio premilitar de acuerdo a las propias fuentes oficiales, se puso en


marcha en 1939 y duró hasta 1946. En todos estos años se formaron
aproximadamente nueve mil estudiantes varones, y en el breve período que
duró el servicio para mujeres se formaron militarmente cuatro mil trescientos
del E.P.C.A. (Ejército Productor, Colonizador Autosostenido) En este marco, el
S.M.O., dejó de ser resistido por la población rural una vez terminada la Guerra
del Chaco. La influencia moral y generacional entre los campesinos y los
efectos migratorios contribuyeron a normalizar su presencia en el cuartel. Otros
factores como la popularidad de Gualberto Villarroel en el área rural, también
estimularon el acercamiento campesino al Ejército. Algunos oficiales de
RADEPA (Razón de Patria) intentaron trasformar el S.M.O., en un factor que
más allá de su función constitutiva sirviera como un agente productivo a través
del proyecto. Desde la perspectiva militar se propuso “elevar los índices de
bienestar de los soldados y hacerlos propietarios de una parcela de diez ó
veinte hectáreas de tierra fértil”. Además, no debemos olvidar que el S.M.O.,
tenía una duración de ocho años para el arma de Caballería y de seis para el
arma de Infantería, lo que de por sí lo hacía un servicio demasiado prolongado.
(Hayes, 2007)

c. Revolución Nacional 1952

Como una parte muy importante en la transformación que tuvo el S.M.O.,


diremos que hasta 1952 éste fracasó no solamente porque nunca fue universal,
sino porque no logró cristalizar condiciones ciudadanas elementales post o
intracuartelarias. Si bien contribuyó a proyectar un imaginario ascenso social y
movilidad geográfica, no logró romper el eslabón de la cadena de
discriminación social imperante, negando con ello la posibilidad de la
ciudadanización efectiva así como la nacionalización multicultural.

Es así que la Revolución Nacional, como se ha visto en líneas precedentes,


convierte al S.M.O. en un importante factor de apoyo a tareas de desarrollo
fronterizo. Sin estos recursos humanos, probablemente la propia supervivencia
militar hubiera sido más difícil. La drástica reducción económica, derivada de la
derrota militar de 1952 condujo a las FF.AA. a situaciones ciertamente
insostenibles. Es en estas circunstancias, que el soldado se convierte en el
soporte institucional vinculando gran parte de su servicio a tareas de
producción agrícola y otras actividades colaterales, para garantizar el sustento
del ejército.

Recién en 1951 los soldados son considerados sujetos de derechos sociales, a


causa de dos accidentes uno de aviación y el otro terrestre que se produjeron
en 1950 y 1951, donde perdieron la vida más de treinta soldados. “Como
consecuencia de este lamentable suceso el gobierno del Cnl. Adolfo Ballivián
mediante Decretó, autoriza el pago de indemnización a familiares de soldados
fallecidos en servicio”. (Hayes, 2007)

d. Régimen de facto militar. (1964-1982)

Durante el tiempo en que la administración del Estado estuvo en poder de los


militares, se notó claramente que éstos querían modificar el sistema del S.M.O.
Sin embargo, este capital social del cual disponían las FF.AA. fue distorsionado
políticamente durante las dictaduras militares. Al amparo del Pacto Militar-
Campesino, establecido a mediados de la década de 1960, esta relación se
sustentó en el programa desarrollista de Acción Cívica y la debilidad del
movimiento sindical boliviano. No obstante, dicho pacto fue roto e interpelado
duramente por el movimiento sindical que consideró que las FF.AA.
traicionaron el mandato del pacto, quedando definitivamente proscrita.

En un ampliado Nacional de la Confederación Sindical de Trabajadores


Campesinos de Bolivia (C.S.T.C.B.), efectuado en junio de 1982, se firmó un
voto resolutivo cuyo contenido reconocía explícitamente el rol del cuartel en la
vida de los campesinos. Dicho documento sostenía que “la primera escuela del
campesino es el cuartel, donde aprende a amar y respetar al país y conocerlo
en sus alcances, captar sus necesidades y convertirse en un ser útil para la
sociedad”. (Hayes, 2007)

La caída del último gobierno de facto y las estériles sucesiones militares que se
prolongaron hasta 1982, sirvieron de telón de fondo para poner fin a la
instrumentalización corporativa del pacto. En ese contexto el movimiento
campesino, además de romper con las FF.AA., hizo tangible su distanciamiento
proponiendo la resistencia civil a través del rechazo a prestar el tradicional
S.M.O.

