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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE ODONTOLOGÍA
CÁTEDRA DE GÉNETICA

Integrantes:

 Becky Morillo
 Esthefanía Vega
 José Yánez

Curso: Tercero “003”

Tema:

Replicación del ADN en procariotas

La replicación comienza en una secuencia de nucleótidos en el ADN llamada origen de


la replicación, oriC o punto de iniciación, que actúa como señal de iniciación. Esta
secuencia es distinta según la especie, pero tiene abundante timina (T) y adenina (A). La
T y A están unidas por dos puentes de hidrógeno, en lugar de tres, como la C y la G, por
lo que estos enlaces serán más débiles y fáciles de romper.

En la iniciación de la replicación intervienen las siguientes proteínas:

 Helicasas. Son enzimas que reconocen la secuencia de nucleótidos origen de la


replicación y rompen los puentes de hidrógeno entre las bases nitrogenadas
complementarias. Se encargan de abrir la doble hélice para que las cadenas
puedan servir de molde para las nuevas cadenas.
 Topoisomerasas. El desenrollamiento de la doble hélice da lugar a tensiones
entre las dos cadenas, y las topoisomerasas se encargan de hacer cortes en las
cadenas para liberar las tensiones de superenrollamientos. Cortan una (las
topoisomerasas I) o las dos cadenas (las topoisomerasas II o girasa) de ADN, y
cuando ya no existen esas tensiones, las ligasas las empalman nuevamente.
 Proteínas SSB. Son las proteínas estabilizadoras que se unen a cada cadena de
ADN separada por la helicasa para que no vuelvan a unirse. Así, permiten el
paso correcto de la ADN polimerasa, impidiendo que se unan las cadenas
complementarias antes de que se añadan los nucleótidos de la nueva cadena que
se está formando.

Una helicasa actúa en cada sentido, por lo que este proceso es bidireccional. Las dos
horquillas de replicación que se han creado forman las burbujas u ojos de replicación.

Como la ADN-polimerasa necesita tener un cebador al que poder añadir los nucleótidos,
tienen que intervenir primero una ARN-polimerasa que sintetice un pequeño fragmento
de unos diez nucleótidos de ARN que sirva como cebador. A esta ARN-polimerasa se le
llama primasa, y al fragmento de ARN que sirve como cebador, primer.

Replicación del ADN en eucariotas

La replicación del ADN en eucariotas es similar a la de las procariotas, aunque


tienen algunas diferencias:

 El ADN de las células eucariotas está fuertemente asociado a histonas, formando


nucleosomas. En la replicación, la cadena que sirve de molde para la hebra
conductora se queda con las histonas y ambas se enrollan para formar los
antiguos nucleosomas. La hebra que sirve de patrón para la retardada, y la hebra
retardada, se enrollan sobre nuevos octámeros de histonas para formar nuevos
nucleosomas.
 El ADN del cromosoma eucariótico es mucho más largo que el ADN procariota,
además de que, por estar unido a histonas, el proceso de replicación es mucho
más lento. Para acelerar el proceso, en el cromosoma eucariota hay un centenar
de orígenes de replicación, unas cien burbujas de replicación. A estos puntos de
iniciación de la replicación se les llama replicones. La replicación tiene un único
origen en los procariotas, mientras que en los eucariotas existen múltiples.
 En los eucariotas, los fragmentos de Okazaki son más pequeños, (de unos cien a
doscientos nucleótidos) que en los procariotas (de 1000 a 2000 nucleótidos).
 La replicación del ADN en las eucariotas se va completando hasta llegar al
telómero, el extremo del cromosoma. Al eliminar el último ARN cebador, la
cadena retardada queda incompleta, ya que la ADN-polimerasa no puede
completar el hueco por no poder hacerlo en dirección 3'→5'. Esto hace que el
telómero se vaya acortando cada vez que la célula se divide, lo que está asociado
a procesos de envejecimiento y muerte de la célula.

MECANISMO DE REPARACIÓN

REPARACIÓN DIRECTA

La reparación directa es realizada por la acción de una única enzima capaz de reparar la
lesión, sin necesidad de substituir la base dañada. Así, la estructura original de la
molécula del ADN revierte la lesión. Existen tres mecanismos en la reparación directa:
fotorreactivación, alquiltransferencia y desmetilación oxidativa.

a) Fotorreactivación

La radiación UV (longitud de onda entre 250 y 320 nm), puede ocasionar alteraciones
químicas en las bases del ADN. Los fotoproductos de estas reacciones originan los
dímeros de pirimidinas ciclobutano (CPD), pirimidina (6,4) y pirimidonina (6,4 PP) que
causan efectos deletéreos como la inhibición de la replicación y de la transcripción, el
aumento en la aparición de mutaciones, la detención del ciclo celular y la muerte
celular. Los efectos mutagénicos generados por la radicación UV son invertidos por un
proceso llamado fotorreactivación catalizado por una fotoliasa, que posee dos
cromóforos que captan un fotón, cuya energía es utilizada para revertir el dímero, es
decir quiebra el enlace covalente entre las pirimidinas reparando el daño en el ADN

b) Alquiltransferencia

Este mecanismo es reconocido por la remoción de aductos alquilo en las bases del
ADN. Generalmente estos grupos son incorporados al ADN como agentes químicos
alquilantes (compuestos electrofílicos altamente reactivos con afinidad por centros
nucleofílicos en macromoléculas orgánicas) como el metil-metano-sulfonato (MMS) o
placentarios. El genoma humano tiene dos genes CRY (genes que codifican para la
proteína cryptochroma) homólogos a las fotoliasas, los cuales codifican fotorreceptores
de luz en la regulación del ritmo circadiano, pero no en la fotorreactivación de daños al
DNA enzimáticos (metilasas). Una de las alteraciones más conocidas en el ADN es la
metilación de restos de guanina para formar O6 -metilguanina para lo cual la célula
utiliza enzimas “suicidas” llamadas alquitransferasas, que desplazan el grupo metilo
desde la guanina al centro activo de la cisteína, llevando a la inactivación irreversible de
la proteína O6 -metilguanina-ADN metiltransferasa (MGMT).

c) Desmetilación oxidativa

Este tipo de reparación remueve daños por metilaciones en el ADN que pueden ser
citotóxicas y con frecuencia presentan acción mutagénica, causada por compuestos
nocivos que se producen de forma endógena como estrés oxidativo, inflamación,
peroxidación de lípidos, infecciones y otros procesos metabólicos naturales como la
alteración del microbiota intestinal. Todos los organismos tienen múltiples estrategias
de reparación para contrarrestar daños al ADN, como por ejemplo las alquilaciones, esta
respuesta ha sido ampliamente estudiada en E. coli, específicamente la proteína AlkB, la
cual se encarga de desmetilar oxidativamente las bases lesionadas, revertiéndolas para
adenina y citosina respectivamente, liberando el grupo metilo en formaldehído. Esta
forma de reparación ha sido conservada desde las bacterias hasta el hombre, en el que
han sido identificados homólogos de AlkB, como ABH1, ABH2 y ABH3.

REPARACIÓN INDIRECTA

Los sistemas de reparación indirecta son aquellos que intervienen sobre el ADN,
durante la replicación (fase S del ciclo celular), transcripción o sobre hebras de ADN
fragmentadas. La ADN polimerasa y algunos de los componentes moleculares del
mecanismo de replicación, llevan a cabo la supervisión de la copia recién sintetizada.

a) Reparación por escisión de bases - BER (Base Excision Repair)

Es una vía de reparación del ADN que corrige daños oxidativos, derivados de la
alquilación celular y despurinizaciones espontáneas. Es utilizada por la célula para la
protección contra daños y pérdidas de bases generando sitios apurínicos o
apirimidínicos, más conocidos como sitios AP , los cuales pueden ser mutagénicos y
citotóxicos si no son reparados correctamente, tornándose una amenaza para la
viabilidad celular e integridad genómica puesto que pueden bloquear la replicación o la
transcripción, tal es el caso de la reparación BER, donde la base alterada es retirada del
ADN por enzimas llamadas glicosilasas, que reconocen y remueven la escisión de bases
con daños específicos.