Si bien es cierto que la caída del régimen militar del poder distanció al
movimiento sindical y sus bases respecto de las FF.AA. para que sus hijos no
asistan al cuartel, no se puede afirmar que hubiera existido una estrategia
política explícita de dislocación de dicha relación. Sin embargo, factores
externos al cuestionamiento político de los campesinos contra las FF.AA.
contribuyeron nuevamente a masificar la presencia campesina en los cuarteles.
e. Decreto Supremo Nº 21060 (1985)

Debido a los factores inflacionarios, combinados con una profunda recesión


económica, se produjo un debilitamiento del aparato productivo, provocando
una grave crisis económica que castigó a las grandes mayorías nacionales por
el conducto de la insuficiencia en las remuneraciones, el desabastecimiento de
productos esenciales de consumo masivo, etc.

La promulgación del Decreto Supremo Nº 21060 frenó el proceso inflacionario,


pero fue la causa de la crisis social que enfrentó y aún enfrenta a la ciudadanía.
Esta crisis se traduce en el desempleo, el subempleo y un creciente sector
informal o ilegal de la economía que ocasionaron la resistencia de la sociedad
civil a la política económica en el desajuste institucional implantada por el
gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), que siguió las
directrices del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Todos estos desajustes económicos y sociales que se produjeron fueron
consecuencia de la promulgación del severo DS. 21060 que mencionamos
anteriormente. Sin embargo, cabe apuntar el hecho que no obstante de
haberse operado todos estos cambios en la sociedad boliviana, se acrecentó el
acercamiento de los jóvenes a los cuarteles.

6.1.5. Período actual

En la actualidad este proceso se revierte. Es el poder político nacional el que


se convierte en la génesis de la modernización del Estado boliviano,
atendiendo urgentes necesidades en todo el territorio nacional, a las que la
Institución Militar debe adherirse sin mayor demora. La abolición del pacto
Militar-Campesino, la suspensión del servicio premilitar a fines de la década de
los 70 y comienzos de los 80 (restituida hace un par de años atrás) y la
reducción en solo un año el S.M.O. profundizaron la crisis de este deber
constitucional en el marco de la transición democrática.

En esta etapa “el S.M.O., concebido como un tiempo de aprendizaje, tiene una
mejor valoración entre los jóvenes que proceden de áreas urbanas, frente a los
que proceden de áreas rurales, esto se debe a que quienes provienen del área
rural tienen que enfrentarse con el aprendizaje y asimilación de conocimientos
intracuartelarios”. Ratificando la percepción procedente del área urbana,
podemos considerar que ellos ven el S.M.O., como un espacio de tiempo muy
provechoso. (Hayes, 2007)

6.1.6. Fundamentos de las FF.AA.

La reciente historia de cambios muestra una nueva situación mundial que


evolucionó a partir de 1989 con la caída del muro de Berlín, esto fue el origen
de la desintegración del bloque de los países socialistas, así como el continuo
colapso de la economía en los mismos. También entraron en escena el
despertar de conflictos nacionalistas y étnicos, la globalización de la economía,
que originaron un nuevo Orden Mundial con la égida y omnipotente presencia
de una sola nación en el acontecer político mundial. (Cámara, 1991)

Ahora las tensiones demográficas, los espacios vitales y vacíos, la disputa por
los recursos naturales y los mercados, la desigualdad del desarrollo
económico, la existencia de problemas limítrofes no resueltos, la presencia de
enclaves coloniales irritantes, los sistemas políticos y sociales atacados por la
corrupción sistemática, la proliferación de armamentos fomentada extra
continentalmente, la producción y tráfico de drogas, constituyen los síntomas
más visibles del actual desafió estratégico continental con el que nos
enfrentamos.

Estos fenómenos nos colocan frente a una coyuntura transitoria y cambiante, y


sin duda en imprevisible evolución, para actuar en ella, nuestro país y aquellos
países que persiguen la consolidación democrática, y la inserción económica y
política como vías insustituibles del bienestar de los pueblos necesitan FF.AA.
que además de cumplir con la misión fundamental de prevenir conflictos, sean
a la vez herramientas válidas del poder político legitimado por todos los
ciudadanos.