b) Reparación por escisión de nucleótidos - NER (Nucleotide Excision Repair)


Es un mecanismo versátil que ha sido ampliamente estudiado en los seres humanos.
Repara daños en el ADN causados por la radiación UV, agentes mutagénicos,
quimioterapia, entre otros. En este mecanismo de reparación participan diferentes
proteínas, 4 en procariotas (UvrA, UvrB, UvrC y UvrD) y más de 30 en mamíferos. El
complejo de polipéptidos (UvrABC) actúa como endunucleasa, localizando la lesión y
removiendo los nucleótidos con daño. El proceso inicia con la proteína UvrA que es la
primera en unirse y reconocer el daño en el ADN el cual no es especifico, debido a que
identifica una distorsión en la molécula de ADN y no la secuencia errónea de
nucleótidos, lo que permite corregir una amplia variedad de daños. Por lo tanto, la
lesión es reconocida por un complejo de heterodímeros compuesto por dos moléculas
UvrB con un dímero de UvrA2 (complejo UvrA2+UvrB2) que causa la
desnaturalización local de la lesión. Posteriormente, UvrB se adhiere al sitio de la lesión
y se disocia de UvrA2. UvrC se une a la cadena con daño, promoviendo dos escisiones
en la misma. Finalmente, UvrD (helicasa II) remueve el segmento de oligonucleótidos
lesionados y la ADN polimerasa I sintetiza los correctos que son unidos por la ligasa.

El mecanismo NER en eucariotas presenta las siguientes etapas: realiza un


reconocimiento del daño en el ADN, donde actúan al menos 4 complejos diferentes
(XPC, DDB, XPA y RPA) que cumplen con esta función. Posteriormente, reclutan
complejos de reparación a través de la acción de las helicasas (XPB y XPD), induciendo
una incisión en la hebra con daño por acción de las nucleasas (XPG y ERCC1-XPF), en
un fragmento de 24 a 32 nucleótidos. Posteriormente, la síntesis y ligación son
realizadas por la ADN polimerasa I y la ligasa.

c) Reparación por apareamiento erróneo - MMR (Mitsmach Repair)

El mecanismo de reparación de errores de apareamiento (MMR), es responsable de


remover las bases desapareadas, causadas por daños espontáneos, desaminación de
bases, oxidación, metilación y daños en los procesos de replicación o recombinación. La
importancia del MMR radica en mantener la estabilidad genómica y reducir las
mutaciones durante la replicación, puesto que individuos con mutaciones relacionadas
al MMR, presentan una alta predisposición de tumores, síndromes y cáncer.

El MMR en eucariotas y en la mayoría de las bacterias dirige la reparación de la hebra


con error, mediante el reconocimiento de las discontinuidades de cadena. En E. coli este
sistema ha sido completamente reconstruido in vitro, involucrando tres proteínas
especifi cas (MutS, MutL, y MutH) que aumentan la precisión de la replicación del
ADN de 20-400 veces. El MMR presenta complejas reacciones que comprometen
múltiples proteínas, el reconocimiento de la lesión es realizado por un complejo llamado
MutSα, compuesto por la unión de dos proteínas homólogas que forman un dímero
(MSH2-MSH6), el cual se une al sitio del apareamiento erróneo. Posteriormente, el
complejo MutL (MLH1-PMS2) en presencia de ATP, reconoce la secuencia de ADN
hemimetilado generando un rompimiento de la cadena debido a su actividad de
endonucleasa. El segmento lesionado es removido por la helicasa UvrD y degradado por
una exonucleasa, finalmente la síntesis y ligación es realizada por ADN polimerasa III y
la ADN ligasa.

TELÓMEROS

Los telómeros son estructuras cromatínicas especializadas que se encuentran localizadas


en los extremos de los cromosomas eucariontes. Tanto el ADN como las proteínas que
los constituyen presentan características singulares que los diferencian del resto de los
cromosomas.

Parecen estar implicados en numerosas funciones celulares, especialmente las


relacionadas con el control de la duración de la vida de diferentes estirpes celulares.
Estas estructuras se replican durante el ciclo celular gracias a la acción de enzimas
denominadas telomerasas que están formadas por proteínas y ARN y presentan un
mecanismo peculiar. Recientemente se ha estudiado el comportamiento de las
telomerasas en las células cancerosas y sus posibles aplicaciones diagnósticas y
terapéuticas.