Las FF.AA., celosa centinela de la independencia, la seguridad, la soberanía


nacional, custodia de la paz, la unidad e integridad territorial de la Nación,
proyectarán decididamente su acción y su poder para evitar el derrumbe
interno o la desintegración de nuestra patria grande. Las FF.AA. tienen también
como rol el de garantizar la estabilidad de la República en el marco de la
Constitución Política del Estado y las leyes de la República, cuando surjan
situaciones que alteren el orden; y cuando las fuerzas de seguridad sean
rebasadas restaurarán la paz y el orden de ser posible mediante la persuasión,
sin necesidad de usar la fuerza militar.

De ser necesaria su participación la acción de las FF.AA. estará limitada al


grado justificado por las necesidades de la situación. De este modo la acción
militar es un último recurso drástico, constituyéndose de por sí en un factor
disuasivo en el ámbito interno para desórdenes y disturbios civiles en gran
escala. Por otra parte cuando el Gobierno Nacional declare una zona de
emergencia las FF.AA. dispondrán de sus medios para dar apoyo a las
operaciones de asistencia en cualquier parte del territorio nacional.

En los casos donde los desastres sean, de una gravedad inminente que haga
imposible la recepción de órdenes superiores, los comandantes de todos los
niveles están autorizados para adoptar las medidas que sean necesarias y que
las circunstancias del caso requieran, para salvar vidas humanas, o para
mitigar la destrucción o daño mayor a la propiedad pública o privada.

El esfuerzo desplegado por las FF.AA. con intervención, desde luego, de los
cuadros del S.M.O. en cooperar con el desarrollo integral del país debe gravitar
en la construcción de vías de comunicación, como objetivo estratégico para
impulsar la integración de nuestro territorio, contribuir en la educación como
función primordial del Estado, asimismo está llamada a apoyar con todos los
recursos para preservar la salud de la población.

Por otra parte, también se hace necesaria la participación de las FF.AA. de


Bolivia, en coordinación con organismos de planificación a nivel nacional, para
proyectar importantes obras de infraestructura en el país, para que éstas se
ajusten a las necesidades de la defensa y seguridad nacional. Las FF.AA.
lucharán con todos los recursos disponibles contra la fabricación, el tráfico
ilícito y uso indebido de estupefacientes y sustancias controladas. Su objetivo
es fortalecer su accionar frente a este problema en el marco de la ley, y dentro
del respeto a la soberanía nacional y los derechos humanos.

6.1.7. Las Fuerzas Armadas de la Nación y el Servicio Militar


Cuando hablamos de las FF.AA. y del S.M.O. necesariamente tenemos que
referirnos a los cambios y efectos que ocasionaron el poco interés por el
cumplimiento del S.M.O. tal como manda la Constitución Política del Estado,
sin embargo, debemos señalar que este desinterés por cumplir con este
mandato ha estado sujeto a varios motivos, siendo uno de los principales la
transición de gobiernos militares a un sistema democrático en agosto de 1982,
con sus respectivas reformas estructurales aplicadas coincidentemente en
agosto de 1985. Otra causa para estas reformas fue el cambio del sistema
económico al nuevo sistema neoliberal. A esto debemos agregar la
promulgación del DS. Nº 21060, aspectos que influyeron en la inasistencia de
ciudadanos para servir a la patria; también es bueno recordar la crisis política y
económica en la que se sumergió la economía exterior, dando origen así a los
cambios producidos tanto interna como internacionalmente, influyendo de
alguna manera en la crisis que se produjo al interior de las FF.AA. (Moscoso,
1997)

Si bien la globalización, los procesos tecnológicos y la expansión de la


economía de libre mercado, junto a la erosión de las soberanías nacionales,
subrayan el paso de la geopolítica a la geoeconomía, este tránsito está
marcado indeleblemente por la disminución de la importancia de la fuerza. En
Bolivia la estabilidad y consolidación del régimen democrático contribuyó
sustancialmente a la ampliación de espacios de participación cívica y política
manejada por la presión social. Esta derivó en las reformas estatales signadas
por la descentralización del poder estatal y la expansión democrática vía
municipio. En este contexto, el declinamiento de la voluntad de la sociedad civil
para aceptar la dirección de las autoridades tradicionales marchó en forma
paralela a su propia crisis de legitimidad.