Estructura de los telómeros

Los telómeros fueron identificados por H.J. Muller durante la década de los años 30.
Desde entonces, se ha profundizado extraordinariamente en el conocimiento de estas
estructuras, gracias a la introducción de la moderna tecnología de la Genética
Molecular. Un resumen de los principales trabajos realizados en los primeros años de
aplicación de estas técnicas fue publicado en 1984 por Blackburn y Szostack.1

Los estudios se han realizado principalmente en ciliados, cuyos macronúcleos pueden


contener de 40 000 a 1 000 000 de telómeros según la especie, por lo que constituyen
una excelente fuente de componentes teloméricos y de las enzimas que participan en su
replicación. Posteriormente, se ha comprobado que los aspectos descritos en ciliados
están presentes en otros organismos. En los ciliados y en S. cerevisiae los telómeros se
encuentran en una forma de estructura cromatínica particular no nucleosómica que ha
sido denominada telosoma. Los nucleosomas adyacentes presentan histonas
hipoacetiladas características de la cromatina que no se transcribe activamente. En
mamíferos, donde son mucho más largos, se presentan formados por nucleosomas pero
hacia la zona más extrema aparecen como telosomas. Esto evidencia que al menos en
parte hay conservación estructural de los telómeros. También muestran diferencias
interespecies algo sorprendentes.

El adn telomérico

En casi todos los eucariontes estudiados, el ADN telomérico (ADNt) consiste en


repeticiones en tanden de pequeñas secuencias nucleotídicas con una distribución
asimétrica de los pares G:C, pues las G se acumulan en una de las hebras (hebra G) y se
encuentran agrupadas. La hebra G está orientada de 5' a 3' hacia el extremo del telómero
y forma el extremo 3'del ADN cromosómico. En la zona más extrema no está apareada
formando un segmento final monofibrilar con una longitud que varía según la especie.
Las principales características estructurales de los telómeros se resumen en la figura 1.
La longitud del telómero es variable. En Oxytricha y Euplotes es apenas de 38 pb
mientras en ratones alcanza 150 kb. Cada organismo posee una longitud media
característica. La cantidad de ADNt por cromosoma también fluctúa. En algunos
organismos la longitud promedio de los telómeros responde a cambios genéticos o
nutricionales.

El arn telomerásico

El ARNtl ha sido aislado de numerosas especies. La longitud de éste varía desde 160 a
190 nt en los ciliados hasta 1 300 en levaduras y cada uno de ellos contiene una
secuencia molde apropiada para la síntesis de las repeticiones teloméricas. Los ARNtl
presentan poca homología de secuencia, sin embargo, al menos en ciliados, la estructura
secundaria está muy conservada. En Tetrahymena solamente 159 nt son suficientes para
un funcionamiento adecuado.

Las proteínas teloméricas


Las proteínas teloméricas (PT) pueden presentarse asociadas al extremo monofibrilar o
a la zona adyacente de doble hebra. Entre las primeras se ha identificado una proteína de
Oxytricha que no está relacionada estructuralmente con ninguna otra proteína. In vitro,
esta proteína facilita la formación de cuartetos G, lo cual sugiere la existencia de estas
estructuras in vivo. No se le ha detectado unión a zonas internas del cromosoma.

Una proteína de unión a la hebra G monofibrilar en levaduras es el producto del gen


EST1. La unión de EST1p es específica para las repeticiones (TG1!3)n de una sola
hebra y requiere de un extremo 3' libre.3

La principal PT de unión a la zona de doble hebra en S. cerevisiae es el producto del


gen RAP1. Su unión a las repeticiones (TG1!3)n de hebra simple se realiza con menos
afinidad que a las de doble hebra. Se ha demostrado que RAP1p contiene 2 motivos
estructurales de unión al ADN que son homólogos a los del oncogen myb.

Replicación de los telómeros

En la estructura de los telómeros predomina la zona de repeticiones en la doble hebra y


solamente el extremo terminal presenta la estructura monofibrilar. Aunque la telomerasa
es necesaria para mantener la longitud de los telómeros, esta enzima sólo alarga la hebra
G. La replicación de la hebra C debe hacerse por el sistema convencional de las
polimerasas. En levaduras mutantes para la polimerasa a y la proteína replicativa C
(RFC) tienen alteraciones en la síntesis de los telómeros. Tanto en levaduras, en
humanos, como en otros organismos los telómeros se replican al final de la fase S.14

La replicación de los telómeros es sólo necesaria para compensar la pequeña y lenta


pérdida de ADN que resulta de la replicación incompleta, por lo tanto debe ser
considerada como una función de reparación. En este proceso, el ADN telomérico no
tiene exactamente la función de molde. In vitro la telomerasa de Tetrahymena puede
añadir hasta 500 nt antes de separarse del ADN. La síntesis de la hebra C por el sistema
convencional de las polimerasas generaría una larga molécula bifibrilar con un extremo
monofibrilar de 8 a 12 nucleótidos, que es un buen sustrato para la telomerasa.

El estado dinámico de los telómeros depende de varios factores, entre ellos, la


procesividad de las telomerasas, la frecuencia de su acción sobre cada telómero
particular y la velocidad de degradación del ADNt.15 Las PT como el hTRF1 también
pueden regular su longitud.16
Se ha visto que, en levaduras, un mutante (TEL1) deficiente en la regulación de los
telómeros es homólogo de 2 genes implicados en la regulación del ciclo celular: el
MEC1 en levaduras y el de la ataxia telangiectásica (ATM) en humanos, lo cual apunta
a un vínculo entre la replicación de los telómeros y el ciclo celular.

Funciones de los telómeros

Los telómeros representan estructuras esenciales para las células, pues evitan la fusión
cromosómica, desempeñan un importante papel en mantener la estabilidad
cromosómica17 y participan tanto en la meiosis como en la mitosis.18

Sin embargo, su función más notoria es la de servir como un reloj mitótico que mide y
regula el número de las divisiones celulares.19 Los telómeros se acortan con cada
división celular y el número de divisiones que la célula puede experimentar se
correlaciona con la longitud de los telómeros.20 Este acortamiento pudiera eliminar
genes indispensables para la vida o silenciar genes cercanos por el efecto de posición
del telómero. Una longitud crítica pudiera ser la señal para la entrada en la senescencia
celular. Sin embargo, vale tener presente que no está relacionada con la edad del
organismo.

Mecanismo de regulación interna


El ciclo está finalmente regulado por la fosforilación y la degradación de
proteínas que forman complejos que son dos subunidades una reguladora que son las
ciclinas que son proteínas que aparecen y desaparecen cíclicamente durante el ciclo
celular; ellas son reguladores claves en la transición del ciclo celular y otra catalítica es
una quinasa es decir una enzima que cataliza la transferencia de un grupo fosfato del
atp a otra molécula esta quinasa se denomina quinasa dependiente de ciclinas o se CdK,
ya que constituyen una sola macromolécula con actividad de cinasa; ninguna de las dos
es funcionales cuando están separadas. Finalmente, se descubrieron los inhibidores de
quinasas dependientes de ciclinas.
Ciclinas- quinasas de fase G1

Las ciclinas D y E forman complejos con quinasas (CDK4 y CDK6); la actividad de


esos complejos es necesaria para la transición de la fase G1 a S.

El complejo ciclina D/CDK4,6 tiene como función fosforilar a la proteína pRb. Una vez
que esto ocurre la célula pasa el punto de restricción, un paso esencial para la transición
de G0 a G1.

Se ha encontrado una sobre-expresión de ciclina D en adenoma paratiroideo, linfomas y


algunos carcinomas de células escamosas. Más del 50% de los cánceres de mama
estudiados han mostrado una amplificación en la región cromosomal que codifica para
ciclina D.