6.1.8. Historia del Colegio Militar de Aviación

La historia del Colegio Militar de Aviación se remonta al año 1916, durante el


segundo gobierno del presidente Ismael Montes Gamboa en el cual se firma en
agosto de ese mismo año un decreto Ley que obliga y plantea la creación de
una escuela militar de aviación con el objetivo y la urgente necesidad de
inmediatamente poner de una vez en práctica la aviación y fomentar el uso su
tecnología que en esos años se encontraba aun ausente en el país. (Asbun,
2003)

Pero esa ley se quedó en el olvido ya que en Bolivia, ningún aeroplano pudo
alzar vuelo hasta el año 1920, esto debido a la altura en la que se ubicaba la
ciudad de La Paz (4.000 msnm), además de la poca resistencia y potencia que
tenían los motores de los aviones de aquella época.

Desde 1913, Bolivia trató varias veces de querer alzar el primer vuelo en el
país con diferentes clases de aviones y pilotos (francéses, Italianos, chilenos e
incluso bolivianos) pero fueron inútiles y vanos los esfuerzos ya que los
resultados de los intentos terminaban siempre todos en fracaso.

Es entonces que un día sábado del 17 de abril de 1920 y durante el gobierno


del presidente José Gutiérrez Guerra, el piloto estadounidense Donald Hudson,
junto a su compañero mecánico W. Birren, logran levantar vuelo por primera
vez en La Paz, Bolivia con su avión triplano Curtiss T-2 "Wasp", siendo esta
hazaña un hito histórico que pasaría para siempre a la historia de la aviación
del país.

Primera fundación

El 7 de septiembre de 1923 y ya durante el gobierno del presidente Bautista


Saavedra Mallea se emite un decreto supremo donde se dicta la creación de la
Escuela Militar de Aviación de El Alto. Pero su fundación y apertura oficial se
realizaría un mes más tarde el 12 de octubre de 1923 (dicha fecha es
conmemorado actualmente como el aniversario de la Fuerza Aérea Boliviana).

El gobierno de Saavedra aparte de fundar la escuela entregó también cuatro


aviones para empezar inicialmente con su funcionamiento. Para el año
siguiente año de 1924, el gobierno nacional firma un decreto supremo en
donde se amplía las actividades de la escuela de aviación hacia el rubro de
servicios de comunicación, correos y servicio geográfico.
En 1925, el mayor Bernardino Bilbao Rioja toma el mando de la Escuela Militar
de Aviación, la cual se establece en El Alto (zona vecinal perteneciente en ese
entonces a la ciudad de La Paz).

Guerra del Chaco

En 1932 debido al comienzo de la guerra del Chaco contra él Paraguay, la


aviación boliviana por órdenes del presidente Daniel Salamanca Urey tiene que
movilizarse al teatro de operaciones al igual también que su escuela militar de
aviación, demostrando en toda la contienda bélica la eficacia, operatibilidad y
superioridad aérea frente a la aviación paraguaya. Desempeñándose en esta
guerra como uno de los mayores héroes de la aviación boliviana el capitán
Rafael Pabón. (Mesa, 1998)

Segunda fundación

Una vez terminada la guerra del chaco en 1935, se procedió a la


reorganización de la aviación militar boliviana y es 8 años después ya durante
el gobierno del presidente Enrique Peñaranda Castillo donde la escuela se
reestructura y se crea nuevamente mediante decreto supremo del 31 de julio
de 1943, en donde pasa a llamarse Escuela Militar de Aviación "Boquerón"
(en honor a la batalla de Boquerón de 1932) y la cual se traslada desde El Alto,
La Paz para ir a asentarse a la parte oriental del país en la ciudad de Santa
Cruz de la Sierra, donde los cadetes del Colegio Militar del Ejército irían a
pasar durante un año el curso de aviador.

Tercera fundación

Después de 9 años de la creación de la escuela y una vez pasada la


Revolución Nacional, el 31 de mayo de 1952 durante el primer gobierno del
presidente Víctor Paz Estenssoro se funda nuevamente la institución, la cual
deja de nombrarse Escuela Militar de Aviación "Boquerón" pasando a
llamarse Colegio Militar de Aviación "Tgral. Germán Busch Becerra"
(COLMILAV) en honor al héroe militar boliviano del chaco y ex presidente de
Bolivia (1937-1939).
El 24 de julio de 1953 mediante decreto supremo de 03458 se posibilitó el
egresó de los primera promoción de pilotos el año 1955. Cabe destacar
también que el general Juan Pereda Asbún se convirtió en el primer y único
militar egresado del colegio militar de aviación (COLMILAV) que llegó a ocupar
el cargo de presidente de Bolivia en 1978.