Otro complejo que desempeña un papel crucial en la transición de fase G1-S es el


complejo ciclina E/ CDK2. Este complejo actúa coope-rativamente con el complejo
ciclina D/CDK. El complejo ciclina E/CDK2 fosforila la histona H1, lo que produce un
reacomodo de la cromatina. También ayuda a la síntesis de enzimas de participan en la
duplicación del ADN

También se ha observado su sobre-expresión de ciclina E acorta la fase G1 produciendo


un carcinoma de próstata, colon, páncreas y estómago.

Ciclina de fase S

La actividad de ciclina A contribuye a la transición de G1-S. Esta ciclina se asocia con


dos quinasas: CDK2 y CDK1. Este complejo nos ayudara en la activación de proteínas
que participan en la replicación del ADN. La ciclina A, también se ha encontrado
alterada en los cánceres de adeno-carcinoma de mama, riñón y páncreas, con melanoma,
mesotelioma, así como en las leucemias linfocítica aguda y mielocítica aguda

Ciclina de fase G2-M

La transición G2-M y la progresión de M son influidas principalmente, por el complejo


ciclina B/CDC2 y ciclina B/CDK2. Existen tres isoformas de ciclina B, la ciclina B1 y
B2 son citoplásmicas mientras que la ciclina B3 es nuclear. Estas ciclinas permanecen
desactivadas hasta que se completa la síntesis de ADN una vez activados inducen la
condensación cromosómica, la desintegración de la envoltura nuclear, el armado de
huso mitótico y el alineamiento de los cromosomas en la placa ecuatorial durante la
metafase. Además, permiten el inicio del anafase y la migración de los cromosomas
hacia los polos del huso, luego de estos eventos las ciclinas mitóticas son degradadas lo
que permite que los cromosomas se descondensan, se reconstituya la envoltura nuclear
y el citoplasma se divida en las células. La expresión de la ciclina B también se ha
encontrado alterada en algunos tipos de neoplasias

Inhibidores de quinasas dependientes de ciclinas

La inhibición de quinasas constituye un poderoso mecanismo de control del ciclo y


proporciona un importante enlace con otras vías que participan en la regulación de la
proliferación, diferenciación y senescencia. Existen dos familias de inhibidores: la
Cip/Kip y la INK4. Los miembros de la familia Cip/Kip actúan sobre la mayoría de los
complejos ciclina-quinasa, poseen una amplia especificidad de unión al complejo y, por
tanto, de inhibición. Éstos también pueden actuar como adaptadores para promover el
ensamble del complejo ciclina-CDK. Se sabe que Cip/Kip favorece la formación de
complejos ciclina-quinasa, actúa sobre una amplia variedad de ciclinas y quinasas,
inhibiendo su actividad; mientras que INK4 impide la formación de complejos por parte
de CDK4 y CDK6, es decir, impide la formación de la holoenzima y, por tanto, su
activación.

Puntos de control específicos en el ciclo celular


Transición G1/S

La fase G1 es la primera fase del ciclo celular, en la que existe crecimiento celular con
síntesis de proteínas y de ARN. Comprende el periodo que transcurre entre el fin de una
mitosis y el inicio de la síntesis de ADN. Esta fase dura de 6 a 12 horas. Durante este
tiempo la célula duplica su tamaño y masa debido a la continua síntesis de todos sus
componentes, como resultado de la expresión de los genes que codifican las proteínas
responsables de su fenotipo particular. Las moléculas que participan en el punto de
control G1 son: los complejos ciclina D/CDK4 o ciclina D/ CDK6, los inhibidores de
quinasas p21 y p16 y las proteínas pRb y p53. Tiene dos puntos de control:

1) El punto de restricción: que es sensible al volumen celular al estado de los


procesos fisiológicos de la célula y a sus interacciones con la matriz extracelular.
El punto de restricción o punto de no retorno aquí la célula autoevalúa su propio
potencial replicativo antes de decidirse a entrar en la fase s y en la ronda
siguiente de división o retirarse y abandonar el ciclo celular una célula que
abandona el ciclo en G1 entra en la fase G0
2) El punto descontrol del daño del ADN en G1: que verifica la integridad del
ADN de duplicación reciente por ejemplo si el ADN tiene un daño irreparable el
punto de control del daño del ADN en g1 detecta la concentración elevada de la
proteína supresora de tumores p53 y no permite que la célula entre en la fase s a
continuación lo más probable es que la célula sufra una muerte celular
programada o apoptosis

La fase S (síntesis) es la segunda fase del ciclo celular; en esta se produce la replicación
o síntesis del ADN, permitiendo la formación de las cromátidas hermanas. Con la
duplicación del ADN, el núcleo contiene el doble de proteínas nucleares y de ADN que
al principio. Esta fase transcurre a lo largo de 10 a 12 horas y ocupa alrededor de la
mitad del tiempo que dura el ciclo celular en una célula de mamífero. Se ha encontrado
una supresión de la actividad del complejo ciclina A/CDK2 en células tratadas con
radiación ionizante. Dado que p21 es capaz de inhibir al complejo ciclina A/CDK2, es
posible que forme parte de este punto de control, el cual es necesario para la transición
de la Fase S a M.

Transición G2/M

La fase G2 es la segunda fase de crecimiento del ciclo celular en la que continúa la


síntesis de proteínas y ARN. Al final de este periodo se observan al microscopio
cambios en la estructura celular, que indican el principio de la división celular. Tiene
una duración entre 3 y 4 horas; termina cuando la cromatina empieza a condensarse al
inicio de la mitosis. La carga genética de humanos es haploide, ya que se ha duplicado
el material genético, teniendo ahora dos cromátidas cada uno. Participan el complejo
ciclina B/CDK2 y su inhibidor p34 en su estado hiperfosforilado. Dos puntos de control
verifican en la calidad del ADN:
1) El punto de control del daño del ADN en G2
2) Punto de control del ADN no duplicado este último impide la progresión
celular hacia la fase M antes de que se complete la síntesis del ADN.
La fase M (control del huso mitótico) es la división celular en la que una célula
progenitora se divide en dos células idénticas. Esta fase se subdivide en profase,
metafase, anafase, telofase y citocinesis. En un ciclo de 24 horas, la fase M dura
alrededor de 30 minutos. dos puntos de control

1) El punto de control del armado del huso mitótico que impide la entrada
prematura en el anafase
2) El punto de control de la segregación de los cromosomas que impide el
proceso de la citocinesis hasta que todos los cromosomas se hayan separado
correctamente

Ciclo celular y cáncer


Varios agentes contra el cáncer se han contemplado para mediar la fase G2/M y generar
detención en las células cancerosas a través de varios mecanismos: regulación a la baja
de los complejos de CDK1 y las ciclinas A/B, la inactivación de la actividad Cdc25C, y
la interrupción de la polimerización de tubulina y el montaje del huso.

El inhibidor de Cdk, p21Cip1, es sobre regulado en este proceso y desempeña un papel


importante en la detención de células en G1 o en G2/M en respuesta al daño del ADN.
Ciclina A, que puede formar un complejo con CDK1, también fosforila a proteínas de la
membrana nuclear, además de estabilizar a la ciclina B. Se ha observado que el
tratamiento con radiación impide la proliferación de las células cancerígenas debido a la
inducción de daño en el ADN, que puede activar los puntos de control del ciclo celular.
Las células normales poseen puntos de control G1 y G2. Sin embargo, las células
cancerosas son a menudo afectadas en el punto de control G1, debido a las mutaciones o
alteraciones en los reguladores clave de este puesto de control. Se ha reportado que, en
células ductales pancreáticas normales, hay respuesta a la radiación ionizante (RI),
mostrando activación de ambos puntos de control, mientras que las células de cáncer de
páncreas responden a RI con arresto G2/M solamente.

EL CANCER EN ECUADOR

El cáncer es en gran medida evitable. Muchos cánceres se pueden prevenir; otros se pueden detectar
en las primeras fases de su desarrollo y ser tratados y curados. Incluso en etapas avanzadas del
cáncer, se puede enlentecer su progresión, el dolor se puede controlar o reducir y se puede ayudar a
pacientes y familiares a sobrellevar la carga.”
El cáncer es la primera causa de muerte, no sólo debido al aporte de determinadas provincias, sino un
fenómeno más amplio, posiblemente en todo el territorio del Ecuador, lo cual se asocia posiblemente
a un cambio epidemiológico que corresponde a la modernidad.
En Ecuador en 2018 la incidencia de cáncer es de 157,2 casos por 100.000 habitantes, según se
desprende del informe dado a conocer por la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer
(IARC), perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que reveló el aumento de los
casos de cáncer a nivel mundial en este 2018.
Un hombre de cada 5 y una mujer de cada 6 en el mundo desarrollará un cáncer durante su vida,
mientras que uno de cada 8 hombres y una de cada 11 mujeres morirá de esta enfermedad, según las
últimas cifras presentadas.