Desde 1952, hasta la actualidad, dentro del colegio militar de aviación, pasaron
cientos de aviones de entrenamiento que sirvieron para instruir a decenas de
promociones de pilotos, siendo hasta el día de hoy equipada con material
aéreo e infraestructura por el gobierno de Evo Morales Ayma.

Tuvieron que pasar también 54 años desde su fundación en 1952, para que el
año 2007 y durante el primer gobierno del presidente Evo Morales, ingresen las
mujeres por primera vez a esta institución castrense, egresando desde dentro
de las filas del COLMILAV, la primera promoción de subtenientes de este
género el año 2011

6.1.9. Educación Superior en la F.F.A.A.

La educación superior en el contexto militar Siendo la institución militar el eje


sobre el cual se realiza el estudio de las representaciones sociales, el grupo
investigador ha considerado pertinente desglosar algunos elementos que
permitirán contextualizar la educación en el ámbito de las Fuerzas Militares:
Ejército, Armada y Fuerza Aérea. Acudimos para este propósito a la edición del
año 2000 de la Revista de la Escuela Superior de Guerra de Colombia, cuyo
tema fue “La educación militar en una democracia en conflicto”. Este
documento reúne los análisis del seminario internacional que concluyó con la
puesta en marcha de un plan de acción encaminado a estructurar cuatro
documentos fundamentales: el Estatuto General de Educación Militar, el
Proyecto Educativo Institucional, la Programación Curricular y el Programa de
Investigación Científica, del ámbito educativo militar.
Representaciones sociales sobre autonomía institucional Educación militar El
Mayor General en retiro Manuel Sanmiguel Buenaventura, ex rector de la
Universidad Militar Nueva Granada, nos aproxima al concepto de educación
militar como el conjunto de actividades tendientes a la formación de líderes
militares, en los diferentes escalones del mando, con una sólida preparación en
aspectos relacionados con las ciencias militares y estudios complementarios en
el campo de las humanidades y otras ciencias, teniendo como valores
fundamentales de su profesión el patriotismo, el honor, la ética militar y la
disciplina, el respeto por los derechos humanos, para que puedan instruir y
conducir a los hombres tanto en la paz como en la guerra. De igual forma, el
doctor Andrés Dávila Ladrón de Guevara, en las conclusiones del trabajo
académico financiado por el Instituto de Ciencias Políticas de Desarrollo de la
Universidad Javeriana y la Fundación Konrad Adenauer en 1999, determina
que por profesionalización militar se entiende la afirmación de unos rasgos y
valores distintivos de carácter estructural, los cuales evolucionan de acuerdo
con las condiciones de la guerra y las relaciones político-militares. Rasgos y
valores que se refieren a la disciplina que debe tener el militar para cumplir
eficiente y efectivamente con sus responsabilidades, así como con el orden
establecido y los principios que rigen la institución. A la vez debe respetar de
manera estricta las jerarquías de la estructura organizacional y ser leal a la
misma. Por lo tanto el cómo y el para qué de la educación militar estará
concatenado con las necesidades imperantes del país en cuanto al
mantenimiento de la seguridad nacional y el manejo del conflicto en general. Es
así como se asegura que el objetivo fundamental es ganar la guerra para el
restablecimiento de la paz. Pero para ganarla debe existir una formación militar
que responda a la realidad del país y del conflicto, basada en la doctrina militar.
Características de la formación militar La formación profesional de los militares
en Colombia está compuesta por dos áreas complementarias. Por un lado, los
hombres reciben una formación netamente militar, la cual se desarrolla en tres
niveles distintos: formación, capacitación y entrenamiento. (Hayes, 2007)
Representaciones sociales sobre autonomía institucional complementada por
materias o profesiones liberales, o por carreras de carácter técnico y
tecnológico. La combinación del área militar con la académica está concebida
para lograr una “formación integral” que trascienda los conocimientos
puramente castrenses y permita a quien se forma ampliar el conocimiento
hasta lograr una visión más general sobre la realidad que lo rodea. La amplitud
del conocimiento permite además homologar la formación militar con los
estándares de educación nacional y lleva a que los militares se preparen en
áreas del conocimiento diferentes a las tradicionales. Este sistema de
educación integrado es el resultado de modificaciones amplias a los programas
de formación antes vigentes y de reformas a gran escala implementadas en el
sistema de educación militar. Según lo anterior, la profesionalización ofrece
herramientas suficientes para el diseño y formulación de una doctrina sobre el
papel que las Fuerzas Militares deben cumplir en la sociedad. Al combinar las
áreas del conocimiento, el militar consolida una visión integral sobre la realidad
y, en tal medida, es capaz de contemplar y diseñar unos principios doctrinarios
acordes con la misma y con cuestiones de seguridad. La preparación integral
tiene como propósito capacitar al uniformado para que pueda transitar
adecuadamente a la vida civil en el momento de su retiro de la vida militar.
Flexibilidad Ya ubicados en su definición y esencia, dirigimos la mirada a la
concepción de flexibilidad que dentro del medio militar se otorga a la
educación. Esta flexibilidad se encuentra enmarcada nuevamente en los
intereses del Estado, en cuanto a la adaptación permanente de sus políticas a
los cambios de la tecnología disponible. El militar no desliga en ningún
momento su concepción educativa del telón de fondo de la democracia en
conflicto, pensando la educación militar en términos estrictamente sistémicos,
es decir, como un proceso integrado, con unos objetivos claros en cada una de
las etapas del proceso, y con una agregación progresiva de conocimientos, en
la búsqueda de una formación integral que corresponde a las exigencias de la
nación.