En nuestro país, el cáncer de próstata es el de mayor incidencia con 38,8 casos por cien mil habitantes
y le sigue el de mama con 31,8. Según este informe, para este año se registran 28.058 nuevos casos de
cáncer en general.

El cáncer continúa progresando de forma "alarmante" en el mundo, con 18,1 millones de nuevos
casos y 9,6 millones de decesos estimados en 2018, según los datos publicados por el IARC, en el
denominado informe Globocan 2018.

El cáncer de pulmón es de lejos el más mortífero, con 1,8 millones de muertes previstas este año en el
mundo (18,4 por ciento del total), por delante del cáncer colorrectal (881.000 decesos, 9,2 por ciento
del total), del de estómago (783.000) y del de hígado (782.000), según cifras establecidas para 36
tipos de cáncer en 185 países.

Cáncer de mama en Ecuador


En el Ecuador, la incidencia de Cáncer de mama según estadísticas de Globocan 2018, hubo 28.058
casos nuevos de cáncer, en promedio existen 165 casos de cáncer en todas sus variedades por cada
100.000 mujeres y 150 casos por cada 100.000 hombres. Hombres: los cánceres en hombre más
comunes según su incidencia son: próstata 3322 (26%), estómago 1364 (10%), colorrectal 902
(7,1%), linfoma 770 (6%) y leucemia 655 (5,1%). Mujeres: los cánceres más comunes según su
incidencia son: mama 2787 (18,2%), cuello uterino 1612 (10,6%), tiroides 1374 (9%), estómago
1225 (8%) y colorrectal 1123 (7,4%).

CANCER ECUADOR 2020


Factores de Riesgo:
No existe una causa única para el cáncer; por el contrario, se sabe hoy en día que existen varios
factores que incrementan el riesgo de padecer distintos tipos de cáncer. Su naturaleza es heterogénea,
pudiendo ser contribuida por factores como la predisposición genética, el consumo del tabaco, una
dieta poco sana, sobrepeso y obesidad, inactividad física, la infección por ciertos patógenos,
exposición a carcinógenos y una esperanza de vida más larga, entre otros. (13) Se calcula que
aproximadamente un 30% de las muertes por cáncer podrían evitarse, modificando cinco factores de
riesgo.
Predisposición Genética:
De acuerdo a la evidencia, del 10 al 15% de los diagnósticos de cáncer son por causa de la
predisposición genética, siendo más frecuente en el cáncer de mama, ovario, colon, estómago y
próstata.

Medidas paraprevenir y controlar el cáncer

Dejar de fumar, hacer ejercicio, mantener un peso saludable, beber menos o comer más frutas y
verduras servirían para reducir el riesgo de muchos tipos de cáncer. También vacunarse contra las
hepatitis B y el virus del papiloma humano; evitar la exposición a productos químicos carcinógenos
presentes en el ambiente, así como al amianto por razones laborales o a radiaciones ionizantes como
los rayos solares.
Las muertes prematuras por cáncer también podrían evitarse a través de estrategias destinadas a
prevenirlo y detectarlo precozmente y a tratar a los pacientes. Entre ellas, mejorar la calidad y el
acceso a los programas de detección precoz y expandir la inmunización contra el VPH y la hepatitis
B, además del acceso a los medicamentos y los cuidados paliativos.
Las medidas de protección social, incluida la cobertura sanitaria universal, son fundamentales para
garantizar que todas las personas y sus familias disfruten de un pleno acceso a la asistencia sanitaria y
a oportunidades para prevenir y controlar el cáncer. Los altos costos no deben volverse un obstáculo
para iniciar o continuar un tratamiento.

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