Niveles y áreas educativas Gracias a lo anteriormente expresado con


referencia al manejo sistémico, podemos adentrarnos en las áreas globales
dentro de las cuales se desarrolla la labor educativa de las Fuerzas Militares.
Estas pueden homologarse en términos de niveles de su sistema educativo de
la siguiente manera: Área general común a todas las Fuerzas, contiene la
programación básica dirigida a formar el espíritu institucional y a trazar las
directivas para ciertas asignaturas que implican conocimientos comunes en
campos tales como la estrategia general, la historia, las humanidades y otros
órdenes profesionales.

6.1.10. Equipamiento
El colegio militar de aviación cuenta actualmente con 9 aviones austriacos
Diamond DA40 que fueron dotadas en 2009 por el primer gobierno del ex-
presidente Evo Morales Ayma y que sirven para la enseñanza de vuelo en
fases especializadas de contacto, en instrucción para la utilización de
instrumentos básicos e instrumentos radioeléctricos y también en la formación
de navegación diurna y nocturna para las damas y caballeros cadetes de dicha
institución.

El colegio militar de aviación cuenta también con aviones de entrenamiento


estadounidenses Cessna y los aviones brasileños NEIVA T-25 para fines de
instrucciones básicas y primarias.

En 2012, durante el aniversario y conmemoración a los 60 años de creación del


COLMILAV, el segundo gobierno del ex-presidente Evo Morales dotó a la
institución de 6 helicópteros estadounidenses Robinson R44 de última
generación en tecnología, para fines de entrenamiento de cadetes en la
especialidad de ala rotatoria.

Además del equipamiento de aeronaves, el gobierno de Morales entregó


recursos económicos para la construcción de dos pabellones para dormitorios
de mujeres, el cual se inauguró el 31 de mayo de 2013. Se entregó también
dos buses para el transporte y un gimnasio moderno para la preparación física
de las damas y caballeros cadetes.

7. CONCLUSIONES

Se ha compilado elementos históricos de la historia de las Fuerzas Armadas de


Bolivia.

Se ha describir los fundamentos de las Fuerzas Armadas de Bolivia, su


estructura organizacional.

Se ha descrito la historia y principios del Colegio Militar de Aviación.


6. BIBLIOGRAFÍA
Asbun, J. (2003). El control de constitucionalidad en Bolivia: Evolución y
perspectivas. Anuario Iberoamericano de Justicia Constituciona, Núm. 7.

Cámara, V. (1991). La Objeción de conciencia al servicio militar: Las


dimensiones constitucionales del problema. Madrid – España.

Finot, E. (1976). Nueva Historia de Bolivia. La Paz-Bolivia: Edit. Gisberth y Cía.

Hayes, M. M. (2007). Los Derechos Humanos en los instrumentos


internacionales y la Jurisprudencia Constitucional. Sucre – Bolivia:
Editorial Talleres Gráficos Gaviota del Sur S.R.L.

Heymanns, V. (1989). “La Constitucionalidad”. Berlin: Edit. Lofna.

Mesa, J. d. (1998). Manual de Misión de Bolivia. La Paz –Bolivia: Edit. Gisberth


y Cía.

Moscoso, J. (1997). Introducción al Derecho. La Paz – Bolivia: Juventud.

7. ANEXOS

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